Professional Documents
Culture Documents
1
rencias de criterio, de intereses y prefe- con esos rasgos, democrática, cohesiona-
rencias? ¿Acaso no se discute todavía hoy da y madura, no se distingue por la una-
intensamente contraponiendo virtudes y nimidad sobre su historia, ni remota ni
defectos de Saavedra y Moreno, de unita- cercana, sino por la capacidad de sus
rios y federales, Rosas o Sarmiento, Al- miembros para convivir en el disenso, y
vear o Yrigoyen?; y la lista de “debates ser capaces de lograr la solidaridad y la
abiertos”, de una historia nacional relati- cooperación entre grupos que piensan
vamente breve como es la nuestra, es muy distinto sobre muchas cosas, y que
impresionantemente extensa. Por otro cooperan precisamente porque piensan
lado, ¿no es también cierto que sobre distinto, quieren distintas cosas, pero sa-
hechos recientes tenemos muchas veces ben que el mejor modo de lograrlas es
muy diversas fuentes de información, y ese, cooperar, y no aislarse ni buscar im-
que para el pasado remoto son más esca- ponerse unos a otros.
sas o pueden estar más sesgadas (porque
sólo algunos datos y opiniones, para so s- ¿Cuál es entonces la función de la
tener una versión de los hechos, fueron historia común de un país, si no se trata
preservados)? de “estar en un todo de acuerdo”, de bus-
car la unanimidad de memorias y de ex-
Finalmente, y tal vez lo más impo r- periencias?
tante, ¿lejos de ser un obstáculo, es pre-
cisamente una ventaja contar con una Si el consenso es siempre precario
muy amplia pluralidad de versiones. Pues- y limitado, y la cultura de una nación, pa-
to que esa pluralidad es la que hace más ra que la nación florezca, debe ser plura-
interesante y productiva la tarea de pen- lista y no ignorar ni suprimir las contro-
sar la historia?, ¿no es acaso contando versias que habitan en su seno, ento nces
con todas las opiniones disponibles sobre de lo que trata el estudio de la historia, y
el significado del pasado, sea remoto o su enseñanza, no es de construir una ver-
inmediato, opiniones que se proyectan dad única, definitiva y sellada contra toda
desde el presente y que también recib i- opinión particular, sino de aprender a la
mos como parte del legado histórico, que vez de las experiencias y memorias pro-
los miembros de una comunidad política pias y ajenas, poniéndolas en comunica-
debemos encontrar el modo de vivir jun- ción y en debate entre sí, de manera de
tos? Aquí nos enfrentamos en realidad con que ella misma sea una escuela de convi-
otro asunto, los usos públicos y políticos vencia, tolerancia y mutua comprensión.
de la historia, que en nuestro caso mere-
ce una particular atención. Claro que existen los hechos y los
actos “objetivos”, que es preciso identifi-
El estudio de la historia, y en parti- car, y que ninguna “versión” puede legít i-
cular su enseñanza en las escuelas y su mamente esconder o manipular; y claro
difusión pública, fueron durante largo también que existen buenas y malas ex-
tiempo, en nuestro país tal vez más que plicaciones históricas. Debemos prevenir-
en muchos otros, concebidos como parte nos contra la idea, complemento perfecto
de operaciones políticas y culturales más del unanimismo, de que cada quien tiene
amplias para lograr unanimidad y para su versión de la historia, hay tantas ver-
extraer lecciones morales indiscutibles siones como grupos de opinión y de inte-
sobre lo bueno y lo malo para la nación, rés, y todas por lo tanto son igualmente
sobre los héroes y los villanos. En parte válidas. Si esto fuera así, sería imposible
por ello se justificaba atender exclusiva- establecer un criterio para evaluar la ve-
mente a la historia lejana, porque era una racidad de las mismas que sea legítimo
cantera más maleable para lograr esos para todas ellas. La ciencia histórica sería
objetivos. Hoy sabemos que una sociedad apenas una excusa para imponer una ver-
democrática, cohesionada y madura re- sión sobre las otras, sería imposible el
quiere de mucho más que de epopeyas diálogo y la comprensión entre las distin-
heroicas unificadoras, valiosas en ocasio- tas opiniones y, en última instancia, no
nes y para ciertos fines, sin duda, pero tendría sentido ni estudiar ni discutir so-
insuficientes para sostener identidades bre el tema, más allá de los límites de los
activas en el presente. Que una sociedad
2
que a priori “están de acuerdo” en una Los datos, los testimonios y sus
posición. interpretaciones