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En este capítulo queremos analizar la importancia que cobraron las redes como
estructura de poder de larga duración y la incidencia, a su vez resulta interesante
observar la gran importancia de los comerciantes vascos a lo largo de xix. Como
opinan Barlomi, Voss y Wortman, el dinero y el comercio se unieron a las tradiciones
familiares.
Coincidimos con Barlmori, en que aquellas redes familiares que lograron extender
su influencia más allá de su ámbito local, se beneficiaron enormemente de los
cambios ocurridos en el siglo XIX, al amplicar se tornó más ventajosa para sus
intereses y empezaron a ver lo beneficioso que era colaborar con los gobiernos
nacionales a cambio de favores para el conjunto de su red familiar.
El fundad de la red familiar del os Aycinena cuya prolongación llegas hasta nuestros
días, fue Juan Fermin de Aycinena e Irigoyen Alzua de Iturralde y Perurena, nacido
en Ciga, valle de Baztan, Navarra, el 7 de julio de 1729. Juan Fermin será el
segundo hijo de una familia de cinco hermanos. De acuerdo con Otazu y Llano, las
migraciones navarras mas importantes se produjeron hacia Madrid, Cadiz y
América, debido fundamentalmente a razones de estrechez económica, crecimiento
poblacional y las limitaciones que el Fuero de Navarra imponía a los habitantes del
reino, en este caso la de dedicarse al comercio.
Juan Fermin marcha a Nueva España en 1748, con 300 pesos en el bolsillo, junto
a otros navarros que posteriormente serán parientes suyos por la via de enlaces
matrimoniales. Durante la primera época se dedicó al tráfico de mulas de la capital
mexicana al puerto de Acapulco, en donde embarcaba la mercadería con destino a
Manila.
A su llegada a Guatemala en 1753, a la edad de 24 años, se instala como
comerciante en la ciudad de Santiago de los Caballeros. Dos años más tarde casa
“con la mujer más rica de la ciudad”, Ana Carillo y Gálvez, hermana del Alcalde del
Cabildo de Santiago.
Aquí observamos como el matrimonio estratégico en un momento adecuado,
juntamente con el “boom” internacional del añil, permite al joven empresario navarro
explotar las plantaciones del índigo heredadas de los Gálvez a través de su mujer,
en Guatemala y El Salvador.
La estrategia de casarse con las dos ramas de la familia Menco es muy astuta pues
va integrando, mediante enlaces matrimoniales, al grupo de navarros con las
familias de mayor raigambre y fortuna del reino: los Carrilo Mencos-Galvez y los
Delgado Najera y Mencos.