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DATOS: Cucho Mejia, Claudia Michel

FACULTAD: Contabilidad
TEMA: Estrés Académico

Tema delimitado: Estrés académico en los estudiantes


universitarios de pregrado

El estrés es hoy en día, una problemática a la que se está prestando una atención
creciente. Sin embargo, el estrés académico o estrés del estudiante no recibe la
suficiente atención en el ámbito de la investigación.
Este complejo fenómeno implica la consideración de variables interrelacionadas:
estresores académicos, experiencia subjetiva de estrés, moderadores del estrés
académico y finalmente, efectos del estrés académico. Todos estos factores aparecen
en un mismo entorno organizacional: la Universidad. En particular, este entorno sobre
el que se centra esta investigación, representa un conjunto de situaciones altamente
estresantes debido a que el individuo puede experimentar, aunque sólo sea
transitoriamente, una falta de control sobre el nuevo ambiente, potencialmente
generador de estrés y, en último término, potencial generador –con otros factores- del
fracaso académico universitario. Los escasos trabajos sobre el tema han demostrado
la existencia de índices notables de estrés en las poblaciones universitarias,
alcanzando mayores cotas en los primeros cursos de carrera y en los períodos
inmediatamente anteriores a los exámenes (Muñoz, 1999) y siendo menor en los
últimos. Idénticos resultados fueron encontrados por Rosenthal y colaboradores
(1987, citado por Muñoz, 2003). Por otro lado, Kohn y Frazer (1986, citado por Misra
y McKean, 2000) destacaron como estresores académicos más importantes las notas
finales, el excesivo trabajo para casa, los exámenes y el estudiar para los mismos.
Estudios posteriores (Celis y cols., 2001, Carlotto y cols., 2005) han coincido en
identificar los mismos principales estresores. Respecto al método de evaluación en
estos estudios, en general se obtienen los datos empleando cuestionarios (Barraza,
2005), inventarios (Polo, Hernández y Pozo, 1996) o escalas (Viñas y Caparrós, 2000)
en su modalidad de autoinforme. La diversidad de instrumentos, no es más que reflejo
de la multiplicidad de formas para analizar el estrés académico. Ante tal multiplicidad
de formas, en este trabajo se decidió emplear la Escala de Apreciación del Estrés-G
(Fernández Seara, 1992) utilizada en diversas investigaciones caracterizadas por su
fiabilidad y validez, tales como la de Muñoz (1999). Por último, entendemos que
además de conocer cuáles son las fuentes principales de estrés académico, debemos
analizar las diferentes variables moduladoras y los efectos consecuentes de dicha
interacción.
Entre los diferentes factores implicados en el estrés académico cabe incluir a los
moderadores biológicos (edad, sexo…), psicosociales (patrón de conducta Tipo A,
estrategias de afrontamiento, apoyo social…), psicosocioeducativos (autoconcepto
académico, tipo de estudios, curso…) y socioeconómicos (lugar de residencia,
disfrute de becas…). Dichas variables moduladoras inciden en todo el proceso del
estrés, desde la aparición de los factores causales, hasta las propias consecuencias,
por lo que unas y otras pueden contribuir a que se afronte el estresor con mayores
probabilidades de éxito

Recientemente se ha relacionado positivamente con el rendimiento de los


estudiantes, con su motivación para el estudio y con su estado de salud y bienestar,
y negativamente con la ansiedad de evaluación, nivel de estrés académicamente
percibido y la reactividad a dicho estrés (González-Pienda y cols, 2000; Valle y cols,
1999). Sin embargo, a pesar de la profusión de estudios no existen datos
concluyentes sobre la naturaleza exacta de la relación de ambas variables. Por otro
lado, teniendo en cuenta el curso como variable psicosocioeducativa relevante,
debemos destacar la correlación positiva existente entre el aumento del nivel
académico y las distintas experiencias y grados del estrés académico (Carmel y
Bernstein, 1990).
En el plano conductual, Hernández, Pozo y Polo (1994) estudiaron cómo el estilo de
vida de los estudiantes se ve modificado según se acerca el periodo de exámenes,
convirtiéndose así sus hábitos en insalubres –exceso en el consumo de cafeína,
tabaco, sustancias psicoactivas como excitantes e, incluso, en algunos casos,
ingestión de tranquilizantes-, lo que posteriormente, puede llevar a la aparición de
trastornos de salud. En el plano cognitivo, Smith y Ellsworth (1987, citado por Muñoz,
2003) comprobaron que los patrones emocionales y de valoración de la realidad
variaban sustancialmente desde un periodo previo a la realización de los exámenes
hasta el momento posterior al conocimiento de las calificaciones. Por otro lado, los
sujetos del estudio de Hill y colaboradores (1987, citado por Gump y Matthews, 1999)
percibieron subjetivamente más estrés dentro de la época de exámenes que fuera de
ella. Por último, respecto al plano psicofisiológico, son bien conocidos los trabajos que
ponen de manifiesto la incidencia del estrés académico sobre problemas de salud;
por ejemplo, Kiecolt-Glaser y colaboradores (1986, citado por Pellicer y cols., 2002))
informan de la supresión de células T y de la actividad de las células Natural Killers
(NK) durante periodos de exámenes (situaciones percibidas como altamente
estresantes) en estudiantes de Medicina. Estos cambios son indicadores de una
depresión del sistema inmunitario y, por tanto, de una mayor vulnerabilidad del
organismo ante enfermedades.

https://idus.us.es/xmlui/bitstream/handle/11441/12812/file_1.pdf

Para muchos estudiantes de pregrado, la vida universitaria es una transición


importante en sus vidas, ya que se les concede la oportunidad de decidir qué hacer
sin la influencia indebida de sus padres. Los estudiantes toman varias decisiones con
respecto a todos los aspectos de sus vidas, como los académicos, la vida social y las
actividades de ocio (Baker, 2003). Sin embargo, en medio de la nueva libertad
encontrada, los estudiantes tienen que luchar para cumplir con las expectativas de
sus padres, que incluyen expectativas relacionadas con su desempeño académico
(Smith & Renk, 2007). Además, la sociedad cree que graduarse de una universidad
de alto rango es un "pasaporte" para un buen trabajo, altos salarios y un alto estatus
social (Ang y Huan, 2006).

https://alicia.concytec.gob.pe/vufind/Record/AUIC_8e24bf57634d323840e55df8cb87
f921

El estrés académico se define como una reacción de activación fisiológica, emocional,


cognitiva y conductual ante estímulos y eventos académicos. Ha sido investigado en relación
con variables como género, edad, profesión, estrategias de afrontamiento, etc. El objetivo del
artículo es revisar algunos modelos cognitivos del estrés, incluyendo el Modelo Cognoscitivo
Sistémico del estrés académico, para establecer una discusión entre ellos.

En el mundo “uno de cada cuatro individuos sufre de algún problema grave de estrés y en las
ciudades, se estima que el 50 por ciento de las personas tienen algún problema de salud mental
de este tipo” (Caldera, Pulido y Martínez, 2007, p. 78). Como factor epidemiológico, se
considera un aspecto de gravedad, ya que el estrés es un importante generador de diversas
patologías. Además, el estrés está presente en todos los medios y ambientes, incluido el
educativo, en donde se centra el objetivo de esta discusión; de ahí que los psicólogos, los
docentes y los padres de familia, hayan identificado la necesidad de conocer las implicaciones
que tiene sobre el rendimiento de los estudiantes, es decir, el estrés que éstos experimentan en
el ámbito académico. Maldonado, Hidalgo y Otero (2000, citado en Román, Ortiz y Hernández,
2008) plantean que un nivel elevado de estrés académico

http://aprendeenlinea.udea.edu.co/revistas/index.php/psicologia/article/view/11369/10646

Las teorías del estrés centradas en el estímulo, lo interpretan y comprenden de acuerdo con las
características que se asocian con los estímulos ambientales, pues consideran que éstos pueden
desorganizar o alterar las funciones del organismo. Los autores que más han desarrollado esta
orientación son T.H. Holmes y R.H. Rahe. Holmes y Rahe han propuesto que los
acontecimientos vitales importantes, tales como el casamiento, el nacimiento de un hijo, la
jubilación, la muerte de un ser querido, el embarazo, etc., son siempre una fuente de estrés
porque producen grandes cambios y exigen la adaptación del sujeto (Papalia y Wendkos, 1987
citado en Oros y Vogel, 2005, p. 86). Así, estos modelos se diferencian de los focalizados en
la respuesta, porque localizan el estrés en el exterior, no en el individuo, a quien le corresponde
el strain (efecto generado por el estrés). De ahí que la orientación basada en el estímulo sea la
más cercana a la idea popular de estrés. Por otra parte, debido a las diferencias individuales,
los estímulos no tienen el mismo efecto estresor en todas las personas. Weitz (1970, citado en
Sandín, 1995) clasificó las situaciones generadoras de estrés más comunes, a saber: procesar
información velozmente, estímulos ambientales nocivos, percepción de amenaza, funciones
fisiológicas alteradas, aislamiento y encierro, bloqueos y obstáculos para llegar a una meta,
presión grupal y frustración. Nótese la gran importancia que se le da al ambiente y las
situaciones sociales, por tal razón esta teoría se circunscribe en la que suele denominarse
perspectiva psicosocial del estrés. 2.2.3 Teorías basadas en la interacción El máximo exponente
de este enfoque es Richard Lazarus, quien enfatiza la relevancia de los factores psicológicos
(principalmente cognitivos) que median entre los estímulos estresantes y las respuestas de
estrés, dando al individuo un rol activo en la génesis del estrés. Para Lazarus y Folkman (1986)
el estrés tiene su origen en las relaciones entre el individuo y el entorno, que el sujeto evalúa
como amenazante, y de difícil afrontamiento. Por consiguiente, el concepto fundamental de la
teoría interaccional es el de evaluación cognitiva. “La evaluación cognitiva es un proceso
evaluativo que determina por qué y hasta qué punto una relación determinada o una serie de
relaciones entre el individuo y el entorno es estresante” (Lazarus y Folkman, 1986, p. 43). Por
tanto, la evaluación es un elemento mediador cognitivo 77 Facultad de Ciencias Sociales y
Humanas. Departamento de Psicología entre las reacciones de estrés y los estímulos estresores.
Lazarus propone tres tipos de evaluación: • Evaluación primaria: se da en cada encuentro
con algún tipo de demanda (interna o externa). Es la primera mediación psicoló- gica del estrés.
• Evaluación secundaria: ocurre después de la primaria, y tiene que ver con la valoración
de los propios recursos para afrontar la situación estresante. • Reevaluación: se realizan
procesos de feedback, permitiendo corregir las evaluaciones previas.
Definición de estrés académico Orlandini (1999), siguiendo la tradición que concibe el estrés
como una tensión excesiva, “Para Lazarus y Folkman el estrés tiene su origen en las relaciones
entre el individuo y el entorno, que el sujeto evalúa como amenazante, y de difícil
afrontamiento” 78 Universidad de Antioquia Vol. 3. No. 2. Julio -Diciembre de 2011 señala
que “desde los grados preescolares hasta la educación universitaria de postgrado, cuando una
persona está en (…) período de aprendizaje experimenta tensión. A ésta se le denomina estrés
académico, y ocurre tanto en el estudio individual como en el aula escolar”, (citado en Barraza,
2004, p. 143). En esta misma línea, Caldera, Pulido y Martínez (2007) definen el estrés
académico como aquél que se genera por las demandas que impone el ámbito educativo. En
consecuencia, tanto alumnos como docentes, pueden verse afectados por este problema. Sin
embargo, nos vamos a focalizar en el estrés académico de los estudiantes universitarios. Por
otra parte, hay un enfoque psicosocial del estrés académico, que enfatiza los factores
psicosociales que pueden originarlo, y que lo concibe como el malestar que el estudiante
presenta debido a factores físicos, emocionales, ya sea de carácter interrelacional o
intrarrelacional, o ambientales que pueden ejercer una presión significativa en la competencia
individual para afrontar el contexto escolar en rendimiento académico, habilidad metacognitiva
para resolver problemas, pérdida de un ser querido, presentación de exámenes, relación con los
compañeros y educadores, búsqueda de reconocimiento e identidad, habilidad para relacionar
el componente teórico con la realidad específica abordada (Martínez y Díaz, 2007, p. 14).
Finalmente, se enuncia la definición de estrés académico, que desde el modelo sistémico
cognoscitivista, hace Barraza (2006), uno de los autores latinoamericanos que más ha aportado
datos investigativos y conceptuales sobre el tópico que nos ocupa: El estrés académico es un
proceso sistémico, de carácter adaptativo y esencialmente psicológico, que se presenta a)
cuando el alumno se ve sometido, en contextos escolares, a una serie de demandas que, bajo la
valoración del propio alumno son considerados estresores (input); b) cuando estos estresores
provocan un desequilibrio sistémico (situación estresante) que se manifiesta en una serie de
síntomas (indicadores del desequilibrio); y c) cuando este desequilibrio obliga al alumno a
realizar acciones de afrontamiento (output) para restaurar el equilibrio sistémico (p. 10).

http://aprendeenlinea.udea.edu.co/revistas/index.php/psicologia/article/view/11369/10646

Ficha Bibliográfica:

MARTIN MONZON, Isabel


LIBRO: 7MartinMonz.indd
Apuntes de Psicología 2007, Vol. 25, número 1, págs. 87-99.

Ficha Textual:

Introducción: la salud mental de los estudiantes al ingresar a la universidad puede


verse afectada por muchos factores, entre los que se encuentran las situaciones
académicas que generan estrés. GUTIÉRREZ RODAS, JAVIER ANTONIO et
al. Depresión en estudiantes universitarios y su asociación con el estrés
académico. CES Med. [en línea]. 2010, vol.24, n.1, pp.7-17

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