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Existen estrategias generales que se pueden utilizar para reducir el riesgo basal de
NVPO, como evitar la anestesia general, privilegiando la anestesia regional, utilizar
propofol para la inducción y mantención de la anestesia, evitar el uso de óxido
nitroso, debemos enfrentarnos a las NVPO implementando el uso de las guías
clínicas en nuestros centros hospitalarios apostando por una profilaxis de acuerdo
a cada grupo de pacientes
ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN
Las náuseas y vómitos postoperatorios (NVPO) son un problema frecuente en los
pacientes quirúrgicos, con una incidencia del 50% y del 30% respectivamente. En
pacientes con alto riesgo de presentar esta complicación pueden llegar a una
incidencia de hasta el 80%.
Cada episodio de vómitos aumenta en 20 min la estadía en una URP además, las
NVPO son la principal causa de hospitalización no programada en cirugía
ambulatoria dentro de las complicaciones en el postoperatorio inmediato se
encuentra la náusea y el vómito, sobre todo en pacientes sometidos a cirugía
abdominal no oncológica, esto es causa importante de dehiscencia de la herida y
dolor postquirúrgico, la prevención de esta complicación es fundamental desde el
período pre-anestésico. Existen múltiples factores desencadenantes de la náusea y
el vómito postoperatorios (NVPO), estas situaciones o características que son
frecuentes en nuestra población, generalmente pasan desapercibidas, si se
detectaran oportunamente, podrían evitar estas complicaciones. Las cirugías
abdominales los procedimientos más frecuentes, estos pacientes en su mayoría
tienen un riesgo moderado de presentar NVPO. Aún persiste entre pacientes y
cirujanos la creencia de que las NVPO, son debidas a la anestesia, ésta surge con
la historia de los primeros anestésicos inhalatorios, cuando el éter era la principal
causa de las «arcadas» y los vómitos, que habitualmente sucedían a las
intervenciones quirúrgicas, ahora se conoce que es multifactorial
Las NVPO son algunas de las complicaciones más temidas por el paciente,
anestesiólogo y cirujano. Su etiología es multifactorial, del 20 al 30% de los
pacientes que cursan con NVPO, no obstante la incidencia reportada en la literatura,
varía desde un 4 al 92%, de acuerdo a la combinación de factores de riesgo emético
dehiscencia de la herida quirúrgica, pérdida de humor vítreo, incremento de la
presión intracraneana, hemorragias intraoculares, óticas o subyacentes a los
colgajos cutáneos, éstas se presentan en el 1%. En vómitos incoercibles se
observan alteraciones hidroelectrolíticas como la deshidratación, disminución en las
concentraciones séricas de potasio (K), sodio (Na) y alcalosis, observadas
principalmente en pediatría
OBJETIVO GENERAL
El objetivo de la presente revisión es reconocer los factores de riesgo para
presentar NVPO, su estratificación para realizar una profilaxis adecuada
según el nivel de riesgo de manifestar esta complicación con un tratamiento
basado en la mejor evidencia científica existente en el campo de las NVPO
con la idea de ayudar a dar un paso más en el conocimiento de este problema.
OBJETIVOS ESPECIFICOS
Presentamos a continuación una amplia revisión del tema con la mejor evidencia
clínica científica
MATERIALES Y METODOS:
Se realizó una búsqueda una exhaustiva búsqueda bibliográfica en bibliotecas
virtuales y distintas revistas médicas además de protocolos de actuación,
comparación de escalas , guías terapéuticas enfocada a cada grupo de pacientes
las mismas que fueron revisados y publicados durante los últimos 3 años
Los pacientes con riesgo bajo deben recibir solo un fármaco como profilaxis de
NVPO, siendo de elección la dexametasona 4 mg iv al inicio de la cirugía,
principalmente por su bajo costo y alta efectividad antiemética.
Las estrategias generales que se pueden utilizar para reducir el riesgo basal de
NVPO son:
Evitar la anestesia general, prefiriendo la anestesia regional (evidencia tipo
1a).
Utilizar propofol intravenoso para la inducción y mantención de la anestesia
general (1a).
Evitar el uso de óxido nitroso (1a).
Evitar el uso de anestésicos inhalatorios (2a).
Minimizar el uso intraoperatorio (2a) y postoperatorio de opioides (1a).
Hidratación iv abundante (1ª)
CORTICOIDES
La dexametasona ha demostrado su eficacia como antiemético en múltiples
estudios clínicos la dosis habitualmente utilizada es de 8 mg iv (NNT = 4), pero
algunas guías clínicas recomiendan 4-5 mg tras el estudio multicéntrico IMPACT y
revisiones sistemáticas (nivel de evidencia A1). Un Meta análisis reciente ha
demostrado la misma eficacia antiemética de 4-5 vs. 8-10 mg, aunque
dexametasona 8 mg mejora la calidad de la recuperación postoperatoria
La dosis en niños ˜ es de 0,15 mg/kg (máximo de 5 mg). El mecanismo de acción
como antiemético no se conoce con certeza, pero algunas de las teorías que se
barajan son la inhibición del ácido araquidónico y prostaglandinas, la disminución
de la liberación de 5-HT del TGI, la disminución del precursor de 5-HT en el sistema
nervioso central, cambios en la permeabilidad de la barrera hematoencefálica al
paso de proteínas séricas, la liberación de endorfinas, o la potenciación del efecto
de otros antieméticos por sensibilización de receptores y acción directa sobre el
NTS mediante la activación de receptores de glucocorticoides.
ANTAGONISTAS DOPAMINÉRGICOS D2
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