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CURSO:
TEMA:
BIOMASA
PROFESOR:
2017
INDICE
INTRODUCCIÓN
La biomasa es la cantidad de materia acumulada en un individuo, un nivel trófico, una población o un
ecosistema, según el Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española, tiene dos
acepciones:
1. f. Biol. Materia total de los seres que viven en un lugar determinado, expresada en peso por
unidad de área o de volumen.
2. f. Biol. Materia orgánica originada en un proceso biológico, espontáneo o provocado, utilizable
como fuente de energía.
La primera acepción se utiliza habitualmente en Ecología. La segunda acepción, más restringida, se
refiere a la biomasa «útil» en términos energéticos formales: las plantas transforman la energía
radiante del Sol en energía química a través de la fotosíntesis, y parte de esa energía química queda
almacenada en forma de materia orgánica; la energía química de la biomasa puede recuperarse
quemándola directamente o transformándola en combustible.
Un equívoco muy común es confundir «materia orgánica» con «materia viva», pero basta considerar
un árbol, en el que la mayor parte de la masa está muerta, para deshacer el equívoco; de hecho, es
precisamente la biomasa «muerta» la que en el árbol resulta más útil en términos energéticos.
La biomasa podría proporcionar energías sustitutivas a los combustibles fósiles, gracias a agro
combustibles líquidos (como el biodiesel o el bioetanol), gaseosos (gas metano) o sólidos (leña), pero
todo depende de que no se emplee más biomasa que la producción neta del ecosistema explotado, de
que no se incurra en otros consumos de combustibles en los procesos de transformación, y de que la
utilidad energética sea la más oportuna frente a otros usos posibles (como abono y alimento, véase la
discusión que para España plantea Carpintero, 2006).
Actualmente (2009), la biomasa proporciona combustibles complementarios a los fósiles, ayudando al
crecimiento del consumo mundial (y de sus correspondientes impactos ambientales), sobre todo en el
sector transporte (Estevan, 2008). Este hecho contribuye a la ya amplia apropiación humana del
producto total de la fotosíntesis en el planeta, que supera actualmente más de la mitad del total
(Naredo y Valero, 1999), apropiación en la que competimos con el resto de las especies animales y
vegetales.
Quedan pues fuera de este concepto los combustibles fósiles y las materias orgánicas derivadas de
éstos (los plásticos y la mayoría de los productos sintéticos) ya que, aunque aquellos tuvieron un
origen biológico, su formación tuvo lugar en tiempos remotos. La biomasa es una energía renovable de
origen solar a través de la fotosíntesis de los vegetales. En la figura adjunta se puede ver la situación
de la biomasa dentro de las energías renovables.
Fotosíntesis
Este proceso de captación de la energía solar y su acumulación en las plantas y árboles como energía
química es un proceso bien conocido. Los carbohidratos, entre los que se encuentra la celulosa,
constituyen los productos químicos primarios en el proceso de bioconversión de la energía solar y al
formarse aquellos, cada átomo gramo de carbono (14gr) absorbe 112kcal de energía solar, que es
precisamente la que después se recupera, en parte con la combustión de la celulosa o de los
combustibles obtenidos a partir de ella (gas, alcohol, etc.)
La biomasa puede utilizarse directamente (por ejemplo combustión de madera para la calefacción y
cocinar) o indirectamente convirtiéndola en un combustible líquido o gaseoso (ej: etanol a partir de
cosechas del azúcar o biogás de la basura animal). La energía neta disponible en la biomasa por
combustión es de alrededor de 8MJ/kg para la madera verde, 20MJ/kg para la materia vegetal seca en
horno, 55MJ/kg para el metano; en comparación con cerca de 23 a 30MJ/kg para el carbón. La
eficiencia del proceso de la conversión se determina cuánto la energía real puede ser utilizada en
forma práctica.
OBJETIVOS
OBJETIVOS GENERALES:
OBJETIVOS ESPECIFICOS:
Identificar en que países existe mayor demanda de inversión en esta energía renovable.
Investigar las diferencias de obtención de energía por biomasa, solar, eólica, etc.
Descubrir que la biomasa tiene una utilización energética para muchas de las facetas de
nuestro desarrollo social.
MARCO TEÓRICO
1.1. La biomasa como fuente de energía
Desde tiempos remotos el hombre ha utilizado la biomasa como fuente energética para realizar sus
tareas cotidianas. Cuando el uso de combustibles fósiles comenzó a tomar fuerza, la biomasa se vio
relegada a un plano inferior, donde su aportación a la producción de energía primaria era
insignificante. En la actualidad debido a diversos factores, detallados a continuación, ha habido un
resurgimiento de la biomasa como fuente energética.
Cambio climático.
Marco económico favorable para el desarrollo de plantas que utilizan biomasa como
combustible, gracias a las subvenciones a la producción que reciben las plantas generadoras
de energía con esta fuente.
Dificultad normativa para desarrollar otro tipo de proyectos, dejando a la biomasa como la
alternativa más razonable para rentabilizar una inversión económica.
BIOMASA NATURAL
La biomasa natural se produce sin la intervención del hombre para potenciarla o para modificarla. Se
trata fundamentalmente de residuos forestales:
Derivados de limpieza de bosques y de restos de plantaciones
Leñas y ramas
Coníferas
Frondosas
BIOMASA RESIDUAL
La biomasa residual es la que generada en las actividades humanas que utilizan materia orgánica. Su
eliminación en muchos casos supone un problema. Este tipo de biomasa tiene asociadas unas
ventajas en su utilización:
La biomasa residual se divide a su vez en una serie de categorías que se estudian a continuación.
EXCEDENTES AGRÍCOLAS
Los excedentes agrícolas que no sean empleados en la alimentación humana pueden ser
considerados utilizados biomasa con fines energéticos. Este uso de productos agrícolas utilizados en
la cadena de alimentación humana ha provocado una mala fama injustificada del uso de la biomasa
con fines energéticos, al haberse acusado a este uso de una subida del coste de determinados
productos agrícolas que son la base de la alimentación en muchos países del tercer mundo y en vías
de desarrollo.
Estos excedentes agrícolas pueden ser utilizados tanto como combustible en plantas de generación
eléctrica como transformados en biocombustibles.
CULTIVOS ENERGÉTICOS
Entre los cultivos energéticos se pueden incluir cultivos tradicionales (cereales, caña de azúcar,
semillas oleaginosas) y otros no convencionales (cynara, pataca, sorgo dulce) que están siendo objeto
de numerosos estudios para determinar sus necesidades de cultivo.
VENTAJAS:
La captura del metano de los desechos agrícolas y los rellenos sanitarios, y la sustitución de
derivados del petróleo, ayudan a mitigar el efecto invernadero y la contaminación de los
acuíferos.
La combustión de biomasa produce menos ceniza que la de carbón mineral y puede usarse
como insumo orgánico en los suelos.
La biomasa es un recurso local que no está sujeto a las fluctuaciones de precios de la energía,
provocadas por las variaciones en el mercado internacional de las importaciones de
combustibles. En países en desarrollo, su uso reduciría la presión económica que impone la
importación de los derivados del petróleo.
El uso de los recursos de biomasa puede incentivar las economías rurales, creando más
opciones de trabajo y reduciendo las presiones económicas sobre la producción agropecuaria y
forestal.
Las plantaciones energéticas pueden reducir la contaminación del agua y la erosión de
los suelos; así como favorecer el mantenimiento de la biodiversidad.
DESVENTAJAS:
Por su naturaleza, la biomasa tiene una baja densidad relativa de energía; es decir, se requiere
su disponibilidad en grandes volúmenes para producir potencia, en comparación con los
combustibles fósiles, por lo que el transporte y manejo se encarecen y se reduce la producción
neta de energía. La clave para este problema es ubicar el proceso de conversión cerca de las
fuentes de producción de biomasa, como aserraderos, ingenios azucareros y granjas, donde
los desechos de aserrío, el bagazo de caña y las excretas de animales están presentes.
Su combustión incompleta produce materia orgánica, monóxido de carbono (CO) y otros gases.
Si se usa combustión a altas temperaturas, también se producen óxidos de nitrógeno. A escala
doméstica, el impacto de estas emanaciones sobre la salud familiar es importante.
Aún no existe una plataforma económica y política generalizada para facilitar el desarrollo de
las tecnologías de biomasa, en cuanto a impuestos, subsidios y políticas que cubren, por lo
general, el uso de hidrocarburos. Los precios de la energía no compensan los beneficios
ambientales de la biomasa o de otros recursos energéticos renovables.
Aplicando los diferentes procesos de conversión, la biomasa puede transformarse en diferentes formas
de energía:
Hasta los 200 ºC se produce una pérdida de agua y de otros productos volátiles.
Entre los 200 y los 250 ºC los constituyentes menos estables de la biomasa se descomponen
con desprendimiento de agua y óxidos de carbono, formándose hidrocarburos líquidos
oxigenados (alcoholes y ácidos).
Hacia los 275 ºC se genera la mayor parte de los hidrocarburos líquidos, reacción que, al ser
exotérmica, recalienta la masa hasta 300 - 350 ºC.
Por encima de los 300 ºC comienza la formación de productos carbonosos de alto peso
molecular (alquitranes y coque).
Las materias primas que se investigan actualmente para desarrollar esta técnica son, esencialmente,
los subproductos agrícolas y forestales y los residuos sólidos urbanos. Precisamente, las mejores
perspectivas de tratamiento de los residuos sólidos urbanos se encuentran en el campo de la pirólisis,
de tal manera que la mayor parte de las investigaciones realizadas sobre este proceso se han hecho
sobre la base de utilizar como material de alimentación estos residuos, con la doble opción del
tratamiento integral o de hacer una clasificación previa para separar los materiales inorgánicos (vidrios
y metales) y someter a pirólisis sólo la fracción orgánica.
Con objeto de mejorar los rendimientos en combustibles líquidos, en la actualidad están presentando
gran interés los procesos denominados de licuefacción, que son variantes de la pirólisis en el aspecto
de que no utilizan oxígeno como comburente, pero son llevados a cabo con un gas reductor, que
puede ser monóxido de carbono, hidrógeno o una mezcla de ambos (gas de síntesis), en presencia de
catalizadores (carbonatos alcalinos) en solución acuosa, a alta presión (100 - 300 atmósferas) y
temperaturas entre 300 y 500 ºC. El combustible obtenido tiene un poder calorífico de
unos 33,5 MJ/kg y equivale a una recuperación energética del 50 al 55%.
De las diferentes vías pirolíticas aquí consideradas, la licuefacción es la de desarrollo más retrasado,
por lo que hay que esperar que experimente un notable impulso por las ventajas que presenta el
combustible obtenido en cuanto a transporte, manipulación, acumulación y posibilidades de utilización.
SECTOR DOMÉSTICO
En América Central muchas familias utilizan leña u otras formas de biomasa para cocinar,
particularmente en zonas rurales. Sus fuentes son los árboles alrededor de las viviendas, los
campos agrícolas y los bosques. Además, en algunos lugares existe un mercado comercial,
aunque informal, de leña, que constituye una fuente importante de ingresos para familias
rurales.
Las estufas usadas para la cocción pueden ser fijas o portátiles y, a veces, tienen una
chimenea. Algunas familias hacen su propia estufa de materiales locales; otras buscan el
servicio de un artesano, o la compran en el mercado. Generalmente, estas son simples y son
de baja eficiencia. Además, emiten cantidades considerables de gases tóxicos que tienen un
impacto en la salud del núcleo familiar. Los procesos domésticos han sido muy ineficientes,
pues han presentado pérdidas normales de energía entre 30% y 90% de la energía. Aunque los
usuarios tratan de mejorar las estufas, por lo general carecen de los recursos financieros y
técnicos para hacerlo considerablemente.
La baja calidad de estos aparatos produce emisiones de gases tóxicos como monóxido de
carbono (CO), metano (CH4) y otros productos de la combustión incompleta. Estos causan
problemas de salud como dolores de cabeza, enfermedades respiratorias, afectan los ojos de
las mujeres embarazadas, etc. Las más afectadas son las mujeres y los niños, los cuales
están expuestos a los gases durante varias horas al día. Frecuentemente, los usuarios no
son concientes de ello y de la necesidad de buena ventilación; tampoco relacionan el humo
como una causa de sus problemas de salud.
ESTUFAS MEJORADAS
INDUSTRIA
La biomasa es una fuente de energía importante para muchas industrias rurales en América
Central; por ejemplo, para la fabricación de ladrillos y cal, y para el procesamiento de productos
agrícolas. En comparación con el sector doméstico, su uso en el sector industrial es menor,
pero todavía considerable. Seguidamente se mencionan las aplicaciones industriales más
importantes:
- Hornos industriales: Los hornos de combustión directa están ampliamente difundidos en todas
las operaciones agroindustriales de América Central.
- Calderas: Las calderas que operan con base en la combustión de biomasa (leña, aserrín,
cascarilla de café, arroz, etc.) se usan en el secado de granos, madera y otros. Estos equipos
están dotados de una cámara de combustión en su parte inferior (en el caso de las calderas a
leña) en la que se quema el combustible; los gases de la combustión pasan a través del
intercambiador de calor, transfiriéndolo al agua. En algunas calderas se usan inyectores
especiales para alimentar biomasa en forma de polvo (aserrín, cáscara de grano, etc.), a veces,
junto a algún otro tipo de combustible líquido (por ejemplo, búnker).
TRANSPORTE
Quizás este es el campo donde más dependencia hay a la utilización de los derivados del
petróleo. Por ello los biocombustibles de origen vegetal tienen un interés especial en este
campo, ante la vulnerabilidad del abastecimiento y la subida progresiva de los precios, que se
está viendo actualmente. Aunque el subsector está poco desarrollado, en general, España
cuenta con capacidad técnica y recursos para desarrollarlo. Dado que la demanda potencial es
muy elevada y la capacidad productora también, se perfila como un mercado de gran interés de
futuro.
El biodiesel se aplica a motores diesel, mezclado en ciertas proporciones con gasoil o, más
raramente, sustituyéndolo.
Los usos de los diferentes tipos de biomasa se pueden clasificar principalmente en dos: térmicos y
eléctricos. En esta sección se tratará la generación de energía térmica y eléctrica obtenida mediante la
combustión de biomasa sólida, sin olvidar que a través la combustión de biogás tambien podemos
generar ambos tipos de energía. Igualmente, mediante los biocarburantes se obtiene energía
aprovechable para hacer funcionar los motores de combustión térmica transformándola en
energía mecánica.
El vapor sobrecalentado mueve una turbina conectada a un generador que produce electricidad a una
tensión determinada, transformándola posteriormente a otra tensión mayor para su incorporación a la
red general.
La obtención de energía térmica a través de la quema de biomasa sólida se realiza con diferentes
propósitos. Las aplicaciones térmicas con producción de calor y agua caliente sanitaria son las más
comunes dentro del sector de la biomasa, aunque tambien es posible la producción de frío, esta última
opción es más excepcional.
Instalaciones industriales que producen biomasa y donde se requiere energía térmica en sus procesos.
En estos casos es donde se consume actualmente la mayor parte de la biomasa en nuestro país.
Otro tipo de instalaciones industriales con necesidades de demandas de calor prolongadas para sus
procesos.
Instalaciones del sector doméstico y de servicios con elevada centralización, puesto que el coste de la
instalación por unidad de energía producida disminuye significativamente con el tamaño de la misma.
Entre otros casos en que las instalaciones de biomasa son rentables para el promotor y para el
usuario, se pueden destacar:
Edificios públicos de cierta dimensión, como colegios, hospitales, centros administrativos, etc. con una
ubicación que permita un fácil suministro del combustible.
En la actualidad, existen procesos para obtener simultáneamente energía térmica y eléctrica (a partir
de cualquier combustible, incluida la biomasa), con ello se optimiza el proceso obteniendo mayores
rendimientos.Estos procesos se conocen con los nombres de:
Gran parte de ese porcentaje corresponde a los países pobres y en desarrollo, donde resulta ser la
materia prima más utilizada para la producción de energía, justo en aquellos países donde se prevé un
mayor aumento de la demanda energética. Según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura (FAO), “algunos países pobres obtienen el 90% de su energía de la leña y
otros biocombustibles”.
En África, Asia y Latinoamérica representa la tercera parte del consumo energético y para 2.000
millones de personas es la principal fuente de energía en el ámbito doméstico. Pero, en muchas
ocasiones, esta utilización masiva no se realiza mediante un uso racional y sostenible de los recursos,
sino como una búsqueda desesperada de energía que provoca la deforestación de grandes áreas,
dejando indefenso al suelo frente a la erosión.
La biomasa podría ser el vector energético que permitiera el desarrollo de los países
pobres, evitando que el aumento del consumo energético asociado a este desarrollo
pusiera en peligro el medio ambiente y la seguridad de abastecimiento energético de nuestra sociedad.
Finlandia, que es el país con mayor consumo de energía per cápita de Europa, con 1,490 toneladas de
biomasa sólida, es el país que coloca mayor número de plantas en el Top 10, con un total de siete
centrales, aunque la mayor planta es británica, y Polonia y Estados Unidos, con una planta cada una,
completan esta clasificación, en la que no se han tenido en consideración las plantas híbridas. Estas
son las 10 mayores plantas productoras de energía eléctrica a partir de biomasa en el mundo:
La planta de biomasa de Ironbridge, con una capacidad de 740 MW, está localizada en SevernGorge,
Reino Unido, y es la planta de energía de biomasa pura –hay muchas plantas híbridas, pero esas no
se han tenido en cuenta en esta clasificación- más grande del mundo. Las instalaciones, que hace
años fueron utilizadas como una central eléctrica de carbón con una capacidad instalada de 1.000
MW, fue reconvertida junto a las dos unidades de la central para la generación de energía a partir de
biomasa en 2013. La planta es actualmente propiedad de la empresa británica E.ON, quien además es
la encargada de su operación empleando pellets de madera para generar energía de biomasa.
La planta AlholmensKraft, de 265 MW, está ubicada en las instalaciones de la fábrica de papel UPM-
Kymmene en Alholmen, Jakobstad, Finlandia. La planta entró en funcionamiento en enero de 2002, y
suministra también 100 MW de calor a la papelera y 60 MW de calefacción urbana para los habitantes
de Jakobstad. La planta KraftAlholmens diseñada por los ingenieros de Metso, utiliza una caldera de
lecho fluidizado circulante suministrada por la compañía KvaernerPulping. Las instalaciones son
operadas por OyAlholmensKraft, quien además es la propietaria junto a Perhonjoki, RevonSahkoOy y
SkellefteaKraft.
3. Toppila. 210 MW. Finlandia
La central de biomasa de Toppila es una central eléctrica ubicada en el distrito Toppila, en Oulu,
Finlandia. Es una de las mayores centrales en el mundo que utilizan turba como combustible, y cuenta
con una capacidad instalada de 210 MW de energía eléctrica y 340 MW de potencia térmica. La
instalación cuenta con dos unidades de 75 MWe y 145 MWe. La caldera fue suministrada por Tampella
y Ahlstrom, y las turbinas fueron suministradas por Zamech, LMZ y Ganz. La central es operada por
Oulun Energia.
La planta de biomasa de Polaniec de tiene una potencia instalada de 205 MW. La central está situada
en el condado de Staszów, al sudeste de Polonia, y es la cuarta planta de energía de biomasa más
grande del mundo. La planta entró en operación comercial en noviembre de 2012 y hace uso
principalmente de subproductos agrícolas y residuos de madera para su funcionamiento. La planta es
propiedad de GDF SUEZ, quien además opera las instalaciones con la caldera de lecho fluidizado
circulante para biomasa más grande y avanzada del mundo, desarrollada por los
ingenieros de Foster Wheeler. Como resultado, la planta genera electricidad suficiente
como para abastecer las necesidades de 600.000 hogares, mientras que reduce a la vez en 1,2
millones de toneladas las emisiones de dióxido de carbono al año.
La planta de Kymijärvi II, de 160 MW de potencia, está localizada en la ciudad de Lahti, en Finlandia, a
unos 100 kilómetros al norte de Helsinki. Se trata concretamente de unas instalaciones basadas en
gasificación que utiliza combustibles sólidos recuperados (CSR), tales como plástico, papel, cartón y
madera. La planta inició su operación comercial en mayo de 2012, integrando un gasificador que
convierte el combustible derivado de residuos en gas combustible. Entre el diverso equipamiento,
incluye una caldera de vapor de circulación natural, una turbina Siemens SST 800 Tandem y el
generador Siemens Gen5-100A-2P, así como un sistema de automatización para las instalaciones
desarrollado por los ingenieros de Metso. Como resultado, la planta Kymijärvi II genera 300 GWh de
electricidad y 600 GWh de calefacción urbana. La electricidad se transmite a la red nacional utilizando
una conexión de 110 kV en la subestación de Kymijärvi.
6. Vaasa. 140 MW. Finlandia
La planta de gasificación de biomasa cuenta con una capacidad instalada de 140 MW situada en
Vaasa, Finlandia, inició las operaciones por primera vez en marzo de 2013 tras la finalización de su
construcción llevada a cabo por VaskiluodonVoimaOy, con una inversión total de 40 millones de euros.
La planta de energía de biomasa produce biogás a partir de madera proveniente principalmente de
residuos forestales, tratándose para producir calor y generar energía. Las instalaciones incluyen un
gasificador CFB avanzado y la modificación de una caldera de carbón existente de la antigua planta.
La planta de biomasa Florida Crystals fue construida por los ingenieros de New Hope Power
Partnership (NHPP) en la ciudad de South Bay, en el estado de Florida ( Estados Unidos). La central
posee una capacidad instalada de 140 MW. La planta Florida Crystals utiliza la fibra de caña de azúcar
(bagazo), así como madera urbana reciclada para la generación de electricidad, proveyendo de la
energía necesaria para el procesamiento de la caña de azúcar, así como para el suministro de
electricidad para alrededor de 60.000 hogares.
La planta de biomasa Seinäjoki cuenta con una potencia instalada de 125 MW y está localizada en la
ciudad de Seinäjoki al sur de Ostrobotnia, Finlandia. La central es operada por PohjolanVoima desde
su entrada en funcionamiento en el año 1990, produciendo electricidad y calefacción urbana a partir de
astillas de madera y turba como combustible principal. En octubre de 2013, los ingenieros de Metso
fueron elegidos para implementar un nuevo sistema de automatización de la planta de energía de
biomasa, conocido como DNA AutomationSystem.
CONCLUSIONES
La biomasa residual es la que generada en las actividades humanas que utilizan materia
orgánica. Su eliminación en muchos casos supone un problema. Este tipo de biomasa tiene
asociadas unas ventajas en su utilización
Los excedentes agrícolas que no sean empleados en la alimentación humana pueden ser
considerados utilizados biomasa con fines energéticos.
Las ventajas de la biomasa tienen relación directa con que es una fuente de energía renovable
neutral respecto a las emisiones de carbono, con un bajo precio y muy abundante
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) calcula que el 10% de la energía primaria mundial
procede de los recursos asociados a la biomasa, incluidos los relacionados con
biocombustibles líquidos y biogás.
Finlandia, que es el país con mayor consumo de energía per cápita de Europa, con 1,490
toneladas de biomasa sólida, es el país que coloca mayor número de plantas en el Top 10, con
un total de siete centrales, aunque la mayor planta es británica, y Polonia y Estados Unidos.
BIBLIOGRAFÍA
Imagen 1- Pellets/Caldera
Imagen 2- Residuos
Imagen 3 - Cadera Biomasa