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EVIDENCIA ACTUAL:

PROFILAXIS DE PACIENTE CON NAUSEAS Y VOMITO POSOPERATORIO


MÁS QUE SU TRATAMIENTO CON EL FIN DE DISMINUIR
SIGNIFICATIVAMENTE SU INCIDENCIA Y COMPLICACIONES ASOCIADAS

Autora: Chimbo Oyaque, Cristina Elizabeth, Md


Residente Hospital básico IESS Puyo
mdchimbo-cristina@hotmail.com

Coautor: Teresa Alexandra Chimbo Oyaque, Md


Residente Hospital básico el Corazón MSP

AMBATO – ECUADOR 2018


RESUMEN

INTRODUCCIÓN Son muchos los artículos científicos publicados en el campo de


las náuseas y vómitos postoperatorios (NVPO), y aun así es frecuente leer que no
hemos hecho progresos en los últimos 20 años los múltiples trabajos realizados han
permitido crear conciencia del problema, desarrollar escalas pronosticas, protocolos
e incluso sistemas de aviso automático en la historia clínica para recordarnos que
el paciente es de alto riesgo. Pero el problema más importante actualmente es cómo
conseguir que nuestros pacientes se beneficien de la enorme cantidad de evidencia
científica que existe. Este y otros motivos han llevado al debate actual: profilaxis
liberal y universal en todos los pacientes vs. Profilaxis proporcional al riesgo del
paciente según la aplicación de las escalas pronosticas.

OBJETIVO: El objetivo de la presente revisión es reconocer los factores de riesgo


para presentar NVPO, su estratificación para realizar una profilaxis adecuada según
el nivel de riesgo de manifestar esta complicación con un tratamiento basado en la
mejor evidencia científica existente en el campo de las NVPO con la idea de ayudar
a dar un paso más en el conocimiento de este problema.

MATERIALES Y METODOS: Se realizó una búsqueda una exhaustiva búsqueda


bibliográfica en bibliotecas virtuales y distintas revistas médicas además de
protocolos de actuación que fueron revisados y publicados durante los últimos 3
años de las que se extrajo la información más relevante para abordar este tema.

CONCLUSIONES: Las NVPO son la principal causa de hospitalización no


programada en cirugía ambulatoria estadía prolongada en la URP, hospitalización
no planificada y aumento significativo de los costos de la hospitalización. El riesgo
de NVPO de un paciente quirúrgico debe objetivarse usando una escala de riesgo
validada por la literatura científica, con el fin de tratar precozmente las náuseas y
los vómitos posoperatorios evitar complicaciones y mejorar la satisfacción del
paciente
Los principales fármacos antieméticos usados en el período perioperatorio son
dexametasona, ondansetrón y droperidol. Otros fármacos antieméticos, como el
midazolam, también han demostrado ser efectivos en la profilaxis de NVPO, pero
actualmente se administran como coadyuvantes de la terapia antiemética, y
requieren mayor evidencia y/o experiencia clínica para reemplazar a los fármacos
actualmente utilizados.

Existen estrategias generales que se pueden utilizar para reducir el riesgo basal de
NVPO, como evitar la anestesia general, privilegiando la anestesia regional, utilizar
propofol para la inducción y mantención de la anestesia, evitar el uso de óxido
nitroso, debemos enfrentarnos a las NVPO implementando el uso de las guías
clínicas en nuestros centros hospitalarios apostando por una profilaxis de acuerdo
a cada grupo de pacientes

Palabras clave: Náuseas; Vómitos; posoperatorio; Antieméticos; Escala de riesgo.


INTRODUCCIÓN

Las náuseas y vómitos posoperatorio (NVPO) son frecuentes. El médico lo percibe


como acompañante esperado de la intervención quirúrgica, con el conocimiento de
que aumentan el riesgo de complicaciones como broncoaspiración, desequilibrios
del medio interno, dehiscencia de suturas, ruptura esofágica y neumotórax.

A pesar de las observaciones reiteradas de estos eventos, el personal sanitario


encargado de la atención posoperatoria de los pacientes quirúrgicos no considera
que constituye la segunda causa de quejas en cuanto al bienestar, satisfacción y
seguridad de los mismos. Precedida solamente por el dolor, algunos la recuerdan
como una experiencia peor que este último.

Desde el surgimiento mismo de la anestesia, se trató de limitar su ocurrencia y


tratarlos de una manera efectiva. Su frecuencia oscila entre el 20 a 30 %. Se cuenta
con diferentes fármacos para su prevención y tratamiento, estos van desde los más
baratos como antihistamínicos y anticolinérgicos, hasta los más caros e inhibidores
de la serotonina como el ondansetrón.

ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN
Las náuseas y vómitos postoperatorios (NVPO) son un problema frecuente en los
pacientes quirúrgicos, con una incidencia del 50% y del 30% respectivamente. En
pacientes con alto riesgo de presentar esta complicación pueden llegar a una
incidencia de hasta el 80%.

Cada episodio de vómitos aumenta en 20 min la estadía en una URP además, las
NVPO son la principal causa de hospitalización no programada en cirugía
ambulatoria dentro de las complicaciones en el postoperatorio inmediato se
encuentra la náusea y el vómito, sobre todo en pacientes sometidos a cirugía
abdominal no oncológica, esto es causa importante de dehiscencia de la herida y
dolor postquirúrgico, la prevención de esta complicación es fundamental desde el
período pre-anestésico. Existen múltiples factores desencadenantes de la náusea y
el vómito postoperatorios (NVPO), estas situaciones o características que son
frecuentes en nuestra población, generalmente pasan desapercibidas, si se
detectaran oportunamente, podrían evitar estas complicaciones. Las cirugías
abdominales los procedimientos más frecuentes, estos pacientes en su mayoría
tienen un riesgo moderado de presentar NVPO. Aún persiste entre pacientes y
cirujanos la creencia de que las NVPO, son debidas a la anestesia, ésta surge con
la historia de los primeros anestésicos inhalatorios, cuando el éter era la principal
causa de las «arcadas» y los vómitos, que habitualmente sucedían a las
intervenciones quirúrgicas, ahora se conoce que es multifactorial

La NVPO es considerada como un suceso displacentero, habitualmente


autolimitado, con poca morbilidad tardía, en ocasiones desluce los resultados de
intervenciones que por otra parte pudieran ser exitosas. Con el auge de la cirugía
ambulatoria se incrementó la atención y prevención de estos eventos, que muchas
veces demoran el alta hospitalaria y ocasionan readmisiones imprevistas, con
perjuicio para el paciente y consecuencias económicas para el hospital

Las NVPO son algunas de las complicaciones más temidas por el paciente,
anestesiólogo y cirujano. Su etiología es multifactorial, del 20 al 30% de los
pacientes que cursan con NVPO, no obstante la incidencia reportada en la literatura,
varía desde un 4 al 92%, de acuerdo a la combinación de factores de riesgo emético
dehiscencia de la herida quirúrgica, pérdida de humor vítreo, incremento de la
presión intracraneana, hemorragias intraoculares, óticas o subyacentes a los
colgajos cutáneos, éstas se presentan en el 1%. En vómitos incoercibles se
observan alteraciones hidroelectrolíticas como la deshidratación, disminución en las
concentraciones séricas de potasio (K), sodio (Na) y alcalosis, observadas
principalmente en pediatría

OBJETIVO GENERAL
 El objetivo de la presente revisión es reconocer los factores de riesgo para
presentar NVPO, su estratificación para realizar una profilaxis adecuada
según el nivel de riesgo de manifestar esta complicación con un tratamiento
basado en la mejor evidencia científica existente en el campo de las NVPO
con la idea de ayudar a dar un paso más en el conocimiento de este problema.

OBJETIVOS ESPECIFICOS

 Brindar una actualización del tema al personal de salud que se desempeña


en esta área (médicos residentes de anestesiología, anestesiólogos,
estudiantes) se realizó esta revisión para a su vez, proporcionar un
conocimiento de las medidas terapéuticas que no se conocen a cabalidad,
mejorar el tratamiento clínico con el fin de garantizar una asistencia de calidad
en el paciente operado.

Presentamos a continuación una amplia revisión del tema con la mejor evidencia
clínica científica

MATERIALES Y METODOS:
Se realizó una búsqueda una exhaustiva búsqueda bibliográfica en bibliotecas
virtuales y distintas revistas médicas además de protocolos de actuación,
comparación de escalas , guías terapéuticas enfocada a cada grupo de pacientes
las mismas que fueron revisados y publicados durante los últimos 3 años

DESARROLLO DEL TEMA

FISIOOLOGIA El vómito es un proceso complejo de tres componentes que


conforman el reflejo emético: 1) los estímulos iniciadores, 2) la interpretación de
dichos estímulos por un centro integrador y 3) la respuesta motora que concluye
con la expulsión del contenido gastrointestinal. El centro del vómito (integrador) está
localizado en la formación reticular parvocelular del tallo cerebral, a él llegan los
impulsos aferentes procedentes de la faringe, el tracto gastrointestinal, el
mediastino, los centros corticales superiores (visual, olfatorio, gustativo, límbico y
vestibular), así como de la zona gatillo quimiorreceptora (ZGQ) localizada en la parte
caudal del cuarto ventrículo, la cual no está protegida por la barrera
hematoencefálica, es afectada directamente por sustancias endógenas y exógenas
(toxinas) transportadas por la circulación(4). La ZGQ procesa los estímulos
aferentes a través de varios receptores específicos para la noradrenalina,
adrenalina, acetilcolina, dopamina, histamina, serotonina, sustancia P, endorfinas y
opioides. Probablemente el núcleo del tracto solitario sea el principal encargado de
la integración de la información procedente de las fibras aferentes viscerales, es
aquí donde terminan las fibras sensoriales del nervio trigémino y del décimo par
craneal, la proximidad de todas estas estructuras entre sí y con el núcleo motor
dorsal del vago, explican algunas de las reacciones asociadas con los vómitos como
la salivación, diaforesis, taquicardia y arritmias cardiacas

FACTORES DE RIESGO PARA NÁUSEAS Y VÓMITOS POSTOPERATORIOS

Apfel et al. realizaron en 2012 una revisión sistemática de 22 estudios prospectivos,


con más de 500 pacientes cada uno, para identificar factores predictores
independientes de NVPO. Los resultados demostraron que, de los factores de
riesgo relacionados con el paciente, el sexo femenino fue el factor predictor más
importante, seguido de historia de NVPO en cirugías previas y/o cinetosis, y no
fumar. A mayor edad, disminuye significativamente el riesgo de NVPO,
especialmente sobre los 50 años. De los factores de riesgo relacionados con la
cirugía-anestesia:

 El uso de anestésicos inhalatorios fue el predictor más importante, seguido


de duración de la anestesia, utilización de opioides postoperatorios y uso de
óxido nitroso.

La evidencia encontrada para el tipo de cirugía como factor de riesgo independiente


de NVPO resultó controversial. Sin embargo, sí se identificaron 3 tipos de cirugías
como factores predictores importantes para NVPO: colecistectomía, cirugía
laparoscópica y cirugía ginecológica.
EVIDENCIA ACTUAL EN LA ESTRATIFICACIÓN DEL RIESGO PARA
NÁUSEAS Y VÓMITOS POSTOPERATORIOS

Aunque son una aproximación objetiva para evaluar el riesgo de un paciente de


presentar NVPO, ya sea en pacientes hospitalizados o cirugía ambulatoria, tienen
una sensibilidad y especificidad entre 65% y el 70%. Otro aspecto clínico que el
equipo quirúrgico debe tener en consideración es si las eventuales NVPO son un
riesgo médico importante para el paciente, como pacientes neuroquirúrgicos con
presión intracraneana elevada o pacientes recién operados de cirugía esofágica y
gástrica, ante eventuales dehiscencias de suturas.

En el año 2000, eberhart et al. Realizaron una comparación de las 3 escalas


predictores de NVPO disponibles a esa fecha: APFEL, KOIVURANTA Y PALAZZO.
para ello, 1.444 pacientes sometidos a diversas cirugías no recibieron profilaxis peri
operatoria para NVPO y fueron observados en la URP. Las 3 escalas muestran una
moderada precisión para predecir NVPO. Las escalas de APFEL Y KOIVURANTA
predicen NVPO significativamente mejor que la escala de PALAZZO. Las escalas
de apfel y koivuranta no presentan diferencias estadísticamente significativas entre
ellas. Por lo tanto, nuestra recomendación es utilizar indistintamente las escalas de
apfel o koivuranta durante la evaluación preoperatoria para estratificar el riesgo de
presentar NVPO, pero siempre teniendo en cuenta la evaluación clínica de cada
paciente en particular la estratificación del riesgo de NVPO nos permite clasificar a
los pacientes en:
a) riesgo bajo: 0-1 factores de riesgo presentes
b) riesgo intermedio: 2-3 factores de riesgo
c) riesgo alto: 4-5 factores de riesgo, dependiendo de la escala utilizada

Los pacientes con riesgo bajo deben recibir solo un fármaco como profilaxis de
NVPO, siendo de elección la dexametasona 4 mg iv al inicio de la cirugía,
principalmente por su bajo costo y alta efectividad antiemética.

Los pacientes con riesgo intermedio deben recibir 2 fármacos antieméticos


profilácticos, siendo de preferencia el uso de dexametasona antes descrito, junto a
ondansetrón 4 mg iv o droperidol 0,625 mg iv al final del procedimiento quirúrgico.
los pacientes con riesgo alto deberían recibir 2-3 fármacos antieméticos, como los
ya mencionados, además de todas las estrategias generales anteriormente
descritas.

Las estrategias generales que se pueden utilizar para reducir el riesgo basal de
NVPO son:
 Evitar la anestesia general, prefiriendo la anestesia regional (evidencia tipo
1a).
 Utilizar propofol intravenoso para la inducción y mantención de la anestesia
general (1a).
 Evitar el uso de óxido nitroso (1a).
 Evitar el uso de anestésicos inhalatorios (2a).
 Minimizar el uso intraoperatorio (2a) y postoperatorio de opioides (1a).
 Hidratación iv abundante (1ª)

El hecho de aumentar el número de antieméticos administrados redujo la incidencia


de NVPO desde un 52% sin antieméticos a un 37, 28 y 22%, con el uso de uno, 2 o
3 de estos fármacos respectivamente. Al administrar 2 antieméticos, combinando
dexametasona, ondansetrón y/o droperidol, no hubo diferencias estadísticamente
significativas de una pareja de fármacos sobre otra para prevenir el riesgo de NVPO

FÁRMACOS UTILIZADOS PARA LA PROFILAXIS Y TRATAMIENTO DE LAS


NÁUSEAS Y VÓMITOS POSTOPERATORIOS BASADOS EN EL NIVEL DE
EVIDENCIA ACTUAL

Múltiples estudios demuestran una mayor eficacia de las combinaciones de


antieméticos vs monoterapia. La combinación de antieméticos con distinto
mecanismo de acción tiene un efecto aditivo en cuanto a la reducción de la
aparición de NVPO y cada intervención que aplicamos reduce la incidencia de un
25 al 30 %
ANTAGONISTAS DEL RECEPTOR DE 5-HIDROXITRIPTAMINA
Bloquean los receptores de 5-HT en el AP, NTS y aferencias vagales del TGI.
Pertenecen a este grupo: ondansetrón, granisetrón, dolasetrón, tropisetrón,
ramosetrón y palonosetrón. El ondansetrón es el más estudiado y el «patrón oro»,
ya que ha demostrado ser el más coste-eficaz de todos (nivel de evidencia A1).
La dosis recomendada es de 4 mg iv al final de la cirugía y su vida media es de 4 h.
Se tiende a considerar que su eficacia es mayor ante los vómitos que ante las
náuseas, aunque la evidencia es controvertida. Las reacciones adversas más
frecuentes son cefalea, elevación de las enzimas hepáticas sin repercusión clínica
y estreñimiento los setrones (excepto palonosetrón) bloquean in vitro los canales de
sodio y pueden prolongar el intervalo QT.
En la práctica clínica, ondansetrón, tropisetrón y granisetrón pueden provocar esta
prolongación y una disminución de la frecuencia cardiaca de manera dependiente
de dosis, aunque cada vez existe más evidencia que demuestra la escasa
prolongación del QT y su repercusión clínica. El uso de antagonistas de la 5-HT en
combinación con dexametasona o droperidol se ha demostrado igualmente seguro
que la monoterapia. El palonosetrón a dosis de 0,075 mg iv es eficaz, bien tolerado
y está aprobado por la Food and Drug Administration (FDA). Comparado con
ondansetrón 8 mg resultó ser más eficaz en la profilaxis de NVPO a las 24 y 72 h,
con menor incidencia de cefalea y menos requerimientos de antieméticos de rescate

CORTICOIDES
La dexametasona ha demostrado su eficacia como antiemético en múltiples
estudios clínicos la dosis habitualmente utilizada es de 8 mg iv (NNT = 4), pero
algunas guías clínicas recomiendan 4-5 mg tras el estudio multicéntrico IMPACT y
revisiones sistemáticas (nivel de evidencia A1). Un Meta análisis reciente ha
demostrado la misma eficacia antiemética de 4-5 vs. 8-10 mg, aunque
dexametasona 8 mg mejora la calidad de la recuperación postoperatoria
La dosis en niños ˜ es de 0,15 mg/kg (máximo de 5 mg). El mecanismo de acción
como antiemético no se conoce con certeza, pero algunas de las teorías que se
barajan son la inhibición del ácido araquidónico y prostaglandinas, la disminución
de la liberación de 5-HT del TGI, la disminución del precursor de 5-HT en el sistema
nervioso central, cambios en la permeabilidad de la barrera hematoencefálica al
paso de proteínas séricas, la liberación de endorfinas, o la potenciación del efecto
de otros antieméticos por sensibilización de receptores y acción directa sobre el
NTS mediante la activación de receptores de glucocorticoides.

La duración de su efecto es prolongada (72 h) y no se han descrito efectos adversos


tras una dosis antiemética. Tan solo existe una contraindicación relativa y es la
administración de dexametasona en pacientes diabéticos u obesos en cuanto a la
hiperglucemia secundaria, parece que el aumento de glucemias es similar entre
diabéticos tipo 2 y no diabéticos, y se debe principalmente a la respuesta al estrés
quirúrgico. Tampoco se ha asociado su uso a un aumento de infección de herida
quirúrgica ni a un mayor sangrado. Su administración iv provoca escozor perineal.
Debido a su duración de acción y a su perfil de seguridad es un fármaco muy
recomendable en el paciente de CMA. También la metilprednisolona ha demostrado
ser un antiemético eficaz en dosis de 40 mg iv

ANTAGONISTAS DOPAMINÉRGICOS D2

El droperidol bloquea los receptores D2 ubicados en el AP. La dosis recomendada


es de 0,625-1,25 mg iv y su NNT, de 5 (nivel de evidencia A1), aunque un
metaanálisis reciente demuestra que dosis bajas (≤ 1 mg) son eficaces. Se
recomienda su administración al final de la cirugía. Su vida media es de 2-3 h. La
FDA lanzó una alerta en 2001 por el riesgo de arritmias asociado a su uso y se retiró
de los hospitales en Espana. En 2009 se reintrodujo para la prevención y el
tratamiento de las NVPO y de las náuseas y vómitos asociados al uso de mórficos
(NNT = 3). Según la recomendación de la FDA su uso requiere monitorización
electrocardiográfica durante las 2-3 h siguientes a su administración. El efecto del
droperidol sobre el QT no aumenta al administrarlo en combinación con
ondansetrón33. Si no fuera por la alerta de la FDA, las guías clínicas de la ASA
afirman que recomendarían este antiemético como primera línea en la profilaxis de
NVPO. Las guías de la Sociedad Espanola ˜ de Anestesiología y Reanimación sí lo
recomiendan como fármaco de primera línea, para reservar el ondansetrón como
fármaco de rescate. Se ha demostrado que las dosis profilácticas utilizadas
actualmente no se asocian a eventos cardiológicos severos.
El fármaco más recomendado para NVPO asociadas a opioides es el droperidol, y
es el único con esta indicación en nuestro país. Se recomienda anadir ˜ droperidol
a la infusión de morfina controlada por el paciente en dosis de 0,1 mg por cada
miligramo de morfina, con un máximo de 4 mg al día de droperidol, aunque la dosis
mínima eficaz está pendiente de confirmar estas dosis reducen la incidencia de
NVPO y también los requerimientos de morfina

El haloperidol a dosis bajas (0,5-2 mg iv o im) su efectividad es comparable a la de


droperidol u ondansetrón. Tiene una vida media más larga que el droperidol (16 h),
pero muestra menos especificidad por el receptor D2 y falta evidencia para saber
cuál es el mejor momento de administración y la dosis mínima eficaz, ya que algunos
estudios han demostrado escasa eficacia del haloperidol a dosis bajas su uso
también está asociado a una prolongación del intervalo QT, aunque la evidencia
muestra que a dosis bajas es seguro la incidencia de reacciones adversas a los
neurolépticos es proporcional a dosis más altas que las recomendadas pueden
aparecer ansiedad, inquietud, síntomas extrapiramidales e incluso síndrome
neuroléptico maligno.

ANTAGONISTAS HISTAMINÉRGICOS H1: DEXCLORFENIRAMINA,


DIMENHIDRINATO, DIFENHIDRAMINA, CICLIZINA, MECLIZINA
Son fármacos menos empleados debido a la sedación que producen. Han mostrado
eficacia en algunos estudios, pero no han sido suficientemente estudiados como en
el caso de otros antieméticos39. No son fármacos de primera línea en la profilaxis
de NVPO según las guías actuales2. Las reacciones adversas más frecuentes son
sequedad de boca, visión borrosa, sedación y retención de orina.
ANTAGONISTAS DE LA NEUROQUININA: APREPITANT, CASOPITANT,
ROLAPITANT, FOSAPREPITANT Y VESTIPITANT
El único fármaco de este grupo aprobado por la FDA para las NVPO es el aprepitant.
Su vida media es de 40 h y la dosis recomendada para profilaxis es de 40 mg vo 1-
3 h antes de la cirugía el aprepitant tiene una eficacia comparable a la del
ondansetrón, siendo más eficaz en la disminución de la intensidad de las náuseas
en las primeras 48 h y para la profilaxis de los vómitos a las 24 y 48 h del
postoperatorio, podrían tener un especial interés en el control de las NVPO
tardías/NVPA y en aquellos pacientes que no han respondido a otros fármacos
antieméticos

MIDAZOLAM En 2016, Grant et publicaron un metaanálisis de 12 estudios, el cual


concluyó que la administración de midazolam iv, entre 2 y 5 mg, en el período pre-
o intraoperatorio, reducía significativamente las NVPO, náuseas o vómitos por sí
solos, y el uso de antieméticos de rescate durante las primeras 24 h postoperatorias.
Además, no hubo diferencias significativas en la aparición de efectos adversos de
midazolam, como sedación y depresión respiratoria.
Ahn et al.29 publicaron en 2016 una revisión sistemática y metaanálisis de 16
estudios, en los cuales se administró midazolam iv profiláctico en el pre- o
postoperatorio, encontrándose una incidencia significativamente menor de náuseas
exclusivas, vómitos exclusivos y NVPO, comparado con placebo. Asimismo, Lee et
publicaron que administrar 2 mg iv del fármaco 30 min antes de la cirugía resultó
igual de efectivo en la prevención de NVPO que 4 mg de ondansetrón. El administrar
midazolam con dexametasona resultó más efectivo en la profilaxis de NVPO que
utilizar cada uno por separado, demostrando un efecto sinérgico.

PROPOFOL Numerosos estudios han demostrado sus propiedades antieméticas


Utilizarlo como parte de una anestesia total intravenosa es altamente recomendado
para reducir el riesgo basal de NVPO, disminuyendo su incidencia hasta en un 25%.
El uso de propofol para la inducción y mantención de la anestesia disminuye
significativamente la incidencia de NVPO dentro de las primeras 6 h postoperatorias
Una revisión sistemática demostró que utilizar propofol iv en comparación con usar
anestesia inhalatoria también disminuye significativamente el riesgo de NVPO
Este fármaco se puede utilizar como terapia de rescate en caso de NVPO
persistentes en la URP, usando pequenas ˜ dosis de entre 10 y 20 mg iv, siendo tan
efectivo como el ondansetrón33. Sin embargo, tiene el inconveniente de tener un
efecto antiemético breve y complicaciones asociadas, como hipotensión arterial,
apnea/hipopnea y sedación.

¿Y SI NO UTILICÉ PROFILAXIS DE NÁUSEAS Y VÓMITOS


POSTOPERATORIOS?

Si se ha utilizado profilaxis de NVPO durante l a cirugía, el tratamiento postoperatorio


debe ser con un antiemético de una familia diferente al fármaco inicialmente
administrado como profilaxis. Si usamos dexametasona el tratamiento debe ser con
algún antagonista 5-HT3 o butirofenona como primera elección. Por el contrario, si
no se administró profilaxis, se recomienda utilizar como tratamiento de primera línea
dosis bajas de algún antagonista 5-HT3, como el ondansetrón.
Las dosis iv de estos fármacos para el tratamiento de las NVPO deben ser inferiores
a las utilizadas como profilaxis: ondansetrón 1 mg todos los antagonistas 5-HT3,
excepto el palonosetrón (que no ha sido estudiado), son igualmente efectivos para
el tratamiento de las NVPO. Tratamientos alternativos incluyen dexametasona 2-4
mg iv, droperidol 0,625 iv o propofol en bolos de 20 mg iv según sea necesario. Este
último puede considerarse una terapia de rescate en pacientes durante su estadía
en la URP, siendo tan efectivo como el ondansetrón, pero teniendo un efecto mucho
más breve
Kovac et al. Publicaron un estudio que demostró que repetir la administración de
ondansetrón en aquellos pacientes que habían recibido previamente profilaxis de
NVPO con este fármaco, no tuvo diferencias significativas en comparación con el
tratamiento con placebo
CONCLUSIONES

 Las NVPO son un problema frecuente en los pacientes quirúrgicos,


especialmente en pacientes de alto riesgo, cuando esta complicación no es
prevenida o tratada adecuadamente, puede provocar mayor morbilidad,
estadía prolongada en la URP, hospitalización no planificada y aumento
significativo de los costos de la hospitalización.

 Las NVPO son de etiología multifactorial, por lo que la prevención y


tratamiento deben incluir diferentes clases de antieméticos, que actúen sobre
los diferentes receptores; así como la aplicación de estrategias generales
antes mencionadas junto con las recomendaciones de las guías clínicas para
así realizar una profilaxis liberal o más agresiva en determinadas
circunstancias (pacientes de alto riesgo o con posibilidades de alto riesgo)
teniendo en cuenta los antieméticos más utilizados actualmente y su perfil de
seguridad

 El riesgo de NVPO de un paciente quirúrgico debe objetivarse usando una


escala de riesgo validada por la literatura científica; los principales factores
de riesgo son: sexo femenino, historia de NVPO en cirugías previas o
cinetosis, uso de opioides en el postoperatorio, someterse a ciertos tipos de
cirugía, utilizar anestésicos volátiles y/u óxido nitroso y duración de la cirugía.

 Los principales fármacos antieméticos usados en el período perioperatorio


son dexametasona, ondansetrón y droperidol otros fármacos antieméticos,
como el midazolam, también han demostrado ser efectivos en la profilaxis de
NVPO, pero actualmente se administran como coadyuvantes de la terapia
antiemética, y requieren mayor evidencia y/o experiencia clínica para
reemplazar a los fármacos actualmente utilizados.
RECOMENDACIONES

 En nuestro país no disponemos de los antieméticos de nueva generación y


larga duración de acción sobre los que se está publicando recientemente y
Que se están recomendando para el manejo de las NVPA/NVPO tardías
(aprepitant, palonosetrón o parches de escopolamina). Por lo que se
recomienda realizar un manejo profiláctico adecuado con la disponibilidad
de fármacos que cuenta cada institución hospitalario en donde se labora
guiado en las diferentes guías y estrategias antes mencionadas teniendo en
cuenta el perfil de seguridad de cada fármaco y el nivel de riesgo que
presenta cada paciente
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