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PALABRAS CLAVE:
ABSTRACT
KEY WORDS:
INTRODUCCION
La dermatología constituye una parte importante del trabajo del Médico
Veterinario, ya que la piel es el primer elemento que el profesional
veterinario observa en el animal al enfrentarse a él por primera vez y
sobre todo porque desde el punto de vista clínico la piel tiene una enorme
importancia.
La Dermatofilosis es una infección de la epidermis caracterizada por
dermatitis exudativa con formación de costras, en casos avanzados
pueden involucrar grandes áreas de la piel como resultado de la unión de
lesiones menores; afecta a los bovinos, ovinos, caprinos, caballos, a otras
especies animales y a los humanos; es provocada por la bacteria
Dermatofilus congolensis, es un actinomiceto Gram positivo, que se
caracteriza por tener un ciclo de vida multimorfico y complejo. (1).
Se presenta en bovinos de todas las edades siendo la lesión costrosa la
más comúnmente observada y localizada preferentemente en las regiones
cefálica, lumbar, caudal, cuartos posteriores y escroto. En equinos
produce lesiones costrosas, exudativas, no pruriginosa localizándose más
comúnmente en grupa y nalgas. Como factor predisponente se encuentra
la alta humedad, teniendo esta enfermedad una mayor incidencia durante
estaciones húmedas. (2)
MARCO TEORICO
Descripción de la enfermedad.
La dermatofilosis es una dermatitis exudativa crónica o aguda, con
formación de costras, que afecta principalmente a equinos, bovinos,
ovinos, caprinos, a algunos reptiles y rara vez a las personas. La
enfermedad ha sido registrada en camellos, búfalos, burros, gatos, perros
y animales silvestres. Está causada por un actinomiceto, el Dermatophilus
congolensis. Es también llamada erróneamente dermatitis micótica.
Aunque la enfermedad está ampliamente difundida por todo el mundo, su
importancia es mayor en los países tropicales principalmente en países
africanos y en áreas geográficas con temporadas de alta pluviometría,
como pueden ser las zonas de influencia monzónica y se ha extendido en
Europa, Australia y América. (3)
Agente etiológico.
D. congolensis es una bacteria Gram positiva de talo filamentoso y
ramificado. Los filamentos maduros, de grosor variable, se dividen por
tabiques transversales hasta formar un denso empaquetamiento de
cuerpos cocoides, dispuestos en 2 a 8 hileras paralelas que, en presencia
de suficiente humedad, se liberan y transforman en zoosporas móviles,
las formas infectantes. Es anaerobio facultativo y carboxifilco, crece bien
en medios enriquecidos, en los que suele formar colonias rugosas
firmemente incrustadas en el medio. Las colonias son generalmente
naranja claro o amarillentas, pero ocasionalmente pueden aparecer
variantes blancas o grises; son catalasa positiva y tienen metabolismo
fermentativo. (3)
Transmisión.
El agente patógeno se transmite por contacto directo entre animales
portadores y sanos o indirecto, por contagio de las zoosporas latentes
presentes en el suelo, en restos de costras, o en fómites. Las garrapatas
y otros artrópodos pueden vehiculizar la infección por medio de sus piezas
bucales y extremidades. La contagiosidad del proceso depende en gran
medida de las condiciones ambientales, especialmente de la humedad. La
presentación de la enfermedad es típicamente enzootica con brotes
epizoóticos de marcada estacionalidad. (1)
Signologia Clinica.
Existe una gran variedad de síntomas clínicos de la enfermedad y son
numerosas las zonas del cuerpo afectadas. Lo típico es que la infección
origine la formación de costras densas en la piel pero en ciertas áreas,
como en el periné de los rumiantes y en las articulaciones de los caballos,
se pueden presentar lesiones húmedas con piel engrosada y plegada. En
tales lesiones se encuentran costras relativamente finas. Donde las
lesiones se exponen a una humedad prolongada, con una infección
secundaria o sin ella, se pueden presentar lesiones exudativas. (4)
En bovinos la inspección clínica revela la presencia de lesiones cutáneas
en el cuello, dorso y miembros, acompañadas en casi todos los casos de
un elevado número de garrapatas. Varios animales muestran costras
elevadas y espesas, de coloración grisácea afectando fundamentalmente
el dorso. Se observaron zonas alopécicas en muchos de ellos. Algunas
costras presentaban superficies cóncavas atravesadas por pelos que le
daban aspecto de escoba. (1)
Otros estudios sugieren que a partir de una inspección general del rodeo
se puede observar la presencia de animales hembras con ternero al pie,
con dermatopatía severa simétrica no pruriginosa, que afecta la piel
interdigital de los cuatro miembros, y la cara posterior de los miembros
posteriores, desde las pezuñas hasta la región perineal e inclusive labios
vulvares. Las lesiones dérmicas tienen aspecto nodular proliferativo
pustular exudativo y costroso, de fácil sangrado. En el interior de las fosas
nasales también se observan lesiones nodulares coalescentes, de color
amarillento y de fácil sangrado. (5)
En equinos en la presentación más común de la enfermedad, las lesiones
se encuentran sobre el dorso de la espalda como costras exudativas
similares a costras que se coagulan y hacen que el cabello se una. Los
mechones de pelo permanecen erguidos como un efecto de pincel. En
infecciones tempranas, las lesiones se pueden sentir mejor que las vistas
al pasar la mano por el cabello, las costras subyacentes serán evidentes.
En infecciones más avanzadas, las tobas del cabello se ponen de pie. Al
retirar los mechones de cabello, la piel subyacente está húmeda, sin
procesar y puede ser hemorrágica. Las raíces del cabello se extienden a
través de la costra en el efecto característico de "pincel". Las lesiones
graves no tratadas pueden causar úlceras profundas que se extienden
hasta los tejidos subcutáneos o, en casos extremos, más profundas. En
la etapa activa, las lesiones son dolorosas. La dermatofilosis también
puede presentarse con engrosamiento epidérmico y alopecia extensos.
Las lesiones se pueden encontrar en la parte inferior de las piernas si los
caballos se mantienen en condiciones de pasto húmedo, especialmente
en pastos profundos y son a menudo un componente de la dermatitis
pastern. Los potrillos pueden tener lesiones en las piernas, el abdomen
ventral y los lados del tronco y los cuartos traseros al acostarse en pastos
húmedos. Independientemente de la forma, esta enfermedad es la única
enfermedad común exudativa, dolorosa y no pruriginosa en la práctica
clínica. (6)
Diagnostico.
Hallazgos histopatológicos.
El d. congolensis aparece como hifas multiseptadas de ramificación Gram
positiva con paquetes cúbicos de células cocoides en filas paralelas
(apariencia de la vía férrea). La evaluación histológica de las biopsias
muestra costras gruesas con capas alternas de estrato córneo
paraqueratótico y suero seco y neutrófilos degenerados. La foliculitis
superficial también está presente y se pueden ver organismos ramificados
en las cortezas y los folículos. (6)
Tratamiento.
Un estudio propuso un tratamiento después de la confirmación del
diagnóstico mediante el examen bacteriológico.
Se dividieron 17 terneros de carne en 3 grupos.
El primer grupo compuesto por 7 terneros que fueron inyectados con
oxitetraciclina / LA (20 mg / kg b.wt., I / M, 2 dosis, intervalo de 1 día),
el segundo grupo incluyó 7 terneros que fueron inyectados con
oxitetraciclina / AL (20 mg / kg b.wt., I / M, dosis única) y el tercer grupo
no tratado compuesto por 3 terneros que salieron como control.
También caballos enfermos se dividieron a su vez en 3 grupos, el primer
grupo compuesto por 3 animales que se inyectaron con oxitetraciclina (1
ml / 10 kg b.wt, mediante inyección I / M durante 4 días), el segundo
grupo formado por 3 animales que fueron tratados localmente por
Iodophor (como diluyentes al 10%) diariamente durante 7 días, y luego
una vez por semana y un tercer grupo compuesto por 2 animales que se
dejaron como control. Se cortaron los pelos y se eliminaron las costras
antes de la aplicación local de Iodophor usando un cepillo adecuado.
Estos tratamientos dieron como resultado en la mayoría de animales una
tasa mayor al 80% de cura. (9)
Vacunación.
Dermatophilus congolensis produce factores de virulencia como la
hemolisina, fosfolipasa, ceramidasa y enzimas proteolíticos, que pueden
utilizarse para penetrar la barrera epidérmica e interactuar con la
respuesta inflamatoria del hospedador. Estos factores de virulencia se
consideran como antígenos utilizables en las vacunas. Se han realizado
investigaciones en vacunas para la prevención de la dermatofilosis. Sin
embargo, hoy en día no se dispone de ninguna. La investigación en este
terreno se ve dificultada por la incapacidad para producir
experimentalmente la enfermedad y por el escaso conocimiento de la
inmunidad cutánea. De ahí que se haya puesto mucho énfasis en el
control de las garrapatas y en la identificación de los marcadores
genéticos de la resistencia o la susceptibilidad con resultados
prometedores en el caso del ganado. (4)
CONCLUSION
Uno de los desafíos del médico veterinario con respecto a esta
enfermedad, es el abarcamiento total de esta enfermedad desde su
patogenia hasta la remisión total de la enfermedad. Se han reportado alta
cantidad de casos de dermatofilosis para su tamaño de población en
bovinos y equinos. La correlación moderada del nivel pluviométrico con la
ocurrencia de casos de dermatofilosis presenta un potencial para la alerta
sanitaria y el refuerzo de las medidas de control de carácter preventivo,
cuyo aprovechamiento se justifica, adicionalmente, por la alta fortaleza
de asociación encontrada para la ocurrencia de dermatofilosis en la época
de lluvia.
REFERENCIAS
7. Covarrubias AC, Zaragoza CS, Bucio AM, Aparicio ED, Olivares RAC
(2015) Outbreak of Dermatophilus congolensis in Grazing Beef
Cattle in Northeastern Mexico: First Report. J Veterinar Sci Technol
6: 222.