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2 Del envejecimiento a la demencia

La queja subjetiva de pérdida de memoria, el deterioro


cognitivo leve y los estados prodrómicos de las demencias
Román Alberca Serrano

■■ Introducción la exploración. Este trastorno, heterogéneo semiológica-


mente, recibe diversos y expresivos nombres en la litera-
El paso de la vejez normal a la demencia en general y tura médica anglosajona: subjective memory complaint,
a la enfermedad de Alzheimer (EA) en concreto aparece subjective memory impairment o subjective cognitive im‑
como un continuum en el que se han situado diferentes pairment. En nuestro país se habla de «queja subjetiva
entidades creadas para identificar a pacientes en un es- de pérdida de memoria» y aunque se desconoce cuál
tadio precoz de la enfermedad y poder tratarlos antes de es la proporción de personas que consultan por esta
que la demencia cause alteraciones cognitivas y funcio- queja, la cantidad total debe de ser elevada, porque es
nales irreversibles. Las principales entidades son la que- un problema asistencial frecuente.
ja subjetiva de pérdida de memoria (QSPM), el deterioro
cognitivo leve (DCL), y la EA prodrómica (EA‑pr). Características clínicas
Estas entidades, y en especial el DCL, han dado
lugar a innumerables trabajos47, que se han ocupado El paciente dice no recordar dónde dejó una cosa
de su epidemiología, de la frecuencia de su conversión o los recados que le dieron y olvida el nombre de un
en demencia y en EA, de su naturaleza, de los ensayos objeto o el de una persona, si bien el recuerdo suele
clínicos para determinar su tratamiento, etc. Por el con- venir a la memoria poco después; el trastorno parece
trario, no se ha establecido con claridad cuál debe ser debido más a una falta de atención que a una auténtica
la actuación del neurólogo general – o de otros médi- amnesia de evocación, algo con lo que el familiar suele
cos de escalones asistenciales similares – en la prác- estar de acuerdo. Por otra parte, la normalidad de la
tica diaria. Sin embargo, este aspecto es fundamental, memoria suele ser evidente durante la historia clínica,
porque cada vez son más los enfermos que consultan porque el enfermo relata, con todo lujo de detalles, lo
por estos problemas en esos escalones asistenciales, recientemente sucedido (qué hizo, quién lo envió a la
donde será necesario seguirlos en muchas ocasiones. consulta, cómo vino, a qué hora, etc.). Como no tienen
Por ello, en este capítulo se insiste especialmente en alteraciones funcionales, los pacientes manejan sus fi-
la conducta que se debe seguir en la práctica diaria nanzas, conocen el valor del dinero, saben si el cambio
ante un enfermo que se queja de pérdida de memo- es correcto, telefonean, utilizan el autobús, desarrollan
ria – o de otro trastorno cognitivo similar – sin que exis- su vida social y laboral y controlan su propia medica-
ta una demencia. En la tabla 2‑1 se exponen algunas ción sin ninguna dificultad.
consideraciones que hay que tener en cuenta en los A pesar del aspecto banal de la queja, es aconsejable
niveles asistenciales básicos. hacer una exploración general y neurológica para descar-
tar las enfermedades que pueden causar este tipo de
queja (tabla 2‑2). La exploración cognitiva básica (p. ej.,
■■ Queja de pérdida de memoria subjetiva el Mini‑Mental State Examination [MMSE], bien conocido
del neurólogo general) es necesaria para descartar una
En torno a la mitad de las personas que envejecen demencia. Si, a pesar de todo, se desea explorar formal-
creen perder memoria, pero el déficit no se confirma en mente la memoria, se puede utilizar el test T@M, con

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18 Parte I. Generalidades

Tabla 2‑1  ■  Puntos esenciales en la asistencia Tabla 2‑2  ■  Características y causas de la queja


cotidiana del paciente con pérdida de memoria subjetiva de pérdida de memoria
•• Las demencias degenerativas están precedidas Características
frecuentemente por una fase de deterioro cognitivo
de baja intensidad •• Con frecuencia, el paciente acude solo a la consulta
•• Es preciso conocer la definición y los criterios •• La queja es banal (no «le sale» lo que iba a decir,
diagnósticos de la «queja subjetiva de pérdida de no recuerda dónde dejó una cosa, o el nombre
memoria» y del «deterioro cognitivo leve, DCL» de un conocido) y el recuerdo le suele venir a la
•• Hay que distinguir de la normalidad y de la demencia memoria poco después
estos estados de afectación leve •• Recuerda los sucesos y noticias importantes, tomar las
•• Se debe conocer qué conducta diagnóstica seguir medicaciones, llevar la casa, los recibos, sus citas, etc.
y los estudios complementarios que se deben realizar •• Para el familiar suele ser evidente que se trata
en estos enfermos de olvidos banales
•• Hay que saber que estos pacientes se deben revisar •• La exploración cognitiva es normal y no hay
periódicamente, debido a su mayor riesgo de padecer repercusión funcional
una demencia
Causas
•• Se deben tratar los factores de riesgo para disminuir
la posibilidad de aparición de un deterioro cognitivo leve •• Depresión y / o ansiedad
o el riesgo de que éste se convierta en una demencia
•• Dolor crónico
•• Es necesario conocer las pautas para mejorar el estado
cognitivo y general de estos pacientes •• Cansancio por enfermedades neurológicas y médicas
•• Alteraciones del sueño
Modificada de Chertkow et al9.
•• Enfermedades médicas diversas
(cardiopatías, endocrinopatías, etc.)
puntos de corte para la QSPM, el DCL amnésico (DCL‑A) •• Efectos adversos de los tratamientos
y la demencia51 y, si se considera necesario explorar la (en especial benzodiacepinas, somníferos)
capacidad funcional, se puede utilizar la escala Bayer: •• Tóxicos (p. ej., alcohol)
Activities of Daily Living [B‑ADL]61, que detecta alteracio- •• Sin causa aparente (la más común)
nes muy leves y tiene también puntos de corte para la
normalidad, el DCL y la demencia. Si el enfermo parece
estar triste, la «Escala de depresión geriátrica» de 15 o en fase de QSPM cuando se disponga de un tratamien-
30 ítems puede detectar una depresión – con la que la to eficaz capaz de impedir el progreso a una alteración
QSPM mantiene una relación compleja – para derivar al cognitiva objetiva, pero de momento no se han validado
paciente si se confirma. Finalmente, aunque no existe siquiera los criterios diagnósticos.
evidencia que apoye la actuación, parece aconsejable
hacer un análisis de sangre (que incluya velocidad de Conducta y tratamiento
sedimentación globular [VSG], vitamina B12 y hormona ti-
roestimulante [TSH]), cuya normalidad ayuda a descartar No existe un criterio universalmente aceptado so-
los procesos de la tabla 2‑2, mientras que las pruebas bre la conducta que se debe seguir ante la QSPM en
de imagen están, generalmente, fuera de lugar. la práctica diaria. De momento, no parece razonable
comunicar al paciente la posibilidad de que su queja
Evolución acabe siendo una EA, entre otras razones porque no
se ha determinado cuántas veces sucede, ni las carac-
La evolución de la QSPM es muy variable. A veces terísticas de estos enfermos cuando ocurre. Además,
desaparece, en otras ocasiones se mantiene sin empeo- muchos de ellos tienen rasgos neuróticos y acuden,
rar y, rara vez, cuando se trata de una persona mayor, simplemente, por el temor a estar padeciendo una EA,
se convierte primero en un DCL (v. apartado siguiente) que quizás tuvo algún familiar. Ni siquiera está esta-
y, luego, en una EA. Esta evolución es más probable blecido si se deben hacer revisiones o cuál debería
si los marcadores diagnósticos de esta enfermedad ser su periodicidad, si bien parece razonable hacerlas
(v. cap. 20) son positivos4,26,55‑57,70. De hecho, la QSPM anualmente cuando la QSPM es esencial y no hay pa-
se ha considerado como un «deterioro cognitivo prele- tología psiquiátrica.
ve», de manera que, en algunos pacientes, la EA cursa- Tampoco existe un tratamiento curativo o sintomá-
ría, aparentemente, en tres fases sucesivas: QSPM, que tico, ni evidencia de que las terapias cognitivas sean
se puede prolongar por 15 años o más; DCL amnésico, útiles a largo plazo. No obstante, se suele aconsejar
que también se prolonga por años26,55‑57 y, finalmente, una alimentación adecuada y llevar una vida apropiada
demencia, cuya evolución es igualmente muy prolonga- desde el punto de vista físico, cognitivo y social, tenien-
da. Es fácil advertir la importancia de diagnosticar la EA do en cuenta la edad de los enfermos.

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2. DEL ENVEJECIMIENTO A LA DEMENCIA 19

■■ Deterioro cognitivo leve Tabla 2‑3  ■  Criterios diagnósticos del deterioro


cognitivo leve amnésico a
Ciertas personas – o sus familiares lo refieren – no
sólo se quejan de perder memoria, sino que la pérdida •• La pérdida cognitiva es referida por el enfermo
es objetiva. Se trata de un trastorno cognitivo de baja y / o el familiar
intensidad, que está en una posición intermedia entre •• Hay una alteración objetiva de la memoria (≥ 1,5 DE
la vejez (no son absolutamente normales porque se por debajo de la media en los test correspondientes
para la memoria episódica verbal o visual) para su edad
cumple algún criterio diagnóstico de demencia) y la de- y escolarización, que representa un deterioro
mencia (no se cumplen todos). Estas personas tienen
•• Respecto a otras áreas cognitivas
mayor riesgo de padecer una EA – u otras demencias –
––Sin alteración, cuando se trata de un DCL‑A unidominio
que los sujetos normales, y para identificar a estos pa-
––Alteración leve en otra / s función / es cognitiva / s,
cientes en riesgo se creó una entidad clínica, denomina- en el caso del DCL‑A multidominio
da «deterioro cognitivo leve», con el objetivo de que «el
•• Funcionamiento cognitivo global intacto
clínico pudiera cumplir con la obligación de detectar los (en test generales cognitivos)
pacientes que finalmente desarrollarán una EA, cuando •• Sin alteración de las actividades de la vida diaria b
aún se encuentran en un estadio predemencial»48 y po-
•• Ausencia de demencia
der tratar la enfermedad antes de que aparezcan las
•• Ausencia de otros procesos que puedan explicar
alteraciones funcionales que la definen. la pérdida de memoria
Al principio, la problemática se centró en la pérdi-
a 
De acuerdo con las ideas de López et al33,34.
da de memoria y el DCL se elaboró como un trastor- b 
Hoy se admite que puede haber una alteración no significativa (v. texto).
no amnésico, cuyos criterios diagnósticos constan en
la tabla 2‑3. Luego, las mismas nociones se aplicaron
a campos cognitivos distintos de la memoria y hoy se la prevalencia en mayores de 70 años se sitúa entre el
aceptan dos tipos básicos de DCL, el amnésico (DCL‑A) y 14 y el 18 % y que la del DCL‑A duplicó la del DCL‑NA.
el no amnésico (DCL‑NA), que a su vez se subdividen en Respecto a la incidencia, cuyas cifras son aún más
unifunción o multifunción, según el tipo y el número de variables, Manly et al36 encontraron un 2,3 % para el
funciones cognitivas alteradas (lenguaje, praxia, gnosia, DCL‑A en general, y un 1,4 % para el DCL‑A unidominio,
función ejecutiva) (tabla 2‑4), una cuestión ampliamen- aunque en estudios poblacionales las cifras son dis-
te revisada en una reciente monografía41. No obstante, tintas31. Ser hipertenso desde una edad mediana de
este capítulo se refiere fundamentalmente al DCL‑A, la vida, presentar los factores de riesgo vascular clási-
que es el mejor conocido y el que se suele asistir en la co, haber padecido una QSPM, poseer el alelo ApoE4,
consulta neurológica general o escalones asistenciales tener un estado frágil y que el hipocampo esté atrófico
similares, siguiendo las ideas expuestas previamente3. son factores de riesgo para padecer un DCL, mientras
que el ejercicio moderado y un hipocampo normal pa-
Epidemiología recen ser factores protectores6,7,21,35,47,66.

La frecuencia del DCL varía enormemente de unos Historia clínica


estudios a otros, según la media de edad de los pa-
cientes, los criterios diagnósticos o los test y puntos El DCL‑A afecta a personas de ambos sexos y pre-
de corte utilizados y, sobre todo, el tipo de serie (es domina entre los 60 y 80 años de edad. A veces es el
más frecuente en series clínicas transversales que en propio paciente quien consulta motu proprio, pero en
poblacionales). Una reciente revisión47 ha sugerido que nuestro medio es más frecuente que lo haga a instan-

Tabla 2‑4  ■  Tipos de deterioro cognitivo leve


Tipo básico Subtipos Clínica Conversión preferente a

DCL‑A unifunción Afectación pura de la memoria


Amnésico
EA
(DCL‑A) Afectación de la memoria y de otra
DCL‑A multifunción
área cognitiva al menos
Afectación de un área cognitiva EA, demencia frontal, afasia primaria progresiva,
DCL‑NA unifunción
No amnésico distinta de la memoria demencia por cuerpos de Lewy, demencia vascular
(DCL‑NA) Alteración de dos áreas cognitivas
DCL‑NA multifunción EA, demencia vascular, envejecimiento normal
al menos, distintas de la memoria

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20 Parte I. Generalidades

lo que le puede distraer (atender al teléfono o mantener


Tabla 2‑5  ■  Ejemplos de las consecuencias
conversaciones al mismo tiempo que se hace otra cosa).
de una disfunción de la memoria episódica
Si se altera la función ejecutiva, le cuesta más planificar
•• Olvida fechas importantes (cumpleaños, aniversarios y decidirse, retomar una tarea interrumpida o participar
o citas con el médico) en una conversación entre varias personas. El fallo de la
•• Olvida el nombre de conocidos capacidad visuoperceptiva y constructiva le dificulta en-
•• Olvida lo que hizo el fin de semana anterior contrar el camino y llegar a un sitio nuevo o tiene dificul-
•• No recuerda dónde guarda las cosas tades para realizar trabajos manuales (p. ej., el bricolaje).
•• No recuerda tomar la medicación o la toma dos veces Puede resultarle difícil encontrar las palabras (nombres
•• Repite la misma pregunta varias veces en un corto de cosas y personas), comete errores sutiles gramati-
período de tiempo cales (cambio de artículos, etc.) o hace más pausas de
•• Repite los temas durante la conversación lo normal al expresarse. Por otra parte, los familiares
•• Pierde el hilo de la conversación y lectura, relee para pueden referir un cambio de la personalidad, pérdida de
encontrar el argumento empatía y aumento de la desinhibición, de la inquietud o
•• Deja abiertos los grifos, el gas o la puerta o encendidos apatía. En efecto, de acuerdo con una reciente revisión2,
los fuegos y el microondas o el horno los síntomas psicológicos y conductuales son frecuentes
•• Olvida comprar algo o se vuelve sin comprar lo necesario en el DCL‑A (tabla 2‑6), con un perfil similar al que tie-
•• No sabe si pagó las facturas nen en la EA leve, aunque de menor intensidad (fig. 2‑1).
•• Tiene desorientación fundamentalmente temporal Finalmente, la repercusión funcional del DCL‑A es nula
Modificada de Serra‑Mestres64. o escasa, de forma que las actividades instrumentales
están conservadas (o sólo ligeramente alteradas, v. más
adelante), lo que permite al paciente vivir solo y atender
su vida laboral y social aunque, como se dijo, con fre-
50
Porcentaje de pacientes sintomáticos

cuencia adopta estrategias compensatorias.

40 Exploración
30 Es obligado realizar una exploración general y neuro‑
lógica para descartar otras enfermedades que causen
20 una pérdida de memoria o que la aumenten, aunque
lo fundamental es la exploración cognitiva, cuyo objeti-
10 vo es doble: eliminar una demencia y confirmar la pér-
dida de memoria (o de otras áreas cognitivas según el
0 tipo de DCL). El tipo de memoria que se altera es la
ID Alu Dis Ans Apa Irr Euf Agi Desh CMA memoria episódica de evocación (MEE), que está me-
diada por el hipocampo y el tálamo, derechos para la
Figura 2‑1  ■  Perfil de la alteración conductual de acuerdo con memoria no verbal e izquierdos para la verbal. La MEE
la proporción de pacientes sintomáticos (INP ≥ 1) en el Inventario retrógrada, con la que se recuerda lo aprendido, se va-
Neuropsi­quiátrico de Cummings; línea negra, controles, línea azul, lora durante la historia clínica y, formalmente, median-
DCLA. Predominan la disforia, ansiedad, irritabilidad y apatía2.
Agi: agitación. Alu: alucinaciones. Ans: ansiedad. Apa: apatía. CMA: conducta
te cuestionarios ad hoc. La memoria MEE anterógrada,
motora anormal. Desh: desinhibición. Dis: disforia. Euf: euforia. ID: ideas que sirve para aprender y obtener nuevos conocimien-
delirantes. Irr: irritabilidad. tos, se evalúa durante la exploración.
En la consulta del neurólogo general, donde se dis-
cias de un familiar, bien porque el enfermo desconoce pone de poco tiempo y escasos medios, se suele utili-
su problema, bien porque lo atribuye a la vejez, porque lo zar el MMSE de Folstein: una puntuación global normal
quiere ocultar a sus allegados o porque no es claramen- (que hace improbable la demencia) y la incapacidad para
te consciente de lo que le pasa58. En cualquier caso, es recordar las tres palabras puede ser sugestivo de un
importante recabar la opinión del familiar para precisar DCL‑A11. Como en este test no hay puntos de corte para
los síntomas, establecer que se trata de un deterioro y diferenciar normalidad, DCL‑A y demencia, es aconseja-
conocer las posibles estrategias compensatorias. ble añadir (o sustituir por) otro test que los tenga y que
Los problemas de memoria y aprendizaje, que se ex- explore la memoria: el M@T50,51 parece idóneo. El tercer
ponen en la tabla 2‑5, se obvian mediante recordatorios elemento diagnóstico para descartar la demencia es la
o listas y calendarios. Cuando el DCL‑A es multidominio normalidad funcional; de manera informal, se puede con-
(o si se trata de un DCL‑NA), se altera cualquier otra área siderar que no está alterada de forma significativa si el
cognitiva. Un fallo de la atención hace cometer más erro- enfermo lleva a cabo al menos tres de estas seis acti-
res en las tareas habituales y obliga al paciente a evitar vidades complejas: utilizar el teléfono, cocinar, hacer la

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2. DEL ENVEJECIMIENTO A LA DEMENCIA 21

Tabla 2‑6  ■  DCL‑A: porcentaje de pacientes sintomáticos (puntuación ≥ 1) en las diferentes áreas del INP‑10
Autor Hwang Lyketsos a Rozzini Muangpaisan a Geda‑4 Geda‑8 a
N.º de enfermos 28 320 77 94 54 319
MMSE 27,4 ± 1,8 – 26,5 ± 1,6 26,2 ± 1,8 26,5 ± 1,7 –
INP total   7,4 ± 8,4 – – 16,1 ± 11,1 – –
Ideas delirantes  4   3,1 0 12,8 1,9 3,4
Alucinaciones  0   1,3 9,1 4,3 0,0 0,6
Disforia 39 20,1 45,5 83 9,3 27
Ansiedad 44   9,9 53,2 75,5 11,1 14,1
Apatía 39 14,7 11,7 56,4 11,1 18,5
Irritabilidad 29 14,7 29,9 56,4 12,9 19,4
Euforia 11   0,6 1,3 9,6 0,0 1,3
Agitación 18 11,3 5,2 46,8 3,7 9,1
Desinhibición 18   3,1 6,5 3,2 1,9 4,7
CMA 14   3,8 1,3 14,9 3,7 1,3
a 
La serie incluye ambos tipos de DCL amnésico (DCL‑A) y no amnésico (DCL‑NA).
CMA: conducta motora anormal. INP‑10: inventario neuropsiquiátrico de Cummings con diez variables10. MMSE: Mini‑Mental State Examination.
Para bibliografía completa sobre los autores véase Alberca 20102; Hwang JT et al. Alzheimer Dis Assoc Disord. 2004;18:17‑21; Lyketsos Gc et al. JAMA. 2002;288:1475‑1483;
Rozzini L et al. Dement Geriatr Cogn Disord. 2008;25:32‑36; Muangpaisan W et al. Int J Geriatr Psychiatry. 2008;23:699‑703; Geda YE et al. Internat Psychogeriatrics.
2004;16:51‑60; Geda YE et al. Arch Gen Psychiatry. 2008;65:1193‑1198.

Tabla 2‑7  ■  Estudio psicométrico recomendado en pacientes con DCL‑A


Función Test
Verbal (T@M, memoria textos, aprendizaje de palabras de la batería CERAD)
Memoria episódica
Visual (figura compleja de Rey o test de memoria de dibujos de la batería CERAD)
Denominación: test de Boston
Lenguaje
Comprensión: test de Boston
Constructiva: copia de dibujos de la batería CERAD; test del reloj
Praxias
Imitación: imitación gestos manuales batería Western
Percepción visual VOSP o test digital de percepción
Fluencia: fluencia verbal fonética
Funciones ejecutivas Función ejecutiva: test del trazo‑A
Pensamiento abstracto: test de semejanzas
Actividades vida diaria B‑ADL
Modificada de Rami et al50.

compra, manejar las finanzas, medicarse y saber que el turales, depresión, cansancio fácil). No se ha precisado
cambio de billetes y monedas es correcto36. universalmente cuál / es deben ser los test a utilizar, los
Es obligado derivar al enfermo a una consulta es‑ puntos de corte, etc. De forma general, se puede acep-
pecializada para someterlo a una exploración neuro­ tar que el déficit de las áreas cognitivas concretas es
psicológica amplia, llevada a cabo por personal espe- compatible con el diagnóstico del correspondiente DCL
cializado, cuando el diagnóstico y el pronóstico son cuando el resultado en los test que evalúan estas áreas
fundamentales (el paciente debe testar, etc.) o si las en cuestión está de 1 a 1,5 desviaciones estándar (DE)
dificultades del examen son notorias (nivel escolar bajo por debajo de la media o en el rango de 2,5 a 16 de
o muy alto, discapacidad sensorial, diferencias sociocul- los percentiles de una población control. No obstante,

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22 Parte I. Generalidades

una vez que se convierte en demencia43. Por otra parte,


Tabla 2‑8  ■  Algunos medicamentos que favorecen
aunque estos pacientes pierden capacidad para con-
la alteración de la memoria, la confusión y
ducir vehículos, la afectación no es manifiesta71, pero
las caídas, cuya administración se debe controlar
empeora al aparecer la demencia, de manera que la
estrechamente en el DCL
evolución de estas capacidades se debe vigilar.
•• Utilizados en cardiología: nifedipina, quinidina,
disopramida, β‑bloqueantes, amiodarona Diagnóstico y diagnóstico diferencial
•• Utilizados para el dolor: analgésicos narcóticos
y no narcóticos
El diagnóstico del DCL es puramente clínico. Los cri-
•• Utilizados en la ansiedad y depresión: benzodiacepinas,
terios de la tabla 2‑3 lo diferencian, sindrómicamente,
ciertos antidepresivos, ciertos neuromoduladores
de la QSPM, de la «mala memoria» que algunas perso-
•• Medicamentos con efectos anticolinérgicos
nas tienen de siempre, de otras alteraciones que los
––Elevados: amitriptilina, imipramina y tioridacina
enfermos llaman «pérdida de memoria» y no lo son
––Medios: nortriptilina, tolteridina y oxibutina
(p. ej., el olvido de palabras para denominar, un defecto
––Ligeros: haloperidol, mirtazapina, paroxetina, raniditina,
risperidona y trazodona del lenguaje), de la demencia y de otras enfermedades
médicas o psiquiátricas que simulan un DCL. El proble-
ma del diagnóstico del DCL‑A cuando existe una depre-
sión, que es muy importante desde el punto de vista
Tabla 2‑9  ■  Causas de alteración de la memoria nosológico y práctico, se ha discutido en otro trabajo2.
episódica Varios medicamentos (tabla 2‑8) y en concreto los que
•• Infarto del tálamo, de la rodilla de la cápsula interna, tienen efectos anticolinérgicos60, pueden causar mani-
territorio cerebral posterior festaciones clínicas similares al DCL‑A.
•• Secuelas de: encefalitis herpética, traumatismo El diagnóstico diferencial del DCL‑A se plantea con
craneoencefálico, lobectomía temporal, anoxia cerebral, otros procesos que causan pérdida de memoria (ta-
hipoglucemia
bla 2‑9). Para descartarlos se aconseja realizar un aná-
•• Infarto cerebral en el aneurisma de la arteria
lisis de sangre, que incluya VSG, bioquímica hepática
comunicante anterior
y determinación de vitamina B12 y TSH; en ocasiones,
•• Encefalitis paraneoplásicas y autoinmunitarias
puede ser conveniente hacer una tomografía computa-
•• Fármacos (anticolinérgicos, benzodiacepinas, antidepresivos)
rizada (TC) de cráneo aunque, por desgracia, no exis-
•• Alcoholismo‑malnutrición, carencias
(síndrome de Wernicke‑Korsakoff) y tóxicos te evidencia de la utilidad de estas actuaciones, ni de
•• Ciertas epilepsias temporales que la relación coste / beneficio sea adecuada. Otro
•• DCL‑A y otros tipos de DCL amnésicos tipo de análisis y estudios más complejos, como la re-
•• Enfermedad de Alzheimer sonancia magnética (RM), la tomografía computarizada
•• Algunos pacientes con demencia frontotemporal, por emisión de fotón simple (SPECT), la tomografía por
esclerosis del hipocampo emisión de positrones (PET), el análisis del líquido ce-
•• Otras demencias falorraquídeo (LCR), etc., se reservan para casos con-
•• Depresión y ansiedad, otras enfermedades psiquiátricas cretos (p. ej., la RM para diagnosticar un infarto estraté-
•• Amnesia psicógena (trastornos disociativos, simulaciones) gicamente situado que cause una amnesia). El DCL‑NA
•• Pacientes con mala memoria desde siempre puede representar estadios precoces de otros tipos de
demencia (frontotemporal, por cuerpos de Lewy, vascu-
lar, etc.), o de la propia EA (v. más adelante), de manera
como se trata de un deterioro, se ha propuesto también que su estudio y diagnóstico diferencial se recogen en
comprobar – si se dispone del dato – una pérdida igual los capítulos correspondientes de este libro.
o mayor de 0,5 DE respecto de la puntuación basal. En
cualquier caso, en nuestro país se sugiere que la ex- Conversión del DCL en demencia
ploración siga los pasos y la valoración sugeridos por
Rami52 (tabla 2‑7), cuyo objetivo es comprobar la pérdi- De acuerdo con los objetivos que guiaron la creación
da de memoria y la normalidad cognitiva general. Hoy del DCL, gran parte de los trabajos se han centrado
se admite que en el DCL‑A se puede alterar levemen- en la posibilidad de su conversión en una EA, que es
te la capacidad para las actividades cotidianas instru- el punto más interesante para poder realizar ensayos
mentales complejas, lo que sucede especialmente en clínicos en una fase precoz de la enfermedad. La tasa
dominios que dependen de la memoria16; para evaluar- de conversión en estos pacientes es superior a la que
las se puede utilizar la escala B‑ADL61, ya mencionada. existe en las personas normales, pero varía extraordi-
Finalmente, la capacidad para tomar decisiones está nariamente de unos estudios a otros, sobre todo en
ligeramente alterada en el DCL‑A y disminuye progresi- relación con el tipo de estudio: la probabilidad es ma-
vamente durante la evolución, y se acentúa y acelera yor en las series clínicas transversales (∼ 13 % anual),

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2. DEL ENVEJECIMIENTO A LA DEMENCIA 23

que en estudios poblacionales (∼ 3 % anual)15. Aunque


Tabla 2‑10  ■  Marcadores que aumentan
se postula que, como media, la tasa anual de conver-
la capacidad de predicción para la conversión
sión en demencia durante los primeros 5 años está en
del DCL‑A en demencia (generalmente una EA)
torno al 12 %, el dato no está universalmente aceptado:
un reciente trabajo encontró una tasa anual del 17 %30, Clínicos
pero en un metanálisis39, la tasa anual fue del 7 % y a •• Pérdida de memoria intensa y progresiva
los 10 años se habían convertido sólo la mitad de los •• Afectación leve en otra área cognitiva
casos, cuando en las series clínicas se acepta que a •• Afectación leve de la capacidad funcional
los 4 años de evolución el DCL‑A se habrá convertido
en demencia en la mitad de los pacientes32. Como se Paraclínicos
ve, las discrepancias son notables. •• Atrofia mesial temporal en la RM
El riesgo de conversión en demencia y la rapidez con •• Hipoperfusión parietotemporal en la SPECT
que sucede es mayor cuando se trata de un DCL‑A multi- •• Hipometabolismo parietotemporal en la PET
dominio frente al unidominio (es menor si se trata de un •• Aumento de proteína τ / fosfotau y disminución del péptido
DCL‑NA), si la edad del enfermo es avanzada, hay afecta- β42 en el LCR
ción funcional y los marcadores de la EA (tabla 2‑10) son •• Demostración del depósito de amiloide cerebral y
positivos8,15,18,24,25,28,36,38,47,52,59,65,69,70. Las anomalías en la degeneraciones neurofibrilares in vivo mediante PET
PET convencional preceden a la alteración estructural y
serían el mejor factor predictivo de la conversión32, aun-
que la capacidad de predicción aumentaría si se combi- de DCL‑A y en el 90 % de los DCL‑NA, mientras que
naran las susceptibilidades genéticas, las alteraciones en la serie de Jicha et al27 la mayoría de las obser-
en la neuroimagen y los marcadores en el LCR45,46. No vaciones correspondían a una EA, pero en la terce-
obstante, está por determinar qué marcadores son los ra parte de los casos se encontró una demencia
que predicen mejor la conversión y cuáles la velocidad de de otro tipo. De hecho, Petersen et al47 consideran
progresión del déficit cognitivo, así como la combinación que la causa del DCL‑A es distinta de la EA hasta
de marcadores con mejor relación coste / beneficio30. En en el 30 % de las ocasiones; en lo que respecta al
resumen, aún está por determinar el mejor algoritmo que DCL‑NA, se convierte también en una EA mayorita-
rentabilice el empleo de estos marcadores. riamente, aunque la probabilidad de encontrar otro
tipo de demencia es mayor que en el DCL‑A.
Morfopatología y naturaleza
Conducta en la práctica diaria ante el DCL
La verificación se suele realizar en los casos de peor
pronóstico, de manera que introduce un sesgo en el Petersen44 recomienda informar al paciente no sólo
análisis de la naturaleza del DCL. En cualquier caso, del diagnóstico de DCL, sino sobre todo de la probabili-
la morfopatología confirma la heterogenidad clínica de dad de que el trastorno se convierta en una demencia
esta entidad, fuera de que la amnesia se relaciona en su caso en concreto, según los resultados en los
siempre con las lesiones mesiales temporales37. marcadores diagnósticos de EA antes referidos; no hay
que olvidar que el autor trabaja en un centro altamente
1. Cuando el DCL‑A remite, la verificación no muestra especializado. Al contrario, para Portet et al49 la eviden-
alteraciones a las que atribuir la sintomatología clí- cia disponible no permite el diagnóstico y el pronóstico
nica que tuvo el paciente36. del DCL‑A sobre una base estrictamente individual, por-
2. Si el enfermo fallece mientras padece el DCL‑A, el que no se ha determinado con exactitud el tipo de test
tipo de entidad causal y su proporción varían de o el punto de corte que se debe utilizar, ni los marcado-
unos estudios a otros. En opinión de Petersen47, res paraclínicos, ni su valor discriminativo, ni el algorit-
en la mayoría de los casos se encuentran lesiones mo diagnóstico que se debe seguir, ni cuánta seguridad
que sugieren un estado intermedio entre vejez y añaden estas actuaciones a la práctica diaria.
EA, aunque la patología concomitante es frecuente En realidad, desde un punto de vista asistencial, el
(granos argirófilos, esclerosis del hipocampo, etc.). problema no se limita a la posibilidad de conversión
Sin embargo, en el amplio estudio de Schneider et del DCL en una EA, porque la evolución es tan dispar
al63, las lesiones de tipo EA se encontraron sólo en que el DCL‑A (y todo DCL) también se puede convertir
el 54 % de los casos (padecían un DCL‑A el 58,7 % en otro tipo de demencia, puede empeorar sin llegar a
y un DCL‑NA el 49,2 % de ellos). una demencia, se puede estacionar o desaparecer. Por
3. Cuando la verificación se hace una vez que el DCL se ejemplo, en el estudio de Manly et al36 en pacientes con
convirtió en demencia, los hallazgos son igualmente una media de edad en torno a 75 años, el DCL‑A persis-
variables: en la serie de Storandt et al67 se cumplían tió inmodificado en el 47 % de los casos y en el 37 % se
criterios morfopatológicos de EA en todos los casos había vuelto a la normalidad (frente a una conversión

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24 Parte I. Generalidades

en demencia del 18 % en ese mismo período). Cualquie- de ser un factor de riesgo en los pacientes en quienes
ra de las posibilidades evolutivas es importante en el sucedió la conversión y se debería considerar como es-
paciente considerado individualmente y, en consecuen- tadio prodrómico de la demencia en cuestión. En con-
cia, se deberían utilizar marcadores que pudieran pre- secuencia, parece preferible diagnosticar directamente
decir cualquiera de las evoluciones posibles y no sólo esa fase prodrómica, antes que interponer una entidad
el binomio demencia‑no demencia. En este sentido, la tan heterogénea y problemática como es el DCL.
demostración del depósito de amiloide en la PIB‑PET
podría tener mucha utilidad si se confirma que la pre- EA prodrómica
sencia de sustancia amiloide aumenta la probabilidad
de conversión, mientras que la ausencia podría apoyar La pérdida de memoria puede ser tan severa en el
la predicción de la desaparición del DCL73. DCL‑A como en la EA leve, de forma que la transición
Por tanto, en la práctica cotidiana en nuestro país pa- desde el DCL a la EA está marcada por la aparición de
rece preferible adoptar una actitud más prudente que la una alteración funcional y por el déficit progresivo en
recomendada por Petersen44 y no realizar estudios cos- otros dominios cognitivos distintos de la memoria29. En
tosos o invasivos, que no tienen transcendencia práctica efecto, la conversión en demencia aparece con rapidez
en la actualidad. Si bien es aconsejable comunicar al en la mayoría de los pacientes con DCL‑A cuando a la
paciente el diagnóstico de DCL‑A, porque aceptará con pérdida de memoria se añade otra alteración cognitiva o
facilidad las revisiones sucesivas, parece inadecuado una leve pérdida de capacidad funcional52, lo que indica
trasladarle la incertidumbre actual respecto a la evolu- que la mayor parte de los enfermos incluidos con estos
ción de su proceso. Si se considera absolutamente ne- criterios padecían una EA prodrómica (EA‑pr). No obstan-
cesario hacer un pronóstico de este tipo, hay que derivar te, se ha planteado que los test cognitivos no son por sí
al enfermo a una unidad altamente especializada. solos el factor predictivo óptimo de la conversión por di-
ferentes motivos, analizados por Lippa y Chetelat32. Ade-
Prevención y tratamiento más, de esta manera se diagnosticaría a los pacientes
en los que la EA estuviera más avanzada.
Chertkow et al9 y Farlow17 han revisado recientemen- Otra posibilidad para diagnosticar la EA‑pr es utilizar
te la prevención y el tratamiento del DCL‑A. Se aconseja los marcadores diagnósticos de la EA, expuestos en el
tratar las enfermedades generales, suprimir los facto- capítulo 20. Así se hace en los nuevos criterios diag-
res de riesgo vasculares y, a partir de una edad me- nósticos de Dubois et al13, en los que clínicamente sólo
diana, hacer ejercicio mental y físico moderado y llevar se exige una pérdida objetiva de la memoria de evoca-
una dieta adecuada5,14,21,62. Por supuesto, hay que eli- ción, a lo que se añade la positividad de los marcadores
minar los medicamentos que disminuyen la memoria y de esta enfermedad (tabla 2‑11). Conviene advertir que
el nivel de vigilancia (tabla 2‑8). la especificidad del diagnóstico de estos criterios será,
Respecto al tratamiento farmacológico, se han ensa- probablemente, alta (es decir, serán adecuados para en-
yado los inhibidores de la acetilcolinesterasa [IACE: do- sayos clínicos), pero la sensibilidad será mucho menor
nepezilo (DZP), rivastigmina (RVT) y galantamina (GLT)]. (es decir, serán menos apropiados en la clínica diaria,
La base racional ha sido que en el DCL‑A existe una al- cuando haya tratamientos eficaces), ya que no se detec-
teración del sistema colinérgico42 y la conocida efectivi- tará la EA cuando comience por síntomas diferentes de
dad de estos medicamentos en la EA. Sin embargo, los la pérdida de memoria, lo que sucede no pocas veces
IACE no han sido clínicamente eficaces en el DCL‑A12,53, cuando la EA aparece en edad presenil. Finalmente, se
si bien la RVT disminuyó la dilatación ventricular, la ve- precisan nuevos estudios para evaluar estos nuevos cri-
locidad de la atrofia cerebral global y la pérdida de sus- terios diagnósticos que aún están sin validar.
tancia blanca en mujeres BuChE wt / w t positivas19, un
aspecto interesante necesitado de comprobación. Fi- Estadio prodrómodico de otras
nalmente, el triflusal disminuyó la velocidad de conver- demencias degenerativas
sión del DCL‑A en demencia22, un resultado pendiente
de confirmar porque el ensayo se interrumpió precoz- Otras demencias plantean problemas similares. Es
mente. Los resultados con el rofecoxib y el extracto de bien sabido que la fase prodrómica de la demencia por
ginkgo biloba han sido negativos. cuerpos de Lewy (DCLw‑pr) se puede manifestar por
trastornos cognitivos tipo DCL‑A o DCL‑NA20,24,27,36,40,63 y
es posible que el diagnóstico de DCLw‑pr tenga una es-
■■ Fase prodrómica de las pecificidad elevada cuando los marcadores de la DCLw
demencias degenerativas sean positivos [alteración del transportador de dopa-
mina en el DAT‑SCAN o de la escintigrafía cardíaca con
Si el DCL‑A (y cualquier DCL) es un factor de riesgo (123)I‑meta‑iodobenzilguanidina (MIBG)]; no obstante, la
para padecer una EA (u otra demencia), el DCL dejaría sensibilidad de los criterios será posiblemente baja, ya

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2. DEL ENVEJECIMIENTO A LA DEMENCIA 25

Tabla 2‑11  ■  Criterios diagnósticos de EA13, Tabla 2‑12  ■  Criterios diagnósticos, no validados,


aplicables a la EA prodrómica, muy resumidos del deterioro psicoconductual leve68
Criterio diagnóstico nuclear •• Edad mayor de 60 años
•• Cambio en la memoria gradual y progresivo referido •• Aparición de un cambio conductual mayor
por el paciente o el informador •• Persistente (duración mayor de 6 meses)
•• Pérdida de memoria episódica significativa durante el •• Sin quejas de afectación cognitiva (según paciente
examen: dificultad general para recordar, que no mejora e informador)
o remite con claves o test de reconocimiento, una vez •• Funcionamiento social y laboral normal
que la codificación del recuerdo se ha controlado •• Actividades de la vida diaria normales
•• La pérdida de memoria puede estar aislada o asociada •• Ausencia de demencia
a otros déficits al comienzo o conforme la EA progresa
•• La sintomatología no se explica mejor por otra enfermedad
Datos que apoyan el diagnóstico •• El desarrollo de la alteración conductual no es agudo
•• Existencia de atrofia mesial temporal •• No hay abuso de alcohol o de otras sustancias
•• Marcadores del LCR anormales
•• Modelos de alteración funcional en neuroimagen con PET cional, incluso antes que la función ejecutiva. Por ello,
(convencional, compuesto de Pittsburgh u otros)
difícilmente se captará la fase prodrómica de la variedad
•• Demostración en familiares de una mutación dominante
autosómica
conductual de la demencia frontotemporal (DFTvc‑pr) con
los criterios que definen el DCL. En realidad, podría ser
Criterios de exclusión más útil emplear la entidad denominada «deterioro leve
•• Historia o datos de exploración no compatibles conductual» (DLCn)68, que se define por alteraciones psi-
(parkinsonismo precoz, etc.) coconductuales prominentes – sin manifestaciones cog-
•• Existencia de otros procesos médicos a los que atribuir nitivas importantes – que no se deben a una enfermedad
la pérdida de memoria (alcoholismo, depresión, etc.) psiquiátrica, ni a una demencia (tabla 2‑12). El DLCn se
Criterios para EA segura convierte en demencia (preferentemente una DFTvc) con
más frecuencia de lo que sucede con el DCL68. En conse-
•• La historia clínica y la morfopatología (biopsia o autopsia) cuencia, para el diagnóstico de la DFTvc‑pr será proba-
son evidencia de la enfermedad, de acuerdo
blemente preferible utilizar una combinación de síntomas
con los criterios NIA‑Reagan para el diagnóstico
post mórtem de EA, o bien, ambos criterios, clínico y signos conductuales y alteraciones ejecutivas, junto a
y genético, están presentes los marcadores de imagen de esta demencia23.
Respecto a la variedad de DFT manifestada por un
trastorno del lenguaje expresivo o receptivo (DFT‑vl),
que en otras ocasiones la enfermedad se manifiesta por suele comenzar por dificultad para encontrar o utilizar
trastornos del sueño REM (la coexistencia es diagnósti- la palabra, que se mantiene aislada sin pérdida de me-
ca de una DCLw‑pr cuando estos trastornos preceden al moria, ni demencia, durante 2 años al menos. Por tanto,
DCL, 40), por cuadro sincopales, por síntomas parkinso- y aunque se pueden cumplir los criterios diagnósticos
nianos, etc. Por tanto, el diagnóstico de DCLw‑pr se de- de DCL‑NA unifunción, no está claro qué ventaja resul-
berá sospechar ante síndromes muy diversos y susten- ta de utilizar este camino para diagnosticar el estadio
tarse en los resultados de los marcadores diagnósticos prodrómico de la DFT‑vl. De nuevo, será más útil partir
oportunos. En lo referente a la enfermedad de Parkinson directamente de la dificultad para el lenguaje y de los
(EP), casi el 20 % de los casos incidentes de EP tienen resultados en los marcadores diagnósticos (que se sue-
un DCL (un tercio DCL‑A y dos tercios DCL‑NA)1, pero no len alterar precozmente en estas enfermedades).
está clara la utilidad de hacer este diagnóstico, ya que
la predicción de la demencia de la EP se basa más en
las alteraciones cognitivas cerebrales posteriores72 y ■■ Referencias
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