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Tratados Metódicos

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Objetivo

La explicación Bíblica es el tratado metódico y practico


con el cual el creyente podrá enseñar la verdad de Dios
mediante su guía más segura y entendida las sagradas
escrituras. Con los tratados 1,2 y 3, el creyente podrá
despejar todas sus dudas y tener claridad de lo que va
a enseñar a las almas que desea llevar por el camino
correcto de Dios, pues, hoy en día vemos a muchos
creyéndose ser maestros sin entender lo que realmente
están enseñando, el Señor Jesús le dijo a un maestro
de Israel: “Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú
MAESTRO de Israel, y no sabes esto? “Juan 3:10. Un
maestro o predicador que crea que lo sabe todo, sin
entender realmente lo que enseña, recibirá mayor
condenación: “Hermanos míos, no os hagáis Maestros
muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor
condenación.” Santiago 3:1. Esta condenación es para
los que no enseñan la sana doctrina, los que teniendo
comezón de oír, enseñan conforme a sus propias
concupiscencias, apartando de la verdad el oído, para
volverse a las fábulas. Introduciendo encubiertamente
herejías destructoras, como lo expresa el apóstol Pablo
y Pedro en (2 Timoteo y 2 Pedro 2:1). Por eso es
importante que usted lea este libro y enseñe la verdad
de Dios. El Rey David le dijo a Dios: “Enséñame a hacer
tu voluntad, porque tú eres mi Dios; Tu buen espíritu me
guíe a tierra de rectitud.” Salmos 143:10.
Las citas Bíblicas se han escrito textualmente para
facilitar el aprendizaje de cada doctrina, sin quitarle el
objetivo fundamental el cual es hacerlo sencillo y
comprensible para el creyente.
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Fredy J. Delgado M.

Acuérdense de quienes los han dirigido y les han


anunciado el mensaje de Dios; mediten en cómo han
terminado sus vidas, y sigan el ejemplo de su fe.
Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre. (Hebreos
13:7-8).

Dedicatoria

Primeramente a mi maestro y salvador Jesucristo, al


presidente de la Iglesia Pentecostal Unida de la
Argentina el Pastor Jorge Orueta por su apoyo y
confianza en este ministerio, pastor vicepresidente
Víctor Vega, su esposa e hijos quien con su
hospitalidad hicieron realidad el comienzo visionario de
DIOS en este hermoso país. Al IBA sus alumnos y su
director Pastor Adán Espinoza y familia, Pastor
Gustavo Pavón y familia. A todos los pastores que
componen la Iglesia Pentecostal Unida de Argentina
gracias por su apoyo incondicional.
A mi familia querida conformada por mi amada esposa
Gloria Vergara, mis hijas: Shelby, y Sharon Delgado.

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Contenido

Tratados Metódicos………………………………………. 07

¿Cómo Explicar La Naturaleza Humana Caída?..... 10

¿Cómo Explicar el Evangelio?................................ 17

¿Cómo Explicar la Señal de la Cruz?...................... 23

¿Cómo Explicar porque hacemos Todo en el Nombre


del Señor
Jesús?................................................................... 30

¿Cómo Explicar las Expresiones Maranatha y


Anatema?.............................................................. 41

¿Cómo Explicar el Agua que salió de Jesús?.......... 45

¿Cómo Explicar Por qué el Ladrón en la Cruz se Salvó


sin Bautizarse?..................................................... 52

¿Cómo Explicar la Blasfemia contra el Espíritu


Santo?.................................................................. 58

¿Cómo Explicar la Nueva Nacionalidad?................ 68

¿Cómo Explicar la Moda Cristiana?....................... 77

¿Cómo Explicar la Caña Cascada y Pabilo


Humeante?........................................................... 84

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¿Cómo Explicar Porqué no Celebramos la Semana


Santa?................................................................. 90

¿Cómo Explicar el "Anciano de Días"?.................. 95

¿Cómo Explicar el Yugo Desigual?....................... 107

¿Cómo Explicar Cuál es la Iglesia Verdadera?...... 116

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Tratados Metódicos

La realidad de cada creyente es que leen la Biblia de


muchas maneras, y no de una forma ordenada y
espiritual, recordemos que las escrituras fueron
inspiradas por Dios, y el busca adoradores que le
adoren en Espíritu y en verdad, es decir busca a
creyentes que entienda su sabiduría espiritual, la
biblia dice: “Por lo cual también nosotros, desde el día
que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de
pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad
en toda sabiduría e inteligencia espiritual” Colosenses
1:9. Cuando estudiamos la Biblia con el conocimiento
espiritual, se verá el fruto en el creyente y crecerá más
en el conocimiento de Dios: “para que andéis como es
digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en
toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de
Dios” Colosenses 1:9.

La manera más segura de estudiar la Biblia no es


teniendo muchos estudios seculares, aunque estos son
importantes, no pueden entender el espíritu de Dios,
un creyente pueda que no tenga muchos estudios, pero
si tiene el entendimiento espiritual podrá ser de gran
provecho para otros creyentes, pues conoce los
pensamientos de Dios espiritualmente y no
humanamente, como paso con Pedro y Juan: “Al ver la
confianza de Pedro y de Juan, y dándose cuenta de que
eran hombres sin letras y sin preparación, se
maravillaban, y reconocían que ellos habían estado con
Jesús.” Hechos 4:13.

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El conocimiento de Dios mediante su espíritu es el que


enriquece al creyente, es lo que hace que reconozcan
que eres un verdadero cristiano, la sabiduría humana
llevara al hombre a la vanagloria y a su exaltación, esto
es lo que realmente vemos en la iglesia, creyentes que
saben mucha escritura, pero que en realidad no saben
cómo explicar espiritualmente el pensamiento de Dios,
el apóstol Pablo dijo: “Así que, hermanos, cuando fui a
vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui
con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me
propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a
Jesucristo, y a éste crucificado. Y estuve entre vosotros
con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra
ni mi predicación fue con palabras persuasivas de
humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y
de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la
sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.” 1
Corintios 2:1-5.

El tratado metódico para con Dios debe ser Espiritual,


toda esta sabiduría es manifestada por el espíritu,
Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del
hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así
tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el
Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el
espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de
Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido,
lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas
por sabiduría humana, sino con las que enseña el
Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. Pero
el hombre natural no percibe las cosas que son del
Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las

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puede entender, porque se han de discernir


espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas
las cosas; pero él no es juzgado de nadie. Porque
¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le
instruirá? Más nosotros tenemos la mente de Cristo. 1
Corintios 2:6-16.

El modo más seguro para explicarla biblia es con la guía del


Espíritu de Dios y son muchos los creyentes que no tienen en
cuenta este discernimiento espiritual para la vida diaria.

Con este segundo tratado metódico busco que usted


tenga la capacidad de ver la verdad y de poder
explicarla Espiritualmente. Porque la verdad espiritual
es desconocida. El Señor Jesús, hablando a sus
discípulos acerca de los fariseos, les dijo: “…Porque a
vosotros os es dado saber los misterios del reino de los
cielos; mas a ellos no les es dado" Mateo 13:11.
Comprenda que Satanás ha "cegado el entendimiento
de los incrédulos" 2 Corintios 4:4, por lo tanto Dios debe
iluminar la mente humana que nos permita entender
la verdad. Es imposible obtener sabiduría sin Dios. Él
da el discernimiento o lo quita: “El lleva despojados a
los príncipes, Y trastorna a los poderosos. Priva del
habla a los que dicen verdad, Y quita a los ancianos el
consejo. El derrama menosprecio sobre los príncipes, Y
desata el cinto de los fuertes.” Job 12:19-21. El
discernimiento espiritual, en definitiva, tiene que ver
con la sabiduría y la habilidad para distinguir la
verdad del error. Comenzamos estos estudios para
explicar correctamente el pensamiento de Dios de un
modo metódico, veamos:

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¿Cómo Explicar La Naturaleza Humana Caída?

Cuando les hablo de la naturaleza caída del creyente


me refiero a la carne, esta es la naturaleza humana
caída. Aun cuando hemos nacido de nuevo, todavía
tenemos la posibilidad de pecar.

Cuando yo me bautice pregunte si en verdad ya el


pecado mas nunca me iba a dominar, pero la verdad es
que la naturaleza pecaminosa no se erradica por medio
del nuevo nacimiento, sino se nos facilita una nueva
naturaleza que lleva predominio sobre la naturaleza
pecaminosa si vivimos sometidos al Espíritu Santo. Es
decir cada integrante de la familia de Dios debe
comprender que ha nacido de nuevo ahora tiene dos
naturalezas que en ella o en él se hallan en oposición:

por ejemplo para el hombre su naturaleza carnal le


dice que es una deshonra dejarse crecer el cabello: “La
naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es
deshonroso dejarse crecer el cabello?” (1 Corintios
11:14).

Pero que cuando nació de nuevo y vive una vida


Espiritual en Dios se dará cuenta a que estaba
sometido en su carne, cuando era hijo de la
desobediencia sometido a la voluntad de su naturaleza
carnal haciéndose hijo de ira: “entre los cuales también
todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de
nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los
pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo
mismo que los demás.” (Efesios 2:3).

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El pecado carnal llevara a las personas o a su


naturaleza caída cambiar la voluntad de Dios en sus
vidas: “Por esto Dios los entregó a pasiones
vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso
natural por el que es contra naturaleza,” (Romanos
1:26).

Pero que una vez que nos sometimos a las promesas de


Dios, cuando creímos en ellas llegamos a tener control
de nuestra naturaleza caída, huyendo del pago de ella
que es la muerte eterna, sometiéndonos ahora a la
naturaleza divina: “por medio de las cuales nos ha dado
preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas
llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina,
habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a
causa de la concupiscencia” (2 Pedro 1:4).

Ahora estas dos naturalezas se pelean entre sí para


vencer a la otra: “Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no
satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la
carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la
carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo
que quisiereis” Gálatas 5:16-17.
Un hombre mundano no puede tener estas dos
naturaleza, para poder tenerlas debe haber nacido de
nuevo, refiriéndome al nuevo nacimiento mediante el
bautismo en el nombre de Jesucristo, cuando lo haga
en su vida pasara lo siguiente:

1. La mujer o el hombre nacido de nuevo tiene dos


mentes, la de Cristo y la mente carnal:

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“Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el


ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto los
designios de la carne son enemistad contra Dios; porque
no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden”
(Romanos 8:6-7).

“De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a


espirituales, sino como a carnales, como a niños en
Cristo. Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no
erais capaces, ni sois capaces todavía, porque aún sois
carnales; pues habiendo entre vosotros celos,
contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis
como hombres? Porque diciendo el uno: Yo ciertamente
soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois
carnales? ” (1 Corintios 3:1-4).

Ambos se hallan en enemistad, hay que ganarle a la


mente carnal por medio del sometimiento al Espíritu
Santo.

2. La mujer o el hombre nacido de nuevo tiene dos


hombres viviendo en él, el viejo hombre y el nuevo
hombre:

“sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado


juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea
destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.”
(Romanos 6:6).

“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del


viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos
engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente,
y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la
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justicia y santidad de la verdad.” (Efesios 4:22-24).

“Porque esta leve tribulación momentánea produce en


nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de
gloria” (2 Corintios 4:17).

3. Debemos despojar el viejo y vestirnos del nuevo:

“En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no


hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo
pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo”
(Colosenses 2:11).

“Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas:


ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de
vuestra boca. No mintáis los unos a los otros,
habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos,
y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del
que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno,
donde no hay griego ni judío, circuncisión ni
incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que
Cristo es el todo, y en todos. Vestíos, pues, como
escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable
misericordia, de benignidad, de humildad, de
mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros,
y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja
contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así
también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas
vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. ” (Colosenses
3:8-14).

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4. La mujer o el hombre nacido de nuevo tiene dos


modos de andar en él; el, de andar en el Espíritu o el
de andar en la carne:

“Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los


deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es
contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y
éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que
quisiereis.” (Gálatas 5:16-17).

“para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros,


que no andamos conforme a la carne, sino conforme al
Espíritu.” (Romanos 8:4).

5. Tenemos que mantener la naturaleza carnal


controlada por medio de crucificarla diariamente:

“Cada uno, hermanos, en el estado en que fue llamado,


así permanezca para con Dios. En cuanto a las vírgenes
no tengo mandamiento del Señor; mas doy mi parecer,
como quien ha alcanzado misericordia del Señor para
ser fiel. Tengo, pues, esto por bueno a causa de la
necesidad que apremia; que hará bien el hombre en
quedarse como está. ¿Estás ligado a mujer? No procures
soltarte. ¿Estás libre de mujer? No procures casarte. ” (1
Corintios 9:24-27).

“Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,


benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza;
contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo
han crucificado la carne con sus pasión” (Gálatas 5:22-
25).

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Crucificamos la carne por medio de la oración, el


ayuno, el estudio Bíblico, la asistencia a los cultos, la
comunión, el amar a los hermanos, el dar de nuestras
finanzas y el testificar a las almas.

Tenemos que morir a la carne y andar en el Espíritu,


por eso es importante no dejarnos de congregar: “no
dejando de congregarnos, como algunos tienen por
costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto
veis que aquel día se acerca” Hebreos 10:25.

Para dominar a la naturaleza caída tenemos que


congregarnos y vivir en el Espíritu, en comunión los
unos con los otros. Cuando nos ocupamos mas de las
cosas del mundo la naturaleza caída dominara a la
naturaleza Espiritual y producida en nosotros la
muerte, pero si por el Espíritu de Jesús dominas a la
naturaleza caída tendrás la VIDA Y LA PAZ, PUES NO
SERAS CONDENADO: “Ahora, pues, ninguna
condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los
que no andan conforme a la carne, sino conforme al
Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo
Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era
débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en
semejanza de carne de pecado y a causa del pecado,
condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la
ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme
a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque los que son
de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los
que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el
ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del

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Espíritu es vida y paz. Por cuanto los designios de la


carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a
la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según
la carne no pueden agradar a Dios. Mas vosotros no
vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el
Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene
el Espíritu de Cristo, no es de él. Pero si Cristo está en
vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del
pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia. Y si
el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús
mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo
Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por
su Espíritu que mora en vosotros. Así que, hermanos,
deudores somos, no a la carne, para que vivamos
conforme a la carne; porque si vivís conforme a la carne,
moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de
la carne, viviréis. Porque todos los que son guiados por
el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Pues no
habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra
vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de
adopción, por el cual clamamos: !!Abba, Padre! El
Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que
somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos;
herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que
padecemos juntamente con él, para que juntamente con
él seamos glorificados.” Romanos 8:1-17.

Ahora que sabes que tienes que dominar a una de tus


dos naturalezas en cual quieres vivir?

Dios te siga bendiciendo

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¿Cómo Explicar el Evangelio?

“y dijo: En verdad os digo que si no os convertís y os


hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.”
Mateo 18:3.

Cuando un niño cree de verdad este se lanza a los


brazos de su padre porque entiende que estará seguro
en sus brazos. El hará lo correcto y tendrá muchos
privilegios.

Ciertamente el que cree en el Evangelio de nuestro


Dios y salvador Jesús, tendrá también grandes
privilegios, pues, estamos obedeciendo a nuestro Padre
Celestial.

Hoy en día encontramos en este mundo a muchas


personas que se llaman asimismo creyentes de Jesús,
pero son solo creyentes vacios, el creyente vacio es el
que dice que cree, pero no hace la voluntad de Dios,
Jesús dijo: “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no
hacéis lo que yo digo?” Lucas 6:46. Es verdad lo que el
señor Jesús expresa en estas palabras, hay muchas
personas que le llaman señor pero no son obedientes a
su bautismo. Existen muchas iglesias esto es verdad,
pero no todas están obedeciendo el mandamiento de
nuestro Dios y salvador Jesús, el dijo: “… que se
predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón
de pecados en todas las naciones, comenzando desde
Jerusalén. Lucas 24:47. Esto demuestra que una
iglesia o asistir a una iglesia no salva a nadie, solo se
es salvo cuando se hace la voluntad de Dios. De allí

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que el señor advierte: “No todo el que me dice: Señor,


Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace
la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos
me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos
en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios,
y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les
declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores
de maldad.” Mateo 7:21-23.

Creer de verdad el evangelio significa hacer la voluntad


de Dios el Padre, como está escrita en las sagradas
escrituras, todo creyente debe ser bautizado en el
nombre de Jesús, este es el único bautismo para
SALVACION.

“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio


a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será
salvo; mas el que no creyere, será condenado.” Marcos
16:15-16.

“Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de


vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los
pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.” Hechos
2:38.

“Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el


evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se
bautizaban hombres y mujeres.”… “porque aún no
había descendido sobre ninguno de ellos, sino que
solamente habían sido bautizados en el nombre de
Jesús.” Hechos 8:12 y 14.

“Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús.”


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Hechos 10:48.

“Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre


del Señor Jesús.” Hechos 19:5.

Si usted dice creer en el señor Jesús, usted debe ser


bautizado correctamente para ser verdaderamente
lavado de todas sus inmundicias, llamadas PECADO:
“Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y
bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.”
Hechos 22:16.

Esta es la única forma para adquirir los grandes


privilegiad de Dios que son:

Hijos de Dios… “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre,


para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el
mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.
Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha
manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que
cuando él se manifieste, seremos semejantes a él,
porque le veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene
esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él
es puro.” 1 Juan 3:1-3.

Justos… “Así que, como por la transgresión de uno vino


la condenación a todos los hombres, de la misma
manera por la justicia de uno vino a todos los hombres
la justificación de vida. Porque así como por la
desobediencia de un hombre los muchos fueron
constituidos pecadores, así también por la obediencia de
uno, los muchos serán constituidos justos.” Romanos

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5:18-19.

Justificados… “sabiendo que el hombre no es justificado


por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo,
nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser
justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la
ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será
justificado.” Gálatas 2:16.

Vida Eterna… “Y esta es la voluntad del que me ha


enviado: Que todo aquél que ve al Hijo, y cree en él,
tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.”
Juan 6:40.

Coherederos… “Porque todos los que son guiados por el


Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Pues no habéis
recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en
temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción,
por el cual clamamos: !!Abba, Padre! El Espíritu mismo
da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de
Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y
coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente
con él, para que juntamente con él seamos glorificados.”
Romanos 8:14-17.

Nueva creación… “De modo que si alguno está en


Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he
aquí todas son hechas nuevas.” 2 Corintios 5:17.

Nueva vida… “¿O no sabéis que todos los que hemos


sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados
en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con
él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo
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resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así


también nosotros andemos en vida nueva.” Romanos
6:3-4.

Nuevo vestido de poder… “porque todos los que habéis


sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.”
Gálatas 3:27.

Nombre inscrito en el libro de la vida, para no ser


lanzado al lago de fuego… “Y el que no se halló inscrito
en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.”
Apocalipsis 20:15.

Todos estos privilegios se hacen posibles en su vida


solo si de verdad usted a creído en la obra de nuestro
señor Jesucristo demostrado en la obediencia del
Evangelio: “El que creyere y fuere bautizado, será
salvo…” Marcos 16:16.

Pero si usted decide no creer estas palabras Bíblicas,


Dios no te está condenado por ello. Usted mismo se
está condenando, pues usted ha tomado su elección.

Los que rechazan “la obra de Jesús” (el Evangelio),


sufrirán la segunda muerte:

“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio


a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será
salvo; mas el que no creyere, será condenado.” Marcos
16:15-16.

“Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante

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Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto,


el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los
muertos por las cosas que estaban escritas en los libros,
según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había
en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que
había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus
obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago
de fuego. Esta es la muerte segunda.” Apocalipsis
20:12-14.

“en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los


secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.”
Romanos 2:16.

Para concluir Dios demuestra que la salvación es para


todo el mundo, pero ella solo se hace efectiva en
aquellos que son obedientes a su palabra, en los que
creen en el EVANGELIO.

Que esperas para ser obediente como un niño a su


padre, sea obediente a la palabra de Dios, tus secretos
pecaminosos van hacer revelados, tu puedes lavar
todos tus pecados, que te detiene, no sigas en el
camino de la perdición se obediente al evangelio, Dios
quiere darte una gran mansión en el cielo, el te dice:
“Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y
bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.”
Hechos 22:16.

Dios les bendiga

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¿Cómo Explicar la Señal de la Cruz?

La señal de la cruz es un gesto ritual, utilizado por


diversos grupos del cristianismo (iglesias ortodoxas
orientales, catolicismo, anglicanismo, luteranismo y en
ciertos rituales en el metodismo, presbiterianismo y en
las iglesias reformadas). También se usa en diversas
expresiones de sincretismo religioso, influenciadas por
el cristianismo. En este ámbito a veces se le atribuye
connotaciones mágicas. Las denominaciones cristianas
formales le asignan al gesto diversos propósitos:
- Inicio y cierre de sus oraciones y actos religiosos.
- Fórmula de invocación de la divinidad.
- Saludo ante lugares, objetos e imágenes (en el caso
de las denominaciones cristianas que las usan) que
son consideradas venerables o santas.
- Señal de bendición sobre personas o cosas.
- Para conjurar de la hipotética presencia del mal en
una situación, idea o lugar, así como en la realización
de exorcismos, con el supuesto fin de expulsar
demonios que, según la creencia, se introducirían en
algunas personas (en el caso de las iglesias que
realizan dicha práctica).

La señal de la Cruz se ha convertido en el mejor


símbolo de victoria y esperanza, como dijo alguien, es
en nuestro más seguro signo de salvación y de gloria.
Le damos más homenaje, gloria y alabanza a la CRUZ,
antes que a JESÚS, quien fue en que realmente nos
dio la salvación.

La señal de la cruz fue enseñada por la Iglesia Católica

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a sus feligreses, ya que este era y es el símbolo de


guerra del pueblo romano. En muchas de sus batallas
siempre llevaban la cruz en un estandarte como
símbolo de victoria.

En los hogares se usa la señal de la cruz para


bendecir, los hijos piden la bendición de la señal de la
cruz a sus padres, siguiendo las tradiciones de la
iglesia católica romana, el sacerdote realiza la señal de
la cruz a sus feligreses, ellos tienen la cruz en sus
templos, y algunos arriba de las cabeceras de las
camas, otros la llevan colgada en el pecho o en una
foto, etc. Creen que con solo tener la cruz van a ser
bendecidos y librado de los demonios o vampiros.

Se cree que la señal de la cruz es una bendición y


muchas personas piensan que están recibiendo las
bendiciones de Dios. Se puedo pensar que todo esto lo
hacen por falta de conocimiento, el apóstol Pablo dijo:
“Todas estas cosas las hacía por ignorancia, y la
incredulidad, (1 Timoteo 1:13).

La verdad es que hacemos estas cosas por ignorancia y


otras veces por desobediencia, Dios dio mandamientos
específicos a su pueblo, el dijo: “No te harás imagen, ni
ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni
abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No
te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy
Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de
los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta
generación de los que me aborrecen, y hago misericordia
a millares, a los que me aman y guardan mis
mandamientos.” (Éxodo 20:4-6).
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Parece ser que este mandamiento se les olvido a los


creyentes, son muchas las iglesias que tienen la Cruz
en sus templos, teniendo a nuestro señor Jesús
todavía en maldición colgado en el madero. Entienda
que nuestro señor Jesús, YA NO ESTA EN LA CRUZ.

Hermanos y amigos la cruz tiene un gran significado


para los verdaderos cristianos. La cruz o madero era
un tipo de MALDICIÓN, esto se debe entender a la luz
de la palabra de Dios que dice: “Si alguno hubiere
cometido algún crimen digno de muerte, y lo hiciereis
morir, y lo colgareis en un madero, no dejaréis que su
cuerpo pase la noche sobre el madero; sin falta lo
enterrarás el mismo día, porque maldito por Dios es el
colgado; y no contaminarás tu tierra que Jehová tu Dios
te da por heredad.” (Deuteronomio 21:22-23).

Esta palabra se cumplió en Jesús, él fue quien se hizo


MALDITO por causa tuya y mía, solo por ser colgado
en un madero de maldición: “Cristo nos redimió de la
maldición de la ley, hecho por nosotros maldición
(porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en
un madero)” (Gálatas 3:13).

Además en ninguna parte de las escrituras enseña que


la señal de la cruz es para bendecir a los creyentes,
con esta señal no se bendice a nadie, más bien se
maldice, pues este es su significado simbólico.

Si usted quiere bendecir a sus hijos, amigos y


familiares, hágalo invocando el nombre de Jesús, NO
USE LA SEÑAL DE LA CRUZ, NO LO HAGA EN LOS

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TÍTULOS PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO, recuerde


que estos títulos son roles u oficio de uno que se llama
Jesús, nuestro sumo sacerdote, nuestro Dios. La
escritura dice que todo lo que hagamos sea de palabra
o de hecho lo hagamos siempre en el nombre de Jesús,
Colosenses 3:17.

Estés es el nombre que bendice, este es el nombre que


salva, NO HAY OTRO NOMBRE, bajo el cielo que pueda
darnos la salvación, Hechos 4:12.

Nuestros ojos, nuestra mirada no debe estar puesta en


el madero llamado CRUZ en el señal de la cruz,
nuestros ojos deben estar puesto es en Jesús, él, es el
autor de nuestra salvación, no es la cruz, el autor y
consumador de la fe, es nuestro señor JESUCRISTO.
Él fue quien sufrió, él fue el que se sentó en su trono
de gloria: “puestos los ojos en Jesús, el autor y
consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante
de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se
sentó a la diestra del trono de Dios.” (Hebreos 12:2).

Es importante que no te dejes engañar, el consejo del


apóstol Pablo es: “Nadie os engañe en ninguna manera;
porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se
manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición” (2
Tesalonicenses 2:3-4).

La verdad es que el único que merece nuestra


adoración NO es la CRUZ, el único que debe ser
adorado es el señor Jesucristo y debe ser adorado en
Espíritu y en verdad.

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Dios es espíritu, y los que le adoran, deben adorarle en


espíritu y en verdad: “Dios es Espíritu, y los que le
adoran, deben adorarle en espíritu y en verdad.” (Juan
4:23-24).

En una ocasión un sacerdote católico dijo: Esta cruz


ilumina toda nuestra vida. Nos da esperanza. Nos
enseña el camino de cada día. Nos asegura la victoria
de Cristo, a través de la renuncia a sí mismo, y nos
compromete a seguir el mismo estilo de vida para llegar
a la nueva existencia del Resucitado. Estas palabras
suenan muy bellas, pero la realidad es que el que
ilumina mi vida es Jesús, mi esperanza es Jesús, el
verdadero camino es Jesús, NO UNA CRUZ, el es
nuestra luz, el es la verdad, lea estos textos:

“Jesús les habló otra vez, diciendo: Yo soy la LUZ del


mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que
tendrá la LUZ de la vida.” (Juan 8:12).

“Jesús le dijo: Yo soy el CAMINO, y la VERDAD, y la


vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” (Juan 14:6).

“En El estaba la vida, y la vida era la luz de los


hombres.…” (Juan 1:4,9).

“Mientras estoy en el mundo, yo soy la luz del mundo.”


(Juan 9:5).

“LUZ DE REVELACION A LOS GENTILES, y gloria de tu


pueblo Israel.” (Lucas 2:32).

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La maldición está en la CRUZ, donde mi señor se hizo


maldito cuando fue colgado en ella.

La Luz y la VIDA, no está en la Cruz, está en mi señor


Jesús. El que enciende nuestra luz no es la cruz, el
que enciende nuestra luz es Dios, para que no andes
en tinieblas: “Tú enciendes mi lámpara, oh SEÑOR; mi
Dios que alumbra mis tinieblas.” (Salmos 18:28).

Ahora he visto hermanos que me han preguntado:


“¿Qué quiso decir Jesús cuando dijo:” Toma tu cruz y
sígueme “(Mateo 16:24, Marcos 08:34 y Lucas 9:23)?”

“TOMA TU CRUZ Y SÍGUEME” significa estar dispuesto


a morir para seguir a Jesús. Esto se llama “morir a sí
mismo.” Es un llamado a la entrega absoluta. Cada vez
que Jesús mandó a llevar la cruz, Él dijo: “Porque el
que quiera salvar su vida, la perderá, pero él; que
pierda su vida por mí, la salvará. ¿De qué le sirve al
hombre ganar el mundo entero, y sin embargo pierde o
se destruye a sí mismo? “(Lucas 9:24-25).

A pesar de que el llamado es duro, la recompensa es


inigualable. Dios dijo: “No temas lo que estás por sufrir.
He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la
cárcel para que seáis probados, y tendréis tribulación
por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la
corona de la vida.” (Apocalipsis 2:10).

Si usted quiere gloriarse y ser bendecido, no se gloríen


en la cruz exhibiéndola en la iglesia, en la casa, en una
cadena en el pecho o en un tatuaje en la piel, más bien
gloríese en el señor Jesús, bendiga en el nombre de
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JESÚS, haga todo en el nombre de JESÚS, para que,


como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.”
(1 Corintios 1:31).

No siga usando el símbolo de maldición llama CRUZ,


no siga usando la señal de la cruz, no siga teniendo la
maldición que llevo un día nuestro señor, el oprobio y
vergüenza como símbolo de maldición en su vida.

Recuerde que nuestra mirada debe estar puesta en


Jesús, el autor y consumador de nuestra fe, la
escritura NUNCA enseña que nuestra fe debe estar
puesta en el madero o EN LA SEÑAL DE LA CRUZ.

Dios les bendiga

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¿Cómo Explicar Porque Hacemos Todo en el


Nombre del Señor Jesús?

“Juan le dijo: Maestro, vimos a uno echando fuera


demonios en TU NOMBRE, y tratamos de impedírselo,
porque no nos seguía.” Marcos 9:38.

Esta fue una gran sorpresa para los discípulos del


señor, ellos se alegraron cuando vieron a este hombre
echando fuera demonios en el nombre de Jesús, y le
hicieron la propuesta de que se uniera a ellos, lo que
no imaginaron fue la respuesta de este hombre: NO,
quizás fue su actitud, yo quiero seguir haciendo solo,
yo quiero formar otro grupo que predique el nombre de
Jesús. Ellos al ver que no les quería seguir y trataron
de impedírselo. Me imagino que fueron a poner esta
queja al Señor Jesús, para que él le reprendiera o le
impidiera hablar en su nombre, la respuesta del señor
fue especifica, el dijo: “No se lo prohibáis, porque nadie
que haga milagros en mi nombre podrá después hablar
mal de mí.40 Porque el que no es contra nosotros, por
nosotros es.” Marcos 9:39.40.

Lo cierto es que el señor Jesús estaba en lo correcto,


este hombre no está inventando otra fórmula, el estaba
hablando en el nombre de Jesús, él, esta predicando
en el nombre del verdadero Dios, cuando se predica en
que Jesús es Dios, los demonios tiembla, pues ellos
creen que Dios es uno: “Tú crees que Dios es uno.
Haces bien; también los demonios creen, y tiemblan”
Santiago 2:19.

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La enseñanza de Jesús para sus discípulos era que no


podían condenar a una persona solo por no pertenecer
a nuestro grupo o equis denominación. Si este grupo
se sujeta a la formula de salvación dada por Dios en su
manifestación en la carne, nosotros debemos entender
que están luchando tal cual como nosotros, pues ellos
son con nosotros, están en el mismo bando del nombre
de Jesús, están en el mismo proyecto de salvación del
camino, la verdad y la vida eterna.

Las personas que dicen ser cristianas y no reconocen


el nombre de Jesús como el nombre del único Dios
altísimo, no podrán recibir de las bendiciones de Dios.
Ellos serán despreciados y desconocidos por Dios,
(Mateo 7:21-23).

Una de las principales razones es porque si no pides o


haces todo en el nombre de JESÚS, no recibirás nada
de lo que pidas en tus Oraciones a Dios:

“Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid,


y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.” (Juan
16:24).

“Pedís, y no recibís, porque pedís mal…” (Santiago 4:3).

“Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.” (Juan


14:14).

En el transcurrir de la vida cristiana son muchas las


personas que quisieron impedir que pronunciáramos el
nombre de Jesús, pero hasta la fecha no han podido

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borrar el nombre de Dios de nuestras mentes,


seguimos cumpliendo el mandamiento de nuestro Dios
cuando ordeno que se predicara en su nombre el
arrepentimiento y el perdón de pecados, (Lucas 24:47).

La palabra CLAVE, es en TU NOMBRE, el nombre


Propio es Jesús. Este hombre del cual estamos
hablando nunca dijo:
.En el nombre de los títulos Padre, hijo y Espíritu
Santo.
. En el nombre de Jehová.
. En el nombre de Adonay.
. En el nombre de Elohim
. En el nombre del Hijo.
. En el nombre del que predica Pablo.
La verdad es que solo en su nombre obtenemos todo lo
que un cristiano puede desear y anhelar, en el nombre
de Jesús obtenemos grandes promesas y bendiciones:

1. La vida se obtiene creyendo en su Nombre: “Pero


éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el
Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis
vida en su nombre.” (Juan 20:31).

2. En el nombre de Jesús somos salvos:


“Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será
salvo.” (Hechos 2:21).

“Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro


nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que
podamos ser salvos.” (Hechos 4:12).

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3. En el nombre de Jesús hay vida eterna:


“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida;
nadie viene al Padre, sino por mí.” (Juan 14:6).

“Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es


el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis
vida en su nombre.” (Juan 20:31).

“y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de


eterna salvación para todos los que le obedecen”
(Hebreos 5:9).

4. Somos llenos del Espíritu por el nombre de Jesús:


“Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre
enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y
os recordará todo lo que yo os he dicho.” (Juan 14:26)

“Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre


echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas”
(Marcos 16:17).

5. El Nombre de Jesús tiene poder para perdonar


pecados: “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada
uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón
de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.”
(Hechos 2:38).

“De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los
que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su
nombre” (Hechos 10:43).

“Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y

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bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.”


(Hechos 22:16).

“Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados


os han sido perdonados por su nombre.” (1 de Juan
2:12).

“y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el


perdón de pecados en todas las naciones, comenzando
desde Jerusalén” (Lucas 24:47).

6. Los demonios se sujetan en el nombre de Jesús:


“Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los
demonios se nos sujetan en tu nombre.” (Lucas 10:17).

7. El poder del nombre de Jesús lo usamos para echar


fuera los demonios de las personas que están haciendo
afligidas y poseídas por ellos: “Juan le respondió
diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre
echaba fuera demonios, pero él no nos sigue; y se lo
prohibimos, porque no nos seguía.” (Marcos 9:38).

“y sucede que un espíritu se apodera de él, y de repente


da gritos, y el espíritu le hace caer con convulsiones,
echando espumarajos; y magullándole, a duras penas
se aparta de él.” (Lucas 9:39).

“Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no


profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos
fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos
milagros?” (Mateo 7:22).

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8. Usamos el poder del Nombre de Jesús para ser


sanados de diversos espíritus: “Y esto lo hacía por
muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió
y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo,
que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora.”
(Hechos 16:18).

“¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los


ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con
aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará
al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido
pecados, le serán perdonados” (Santiago 5:14-15).

9. En el Nombre de Jesús los cojos andan: “Mas Pedro


dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el
nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda Y
tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento
se le afirmaron los pies y tobillos; y saltando, se puso en
pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y
saltando, y alabando a Dios. Y todo el pueblo le vio
andar y alabar a Dios” (Hechos 3:6-9).

10. En el Nombre de Jesús se doblará toda rodilla:


“para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla
de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de
la tierra” (Filipenses 2:10).

“Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí


se doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará a Dios.”
(Romanos 14:11).

11. En el Nombre de Jesús se hacen prodigios y

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señales: “mientras extiendes tu mano para que se


hagan sanidades y señales y prodigios mediante el
nombre de tu santo Hijo Jesús.” (Hechos 4:30).

“Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre


echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas”
(Marcos 16:17).

“Mientras estaba en Jerusalén, durante la fiesta de la


Pascua, muchos creyeron en su nombre al ver las
señales que hacía.” (Juan 2:23).

12. Cuando un cristiano pronuncia el Nombre de


Jesús, su presencia se hace notoria: “Oyó el rey
Herodes la fama de Jesús, porque su nombre se había
hecho notorio; y dijo: Juan el Bautista ha resucitado de
los muertos, y por eso actúan en él estos poderes.”
(Marcos 6:14).

13. En el nombre de Jesús se hicieron todos los


bautismos: “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese
cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para
perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu
Santo.” (Hechos 2:38).

“Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el


evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se
bautizaban hombres y mujeres.” (Hechos 8:12).

“Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús.


Entonces le rogaron que se quedase por algunos días.”
(Hechos 10:48).

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“Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre


ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y
profetizaban.” (Hechos 19:6).

14. En el poder del nombre de Jesús somos revestidos:


“porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo,
de Cristo estáis revestidos.” (Gálatas 3:27).

15. El apóstol Pablo fue el encargado de traer y dar a


conocer por el evangelio el poder del nombre de Jesús
a los gentiles: “El Señor le dijo: Ve, porque instrumento
escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia
de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel;
porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer
por mi nombre.” (Hechos 9:15-16).

“Entonces verán todos los pueblos de la tierra que sobre


ti es invocado el nombre del SEÑOR; y te temerán.”
(Deuteronomio 28:10).

“Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día


Jehová será uno, y uno su nombre.” (Zacarías 14:9).

El enemigo ataca con frialdad a los que pronunciamos


en nombre de Jesús, el sabe el poder que tiene este
nombre para dominarlo y detenerlo, esta es una de las
causas por las cuales impide que usted invoque el
poder del nombre del Jesús.
Muchos hermanos son aborrecidos desde la
antigüedad por invocar este nombre, no se preocupe si
usted está siendo perseguido por depender del nombre
de Jesús, recuerde que nuestros hermanos en otro

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tiempo también sufrieron los mismos padecimientos


por causa del nombre:

1. Por el Nombre de Jesús fueron llevados ante el


Concilio: “Pero levantándose el sumo sacerdote, y todos
los que estaban con él (es decir, la secta de los
saduceos), se llenaron de celo, y echaron mano a los
apóstoles y los pusieron en una cárcel pública.” (Hechos
5:17-18).

“diciendo: ¿No os mandamos estrictamente que no


enseñaseis en ese nombre? Y ahora habéis llenado a
Jerusalén de vuestra doctrina, y queréis echar sobre
nosotros la sangre de ese hombre. Respondiendo Pedro
y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios
antes que a los hombres….” (Hechos 5:28,40).

2. Se les prohibió hablar en ese Nombre de Jesús:


“Mas a fin de que no se divulgue más entre el pueblo,
amenacémoslos para que no hablen más a hombre
alguno en este nombre. Cuando los llamaron, les
ordenaron no hablar ni enseñar en el nombre de Jesús.”
(Hechos 4:17-18).

“diciendo: ¿No os mandamos estrictamente que no


enseñaseis en ese nombre? Y ahora habéis llenado a
Jerusalén de vuestra doctrina, y queréis echar sobre
nosotros la sangre de ese hombre. Respondiendo Pedro
y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios
antes que a los hombres” (Hechos 5:29).

3. Pero no dejaron de predicar y enseñar en el Nombre


de Jesús: “Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles:
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Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros


antes que a Dios; porque no podemos dejar de decir lo
que hemos visto y oído.” (Hechos 4:19-20).

“Y todos los días, en el templo y por las casas, no


cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo.” (Hechos
5:42).

Para concluir querido amigo y hermano todo lo que


pidamos o queramos hacer debe ser en el nombre de
Jesús y él lo hará:

“Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.” (Juan


14:14).

“En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de


cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi
nombre, os lo dará.” (Juan 16:23).

“Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho,


hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando
gracias a Dios Padre por medio de él.” (Colosenses
3:17).

Dios en su manifestación en el hijo, nos ha


manifestado su nombre, esta es la razón principal del
por qué hacemos todo en el nombre de Jesús.

Nunca podremos depender de otro nombre por la


sencilla razón de que el único nombre dado para poder
salvarnos de cualquier peligro, aflicción, tribulación o
circunstancia de socorro, debe ser en el poder del

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nombre de Jesús: “Y en ningún otro hay salvación;


porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los
hombres, en que podamos ser salvos.” (Hechos 4:12).

No sé porque aquellos que dicen ser cristianos invocan


otros nombres en los momentos de necesidad, son
muchos los nombres que tienen en sus iglesias, esto
no debe ser así. Un cristiano no debe cambiar el
fundamento que esta puesto: “Porque nadie puede
poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es
Jesucristo.” (1 Corintios 3:11). Jesús es nuestra
fortaleza: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”
(Filipenses 4:13).

Este hombre del que Juan hablo a Jesús cuando le


dijo: “Maestro, vimos a uno echando fuera demonios en
tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no nos
seguía.” Marcos 9:38. El estaba en lo correcto, el estaba
haciendo uso del poder del nombre de Jesús.

Espero que hayas entendido porque debemos hacer


todo en el nombre de Jesús, Para que, como dijo Jesús
tú eres uno de nosotros.

Dios les siga bendiciendo

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¿Cómo Explicar las Expresiones Maranatha y


Anatema?

Estas son dos expresiones completamente opuestas,


que requieren de un estudio bíblico, para un mayor
entendimiento.
Después que Jesús dio instrucciones a sus apóstoles,
él ascendió al cielo. Mientras los apóstoles miraban
hacia el cielo, dos ángeles se pararon junto a ellos y les
dijeron: “…Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al
cielo? Este mismo Jesús, que ha sido llevado de entre
vosotros arriba al cielo, así vendrá como le habéis visto
ir al cielo” (Hechos 1:1). Desde ese día hasta el
presente, los seguidores de Jesucristo esperan con
ansiedad la Segunda Venida. Muchos cristianos lo
esperamos y decimos MARANATHA.

Maranatha (‫תא מרנא‬: µαρανα θα, maranâ thâ; o ‫אתא מרן‬:


µαραν αθα, maran athâ) corresponde a la transcripción
griega de una expresión de origen arameo, compuesta
por dos términos, que significa 'El Señor viene'. Si
usted pronuncia esta expresión “MARANATHA” solo
esta confirmando con anhelo la venida de nuestro
señor Jesús: “Oh, Señor, ven”, o “Señor nuestro, ven”,
o simplemente “El Señor viene”. Quizás es un saludo,
como “la paz sea en esta casa.”

Juan el apóstol amado hace esta pronunciación en sus


últimos escritos, expresando una realidad de la
segunda venida del señor Jesús: “El que da testimonio
de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén;
sí, ven, Señor Jesús.” Apocalipsis 22:20, esta es una de

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las últimas petición de la Iglesia del nombre. El


fundamento de esta esperanza es su promesa “así
vendrá.” Es algo deseable. Hay muchas razones para
desearla: verlo; establecer su gobierno; dar galardón a
los fieles; y muchas más. Su venida es algo inminente.
“Vendrá…no tardara.”

Esta expresión MARANATHA es también un


llamamiento a la actividad y la vigilancia. Las sagradas
escrituras expresan estas enseñanzas de vigilancia
cristiana mediante la parábola de los talentos y la de
las diez vírgenes. Hay que estar alerta, porque el día de
la segunda venida de Jesús se aproxima, Dios sigue
advirtiendo a los que no aman al señor, los separados
o ANATEMAS, advertencia para los creyentes que se les
volvió costumbre no congregarse:

“El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema. El


Señor viene” (1 Corintios 16:22).

“no dejando de congregarnos, como algunos tienen por


costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto
veis que aquel día se acerca.” (Hebreo 10:25).

La muerte es inminente para cada uno de nosotros y es


indispensable estar preparados. MARANATHA “El
Señor viene”. Prepárate hoy. Provéete de aceite para tu
lámpara. “El Señor viene” Alégrate, cristiano; pronto
tendrán fin tus pruebas.

Para los que no aman al señor Jesús o a los


ANATEMAS, la advertencia es ¡Arrepiéntete pecador!

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ANATEMAS: es una palabra griega: anáthema,


literalmente "algo puesto [establecido]"; luego, "algo
puesto aparte" como una ofrenda votiva a un templo,
"algo maldito"). Este vocablo hebreo proviene del verbo
heb. jâram, "dedicar a la destrucción". La idea básica
de esta palabra es que algo (o alguien) ha sido puesto
bajo una prohibición; prohibición que lo destina a la
destrucción o lo aparta de la sociedad, en este caso del
reino de los cielos.

En el Nuevo Testamento el término se usa esta frase en


los siguientes textos Bíblicos:

“Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de


Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis
parientes según la carne” Romanos. 9:3.

“Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el


Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede
llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.” 1
Corintios. 12:3.

“El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema. El


Señor viene” 1 Corintios. 16:22.

“Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare


otro evangelio diferente del que os hemos anunciado,
sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora
lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del
que habéis recibido, sea anatema.” Gálatas. 1:8-9.

Con el sentido de pronunciar una maldición sobre otro,

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YÜxwç WxÄztwÉ
gÜtàtwÉá `xà™w|vÉá E

o ponerse uno mismo bajo maldición. En 1 Corintios.


16:22 tiene el sentido especial de pronunciar maldición
sobre quien deliberadamente desprecia el amor de
Cristo.

Los cristiano que tienen su conciencia limpia lanzan la


expresión con seguridad “MARANATHA” “Oh, Señor,
ven”, indica que está preparado.
Los ANATEMAS o los que no aman la venida del señor
Jesús, están con la oportunidad de arrepentirse porque
el señor no se tarda en cumplir su promesa, según
algunos entienden la tardanza, sino que es paciente
para con vosotros, no queriendo que nadie perezca,
sino que todos vengan al arrepentimiento. 2 Pedro 3:9.
PORQUE DENTRO DE MUY POCO TIEMPO, EL QUE
HA DE VENIR VENDRA Y NO TARDARA. Hebreos
10:37. Y Mateo 24:30 declara, “Entonces aparecerá la
señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces
lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo
del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con
poder y gran gloria.”

Pablo le describe a Tito la Segunda Venida como una


“manifestación gloriosa.”Tito 2:13.

Digamos todos MARANATHA.

Dios te bendiga.

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¿Cómo Explicar el Agua que Salió de Jesús?

El Agua y la sangre salieron de Jesús, para darnos


vida, y la sangre para redimirnos. Uno de los soldados
—escribe— “con la lanza le traspasó el costado y al
punto salió sangre y agua" (Juan 19:34). Mucho se
habla de la sangre de Jesús. Pero muchas veces no
tenemos en cuenta el AGUA QUE SALIO DE JESÚS.

El agua del mundo se puede presentar en estado


sólido, líquido o gaseoso, siendo una de las pocas
sustancias que pueden encontrarse en todos ellos de
forma natural.

El agua adopta formas muy distintas sobre la tierra:


como vapor de agua, conformando parte de la
atmosfera; como agua marina, eventualmente en forma
de icebergs en los océanos; en glaciares y ríos en las
montañas, y en los acuíferos subterráneos su forma
líquida. Pero para el creyente en Jesús tiene una clase
de agua Espiritual que le fortalece, por ejemplo el agua
según su estado físico puede ser:
- Hielo (estado sólido).
- Agua (estado líquido).
- Vapor (estado gaseoso).
Esta son conocidas por el mundo, hay una clase de
agua que está en un estado Espiritual que muchos
todavía no conocen.
Esta agua es muy importante para la vida espiritual de
los creyentes, sin ella es imposible saciar el alma, es
imposible estar bien, porque de ella mana la vida.

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Esta agua proviene de Dios, esta agua es la que Jesús


está ofreciendo a los sedientos.

Esta agua que alimenta al alma sedienta proviene de


Cristo, esta agua es agua viva. El agua es para los
sedientos, los que tienen sed de Dios, la iglesia es un
redil de los salvos, los que están sedientos llegan a la
iglesia para ser saciados, el salmista dijo: “En lugares
de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas
de reposo me pastoreará” Salmos 23:2.

Cuando se toma del agua que nos da Dios seremos


como arboles juntos a corrientes de agua, nuestras
hojas serán hermosas, es decir nuestros rostros
florecerán, el semblante nuestro lleno de gracia:

“Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,


Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo
que hace, prosperará.” Salmo 1:3.

“Será como árbol plantado junto al agua, que extiende


sus raíces junto a la corriente; no temerá cuando venga
el calor, y sus hojas estarán verdes; en año de sequía
no se angustiará ni cesará de dar fruto.” Jeremías 17:8.

Aun en su vejes tú serás fuerte: “Aun en la vejez darán


fruto; estarán vigorosos y muy verdes,” Salmos 92:14.

El Agua y la sangre salieron de Jesús, para darnos


vida, Uno de los soldados —escribe— “con la lanza le
traspasó el costado y al punto salió sangre y agua"
(Juan 19:34).

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Esta agua es para todos los que le pidan a Jesús, la


invitación es que vengas a tomar de ella:

“Respondió Jesús y le dijo: Si tú conocieras el don de


Dios, y quién es el que te dice: ``Dame de beber, tú le
habrías pedido a Él, y El te hubiera dado agua viva”
Juan 4:10.

“Pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed


jamás, sino que el agua que yo le daré se convertirá en
él en una fuente de agua que brota para vida eterna”
Juan 4:14.

“Y en el último día, el gran día de la fiesta, Jesús puesto


en pie, exclamó en alta voz, diciendo: Si alguno tiene
sed, que venga a mí y beba. El que cree en mí, como ha
dicho la Escritura: ``De lo más profundo de su ser
brotarán ríos de agua viva” Juan 7:37-38.

Cuando tomamos de esta agua, ella nos limpia,


purifica, nos hace aptos para la vida eterna, Jesús dijo:
“De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de
agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios”
Juan 3:5.

El agua en el nombre de Jesús nos limpia, nos lava los


pecados, nos da la vida:

“Mientras iban por el camino, llegaron a un lugar donde


había agua, y dijo el eunuco:
—Mire usted, aquí hay agua. ¿Qué impide que yo sea
bautizado?” Hechos 8:36.

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“¿Puede acaso alguien negar el agua para que sean


bautizados éstos que han recibido el Espíritu Santo lo
mismo que nosotros?” Hechos 10:47.

En el agua está la vida, Jesús nos guiara a una gran


fuente de agua de vida, un agua gratuita preparada
para ti y para mí:

“Porque el Cordero que está en medio del trono los


pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y
Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos”
Apocalipsis 7:17.

“También me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la


Omega, el principio y el fin. Al que tiene sed, yo le daré
gratuitamente de la fuente del agua de la vida”
Apocalipsis 21:6.

Hoy en día tenemos que comprar el agua para nuestro


cuerpo, el agua para lavarnos, el agua para cocinar el
alimento, etc. Sabias que hay un agua espiritual que es
gratis, si usted tiene sed y quieres tomar de ella, Jesús
te dice en este momento ven, ven y yo te daré
gratuitamente de la fuente del agua de vida:
Apocalipsis 21:6.

Hay un rio esperando por ti, un rio de aguas de vida,


resplandecientes como el cristal: “Y me mostró un río de
agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del
trono de Dios y del Cordero” Apocalipsis 22:1.

La invitación de Jesús es que vengas y tomes de ellas:


“Y el Espíritu y la esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga:
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Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que desea, que tome


gratuitamente del agua de la vida” Apocalipsis 22:17.

Dios escoge a los que saben tomar de esta agua para


cosas grandes, estas personas son las que ayudan al
pastor para vencer, para ganarle al enemigo, para
arrebatarles el botín que son las almas cautivas:
Gedeón derrota a los madianitas: “Gedeón, a quien
ahora llamaban Jerubaal, y todos los que estaban con
él, se levantaron de madrugada y fueron a acampar
junto al manantial de Harod. El campamento de los
madianitas les quedaba entonces al norte, en el valle
que está al pie del monte de Moré. El Señor le dijo a
Gedeón: «Traes tanta gente contigo que si hago que los
israelitas derroten a los madianitas, van a alardear
ante mí creyendo que se han salvado ellos mismos. Por
eso, dile a la gente que cualquiera que tenga miedo
puede irse a su casa.» De este modo Gedeón los puso a
prueba, y se fueron veintidós mil hombres, quedándose
diez mil. Pero el Señor insistió: «Son muchos todavía.
Llévalos a tomar agua, y allí yo los pondré a prueba y te
diré quiénes irán contigo y quiénes no.» Gedeón llevó
entonces a la gente a tomar agua, y el Señor le dijo:
«Aparta a los que beban agua en sus manos, lamiéndola
como perros, de aquellos que se arrodillen para beber.»
Los que bebieron agua llevándosela de las manos a la
boca y lamiéndola como perros fueron trescientos. Todos
los demás se arrodillaron para beber. Entonces el Señor
le dijo a Gedeón: «Con estos trescientos hombres voy a
salvarlos a ustedes, y derrotaré a los madianitas. Todos
los demás pueden irse.» Gedeón mandó entonces que
todos los demás regresaran a sus tiendas; pero antes

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de que se fueran les recogió sus cántaros y sus cuernos


de carnero. Sólo se quedó con los trescientos hombres
escogidos, acampando más arriba de los madianitas,
que estaban en el valle. Aquella noche el Señor le
ordenó a Gedeón: «Levántate y baja a atacar a los
madianitas, pues los voy a entregar en tus manos. Pero
si tienes miedo de atacarlos, baja antes al campamento
con Purá, tu criado, y escucha lo que digan. Después te
sentirás con más ánimo para atacarlos.» Entonces
Gedeón bajó con Purá, su criado, hasta los puestos
avanzados del campamento enemigo. Los madianitas,
los amalecitas y la gente del oriente se habían esparcido
por el valle como una plaga de langostas. Tenían tantos
camellos como arena hay a la orilla del mar. Al
acercarse Gedeón al campamento enemigo, oyó que un
soldado le contaba a otro un sueño que había tenido. Le
decía: —Soñé que un pan de cebada venía rodando
hasta nuestro campamento, y que al chocar contra una
tienda la hacía caer. Y su compañero le contestó: —Eso
no es otra cosa que la espada de Gedeón, hijo de Joás,
el israelita. Dios va a entregar en manos de Gedeón a
los madianitas y a todo su campamento. Al oír cómo se
había contado e interpretado el sueño, Gedeón adoró al
Señor. Después volvió al campamento israelita y ordenó:
—¡Arriba, que el Señor va a entregarnos el campamento
madianita!” Jueces 7:1-15.

Dios entregara a tus enemigos en tus manos, Dios te


ayudara, el te dará la victoria, tu solo tienes que saber
tomar de esta agua, si tomas de ella no pasaras
hambres, no tendrás sed, no serás herido, porque esta
agua que Dios nos da es diferente, tú solo tienes que
venir al manantial: “No pasarán hambre ni sed, no los
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herirá el calor abrasador ni el sol, porque el que tiene


compasión de ellos los guiará, y a manantiales de
aguas los conducirá.” Isaías 49:10.

Has sufrido mucho en este mundo, ven al manantial:


“pues el Cordero en medio del trono los pastoreará y los
guiará a manantiales de aguas de vida, y Dios enjugará
toda lágrima de sus ojos.” Apocalipsis 7:17.

Ven a las delicias aguas del señor: “Se sacian de la


abundancia de tu casa, y les das a beber del río de tus
delicias.” Salmos 36:8.

Aquí en esta iglesia del Dios altísimo, la iglesia del


nombre está corriendo un rio cuyas aguas alegran la
ciudad, alegran al pueblo de Dios: “Hay un río cuyas
corrientes alegran la ciudad de Dios, las moradas
santas del Altísimo.” Salmos 46:4.

Ven y toma de ellas.

Dios les siga bendiciendo

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¿Cómo Explicar Por qué el Ladrón en la Cruz se


Salvó sin Bautizarse?

Se habla bastante del ladrón en la cruz, se hace


referencia a esta persona por su arrepentimiento antes
de morir al lado de Jesús. La realidad es que al lado de
Jesús murieron dos ladrones, uno a la derecha y el
otro a la izquierda.
Las Escrituras los describen vituperando y
maldiciendo, pero vino a terminar convertido a Jesús.

Muchos personas se preguntan porque este hombre


fue salvo, si el al principio insulto a Jesús, la verdad es
que esto era de esperarse de un individuo que estaba a
punto de ser crucificado, a punto de perder la vida por
su culpa. Ellos maldecían por todo, por ejemplo:
Maldecían a sus jueces, el día que nacieron, sus
propias madres, sus crucificadores, maldecían a la
gente que los estaban mirando, se dice que para
chayarlos tenían que cortarles en algunas ocasiones la
lengua.

Los evangelios no se contradicen, al principio los dos


ladrones maldecían: “Lo mismo le injuriaban también
los ladrones que estaban crucificados con él.” (Mateo
27:44). Las ofensas eran parecidas a las de los
principales sacerdotes. Evidentemente el ladrón
observó el letrero y a Jesús, y cambió: “Y llevaban
también a otros dos, que eran malhechores, para ser
muertos con El. Cuando llegaron al lugar llamado "La
Calavera ", crucificaron allí a Jesús y a los malhechores,
uno a la derecha y otro a la izquierda. Y Jesús decía:
Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y
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echaron suertes, repartiéndose entre sí sus vestidos. Y


el pueblo estaba allí mirando; y aun los gobernantes se
mofaban de Él, diciendo: A otros salvó; que se salve a sí
mismo si este es el Cristo de Dios, su Escogido. Los
soldados también se burlaban de Él, acercándose y
ofreciéndole vinagre y diciendo: Si tú eres el Rey de los
judíos, sálvate a ti mismo. Había también una
inscripción sobre El, que decía: ESTE ES EL REY DE
LOS JUDÍOS Y uno de los malhechores que estaban
colgados allí le lanzaba insultos, diciendo: ¿No eres tú el
Cristo? ¡Sálvate a ti mismo y a nosotros! Pero el otro le
contestó, y reprendiéndole, dijo: ¿Ni siquiera temes tú a
Dios a pesar de que estás bajo la misma condena? Y
nosotros a la verdad, justamente, porque recibimos lo
que merecemos por nuestros hechos; pero éste nada
malo ha hecho.” (Lucas 23:32-41).

Cuando leemos las Sagradas Escrituras y vemos a


Jesús en nuestras vidas, se producirá un cambio, se
presentara una conversión, se producirá una acción.
Este hombre dejo de injuriar, aunque su compañero lo
hacía, el reconoció que estaba allí justamente por sus
hechos y con un corazón arrepentido defendió a Jesús,
le confesó que él era un delincuente, y declaro a Jesús
inocente. El dijo: “Acuérdate de mí cuando vengas en
tu reino” Jesús le prometió que estaría con él, en el
paraíso.

Lo cierto es que el ladrón obtuvo la salvación de su


alma en el último momento de su existencia tuvo la
oportunidad de arrepentirse ante Jesús y ser salvo.
Esta historia del ladrón en la cruz son bastantes las

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personas que le hacen una aplicación indebida en


nuestros días. He escuchado muchas veces a varias
personas decir:

1. “Yo hago como hizo el ladrón en la cruz que se


arrepentido en el último momento y fue perdonado”

2. “Yo no necesito bautizarme en el nombre de Jesús,


este paso no es necesario, mira que el ladrón en la cruz
no se bautizo y se salvo”

3. “Después me arrepiento, quiero disfrutar del mundo


y si me llega la muerte pido a Jesús que me perdone
como lo hizo el ladrón en la cruz”

Muchas personas se engañan y son engañadas por no


entender esta historia, ahora hagámonos la pregunta:
¿Por qué el ladrón en la cruz se salvo sin ser bautizado
en el nombre de Jesús? Para responder esta pregunta
se hace necesario Escudriñar las Sagradas Escrituras,
con la dirección del Espíritu Santo de Dios. La Biblia
enseña que este ladrón fue profetizado por Isaías
cuando dijo: “Por tanto, yo le daré parte con los grandes
y con los fuertes repartirá despojos, porque derramó su
alma hasta la muerte y con los transgresores fue
contado, llevando El, el pecado de muchos, e
intercediendo por los transgresores.” (Isaías 53:12), Su
cumplimiento más natural en el Nuevo Testamento: “Y
crucificaron con él dos ladrones, uno á su derecha, y el
otro á su izquierda. Y se cumplió la Escritura, que dice:
Y con los inicuos fué contado.” (Marcos 15:27-28).

Otro cumplimiento que nada tenía que ver con el


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ladrón: “Entonces les dijo: Pero ahora, el que tenga


una bolsa, que la lleve consigo, de la misma manera
también una alforja, y el que no tenga espada, venda
su manto y compre una. Porque os digo que es
necesario que en mí se cumpla esto que está escrito: "Y
CON LOS TRANSGRESORES FUE CONTADO"; pues
ciertamente, lo que se refiere a mí, tiene su
cumplimiento. Y ellos dijeron: Señor, mira, aquí hay dos
espadas. Y El les dijo: Es suficiente.” (Lucas 22:36-38).

Este ladrón que estaba con Jesús en la Cruz, era


Judío, pertenecían al pueblo de Israel, ellos sabían del
Reino y del Mesías. El ladrón sabía que estaba
sufriendo en la cruz por sus errores, por eso llamó
"Señor" a Jesús (La palabra señor significa dueño mío),
un judío no llama señor a nadie, sino a Dios. Le pidió a
Jesús que se acordara de él en su reino. Él ladrón vivió
y murió en la época judaica.

El ladrón en la cruz se salvo sin ser bautizado porque


aún el Señor Jesús no había dado mandamiento de
bautizar. Este mandamiento fue después de la
resurrección:

“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,


bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo;” (Mateo 28:19).

“El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el


que no creyere, será condenado.” (Marcos 16:16).

“y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el

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perdón de pecados en todas las naciones, comenzando


desde Jerusalén.” (Lucas 24:47).

El cumplimiento de este mandamiento empezó el día


de Pentecostés: “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese
cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para
perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu
Santo.” (Hechos 2:38), de ahí en adelante todos los
creyentes fueron bautizados en el nombre de Jesús.

El ladrón entro al REINO de Dios en la época de la Ley,


en la GRACIA Jesús le dijo Pedro que él entregaría las
llaves para entrar en el reino de Dios: “Y a ti te daré las
llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la
tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares
en la tierra será desatado en los cielos.” (Mateo 16:19).

Recuerde que para entrar al REINO de Dios, hay que


nacer del agua y del espíritu, esta fue una advertencia
de Jesús a Nicodemo: “Respondió Jesús: De cierto, de
cierto te digo, que el que no naciere de agua y del
Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” (Juan
3:5). Felipe y Pablo cumplieron estas palabras de ser
lavados con el agua en el bautismo en el nombre de
Jesús:

“Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el


evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se
bautizaban hombres y mujeres” (Hechos 8:12).

“y les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando


creísteis? Y ellos le respondieron: No, ni siquiera hemos
oído si hay un Espíritu Santo. Entonces él dijo: ¿En qué
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bautismo, pues, fuisteis bautizados? Ellos contestaron:


En el bautismo de Juan. Y Pablo dijo: Juan bautizó con
el bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que
creyeran en aquel que vendría después de él, es decir,
en Jesús. Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el
nombre del Señor Jesús.” (Hechos 19:2-5).

El ladrón en la cruz no es razón para evadir el


bautismo. El ladrón en la cruz fue movido al
arrepentimiento viendo a Jesús morir en la cruz. Pidió
ser recordado, pero recibió estar en compañía de Jesús
en el paraíso ese mismo día.

La condición en este tiempo no es la misma para usted


querido amigo, Dios dijo que en su REINO no entrara
nada INMUNDO: “No entrará en ella ninguna cosa
inmunda, o que hace abominación y mentira, sino
solamente los que están inscritos en el libro de la vida
del Cordero.” (Apocalipsis 21:27).

Usted querido amigo/a

Necesita con urgencia ser bautizado en el nombre de


Jesús, no deje que nada lo detenga, lave sus pecados
invocando su nombre: “Ahora, pues, ¿por qué te
detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados,
invocando su nombre.” (Hechos 22:16).

Dios te siga bendiciendo

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¿Cómo Explicar la Blasfemia contra el Espíritu


Santo?

"Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será


perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el
Espíritu no les será perdonada."(Mateo 12:31).

“De cierto os digo que todos los pecados serán


perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias
cualesquiera que sean; pero cualquiera que blasfeme
contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que
es reo de juicio eterno. Porque ellos habían dicho: Tiene
espíritu inmundo.” (Marcos 3:28-30).

Que es una blasfemia? Esta es la principal pregunta


que tenemos que hacernos…… El término blasfemia
proviene del griego "blaptein", que significa injuriar,
y"pheme", que significa reputación. También la
blasfemia es una palabra o acto ofensivo en contra de
cualquier persona o cosa respetable. ……. El término
“blasfemia” generalmente puede ser definido como una
“irreverencia desafiante.” Nosotros aplicaríamos el
término a pecados tales como maldecir a Dios, o
degradar deliberadamente las cosas concernientes a
Dios. También lo es atribuir algún mal a Dios, o negar
algún bien que deberíamos atribuirle a Él.

Este es el pecado imperdonable el cual se comete por


expresión de la boca "… de la abundancia del corazón
habla la boca." (Mateo 12:34), en este pasaje, nuestro
señor Jesucristo hace claro que de la abundancia del
corazón habla la boca.

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Este pecado es cometido de una manifestación que sale


del corazón atribuyendo a Satanás las obras y
manifestaciones del Espíritu Santo.

El Espíritu Santo es Dios mismo, el Espíritu Santo es


nuestro señor Jesucristo, según las Escrituras:

"Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual


fuisteis sellados para el día de la redención" (Efesios
4:30).

"Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu


del Señor, allí hay libertad" (2 Corintios 3:17).

Al mismo Espíritu Santo se le llama también el


Espíritu de Jehová, el Espíritu de Dios y el Espíritu de
Cristo. Lo que le hacemos al Espíritu de Dios, se lo
hacemos a Dios mismo. Hoy en día vemos a creyentes
decir y expresar que el nombre de Jehová es el nombre
del demonio, es decir un Espíritu demoniaco que fue
agregado a las Sagradas Escrituras por la Septuaginta
(La traducción más primitiva del Antiguo Testamento).

Por ejemplo la escritura dice; »El espíritu de Jehová, el


Señor, está sobre mí, porque me ha ungido Jehová. Me
ha enviado a predicar buenas noticias a los pobres, a
vendar a los quebrantados de corazón, a publicar
libertad a los cautivos y a los prisioneros apertura de la
cárcel” Isaías 61:1. Las personas que afirman que
Jehova es el nombre del maligno. Aquí si usted lee esta
escritura asi como esta, equivale decir según ellos que
el Espiritu del maligno esta sobre el creyente o según

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la profecía en el hijo de Dios-

Indudablemente es una Blasfemia contra el Espíritu


Santo y este es el pecado de muerte, por el cual no se
debe de orar "Si alguno viere a su hermano cometer
pecado que no sea de muerte, pedirá, y Dios le dará
vida; esto es para los que cometen pecado que no sea de
muerte. Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo
que se pida." (1 Juan 5:16). Muchas veces cometemos
errores en esta vida, pero decir que el nombre de
Jehova,Yahwéh , Adonai, Elohim, etc. Son nombres de
demonio, esta es una gran blasfemia.

Sabemos y entendemos que Jehová es el nombre que le


dan a Dios en algunas versiones de la Bíblia. El
antiguo testamento fue escrito en un hebreo antiguo
que no usaba vocales. El nombre de Dios se escribía
con cuatro consonantes YHVH (en caracteres hebreos),
las cuales se pronunciaban algo así como “Yavé” y
aparece escrito en letras latinas como: “Yahveh”, “Yave”
y “Yahwéh”. YHVH representan formas del verbo ser y
quiere decir algo así como “Él quien será, es y fue”.
Los judíos tienen un gran respeto al nombre de Dios.
El tercer mandamiento dice “No usarás el nombre de
Dios en vano”. Así que ellos no lo pronunciaban. En su
lugar decían palabras como: Adonay (Señor Nuestro),
Elohim (Dios de dioses), Shadday (El Señor de la
montaña), Emmanuel (El señor entre nosotros), etc.
Durante los siglos VI al X (d.C.) un grupo de eruditos
judíos, conocidos como los masoretas, inventaron un
sistema para poner vocales al antiguo idioma hebreo. A
los masoretas se les ocurrió -para recordar al lector
que no debería pronunciar el nombre de Dios- poner
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las vocales de Adonay (AOA) entre las consonantes


YHVH. La primera A la cambiaron a E por razones
fonéticas y la última Y no la incluyeron pues era
considerada consonante. Así que combinaron YHVH y
EOA lo cual dio YEHOVAH, y después se transformó a
Jehová cuando se tradujo al castellano.
Todo creyente debe de saber que estos nombres dados
a Dios en el Antiguo Testamento referente a cualquier
traducción bíblica solo se refieren a Dios altísimo, eso
es lo que tenemos en nuestra conciencia, porque el
nombre divino de Dios jamás fue manifestado a nadie
por nuestro Dios.

Todas estas personas se vuelven insensibles al Espíritu


de Dios, no entienden por nada que están siendo
influenciados para cometer este pecado de muerte. No
entienden cada nombre dado a Dios en el Antiguo
Testamento solo hacen referencia al Espíritu Santo de
Dios. Esas personas incrédulas quienes
intencionalmente difaman al Espíritu de Dios nunca
serán los receptores de su poder regenerativo he irán
siendo engañados y engañando a otros.

No podemos cambiar la Escritura antigua por la nueva,


es decir si en el Antiguo Testamento describe a Dios
con el nombre de Jehová, debemos leerlo tal como
aparece. Solo debemos entender que en nuestra vida
cristiana, pública y privada el nombre que es sobre
todo nombres es Jesús y todo lo que hagamos sea de
hecho o de palabra se debe hacer en el nombre de
Jesús:

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“Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro


nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que
podamos ser salvos” Hechos 4:12.

“Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho,


hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando
gracias a Dios Padre por medio de él” Colosenses 3:17.

Recordemos que lo que está escrito en las escrituras


antiguas debemos pronunciarlo como está escrito, ya
que no podemos no cambiar una tilde:

“No añadiréis nada a la palabra que yo os mando, ni


quitaréis nada de ella, para que guardéis los
mandamientos del SEÑOR vuestro Dios que yo os
mando.”… “Cuidarás de hacer todo lo que te mando;
nada le añadirás ni le quitarás.” (Deuteronomio 4:2…
12:32).

“No añadas a sus palabras, no sea que El te reprenda y


seas hallado mentiroso.” (Proverbios 30:6).

“He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo;


sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y
lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres”
(Eclesiastés 3:14).

“Hermanos, hablo en términos humanos: un pacto,


aunque sea humano, una vez ratificado nadie lo
invalida ni le añade condiciones.” Gálatas 3:16.

“y si alguno quita de las palabras del libro de esta


profecía, Dios quitará su parte del árbol de la vida y de
62
YÜxwç WxÄztwÉ
gÜtàtwÉá `xà™w|vÉá E

la ciudad santa descritos en este libro.” (Apocalipsis


22:19).

No podemos cambias el nombre de Jehová del A.T por


Jesús del N.T, no podemos decir ahora que el nombre
de Jehová, es el nombre del demonio, este sería una
gran blasfemia.

Blasfemar contra el Espíritu Santo es algo muy


delicado ya que hacerlo nos traería graves
consecuencias a nuestras vidas.

Recordemos que el “blasfemia contra el Espíritu Santo”


en el Nuevo Testamento, es mencionado en las
siguientes escrituras:

“Pero los escribas que habían venido de Jerusalén


decían que tenía a Beelzebú, y que por el príncipe de los
demonios echaba fuera los demonios. Y habiéndolos
llamado, les decía en parábolas: ¿Cómo puede Satanás
echar fuera a Satanás? Si un reino está dividido contra
sí mismo, tal reino no puede permanecer. Y si una casa
está dividida contra sí misma, tal casa no puede
permanecer. Y si Satanás se levanta contra sí mismo, y
se divide, no puede permanecer, sino que ha llegado su
fin. Ninguno puede entrar en la casa de un hombre
fuerte y saquear sus bienes, si antes no le ata, y
entonces podrá saquear su casa. De cierto os digo que
todos los pecados serán perdonados a los hijos de los
hombres, y las blasfemias cualesquiera que sean; pero
cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no
tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno.

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YÜxwç WxÄztwÉ
gÜtàtwÉá `xà™w|vÉá E

Porque ellos habían dicho: Tiene espíritu inmundo.”


(Marcos 3:22-30).

“Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y


mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía
y hablaba. Y toda la gente estaba atónita, y decía:
¿Será éste aquel Hijo de David? Mas los fariseos, al
oírlo, decían: Este no echa fuera los demonios sino por
Beelzebú, príncipe de los demonios. Sabiendo Jesús los
pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido
contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa
dividida contra sí misma, no permanecerá. Y si Satanás
echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido;
¿cómo, pues, permanecerá su reino? Y si yo echo fuera
los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan
vuestros hijos? Por tanto, ellos serán vuestros jueces.
Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los
demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de
Dios. Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del
hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le
ata? Y entonces podrá saquear su casa. El que no es
conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge,
desparrama. Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia
será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra
el Espíritu no les será perdonada. A cualquiera que
dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será
perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo,
no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.”
(Mateo 12:22-32).

Los fariseos, a pesar de haber presenciado irrefutables


pruebas de que Jesús realizaba milagros en el poder
del Espíritu Santo, clamaban que el Señor estaba
64
YÜxwç WxÄztwÉ
gÜtàtwÉá `xà™w|vÉá E

poseído por el demonio “Beelzebú” (Mateo 12:24).

Ahora, notemos que en Marcos 3:29-30, Jesús es muy


específico acerca de lo que ellos cometieron
exactamente: “la blasfemia contra el Espíritu Santo.”

La blasfemia tiene que ver con alguien acusando a


Jesucristo de estar poseído por demonios, en lugar de
estar lleno del Espíritu. Hay otras maneras de
blasfemar contra el Espíritu Santo, pero esta fue “LA”
blasfemia imperdonable.

Hoy en día podemos ver a Jesucristo realizando


prodigios y milagros por medio de sus hijos, sus
ministros, por medio de la fe en su nombre. No
podemos atribuirle ese poder a Satanás en lugar de al
Espíritu Santo.

El continuo rechazo a la persuasión del Espíritu Santo


para confiar en Jesucristo es la blasfemia
imperdonable. Recuerde que está escrito en Juan 3:16,
“Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado
a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él
cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” La única
condición por la que alguien no tiene perdón es si ese
alguien no está entre “todo aquel que en Él cree.” No
creer que El Espíritu Santo es el Espíritu de Jesús, o
no creer que él sea el Espíritu Santo es una gran
blasfemia. No creer que Jesús vino en la carne es un
pecado imperdonable.

"Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones

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gÜtàtwÉá `xà™w|vÉá E

el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!"


(Gálatas 4:6).

“Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el


Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros.
Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él”
(Romanos 8:9).

“escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el


Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba
de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias
que vendrían tras ellos.” (1 Pedro 1:11).

Para concluir no podemos decir que los milagros


provenientes del Espíritu Santo no son de cualquier
deidad humana, esta sería una gran blasfemia contra
Dios, el apóstol Pablo cuando estaba en Listra fue
apedreado por hacer un gran milagro a un cojo de
nacimiento, el fue usado por el Espíritu Santo, pero la
multitud le dio la gloria de este gran milagro a sus
dioses paganos: “Y cierto hombre de Listra estaba
sentado, imposibilitado de los pies, cojo de nacimiento,
que jamás había andado. Este oyó hablar a Pablo, el
cual, fijando en él sus ojos, y viendo que tenía fe para
ser sanado, dijo a gran voz: Levántate derecho sobre tus
pies. Y él saltó, y anduvo. Entonces la gente, visto lo que
Pablo había hecho, alzó la voz, diciendo en lengua
licaónica: Dioses bajo la semejanza de hombres han
descendido a nosotros. Y a Bernabé llamaban Júpiter, y
a Pablo, Mercurio, porque éste era el que llevaba la
palabra. Y el sacerdote de Júpiter, cuyo templo estaba
frente a la ciudad, trajo toros y guirnaldas delante de
las puertas, y juntamente con la muchedumbre quería
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YÜxwç WxÄztwÉ
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ofrecer sacrificios. Cuando lo oyeron los apóstoles


Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas, y se lanzaron
entre la multitud, dando voces y diciendo: Varones, ¿por
qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres
semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas
vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y
la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay. En las
edades pasadas él ha dejado a todas las gentes andar
en sus propios caminos; si bien no se dejó a sí mismo
sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo
y tiempos fructíferos, llenando de sustento y de alegría
nuestros corazones. Y diciendo estas cosas, difícilmente
lograron impedir que la multitud les ofreciese sacrificio.
Entonces vinieron unos judíos de Antioquía y de Iconio,
que persuadieron a la multitud, y habiendo apedreado a
Pablo, le arrastraron fuera de la ciudad, pensando que
estaba muerto. Pero rodeándole los discípulos, se
levantó y entró en la ciudad; y al día siguiente salió con
Bernabé para Derbe.” Hechos 14:8-20. Cada palabra
que salga de nuestra boca tiene que ser de edificación,
no podemos dejarnos llevar por estas personas que se
hacen llamar “cristianos” diciendo que el nombre de
Jehova, Yave, Adonay, etc. Es el nombre de un
demonio. No podemos hablar mal de los hermanos que
tienen el Espiritu Santo de Dios, diciendo que tienen
espíritus de demonio, cuidado, recuerde que cada
creyente es templo del Espíritu Santo: "¿No sabéis que
sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en
vosotros?" (1 Corintios 3:16).

Dios les siga bendiciendo

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¿Cómo Explicar la Nueva Nacionalidad?

Hoy quiero que hablarles de la nacionalidad, en el


facebook conocemos a hermanos de todas partes del
mundo pero hay algo maravilloso que nos une y es una
nueva nacionalidad. ¿Qué es la nacionalidad? Pues es
el vínculo jurídico que une a la persona con el estado y
tiene la doble vertiente de ser un derecho fundamental
y constituir el estatuto jurídico de las personas. Por
esta relación, el individuo disfruta de unos derechos
que puede exigir a la organización estatal a la que
pertenece y ésta, como contrapartida, puede imponerle
el cumplimiento de una serie de obligaciones y
deberes.

¿Sabe usted querido hermano cual es su nueva


nacionalidad?

Para que me puedas entender mejor te hablare de las


tres naciones que existen según las escrituras, ella dice
que hay tres tipos de naciones, esto fue lo que le
escribió el apóstol Pablo a la Iglesia en Corintios,
veamos: “…No seáis ofensa, ni a judíos, ni a gentiles, ni
a la iglesia de Dios.” (1 Corintios 10:32).

Claramente podemos ver que hay tres nacionalidades:

1. Nación Judía o Pueblo de Dios


2. Nación Extranjera o Pueblo Gentil
3. La Iglesia o Cuerpo de Cristo

Me voy a referir en cortas palabras de cada una de


ellas:
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1. Nación Judía.

Israel es la Nación Judía, es el pueblo escogido por


Dios, planificado desde el principio con promesas al
Patriarca Abraham según registros en el Génesis y
cumpliéndose en la tercera generación a partir de
Jacob, y por eso Dios se identificaba en la Biblia a su
pueblo Israel como el DIOS de sus padres, el DIOS de
Abraham, de Isaac y de Jacob; pero el nombre de
Jacob lo cambio a Israel quien se convirtió en nación el
cual es apartado de entre las naciones como especial
tesoro, les fue dada la ley, los mandamientos y
ordenanzas directamente por DIOS a través de su
profeta Moisés para conservarse en los lineamientos de
DIOS manteniendo su fidelidad a Él y mantener su
línea genealógica para poder recibir las promesas
terrenales tales como una tierra en donde fluye la leche
y la miel, pero Israel también es conocido en todo el
antiguo testamento como un pueblo rebelde a la voz de
Dios, que se inclinaba fácilmente a las costumbres
paganas de los pueblos gentiles o extranjero. Si te
esfuerzas y lees todo el antiguo testamento libro por
libro, capítulo por capítulo podrás ver y aprender la
vida, costumbres e historia del Pueblo de Dios.

Oficialmente el Estado de Israel, es un país de Asia que


se encuentra en la ribera sudoriental del Mar
Mediterráneo, en la región conocida como Oriente
Próximo. Limita al norte con el Líbano, al este con Siria
y Jordania, al oeste con el Mar Mediterráneo, al
suroeste con Egipto y al sur con el golfo de Aqaba (Mar
Rojo). Con una población de unos 8 millones de

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habitantes, la mayoría de los cuales son judíos, Israel


es el único Estado judío del mundo. Es el pueblo
escogido por Dios: “No por ser vosotros más que todos
los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues
vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos;
sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el
juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado
Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de
servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto.
Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que
guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y
guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones”
(Deuteronomio 7:7-9). El nombre de Israel proviene del
sobre nombre que le puso Dios a Jacob: “Y le dijo Dios:
Tu nombre es Jacob; no se llamará más tu nombre
Jacob, sino Israel será tu nombre; y llamó su nombre
Israel.” (Génesis 35:10). El pueblo de Israel, se da este
nombre al conjunto de descendientes de Jacob a través
de toda la historia. Con el nombre de Israel se conoce a
la nación Judía.

2. Nación Gentil.

Es todo aquel que no es Judío. El pueblo gentil o


extranjero son todas las naciones vecinas a Israel
incluyendo también los imperios que dominaron dentro
de los territorios de Israel, con costumbres politeístas,
ósea que adoran muchos dioses, mantienen hábitos
paganos como la promiscuidad, la fornicación, el
adulterio, artes oscuras de todo tipo, etcétera, ellos no
viven bajo la ley de Moisés, los mandamientos y
ordenanzas. El pasado espiritual de los gentiles era
penoso sin el Mesías: “Por tanto, acordaos de que en
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otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne,


erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión
hecha con mano en la carne. En aquel tiempo estabais
sin el Mesías, alejados de la ciudadanía de Israel y
ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin
Dios en el mundo” (Efesios 2:11-12).

Podemos ver en las escrituras que el Apóstol Pedro


describe a estas dos naciones separándolas
claramente:

“Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad


contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y
Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel”
(Hechos 4:27).

“Que el Cristo había de padecer, y ser el primero de la


resurrección de los muertos, para anunciar luz al pueblo
y a los gentiles.” (Hechos 26:23).

El Apóstol Pablo también escribe en Romanos lo


siguiente:

“a los cuales también ha llamado, aun a nosotros, no


sólo de los judíos, sino también de los gentiles?”
(Romanos 9:24).

“Y otra vez dice: Alegraos, gentiles, con su pueblo”


(Romanos 15:10).

La comunidad judía (no-mesiánica) despreciaba a los


gentiles como paganos incircuncisos. No era aceptable

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que ningún judío observante se asociara con los


gentiles. Por esta razón Pedro necesitó tener una visión
de Dios para ministrar a Cornelio, un gentil “temeroso
de Dios” – ya que mezclarse era simplemente no
apropiado ni bueno: “Y les dijo: Vosotros sabéis cuán
abominable es para un varón judío juntarse o
acercarse a un extranjero; pero a mí me ha mostrado
Dios que a ningún hombre llame común o inmundo”
(Hechos 10:28). Pero Dios en su amor hizo de estas dos
naciones una sola, la cual hablare a continuación.

3. La Iglesia.

La Iglesia es el nuevo pueblo o la nación más reciente y


su nacimiento se registra en el nuevo testamento a
partir del libro de los Hechos. La Iglesia está
conformada por hombres y mujeres que pertenecieron
a los pueblos judíos y los pueblos gentiles: “Porque él
es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno,
derribando la pared intermedia de separación” (Efesios
2:14). La Iglesia no está conformada por territorios
físicos, porque es de origen celestial, el mismo Señor
Jesús lo confirmo frete a Poncio Pilatos: “Respondió
Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera
de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no
fuera entregado a los judíos; pero mí reino no es de
aquí.” (Juan 18:36). Así podemos ver entonces que
nuestro Señor Jesucristo a través de dos pueblos o
naciones físicas formo un nuevo Pueblo que pago con
precio de sangre, formo una nación que no posee
límites físicos ni fronteras, ni viejas costumbres, leyes
u ordenanzas o costumbres paganas, y este nuevo
pueblo fue llamada La Iglesia:
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1. Pueblo Judío... (Ley Mosaica) …Antiguo Testamento


2. La Iglesia… (Doctrina Apostólica)…Nuevo
Testamento
Todos los que estamos en Cristo Jesús, ya no
participamos de las cosas del mundo, ni del pecado
que nos asedia, porque al permanecer en obediencia a
Dios, las cosas que hacíamos antes, ya no debemos
repetirlas, pues ya sabemos que no agradan a Dios.
Ahora tenemos una nueva nacionalidad:

“Más nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde


también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo”
(Filipenses 3:20).

“Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto:


que si uno murió por todos, luego todos murieron; y por
todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí,
sino para aquel que murió y resucitó por ellos. De
manera que nosotros de aquí en adelante a nadie
conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos
según la carne, ya no lo conocemos así. De modo que si
alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas
viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (2
Corintios 5:14-17).

“Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo


estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la
sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz, que de
ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia
de separación, aboliendo en su carne las enemistades,
la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas,
para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo

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hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar


con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella
las enemistades. Y vino y anunció las buenas nuevas de
paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban
cerca; porque por medio de él los unos y los otros
tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. Así
que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino
conciudadanos de los santos, y miembros de la familia
de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles
y profetas, siendo la principal piedra del ángulo
Jesucristo mismo” (Efesios 2:13-20).

El apóstol Pablo afirma que había una pared


intermedia, pero ¿CUÁL PARED INTERMEDIA DE
SEPARACIÓN? La repuesta esta en el versículo
siguiente: “aboliendo en su carne las enemistades, la
ley de los mandamientos expresados en ordenanzas,
para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo
hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar
con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella
las enemistades. Y vino y anunció las buenas nuevas de
paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban
cerca; porque por medio de él los unos y los otros
tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. Así
que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino
conciudadanos de los santos, y miembros de la familia
de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles
y profetas, siendo la principal piedra del ángulo
Jesucristo mismo” (Efesios 2:15-20).

La palabra de Dios es clara, aquí nos habla


rotundamente que en nuestra nueva nacionalidad no
podemos arrastrar las cosas de la vieja nacionalidad
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sea judía o sea gentil porque ya Jesucristo lo abolió en


su carne.
Todo esto nos indica que ahora somos parte de un
nuevo pueblo llamado Iglesia. Es bueno aclarar que en
un principio la iglesia fue conformada exclusivamente
por el pueblo Judío, los Apóstoles tenían instrucciones
del Señor Jesucristo en la gran comisión de predicar
este evangelio primero a Israel comenzando desde
Jerusalén y después a todas las naciones así como lo
podemos leer en la siguiente cita:

“y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el


Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer
día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento
y el perdón de pecados en todas las naciones,
comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos
de estas cosas.” (Lucas 24:46-48).

“Y con otras muchas palabras testificaba y les


exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa
generación. Así que, los que recibieron su palabra fueron
bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil
personas. Y perseveraban en la doctrina de los
apóstoles, en la comunión unos con otros, en el
partimiento del pan y en las oraciones.” (Hechos 2:40-
42).

Cuando la iglesia ya estaba conformada por los judíos


en Jerusalén y dirigidas por los doce Apóstoles quienes
estaban liderados por el Apóstol Pedro posteriormente
El Señor prosiguió con los planes de salvación para el
resto de las naciones conocido bíblicamente como el

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pueblo gentil. Por eso entre nosotros no debe haber


indiferencias, ni distinción de raza, color, idioma,
origen nacional o étnico queridos hermanos, nosotros
pertenecemos a una sola nación, una nación pura, sin
mancha y santa llamada IGLESIA O CUERPO DE
CRISTO: “Mas vosotros sois linaje escogido, real
sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios,
para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó
de las tinieblas a su luz admirable, vosotros que en otro
tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de
Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado
misericordia, pero ahora habéis alcanzado
misericordia.” (1 Pedro 2:10).

Tenemos una nueva nacionalidad celestial, así que


ahora somos: Linajes escogido, real sacerdocio, nación
santa, y pueblo adquirido. En Jesús tenemos entrada a
una gran nacionalidad celestial: “En la casa de mi
Padre muchas moradas hay” (Juan 14:2). Si usted
querido amigo quiere cambiar de nacionalidad, bien
puedes hacerlo, ¿Qué te detiene?

Dios les siga bendiciendo

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¿Cómo Explicar la Moda Cristiana?

Vivimos en una generación donde la moda del mundo y


los deseos personales han dominado la voluntad de
Dios para el hombre, si leemos las sagradas escrituras
nos daremos cuenta que el hombre desde la
antigüedad a querido imponer su moda, es decir lo que
le parece bien. Pero otra cosas es la que nos dice el
señor y Dios de nuestras almas. Cuando Adan y Eva
comieron del fruto prohibido, ello se dieron cuenta que
estaban desnudos, lo que les llevo a hacerse un vestido
con hojas de higuera o delantales para cubrir según
ellos su desnudes: “Entonces fueron abiertos los ojos de
ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces
cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.”
Génesis 3:7. Lo cierto es que un delantal no cubría en
su totalidad su desnudes. Es lo mismo que pasa hoy
en día el hombre busca vestir según le parece bien,
según piensan que sería la mejor moda. Dios nunca
estuvo de acuerdo con este diseño de moda, estos
delantales no le agradaron a Dios y es por eso que el
mismo diseño la moda de los primeros seres humanos:
“Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de
pieles, y los vistió.” Génesis 3:21.

Una túnica es muy diferente a un delantal, no


podemos ir en contra de la voluntad de Dios, los
principios de Dios para con los creyentes están escritos
en el libro sagrado y debemos sujetarnos a ellos, el
dijo: “No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre
vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová
tu Dios cualquiera que esto hace” Deuteronomio 22:5. La

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voluntad de Dios es perfecta, pero vemos mujeres que


no quieren dejar sus pantalones y han sido
responsables de muchas divisiones en iglesias, miles
de mujeres han cambiado de Iglesia porque se resisten
obedecer a la palabra de Dios.
Debemos estar agradecidos por lo que Dios
inmerecidamente nos ha dado: “Bendice, alma mía, a
Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios.” Salmo
103:2. El nos enseñan claramente que la ropa
apropiada para una mujer consiste en "ropa decorosa"
(modesta.) “Asimismo que las mujeres se atavíen de
ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado
ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos”1
Timoteo 2:9.

La moda o lanera pasajera de actuar, vivir, pensar,


vestir. Ligada a una época determinada o manera de
arreglarse o vestirse de acuerdo al gusto de una
determinada sociedad, te llevara a ir en contra de la
voluntad de Dios. Debemos tratar de tener la mejor
apariencia posible no usar los llamados delantales o
ropa escasa en nuestro cuerpo. No creamos que por
vestir "el último grito de la moda" seremos más felices o
nos ayudará a tener nuevos amigos. Grave error.
Debemos recordar que usar buena ropa no hace que la
persona sea buena o diferente. Lo que realmente
importa es lo que la persona lleva dentro; los valores, el
temor a Dios y su Palabra. Recuerde que “Todas las
cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las
cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de
ninguna.” (1 Corintios 6:12).

La apariencia es importante para Dios, una mujer debe


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vestir como una mujer, no como un hombre, porque


generar confusiones.

Hoy les voy a diseñar por medio de la palabra de Dios,


la vestimenta adecuada para un creyente o una mujer
cristiana, además de la apariencia externa, la interna
debe vestirse también de Dios, usted debe tener esta
parte interna a la moda de Dios:

1. Vestido de Justicia: Todo tu cuerpo debe estar


vestido de la justicia de Dios, pues esta te mantendrá
firme en su voluntad y en su verdad. Esta vestimenta
es como una coraza que te llenara exterior e
interiormente de Jesús: “Estad, pues, firmes, ceñidos
vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza
de justicia” Efesios 6:14.

Teniendo esta vestimenta interna seremos cristianos


con una vida de gozo viviendo en la verdad, haciendo la
voluntad de Dios: “no se goza de la injusticia, mas se
goza de la verdad” 1 Corintios 13:6.

Creyentes justificados por el señor Jesús, él nos


justifica de nuestros errores cuando nos vestimos de
su justicia: “justificados, pues, por la fe, tenemos paz
para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”
Romanos 5:1. Seremos creyentes que viven en la
justicia: “Todos deben someterse a las autoridades
públicas, pues no hay autoridad que Dios no haya
dispuesto, así que las que existen fueron establecidas
por él.” Romanos 13:1. La justicia de Dios nos viste
hermosamente: “Gocémonos y alegrémonos y démosle

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gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su


esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que
se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el
lino fino es las acciones justas de los santos.”
Apocalipsis 19:7-8.

2. Vestirse de dignidad: La dignidad en el creyente es


muy importante, más si esta se lleva internamente.
Como hijos de Dios tenemos un honor merecedor,
somos personas valiosas para Dios y objetivos número
uno del maligno. Debemos conducirnos con dignidad.
No degradándonos ante el mundo con la vida que antes
llevábamos en la inmundicia, ahora nuestros
pensamientos y decisiones deben ser como la luz o
hijos de la luz. Esa luz que vino al mundo, pero el
mundo no le conoció:

“Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su


nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.” Juan
1:12.

“Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva


creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!” 2
Corintios 5:17.

Dios nos saco del mundo para que hiñésemos su


voluntad, haciéndonos participes, herederos de Dios de
una salvación grande: “¿cómo escaparemos nosotros, si
descuidamos una salvación tan grande? La cual,
habiendo sido anunciada primeramente por el Señor,
nos fue confirmada por los que oyeron” Hebreos 2:3.

3. Vestirse como del Rey y para el Rey: Debe notarse la


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diferencia en nuestra vestimenta, ella debe de cambiar


cuando venimos a Cristo: “Me deleito mucho en el
SEÑOR; me regocijo en mi Dios. Porque él me vistió con
ropas de salvación y me cubrió con el manto de la
justicia. Soy semejante a un novio que luce su diadema,
o una novia adornada con sus joyas.” Isaías 61:10.

Nuestra ropa debe de ser digna: “Sin embargo, tienes


en Sardis a unos cuantos que no se han manchado la
ropa. Ellos, por ser dignos, andarán conmigo vestidos de
blanco. El que salga vencedor se vestirá de blanco.
Jamás borraré su nombre del libro de la vida, sino que
reconoceré su nombre delante de mi Padre y delante de
sus ángeles.” Apocalipsis 3:4-5.

4. Debemos vestirnos con pudor: “Por eso te aconsejo


que de mí compres oro refinado por el fuego, para que te
hagas rico; ropas blancas para que te vistas y cubras tu
vergonzosa desnudez; y colirio para que te lo pongas en
los ojos y recobres la vista.” Apocalipsis 3:18. Pues es la
voluntad de Dios que vistamos con modestia: “En
cuanto a las mujeres, quiero que ellas se vistan
decorosamente, con modestia y recato,” 1 Timoteo 2:9.
La vestimenta da testimonio de quienes somos en
Cristo, bendiciendo a los que nos critican: “Bendecid a
los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis.”
Romanos 12:14.

5. Vestirse revestidamente: Aquí nos sujetamos mas a


la moda de un creyente cristiano, no solamente
debemos de estar vestidos exteriormente, también es
indispensable tener el vestido interno, un vestido

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gÜtàtwÉá `xà™w|vÉá E

limpiado por el señor Jesús: “porque todos los que


habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis
revestidos.” Gálatas 3:27.

5. Los que sirven en el altar o en el tabernáculo de


reunión deben estar bien vestidos: esta es una de las
cosas que Dios a ordenado y la realidad es que l iglesia
de hoy no le está dando importancia, la escritura nos
enseña que tanto los pastores, los que dirigen, los
cantores y maestros de canto, deben estar vestidos de
acuerdo a la voluntad de Dios, quizás a muchos no le
guste como se vista usted o como alabe a Dios, aquí lo
más importante es hacer la voluntad de Dios, veamos
este ejemplo: “Y David iba vestido de lino fino, y
también todos los levitas que llevaban el arca, y
asimismo los cantores; y Quenanías era maestro de
canto entre los cantores. Llevaba también David sobre sí
un efod de lino. De esta manera llevaba todo Israel el
arca del pacto de Jehová, con júbilo y sonido de bocinas
y trompetas y címbalos, y al son de salterios y arpas.
Pero cuando el arca del pacto de Jehová llegó a la
ciudad de David, Mical, hija de Saúl, mirando por una
ventana, vio al rey David que saltaba y danzaba; y lo
menospreció en su corazón.” 1 Crónicas 15:27-29.

Para concluir es deber en el creyente hacer la voluntad


de Dios, vivir en la moda de Dios y no en nuestro
legalismo. Lo más importante es conducirse de tal
forma que alegremos el corazón de nuestro padre
celestial: “el mundo pasa, y sus deseos; pero el que
hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” 1

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Juan 2:17.

De nada nos sirve si nos vestimos externamente de


ropas largas y con modestia si nuestro interior no está
vestido de los principios de Dios en nuestra vida. Los
creyentes deben de ser testimonio de la transformación
hecha en ella por el padre de acuerdo al fruto del
cambio de su vida: “Porque el ocuparse de la carne es
muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz”
Romanos 8:6.

El cambio se refleja en su apariencia o manera de


vestir, en su carácter externo e interno, en sus
acciones y decisiones de parecerse cada día mas a un
discípulo de Jesús el Cristo: “Mujer virtuosa, ¿quién la
hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de
las piedras preciosas.” Proverbios 31:10. Puede que te
exteriormente este a la moda de Dios, pero esto nada
vale si tu interior no está vestido de la gracia y la
voluntad de Dios.

Dios les siga bendiciendo

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¿Cómo Explicar la Caña Cascada y Pabilo


Humeante?

Las Sagradas Escrituras tienen un orden y significado


de cada palabra que fue inspirada por Dios a aquellos
grandes hombres que el uso para dar su mensaje al
hombre, lo que he notado es que muchos le dan
interpretaciones incorrectas a lo que Dios quiso
enseñar a su pueblo que es la IGLESIA.

Por ejemplo el libro de Isaías en donde Dios nos


profetiza su llegada en la humanidad de su siervo que
el escogió para darse a conocer a su creación y decirles
yo he venido personalmente a salvarlos, el texto que
expresa: “…No clamará ni alzará su voz, ni hará oír su
voz en la calle. No quebrará la caña cascada, ni
apagará el pabilo mortecino; con fidelidad traerá
justicia. No se desanimará ni desfallecerá hasta que
haya establecido en la tierra la justicia, y su ley
esperarán las costas.…” (Isaías 42:2-4). En este texto
quiero enfocar las palabras CAÑA CASCADA Y PABILO
HUMEANTE, espero que se grabe estas palabras, ya
que muchas veces las pasamos por alto. Pero en
realidad que fue lo que Dios nos quiso decir a nosotros
que somos su iglesia, que significado tienen estas
palabras: «No quebrará la caña cascada, no apagará el
pabilo que humeare».

Lo que Dios nos quiso expresar con estas palabras es


exactamente lo que está pasando hoy en día en las
iglesias, es la actitud de rechazo que en muchas
iglesias se tiene hacia creyentes con un pasado o
presente cuestionable. Todavía se nota la frialdad e
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incertidumbre con que la Iglesia trata a aquellos, que


por circunstancias que han vivido, son como «caña
cascada y pabilo humeante».

A veces señalas a aquellas personas por la vida pasada


que vivieron y en realidad como que no creemos que de
verdad Dios haya cambiado a estas personas, como
que dudamos del poder de Dios.

Se ha notado que muchas veces buscamos aislar


indirectamente a estos creyentes que, cabe aclarar, son
tan lavados y limpiados en la sangre de Cristo como
cualquier persona que acude a la cruz del Calvario
para redención: “Al que nos amó, y nos lavó de nuestros
pecados con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes
para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los
siglos de los siglos. Amén” (Apocalipsis 1:5-6). Es por la
sangre de Cristo que nuestros pecados son lavados y
quitados de nosotros. No podemos hacer esto para
nosotros mismos. Jesucristo es el que “nos lavó de
nuestros pecados con su sangre”

Pero a estas personas se les trata con aire de


inferioridad considerándoseles una influencia negativa
o, peor aún, cristianos de segunda o tercera categoría,
parecer ser que fuéramos del mundo en donde se
miden las personas por lo que tienen.

Aun así ¡Se les condena y rechaza por un pasado, y


hasta un presente, que ya ha sido perdonado por el
único Juez justo y salvador Jesucristo! El carácter y
ministerio de Cristo es manifestado por el profeta

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Isaías, n este texto dice: “No quebrará la caña cascada,


ni apagará el pábilo que humeare; por medio de la
verdad traerá justicia.” (Isaías 42:3). Y Mateo quien
expresa: “La caña cascada no quebrará, Y el pábilo que
humea no apagará, Hasta que saque a victoria el juicio.”
(Mateo 12:20). La pregunta es ¿Qué significado puede
tener este texto para la Iglesia? «No quebrará la caña
cascada, no apagará el pabilo que humeare».
La caña mencionada crece abundantemente en las
orillas de los ríos de Israel. Se usaba para elaborar
flautas y era una tarea delicada ya que al ahuecarla se
podía magullar fácilmente. Si se dañaba no servía
como instrumento musical y entonces se quebraba y se
tiraba al río. De todos modos había muchas más cañas
que se podían usar.

Las personas son, a menudo, «cañas» dañadas, con


cicatrices en sus vidas que las han doblegado y herido.
Un líder agresivo podría quebrar esa caña y echarla a
un lado, pero no Aquel de quien se dijo: «No quebrará
la caña cascada». Él se especializa en enderezar las
cañas heridas, ayudándolas a ponerse firmes bajo su
paciente y amoroso cuidado. El apóstol Pedro era una
«caña cascada» cuando negó al Señor. ¿Cómo podía ese
hombre luego llegar a ser un líder reconocido en la
iglesia primitiva? La respuesta está en el ministerio del
Señor que cuidadosamente restauró a Pedro y le dijo:
«Apacienta mis ovejas». Todo esto por tres veces que
quizás fue una pregunta que llego a lo más profundo
de Pedro cuando el señor le dijo: “Cuando hubieron
comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás,
¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú
sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos.
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Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás,


¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que
te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera
vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se
entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y
le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te
amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas” (Juan 21:15-
17).

En los tiempos bíblicos los hogares israelitas se


iluminaban con pequeñas lámparas de aceite. Un
pabilo o mecha de fibras de lino flotaba en el aceite y
daba luz a la casa. Ese pabilo con el tiempo, se
carbonizaba soltando un olor nauseabundo y
debilitando la luz de la lámpara, por tanto, se
necesitaba una limpieza periódica y un arreglo del
pabilo para que la lámpara continuara alumbrando.

El pabilo humeante sirve para ilustrar a la persona


cuyo testimonio se ha vuelto ineficaz. El Siervo de
quien Isaías dice que no apagará el pabilo humeante
sino que lo restaurará para que continúe brillando es
Aquel de quien la iglesia actual debe aprender. Este
ministerio que está haciendo falta en la Iglesia es la
restauración de las lámparas humeantes. Vidas que
una vez brillaron y alumbraron pero que se han
opacado.

Amados hermanos, la caña cascada y el pabilo


humeante de los cuales hablo son todas aquellas
personas que fácilmente son pasadas por alto en
nuestras iglesias: minusválidos, divorciados, «re-

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casados», separados, viudos, madres solteras,


convictos y otros. Estas personas no son tenido en
cuanta en el servicio a Dios por su vida pasada, o
porque tienen algún defecto.

No olvidemos que Jesucristo restauraba esas cañas


magulladas y las convertía en instrumentos musicales
que tocaban su canción de gracia. Él tocaba los
residuos humeantes de la vida y los transformaba en
los medios a través de los cuales sería la luz del
mundo. Entonces, ¿por qué nosotros no hacemos lo
mismo? ¿Es que acaso se nos olvida de dónde nos sacó
Dios? El dijo por medio de Pablo: “Para avergonzaros lo
digo. ¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun
uno, que pueda juzgar entre sus hermanos, sino que el
hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los
incrédulos? Así que, por cierto es ya una falta en
vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por
qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís
más bien el ser defraudados? Pero vosotros cometéis el
agravio, y defraudáis, y esto a los hermanos. ¿No
sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios?
No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los
adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con
varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos,
ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el
reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido
lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido
justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el
Espíritu de nuestro Dios. ” (1 Corintios 6:5-11).

Es tiempo de dar lugar al amor y al perdón


condicional. No olvidemos que todos somos parte del
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cuerpo de Cristo y que nos necesitamos mutuamente.


Si no es la Iglesia quien abre sus brazos a estas
personas con el mensaje de perdón y restauración,
entonces ¿quién lo hará?, recordemos que las cosas
viejas pasaron, Dios lo ha hecho todo nuevo:

No condenemos a las personas por cualquier pecado


que haya cometido, más bien sigamos el consejo de
Jesús a Pedro: “Entonces Pedro fue y preguntó a Jesús:
—Señor, ¿cuántas veces deberé perdonar a mi hermano,
si me hace algo malo? ¿Hasta siete? Jesús le contestó:
—No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces
siete.” (Mateo 18:21-35). Siempre estemos dispuestos a
personar. A veces leemos mucho pero no aplicamos
estas enseñanzas.

Mi amado señor Jesucristo les siga bendiciendo

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¿Cómo Explicar Porqué No Celebramos la Semana


Santa?

Porque la llamada Semana Santa es un ritual y


tradición de la Iglesia Católica (según la religión
católica es el periodo sagrado de los cristianos que se
sucede desde el Domingo de Ramos al Domingo de
Resurrección. En este período, se vive intensamente el
Cristianismo, ya que en estas fechas se conmemora la
Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo).
Las sagradas Escrituras nos enseña a vivir todas las
semanas en santidad:

“Que, librados de nuestros enemigos, Sin temor le


serviríamos En santidad y en justicia delante de él,
todos nuestros días.” (Lucas 1:74-75).

“sino, como aquel que os llamó es santo, sed también


vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque
escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.” (1 Pedro
1:15-16).

“Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas,


¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa
manera de vivir, esperando y apresurándoos para la
venida del día de Dios, en el cual los cielos,
encendiéndose, serán deshechos, y los elementos,
siendo quemados, se fundirán! (2 Pedro 3:11-12).

Estas palabras son del apóstol Pablo a los Gálatas:


“Ciertamente, en otro tiempo, no conociendo a Dios,
servíamos a los que por naturaleza no son dioses; mas
ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos
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por Dios, ¿cómo es que muchos se vuelven de nuevo a


los débiles y pobres rudimentos, a los cuales varios de
ustedes se quieren volver a esclavizar? Guardas los
días, los meses, los tiempos y los años. Temo por
vosotros, que haya trabajado en vano.” (Ga 4:8-11).

Nosotros no festejamos ni Cuaresma ni Semana Santa,


ya que esto es algo tradicional creado por las
religiones. La Biblia no establece tal festejo, es parte de
las costumbres y concepciones religiosas de los
pueblos. Creemos que el sacrificio de Cristo nos trae
gozo, redención y bendición a nuestra tierra, y
sostenemos que la expiación de Jesús, por medio de su
sacrificio en la Cruz del Calvario, entró la salvación
para el ser humano; Jesús tenía un propósito muy
claro en la Tierra, él conocía su misión en la Tierra.
Para él no era ninguna tragedia mucho menos dolor
alguno, sino por el contrario sabía que su sacrificio
representa la salvación para la humanidad.

La mal llamada Semana Santa, por qué le llamo así,


porque es la semana donde hay más accidentes, más
tragedias, la gente pierde las perspectivas en esos días
y se dedica a la ir a la playa, a beber y lo que menos
hace es ir a la iglesia. Creo que si Dios hizo los días,
todos los días son santos, y Dios no se busca por
temporadas, son todos los días y bíblicamente no hay
nada establecido con esta semana.

Te invito a que tengas en cuenta las palabras de


Jesucristo cuando dijo: “Antes si no os arrepentís,
todos pereceréis igualmente” (Lucas 13.3). Vale la pena

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destacar que unas de las primeras y últimas palabras


dichas públicamente por Cristo mientras estuvo en la
tierra fueron acerca del arrepentimiento:

“Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir:


Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha
acercado” (Mateo 4:17).

“y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el


perdón de pecados en todas las naciones, comenzando
desde Jerusalén.” (Lucas 24:47).

Siendo que “el alma que pecare, esa morirá” (Ezequiel


18.4), sabemos que un pecado en el alma significa
muerte eterna. “Así que, arrepentíos y convertíos, para
que sean borrados vuestros pecados” (Hechos 3.19).

Cristo murió y resucitó a fin de “que se predicase en su


nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en
todas las naciones” (Lucas 24.47). Una vez que nos
arrepentimos de nuestros pecados entonces Dios
estará dispuesto a borrarlos: “Si confesamos nuestros
pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros
pecados, y limpiarnos de toda maldad.” (1 Juan 1:9).

La santidad es y debe ser resultado de la obediencia


inicial a la salvación y no producto de practicar
"normas" de estilos de vida, como es el de darse fuete
en el cuerpo y tratar de obtener la santidad por medio
de promesas que solo conducen a la perdición del
alma, etc.

La santidad se obtiene por gracia a través de la fe en


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Jesucristo, y no por las obras: “nos salvó, no por obras


de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su
misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por
la renovación en el Espíritu Santo” (Tito 3:5), pero la fe
sin obras está muerta: “Vosotros veis, pues, que el
hombre es justificado por las obras, y no solamente por
la fe. Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue
justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y
los envió por otro camino? Porque como el cuerpo sin
espíritu está muerto, así también la fe sin obras está
muerta.” (Santiago 2:24-26). Definitivamente ningún ser
humano en esta tierra, podrá "ganar" su salvación por
tratar de "vivir" el evangelio, sin OBEDECER primero la
salvación que está ordenada para todos los hombres,
debajo del cielo: "Siendo como aquel que os llamó es
Santo, sed también vosotros santos en toda vuestra
manera de vivir; porque escrito está: Sed santos porque
yo soy santo. Y si invocáis por padre a aquel que sin
acepción de personas juzga según la obra de cada uno,
conducíos en temor todo el tiempo de vuestra
peregrinación, sabiendo que fuisteis rescatados de
vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de
vuestros padres, no con cosa corruptible como oro o
plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un
cordero sin mancha y sin contaminación" (1ª Pedro 1:15-
19). Los que festejan la semana santa dejan de comer
ciertos alimentos, según la costumbre católica consiste
en no comer carne ningún viernes de Cuaresma
(periodo que va desde el Miércoles de Ceniza hasta
Semana Santa). Con este "sacrificio" se pretende
recordar el ayuno que realizó Jesús en el desierto
durante 40 días, preparándose para su muerte. Según

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el Vaticano no es necesario suprimir la carne, sino


hacer algún tipo de sacrificio y esforzarse en ser "mejor
cristiano". Como ves la costumbre no impide comer
carne toda la semana, sólo el viernes Santo. Sólo el
pescado es el sustituto de la carne. La recomendación
de Pablo es que nadie os juzgue en comida o en bebida,
o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de
reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir;
pero el cuerpo es de Cristo. (Colosenses 2:16-17). La
santidad que vive el creyente se debe reflejar interior y
exteriormente, pues todo nuestro ser, espíritu, alma y
cuerpo, debe ser guardado irreprensible para la venida
de nuestro Señor Jesucristo: “Y el mismo Dios de paz
os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu,
alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la
venida de nuestro Señor Jesucristo.” (1. Tesalonicenses
5:23). La verdadera doctrina, así como la santidad,
caracterizan al verdadero pueblo de Dios: “Ten cuidado
de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues
haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te
oyeren.” (1 Timoteo 4:16).

La santidad del creyente está unida al acontecimiento


maravilloso de la promesa del Señor Jesús, de que un
día vendrá por su iglesia. "Seguid la paz con todos, y la
santidad, sin la cual, nadie verá al Señor..."
(Hebreos12:14).

La verdadera Santidad…… No es solo una semana.

Dios les siga bendiciendo

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¿Cómo Explicar el "Anciano de Días"?

Cuando hablamos del Rey de la eternidad, nos estamos


refiriendo al ANCIANO de DIAS, este anciano de días
no es otro Dios, el Dios eterno, él no tiene principio de
días, él es el rey de los siglos, el sabio Dios, tal como lo
describió el apóstol Pablo a Timoteo cuando dijo: “Por
tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y
sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los
siglos. Amén.” (1 Timoteo 1:17). Este anciano de días es
el sabio Dios: “al único y sabio Dios, nuestro Salvador,
sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por
todos los siglos. Amén.” (Judas 1:25). El anciano tiene
una existencia eterna, infinita, lo cual nuestra mente
finita o limitada le es imposible captar. Ahora bien,
debido a nuestra inteligencia y lenguaje limitadísimos,
tenemos que hablar de pasado, futuro y presente de
Dios: decimos, por ejemplo, “Dios siempre fue y
siempre será”. O bien, “Jesucristo es el mismo ayer,
hoy y siempre”. Pero, en realidad, estrictamente
hablando, en Dios no hay ni pasado ni futuro. Dios es
Eterno porque no cambia, porque es Inmutable:

“Tú siempre eres el mismo y tus días no tienen fin”


(Salmos 101:28).

“Mil años para Ti son como un día, un ayer, un instante


de la noche” (Salmos 89:4).

“Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, El que


Es, el que era y el que ha de venir, el Señor del
Universo” (Apocalipsis 1:8).

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“Alábenlo todos los vivientes, porque Él es nuestro Dios


y Señor, y nuestro Padre para siempre… Alaben al Rey
de los Siglos” (Job. 13:4 y 7b).

Las Escrituras cuando hablan del anciano de días se


está refiriendo al único Dios que existe, el que está
sentado en el trono de los cielos, este Dios que es el
alfa y la omega se llama Jesucristo:

“Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás


de mí una gran voz como de trompeta, que decía: Yo soy
el Alfa y la Omega, el primero y el último…” (Apocalipsis
1:10-11).

“Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en


el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta,
hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las
cosas que sucederán después de estas. Y al instante yo
estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en
el cielo, y en el trono, uno sentado.” (Apocalipsis 4:1-2).

El apóstol amado Juan relata lo que vio, lo mismo le


paso al profeta Daniel cuando dijo: “Estuve mirando
hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano
de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo
de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego,
y las ruedas del mismo, fuego ardiente. Un río de fuego
procedía y salía de delante de él; millares de millares le
servían, y millones de millones asistían delante de él; el
Juez se sentó, y los libros fueron abiertos. Yo entonces
miraba a causa del sonido de las grandes palabras que
hablaba el cuerno; miraba hasta que mataron a la
bestia, y su cuerpo fue destrozado y entregado para ser
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quemado en el fuego. Habían también quitado a las


otras bestias su dominio, pero les había sido prolongada
la vida hasta cierto tiempo. Miraba yo en la visión de la
noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como
un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y
le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado
dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos,
naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio
eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será
destruido. Se me turbó el espíritu a mí, Daniel, en medio
de mi cuerpo, y las visiones de mi cabeza me
asombraron. Me acerqué a uno de los que asistían, y le
pregunté la verdad acerca de todo esto. Y me habló, y
me hizo conocer la interpretación de las cosas. Estas
cuatro grandes bestias son cuatro reyes que se
levantarán en la tierra. Después recibirán el reino los
santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo,
eternamente y para siempre. Entonces tuve deseo de
saber la verdad acerca de la cuarta bestia, que era tan
diferente de todas las otras, espantosa en gran manera,
que tenía dientes de hierro y uñas de bronce, que
devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus
pies; asimismo acerca de los diez cuernos que tenía en
su cabeza, y del otro que le había salido, delante del
cual habían caído tres; y este mismo cuerno tenía ojos, y
boca que hablaba grandes cosas, y parecía más grande
que sus compañeros. Y veía yo que este cuerno hacía
guerra contra los santos, y los vencía, hasta que vino el
Anciano de días, y se dio el juicio a los santos del
Altísimo; y llegó el tiempo, y los santos recibieron el
reino. Dijo así: La cuarta bestia será un cuarto reino en
la tierra, el cual será diferente de todos los otros reinos,

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y a toda la tierra devorará, trillará y despedazará. Y los


diez cuernos significan que de aquel reino se levantarán
diez reyes; y tras ellos se levantará otro, el cual será
diferente de los primeros, y a tres reyes derribará. Y
hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del
Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos
y la ley; y serán entregados en su mano hasta tiempo, y
tiempos, y medio tiempo. Pero se sentará el Juez, y le
quitarán su dominio para que sea destruido y arruinado
hasta el fin, y que el reino, y el dominio y la majestad de
los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de
los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y
todos los dominios le servirán y obedecerán. Aquí fue el
fin de sus palabras. En cuanto a mí, Daniel, mis
pensamientos me turbaron y mi rostro se demudó; pero
guardé el asunto en mi corazón.” (Daniel 7:9-28).
Daniel vio dos figuras: una es llamada el "Anciano de
días"; la otra figura es identificada como "uno como un
hijo de hombre". Pero los llamados de la trinidad lo que
ellos ven en su interpretación de esta visión es a dos
dioses: "Dios el Padre" y "Dios el Hijo". Pero cuando se
lee y compara este pasaje de Daniel con Apocalipsis
1:12-18 que dice: “Y me volví para ver la voz que
hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro, y
en medio de los siete candeleros, a uno semejante al
Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta
los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro. Su
cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana,
como nieve; sus ojos como llama de fuego; y sus pies
semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un
horno; y su voz como estruendo de muchas aguas. Tenía
en su diestra siete estrellas; de su boca salía una
espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol
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cuando resplandece en su fuerza. Cuando le vi, caí


como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí,
diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; y el
que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los
siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la
muerte y del Hades.”
Donde se registra la visión de Juan el amado, según la
descripción que allí se hace de la figura que aparece al
Apóstol, ¡parece que es el "Anciano de días" y que no es
otro que Jesucristo Mismo! Sus cabellos eran como de
blanca lana, como la nieve: BLANCOS, Lo que vio el
profeta Daniel fue a Jesús, el que estuvo muerto, pero
que ahora por los siglos de los siglos, el apóstol Juan
dijo: Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él
puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo
soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve
muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los
siglos, amén.” (Apocalipsis 1:17-18). Este anciano de
días el cual es Jesucristo, también es nuestro juez, el
que también juzgara a los muertos por las cosas que
están escritas en los libros: “Y vi un gran trono blanco y
al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron
la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.
Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante
Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto,
el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los
muertos por las cosas que estaban escritas en los libros,
según sus obras.” (Apocalipsis 20:11-12). Como dije
anteriormente quien está sentado en el Trono Celestial
es el Juez y en diversos pasajes bíblicos se explica que
este es Jesucristo, Quien aún siendo el Hijo del
Hombre, juzgará a los hombres.

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YÜxwç WxÄztwÉ
gÜtàtwÉá `xà™w|vÉá E

Si usted querido amigo es de los que se divierte en este


mundo, si usted es de los que cometen toda clase de
pecado y cree que cuando muera todo terminara allí,
creo que está muy equivocado, todo lo que usted haga
quedara registrado en el libro de Dios que está en el
cielo. Dios está viendo tu comportamiento, él está
pendiente de tus hechos, de tus obras y las está
escribiendo una a una, para cuando llegue ese día
mostrártelas en el día del juicio:

“Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos


los santos ángeles con él, entonces se sentará en su
trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las
naciones; y apartarlos unos de los otros, como aparta el
pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a
su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces el
Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi
Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde
la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me
disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui
forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me
cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y
vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán
diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te
sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y
cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y
te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel,
y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto
os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis
hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. Entonces dirá
también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos,
al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.
Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed,
100
YÜxwç WxÄztwÉ
gÜtàtwÉá `xà™w|vÉá E

y no me disteis de beber; fui forastero, y no me


recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis;
enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. Entonces
también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo
te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo,
enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? Entonces les
responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no
lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí
lo hicisteis. E irán éstos al castigo eterno, y los justos a
la vida eterna.” (Mateo 25:31-46).

“Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio


dio al Hijo, para que todos honren al Hijo como honran
al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que
le envió. De cierto, de cierto os digo: El que oye mi
palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no
vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a
vida. De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora
es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y
los que la oyeren vivirán. Porque como el Padre tiene
vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener
vida en sí mismo; y también le dio autoridad de hacer
juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre.” (Juan 5:22-
27).

“en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los


secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.”
(Romanos 2:16).

Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los


hombres, claro es secreto para con el hombre, si usted
querido hermano y amigo cometes pecado y crees que

101
YÜxwç WxÄztwÉ
gÜtàtwÉá `xà™w|vÉá E

nadie te está viendo, estas muy equivocado, porque el


anciano de días lo está viendo todo y está registrando
tus pecados en un diario, para cuando llegue ese día
del juicio tener bases justas para el castigo: "Porque es
necesario que todos nosotros comparezcamos ante el
tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo
que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea
bueno o sea malo.” (2ª Corintios 5:10). Es muy triste ver
en la iglesia cuando un hermano comete pecado, como
es desechado y juzgado, son muchos los que lo
menosprecian, en vez de brindarle la ayuda que
necesita para superar esa situación por la cual fue
débil. Un día, todos estaremos delante del anciano de
días o delante de Jesús el Cristo: “Pero tú, ¿por qué
juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué
menosprecias a tu hermano? Porque todos
compareceremos ante el tribunal de Cristo. Porque
escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se
doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará a Dios.”
(Rom.14:10-11). Ante nuestro señor Jesucristo de
doblara toda rodilla, lea bien mi hermano, no es ante
una Trinidad no y no, es ate el creador señor y Cristo:
“Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el
poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu
voluntad existen y fueron creadas.” (Apocalipsis 4:11).
Jesús es identificado como el Creador; pero también es
identificado como el anciano de días: “En el principio
era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era
Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas
por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido
hecho, fue hecho.” (Juan 1:1-3). El anciano de días, el
cual es Jesús se vistió de carne: “Y aquel Verbo fue
hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria,
102
YÜxwç WxÄztwÉ
gÜtàtwÉá `xà™w|vÉá E

gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de


verdad.” (Juan 1:14). Este es el único creador: “Porque
en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los
cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles;
sean tronos, sean dominios, sean principados, sean
potestades; todo fue creado por medio de él y para él.”
(Colosenses 1:16). Ahora cuando se refiere al "Hijo del
Hombre" esta es una frase bíblica que puede significar:

1- Una referencia a la humanidad como tal o a


cualquier hombre, como nos muestra los siguientes
textos:

“Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él


memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites?”
(Salmos 8:4).

“No confiéis en los príncipes, Ni en hijo de hombre,


porque no hay en él salvación.” (Salmos 146:3).

“Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que


tengas temor del hombre, que es mortal, y del hijo de
hombre, que es como heno?” (Isaías 51:12).

“Como sucedió en la destrucción de Sodoma y de


Gomorra y de sus ciudades vecinas, dice Jehová, así no
morará allí nadie, ni la habitará hijo de hombre.”
(Jeremías 49:18).

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YÜxwç WxÄztwÉ
gÜtàtwÉá `xà™w|vÉá E

2- Una referencia a un hombre en particular; como lo


muestra los textos:

“Me dijo: Hijo de hombre, ponte sobre tus pies, y hablaré


contigo. Y luego que me habló, entró el Espíritu en mí y
me afirmó sobre mis pies, y oí al que me hablaba. Y me
dijo: Hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, a
gentes rebeldes que se rebelaron contra mí; ellos y sus
padres se han rebelado contra mí hasta este mismo día.
Yo, pues, te envío a hijos de duro rostro y de
empedernido corazón; y les dirás: Así ha dicho Jehová
el Señor. Acaso ellos escuchen; pero si no escucharen,
porque son una casa rebelde, siempre conocerán que
hubo profeta entre ellos. Y tú, hijo de hombre, no les
temas, ni tengas miedo de sus palabras, aunque te
hallas entre zarzas y espinos, y moras con escorpiones;
no tengas miedo de sus palabras, ni temas delante de
ellos, porque son casa rebelde. Les hablarás, pues, mis
palabras, escuchen o dejen de escuchar; porque son
muy rebeldes. Mas tú, hijo de hombre, oye lo que yo te
hablo; no seas rebelde como la casa rebelde; abre tu
boca, y come lo que yo te doy.” (Ezequiel.2:1-8).

“Vino luego cerca de donde yo estaba; y con su venida


me asombré, y me postré sobre mi rostro. Pero él me
dijo: Entiende, hijo de hombre, porque la visión es para
el tiempo del fin.” Daniel 8:17).

3- Una referencia a un hombre a quien Dios ha dado


poder y soberanía; como lo muestra el texto: “Sea tu
mano sobre el varón de tu diestra, Sobre el hijo de
hombre que para ti afirmaste.” Salmos 80:17).

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4- Una auto-aplicación que se hizo el Señor Jesús de la


frase en repetidas ocasiones, ya como un sinónimo de
primera persona: "Yo"; ya como un título para enfatizar
Su propia humanidad; y también en algunas
instancias para implicar junto con Su humanidad, la
autoridad y el poder que reposaban en Él; como lo
ratifica los textos:

“Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el


cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la
tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las
nubes del cielo, con poder y gran gloria.” (Mateo 24:30).

“Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos


los santos ángeles con él, entonces se sentará en su
trono de gloria” (Mateo 25:31).

En muchas partes de la escritura a Jesús se le dan


muchos títulos por ejemplo el profeta Isaías le llamo: El
niño que es nacido, hijo que fue dado, el principado
sobre su hombro, este niño según Isaías tendría un
nombre, pero veo que el nombra a cinco títulos para
referirse al nombre propio que nunca da, veamos:
“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el
principado sobre su hombro; y se llamará su nombre
Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno,
Príncipe de Paz.” (Isaías 9:6).

El profeta Daniel hace una referencia cuando dice:


“Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las
nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que
vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse

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delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para


que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran;
su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su
reino uno que no será destruido” (Daniel 7:13-14).

Una referencia a una figura profética-representativa;


en donde el "hijo de hombre" que se acerca al "Anciano
de días" constituye una representación de los santos
de Dios, quienes heredarán el Reino de Dios. Esta es
una explicación más clara de este texto, el anciano de
días como lo vengo diciendo desde principio a fin, es
Jesús el Cristo.

Dios les siga bendiciendo

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¿Cómo Explicar el Yugo Desigual?

Todo cristiano debe saber que ya ha sido lavado, ya ha


sido santificado, ya ha sido justificado en el nombre del
Señor Jesús, nuestro Dios. Todas las cosas nos son
lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas nos
son lícitas, mas no debemos dejarnos dominar de
ninguna.

Ya que nuestro cuerpo no es para la fornicación, sino


para el Señor, y el Señor para el cuerpo. Debemos
saber que nuestros cuerpos son miembros de Cristo y
no debemos quitar los miembros de Cristo para
hacerlos miembros de los incrédulos, esto no deber ser
así. Dios declara que el que se une con un incrédulo,
es un cuerpo con él o con ella, Porque dice: Los dos
serán una sola carne. Pero el que se une al Señor, un
espíritu es con él. Por lo tanto debemos Huir de la
fornicación o cualquier otro pecado que el hombre
cometa, está fuera del cuerpo; más el que fornica,
contra su propio cuerpo peca. Ya que no debemos de
ignorar que nuestro cuerpo es templo del Espíritu
Santo, el cual está en nosotros, el cual tenemos de
Dios. Hermanos entiende que fuimos comprados por
precio; glorifiquemos, pues, a Dios en nuestro cuerpo y
en nuestro espíritu, los cuales son de Dios.

Dios a través de la Sagrada Escritura nos hace varias


advertencias respecto al yugo desigual:

2 Corintios 6:14-18 dice: No os unáis en yugo desigual


con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la

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justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las


tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué
parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay
entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois
el templo del Dios viviente, como Dios dijo:
Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos
serán mi pueblo. Por lo cual, Salid de en medio de ellos,
y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo
os recibiré, Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros
me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.

Mateo 6:24 dice: Ninguno puede servir a dos señores;


porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará
al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y
a las riquezas.

2 Corintios 11:2 dice: Porque os celo con celo de Dios;


pues os he desposado con un solo esposo, para
presentaros como una virgen pura a Cristo.

1 Juan 2:15-16 dice: No améis al mundo, ni las cosas


que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el
amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en
el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos,
y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino
del mundo.

Amós 3:3 dice: ¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de


acuerdo?

Mateo 11:29-30 dice: Llevad mi yugo sobre vosotros, y


aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y
hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo
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es fácil, y ligera mi carga.

Dios quiere todo nuestro amor. Si amamos este mundo


también Dios será celoso. Si estamos en un yugo
desigual con incrédulos estamos comprometidos a
hacer cosas con ellos, cosas que un creyente no debe
hacer.

Es por eso que la separación tiene que comenzar con


una entrega total a Dios. Hay un solo yugo que
debemos aceptar. Es el yugo de Jesús. Es por eso que
hoy les digo a los jóvenes Cristianos que no deben
entrar en noviazgo con alguien que no tiene las mismas
creencias que ellos tienen.

Muchos se encuentran en un yugo desigual con un


cónyuge incrédulo. Hay un sin fin de angustias cuando
es así. A veces resulta porque uno aceptó a Cristo
como su Salvador y el otro no. Ellos pueden testificar
de sus problemas. No es prudente que un joven
creyente quiera casarse con alguien que no es
creyente.

Yo te pregunto ¿Se puede unir la luz con las tinieblas?


El apóstol Juan 12:46 dice: “Yo, la luz, he venido al
mundo, para que todo aquel que cree en mí no
permanezca en tinieblas.”… Pero muchos jóvenes hoy
en día quieren unir la luz con las tinieblas o será que
no saben que ahora son hijos de luz: “Entonces Jesús
les dijo: Aún por un poco está la luz entre vosotros;
andad entre tanto que tenéis luz, para que no os
sorprendan las tinieblas; porque el que anda en

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tinieblas, no sabe a dónde va.” Juan 12:35.


Este versículo nos dice que el que tiene una relación
con un incrédulo no sabe para donde va, esta segado y
que ridículo escuchar a muchos que dicen que “yo lo
voy a convertir”.., creyendo quitarle el trabajo a Dios.

Sera que no saben lo que es un YUGO DESIGUAL,


vamos a definir lo que es un YUGO DESIGUAL:

El Yugo es un instrumento de madera al cual,


formando yunta, se unen las mulas o los bueyes, y en
el que va sujeta la lanza o pértiga del carro, el timón
del arado, etc.

El término proviene del latín iugum, el cual a su vez


deriva de una raíz indoeuropea que aparece en el
sánscrito como yug, 'unión'.

Por extensión, se aplica en sentido figurado a aquellas


circunstancias o situaciones que obligan a permanecer
donde no se permanecería, en caso de disponerse de la
libertad para ello.

A dos bueyes que trabajan aunados, unidos por un


yugo, se denomina yunta. La expresión deriva de esta
última palabra y también se aplica, por extensión, a
otros animales que trabajan unidos, o a un par de
personas que hacen lo mismo.
! Yugo es un instrumento de unión de dos seres para
que caminen hacia la misma dirección!

Por ejemplo un matrimonio en yugo desigual, es una


pareja en la que cada uno intenta vivir y desarrollar
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sus proyectos de vida en direcciones diferentes. La


fuerza con la que cada uno hala para su lado, les
impide avanzar y frecuentemente ambos se frustran
mucho.

Cuando un matrimonio esta unido en yugo desigual,


deben tomar la decisión de ceder y ponerse de acuerdo
en la dirección que le van a dar a su vida,
especialmente en el aspecto espiritual. Es muy difícil
ponerse de acuerdo en las demás áreas de la vida, si
no caminan juntos espiritualmente.

SI LA MUJER ES CREYENTE Y EL HOMBRE NO LO


ES, LA INSTRUCCIÓN DE DIOS ES LA SIGUIENTE:
Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros
maridos, para que también los que no creen a la
palabra sean ganados sin palabra por la conducta de
sus esposas, al considerar vuestra conducta casta y
respetuosa.

Si el hombre es el creyente y la mujer no lo es, la


instrucción bíblica es que él sea imagen y gloria de
Dios para su esposa. Que la ame incondicionalmente
así como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a si
mismo por ella; santificándola por medio de la palabra
de Dios: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como
Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella”
(Efesios 5:25).

EL CREYENTE NO DEBE ABANDONAR A SU


CÓNYUGE NO CREYENTE: A los que están unidos en
matrimonio, mando, no yo, sino el Señor, que la mujer

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no se separe del marido; y si se separa, quédese sin


casar o reconcíliese con su marido; y que el marido no
abandone a su mujer. A los demás yo digo, no el Señor,
que si algún hermano tiene una mujer que no es
creyente, y ella consiente en vivir con él, no la
abandone.

Y SI UNA MUJER TIENE MARIDO QUE NO ES


CREYENTE, y él consiente en vivir con ella, no lo
abandone, porque el marido no creyente es santificado
por la mujer; y la mujer no creyente, por el marido. De
otra manera vuestros hijos serían impuros, mientras
que ahora son santos.

Pero si él no creyente se separa, sepárese, pues no está


el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en
semejante caso, sino que a vivir en paz nos llamó Dios:
¿Qué sabes tú, mujer, si quizá harás salvo a tu marido?
¿O qué sabes tú, marido, si quizá harás salva a tu
mujer?.... (I Corintios 7:10-16). Nunca trates de forzar a
tu cónyuge no creyente, hazlo como lo enseña el Señor.
Vivir en yugo desigual no es una situación fácil, pero si
se siguen las instrucciones de Dios, hay una muy
grande posibilidad de que el no creyente se convierta y
puedan restaurar su relación.

Una vez que comienzan a caminar juntos


espiritualmente, van a ir aprendiendo por medio de la
palabra de Dios como hacer ajustes en sus relaciones
usando los principios de vida del Reino.

Tú matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que


Dios te ha dado. Cuídalo!
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No te juntes con los incrédulos pero ten paz con ellos,


es lo que Dios nos aconseja en los siguientes
versículos:

Romanos 12:18 dice: “Si es posible, en cuanto dependa


de vosotros, estad en paz con todos los hombres”.

Hebreos 12:14 dice: “Seguid la paz con todos, y la


santidad, sin la cual nadie verá al Señor.”

Pero en cuanto a la advertencia NO OS UNÁIS EN


YUGO DESIGUAL? Dios nos sigue recordando en 2
Corintios 6:14 “No os unáis en yugo desigual con los
incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia
con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las
tinieblas?”

¿Cuántas veces hemos escuchado el “me gusta pero no


es cristiano”?, quizá a lo mejor en algún momento de
nuestra vida, nos ocurrió. Sin duda hay muchas
personas que no son cristianas y nos parecerán
atractivas.

Hoy en día es común que una señorita o un jovencito


cristiano vaya donde su líder espiritual o su pastor y le
pregunte: ¿Está mal que quiera ser novio(a) de alguien
que no sea cristiano?

Pues, la respuesta es definitivamente es no. No te


recomiendo hacerte novio o novia de alguien que no
sea Cristiano, no porque él sea malvado o ella sea un
pecadora empedernida, sino porque tu ahora tienes

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otros objetivos en la vida. Es decir, imagínate que a ti


te agrade servir a Dios y el que te gusta no es cristiano,
¿Será que a él también le agradara servir a Dios?,
posiblemente te diga: “yo no me meto con eso, pero tú
puedes servir a Dios”, es la típica frase que todos
aquellos que no son cristianos le dicen a su novio o
novia cristiana.

Entonces dime tú: ¿Qué clase de ayuda será para ti?,


se supone que tu novio o novia tendría que ser la
ayuda IDÓNEA con la que compartirás toda tu vida.
Pero ¿Qué clase de ayuda idónea puede ser alguien que
no piensa y no siente como tú?

Si la palabra de Dios dice: “No os unáis en yugo


desigual” Entonces ¿Porque llevarle la contraria?,
¿Será acaso que Dios hará una excepción por ti?,
Amigo o amiga, quiero decirte que Dios no es hombre
para que mienta ni hijo de hombre para que se
arrepienta, si inspiro al autor de corintios a decir esto,
es porque El sabe el fin que traen muchos por no decir
todos los yugos desiguales. Si porque hay otros yugos
desiguales.

Por más que quieras hacer ver aceptable ese yugo


desigual que quieres formas o ya tienes formado no
podrás, porque no hay cita bíblica que avale lo que
estas o piensas hacer. ¿Por qué no eres sincero(a)
contigo mismo(a) y reconoces quieres anteponer tu
voluntad a la voluntad de Dios?

Un yugo desigual JAMÁS será avalado por Dios,


JAMÁS, aun cuando quieras camoflajearlo de voluntad
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de Dios, JAMÁS será avalado por El.

¿Qué mas estas esperando para darte cuenta que estas


anteponiendo tu voluntad a la voluntad de Dios?, esta
palabra es muy clara… no debemos aliarnos con gente
que no tiene nuestro mismo espíritu.

Te pregunto… ¿Qué espíritu tienes?

Dios te siga bendiciendo

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¿Cómo Explicar Cuál es la Iglesia Verdadera?

Son muchas las iglesias que existen en el mundo y


cada una de ellas cree predicar y tener la verdad, hay
creyentes que defienden sus creencias con su propia
vida, otros maltratan con sus palabras ofensivas y a
veces matan a los que no comparte sus creencias. Un
buen ejemplo para confirmas estas palabras la
podemos ver en la vida del apóstol Pablo llamado en el
tiempo de su rebeldía como Saulo de Tarso:

“Yo de cierto soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero


criado en esta ciudad, instruido a los pies de Gamaliel,
estrictamente conforme a la ley de nuestros padres,
celoso de Dios, como hoy lo sois todos vosotros.
Perseguía yo este Camino hasta la muerte, prendiendo y
entregando en cárceles a hombres y mujeres” (Hechos
22:3-4).

“Y Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa,


arrastraba a hombres y a mujeres, y los entregaba en la
cárcel.” (Hechos 8:3).

“Porque ya habéis oído acerca de mi conducta en otro


tiempo en el judaísmo, que perseguía sobremanera a la
iglesia de Dios, y la asolaba; y en el judaísmo
aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi
nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de
mis padres.” (Gálatas 1:13-14).

“habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e


injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice
por ignorancia, en incredulidad. Pero la gracia de
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nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor


que es en Cristo Jesús. Palabra fiel y digna de ser
recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para
salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.”
(1 Timoteo 1:13-15).

Saulo perseguía a los que no estaban de acuerdo con


sus creencias y lo peor de todo es que los mataba. Pero
todo esto cambio cuando estuvo un encuentro
maravilloso con el dueño de la única iglesia que existe
en este mundo. El dueño absoluto de la iglesia nuestro
Dios y salvador Jesucristo:

“Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los


discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote, y le pidió
cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si
hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los
trajese presos a Jerusalén. Mas yendo por el camino,
aconteció que al llegar cerca de Damasco,
repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; y
cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo,
Saulo, ¿por qué me persigues? Él dijo: ¿Quién eres,
Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues;
dura cosa te es dar coces contra el aguijón. El,
temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo
haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad,
y se te dirá lo que debes hacer.” (Hechos 9:1-6).

“Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a


los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Efeso:
Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del
Señor Jesucristo. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro

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Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición


espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos
escogió en él antes de la fundación del mundo, para que
fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor
habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos
suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de
su voluntad” (Efesios 1:1-5).

Desde ese mismo momento la vida de Saulo cambio,


incluyendo su nombre, él fue escogido por Dios, para
que fuera parte de su iglesia gloriosa, sacándolo del
error en el cual estaba, siguiendo las tradiciones de
sus padres. Así como el tiempo de Saulo hoy en día
hay muchas personas que creen que en sus
denominaciones sus líderes predican o enseñan la
verdad, por ejemplo hay budistas, mormones, testigos
de Jehová, Judíos, musulmanes, hindú, católicos,
ortodoxos, etc. Estas son solo algunas de las tantas
que existen en este mundo, todas ellas creen ser la
religión verdadera, y que siendo parte de ellas serán
salvos de la ira de Dios. Claro que hay otras personas
creyentes que afirman que realmente no importa lo que
usted crea, sino que lo válido es que usted sea una
"buena persona." "Igual, todos vamos a ir al mismo
lugar" es lo que dicen, es lo que piensan. Cuando yo
no conocía en camino de la salvación, cuando hacia
parte del sistema mundano, me hacía y le hacía
muchas preguntas a Dios, tales como: ¿Quién está en
lo correcto? ¿En quién puedo confiar? ¿Cuál es la
verdadera religión? ¿Si tú quieres que sea salvo señor
Jesús muéstrame la verdad? ¿Señor si me pierdo tú
tienes la culpa, por hacer que existan tantas
religiones? Pero querido amigo y hermano Dios en su
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palabra había advertido de todas estas cosas él dijo:

“… Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos


en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos
engañarán.” (Mateo 24:4-5).

“Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y


harán grandes señales y prodigios, de tal manera que
engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. Ya os
lo he dicho antes.” (Mateo 24:24-25).

“También debes saber esto: que en los postreros días


vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres
amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos,
soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres,
ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables,
calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores
de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados,
amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán
apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a
éstos evita.” (2 Timoteo 3:1-5).

“Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como


habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán
encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán
al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos
destrucción repentina. Y muchos seguirán sus
disoluciones, por causa de los cuales el camino de la
verdad será blasfemado, y por avaricia harán
mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los
tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y
su perdición no se duerme.” (2 Pedro 2:13).

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En muchas ocasiones nos hacen esta pregunta ¿Cuál


es tu religión? Pero la verdad es que la religión no salva
a nadie, porque la religión es un sistema de creencias,
de actitudes y de prácticas. Nadie puede ser salvo por
estas cosas. Entendiendo también que la Iglesia no es
un edificio, sino la congregación de aquellos que Cristo
ha llamado de las tinieblas a la luz admirable del
Evangelio, Dios le hace el llamado al mundo para que
sea salvo, el no quiere que nadie se pierda, el quiere
que tú encuentres el camino que te llevara a la vida
eterna:

“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida;


nadie viene al Padre, sino por mí. Si me conocieseis,
también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le
conocéis, y le habéis visto.” (Juan 14:6-7)

“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio,


nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que
anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las
tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo
no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que
en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero
ahora habéis alcanzado misericordia.” (1 Pedro 2:9-10).

“Cualquiera que se extravía, y no persevera en la


doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en
la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo” (2
Juan 1:9).

Ahora viene algo importante y es lo que está haciendo


que muchos creyentes supuestamente se dividan, esta
es una palabra que no debe usarse en el pueblo
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cristiano, por la sencilla razón que cada hermano fue


llamado para servir a Dios en una denominación
diferente y la verdadera Iglesia no consiste en una
denominación específica, sino en todos los santos que
creen en el Señor Jesucristo como el único Salvador de
sus almas, como el Dios único manifestado en carne, y
que predican de manera completa el evangelio de
salvación según los Hechos 2:38 donde encontramos el
plan de salvación, que es: arrepentimiento, bautismo
en agua en el nombre de Jesús y recepción del Espíritu
Santo con la señal inicial de hablar en nuevas lenguas.
Son muchas las denominaciones o nombres jurídicos
de iglesias que predican en verdadero evangelio de
salvación, cuando hablo del verdadero evangelio de
salvación no me estoy refiriendo a las normas que el
mismo hombre estableció como reglamento para sus
organizaciones. Este es el gran problema que se viene
presentando en la actualidad en el mundo cristiano de
los llamados en diferentes denominaciones. Déjeme
decirle querido hermano que nuestro Dios y salvador
Jesucristo no viene porque usted pertenezca a cierta
denominación, el no viene por una denominación
específica, el viene por la iglesia de su nombre, el viene
por un pueblo santo, el viene por una iglesia santa, el
viene por los llamados de su nombre, y los llamados d
su nombre son todos aquellos en los cuales fue
invocado su nombre admirable en el bautismo, tal
como lo ordeno:

“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio


a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será
salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas

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señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán


fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en
las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no
les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos,
y sanarán.” (Marcos 16:15-18).

“y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el


Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer
día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento
y el perdón de pecados en todas las naciones,
comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos
de estas cosas.” (Lucas 24:46-48).

Lo que entiendo de todo esto es que cada


denominación u organización, desde el tiempo de los
apóstoles que es la senda antigua, ellos cumplieron
este mandamiento o comisión tal cual como lo registra
las sagradas escrituras, por ejemplo:

Los Judíos la cumplieron: “Pedro les dijo: Arrepentíos, y


bautícese cada uno de vosotros en el nombre de
Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el
don del Espíritu Santo.” (Hechos 2:38).

Los samaritanos la cumplieron: “Pero cuando creyeron


a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y
el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y
mujeres. Cuando los apóstoles que estaban en
Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra
de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan; los cuales,
habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el
Espíritu Santo; porque aún no había descendido sobre
ninguno de ellos, sino que solamente habían sido
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bautizados en el nombre de Jesús. Entonces les


imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo. ”
(Hechos 8:12-17).

Los Gentiles la cumplieron en Cesarea: “Entonces


respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua,
para que no sean bautizados estos que han recibido el
Espíritu Santo también como nosotros? Y mandó
bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le
rogaron que se quedase por algunos días.” (Hechos
10:47-48).

Los Efesios la cumplieron: “Aconteció que entre tanto


que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de
recorrer las regiones superiores, vino a Efeso, y
hallando a ciertos discípulos, les dijo: ¿Recibisteis el
Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni
siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. Entonces
dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron:
En el bautismo de Juan. Dijo Pablo: Juan bautizó con
bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que
creyesen en aquel que vendría después de él, esto es,
en Jesús el Cristo. Cuando oyeron esto, fueron
bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y habiéndoles
impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu
Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban. Eran por
todos unos doce hombres. ” (Hechos 19:1-7).

Los Corintios la cumplieron: “¿Acaso está dividido


Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis
bautizados en el nombre de Pablo? ” (1 Corintios 1:13).

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Los Romanos la cumplieron: “¿O no sabéis que todos


los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos
sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados
juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de
que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del
Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.
Porque si fuimos plantados juntamente con él en la
semejanza de su muerte, así también lo seremos en la
de su resurrección; sabiendo esto, que nuestro viejo
hombre fue crucificado juntamente con él, para que el
cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no
sirvamos más al pecado.” (Romanos 6:3-6).

Los Gálatas la cumplieron: “porque todos los que


habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis
revestidos.” (Gálatas 3:27).

De esta forma Pablo podría decir en sus cartas a la


iglesia que está en Roma, A la iglesia que está en
Galacia, en Éfeso, etc. Hoy en día se diría a la
denominación que está en España, en Argentina, en
Colombia, en México, en Estados Unidos, en Canadá,
etc. Creo que la carta es para cada unos de los
creyentes que hacen parte de estas denominaciones.
Nuestro Dios y salvador Jesucristo no hace divisiones,
el que hace divisiones es el hombre, y lo hace
mediantes sus organizaciones, instituciones o
denominaciones. Les quiero contar lo que le paso a
cierto hermano que fue bautizado en el nombre de
Jesucristo, el practicaba la sana doctrina, pero se tuvo
que ir de la iglesia donde se congregaba por un
traslado que su empresa donde trabajaba le hizo a
cierta ciudad. Pero en esa ciudad no había una iglesia
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con el nombre o denominación jurídica donde el


acostumbraba asistir. El tenia que congregarse, el
hermano tenia esta necesidad y la escritura se lo decía:
“No dejando de congregarse como cuchos tienen por
costumbre” (Hebreos 10:25). La costumbre de él y su
familia era la de congregarse, pero como lo hacían,
pues el investigo que denominación practicaba la sana
doctrina del nombre de Jesucristo y la encontró. Cierto
día recibió la llamada de su mejor amigo el cual le
pregunto que si se estaba congregando, él le respondió
entusiasmado que sí, que él se estaba congregando en
otra iglesia, ya que en ese lugar no había de la
denominación que pertenecía anteriormente. La
respuesta del amigo fue: “Te dividiste que pena por ti”
El le respondió de forma inmediata que Jesús no
estaba dividido por el nombre de una denominación
que el que estaba cuando la división era él en su mal
intencionado comentario. Que quiero decir con este
pequeño relato, creo que a muchos hermanos en todo
el mundo le ha pasado esto, estas cosas no debería
suceder en la iglesia del señor, hermanos que fueron
bautizados con el mismo nombre, pero que ahora los
separa el nombre de una denominación. Como dije
antes el nombre de una denominación no salva a
nadie. Usted es libre de congregarse donde usted
quiera querido hermano, siempre y cuando allí se
practique la sana doctrina.
Jesús viene por la iglesia de su nombre, una es la
amada, una es la santa y sin mancha, sin arrugas. La
iglesia verdadera tiene las siguientes características:

1. Su fundamento es Cristo: “Porque nadie puede poner

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otro fundamento que el que está puesto, el cual es


Jesucristo.” (1 Corintios 3:11).

2. Enseña lo que enseñaron los apóstoles: “edificados


sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo
la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo” (Efesios
2:20).

“enseñándoles que guarden todas las cosas que os he


mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los
días, hasta el fin del mundo. Amén.” (Mateo 28:20).

“Así que, los que recibieron su palabra fueron


bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil
personas. Y perseveraban en la doctrina de los
apóstoles, en la comunión unos con otros, en el
partimiento del pan y en las oraciones.” (Hechos 2:41-
42).

3. Tiene un solo Dios o Señor, una sola fe y un solo


bautismo: “Así que, los que recibieron su palabra fueron
bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil
personas. Y perseveraban en la doctrina de los
apóstoles, en la comunión unos con otros, en el
partimiento del pan y en las oraciones.” (Efesios 4:4).

Esta verdad es fundamental para alcanzar la salvación.


Para ser salvos debemos entender que Jesús es Dios
manifestado en carne. Debemos entender que él es el
Gran Yo Soy, que él es Jehová de los ejércitos, que él
es el Santo de Israel, que se manifestó como hombre
para darse a conocer a la humanidad. Hoy en día son

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muchos los engaños que se han levantado. Por ejemplo


algunas religiones niegan que Jesús sea Dios, y otras
dicen que él es Dios pero no es el único que posee esa
dignidad, pues hay otros dos (a los que llaman las
otras personas divinas) que también poseen esa
atribución. Sin embargo la Biblia nos enseña que hay
un sólo Dios y que su nombre es Jesús. El mismo
Señor Jesús dijo: "Por eso os dije que moriréis en
vuestros pecados; porque si no creéis que Yo Soy, en
vuestros pecados moriréis" (Juan 8:24). Te invito a creas
que Jesús es el Dios único, el Dios que se dio a
conocer por medio del hijo, esta manifestación con el
cual nos dio a conocer su nombre: “Pero sabemos que
el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento
para conocer al que es verdadero; y estamos en el
verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero
Dios, y la vida eterna.” (1 Juan 5:20). Amigo, la religión
no puede salvarte. ¡Pero Jesucristo si lo puede hacer!
La religión no nos conducirá a la paz con Dios, pero
Jesucristo sí. Pues "Dios estaba en Cristo, reconciliando
consigo al mundo..." (2. Corintios 5:19). Son muchos los
que tropiezan en esta roca, ella es la única que nos
conduce a la salvación: "Este Jesús es la piedra
reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha
venido ha ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay
salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado
a los hombres, en que podamos ser salvos" (Hechos
4:11-12). El verdadero cristianismo consiste en la
predicación completa del evangelio y en una relación
íntima entre un hombre y el señor Jesucristo.
Examinemos las demandas de Cristo como el
verdadero salvador del hombre. Si usted está buscando

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la puerta a la vida eterna, no mire a un sistema


religioso sino a Jesucristo. La religión decepciona pero
esto nunca lo podrá hacer nuestro Señor Jesucristo. Él
es el verdadero Dios y la vida Eterna, él es el único
Dios que existe. Él nos da una vida nueva por medio
del Espíritu Santo. El Espíritu Santo no es más que el
mismo Dios y señor, es decir, nuestro Señor Jesús
habitando en nuestros corazones: "Porque el Señor es el
Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay
libertad" (2 Corintios 3:17). Existen dos características
que identifican a los miembros de la verdadera iglesia
de Jesucristo, estas son: la doctrina que practica y los
frutos del creyente. Respecto a la doctrina el apóstol
Pablo escribió: “Ten cuidado de ti mismo y de la
doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te
salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.” (1. Timoteo
4:16). Y en cuando a los frutos podemos decir que si yo
amo a Jesús y ando en su voluntad haciendo frutos
dignos de arrepentimiento debo obedecer
completamente a toda la doctrina apostólica, no a una
parte, sino a toda. Si yo he conocido la verdadera
doctrina apostólica entonces debo vivir una vida
agradable y limpia ante Dios, una vida verdaderamente
llena del Espíritu Santo. No hay otra manera de ser
salvos sino teniendo cuidado de nosotros mismos y de
la doctrina. Así, la verdadera Iglesia debe tener cuidado
del testimonio personal y debe hacer la voluntad de
Dios cumpliendo todos sus mandamientos, y sus
mandamientos no son gravosos. Por eso es importante
obedecer completamente la doctrina apostólica y no
solo una parte de ella. La Doctrina apostólica consiste
en creer, en entender y vivir:

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1. En creer que Jesucristo es Dios y que no hay más:


"Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados;
porque si no creéis que Yo Soy, en vuestros pecados
moriréis" (Juan 8:24).

2. En entender que la Salvación enseñada en el Nuevo


Testamento está establecida en el arrepentimiento, el
bautismo en agua en el nombre de Jesús, en recibir el
Espíritu Santo hablando en Nuevas lenguas, y
perseverar hasta el fin, para ser salvo.

"De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere del


agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es
nacido del Espíritu, espíritu es" Juan 3:5-6.

"Arrepentíos y bautícese cada de vosotros en el nombre


de Jesucristo para el perdón de los pecados, y recibiréis
el don del Espíritu Santo" (Hechos 2:38)

3. Vivir una vida de santidad delante de Dios. Los


santos deben estar esperando a su Señor y salvador
viviendo en santidad. La vida de santidad sólo la puede
alcanzar una vida llena del Espíritu Santo: “Por lo cual,
levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; y
haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo
cojo no se salga del camino, sino que sea sanado.
Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie
verá al Señor.” (Hebreos 12:12-14).

¿Qué es guardarse sin mancha del mundo?

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Es no dejarse contaminar por nada. Ni por la falsa


doctrina, ni dejarnos llevar por nuestras propias
concupiscencias (inclinaciones al mal). En otras
palabras, es tener cuidado de nosotros mismos y de la
doctrina. Los frutos del creyente son una de las marcas
distintivas de la verdadera iglesia. Ninguno puede decir
que es de Dios y sin embargo estar viviendo una vida
llena de maldad y de pecado, pues está sencillamente
siendo un gran mentiroso, la escritura dice: “El que
dice que permanece en él, debe andar como él anduvo”
(1 Juan 2:6). La verdadera Iglesia es aquella que sigue
firmemente los mandamientos del Señor: “Y en esto
sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus
mandamientos. El que dice: Yo le conozco, y no guarda
sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no
está en él; pero el que guarda su palabra, en éste
verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado;
por esto sabemos que estamos en él.” (1. Juan 2:3-5).

La verdadera iglesia no es un templo hecho de manos


humanas, ni es una denominación. Pero la verdadera
iglesia sí es aquella que se aferra con todo su corazón a
la Sana Doctrina y que es capaz de poner a un lado las
doctrinas humanas y diabólicas: “Amados, por la gran
solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra
común salvación, me ha sido necesario escribiros
exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe
que ha sido una vez dada a los santos.” (Judas 1:3).
Hay que contender es por la fe que fue dada y no por
una denominación específica.

Dios les siga bendiciendo

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Glosario

Adoración: Es la obligación que toda la creación de


Dios tiene, de darle a El todo honor, gloria, alabanza y
honra porque Él es el santo y divino Creador. La
adoración es debida solamente a Dios (Exo. 20:3; Mat.
4:10; Apoc.22:9). Jesús, siendo Dios en la carne (Juan
1:1,14; Col. 2:9), recibió justamente adoración (Mat.
2:2,11; Juan 9:35-40; Heb. 1:6).

Arrepentimiento: El arrepentimiento (griego metanoia,


literalmente "cambiar de mente") significa volverse,
cambiar: en el N.T. se refiere a volverse del camino del
pecado. Somos llamados por Dios para abandonar el
pecado. De hecho, Dios manda a todos los hombres en
todas partes que se arrepientan de sus pecados (Hech.
17:30). La paciencia de Dios nos lleva al
arrepentimiento (2 Ped. 3:9) como también Su
misericordia (Rom. 2:4).

Ayunar, ayuno: Ayunar es privarse de alimentos por


un período determinado con un propósito específico, a
menudo espiritual. Es una práctica bíblica que
involucra el "debilitamiento" del cuerpo con el
propósito de "fortalecer" el espíritu, destinado a
producir una alerta espiritual. Es interesante notar
que el pecado entró en el mundo a través de Adán y
Eva por el acto de desobediencia que consistió en
comer lo que no debían (Gén. 3:6). En el N.T. se nos
llama a ayunar (Mat. 6:16). Vea también 1 Rey. 21:27;
Salmo 35:13; Hechos 13:3; 2 Cor. 6:5).
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Comunión: No hay una definición específica del


término en el N.T.. Sin embargo, somos llamados a la
comunión unos con otros (1 Juan 1:3), con Jesús (1
Cor. 1:9), con el Padre (1 Juan 1:3), y con el Espíritu
Santo (2 Cor. 13:14). La comunión implica compartir
intereses, deseos, motivaciones, emociones y objetivos
comunes. Requiere compartir tiempo en comunicarse,
ocuparse uno de otro y realizar actividades conjuntas.
La noción de comunión tiene una connotación de
intimidad. Como cristianos, tenemos fraternidad
?calidad de hermanos y por tanto comunión unos con
otros debido a nuestra posición en Cristo, ya que todos
somos redimidos y compartimos un conocimiento
íntimo y personal de Jesús. Asimismo, compartimos
una fe (Hechos 2:42), una esperanza (Heb. 11:39,40), y
una necesidad (2 Cor. 8:1-15).
El término griego para comunión es (koinonia). Un uso
muy importante se refiere a compartir la Cena del
Señor o eucaristía (1 Cor. 10:16).

Condenación: Puede referirse tanto al acto de declarar


culpable a un hacedor de maldad, como al consecuente
castigo inflingido. Sin Jesús, todos quedamos
condenados ante Dios no solamente por el pecado de
Adán (Rom. 5:16-18) sino también por nuestro propio
pecado (Mat. 12:37). Sin embargo, "Ahora, pues,
ninguna condenación hay para los que están en Cristo
Jesús... porque la ley del Espíritu de vida en Cristo
Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la
muerte" (Rom. 8:1-2). Los cristianos han escapado a la
condenación porque son perdonados en Cristo.

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Conversión: Indica la acción de volverse del mal hacia


Dios. Dios convierte (Hechos 21:19) a los perdidos en
salvos, a los no regenerados en regenerados. Esto se
produce a través de la predicación del Evangelio (Rom.
10:14; 1 Cor. 15:1-4) y resulta en arrepentimiento
(Hech. 26:20) y una nueva creación (2 Cor. 5:17). Hay
una lista de los frutos de la conversión en Gál. 5:22-
23.

Convicción: Es la obra del Espíritu Santo, por la cual


una persona es capaz de verse a sí misma como Dios la
ve: culpable, mancillada, y totalmente incapaz de
salvarse a sí misma (Juan 16:8). En un incrédulo, la
convicción del Espíritu Santo revela la pecaminosidad
y trae temor. En el creyente, la convicción del Espíritu
Santo trae conciencia de pecado y resulta en su
confesión y limpieza. Esta convicción el producida por
el Espíritu Santo (Juan 16:8), el Evangelio (Hech.
2:37), la conciencia (Rom. 2:15), y la Ley (Santiago 2:9).
La convicción de nuestros pecados nos lleva a la cruz.
Nos muestra nuestra necesidad de perdón.

Discípulo: La palabra proviene de la misma raíz que


"disciplina" y se refiere a un alumno o seguidor de una
religión, persona o movimiento. Como cristianos,
debemos ser discípulos de Jesús (Luc. 14:26,27). En la
Biblia, es la denominación más frecuente de los
cristianos. Seguimos en la enseñanza que Jesucristo
impartió y en el ejemplo que dio. Un discípulo es un
convertido, pero no todos los convertidos son
discípulos. Como discípulos, hemos de cargar nuestra
cruz cada día (Mat. 16:24). Esto significa vivir por El y
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de ser necesario, morir por El (Mat. 16:25) y, desde


luego, vivir vidas santas y sin mancha delante de El y
de nuestro prójimo.

Elección, Elegidos: Los elegidos son aquellos llamados


por Dios para salvación. Esta elección ocurrió antes de
la fundación del mundo (Efe. 1:4), y es conforme a la
voluntad de Dios, no a la del hombre (Rom. 8:29-30;
9:6-23) porque Dios es soberano (Rom. 9:11-16). La
doctrina de la elección es enfatizada por los calvinistas,
quienes asimismo sostienen la doctrina de la
predestinación.

Escrituras: El término es un sinónimo de la Biblia; por


tanto, se refiere, en sentido cristiano, al conjunto de
los 39 libros del A.T. y los 27 libros del N.T. Cada uno
de ellos es inspirado, libre de error, y completamente
exacto en los temas que trata. La Biblia completa,
aunque escrita por muchos autores humanos a lo largo
de centurias, es completamente coherente y armónica
en todas sus enseñanzas; esto se debe a que toda la
Biblia fue inspirada por Dios (2 Tim. 3:16).

Evangelio: El término es una transliteración del griego


euaggelion , que significa "buena noticia". Es la buena
noticia del perdón de los pecados y la reconciliación
con Dios a través de Jesucristo. Pablo da la siguiente
descripción en 1 Corintios 15:1-4: "Además os declaro,
hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual
también recibisteis, en el cual también perseveráis; por
el cual, asimismo, si retenéis la palabra que os he

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predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.


Primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí:
Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las
Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer
día, conforme a las Escrituras..."
El Evangelio proviene de Dios (Gál. 1:10-12), es el
poder de Dios para salvación de todo el que cree (Rom.
1:16), es un misterio ahora revelado (Efe. 6:19), y es
una fuente de esperanza (Col. 1:23), fe (Hech. 15:7),
vida (1 Cor. 4:15), y paz (Efe. 6:15).

Fe: La palabra fe (del latín fides, creer, confiar) se


utiliza en la Biblia con dos sentidos principales. En el
primero, es sinónimo de confianza firme: "Es, pues, la
fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que
no se ve" (Heb. 11:1). Como tal, es un don de Dios
(Rom. 12:3) y viene por el oír la Palabra de Dios (Rom.
10:17). La fe es el medio por el cual la gracia de Dios es
otorgada al creyente que confía en la obra de Jesús en
la cruz (Efe. 2:8). Sin fe es imposible agradar a Dios
(Heb. 11:6). Es por fe que vivimos nuestra vida de
cristianos, "El justo vivirá por la fe" (Hab. 2:4; Rom.
1:17). En el segundo sentido, fe es sinónimo de
doctrina, o conjunto de verdades históricas y
conceptuales que configuran la fe cristiana: "me ha
sido necesario escribiros para exhortaros a que
contendáis ardientemente por la fe que ha sido dada
una vez a los santos" (Jud. 3).

Gracia: La gracia puede definirse como el favor


inmerecido, aquello que se otorga sin mérito por parte
del que lo recibe. La gracia de Dios es Su libre acción
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para beneficio de toda la creación en general (gracia


común o providencia) y de los creyentes para la
salvación (gracia especial o salvífica). Se distingue de la
Justicia y de la Misericordia. La justicia consiste en
recibir lo que se merece; la misericordia, en no recibir
lo que se merece. Por medio de la gracia salvífica
recibimos la vida eterna, algo que obviamente no
merecemos. Pero debido al amor y la ternura de Dios
manifestadas en Jesús crucificado, recibimos la gran
bendición de nuestra redención.
La gracia es el Gran Regalo Aportado por Cristo e
Inmerecidamente Apropiado por nosotros. La gracia
salvífica no requiere, y de hecho descarta, todo mérito
humano. Es debida a Dios y dada por El, debido a
quién es El, y no a quienes somos nosotros. Es el
medio de nuestra salvación (Efe. 2:8-9). Ya no estamos
bajo la Ley, sino bajo la gracia de Dios (Rom. 6:14). Vea
también Hech. 15:11; Rom. 5:2,15-20; 2 Cor. 9:8; 12:9.

Iglesia: La palabra procede del griego ekklesia, que


equivale al hebreo qahal, y significa asamblea,
congregación de los que han sido llamados. El término
se emplea en dos sentidos, a saber, la iglesia visible y
la iglesia invisible. La primera está compuesta por
todos cuantos dicen ser cristianos y se congregan. La
iglesia invisible es el verdadero cuerpo de creyentes,
aquellos que son verdaderamente salvos; ningún
hombre puede ver en los corazones para distinguir
entre unos y otros, por tanto la composición de la
iglesia invisible sólo es conocida por Dios.
La verdadera Iglesia de Dios no es una organización
terrenal con gente y edificios, sino una entidad
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sobrenatural integrada por aquellos que han sido


salvados por Jesús. La Iglesia verdadera abarca todo el
período de la existencia del hombre sobre la tierra, y a
toda la gente que ha sido llamada a ella. Nos hacemos
miembros de la iglesia, el cuerpo de Cristo, por la fe
(Hechos 2:41). Somos edificados por la Palabra de Dios
(Efe. 4:15,16), disciplinados por Dios (Mat. 18:15-17),
unificados en Cristo (Gál. 3:28), y santificados por el
Espíritu (Efe. 5:26,27).

Infierno: El infierno es el lugar del futuro castigo


eterno de los condenados, incluyendo a Satanás y sus
ángeles caídos. Hay varias palabras que suelen
traducirse "infierno" en la Biblia: Hades, un término
griego, es la morada de los muertos que comprende el
estado intermedio, entre la muerte y la resurrección
(vea Mat. 11:23; 16:18; Hechos 11:27; 1 Cor. 15:55;
Apoc. 1:18, 6:8). Corresponde aproximadamente al
hebreo Sheol , el lugar de los muertos (no la tumba,
que corresponde al hebreo keber y al griego mnema). A
esta morada intermedia van tanto justos (Salmo 16:10,
30:3; Isa 38:10) como impíos (Núm. 16:33; Job 24:19;
Salmo 9:17). Gehenna , palabra griega que
corresponde al hebreo ge-hinnom, "valle de Hinom"
(Jos. 15:8). Era un lugar donde antaño se hacían
sacrificios de niños y otras cosas abominables.
Asimismo, también fue una fosa común donde los
cuerpos eran arrojados y quemados (2 Rey. 23:13,14).
Posteriormente se empleó para designar el lugar de
eterno castigo; Jesús mismo la usó en este sentido
(Mat. 5:22,29,30; Mar 9:43; Luc. 12:5). Normalmente
se traduce "infierno", y en Mat 5:22 el Señor lo llama
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"infierno de fuego" (gehenna tou pyros). El infierno es


un lugar de fuego eterno (Mat. 25:41; Apoc. 19:20). Fue
originalmente preparado para el diablo y sus ángeles
(Mat 25:41). Será, efectivamente, la morada eterna de
los ángeles rebeldes (2 Ped. 2:4), pero también de todo
hombre que rehúse arrepentirse y reconciliarse con
Dios por medio de Cristo (Apoc. 20:15; 21:8). Esto
ocurrirá en el juicio final, donde asimismo la muerte y
el Hades serán abolidos (Apoc. 20:14). Algunos
cristianos y muchos sectarios (por ejemplo, los Testigos
de Jehová) rechazan la noción de un lugar de castigo
eterno; hay que recordarles que, según la Biblia, quien
más habló del tema de la condenación eterna fue
nuestro Señor Jesucristo mismo; si no aceptamos creer
lo que nos advierte sobre este asunto, ?cómo podemos
tomar seriamente el resto de su enseñanza?

Inspiración: Es la acción por la cual Dios guió a los


autores humanos de la Biblia; la doctrina de la
inspiración establece que la redacción de las
Escrituras se realizó bajo la influencia directa de Dios.
Esto no significa negar el estilo propio de cada autor
humano y de cada libro de la Biblia. Dios no anuló la
personalidad de Sus siervos, sino que más bien la
empleó para Su propósito de revelarse a Sí mismo a
través de la obra de ellos. En consecuencia, la Biblia
está libre de errores y presenta con exactitud y
autoridad la enseñanza de Dios (2 Tim 3:16). Como tal,
es una revelación que proporciona, de la fuente
suprema que es Dios mismo, un conocimiento
adecuado de Dios, la creación, el hombre, la salvación
y el futuro. Nos muestra el plan de salvación a través
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de Jesucristo, y el hecho de que no podemos salvarnos


sino por El.
El argumento más fuerte a favor de la inspiración
divina de la Biblia proviene del examen de las profecías
del A.T. concernientes a Jesús y cumplidas en el N.T.
(Luc. 24:27-45). Debido a que la Biblia es inspirada,
sus palabras son inquebrantables y verdaderas (Juan
10: 34-36), eternas (Matt. 24:35; 1 Ped 1: 22-25),
enteramente confiables (Salmo 119:160), vivas y
capaces de penetrar el corazón del hombre (Heb. 4:12).
Por esta razón, la inspirada Palabra de Dios realizará
todo lo que El se ha propuesto (Isa. 55:11).

Ira: Bíblicamente, es el juicio divino sobre el pecado y


los pecadores. No significa meramente una actitud
impulsiva de Dios ante la impiedad, sino que connota
el odio, la repulsión, y la indignación de Dios ante el
mal. Dios es amor por naturaleza (1 Juan 4:16); no
obstante, en Su justicia debe castigar el pecado. La
ejecución de este castigo es llamada la ira de Dios. Se
manifestará en su temible plenitud en el final Día del
Juicio, cuando aquellos que hayan rechazado la
salvación serán enviados al lago de fuego para su
eterno castigo (Mat. 25:31-46; Apoc. 20:11-15).
Además, está presentemente manifestada en menor
medida contra los inicuos (Rom. 1:18-32) en el
endurecimiento de sus corazones.
La ira se describe como la furia de Dios (Núm. 32:10-
13), como siendo acumulada (Rom. 2:5-8), y como muy
grande (Zac. 7:12). La liberación del creyente de la ira
de Dios es a través de la expiación de Cristo (Rom. 5:8-
10). "Dios no nos ha dispuesto para ira, sino para
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alcanzar salvación por medio de nuestro Señor


Jesucristo" (1 Tes. 5:9).

Juicio: La palabra juicio (griego krima) se refiere al


acto de evaluar las acciones de alguien; por extensión
se refiere asimismo al castigo o condena resultante de
dicho acto. Existen varios juicios mencionados en el
N.T.: El juicio de los pecados del creyente (Juan 5:24),
el juicio de la persona del creyente (1 Cor. 11:31,32), el
juicio de las obras del creyente (2 Cor. 5:10), el juicio
de las naciones (Mat. 25:31-46), y el juicio universal
(Apoc. 20:11-15). Probablemente estos dos últimos
sean un mismo juicio.
No hay juicio para el cristiano con respecto a su
salvación (Rom. 8:1). Fuimos juzgados en Cristo, en la
cruz, hace casi 20000 años. Sin embargo, como
cristianos seremos juzgados según nuestras obras (1
Cor 3: 10-15; 2 Cor. 5:10), muy posiblemente con
grados variables de recompensa. Sin embargo, cabe
reiterar que este juicio de nuestras obras no afecta el
hecho ya consumado de nuestra salvación.

Justo, Justicia: La justicia consiste en hacer lo


correcto, y en un contexto legal en dar las debidas
recompensas o castigos. Es justo, pues, que cada uno
reciba lo que merece. Dios es misericordioso, pero
también es justo (Deut. 32:4, recto) y debe castigar el
pecado. Merced a la gracia de Dios, la justicia cayó
sobre Su Hijo, de modo que la misericordia nos
beneficiase a nosotros, los que creemos en Cristo.

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Manifestación. Manifestar algo significa “mostrar,


revelar, estrenar, hacer evidente, o hacer claro.” Una
manifestación es un hecho o un ejemplo de manifestar.
Primera de Timoteo 3:16 dice, “Dios fue manifestado en
carne.” Este libro usa la palabra manifestación para
describir cualquier método, modo, papel, o relación por
lo cual Dios se revela a Sí mismo al hombre. Así
entonces, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo son
manifestaciones de Dios más bien que personas,
porque la palabra personas contiene connotaciones
extrabíblicas de personalidades individualizadas que la
palabra manifiestación no contiene.

Mal: Puede definirse como la rebelión en contra de


Dios. Es aquello contrario a la voluntad de Dios.
Existen males naturales (diluvios, tormentas,
hambrunas, etc.) y males morales (adulterio,
homicidio, idolatría, etc.). Los males naturales son una
consecuencia de los males morales. El pecado de Adán
hizo que el pecado entrase en el mundo y permitiera
diluvios, tormentas, hambrunas, etc. El mal se originó
con la rebelión de Satanás (Isa. 14:12-14 Eze. 28:11-
19) pero es continuado y perpetuado por el hombre
(Mat. 15:18-19).

Mediación, Mediador: Un mediador es alguien que


interviene entre dos partes, que las aproxima y facilita
su reconciliación. La palabra "mediador" no figura
como tal en el A.T., pero sí el concepto. Dios entregó la
Ley a través de un mediador, Moisés (Gál. 3:19), quien
fue un tipo del mediador definitivo y verdadero, Jesús.

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La palabra mediador (griego µ , mesites) ocurre sólo


unas pocas veces en el N.T.: 1 Tim. 2:5; Heb. 8:6; 9:15;
12:24. Es en el N.T. que la verdadera naturaleza de la
mediación es entendida en la persona de Jesucristo. El
es el mediador de un mejor pacto (Heb. 8:6). Jesús fue
capaz de tornarse nuestro mediador al hacerse hombre
(Juan 1:1,14) y morir como nuestro sustituto (1 Ped.
1:18,19; 2:24). Así, El nos reconcilió con Dios (Efe.
2:16).

Mesías: Es la transliteración de la palabra hebrea que


significa "ungido" . Es el equivalente del término
neotestamentario "cristo", que significa lo mismo.
Jesús, como el Mesías, fue ungido por Dios (Mat. 3:16)
para llevar a cabo su triple ministerio de Profeta,
Sacerdote y Rey. Como el Mesías, ha librado al
creyente de las ataduras del pecado y le ha dado vida
eterna. En tal sentido, el Mesías es un Libertador, ya
que nos ha liberado. El Mesías fue prometido ya en el
A.T. como proveniente de la descendencia de la mujer
(Gén. 3:15).

Misericordia: La misericordia es la disposición a no


ejecutar la justicia cuando ésta es punitiva, el acto de
condonar un merecido castigo. Debido a nuestra
pecaminosidad merecemos la muerte y eterna
separación de Dios (Rom. 6:23; Isa. 59:2), pero el
mismo Dios proveyó la expiación por nuestro pecado, y
de esa manera nos mostró Su misericordia. Es decir
que Dios no entrega al cristiano a la consecuencia
natural del pecado de éste, la cual es la condenación.
Es por la misericordia de Dios que Cristo "se hizo
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pecado" en nuestro favor (2 Cor. 5:21) y cargó sobre Sí


el castigo que merecíamos (Isa. 53:4-5). De este modo,
nos salvó de la condenación. Dios nos salvó según Su
misericordia (Tito 3:5) y se nos llama a practicar
nosotros mismos la misericordia, como un don de Dios
(Rom. 12:8). "Acerquémonos, pues, confiadamente al
trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar
gracia para el oportuno socorro" (Heb. 4:16).

Monoteísmo: Del griego monos, uno y theos, Dios. La


creencia de que existió, existe y existirá un único Dios
en todo el universo. No hubo dios alguno antes que El,
ni lo habrá después de El. La Biblia enseña claramente
el monoteísmo: Deut. 6:4; Isa 43:10; 44: 6-8,
45:5,14,18, 21-22; 46:9; 47:8, etc. La Biblia enseña el
monoteísmo estricto. Solo tres religiones importantes
del mundo son monoteístas: el judaísmo, el
cristianismo, e islam. Los judíos y los musulmanes ven
la doctrina de la trinidad como un rechazamiento del
verdadero monoteísmo. Los creyentes de la Unicidad
también rechazan al trinitarismo como un abandono
del monoteísmo bíblico.

Necio: En la Biblia, quien odia o desprecia a Dios; una


persona moralmente débil, quien desoye los consejos
de los sabios y utiliza lo que Dios le ha dado con fines
egoístas. Es lujurioso (Prov. 7:22), haragán (Ecle.
10:15), no teme a Dios (Prov. 14:1), odia el
conocimiento (Prov. 1:22), y es justo en su propia
opinión (Prov. 12:15). Como cristianos, hemos de evitar
la necedad (Efe. 5:4). Vea también Ecle. 7:25; Prov.
3:35, 10:8.
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Ocultismo: El ocultismo (de "oculto") pretende emplear


para el provecho propio fuerzas que están escondidas
del común de los hombres pero que pueden ser
utilizadas si se sabe cómo. Involucra prácticas
condenadas por Dios, como la astrología (Isa. 47:13), el
hacer maleficios (Deut. 18:11), la consulta de espíritus
(Deut. 18:11), la magia (Gén. 41:8), la hechicería (Exo.
22:8), la brujería (Deut. 18:10), y el espiritismo (Deut.
18:11).
Las prácticas ocultas como el empleo de tablas
"Ouija", la adivinación por naipes de Tarot, los
horóscopos, y las sesiones espiritistas deben ser
completamente evitadas por los cristianos, pues
además de ser peligrosas para la salud mental y
espiritual, son una abominación ante Dios. Por el
contrario, el rechazo abierto de tales cosas es una
manifestación de una conversión sincera a la Palabra
del Señor (Hech. 19:18-20).

Oración: La oración es tanto un privilegio como un


deber cristiano, a través de la cual, mediante la
intercesión del Espíritu Santo (Rom. 8:26) nos
comunicamos con Dios. Es la forma en que
presentamos nuestra confesión (1 Juan 1:9), pedidos
(1 Tim. 2:1-3), intercesiones (Sant. 5:15), acciones de
gracias (Fil. 4:6), etc., a nuestro santo Dios. Se nos
manda orar (1 Tes. 5:17).
Algunos requisitos personales para la oración son un
corazón puro (Salmo 66:18), fe en Cristo (Juan 14:13),
y orar conforme a la voluntad de Dios (1 Juan 5:14).
Podemos orar de pie (Neh. 9:5), de rodillas (Esd. 9:5),

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sentados (1 Crón. 17:16-27), inclinados (Exo. 34:8), y


con las manos (1 Tim. 2:8).

Omnipotencia: Un atributo que sólo Dios posee.


Significa que El tiene todo poder.

Omnipresencia: Un atributo que sólo Dios posee.


Significa que El está presente en todas partes a la vez.
Debemos notar que esto es más de simplemente la
capacidad de aparecer dondequiera en cualquier
momento o la capacidad de estar en muchos lugares al
mismo tiempo.

Omnisciencia: Un atributo que sólo Dios posee.


Significa que El tiene todo conocimiento de todas las
cosas, incluyendo la preciencia.

Pacto: Un pacto es acuerdo entre partes. El acuerdo,


según las costumbres del Cercano Oriente antiguo,
consta de cinco partes: 1) Identificación de las partes
involucradas, 2) Un prólogo histórico en el cual se
establece el valor de la parte dominante sobre la base
de sus actos, 3) las condiciones del acuerdo, 4) las
recompensas y castigos relacionados respectivamente
con el cumplimiento o la violación del pacto y 5)
formulación de los documentos en la cual cada parte
recibe una copia del acuerdo (por ejemplo, las dos
tablas de piedra de los Diez Mandamientos).
En definitiva, los Pactos que Dios ha establecido con el
hombre resultan en nuestro beneficio. Recibimos
bendiciones eternas mediante el Pacto de gracia (para
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estudio adicional vea Gén. 2:16, 17; 9:1-17; 15:18;


26:3-5; Gál. 3:16-18; Luc. 1:68-79; Heb. 13:20).

Pecado: El pecado es todo aquello contrario a la Ley de


Dios, que expresa Su santa voluntad. Por ejemplo, si
uno miente, comete pecado. ? Por qué? Porque Dios ha
ordenado no mentir (Exo. 20:16). Al hacer lo que Dios
ha prohibido, uno peca. Además, si uno deja de hacer
lo que Dios ha mandado, también peca (Sant. 4:17). En
ambos casos, el resultado es la separación eterna de
Dios (Isa. 59:2). El pecado es iniquidad (1 Juan 1:3) e
injusticia (1 Juan 5:17). El pecado lleva a la ceguera
espiritual (Juan 9:41) y a la muerte (Rom. 6:23).
Pablo trata del pecado en la carta a los Romanos. Allí
demuestra que todos, judíos o no judíos, están bajo el
dominio del pecado (Rom. 3:9). Pablo prueba que el
pecado no es simplemente algo malo que se ha hecho,
sino, básicamente, una condición del corazón humano
(Rom. 3:3:10-12). En la carta a los Efesios, Pablo
afirma que "somos por naturaleza hijos de ira" (Efe.
2:3). Sin embargo, "Cristo, cuando aún éramos débiles,
a su tiempo murió por los impíos" (Rom. 5:6).

Pentecostal: Cincuenta días después de la muerte y


resurrección de nuestro Salvador y Señor Jesucristo,
Dios derramó su Espíritu Santo sobre un grupo de
gente reunida en el aposento alto en Jerusalén (Hch.,
cap. 2). Ese día en que la iglesia nació, fue llamado "El
día de Pentecostés (Hch. 2:1).
El apóstol Pedro predicando dijo que esta experiencia
gloriosa no era sólo para aquella generación, sino para

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toda persona, en cualquier tiempo y lugar que buscara


de Dios. Porque la promesa es para ustedes, y para sus
hijos, y para todos los que estén lejos (Hch. 2:39).
Nosotros nos identificamos con todo lo relacionado a
ésa experiencia de recibir el Espíritu Santo por eso la
Iglesia es "PENTECOSTAL". Por lo que vivimos:
1. Una experiencia personal con Dios.
2. Poder para ser sanado, liberado de vicios, y ser
transportado a una dimensión más allá de
simplemente vivir.
3. Gozo dentro de tu alma, que brota como ríos de
agua viva.
4. Paz que sobrepasa todo entendimiento.
5. Conocimiento de la doctrina Apostólica; las
mismas doctrinas primitivas que practicaban los
discípulos de nuestro Señor Jesucristo.

Perdón: El perdón es el acto deliberado de pasar


completamente por alto una ofensa, como si nunca
hubiese existido. Es un concepto central de la fe
cristiana, como lo muestra el hecho de que existen en
la Biblia tres términos hebreos y cuatro griegos para
expresar la idea de perdón. Ningún otro libro sagrado
excepto la Biblia enseña que Dios perdona
completamente los pecados. En las Escrituras se dice
claramente que el perdón de Dios es tan pleno que el
"olvida completamente" nuestros pecados cuando
otorga su perdón (Heb 10:17). Dios es quien toma la
iniciativa de perdonar (Col. 2:13).
Según la Biblia, existe un solo pecado por el cual

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Jesús dijo que no había perdón del Padre, a saber, la


blasfemia contra el Espíritu Santo (Mar. 3:28; Mat.
12:32). El contexto de esta declaración indica que este
pecado consiste en atribuir a los demonios o espíritus
impuros lo que en realidad es obra del Espíritu Santo.
Para que el hombre reciba el perdón se requiere
arrepentimiento (Luc. 17:3-4). Para que un Dios santo
otorgue el perdón, se requiere derramamiento de
sangre (Heb. 9:22; Lev. 17:11). Nuestro perdón se basa
sobre el sacrificio de Cristo en la cruz (1 Juan 1:7;
2:12). Como cristianos, se nos llama a perdonar de
manera tan plena como nosotros mismos hemos
recibido el perdón de Dios (Mat 6:12; Col. 3:13).

Presciencia: Es el conocimiento anticipado de las


cosas que ocurrirán; la presciencia es un atributo de
Dios. El pasado, presente y futuro son todos en un
sentido "presentes" en la mente de Dios. El habita en la
eternidad (Isaías 57:15) y tiene conocimiento infinito
(Isaías 41:22,23). Por tanto conoce todas las cosas de
antemano. En el N.T. el término puede significar
asimismo "causar que algo ocurra"; vea 1 Ped 1:2,20.

Unicidad: En referencia a Dios, la Unicidad significa el


estado de ser absoluta e indivisiblemente uno, o uno
de valor numérico. También, puede haber una
unicidad entre Dios y el hombre y entre el hombre y el
hombre en el sentido de unicidad de mente y de
propósito. Este libro usa el término Unicidad (con
mayúscula) para significar la doctrina de que Dios es
absolutamente uno en el valor numérico, que Jesús es
el Dios único, y que Dios no es una pluralidad de
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personas. Así entonces la Unicidad es un término


moderno básicamente equivalente al modalismo o al
monarquianismo modalístico.

Reconciliar, Reconciliación: La reconciliación


involucra un cambio para bien en la relación entre dos
o más personas, antes distanciadas o enemistadas. En
teología, se refiere a un cambio de esta clase en la
relación entre Dios y el hombre. Somos por naturaleza
"hijos de ira" (Efe. 2:3) y enemigos de Dios (Efe. 2:11-
15). Sin embargo, "...fuimos reconciliados con Dios por
la muerte de su Hijo..." (Rom. 5:10). A casa de la
muerte de Jesucristo, la relación del cristiano con Dios
experimenta un cambio favorable. Nos tornamos ahora
capaces de tener comunión con El (1 Juan 1:3), lo que
antes no nos era posible. Así, somos reconciliados con
El (Rom. 5:10-11). Una grave consecuencia del pecado
es que nos separa de Dios (Isa. 59:2), pero esto ha sido
atacado y solucionado en la cruz; fue logrado por Dios,
en Cristo (2 Cor. 5:18).

Redención: Redimir significa rescatar a alguien de la


esclavitud. A menudo implica pagar un rescate, un
precio que hace posible la redención. Los israelitas
fueron redimidos de Egipto. Nosotros fuimos redimidos
del poder del pecado y de la maldición de la Ley (Gál.
3:13) a través de Jesús (Rom. 3:24; Col. 1:14). Fuimos
comprados por un precio, que fue el del sacrificio de
Jesucristo (1 Cor. 6:20; 7:23).

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Tentación: La tentación es aquello que nos mueve a


pecar. Dios no puede ser tentado (Sant.1:13). En
cambio, nosotros podemos ser tentados por nuestra
lujuria (Sant.1:13-15), codicia (1 Tim. 6:9), falta de
examinarnos a nosotros mismos (Gál. 6:1), y el
presuntuoso orgullo de la vida (1 Juan 2:16), entre
otras causas. Dios no tienta a nadie (Sant. 1: 13),
mientras que Satanás es el tentador por excelencia.
Tuvo éxito con Eva, al hacerle primero dudar de lo que
Dios había dicho, al insinuar que El había mentido, y
al excitar el apetito de la mujer (Gén. 1-6): saciaría su
hambre, le daba placer y le abriría la mente. Satanás
ha seguido tentando a todos en sus deseos más
primarios (comida, bebida, sexo), como en su codicia,
orgullo y ambición, para que desobedezcamos a Dios.
Mucho después del episodio del Edén, intentó el mismo
procedimiento con Jesús, pero aquí fracasó
ruidosamente (Mat. 4:1-11). Jesús nos enseñó a orar
para ser librados de la tentación (Mat. 6:13) ya que el
Señor es capaz de librarnos de ella (2 Ped. 2:9). Dios no
ha de permitir que seamos tentados más de lo que El
sabe que podemos resistir (1 Cor. 10:13). Por tanto, en
Cristo realmente tenemos el poder de resistir a Satanás
(1 Ped. 5:18). Ya no estamos inermes, y el diablo nada
puede contra nosotros si nuestra voluntad, fortalecida
por el Espíritu Santo, no cede a la tentación.

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Bibliografía

Biblia Devocional De Estudio. 1991


La Liga Bíblica.
La Santa Biblia. 1960
Sociedades Bíblicas En América Latina
La Biblia de las Américas (© 1997 Lockman)

La Nueva Biblia de los Hispanos (© 2005 Lockman)

Reina Valera Gómez (© 2010)

Reina Valera (1909)

Sagradas Escrituras (1569)

Diccionario WEBSTER

Diccionario TEOLOGICO

Todos los escritos están apoyados con la escritura


inspirada por el Espíritu Santo y el uso de varias
escrituras de los hijos de Dios, para provecho de todo
aquel creyente lector de la palabra de Dios.

FIN

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Otros libros del mismo Autor:


1. Haciendo Discípulos.
2. Sobre toda Carne.
3. Pasos Indispensables para la Salvación.
4. Temas de Unicidad para jóvenes.
5. Indiscutiblemente.
6. Doctrinas Cristianas (Tomos 1).
7. Doctrinas Cristianas (Tomos 2).
8. Doctrinas Cristianas (Tomos 3).
9. El Hijos de Dios.
10. Los Dos Bautismos.
11. ¿Qué Creemos?
12. Las Maquinaciones de Satanás.
13. El Poder del Cristiano
14. La Gracia.
15. El Diacono y la Diaconiza.
16. ¿Cómo ganar almas?
17. El libro Negro.
18. El camino a la inmortalidad.
19. ¿Cómo explicar el camino de la salvación?

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