“Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad…” (2 Corintios 12:9).

En
momentos aquellos donde mis fuerzas se agotaban, convencida estaba de que eran las fuerzas de mi Dios
las que actuaban. Es por ello que, este logro se lo dedico a él. Mariela, Aladino, Emelina; fueron ustedes los
instrumentos que él mismo utilizó a fin de otorgarme 25 años de amor imperecedero y apoyo incondicional;
este logro también les pertenece, tómenlo como suyo. Compañeros, amigos; ya que, ni la puerta fue ancha,
ni el camino espacioso, quiero, de la manera más sincera, felicitarlos por haber llegado hasta aquí; ustedes
también representan la mano de Dios en mí. Nos espera un futuro prometedor, de eso no me cabe la menor
duda. Luchemos sin temor a equivocarnos si nuestro fin es la justicia, que Dios nos ayuda. Gracias.