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CUENTOS CHINOS" (CAP.

1), ANDRÉS OPPENHEIMER


RESUMEN DEL LIBRO: CUENTOS CHINOS, ANDRÉS OPPENHEIMER

PRÓLOGO

• Dos estudios, uno de la CÍA y otro de un eurodiputado socialista alemán, llegaban a la misma conclusión:
América Latina, se ha vuelto irrelevante en el contexto mundial.

• La participación de la región en el comercio y la economía mundiales es pequeña, y cada vez menor, a


medida que crecen las economías de Asia.

• En la visión de los futurólogos, el mundo del 2020 será diferente del actual. EEUU seguirá siendo la primera
potencia mundial, pero menos poderoso que ahora. El promedio del ingreso per cápita será 50% mayor que el
actual, pero el mundo será menos americanizado y más asiático. China, será la segunda potencia mundial,
seguida de cerca por la India y Europa. Las corporaciones multinacionales, tratarán de satisfacer los gustos y
exigencias de la creciente clase media asiática, en especial de China e India (cuya población conjunta abarca
casi la mitad de la población mundial).

• La política mundial, tendrá que ver cada vez menos con ideologías y cada vez más con identidades
religiosas y étnicas.
¿Dónde quedará América Latina en el nuevo contexto mundial?

• Aunque el estudio del CNI (Consejo Nacional de Inteligencia de EEUU) considera que Brasil se convertiría
en un país importante y ve a Chile, como un posible oasis de progreso; su visión de la región es lúgubre.

• Habría un continente dividido entre los países del norte: México y Centroamérica, atados a la economía de
EEUU; y los del sur, más vinculados al Asia y Europa. Pero lejos de tener bloques comerciales y de inversión
exitosos, la región podría estar amenazada internamente, sujeta quizá a la criminalidad y la presencia de
líderes carismáticos populares, que explotarían en su beneficio la brecha entre ricos y pobres, para consolidar
regímenes totalitarios.

• Y en el mundo de la economía del conocimiento, en que los servicios se cotizan mucho más que las
materias primas, “casi ninguno de los países latinoamericanos, podrá invertir sus escasos recursos, en
desarrollar grandes proyectos de investigación y desarrollo.”

• Ningún proyecto tecnológico amplio a nivel latinoamericano de relevancia, que permitía la creación de una
capacidad exportadora como la de los países asiáticos, será desarrollado en los próximos 15 años… aunque
puede haber excepciones aisladas, como la inversión de Intel en Costa Rica, o programas estatales de la
industria de defensa en Brasil.

• Los informes de organismos como la CEPAL, eran más optimistas. Los países latinoamericanos estaban
volviendo a crecer a tasas del 4% anual y las inversiones en la región eran de $ 56.400 millones (Boletín de la
CEPAL, 15 de marzo 2005). En Sudamérica, los presidentes habían firmado en 2004, un convenio para la
creación de “los Estados Unidos de Sudamérica.”

• Oppenheimer nos dice que intentó con este libro: “ver de cerca qué están haciendo los países que avanzan,
y qué están haciendo los que retroceden.”

• Dice Oppenheimer: “Tanto en mis entrevistas con líderes mundiales como en mis viajes, una de las cosas
que más me sorprendió fue la rapidez con que los países pueden pasar de la pobreza y la desesperanza, a la
riqueza y el dinamismo.”

CAPÍTULO 1: EL DESAFÍO ASIÁTICO

• Existe un espectacular crecimiento económico en la República Popular China y otros países asiáticos como
Taiwán, Singapur y Corea del Sur. El mayor éxito chino es sacar a cientos de millones de personas de la
pobreza en las últimas 2 décadas, desde que el país se abrió al mundo.

• En China, hay una “fiebre capitalista”, disfrazada por el régimen como una “apertura económica” dentro del
socialismo.

• Mientras Oppenheimer llegaba a China, Venezuela acababa de cerrar por 3 días los 80 locales de Mc
Donald´s que operan en ese país. La medida, había sido tomada por las autoridades venezolanas, para
investigar presuntas infracciones impositivas. El autoproclamado “gobierno revolucionario” de Venezuela,
sostenía que no toleraría más transgresiones de las multinacionales a la soberanía del país.

• Mientras eso ocurría en ese país, abiertamente opuesto al “neoliberalismo”, al “imperialismo” y al


“capitalismo”, el China Daily- el periódico oficial de lengua inglesa del Partido Comunista chino, decía: “!Mc
Donald´s se expande en China!, de esta forma, los visitantes de la multinacional querían aumentar su red
actual de 600 locales en China, a más de 1000 durante los próximos 12 meses. Así, mientras en China
Comunista le dan una bienvenida de alfombra roja a Mc Donald´s, en Venezuela la espantan (pensó
Oppenheimer).

• “Lo cierto es que hay un enorme contraste entre el discurso político de los comunistas chinos y el de sus
primos lejanos, más retrógrados, en el escenario político latinoamericano. Mientras los primeros se desvelan
por captar inversiones, una buena parte de los políticos, académicos y empresarios proteccionistas
latinoamericanos, se regodea en ahuyentarlas. En China, me encontré con un pragmatismo a ultranza y una
determinación por captar inversiones para asegurar el crecimiento a largo plazo. Mientras Chávez recorría el
mundo denunciando el “capitalismo salvaje” y el “imperialismo norteamericano”, y recibiendo ovaciones en los
Congresos latinoamericanos, los chinos les estaban dando la bienvenida a los inversionistas norteamericanos,
ofreciendo todo tipo de facilidades económicas y promesas de seguridad jurídica, aumentando el empleo y
creciendo sostenidamente, a tasas de casi el 10% anual. Los jerarcas chinos mantienen un discurso político
marxista-leninista, para justificar su dictadura de partido único, pero en la práctica están llevando a cabo la
mayor revolución capitalista de la historia universal.” (Andrés Oppenheimer, cuentos chinos, páginas 14-15).

• Después del XVI Congreso del Partido Comunista del 2002, que acordó “deshacerse de todas las nociones
que obstaculizan el crecimiento económico”, EL PRAGMATISMO, ha reemplazado AL MARXISMO, como el
valor supremo de la sociedad.

• 60% de la economía china, ya está en manos privadas.

• El sector privado es el principal motor del desarrollo económico de China y hay que brindarle: la mayor
libertad posible.

• Los máximos expertos comunistas chinos, le dijeron a Oppenheimer: “los países latinoamericanos necesitan:
más reformas capitalistas, más apertura económica, más libre comercio y menos discursos
pseudorrevolucionarios… Uno de los principales problemas de América Latina, era que todavía seguía
creyendo en la teoría de la dependencia: el credo económico de los años 60, según el cual la pobreza en
Latinoamérica se debe a la explotación de EEUU y Europa.”
• El aumento de la competitividad y no el echarle la culpa a los otros países de sus éxitos o fracasos, era la
nueva herramienta china, para reducir la pobreza.
La única salida: inversiones productivas

• En América Latina, hay un círculo vicioso de: pobreza, desigualdad, frustración, delincuencia, populismo,
fuga de capitales y aumento de la pobreza.

• Aunque los Estados que progresan, son muy distintos entre sí, tienen un denominador común: todos han
crecido gracias a un aumento de las inversiones productivas. Sólo aumentando las inversiones, se puede
lograr un crecimiento económico a largo plazo, que ofrezca oportunidades de empleo a quienes menos tienen
y quiebre el círculo vicioso que está evitando el despegue de América Latina.

• Si la región lograra captar un porcentaje de los más de 400 mil millones de dólares, que según el banco de
inversiones Goldman Sachs, los propios latinoamericanos tienen depositados en bancos extranjeros, América
Latina podría dar un salto al desarrollo en menos tiempo de lo que muchos creen. (Fuente: Entrevista de
Oppenheimer con el director de mercados emergentes de Goldman Sachs, marzo 2005).

• “Si hay algo que me sorprendió en mis viajes a estos países, es la rapidez con la que han pasado de la
pobreza a la esperanza y a la irrelevancia de sus respectivas ideologías políticas, en el proceso de
modernización. Contrariamente al determinismo cultural- tan en boga en ciertos ambientes académicos- no
hay motivos ideológicos, geográficos o biológicos, que impidan que América Latina pueda convertirse en un
imán de inversiones de la noche a la mañana.” (Andrés Oppenheimer, cuentos chinos, página 17).

• Todos los países que han logrado atraer un aluvión de inversiones extranjeras a sus respectivos Estados,
han sido capaces de mantener políticas económicas, sin cambiar de rumbo con cada nuevo gobierno y están
invirtiendo en la educación de su gente.

• A grandes rasgos, en la nueva geografía política mundial, hay dos tipos de naciones: las que atraen
capitales y las que espantan capitales. En el siglo XXI, la ideología de las naciones es irrelevante: hay
gobiernos comunistas, socialistas, progresistas, capitalistas y supercapitalistas, que están logrando un enorme
crecimiento económico, con una gran reducción de la pobreza; y hay otros que se embanderan en las mismas
ideologías, que están fracasando miserablemente. Las inversiones, generan riqueza y empleos.

En el mundo, hay cada vez menos pobres

• Contrariamente a la visión apocalíptica de muchos latinoamericanos, según la cual la globalización está


aumentando la pobreza, lo que está ocurriendo a nivel mundial es precisamente lo contrario. La pobreza en el
mundo – si bien sigue en niveles intolerables- ha caído dramáticamente en todos lados, menos en América
Latina. La globalización, lejos de aumentar el porcentaje de pobres en el mundo, ha ayudado a reducirlo
drásticamente: tan sólo en los últimos 20 años, el porcentaje de gente que vive en extrema pobreza en todo el
mundo –con menos de 1 dólar diario- cayó de 40 a 21%. Y la pobreza genérica – el número de gente que vive
con menos de 2 dólares por día- a nivel mundial ha caído también, aunque no tanto: pasó de 66% de la
población mundial en 1981, a 52% en 2001 (Banco Mundial, comunicado de prensa, 23 de abril de 2004).

• Casi toda la reducción de la pobreza, se está dando en China, India, Taiwán, Singapur, Vietnam y los demás
países del este y sur del Asia, donde vive la mayor parte de la población mundial.
¿Por qué les va mejor a los asiáticos que a los latinoamericanos?

• En gran parte, porque están atrayendo muchas más inversiones productivas que América Latina. Hace casi
4 décadas, los países asiáticos recibían sólo 45% del total real de las inversiones que iban al mundo en vías
de desarrollo. Hoy en día, el porcentaje de inversión en Asia ha subido al 63%, según cifras de las Naciones
Unidas (UNCTAD, noviembre 2004).

• En América Latina, el fenómeno ha sido a la inversa: las inversiones han caído dramáticamente. Mientras los
países latinoamericanos recibían 55% de todas las inversiones del mundo en desarrollo hace casi 4 décadas,
actualmente sólo reciben 37%. (UNCTAD, noviembre 2004).

• Hay un monto limitado de capitales en el mundo y el grueso de las inversiones en los países en vías de
desarrollo se está concentrando en China y otras naciones del Asia, los países de la ex Europa del Este y
algunas excepciones en América Latina, como: Brasil, México y Chile, que de los $ 112.000 millones de
dólares en el 2010 de inversiones a la región, recibieron: $ 48.000, $ 17.000 y $ 15.000, respectivamente.
(CEPAL, 2010).

• En 2004, mientras América Latina recibió $ 54.000 millones de dólares como inversión extranjera directa,
China y Hong Kong, captaron 74.000 millones de dólares.

• Los chinos están recibiendo una avalancha de inversiones extranjeras, lo que les permite abrir miles de
fábricas nuevas por año, aumentar el empleo, hacer crecer las exportaciones y reducir la pobreza a pasos
agigantados.

• En las últimas dos décadas, desde que se abrió al mundo y se insertó en la economía global, China logró
sacar de la pobreza a más de 250 millones de personas, según cifras oficiales.

• Mientras China ha estado aumentando sus exportaciones a un ritmo del 17% anual en la década de los 90,
América Latina lo ha venido haciendo a un ritmo del 5.6% anual, según estimaciones de la Corporación
Andina de Fomento (CAF).

¿QUÉ HACEN LOS CHINOS, LOS POLACOS, LOS CHECOS Y LOS CHILENOS; PARA ATRAER
CAPITALES EXTRANJEROS?

• Miran a su alrededor en lugar de mirar hacia adentro. En lugar de compararse con cómo estaban ellos
mismos hace 5 o 10 años, se comparan con el resto del mundo y tratan de ganar posiciones en la
competencia mundial por las inversiones y las exportaciones. Ven la economía global como un tren en
marcha, en el que uno se embarca, o se queda atrás.

• En lugar de enfrascarse en interminables discusiones sobre las virtudes y los defectos del libre comercio, o
del neoliberalismo, o del imperialismo de turno, China se concentra en el tema que considera prioritario: la
competitividad. La clave del progreso económico, es ser más competitivos que los demás.

• A diferencia de muchos países latinoamericanos, que están enfrascados en debates sobre el libre comercio,
como si éste fuera un fin en sí mismo, los países que más crecen no pierden de vista el punto central: que de
poco sirven los tratados de libre comercio, si un país no tiene qué exportar, porque no puede competir en
calidad, en precio, ni en volumen con otros países del mundo.

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