Professional Documents
Culture Documents
DOCENTE:
Ms. Irene Pinto Flores
INTEGRANTES:
I. INTRODUCCION
La obesidad se define como un aumento del tejido graso corporal debido a un
aumento de la ingestión calórica relacionada con la velocidad del gasto de
energía. Desde el punto de vista clínico la obesidad puede ser originada en una
alteración endocrina o genética, la que probablemente no representa más allá
del 3-5% de los casos o puede ser primaria o nutricional, 90-95% de los casos.
La prevalencia de la obesidad se ha incrementado en las últimas décadas, lo que
justifica su denominación de epidemia emergente, primariamente asociada a
dietas de alto contenido en calorías y grasas y estilo de vida excesivamente
sedentario.
Las complicaciones de la obesidad infantil pueden ser agrupadas en psicosociales
y médicas. Los niños obesos sufren constantemente de discriminación, la que se
traduce en trastornos de conducta, angustia, depresión, tendencia a la baja
autoestima y aislamiento e inseguridad. Con respecto a las complicaciones
médicas, ésta se correlaciona directamente con el aumento de la grasa corporal,
el desarrollo de hiperinsulinismo, dislipidemias e hipertensión arterial, además se
asocia a otras comorbilidades como apnea del sueño, pseudotumor cerebral,
alteraciones dermatológicas y ortopédicas.
II. OBJETIVOS:
OBJETIVO GENERAL:
Difundir alimentación saludable en los niños y adolescentes del
Asentamiento Humano “Houston”, para evitar el desarrollo de la
malnutrición por exceso (obesidad).
OBJETIVOS ESPECIFICOS:
Reconocer los factores de riesgo de la malnutrición por exceso en
niños y adolescentes del Asentamiento Humano “Houston”, Nuevo
Chimbote, 2017.
Identificar la clasificación del estado nutricional de la malnutrición
por exceso en niños y adolescentes del Asentamiento Humano
“Houston”, Nuevo Chimbote, 2017.
Identificar los signos y síntomas de la malnutrición por exceso en
niños y adolescentes del Asentamiento Humano “Houston”, Nuevo
Chimbote, 2017.
Reconocer los alimentos causantes de la malnutrición por exceso en
niños y adolescentes del Asentamiento Humano “Houston”, Nuevo
Chimbote, 2017.
Conocer el tratamiento de la malnutrición por exceso en niños y
adolescentes del Asentamiento Humano “Houston”, Nuevo
Chimbote, 2017.
III. OBESIDAD
3.1. CONCEPTO:
La obesidad, desde el punto de vista conceptual, se define como un exceso
de grasa corporal. La obesidad se suele valorar utilizando indicadores
indirectos de la grasa corporal obtenidos a partir de medidas
antropométricas sencillas. El que se utiliza con mayor frecuencia es el índice
de masa corporal (IMC), que es el resultado de dividir el peso en kilogramos
por la talla en metros al cuadrado (kg/m2), encontrándose por encima o igual
al percentil 95 para edad y sexo.
Según la OMS: Es el estado crónico de sobrealimentación en el que la ingesta
alimentaria supera las necesidades de energía, se considera a menudo que
no afecta por igual a ricos y pobres, pero en realidad, junto a la desnutrición,
ambos están cada vez más asociados a la pobreza. Este hecho se conoce
como la doble carga de la malnutrición.
3.2. CAUSAS:
Factores genéticos:
En diversos estudios se ha observado que menos del 10% de los hijos
de padres delgados son obesos, alrededor del 50% de los hijos con
un progenitor obeso son obesos, y más del 80% de los hijos cuyos
progenitores son obesos presentan obesidad.
Factores nutricionales:
La nutrición durante la infancia ha adquirido gran relevancia en los
últimos años, al demostrarse que un porcentaje significativo de niños
obesos evolucionan a adolescentes obesos y adultos obesos. Las
dietas ricas en grasas y en carbohidratos pueden favorecer la
obesidad.
3.3. CLASIFICACION:
Según el índice de masa corporal (IMC) o índice de Quetelet, y siempre que
el adolescente este próximo a su talla final se puede hablar de:
Sobrepeso: IMC entre 25 y 28 kg/m2
Obesidad Leve: IMC entre 28 y 30 kg/m2
Obesidad Moderada: IMC entre 30 y 35 kg/m2
Obesidad Severa o Morbida: IMC >35kg/m2
3.4. ETIOPATOGENIA:
La obesidad nutricional es un desorden multifactorial, en este interactúan
diversos factores, como los genéticos y los ambientales. Se puede afirmar
que, la obesidad es el resultado de un desequilibrio entre la ingesta y el gasto
energético, teniendo como resultado una progresiva acumulación de energía
no utilizada en forma de triglicéridos en los adipocitos.
Factores genéticos, factores ambientales, trastornos de la homeostasis
nutricional y hormonal y anomalías metabólicas en el propio adipocito
configuran el espectro que desarrolla la obesidad.
Factores Ambientales:
Los hábitos nutricionales y el estilo de vida contribuyen sin duda
al desarrollo de la obesidad. La ingesta de nutrientes con alto
contenido en grasa y de poco volumen (dulces, productos
precocinados, etc.) llegan a crear un hiperinsulinismo crónico con
el consiguiente aumento de apetito, creando una sobreingesta y
almacenamiento en el tejido adiposo. El sedentarismo conlleva a
la disminución del gasto energético favoreciendo a sí mismo la
obesidad. La inestabilidad emocional entra a tallar como otro
factor que se asociada al desarrollo de la obesidad ya que
conlleva una falta de autoestima lo que comporta: aislamiento,
sedentarismo e incremento de la ingesta. Todos estos factores
unidos perpetúan el desarrollo de la obesidad. Los cambios
ambientes, de cuidad, de horario, el número de horas en que el
niño pasa frente al televisor, la pubertad, son factores que
pueden contribuir al aumento de la obesidad.
ABLACTANCIA
DEFINICION: Periodo en que el niño comienza a recibir otros alimentos diferentes a la leche
materna hasta el momento en que forma parte de la mesa familiar.
CONSIDERACIONES:
La secreción láctea materna no supera los 700 a 800 mg. En 24 horas, pudiendo luego no
ser suficiente para su ritmo de crecimiento adecuado, y si no recibe alimentos
complementarios, el niño puede verse en la necesidad de recurrir a sus tejidos de reserva
para satisfacer sus necesidades.
El proceso de comer es una experiencia de aprendizaje y cada niño la desarrolla a su propia
velocidad de desarrollo. Usualmente, los niños mantienen la cabeza erguida a los 4 meses
y pueden empuñar la cuchara a los 6 meses.
A partir de los 6 meses, además de la leche materna debe empezar a comer comiditas
espesas y alimenticias en formas de papillas, purés, mazamorras; recién su estómago está
listo para recibirlos.
También porque el bebe a esta edad crece muy rápido y necesita mas cantidad de
alimentos.
Recuerda que nunca mas en su vida volverá a crecer tan rápido; por lo que debes
preocuparte de su alimentación.
Puedes darle de mamar entre una comida y otra o después de cada comida y por la noche
cada vez que pida.
Darle de comer con una cucharita, poco a poco para que pueda pasar. Si bota la comida no creas
que no le gusta; lo que sucede es que esta aprendiendo a comer y reconociendo los sabores.
A esta edad se necesita que tengas mucha paciencia, no le des de comer a la fuerza, ni lo grites o
asustes; la hora de comer debe ser tranquila y llena de cariño.
¿QUÉ ALIMENTOS DEBE COMER?
A tener en cuenta:
Factores Genéticos:
La búsqueda de genes relacionados con la obesidad nutricional
ha obtenido respuesta positiva en los últimos años. La deficiencia
congénita de leptina ha sido demostrada en unos pocos niños
con obesidad de comienzo precoz; también se conoce algún caso
de deficiencia congénita del receptor de la leptina.
El riesgo de obesidad de un niño es cuatro veces mayor si uno
de sus padres es obeso y ocho veces mayor si ambos lo son. En
40 a 80% de los casos de obesidad existe una base genética
heredada de una forma poligénica, la cual se expresa con más de
400 genes candidatos que tienen efecto en la preferencia de
alimentos, gasto energético, distribución de la grasa, patrón de
crecimiento, termogénesis de los alimentos y grado de actividad
física. También se han descrito casos de obesidad por mutaciones
genéticas puntuales correspondientes a 11 genes.
3.5. SIGNOS/SINTOMAS:
Los niños con posible diagnóstico de obesidad exhiben pocos signos o
síntomas aparte del exceso de tejido adiposo y su particular distribución. Sin
embargo, suele ser estos y no la obesidad en sí, el principal motivo de
preocupación.
Entre ellos se encuentran:
Cutáneos
Estrías, que a diferencia de las asociadas al hipercortisolismo, son
de color blanco-rosado y de ancho inferior a 1cm. Áreas de piel
oscura (acantosis nigricans), localizadas habitualmente en la
parte posterior del cuello, axilas e ingle. Esta lesión es un
marcador de insulinoresistencia, se suele presentar con relativa
frecuencia en los niños obesos (18%), sobre todo en los
adolescentes con grados intensos de obesidad.
Ortopédicos:
Pie plano, escoliosis, epifisiolisis femoral superior y más rara vez
enfermedad de Perthes, y enfermedad de Blount, se presentan
con mayor frecuencia en los niños obesos.
Cardiorrespiratorios:
Los niños obesos suelen tener con mayor frecuencia apneas
obstructivas durante el sueño y en los que son asmáticos, la
obesidad dificulta el control de la enfermedad. La hipertensión y
la hiperlipidemia son significativamente más frecuentes en estos
menores.
Neurológicos:
La obesidad se ha encontrado hasta en el 30% de los pacientes
con hipertensión cerebral idiopática (pseudotumor cerebril).
Digestivos:
El hígado graso (esteatohepatitis no alcohólica), una entidad
caracterizada por la elevación persistente de las transaminasas
no atribuible a causa infecciosa, toxica o hereditaria, es un
hallazgo relativamente frecuente entre los obesos, incluso en la
edad infantil.
La insulinoresistencia está implicada en su patogénesis y aunque
en un principio, se consideró una enfermedad de pronóstico
relativamente benigno, estudios posteriores han demostrado
que hasta un 50% de personas que la presentan, desarrollan
fibrosis hepática.
El 50% de las colecistitis ocurren en obesos.
Metabólicos:
Distintos grados de alteración de la homeostasis de la glucosa,
desde la insulinoresistencia, alteración de la tolerancia a la
glucosa, a diabetes tipo 2, se presentan con mayor frecuencia en
los niños y adolescentes obesos, especialmente en aquellos con
antecedentes familiares de diabetes 2. Una cuarta parte de los
niños obesos tienen una alteración de la tolerancia a la glucosa y
la diabetes, presentándose entre el 8 y 45% de los pacientes
pediátricos con obesidad.
Otros:
El pseudohipogenitalismo y la adipomastia y/o ginecomastia, son
otros de los síntomas frecuentes entre los obesos.
3.6. TRATAMIENTO:
El objetivo principal del tratamiento es disminuir el peso corporal y la masa
grasa, pero asegurando un crecimiento normal. El peso ideal debe
mantenerse a lo largo del tiempo y para ello es necesario modificar la
conducta alimenticia y la actividad física. Los cambios conductales no sólo
deben tener lugar en el niño, ya que para que tengan éxito deben afectar a
los diversos miembros de la familia.
2. Actividad física:
El aumento de la actividad física es un componente importante del
tratamiento. Se debe realizar actividad moderada al menos durante
30 minutos al día. Muchos niños disfrutan realizando deportes
organizados y en compañía de sus padres, hermanos y amigos.
2.2. Recomendaciones:
o Los niños y jóvenes de 5 a 17 años inviertan como
mínimo 60 minutos diarios en actividades físicas de
intensidad moderada a vigorosa.
o La actividad física por un tiempo superior a 60 minutos
diarios reportará un beneficio aún mayor para la salud.
o La actividad física diaria debería ser, en su mayor parte,
aeróbica. Convendría incorporar, como mínimo tres
veces por semana, actividades vigorosas que refuercen,
en particular, los músculos y huesos.
2.3. Tipos de ejercicios:
La actividad física en la infancia y en la adolescencia es
fundamental para el correcto desarrollo del niño, mejorando las
funciones cardiovasculares y contribuyendo a una adecuada
maduración del sistema músculo-esquelético y de sus
habilidades psicomotoras.
Una lonchera saludable es aquella que contiene alimentos que aportan los
nutrientes necesarios y que no suponen riesgos para la salud.
Contiene:
Alimentos energéticos:
Son aquellos que aportan una dosis extra de vitalidad cuando se
hace un esfuerzo físico grande o cuando el cuerpo se ha quedado
sin fuerzas para seguir adelante. Son de gran utilidad porque
estimulan la concentración, la capacidad mental y la energía
muscular, además de generarnos una rápida y necesaria sensación
de bienestar cuando más la necesitamos.
Ricos en carbohidratos, granos, tubérculos y cereales.
Alimentos formadores:
Los alimentos formadores son llamados también constructores, se
encargan de formar y reparar los músculos, sangre, dientes y huesos
de los niños. Los alimentos formadores contribuyen a la formación
del niño o niña desde que se encuentran en el vientre de su madre.
Sirven para adquirir conocimiento, habilidades y un buen desarrollo.
Son los que contribuyen a la construcción de tejidos y al crecimiento
del niño. Incluye a todos los alimentos de origen proteica.
Son carnes, lácteos, huevos y semillas secas.
Alimentos reguladores:
Los alimentos reguladores son los encargados de mantener el buen
funcionamiento del cuerpo, mejoran la visión y
mantienen saludable la piel, además previenen enfermedades. Esta
clase de alimentos se encuentran principalmente en las frutas, las
verduras y las hortalizas.
Líquidos:
La importancia del agua reside en que esta lleva los nutrientes a las
células, ayuda a la digestión formando secreciones estomacales,
elimina los residuos, mantiene los riñones sanos y aporta una
hidratación constante a la piel, ojos, boca y nariz, lubrica las
articulaciones, regula la temperatura corporal y el metabolismo.
Agua y otros como reflejos naturales bajos en azúcar.
INOCUIDAD:
Todos los alimentos deberán de ser manipulados con el mayor
cuidado para que éstos no se constituyan como agentes
contaminantes. Del mismo modo, es importante tener en cuenta los
envases a utilizar ya que los utilizados deberán ser los más
apropiados para no deteriorar el alimento durante el transcurso del
horario escolar.
PRACTICIDAD:
La preparación de los alimentos debe ser rápida y sencilla, a modo
de que podamos asegurarnos que son colocados en condiciones
óptimas en la lonchera. Por su parte, los envases deben ser
herméticos e higiénicos garantizando que sean fáciles de portar por
los niños.
VARIEDAD:
Uno de los métodos más efectivos para promover el consumo de
alimentos saludables y nutritivos es la creatividad y variedad en las
presentaciones enviadas, tanto en colores, como texturas y
combinaciones. Por ello, la lonchera debe ser planificada con tiempo
para tener todos los alimentos adecuados a nuestro alcance y lograr
enviar una lonchera saludable.
IDONEIDAD:
La lonchera debe ser pensada y elaborada según la edad del niño, su
grado de actividad y el tiempo que éste permanece fuera de casa, así
tenemos que:
Preescolares (2 a 5 años): La energía aportada por este
refrigerio será de aproximadamente 200 kcal. (Ej: medio pan
con queso, mango en trozos y refresco de maracuyá). *En
cuanto a las frutas lo ideal es que sean enviadas en trozos,
manteniendo su cáscara y con unas gotas de limón para
evitar que se oxiden y cambien a un color oscuro.
Primaria (6 – 11 años): La energía aportada por este
refrigerio será de aproximadamente 250 kcal. (Ej: un pan con
pollo, piña en trozos y emoliente). *En esta etapa los niños
empiezan a hacer deporte, por lo que es necesario que
consuman mucho líquido para evitar la deshidratación.
Evitar las bebidas azucaradas y artificiales
Secundaria (12 – 17 años): La energía aportada por este
refrigerio será de aproximadamente 300 kcal. (Ej: un pan con
palta, una mandarina, un plátano y refresco de manzana) *En
esta etapa los adolescentes están en un proceso continuo de
crecimiento por lo que es de suma importancia que no
omitan comidas importantes como el desayuno y el
almuerzo a parte de su refrigerio.
1. ALIMENTOS RECOMENDADOS:
Toda lonchera escolar debe contener un alimento de cada grupo
(energético, constructor y regulador); es muy importante saber combinar
cada uno de los alimentos para que la lonchera resulte atractiva y sea
consumida en su totalidad.
* Tener en cuenta el tamaño de la porción de cada alimento, según la
edad y nivel de actividad física del escolar.
2.4. Embutidos:
Como hotdog, salchichas, mortadelas, ya que contienen mucha
grasa y colorante artificial.
EJEMPLOS DE LONCHERAS SALUDABLES:
1. Yogur:
Medio vaso mediano de yogur descremado
2. Refresco de cebada:
Valor nutricional
Una cucharada de cebada
Proteínas 5.9 g.
Una cucharadita de azúcar rubia
Energía 200 Kcal
Gotas de limón
Hierro 0.9 mg.
3. Fruta:
Un plátano.
Valor nutricional
2. Limonada: Proteínas 6.1 g.
Un limón Energía 159 Kcal
Una cucharita de azúcar rubia Hierro 0,8 mg.
3. Fruta:
Una mandarina pequeña
2. Limonada:
Una cucharadita de azúcar rubia
Un limón
3. Fruta:
Una mandarina mediana
RECOMENDACIONES:
Aragones A., Blasco L., Cabrinety N., Bueno G. Obesidad. Sociedad Española
de Endocrinología Pediátrica.
Disponible online:
http://www.seep.es/privado/documentos/consenso/cap07.pdf