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4.1. Concepto
Por regla general, las inscripciones en el Registro se realizan a instancia de parte y sobre la
base de documentos públicos (generalmente notariales).
Dentro del derecho registral el término inscripción tiene dos acepciones. La primera hace
referencia a un tipo de asiento, el de inmatriculación y sucesivas transmisiones del bien. En
segundo lugar, y en sentido amplio, se usa el término inscripción para referirse a los asientos
registrales.
La extensión y el contenido del principio de inscripción dependerán en gran medida del tipo de
sistema hipotecario, si bien comprendería el análisis del carácter constitutivo de la inscripción
y de su carácter obligatorio.
El principio de legalidad hace referencia a la necesidad de control, por parte del registrador de
la propiedad, de los documentos presentados a inscripción con carácter previo a que esta se
produzca. Es la denominada función de calificación, que reúne una serie de notas
características:
Esta protección se articula sobre la atribución al contenido del Registro de una presunción de
exactitud de los asientos registrales. La presunción es iuris tamtum y puede ser desvirtuada
por una prueba en contrario.
o Como demandante el titular inscrito puede ejercitar acciones con solo aportar
la correspondiente certificación registral. Como demandado sería necesario
que el demandante entable demanda de nulidad o cancelación de la
inscripción correspondiente. La demanda de nulidad habrá de fundarse en las
causas que taxativamente expresa la Ley Hipotecaria cuando haya de
perjudicar a tercero.
o Como tercerista en caso de que se decrete embargo preventivo, juicio
ejecutivo o vía de apremio contra bienes inmuebles o derechos reales
determinados de aquel, se sobreseerá todo procedimiento.
Es quizás el principio más importante ya que, junto con el principio de legitimación, completa
la publicidad material del Registro de la Propiedad. Dicho principio aparece regulado en el
artículo 34 de la Ley Hipotecaria. El tercero que de buena fe adquiera a título oneroso algún
derecho de persona que en el Registro aparezca con facultades para transmitirlo, será
mantenido en su adquisición, una vez que haya inscrito su derecho, aunque después se anule o
resuelva el del otorgante por virtud de causas que no consten en el mismo Registro.
La buena fe del tercero se presume siempre mientras no se pruebe que conocía la inexactitud
del Registro.
Los adquirentes a título gratuito no gozarán de más protección registral que la que tuviere su
causante o transferente. Mientras que el principio de legitimación establecía una presunción
de exactitud del contenido del Registro de tipo iuris tamtun, el principio de fe publica registral
eleva esa misma presunción a iuris et de iure (no cabe prueba en contrario) respecto del tercer
adquirente. Desde un punto de vista negativo el principio de fe publica registral supone que los
títulos de dominio o de otros derechos reales sobre bienes inmuebles, que no estén
debidamente inscritos o anotados en el Registro de la Propiedad, no perjudican a tercero.
Los requisitos para que opere la protección registral respecto del tercer adquirente serían:
o Que adquiera a resultas del contenido del Registro, es decir, que adquiera de
un titular inscrito operando el principio de legitimación
La inscripción no convalida los actos o contratos que sean nulos con arreglo a las leyes.
El principio de prioridad trata de resolver, con base a la idea prior tempore potior iure, el
problema que se plantea cuando se presentan sobre una misma finca derechos incompatibles.
Se considera como fecha de la inscripción para todos los efectos que ésta deba producir, la
fecha del asiento de presentación. Para determinar la preferencia entre dos o más
inscripciones de igual fecha, relativas a una misma finca, se atenderá a la hora de la
presentación en el Registro de los títulos respectivos.
Por tanto, los derechos inscritos sobre un mismo inmueble tienen un rango, es decir, un
puesto cronológico de preferencia respecto de los demás. No obstante, cabe la posibilidad de
permuta de rangos que rompan la regla prior tempore potior iure.
Para inscribir o anotar títulos por los que se declaren, transmitan, graven, modifiquen o
extingan el dominio y demás derechos reales sobre inmuebles, deberá constar previamente
inscrito o anotado el derecho de la persona que otorgue o en cuyo nombre sean otorgados los
actos referidos. De esta manera, se va creando en el Registro una cadena (tracto sucesivo) de
transmitentes y adquirentes, excepto en las excepciones previstas en la Ley Hipotecaria.
5. EL REGISTRO DE LA PROPIEDAD
5.1. Concepto
El artículo 1 de la Ley Hipotecaria establece que el Registro de la Propiedad tiene por objeto la
inscripción o anotación de los actos y contratos relativos al dominio y demás derechos reales
sobre bienes inmuebles. La definición legal es criticada por las siguientes razones:
o El Registro no solo tiene por objeto la inscripción y anotación, ya que estas son
solo dos tipos de anotaciones registrales. Algún sector doctrinal opina que
habría que haber sustituido los términos anotación e inscripción por el
término registración.
El Registro se puede definir como centro u oficina administrativa en donde se hacen constar
oficialmente los hechos relativos al dominio y demás derechos reales, al objeto de garantizar la
seguridad del tráfico. La seguridad del tráfico jurídico se consigue a través de la publicidad
registral que es de dos tipos: publicidad formal, en el sentido de que los datos del Registro son
públicos y cualquier persona puede consultarlos, y publicidad material, en el sentido de que los
datos contenidos en el Registro se consideran ciertos.
21. Los títulos traslativos o declarativos del dominio de los inmuebles o de los derechos
reales impuestos sobre los mismos.
23. Los actos y contratos en cuya virtud se adjudiquen a algunos bienes inmuebles o
derechos reales, aunque sea con la obligación de transmitirlos a otro o de invertir su importe
en objeto determinado.
24. Las resoluciones judiciales en que se declare la incapacidad legal para administrar, la
ausencia, el fallecimiento y cualesquiera otras por las que se modifique la capacidad civil de las
personas en cuanto a la libre disposición de sus bienes.
En el Registro se inscribe con base a los títulos. Se entenderá por título, para los efectos de la
inscripción, el documento o documentos públicos en que funde inmediatamente su derecho la
persona a cuyo favor haya de practicarse aquélla y que hagan fe, en cuanto al contenido que
sea objeto de la inscripción, por sí solos o con otros complementarios, o mediante
formalidades cuyo cumplimiento se acredite.
El objeto del Registro es dar publicidad a los derechos, a efectos de garantizar la seguridad del
tráfico de bienes inmuebles.
En nuestro sistema registral se inscriben los derechos reales quedando fuera los derechos de
obligación. No obstante, esta regla general admite excepciones, ya que serán objeto de
inscripción en los términos previstos en la regulación los contratos de arrendamiento, el
contrato de opción, los estatutos de propiedad horizontal y los derechos de crédito cuando se
constituyen garantías reales para asegurar su cumplimiento.
También se inscribirán en el Registro los títulos, otorgados en país extranjero, que tengan
fuerza en España con arreglo a las leyes, y las ejecutorias pronunciadas por Tribunales
extranjeros a que deba darse cumplimiento en España, con arreglo a la Ley de Enjuiciamiento
Civil.
e. El que propusiere demanda con objeto de obtener alguna de las resoluciones judiciales
expresadas en el número cuarto del artículo 2 de esta Ley.
h. El acreedor refaccionario, mientras duren las obras que sean objeto de la refacción.
i. El que presentare en el Registro algún título cuya inscripción no pueda hacerse por
algún defecto subsanable, por imposibilidad del Registrador, o cuando este inicie de oficio el
procedimiento de rectificación de errores que observe en algún asiento ya practicado en la
forma que reglamentariamente se determine.
j. El que en cualquiera otro caso tuviese derecho a exigir anotación preventiva, conforme
a lo dispuesto en ésta o en otra Ley.