Professional Documents
Culture Documents
cambio.
Los terremotos, las inundaciones, los incendios, las erupciones volcánicas, las
tormentas tropicales, los tornados, las tormentas eléctricas, los deslizamientos, las
sequías, las plagas y los fenómenos llamados “El Niño” y “La Niña” forman parte de
la naturaleza, como el sol y la lluvia. Estos fenómenos afectan a casi toda la Tierra.
En tiempos pasados, la gente tenía leyendas para explicar estos fenómenos.
Decían que el volcán estaba enojado, o que los dioses demandaban un sacrificio.
Hoy día, la ciencia, la tecnología y la historia nos ayudan a comprender estos
eventos en lugar de simplemente temerlos. Sin embargo, estos fenómenos todavía
siguen convirtíendose en desastres, y afectan a mucha gente en cada rincón del
planeta donde aún no se ha arraigado una cultura de prevención.
A veces los fenómenos naturales pueden golpear muy fuerte y ocasionar desastres
si no se han tomado medidas preventivas o si, ciertas actividades humanas han
afectado el medio ambiente o han alterado la normalidad del ecosistema. Por
ejemplo, demasiada agua que la tierra no puede absorber puede provocar
inundaciones, mientras que poca agua en ciertas regiones puede ocasionar
sequías. Pero la gente puede agravar la situación, por ejemplo cuando se corta los
árboles y no se siembran nuevos, esto provoca que el suelo se vuelve muy seco y
polvoriento lo que causa la erosión. Cuando viene la lluvia, no hay suficientes
raíces ni vegetación para sostener la tierra, y puede producirse un deslizamiento.
Este botiquín debe incluir, entre otras cosas, alcohol, algodón, vendas, gasa,
analgésicos, tijeras, agua estéril y ungüento para quemaduras. La Cruz Roja o el
Centro de Salud de tu comunidad te podrán recomendar otras cosas.
2.Comida
3. Ropa
Es bueno que cada miembro de la familia
tenga un juego de ropa extra para cambiarse, incluyendo unas botas y una capa
para la lluvia, así como mantas bien calientes por si tienes que dormir al aire libre,
¡como si estuvieras acampando!
8:08 p.m. |
END
Para las grandes civilizaciones precolombinas como los mayas, incas y aztecas, la tierra
era algo sagrado, considerada como la Madre, a la que no se podía vender ni enajenar, ya
que su forma de explotación era comunal, además que compartían una cultura, un
lenguaje y un territorio (cosmovisión).
Nunca antes en la historia del planeta tierra se ha agredido y destruido la naturaleza como
lo ha hecho el ser humano en los últimos tiempos, bajo la égida del “progreso”, el
“desarrollo”, e “industrialización”, en un sistema que ha desembocado en frenética carrera
consumista y en desquiciado afán de poderío económico, aunque su precio único sea la
destrucción de la vida sobre la tierra.
Por otro lado, millones de personas se hacinan en espacios cada vez más reducidos, el
aire se contamina y envenena a los seres vivos que la habitan; los seres se aíslan, “en
medio de la multitud”; se alimentan pésimamente. Se reemplazan los alimentos producidos
directamente en el campo por productos elaborados industrialmente.
En este sentido, se rompen las costumbres alimentarias y culturales, por productos que en
la mayoría de los casos tienen preservantes e ingredientes nocivos para la salud. Se
reemplaza la tortilla por la hamburguesa, la calidad por la cantidad y la individualidad por la
masificación.
Los campesinos segovianos, además de disfrutar de los vestigios arqueológicos que nos
legaron los mayas de Copán y que constituye un atractivo turístico a nivel mundial,
recorrieron la subcuenca del río Copán, en donde la Mancorsaric, que la integran cinco
municipios, impulsa un Plan de Manejo y Cogestión de Microcuencas.
La mancomunidad está empeñada en fortalecer la coordinación, concertación, cooperación
y el diálogo tripartito entre los gobiernos municipales y nacionales, la sociedad civil y la
cooperación internacional sobre el tema de producción, ambiente y gestión de cuencas en
el territorio.
Al igual que aquí, en el país catracho, la Ley de Municipios faculta “elaborar y ejecutar
planes de desarrollo, proteger el medio ambiente y promover la reforestación”. La
mancomunidad logró identificar dos grandes líneas estratégicas: el aprovechamiento de
las potencialidades productivas de manera sostenible y la armonía con el ambiente.
La subcuenca del río Copán tiene una importancia estratégica para la Mancomunidad, y su
buen manejo contribuirá a la sostenibilidad ecológica de la región; además tiene gran
potencial para el turismo y la producción agropecuaria.
En octubre de 1998, el paso devastador del huracán Mitch causó daños al ambiente y a las
poblaciones. Esta situación de vulnerabilidad ecológica obligó a los gobiernos locales a
conformar una mancomunidad de municipios, con el fin de hacer frente al creciente
deterioro de los recursos naturales, y por otro lado, a la búsqueda de opciones sostenibles
de desarrollo.
Las casi 250 familias que viven en esa comunidad realizaron la delimitación y recuperación
de las cabeceras donde están ubicadas las principales tomas de agua de la microcuenca,
que abastecen a cinco comunidades.
Con estos insumos, el Comité de Agua, conformado por cinco comunidades, firmó un
convenio con los productores de ganado y propietarios de estas áreas, en donde se
comprometieron a apoyarles en el mejoramiento de sus fincas con pastos de corte y sus
establos, siempre y cuando ellos dejen de meter ganado en las áreas de cabecera de la
cuenca.
Igual, las microcuencas que tienen bosque alrededor y arriba de la toma de agua, y que
aportan agua en cantidad y calidad, están siendo adquiridas entre la mancomunidad y las
Juntas de Agua, para garantizar la sostenibilidad del vital líquido a las actuales y futuras
generaciones.
En ocasión del Día del Ambiente, se impulsan campañas de reforestación donde participan
alcaldías, instituciones, estudiantes, pobladores, y organismos ecologistas y
ambientalistas, entre otros.
Sin restar importancia a estas actividades, el Ing. Alex David Zapata, cooperante de
Progressio, con experiencia en planificación y manejo de cuencas hidrográficas, que
actualmente apoya a la Unidad de Gestión Ambiental de Amunse, expresó que el problema
ambiental no sólo se resuelve con planes de reforestación, pues las estrategias deben ir
mas allá, es decir, enfocar los esfuerzos hacia mejorar las necesidades básicas
insatisfechas de miles de compatriotas asentados en las cuencas y que han sido excluidos
de las políticas estatales.
Admitió que los pueblos y ciudades desconocen todo el proceso que tiene que pasar el
líquido vital para que llegue al grifo. “Son miles de ciudadanos y ciudadanas excluidos de
las políticas estatales que vienen de las cuencas, y que a través de las diversas
actividades económicas-productivas que ellos realizan, han ido haciendo cambios de uso
del suelo, que por sus condiciones naturales son de vocación forestal o de preservación”,
expresó.
Alex Zapata señaló que cuando éstas son transformadas a zonas agrícolas, ganaderas y
asentamientos humanos, en las que además de utilizar prácticas tradicionales como la
quema, también usan agroquímicos, éstos, tarde o temprano, vienen a desembocar a
fuentes o corrientes de agua, afectando la cantidad y calidad del líquido que consumen los
locales y poblaciones que viven aguas abajo.
Finalmente sostuvo que cualquier esfuerzo de gestión de riesgo que se haga, sin tomar la
cuenca como unidad de planificación y manejo, será infructuoso.