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‘A todos les presos politicos ‘de la dietadura militar (1976-1983) ‘para Pascua habré 400 libertades” Los del pabelln 11 tienen puertas abiertas desde la se- sana pasada’™.” “A fin de mes nos sacan los diario”. “Los Montos raptaron a un oficial de la unidad 9 y le ex- sieron, bajo amenaza de boleta, que nos trataran mejor” “Esean haciendo submarinos en Jos chanchos". Después del casio en Coordina, Corbetta queria boletear a mil pos de los Montos y del Partido Auténtico” Van a negar pocos pedidos de salida del pai "El director (de la unidad 9) quiere que nos rechiflemos porlo de la boleta a Cabo y a Pirie, para darnos con todo” Hay bronca entre Massera y Videla”. “Ramirez no se suicidé: le dieron mucho en los chanchos ‘ysimularon que s¢ colg6" “El de la 232 es tira” \ pobtiado orginalmente en Iealegay discurn popula, Foon México, {902 Ea pcm version ve han ncrodueide algunas correcionesy ge ‘as modificacones. FRgponen de ‘pucrias abies” const en que los detenes, ademas de tus Roya de secreo, senen durante a parte del dia la puerta de wis ch a NGiera, lo cua Jes permite eunrs en el pabelibn eer en conjunto, 16 Emilio de fpota Fragmentos de un discurso desarmado y precario, Frases ‘ransmiddas de celda a celda, de pabell6n a pabellén, ¢ inclu 80 de prision a prision. Comentacas, elaboradas, transformadas en los patios de recreo y en visitas. Retenidas tenazmente algu- nnas, rechazadas otras. Alimentos de Ia esperanza y, a veces, del ‘miedo, Pero, sobre todo, exorcismos contra laignorancia, la de- sinformacién, la incertidumbre. Los presos politicos las Haman "bembas”# Son el tema principal de innumerables conversacio- nes discusiones; son asimismno ocasiones ejemplares para ejer- cicio de las actimides mas opuestas: del escepticismo, tanto co- mo de la ciega confianza; del humor, tanto como del severo analisis; del desprecio, tanto como del céleulo minucioso. En todo caso, ningun detenido politico es ajeno a ellas. Ninguno ha dejado de verse atrapado en las complejas redes ‘omar mate ecétera. “Monta montoneror; “bole” atesinat @ ec ‘36n, “Submarine” tortura eonsitente en impedirlsresiracion de aves Ina, sumeiéndle fy cabeza en el agua: chanchos™ calabonot de csi, “Gano” bomb: Coordin: ex Departamento de Goordinacion Federal de a Policia argemuina (hoy, Superimendencia de Seguridad Federal). Una bomb fue ealocads en exe organitmo—qie Tue sumiamo une de fos pie sipales centrox de trturs— junio de 1976, cmando numerovoe ma tony Leridor,“Rechifareeforta de proterta de lo detenidos consist en pronocardesorden en la creel hatienderuido em lor cubletoe oe ier otro instrumento, abucheande a guatiasy oiials, coreando et bilo, cetera La pein frase se flee sun detenido gue fe ead alos ealabozos por wna causa mpreciaa y que, seg Ia veri oficial ne tend shorearse tlisanda us opara modo de cverda, “Tis” en ex cat, etenido que actia como informante de is autoridadescarelris } Lacxpresién proven de Cuba. Desigis popularmente lo fabloegroeios Y prominentes. Por extensién, sige rnor’ "version". Antes del ran Fede ls revoluign cubana se dey.ominsba “raiobembas” alas informs clones gue cireulaban de boea ea bes vrve la poblacin,informaciones Frovenientesde a adio candestina del Novimier'o 36 de uo, cat em ‘Sones eran capedas por un némere inieo de personas Hl origen Hee {a expresign es, pes: politico (otras, como "asbmarino”o*rechiflarse’, ya eran propia del lengue del preso de derecho coma). ncpseshininetetitn ta bemba Ww: de esos rumores. Frases efimeras,fragilesy, sin embargo, irre- sistiblemente seductoras. Nadie ha dejado de “wabajar” las bbembas (de trabajar para elias) ni, por lo tamto, de someterse 1 sus suiles exigencias. Prisioneros del estado, los detenidos politicos lo son también, en parte, de esos discursos.3 Salve contadas excepciones, todo preso politico se convierte, al po- co tiempo de su detencién, en “bemba-adicto”. En este trabajo nos proponemos esbozar un primer andli- sis de ese fendmeno discursivo. Esto es: simplemente describir algunos aspectos de su producci6n, su circulacién y su recep- ‘idm en ¢! interior del espacio y el tempo carcelarios. Objeti- vo modesto (se trata de una primera aproximacién) y al mis- ‘mo tiempo problematico. Yaque, en efecto, para el caso de las bemibas, la distincién centre los tres momentos mencionados (produccién, circula- cién, recepeién) parece perder parte de su evidencia, sino de su utlidad. En particular, desde un punto de vista descriptivo, Ja circulacion de una bemba no podria ser considerada como, ‘un hecho posterior, y por lo tanto separado, del de su produce cin, sin hacer violencia a la realidad. En el caso de las bem- tas, circulacion y produccion van juntas. En su consiante ‘deambular por celdas y pabellones, ia bemba se transforma y ‘se matiza, se simplifica o bien se expande, se divide y bifurca, ‘ bien se combina con otras. Dicho de otro modo, la bemba aparece como un fenémeno espectacular de “nomadismo dis- ‘cursivo”, cuyo tiempo de vida es exactamente equivalente a su ‘tiempo de circulacion. No hay bembas sedentarias, capaces de sobrevivir en el Ambito “inmovil” de una memoria. A veces, pa- parte solamente. Como wataremor de mosvaro mas adelante, as bem- ‘as consti también una forma elemental de rexnencia conirala Ope son carcelai, 3 Emilio de fpols 1a ser transmitida, una bemba debe ser escrta, pero el papel {que la registra, una vez lefdo, es inmediatamente destruido. ‘Como consecuencia de ello, ls bembas son, por asi decir, dir couros “desechables” elas utiliza hasta que se gastan y jamais fe las acummula. Simplemente, cuando caen en desuso —esto tes cuando ya no son apias para cicular—se ls reemplaza por ‘vas, Hay temasrecurrentes en las bembas (por ejemplo, el de Ins libertades), pero solo muy raramente bembas recurrentes. Estas caracterstcas,y otras que abordaremos mas adelan- te, hacen de las bembas un objeto de andlisis no desprovisto dc interésy quiz, en ciertosaspectos, privilegiado, El presen- te trabajo habré cumplido con su objetivo si logra, al menos, poner de relieve ese interés y ese prvilegio. : "Antes de comenzat, algunas indieaciones son indispenss- bes Salvo poeas excepciones, todos ls presos politicos en la “Argentina estan sometidos al régimen Iamado "de maxima se guridad”. Se trata de un sistema de funcionamiento carcela- ho extremadamente severo: los detenidos permanceen ence rrados en sus celdas, a menudo solos 0 con la compaiifa de ‘ovo preso, durante un promedio de veinte horas al dia; casi rhinguna actividad deja de estar sujeta a una serie minuciosa- ‘mente detallada de restricciones e imposiciones; cantidad de horas de reposo, frmulas para dirigirse alos quardis y ofcia- Jee, ordenamiento de las celdas, cantidad y calidad de elemen- ‘fc es uno de ls aspect en que la bemba se dtinge del amor calle |Jjoro, menos elimero, mene gh mencevlal. Como as bembas, tn Kinumores ea calle nacen ve diunden, se modifican..yse obidan. Pe ven la media en que son recogidosy regards por la prensa los mai ‘Midis en general, eas ramores son sempre “almaeenables™ No ocurre 10 {mismo con fs bembas Pn primera version de este abajo data de mayo de 1978. La deseripein (gus hacemes de egimen carclaie debe tener en cuenta fecha dere Secsin ta bemba , tos (ropas, enseres, libros, carts, etc:) autorizados 0 prohibi- dos. igidas disciplinas corporales que reglamentan la mayo- fade losactos que el preso politico puede o debe realizar. La nis minima falta puede ser Ta causa de severas sanciones que fncluyen, ademas del aislamiento durante varios dias en los cae Jabovos de castigo, una variada gama de apremiosy vejaciones fiscas (golpes, uchas heladas, obligacion de hacer ejercicios extenantes, etcétera).® Pero ala violencia contra el cuerpo, ala represin fisca que, ‘como lo ha mostrado Michel Foucault? munca esta ausente de fos regimenes carcelarios (incluso de los mas “avanzadios”), a cea constante “mortificacin del yo a través del cuerpo” (Gof nan, 1972, p: 83), s atiade una violencia mas sui y no menos ‘Ssemitica: la céreel politica funciona como una maquina, r= nte contcolada y sempre perfeccionada, de desinfor tmacion.* Dicho en términos simples: ningiin detenio politico sabe 0, mejor, ninguno deby saber lo que ha de ocurrrle en 1 faruro inmediato, Futuro inmediato que, por lo demés, no se cuenta en semanas y dias, sino en horas yen minutos. En cua- ‘Una ampliay detallads descripciin de ets prctieas propas defo que) tor lata “stnuciones totals” (conventos circles, campos de concer trasto, cares, barcos,eampos de wala, escueas de interno, tc) f furs ena Introducein de Inomade, de E.Goflan Fee Vigor Canigr Seialemos que este libro, as como el ya cade de Goffman, nos han sido de sama widad para ete abajo ale comsgnar que le mayor de los detenidos polices lo hen viru delexado de sto que rige eno pals desde octubre de 1974, y que permite {Poder Ejecutv srestary poner sw cisponcn a cualquier cudadano, fis que medie ain fudical alguna Suspendido (de hecho) sn diel de- {echo de opel para abandonare pis que esipula a eonsitueén nacio- tal par to detenido en tales condiciones, exe line no dispone de ew- trade de wna informacion elemental ydecivaCwinledurané ov tenia. Hay deenidos a dispsicion del Poder Ejecutiw sin causa proceso je ‘alalgunon que estan en prin deade hace si aos, ” 20 Emitio de bpola ‘quier momento puede ocurriele cualquier cosa ser cambiado de Celda, de pabellén o de prsién, ser imterrogado, castigado sin conocimiento de caus, etc, et. En cualquier momento su exis tencia puede ser imprevista y abruptamente transformada, y el abanico de posibiidades va desde la libertad hasta la muerte. ‘Sin duds, esta desinformacion, deliberadamente provoce ay apuntalada por reglamentos estrctos que coneiemen tar to alosdetenidos como al personal carceario subalterno, 8 se- lectiva y desigual. Hay circeles, 0 pabellones en el interior de GGertas carceles, donde la lectura de los periédicos esté autor ada. La correspondencia esi generalmente permitida, aunque ‘Sempre sometida a una sstematica censura y limitada en ka max {Yorla de los casos alos familiares directos de los detenidos. En asi todas las carceles se permiten vistas periéclicas (semanales ‘oquincenales) de los parientes cercanos, visitas sujetas.a grados ‘de vigilancia variables. En fin, en la distintas cArceles, 0 en dis tintos pabellones de una misma circel, las condiciones de exis: tencia Varian, dentro de cierto limites, descle moldes extrema- ‘damente rigidos hasta regimens més leves y permisivos. ‘Sin embargo, en todos los casos la regia de oro de la de- sinformacion sistematica de los detenidos en lo referente a su ‘destino individual y colectivo se cumple inexorablemente. Pre- + Seabees poertade mi ces, inopinadamente, Un guardia me ordena com “ldadow lcomiame que slg El temor ya esperanza me ronean dispo- ‘dow miincerddunbe, Se abr candadesy puerta, recoro paso con {ncabecs gacho (como lo pide el reglamenta). A dénde me llevan? Me it tToducen de promo en un pequetio dexpacho. Un empleado me ordena que ‘reite, en papel cualquiera, mi nombre completo, eundando de no co- ‘Sater elmenor er con ler clara. Lo hago, Hlempleado examina} px ppeb\Ah. used ae lama de..con'@! minaculal —elarna—~ Con atom Re encontrabamos su factras dela cantina! ;ARi estaba made del bo- Trego! Bueno, ee extodo. Me conducen de nuevo a mi celia, Ento, Tra: tort éxito de sonrel. fecttamente, eo todo. abembs toa caucién de mantener @ toda costa la més perfecta ignorancia Ge eada “interno” en cuanto asu suerte futura, complements: Ga logieamente con tn cuidadoso sistema cuyo objeto es ga ptnar la desinformacién de cada preso con respecto al des. tino de sus compatieros. Yor cierto, a pesar de los reglamentos, hay informaciones ques tran, Durante alrededor de dos anos (1977-1979), los Jaros publicaron casi todos los sibados informes provenien- {es del Ministerio de Interior acerca de las libertades, autor aciones para salir del pais, expulsiones (de extranjeros) y Juewos arrests decretados por el Poder Ejecutivo en el curso Gels semana. En aquellascirceles 0 pabellones en que estaba Sitorizada la lectura de los diarios, el dia sibado era aguardae do con especial ansiedad: salvo raras excepciones los deten- dos beneficiados por un decreto que les otorgaba la libertad ‘les permitia absndonar el pais tomaban conocimiento de la noticia de ese modo. Pero en general, habida cuenta de algunas excepciones y de sitaciones pricticamente incontrolables por las autorids- Ges el stema carcelario garantiza la desinformacién de los de- tenidos por medio de medidas cuidadosamente articuladas y aplicadas con obsesivarigidez. Mencionemos algunas de ells: 4) Las requisas periddicas, ocasiOn a menudo de provoce- ciones y castigos corporales y de un despliegue deliberada- ‘mente inusitado de fuerzas en las cuales se concede especial atencién a los papeles escritos que un detenido guarde en sv ccelda. En la prision de La Plata (provincia de Buenos Aires), ycon seguridad también en otras los diarios acumulados son sistemiticamente requisados. No se permite conservar més ‘que tres cartas provenientes de los familiares. Aunque se au- toriza en ocasiones la posesiGn de cuadernos para escribir, é- tos son, al cabo de un tiempo, retirados de las celdas, 2 Emilio de tpote 1) En materia de libros, la censura es tan rigida que supe ra las conocidas historias de humor sobre los extranos crite- ros de los censores, Précticamente ningtin libro de estudio es permitido y, por regla general, todo autor de apellido y nacio- nalidad sospechosas (Chomsky, Dostoievski) est condenado al index. En cuanto a las revistas, se autorizan solo las deporti- ‘yas las de historietas (y aun en este Gtimo caso hay limitacio~ nes: historietas sofisticadas o con referencias sospechosas a ‘acontecimientos sociales y politicos —por ejemplo, las de Hu- igo Fratt— han sido prohibidas en la prisién de La Plata) {) Esti absolutamente prohibido dialogar con los guardias Y oficiales. En este caso también se deslizan transgresiones, pe- ro las eventuales conversaciones con el personal carcelario, ‘ademas de muy breves, ya que la interdiecién es naturalmen- te reciproca, conciernen siempre a cuestiones de detalle rela tivas al funcionamiento de los servicios carcelarios. En rarisi- ‘mas ocasiones se comenta brevemente algin acontecimiento deportivo 0 meteorologico, {@)En la mayoria de las cfreeles y de los pabeliones, los de- tenidos no tienen acceso.a medios como la radio ya television, En la prisién de La Plata se transmite misica grabada, por me- dio de altoparlantes, durante varias horas al dia yse suelen d- fundir asimismo emisiones radiales de los acontecimientos de- portivos mis relevantes. Cabe consignar que los altoparlantes funcionan, sin duda deliberadamente, con la maxima potencia, lo que a veces hace dificil el diélogo en los patios de reereo.!" ‘Todo detenido que, por cualquier razon, es conducido ‘a alguna de las dependencias del establecimiento carcelario (sanitaria, judicial, eteétera) debe marchar con la cabeza in- 10 Por lo demi, todo preto—no slo politico — conace por experiencalat menue snvesras funcones de la radio ensordecedor.. taberbe 23 a comrafgua del comentadorsatorzade el deni ciao, co rei nomto y peyoramo, como tbembero” cto eel ndiado cone ‘sider de bemibu onl (cuales, polo ato, no som econ co- mole. _ tbemba a dfn suele ser tarea prioritaria desde que una informacion “andidata"a bemba es enunciada, “;Quién te lo dijo? "Zo sno o supo el que te lo dijo?", son generalmente las primeras ints planteadas al transmisor de la informacién..No Tempre se lega a resultados concluyentesy a menudo la bis. de la fuente precisa amenaza con asumir la figura kaf- faa de un transitar sin término hacia un punto de Negada inaccesible) De todos modos, i no existe, para una determi- sada version, al menos la presuncion de que proviene de una fuente exterior autorizada (jefes militares, miembros del go- Fiero, et.) 0 de que esté apoyada en indices mas o menos sélidos,el embrién de bemba muere en el huevo. ‘Tampoco puede adquirir el estarus de bemba una ver- sibi“acompaiiada de garantias demasiado s6lidas, aun en el ‘aso de que la versin en cuestion no haya sida confirmada taxativamente. La confiabilidad total, tanto como el total es cepicismo, son mortales para las bembas. Un ejemplo de ello feel asesinato del dirigemte peronista montonero Dardo C= bo. Se uataba de un detenido ampliamente conocido, aloja 4o.en la circel de La Plata, a disposicién del Poder Ejecuti- 4 (esos, sin proceso judicial) desde comienzos de 1975, A fines de 1976, inopinadamente, fue trasladado de pabellén, Dias después, por intermedio de las visitas, eg6 a la cércel Inversion de que habia sido retirado de su celda para un su: puesto trslado a otra prisiGn, y asesinado junto con Carlos Pirlis otro militante montonero. Segin parece, las visitas ha- ‘ian leido esa informacion —debidamente disrarada— en los diaros, a tilo de simple trascendido. Como se trataba de.un dia sibado, los detenidos estaban imposibilitados de ‘erica la noticia presuntamente publicad en los diarios del dia (por entonces, los diarios de fines de semana llegaban a lacéreel solo el lunes subsiguiente). Ese dia bunes la noticia fue confirmada, no ya como version hipotética sino como in- 38 Emilio del formacién oficial Pero, en el caso de los detenidos polit con, el asesinato de ambos militantes fue considerado Gn hecho cierto y absolutamente incontrovertible desde Mbado mismo.2® Nadie dudé seriamente de la veracidad qa informacién proporcionada por las visitas: habla dos clementos que, en la Optica particular de los presos| tieos, a tornaban indiscutible. Nadie propaso variantes, ie intent6 negar, matizar 0 modificar la noticia, Solo que fe sensacion de indignacion y de impotencia, el duclo,y tam: ‘ign por supuesto cl temor. La version de ese crimen, aun habiendo sido confirmada oficialmente, no fue nunca una bemba “Ahora bien, en qué consistian esos elementos co torios que, en este caso, bloquearon definitivamente el tho ala formacién de la bemba? Se trataba de un conjunto fndices de diversa indole, incluso en apariencia heterogéneor) pera que, en la perspectiva del detenido politico, conversa Implacablemente hacia la misma conclusion. Mencione algunos de ello: aslado aslado, y sin justificacion de Dardo Cabo a otro pabellén, inmediatamente después de tas fiestas navidefias; el indiseutido liderazgo de ambos mile tantes —y sobre todo de Cabo— derazgo que se extendia no s6lo a los zacion sino también al conjunto de Ia miembros de su organi poblaciOn penal; sus Seer emeamblo, no care con algunos de los famfiares 8 tos que habla sport ea informacion. Dichos faiiares ‘dav quel vermin fuera desmentida de detenidos politicos sin proceso ni caus judicial?” _StlGnado ejerciio en la interpretacion de las informacio- on “enperiodaticas (la mayoria de los detenidos politicos sabe jos trascendidos que son meras pompas de jabén aakellos que seran seguidos de una confirmacién oficial te papenosnminente)en fin, el conocimiento de abundan- pas nes del mismo tipo perpetradas en ocasiones an- etre: por las Foerzas represvas, La capacidad de articular sererentemente e208 indices consttuye wna suerte de “sabi- Sora’, propia del preso politico, la cual, como es lgico, sue~ Getomertrse en un obsticulo insalvable para la emergencia y fifusén de ciertas bembas.25 "Como los ejemplos dados lo muestran, hay bembas “po- sivas"y bembas “negativas. ¥,naturalmente, ls primerasson sepabundantesy fecundas. En regia general, toda bemba pe- ‘Pmista, mis aim cuando surgen hechos que tienden a confir- iia. es contrabalanceada por una bemba optimist en cam- Bo, una bemba positive no provoca necesariamente una bbemba negativa ‘sinters exo oman proces oa un conse degra pin a eens kop pom terse nae pre ne emi pe ear pi Seebte [sorta al eumplimer de agune aan 3 ope seein ante el juez). = ier re gnc ena "abwéura el denigulmente eparia, de acuerdo a de pleco formacon dee een scans que apuminn’ 9 spent” xm nociones qe re eet Sapa de us pocloia por ove parte sen menos Sear bemtas quam comcares de recep Cas cles, ‘Severs un cnvemadamente yale), De todos modo, tabi ‘Senet cao: repre 9 dl carci confraamemt descr dee ‘Sega ten rues clas pra amar lo steriom oe ube (Go pe reptrdd efor de oda Os cusnto mds nea orm enor proalskindes ene de funciona come bent 40 Los dias precedentes al ya mencionado traslado masivo de} detenidos de la circel de Villa Devoto a la de La Plata fueron, a ocasi6n de una proliferaciOn inusual de bembas. Desde nes de agosto de 1976 circulaba ya la version de que los pre tos politicos de Villa Devoto serian trasladados. En junio de| ese mismo aiio ya se haban producido traslados a La Plata en ‘niimero significative. Una noche, a comienzos de septiembre, varios detenidos fueron retirados de sus celdas y conducidos dzun destino desconocido. Cabe consignar que se trataba, en su mayoria, de sindicalistas poco politizados, no pertenecien tes organizaciones. Al dia siguiente, ya pesar de que la bem ba de los traslados ya habia comenzado a circular, surgié ino- pinadamente el rumor, convertido para muchos en hhoras en nna casi certeza, de que los mencionados deteni hhabian sido puestos en libertad. Hubo incluso momentos ‘euforia. Se analizé la situacién (supuesta) de cada uno de i ausentesy se concluy6, no sin dificultad en ciertos casos, nninguno de ellos estaba demasiado comprometido como ra cucstionar la posiilidad de que todos hubieran sido libe! rados, Reiteremos al pasar que ninguna bemba es totalm arbitraria: para al menos uno de los detenidos en cuestin ‘cxistian firmes indices de que seria dejado en libertad en un ‘plazo cercano. La bemba no tuvo empero larga vida, ya qu dos 0 tres dias después se supo fehacientemente, a través de las vistas, que los mencionados presos habian sido trasladadi ala carcel de Sierra Chica. ‘A consecuencia de ello, la bemba de los traslados cobr6} por unos dias nueva fuerza. Ademis, el cardcter de suyo m tivo se vio agravado por dos circunstancias: el hecho de Jos presos hubieran sido conducidos a Sierra Chica, penal al jado de la Capital Federal y sometido a un régimen mui ‘mis severo que el de Villa Devoto; el hecho de que el trasla habia sido, segin informaciones de las vistas, particularme: a tedaroyvolento (varios press sfreronfractura yuno de Sor perdio un of aconsecuencia de los goes). tAtodo cso, hacia €120 de septembre te produ un nve- vo aomtecimient: los recreos ye regimen de puerta aber TE que ain se tantenta en Villa Devote) fueron suprimidor, Be ee en ee fenveinsicuatro horas del dia. Hay que sefalar que no era la ver que exo ocutria becho esque no todos los detenidos aociaron eae en- ciero con la bemba, en plena vigencia, de los trasladios, Mu thot propuieon hipétesateratvas la mis difundlda fue jade que algin alto funcionaro del gobierno, o alggn mem. fo el pewonal carcelaro, habia sido aseinado por una or ganizacin de izquierda.® Esta versién estaba basada en una ven ir: poco es a, aa dl mt un celador,emanas despues, de lade jefe de poliia Car. ese Gis peeiaeeaauiangec re oa tee ten we corespondia con el ato relaivamente cordial que enocasion de ese segundo encierro, mantenian los guardias conor detenidos. En el caso anterior, en efecto, no s6losc ha bianancelado los recreosyelrégimen de pueras icra, no que también se habia endurecido sensiblemente a actitud del personal carelaio con respect a los press (hubo inch tn wer mane comin come un mer open formé €7 | en sentide estricto cuando surgié un ue ton n tzu en acre e Vila Doo haa pres de Sree come: ‘ero pots ode puraieSe iyeAeeeh, ‘pagan las ransisions leg hate pabllgnes de bs pres {sd cnt ceo gor eran Sino monaco eno das de dul paca comms hub ‘ime Vda wn cap por eto” eg be de ents ose pas qu le opiionw wanfermarn cn ase on a Emilio fpota so visitas amenazadoras de oficiales a algunas celdas). Sin em. ‘argo, la version de una posible ejecucién importante no de. {6 por ello de mantenerse, Otros afirmaron que se tataba de ‘una reerganizacién interna de la prisién, de la que también se hhabia hablado en dias anteriores. E124 de septiembre, Cuatro dias después del encierro, se produjo el taslado a La Plata de Ja mayorfa de los detenidos alojados en la prision portefia, if) Las bembas tienen una vida a menudo agitada, pero siempre breve. Es raro que tina bemba se mantenga en vigen. cia mas ala de tres 0 cuatro semanas, y hay algunas que s6lo ‘duran horas y a veces minutos (lo que no les quita en nada el ‘cardicter de tales). Ejemplo de bemba efimera fue la version, ‘e130 de octubre de 1975, de que se habia restablegido el de rrecho de opcion para abandonar el pats de los detenidos adi posicion del Poder Ejecutivo. La bemba se originé de la s- fguiente manera: los detenidos de tno de los pabellones de La Plata descendieron al recreo matutino unos minutos antes de {que llegaran los diarios del dia. Otro conjunto de detenidos To hizo, a su vez, algo mas tarde, ya con los diarios en su po der. Este segundo conjunto tenia sus recreos en un patio con tiguo al primero. Aunque ambos recintos estaban separados por un pasllo, los detenidos podian cormunicarse entre sa) gritos, toda vez que los guardias estuvieran desatentos ‘En un momento dado, del segundo patio —en posesién del diario— surgieron de pronto voces dirigidas al primero, ide las que se retuvo en seguida la palabra “opciones”, Esa so la palabra desat6 una sibita euforia (“salieron las opciones") y dio inmediatamente lugar a un sinfin de conjeturas,célev Jos y exultantes comentarios: “debe de estar muy reglaments do, debe tener muchas dificultades, pero es un hecho" "ya pe" {demos iniciar la cuenta regresiva’; "yo me voy a Espa" Yo ‘me voy a donde mierda sea"; “México no conviene porque tie ne malas relaciones con el gobierno argentino”, etc. Alegre _efervescencia que dur6 una hora escasa dado que antes dela ‘Guilizacin del recreo el pabellon de referencia recibié a su tar tlperiédico y tom conocimiento del texto exacto de la 152149, ley que no solo no restableca el derecho de op- te, sino que lo suspendia por seis meses mis El inico he- Sho nuevo era que dicha ley autorizaba alos detenidos sin pro- eso judicial a solicitar la salida del pafs, quedando al arbtrio Gal Poder Ejecutivo el acordar 0 denegar dicho pedido. La temba de las opciones no vivié el tiempo suficiente para Ile- las celdas: muri en los patios de recreo donde habia na- ie sobre las condiciones de recepcién de las bembas Labemba hemos dicho— nace y se desarrolla en el an cho espacio de incertidumbre producido y reproducido por fd fincionamiento del sistema carcelario. Ahora bien, cons: derado desde el punto de vista de la recepcién de las bembas,, ‘exc espacio esti Iejos de ser homogéneo. La aceptabilidad de ‘unabemba en circulacién admite grados de variacién que van, 5: Pe sin embargo una hora de ida tan intensa que ss efectos perdura: ron mtigando parcalmente la decepciin que produjerstalecturs del ex Toeaci de a ey en cuewiGn. Se conjetard cas en seguida, sobre la base i mpuestostrascendidos provenientes del Minrterio de Interior, que la ‘awota de lox pedidon desl del pais serianacordades por el Poder je ‘Sto, No obelante, para converse en bemba, esta weston dea sorter hie excollo, aera egla de “moderecin. condicion sme que nan a verounilitdexignds a toda bemba. Si habta un numero excesivo de ‘FEU dela del pals, bert en cvesion quedariatremediable Tene descalicada. Debié pues abadrse la hiptess ad hac de que lox pe- Soo san my momerovan, pens basa lume ee Pe hy iene nto ont a Emilio de tpota desde un escepticismo abierto hasta una confianza no menos desembozada. Esa variabilidad estd en directa relacién con las caracteris. ticas, experiencia y encuadramiento general de los detenidos, Es preciso, por lo tanto, establecer diferencias entre estos il timos. “Aqui se presenta naturalmente el problema de proponer criterias pertinentes para dicha diferenciacién. El que por nuestra parte hemos escogido se basa en los grados y tipos de encuadramiento politico de los detenidos. Debemos recono- cer, sin embargo, que se trata de un criterio sospechosamen- ‘te comodo, puesto que se atiene a las distinciones mas visibles de la poblacién penal. Gierto es que, no por ser inmediata- ‘mente aprehensibles —salvo algunas excepciones—;tales dis tinciones carecen de importancia. Después de todo, lo politi- co no puede dejar de marcar prioritariamente a quienes han sido detenidos por causas politicas y alojados en un estableci- :miento exelusivamente destinada a elles. ‘Queda en pie sin embargo que, limitindonos a dicho eri terio, simplificamos de manera abrupta —y en la misma medi dda empobrecemos—el complejo proceso que va dando forma y definiendo a las condiciones de recepci6n de las bembas. En efecto, por tna parte, aun manteniéndonos en el nivel declaradamente descriptivo en que nos situamos, parece dif cil negar que factores tales como la diferencia de edad, de si tuacién econémica e incluso de “personalidad” que existen centze los detenidos —al margen de sus respectivos compromi- 08 politicos— afectan directamente la mayor o menor recep- tividad que acuerdan a las bembas (y su actiud general Trem te a éstas). Por otra parte, coneebida en términos algo mas rigurosos, la nocién de condiciones de recepciGn esté lejos de agotarse en la mera enumeracion de las caracteristicas soci les, politicas, ideologicas 0 psicolégicas de los receptores de | tabembe, 45 tun diseurso determinado, Sin ir mas lejos, el éxito 0 el fraca- so de una bemba depende a menudo de factores que tienen relacién con dichas caracteristicas 2 Hemos de admitir que estas objeciones son perfectamen- te legitimas; sefalaremos empero que ellas limitan, pero no invalidan, el criterio adoptado (sobre todo si tomames la pre- ‘eancién de utilizarlo con una minima flexibilidad), Ademas, ‘como trataremos de mostrarlo, las categorias a base de las que distinguiremos a los presos politicos se corresponden con ¢i- ferencias significativas y nitidas respecto a la recepcion de las bembas, lo cual nos parece, para una primera aproximacién, ims que suficiente. Objetable a prior, el mencionado crite puede ser convalidado, al menos parcialmente, a posteriar. Y nada impide que estudios fusuros llenen las lagunas y superen Jas influencias del nuestro ‘A partir pues del criterio en cuestién, clasificaremos a los deienidos politicos con arreglo a las siguientes eategorias: 4a) Los miembros orginicos y adherentes activos de orga- nizaciones politicas de izquierda (argentinas y extranjeras). {) Los sindicalistas de alto nivel, «Los delegadlos sindicales no adherentes a ninguna orga- niracion, 4) Los profesionales e intelectuales con ideas de izquier- 4a, sin militancia activa, ¢/Los miembros, generalmente subalternos, del gobierno peronista derrocado por el golpe de estado en marzo de 1976 (por ejemplo, intendentes de localidades pequetias, secreta- ‘os de un parlamento provincial, etcétera). 8 Mencionemos, entrees facores, el mas elemental ls cambios en Ins ‘uacn plea argentina, tal comm sefractaban en la creel, 46 Emilio de ipota ‘D Los simpatizamtes “ejanos" yno orgénicos de alguna or fanizacion politica (nos referimos a personas que, por ¢jem- plo, lefan las publicaciones de esas organizaciones 0 comprae ban bonos de apoyo, sin participar en las acuvidades de aquellas). 5) Los lamados “garrones”, esto es, osindividuos que fue- ron detenides por error 0 por azar, sin militancia ni interés politico alguno.’8 ‘) Los presos comunes mezelados con los politicos, a me- ‘nude informantes de la autoridad carcelaria(‘soplones") Destaquemos que esta clasificacion debe ser tomada con ‘precaucién, y:.0 s6lo por su carécter parcial ylimitado, al cual ‘nos referimas en la discusion anterior. Asi, por ejemplo, reco- ‘noceremos la existencia de casos intermedios o hibridos (in- telectuales con alguna miltancia, delegados sindicales con for ‘macién marxista, etc), Por otra parte, a los efectos de afinar algo mas la clasficacion en cuestin, es preciso tener en cuen- ta una distineién “vertical” que atraviesa casi todas las catego- ras (excepto la Gltima) y que separa a los detenidos a dispo- sicion del Poder Ejecutivo de aquellos que estan sometidos a «un proceso judicial o a un consejo de guerra.*4 Hechas estas salvedades, creemos que la enumeracion precedente cubre y 59 Acaremos que el error lear aque shuianos conceren exclushamen: tea an caus dela detencin de um yarn. Noon combo 4 pomenencla ‘m pin. Disponer en efecto de una iota signifiativa de gurones e 10 ‘640 Gl sino tumbén necesrio al “buen funeionamicmeo dea polit e- presi: consiijen una suerte de “Teter” —pertcamente renova — fe puedes iesgos Ser puese en iberiad caunde las cumpatas naioms- les smernacionales en vor de los pesos poibecs area, 8 Aclaremos que estos iltimos pueden esar también a disposicn del Po der Eecto, E que —por ejemplo sean sobreseidon no igniia neces. ‘amente que slgan en iberad abembe a disingue aceptablemente en sus rasgos més generales al con- junto de los “internos” de wna céreel politica En principio, son las categorias cd, ¢ fy glas ms recep- sivas —en términos “positives”—a las bembas. A su vez, los me- nos receptivos, es decir, los mas escépticos, son los detenidos politicos incluidos en las categorfas ay )—en exe orden— ast Pome también, aunque por razones diferentes, los presos co- smunes (categoria A). Examinemos todo esto mis de cerca. ‘En primer lugar, veamos los mas receptivos. Entre ellos, Josincluidos en d constituyen un caso especial: los intelecuua- Jes y profesionales eran reconocidos, por parte de los demas presos, como depositarios de tna autoridad y una respetabil- ‘Gad mayores que las del resto de la poblacién penal. Se los ‘consideraba menos como productores que como comentado- res privilegiados de las bembas. Eran siempre los primeros en. ser consultados acerca de la mayor o menor credibilidad de ‘una bemba novedosa. Papel sin duda gratificante, aunque no siempre cémodo, porque obligaba constantemente a los inte- Jectuales a una toma de distancia *racional” —sobre todo res- pecto de las bembas optimistas— que entraba a menudo en contradiccién con su actitud espontanea (la de acordarles su cxedito). Otro caso particular es el constituido por los lamados “ga- rrones’. Eran, sin la menor duda, los mas sensibles a las bem- 5 Losimclectuale y profesionales(y nor eferimon alos ques inclyen e+ tsctamente en in ntegoris eto ea os no miliantese deologiamente laqwerdistas) Sguratan, aunque parera paraico, ene los mas optimie {ar Sn dda, propeciaban sore el conjunto de los detenidos potent I ex que ee hablan forjado de su propia stain dea optimist, sstens- dco elhecho de que se entian no afectaos por un compromiso pollico ‘rgnicoyfrmemente rerpaldados dene el exeror de accel: mayores euro mejores contactos, campaas nacionalese internacionales en f tor desu iberaio, tetera. a Emitio de as, os més dispuestosa creer en ella, porvia de «ia, los mas desorientados dentro de la compleja red de infor maciones que la circulacién incesante de es0s discurss pro ducia, Ya hemos consignad el hecho de que a menudo se difundian en un mismo pabellén bembas contradictorias. Un ejemplo tipico era lo que ocurra en los dias inmediatamente previos a las fechas patrias 0 religiosas. Cuando esas fechas $e acercaban, surgi con prevsble regularidad la bemba de {que se decretaria un mimero importante (nunca sin embargo fexcesivo) de libertades, y tambien la bemba contraria: lade {que no se decretaria ninguna La primera se basaba en la cor tumbre tradicional de os gobiernos de otorgar amiss in- dultos en ocasion de tales fechas Ia segunda, en el argumen- to, derivado de declaraciones explicitas de las autoridades militares, de que “no habria otro 25 de Mayo de 1973". Este argumento no carecia de fuerza, raz6n por la cual la bemba Positia exclufa l 25 de Mayo como fecha pertinente y depo- Sitaba sus expectativas sobre todo en Ins festa religions, tn ocasin de las cuales se esperaba siempre una intervencion de a Iglesia eatlica en favor de los detenids 9 ' ‘Ahora bien, os garrones tendian a prestar ofdos a todas esas versiones, Avidos de informacién, dispuestos siempre aes | cuchar,pasaban sin solucion de continuidad de la confianza | fen una bemba ala fe en eu opuesta, susctando por elo ls bur lase ironias de les demas detenidos, yen primer ligar de lot rltantes activos. La ingenidad aribuida al garrén era uno de ls temas preferidor en las historias de humor, reals in- ventadas, que ircolaban en la cicel. No es diffi explicar este fendmeno: en una prision poli fica, el gatén ese individuo mas desamparado, el més caren- | i 6 Be ee uno de los poco casos de bembasrecurrentes ad papers sone referencia, nosso con respect al sistema car tee anon fa sino tambien con respi arto des a een al “amsenido™ desu sta ¥ ee nope oi mele see te compacts que haan wn lenge qe 0 ae compar dacten experienc que eon quem ox ego ene a Rechos gue ere conciernen.37 E30 no es todo: el hecho de encontrarse mee igo con dcnesentesracionales os rue enon que loe marae han nel re os pervs" ina con personas soli se sy gener par una at opts pete er Uente mis de deconceno. En tal esac a eascriminado de bembas const para todo fo eee ec Ceram pr ever oa munca fron ace J ce mem, eta) pereqve no a cara Sr ordre dimer de a prs: mucho deco son Mn econ Hy numa etn —encepemay— de GO Serqucsehan po en ech 50 Emilio de Ipota ara mantener y reforzar esa integracién, Sabe bien, y en es ono es nada ingenuo, que nadie es indiferente alas bembas ‘y encuentra en su consumo y difusién el minimo coman de- nominador que lo une, a través de esos discursos sobrecarga. dos de ansiedades, de expectativas y de deseos, a sus compa. eros. En fin, siempre con respecto a los detenidos politicos re- ‘ceptivos a las bembas, 2 todos efectos practicos los incluidos ‘en las categorias cy f pueden ser considerados, en términos muy generales, como “semigurrones”, No se trata, sin embar- {g0, de una simple cuesticn de grado. Su simuacién a medio ca- ‘ino entre el detenida politico que se ha asumido conscien- temente como tal —aun si no es un militante activo— y el _garrén se traduce en diferencias cuantitativas sumariiente im- portantes con respecto a ambos polos. En efecto, precisamen- {e por tratarse de casos opuestos, los del militante o el intelec- ‘ual inquierdista y el del garr6n tenfan un punto en comdn: ni los unos ni el otro experimentaban culpabilidad, ni se sentian afectados por las imputaciones veladas o abiertas que les dir- {giv el personal carcelario. Ambos se consideraban victimas de lun sistema yuna situaci6n injustasa las que, por supuesto, de- finian en términos muy diferentes, pero en la que no cabia el remordimiento ni la autoacusacién. En cambio, el simpatizan- 'M pcotemos quel receptivdad del garrén «as bembas pone al dexndo, [por contrapesicin, an mecaniamo que el exo de los detenidos no spr ‘ide uulizarampliamentee excepto como acid deliberaday como jose, Pose que hay que dintnguir del exepoasmo real. no fingido, que ca ‘rcterea, como veremer, soe militantesorgnicos activo I escepcisno [parent we train eine 4 breve plar, Seria a Yeroamieod den ‘erin, pero se pregunta act seuido de ddnde provieney qué hecho [poyaa. Poco se ara om hacer relay, ntact @ modifesda en abowae por dla frente Jor nuevos receptors “escepicos” (sobre wodo se ata de Jana bemba “optimisa’) - aabembe ' oH eno orginico —y 2 menudo ocasional— de las organizacio- fre de inquierda, asi como el delegado sindical refractaio al mpromiso politico, tendian a vim su condicion de presos eos con tin marcado sentimiento de culpa, razén por la Pral constitufan los grupos mas apesadumbrados y deprimi- dos dentro de la poblacién penal.” Sotian mantener una ac- find recelosa con respecto alos “subversivos", recelo que na- furaimente les era correspondido con creces, Del mismo dodo que los garrones, eran muy receptvos a las bembas, pe- qoa diferencia de estos Gltimos hacian de ellas un consumo potoriamente selectivo, En especial, los delegados sindicales to poltizados se interesaban casi con exchusividad en las bem- bas postvas que concernian a su propia situacién. Y las utili ‘aban, no para integrarse en el resto de sus compaiieros, sino fl contrario, como un instrumento para separarse de ellos y tnnstituirse en grupo aparte. #° or iltimo, en la mayoria de estos axpectos, la categoria ¢ siene caracteristicas andlogas a las que acabamos de examinat. ‘Sin embargo, la adhesin explicita al peronismo —en gene ral al peronismo “de derecha’— implicaba un minimo de po- lizacion que favorecta su integraci6n més 0 menos solidaria con los dems detenides. 4! Con excepcién de aquellos que es {27a ver sen és nico cas en que la prisi pobtica ogra una cer fusconaidad (baad pus y exchuivamente en Sus aspects intimidate Ho) En efecto, era comin entre los detenidcs perienectentes as catego Ft mencionadas dedararenfticayreteradamente que" sallan de ea, once mise voverian a meter en es" ‘Fn mis de una ocaiGn os deleadonsindicales a Jos que hacemos ref ‘ei (que hay se dintingus e los pobizados, includ en ia categoria ‘olictiron ver eeparados de los yvertileos"yenniadoss un pabelkn e+ pe TEs algunos casos precio ex vefatarlo— ents ward no sbrepasse ‘wero imtes Usa parte l menos de eas detenidorsuponia —a veces 52 Emilio de fpota taban sometidosa proceso, eran ampliamente receptives alas bbembas y muy activos en su produccion-

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