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Trastornos de la Conducta
Alimentaria
Recursos y herramientas para su
adecuado manejo clínico
MÓDULO I
TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA
RECURSOS Y HERRAMIENTAS PARA SU ADECUADO MANEJO CLÍNICO
MODULO I
Objetivos
1. Ubicar la patología es su contexto social, histórico y cultural.
Introducción
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (Anorexia Nerviosa, Bulimia Nerviosa y
Trastornos de la Conducta Alimentaria No Especificados, dentro del cual se encuentra el
Trastorno por Atracones, el cual será incluido en la próxima clasificación de Trastornos de la
Conducta Alimentaria como un Trastorno independiente) caracterizan, junto con las
epidemias de obesidad y diabetes tipo II, al comienzo del nuevo siglo. Aunque la relación
entre estos problemas no siempre se ha elucidado, hay numerosas evidencias de que esta
relación existe.
Esta actividad pretende ayudarlo a entrar en tema y a activar las nociones que tiene sobre
las patologías que estudiaremos
Explicite cuáles son, a su criterio, las enfermedades que pueden encuadrarse como
trastornos de la conducta alimentaria.
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Aclaración: Esta actividad tiene como objetivo recuperar saberes previos sobre el tema y
fomentar el proceso de reflexión y autoaprendizaje. Por tanto, las respuestas NO deben
ser enviadas a corrección ni respondidas en el foro de discusión.
Salvo algunas excepciones como el brote epidémico de lo que hoy llamaríamos anorexia
nerviosa que ocurrió en Londres durante los últimos 20 años del siglo XIX y que tuvo una
incidencia similar a la actual, no podemos negar que indudablemente la incidencia de este
tipo de trastornos se ha incrementado de manera inédita en el último tiempo,.
Hace ya cientos de años se han escrito y publicado trabajos que describen pacientes
mujeres que observadas bajo el paradigma actual no dudaríamos en diagnosticar como
anoréxicas. Algunas de las descripciones de las que se hicieron en la antigüedad son tan
similares a las que realizamos hoy en día que nos merecen la siguiente reflexión:
Algunos cuadros alimentarios, principalmente la Anorexia Nerviosa Restrictiva, tienen un
componente biológico muy importante siendo esto lo que sostiene una presentación clínica y
una prevalencia tan parecida a lo largo del tiempo.
Para ampliar este concepto podemos mencionar que las histerias que Freud atendía poco
tienen que ver con las histerias que se presentan en la actualidad, ya que son cuadros
altamente influidos por el contexto ambiental y cultural y no tanto por factores biológicos.
Pero...
¡Cuidado!, así como se ha mencionado el concepto precedente decimos también que hay
que ser prudentes y no soslayar los aspectos psicológicos del cuadro; sólo pretendemos
brindar una mirada holística de estas enfermedades las que consideramos prototípicas de
una nueva disciplina que con fuerza se está desarrollando: la Psiconeuroinmuno
endocrinología.
Hace más de tres siglos, en 1689, Richard Morton publicó una obra magna que fue
considerada la primera referencia médica de la Anorexia Nerviosa: “Tisiología: un tratado de
las caquexias” donde describe el cuadro en dos pacientes: una mujer de 20 años a quien
llamó “la hija del Señor Duke” y un varón de 18 años a quien llamó “el hijo del Reverendo
Mister Steele, mi muy buen amigo”. Ambos pacientes se caracterizaban por un estado
avanzado de caquexia y por la negativa a comer. En el texto refiere que ambos se habían
enfermado 2 años antes de solicitarle ayuda. Respecto a su evolución, Morton menciona
que la paciente del primer caso falleció poco después de iniciar tratamiento, pero en forma
sorprendente no aporta datos acerca de la evolución del segundo caso.
En su texto, Morton sugiere para el tratamiento medidas higiénico - dietéticas como
abandono del lugar habitual de vivienda y la utilización de flores aromáticas y soluciones de
distinta composición, entre otras medidas (4) (5).
Escribe Lasègue:
“En el período inicial lo más prudente es observar, quedarse callado, recordando que
cuando la inanición voluntaria data de muchas semanas la misma se ha vuelto una
condición patológica, teniendo una larga evolución por delante”(9) .
Esos no son rasgos esenciales de la Anorexia Nerviosa Restrictiva; creer que lo son
constituye una falacia de contexto.
A continuación, transcribimos algunas frases del texto de Lasègue, que ilustran más
sobre su pensamiento y su desarrollo científico.
“La enferma tiene dos alternativas: o bien se distiende lo suficiente como para
tornarse obediente y sin restricciones, lo cual es lo más raro; o bien presenta una
docilidad a medias con la esperanza evidente de conjurar el peligro sin renunciar
a sus ideas y quizás al interés que inspira su enfermedad. Esta segunda
tendencia, por lejos la más frecuente, complica enormemente la situación. No es
cosa fácil reestablecer el funcionamiento regular de un estómago condenado
después de tanto tiempo al reposo. Se pasa por éxitos y fracasos y, frecuentemente, no
se obtiene más que un resultado insuficiente. Conozco pacientes cuya enfermedad
comenzó hace diez años que no han recuperado la aptitud para alimentarse
como todo el mundo; si bien viven y su salud no está profundamente afectada
esta mejoría está lejos de constituir la curación.”
Si desea hacer algún tipo de comentario sobre las mismas, compártalo con sus
colegas de curso en el foro habilitado.
William Gull presentó posteriormente, su informe de casos, el cual fue publicado al año
siguiente con el título de “Anorexia Nervosa (apepsia hysterica, anorexia hysterica)”(8)
En 1914 Morris Simmonds escribe un artículo donde menciona que el déficit en la glándula
pituitaria produce una severa pérdida de peso en algunos pacientes(10).
A partir de este momento se produce un cambio abrupto en el enfoque de la Anorexia
Nerviosa. Así, hasta 1930, la etiología de la Anorexia Nerviosa se atribuyó al déficit de la
glándula pituitaria, comenzando los enfoques endocrinológicos para el tratamiento, con muy
poca apreciación del aspecto psicológico del cuadro.
Berkman en 1930 vuelve a dar importancia al enfoque psicológico. En una muestra de 117
pacientes, describe que los disturbios fisiológicos son secundarios a los psicológicos y
reversibles con psicoterapia (11).
Hilde Bruch, en diferentes publicaciones entre 1962 y 1978, consideró que la inanición
voluntaria en la Anorexia Nerviosa representa una lucha de la paciente por la autonomía, la
competencia, el control y la autoestima.
Gerald F. M. Russell fue el creador del término Bulimia Nerviosa (del griego: limos,
(20)
hambre; Bou, buey: hambre de buey o hambre suficiente para comerse un buey ) al
describir el cuadro en su clásico artículo “Bulimia Nervosa: An ominous variant of Anorexia
Nervosa” en 1979. Aunque inicialmente incluye a la Bulimia Nerviosa como una variante de
la Anorexia Nerviosa luego diferencia una de otra y documenta, junto con otros autores, el
dramático incremento en la incidencia de los cuadros alimentarios con sintomatología
bulímica. Russell postula que este incremento es la más clara evidencia de la
transformación de la psicopatología de los Trastornos de la Conducta Alimentaria.
Como eje central de dicha psicopatología, reconoce al temor mórbido a engordar, pero al
mismo tiempo remarca la importancia del personal experimentado en la patología para
lograr un adecuado tratamiento (15) (16)(17).
Nuestro criterio.
Como equipo docente de este Posgrado, siguiendo la línea de Russell, creemos que la
Bulimia Nerviosa, junto a la Anorexia Nerviosa Subtipo Compulsivo - Purgativo con
descontroles en la alimentación y con frecuencia vómitos autoprovocados (variante de
la Anorexia Nerviosa con sintomatología bulímica), constituyen cuadros de naturaleza
diferente al de la Anorexia Nerviosa Subtipo Restrictivo, tanto en su psicopatología, en su
presentación clínica, en su evolución, en su pronóstico, en sus comorbilidades y en su forma
de abordarlas.
Todos estos conceptos son el objeto de estudio de este curso. En tal sentido, los iremos
desarrollando a lo largo de los seis módulos que lo componen y los abordaremos en
especial cuando discutamos las clasificaciones diagnósticas actuales.
Volviendo a Russell...
Para que exista esta última, la bulimia nerviosa, entiende que hacen falta 3 grupos de
criterios:
descontrol alimentario,
conductas compensatorias posteriores (vómitos y/o abuso de laxantes, por ejemplo) y
el temor mórbido a engordar.
Russell ubica el inicio de la Bulimia Nerviosa en un período incierto entre 1940 y 1960,
considerándose en consecuencia un cuadro moderno, a diferencia de lo expresado para la
Anorexia Nerviosa Subtipo Restrictivo. También destaca que la moderna cultura de la
delgadez ha tenido efecto dañino en las mujeres jóvenes y ha determinado el incremento en
la frecuencia de las características clínicas, tanto de la Bulimia Nerviosa como de la
Anorexia Nerviosa Subtipo Compulsivo-Purgativo (o “bulimiforme”).
Consultorios Externos,
Consultorios Externos Intensivos,
Hospital de Día,
Residencia Comunitaria de Pacientes e
Internación Clínica o Psiquiátrica.
También se marca la importancia de la interacción entre estos 5 niveles para lograr una
adecuada cobertura de las diferentes problemáticas médicas y psicológicas que las
pacientes presentan, sin poder un nivel reemplazar al otro (1).
Actividad de síntesis
Podrá leer más sobre ellos en los sitios de Internet que recomendamos en forma seguida.
http://www.psych.org/psych_pract/treatg/pg/prac_guide.cfm
Este sitio incluye, junto a la Guía Práctica para el Tratamiento de pacientes con
Trastornos de la Conducta Alimentaria, una Guía (llamada Quick Reference Guide)
donde se resumen las principales indicaciones
http://www.alcmeon.com.ar/indiceportemas.htm#desordenesenlaalimentacion
Contexto Sociocultural
En resumen
La mujer ha logrado ganar todos los espacios públicos a pesar de lo cual no es más libre ni
más independiente que su abuela porque una nueva forma de presión social la coloca en
una permanente situación de dependencia, en este caso en relación con su cuerpo. El juicio
actual es implacable y obliga a las mujeres a mantener una imagen corporal aceptada por el
medio. Naomí Wolf, en su libro "El mito de la belleza", reflexiona:
"Al mismo tiempo que las mujeres se libraban de la mística femenina de la domesticidad, el
mito de la belleza ocupaba el terreno perdido y el relevo en esa función de control social" (22).
De esta forma los Trastornos de la Conducta Alimentaria, más allá de sus diferencias, son
cuadros que sobrepasan la esfera exclusivamente psíquica para involucrar a otros sistemas
de la economía, y que toman del contexto cultural en el que se desarrollan la ”máscara” con
la cual se presentan: santas o vírgenes en la antigüedad, modelos y bailarinas, en la
actualidad.
“Cada vez es más frecuente que el diagnóstico proceda de la inquietud despertada en una
familia, por los medios de comunicación, más que por la apreciación objetiva de la peculiar
forma de alimentarse una paciente. La tolerancia social al bajo peso ha aumentado e incluso
la amenorrea de las anoréxicas no parece despertar mayor recelo en las madres.”
1. American Psychiatric Association: Practice Guideline for the Treatment of Patients with
Eating Disorders, Third Edition, USA, American Psychiatric Association, 2006
(http://www.psych.org/psych_pract/treatg/pg/prac_guide.cfm)
Bibliografía Recomendada
2. Kaplan AS, Olmsted MP: “Partial Hospitalization” in Garner David M, Garfinkel Paul E:
Handbook of Treatment for Eating Disorders, Second Edition, New York, New York, USA,
The Guilford Press, 1997, page 355 and 356.
5. Morton R: Phthisiologia, or, a treatise of consumptions, London, Smith & Walford, 1694
10. Simmonds M: Ueber embolische Prozesse in der Hypophysis. Archives of Pathology and
Anatomy 1914; 217: 226-236
14. Bruch H: The Golden Cage, Cambridge, MA, Harvard University Press, 1978.
15. Russell GFM: Bulimia Nervosa: an ominous variant of Anorexia Nervosa. Psychological
Medicine 1979; 9: 429-448.
16. Russell GFM: The Changing Nature of Anorexia Nervosa: An introduction to the
conference. Journal of Psychiatric Research 1985; 19: 101-109.
17. Russell GFM: The History of Bulimia Nervosa in Garner David M, Garfinkel Paul E:
Handbook of Treatment for Eating Disorders, Second Edition, New York, New York, USA,
The Guilford Press, 1997, page 11-24
18. Touyz SW, Beumont PJ, Glaun D, Phillips T, Cowie I: A comparison of lenient and strict
operant conditioning programmes in refeeding patients with Anorexia Nervosa. Br J
Psychiatry 1984; 144:
19. Ramsay RR, Ward A, Treasure J, Russell GFM: Compulsory treatment in anorexia:
short-term benefits and long-term mortality. Br J Psychiatry 1999; 175: 147-153
21. Braguinsky J: Obesidad, clínica y tratamiento, Ed. El Ateneo, Buenos Aires, República
Argentina, 1997, pág. 163.
22. Raimbault G, Eliacheff C: Las indomables figuras de la Anorexia, Ed. Nueva Visión,
Buenos Aires, República Argentina, 1991.
23. Papadopoulos FC, Ekbom A, Brandt L, Ekselius L: Excess mortality, causes of death and
prognostic factors in anorexia nervosa. Br J Psychiatry 2009; 194: 10-17
24. Lowe B, Zipfel S, Buchholz C, Dupont Y, Reas DL, Herzog W: Long-term outcome of
anorexia nervosa in a prospective 21-year follow-up study. Psychol Med 2001; 31: 881–
890.
25. Fichter MM, Quadflieg N, Hedlund S: Twelve-year course and outcome predictors of
anorexia nervosa. Int J Eat Disord 2006; 39: 87–100.
26. Buss DM: Evolutionary Psychology, The New Science of the Mind, Ed Pearson
Education Inc, Boston, USA, 2008.
27. Buss DM: The Evolution of Desire, Ed Basic Books, New York, USA, 2003.