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UNIDAD DE CIENCIAS EMPRESARIALES

ADMINISTRACIÓN FINANCIERA

RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS NRC 5191

TUTOR

HUGO EDUARDO CARABALLO CADENA

PRESENTA
ALDRING ALBERTO CORCHO DOMINGUEZ ID 4556117

COLOMBIA, BOGOTA D.C

2018
INTRODUCCIÓN

El siguiente texto nos ofrece una vista de los conflictos, de cómo nos afectan y como
resolverlos; todo esto en base al capítulo uno del libro El Efecto Lucifer y los capítulos uno
y dos del libro Las Emociones en la Negociación.
Este texto nos da una vista de los conflictos bastante detallada, ya que observamos porque
se ocasionan, que efectos tienen los mismo en las personas, como influyen las emociones
en los conflictos y algunas maneras de resolverlos, pues estos conflictos si no son resueltos
de una manera adecuada generan un mal ya sea para las mismas personas o para la
sociedad.
Por otro lado veremos en el texto la bondad y la maldad, también en base a los conflictos,
es decir, como influyen de manera buena y de manera mala en el mundo.
UNA VISTA MÁS A FONDO A LOS CONFLICTOS

Phillip Zimbardo en su libro El Efecto Lucifer se plantea que el mundo está lleno de
bondad y maldad.
En esa bondad y maldad entra el conflicto; se puede decir que un conflicto es una situación
en la que dos o más personas no están de acuerdo con el modo de actuar de un individuo o
un grupo. Para que esta situación exista es necesario que exista un desacuerdo que no haya
sabido resolverse. Estos pueden producirse, por ejemplo por la mala comunicación, por los
malos actos y de más; los efectos de los conflictos pueden resultar sumamente nocivos para
la salud y el bienestar de las personas tanto en el plano psicológico como en el de la salud y
las relaciones interpersonales. Los conflictos mantenidos y no resueltos generan ansiedad,
depresión, incertidumbre, crisis existenciales en el plano de la subjetividad; pero también
generan dificultades en las relaciones interpersonales con daño en los vínculos afectivos
con personas significativas; y también el organismo “cobra” su propia cuenta con insomnio,
problemas gástricos, cardiovasculares, etc.
Por un lado los conflictos generan discordia y pueden agravar las malas relaciones
personales, ya que estos son desacuerdos entre personas. Los conflictos surgen por
diferencias que si no son tratadas adecuadamente puede generar un problema mayor,
inclusive llegar a la violencia; y por el otro lado condicionamiento de la maldad no debe
buscarse en las características individuales de las personas sino en las particulares
condiciones que lo rodean, situacionales y sistémicas que estructuran el entorno en que
ellas se encuentran, entonces, para poder crecer como personas y tener relaciones más sanas
debemos aprender a manejar adecuadamente los conflictos.

La educación es la base para la solución de conflictos, esta educación puede ser la familiar
o la escolar y esta educación lo que busca es impartir inteligencia emocional, es decir,
enseñar a las personas cual es la forma más adecuada de lidiar con sus problemas y
emociones, lo cual disminuirá las probabilidades de generar problemas que terminen en
peores instancias.

Existe una barrera muy frágil entre el bien y el mal que puede ser traspasada. Se puede
transformar el carácter de acuerdo a la situación. El discernimiento humano es quien puede
llevarlo a manejar o no el conflicto planteado, ya que este último, siempre estará presente
en un mundo de ambición y maldad.
Así como está el bien y el mal en el mundo vale la pena resaltar que en muchas ocasiones
el problema estriba, no en el conflicto en sí mismo, sino en la forma de responder ante él,
ya sea bien o mal. No se puede decir que haya una forma única, idónea, de responder a los
conflictos. De igual manera que hay diversidad de individualidades hay diversidad de
situaciones conflictivas, pero sí hay algunos elementos comunes que resultan importantes:
Un primer requisito necesario para dar solución o salida eficaz a un conflicto es reconocer y
aceptar su existencia. Muchos especialistas en el tema han insistido en la importancia del
carácter perceptual del conflicto, en que las personas entiendan y reconozcan que existe una
situación de antagonismo, entre las partes implicadas, en torno a determinado fenómeno de
su realidad cotidiana. Sobre todo porque cada una de las partes tiene una percepción
diferente de la situación de conflicto, de cómo esta les afecta o perjudica, e incluso una
percepción diferente de cómo puede el conflicto ser resuelto.
Un requisito posterior presupone la voluntad de solucionar el conflicto; un conflicto sólo
puede ser productivo si las partes quieren solucionar la situación existente. Si las personas
perciben el conflicto pero no tienen la voluntad o los deseos de cambiar el estado de cosas
existente, prolongarán indefinidamente este estado que tiende, lógicamente, a empeorar
pues, como le gusta decir a una buena colega: “los problemas no se disuelven ¡se
resuelven!”.
Por otra parte una situación de conflicto reconocida y mantenida en el tiempo, impacta día
tras día la salud y calidad de vida de los seres humanos implicados en ella. Tener la
voluntad de solucionar el conflicto presupone entonces que las personas hayan arribado a la
convicción de la necesidad de búsqueda de una solución efectiva. Al llegar a este punto, y
si se quiere lograr una solución constructiva, juegan entonces un importante papel las
creencias y convicciones , muy en particular la flexibilidad para creer y estar convencidos
de que las personas (incluido uno mismo) pueden cambiar, con lo que están preparadas para
asumir una posición colaborativa de búsqueda de conciliación de intereses comunes, a
partir del presupuesto, según Cheryl A. Picard de que “las personas tratan de mejorar una
situación negativa si se les brinda una oportunidad justa para hacerlo”.
Para la solución de estos conflictos también se necesitan las emociones, ya que estos
conflictos son como un tipo de negocio por lo que Fisher (2007) afirma “las emociones
pueden constituirse como un importante activo, ya sea que se trate de buscar maneras
creativas de satisfacer intereses o de mejorar una relación tambaleante” (p.4). pero no
quiere decir que hay que dejarse llevar por las emociones y más que todo las emociones
negativas ya que Fisher (2007) “cuando usted se siente decepcionado o furioso, su cabeza
se llena de pensamientos negativos” (p.11) lo cual ocasionaría tomar decisiones de las que
más adelante se pueda arrepentir.

Si se quiere un mundo mejor, debemos de reivindicar el papel protagonista y el cambio en


la manera habitual en que nos enfrentamos a los conflictos que suceden en nuestro entorno.
No podemos permanecer sin realizar ningún tipo de acción, porque nosotros tenemos
mucho que decir sobre si las diferencias y la diversidad se tienen que gestionar con la pelea,
la violencia y la guerra, o bien se tiene que reemplazar por procesos más constructivos,
como la negociación cooperativa, la mediación, la democracia participativa y la acción no
violenta.

Por ultimo así mismo como está la bondad y la maldad, está el buen o mal manejo de los
conflictos, dependiendo de eso en algunos casos si los conflictos tienen un buen manejo
dará un buen resultado al mundo o algo positivo, pero si es todo lo contrario, que se le dé
un mal manejo, es decir que no pueda resolver el conflicto o que termine de una manera
violenta pues los resultados al mundo serán malos ya que en cierta medida las personas que
no tuvieron buenos resultados en la solución de este conflicto no actuaran de la mejor
manera.

¿Cuál es el aprendizaje obtenido en la elaboración del artículo?


Rta: Lo aprendido gracias al artículo es que son los conflictos, cómo influyen los mismos
en las personas, que acciones se deben tomar cuando estamos en uno. También que un
conflicto puede afectar a una persona ya sea emocional o físicamente.
Además se pudo entender porque un conflicto puede influir de manera buena o mala al
mundo.
CONCLUSIÓN

Se puede concluir que los conflictos son cuando dos o más personas no están de acuerdo
con el pensamiento de una persona o un grupo, estos conflictos si no son resueltos de la
manera adecuada generan discordia y empeoran las relaciones entre las personas; además
de eso estos conflictos que no son resueltos afectan de manera negativa la parte emocional
y de la salud de las personas, por esas y varias razones más se deben tomar las medidas
necesarias para la solución de cualquier conflicto.
Vale resaltar que los sentimientos pueden influir ya sea de manera positiva o negativa, por
esa razón hay que pensar antes de actuar sin dejarse llevar totalmente por las emociones, y
además para la solución de los mismos las personas que están involucradas en estos
conflictos deben estar dispuestas a buscar una manera de solucionar el conflicto.
La buena solución de conflictos influye de manera positiva al mundo, entonces este cambio
lo realizamos todos estando dispuestos a resolver estos problemas de manera pacífica.
BIBLIOGRAFÍA

 Zimbardo. P. (2008). El Efecto Lucifer. Barcelona, España: Paidos Ibérica.


 Fisher, R. & Shapiro, D. (2007). Las Emociones en la Negociación. Bogotá D.C.,
Colombia: Grupo Editorial Norma.
 Pérez. J. y Gardey. A. (2008). Actualizado: 2012. Definicion.de: Definición de
conflicto (https://definicion.de/conflicto/)
 Grane. J. (2004). Los conflictos en la vida cotidiana
(https://elpais.com/diario/2004/06/14/catalunya/1087175242_850215.html)

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