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ICONOS Año V, Vol. II Num.

21, 2006 - 2007

OCASIÓN Y FORTUNA EN
BALTASAR GRACIAN Rubén Soto Rivera
Departamento de Humanidades
Universidad de Puerto Rico en Humacao

I. FORTUNA Además, se mencionan muchas otras

C
imágenes de esta diosa, de las que
orresponde a la Tíque griega, hija una habría sido traída de Roma.
de Océano y Tethis, o de Zeus
Eleuterio, o de Prometeo. Su culto
Sin duda, este despojo de divinidades
cobró durante el helenismo grandísima era algo más que un mero símbolo,
preponderancia. Los romanos rendían y habría de sellar mágicamente la
culto a una Fortuna Primigenia, entre transmisión del poder universal a la
otras variantes. La Fortuna fue en época nueva urbe. El emperador hizo los
de Constantino un Dios omnidivino: “en
ensayos más extraños para despojar
las estatuas de Fortuna vemos, además
de la rueda y el cuerno de la abundancia, a la Tyche de su pura significación
que le corresponden, la coraza de pagana; así, por ejemplo, colocó una
Minerva, el loto de Isis, el haz de rayos de cruz en su frente; y ya en las grandes
Júpiter, la piel de ciervo de Baco, el gallo fiestas de consagración del año 330
de Esculapio, etc.” (Burckhardt, 177). Para se mezclaron de un modo extraño
el emperador Constantino, Tíque era la
patrona de Constantinopla: la adoración de la Tyche y el Kyrie
Que Constantino consagrara la ciudad a eleison; pero el sentimiento pagano
María, Madre de Dios, es una invención siguió siendo el predominante. Hasta
Análisis
posterior. A las claras, la consagró a sí se llegó a introducir en una cruz
mismo y a su fama, por encima de todo. colocada en público un amuleto de la
No le bastó con que le recordaran el
nombre y cada piedra de la ciudad y
suerte. Sobre el magnífico Milliarium
que le estuvieran dedicados numerosos se veían las estatuas de Constantino
monumentos, sino que todos los años, y Elena, que sostenían entre los dos
en el día de la consagración, una gran una cruz en cuyo centro se podía ver
estatua suya, sobredorada, llevando en una cadena; de esta cadena pendía
su mano derecha extendida a Tyche, es
un amuleto que debía asegurar a la
decir, el genio protector de la ciudad,
sería paseada por el circo en solemne nueva Roma la victoria sobre todos
procesión de antorchas, y en tal ocasión los pueblos y asegurarla de todos
el emperador en turno se pondría en los ataques enemigos; también se
pie y se postraría ante la imagen de llamaba a esta cadena la Tyche de
Constantino y de Tyche (Buckhardt, 396- la ciudad. Es posible que todo este
397).
adorno fuera de origen reciente y que
La supremacía de Fortuna entre los demás la significación de la cadena tuviera
dioses se evidencia en el sincretismo cabida únicamente en la fantasía de
político-religioso que Constantino los bizantinos, pero no cabe duda
fomentó entre Fortuna y Cristo. Durante que Constantino ha dado ocasión al
procesiones anuales en el circo, se
paseaba la estatua de Constantino
nacimiento de tales leyendas mediante
con una pequeña Tyche en su mano sus prácticas mágicas (400-401).
extendida, como otra efigie de Atenea,
-según Fidias-, con una Nike, en su mano Constantino fue el primer césar se llamó
extendida. Para Gonzalo Sobejano, en la “Magno”, y primer emperador cristiano (H
Fortuna graciana, hay: “un método de 20 [41]). Hijo de divina elección suprema
aceptación sincrética de la tradición” (cit y hermano de la grandeza, al fundar
Green 317). Según Buckhardt: el imperio cristiano en el Oriente: “Dio
lugar el gran Constantino a la monarquía

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pontificia y trasladó la suya imperial allá


al Oriente, haciendo de sus victoriosas Gracián define la Fortuna como “madre de
armas muralla fuerte a la Iglesia. Facilitó
la conquista de todo el mundo al yugo contingencias y gran hija de la Suprema
de la fe santa, si hubieran sabido sus
sucesores ejecutar la traza y lograr la
Providencia, asistiendo siempre a sus causas, ya
ocasión” (P 54). Un príncipe perfecto se queriendo, ya permitiendo”
adecúa al saber y valor, y tras mencionar
a cuatro políticos célebres por su valor y sin manos (ocultas bajo su manto), sorda azar, Gracián no obra al azar sino que
saber, un quinto será: “Un Constantino e inmóvil, nos recuerda que no es bueno hace un concepto objetivo como
Magno” (P 76, 52). El político se esforzará, para el hombre poner sus esperanzas en concordia discors. Sin el arte de ventura
con la prudencia comp Razón de Estado, ella por ser ciega, sin manos para dar, es imposible el arte de prudencia. “La
por prever y usar los casos de Fortuna en que no oye los ruegos y no da un paso valentía, la prontitud, la sutileza de
el ejercicio del poder. para ayudar a nadie” (Flórez 1999, 196). ingenio” son sinónimos gracianos (H 3
Reconceptuamos esa Fortuna, mucho [11]), pero, sin los azares de la Fortuna,
Gracián define la Fortuna como antes identificada dubitativamente por no habrá ocasión de mostrar éstos. La
“madre de contingencias y gran hija otros como una imagen de Maternidad, observación de los casos de Fortuna es
de la Suprema Providencia, asistiendo como Fortuna Previsora, o Providencial un arte con sus propias reglas (H 10 [25]).
siempre a sus causas, ya queriendo, (“Fortuna de tejas abajo” [Soto 2003, Entre el arte de ingenio y el de prudencia,
ya permitiendo” (H 10 [24]). Hay dos Acceso, 41-46; Exégesis, 19-20]). Por esto, media este otro: el “arte de ventura” (D
aspectos de la Fortuna: la de tejas arriba su efigie está mirando hacia arriba, y su 5 [126]), o Fortuna. El jesuita exprime
y la de tejas abajo. Ésta es la definida ahí. manto parece mantel adonde caerán los más su definición: “Ésta es aquella reina
El jesuita sentencia: “Es la Providencia dones del Cielo, o Fortuna de tejas arriba. tan soberana, inescrutable, inexorable,
suma autora de los imperios, que no la Según Gracián: “Es arte de ventura, que si risueña con unos esquiva, con otros ya
ciega vulgar fortuna” (P 63; H 11 [27]). la da el Cielo, poco de aquéllas” [las artes madre, ya madrastra, no por pasión, sí
Corrige además la connotación misógina liberales] “basta, dijo para lo provechoso, por la arcanidad de inaccesibles juicios”
en la comparación de la Fortuna con la que no para lo adecuado” (D 5 [126]). (H 10 [24]). Para Juan Pérez de Moya:
volubilidad femenina: “Mas yo digo que Dicho manto correspondería al tapete “Salustio aun no dejó de caer en esta
no son livianas variedades de mujer, sino de la Fortuna graciana. Ésta dice: cuenta con ser gentílico, como lo da a
alternativas de una justísima Providencia” entender cuando dice que cada uno es
(H 11 [27]). Luego, la califica de “justiciera” Y porque veáis que ellos saben oficial de su fortuna. Y en el proemio
(H 20 [42]). Los azares, o contingencias, ser dichosos: ¡Hola, arrastrad aquella de la guerra de Iugurta, dice que los
son alas del ingenio (H 3 [11]). Según perezosos y descuidados que no son
mesa! diligentes y virtuosos, sin causa se
explica analógicamente: “Cómense Era redonda y capaz de
mejor los buenos bocados de la suerte quejan de la fortuna, pues no es otra
con el agridulce de un azar” (H 11 [28]).
todos los siglos. En medio de ella se cosa Fortuna que un vano nombre que
Los buenos bocados de la suerte son los ostentaban muchas venturas en bienes; demuestra el poco saber del hombre,
casos de Fortuna. El Hombre de Espera digo cetros, tiaras, coronas, mitras, porque como dice Iuvenal, donde hay
goza de un “capaz estómago, hecho a prudencia no tiene la Fortuna fuerza
bastones, varas, laureles, púrpuras, ni dignidad” (3.21 [430]). Más que de
grandes bocados y tragos de la Fortuna, capelos, tusones, hábitos, borlas,
de tan grande buche que todo lo digiere” ciencia, se trata de prudencia, porque no
oro, plata, joyas; y todas sobre un hay conocimiento directo, sistemático y
(D 3 [117]). El hambre de ese estómago
se satisface logrando la ocasión en los riquísimo tapete. Mandó luego llamar riguroso de la infinita Mente de Dios. Éste
casos de Fortuna (D 5 [126]). Gracián todos los pretendientes de ventura, que es el Primer Ser, Ilimitado, omniabarcador
de toda perfección (H 6 [17]). La finitud
compara la valentía con el estómago fueron todos los vivientes (que ¿quién
de la Fortuna (H 4 [13]). El paradigma del entendimiento humano hace que
hay que no desee?) Coronaron la gran juzguemos por “azares”, predicados
epistémico es la definicón aristotélica mesa, y teniéndolos así juntos, les dijo:
de la valentía como término medio propios de la individualidad de las
entre extremos de temeridad (exceso) y -Mortales, todos estos bienes criaturas. Fortuna representa el
cobardía (defecto). Había dos aspectos son para vosotros. ¡Alto!, disponeos ámbito de la prudencia, inteligencia
de la Fortuna: la La “de tejas abajo” y la para conseguirlos, que yo nada quiero relacional, que posibilita realmente
“de tejas arriba” (Green 314, 338-351). En un autoconocimiento mediado por el
repartir, por no tener quejosos; cada estar-contingente-en-el-mundo, y dicha
la biblioteca antigua de la Universidad de uno escoja lo que quisiere y coja lo que
Salamanca, hay dos efigies de la Fortuna: prudencia, enriquecida de experiencia,
una con ojos vendados y cornucopia en
pudiere (C 2.6 [1139]). da fundamento a un conocimiento
mano, y otra despliega un manto, con verosímil de Dios y sus atributos (H 5
En el manto, mantel, o tapete, de la mesa [16]. Tanto el autoconocimento como la
sus ojos expectantes mirando arriba.
de Fortuna, se comen mejor los buenos teología son tareas infinitas” (H 1 [8]).
Se ha interpretado recién que: “La de la
bocados de la suerte con agridulces Se requiere de la Fortuna para cultivar
Fortuna aquí representada como ciega,
azares. Al calificar de “agridulce” el las virtudes (D 23 [189]). Los azares
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de la vida, o casos de Fortuna, dejan Metanoia (“arrepentimiento”). “Occasio” accidentes, o circunstancias especiales,
de interpretarse como argumentos a procede de “casus”, “caída”, o “cado”, da pie, o fundamento, a los conceptos
favor del determinismo y ateísmo, para “caer”. La Ocasión es a la Metanoia, como del arte de agudeza e ingenio, o de
reinterpretarse desde entonces como la caída al arrepentimiento. Así quedó prudencia. La Ocasión es el acicate de la
argumentos en pro del libre arbitrio y cristianizada. Durante el Renacimiento, sutileza; garante además de su novedad
de la existencia de Dios. Según Calderón Andrea Alciato difundió el iconosema y admirabilidad; fuente de su paradójica
de la Barca, en conclusión: “No hay más de la Occasio calva, mediante sus validez, porque el concepto recoge
Fortuna que Dios” (cit Green 317, 325, Emblemata, especialmente el CXXI “In tanto lo particular como lo universal
351). Occasionem” (Bernat 579). Erasmo de (Forastieri-Braschi 1992, 72-73, 277-278;
Rotterdam recogió en sus Adagia los 1996, 1183-1184). Hay cuatro causas de
II. Ocasión refranes acerca de la Occasio calva y la Agudeza: 1) el ingenio como eficiente,
los explicó filológicamente, haciendo 2) la ejemplar como formal, 3) la material
Cabe preguntarse si la ocasión graciana acopio de las fuentes grecolatinas del como su homónima, 4) la sutileza
no está inspirada en el concepto griego mismo, incluyendo los poemas de como final. De éstas, la causa material,
de kairós y en la máxima de Pítaco: Posidipo, Fedro y Ausonio (1.7.70; 2.1.1). como soporte y plexo de circunstancias
«Conoce tu ocasión» (Cantarino 2001, En la España renacentista, la iconología especiales, corresponde, enfocada desde
20). Contestamos que la ocasión es el de la Ocasión calva se afianzó gracias la metafísica escotista, a la inventio
kairós de Gracián (Fernández-Corugedo al erasmismo en la alta cultura, por (Forastieri-Braschi 2002). Además, el
36, 43-44, 66-67, 71, 74, 111, 130, 133, ejemplo, de pensadores como Pedro ingenio, como causa eficiente, halla la
344-345, ). La Ocasión es el correlato Mexía (Silva de varia lección, 2.8) y Juan Ocasión expresada entre los predicables,
conceptual de la noción griega de Pérez de Moya (Philosophía secreta o lugares comunes, de la dialéctica, o
Kairós. Los sentidos primarios de éste de la gentilidad, 3.14). En la biblioteca retórica. La estidad (haecceitas) y la
eran “medida”, “oportunidad”, “crisis”. antigua de la Universidad de Salamanca, naturaleza común escotistas brindan a los
Como mitema, se le consideraba el hay un complejo de estatuas de las individuos, cualesquiera que sean, una
último hijo de Zeus (Pausanias 5.15.9), cuales una representa a un Kairós niño inteligibilidad y una realidad ontológica
y su madre, tal vez, haya sido Tique, o y a una vieja Metanoia tras él. Francisco que redimen el valor epistemológico
Fortuna (Soto, Editorial Caeros 2003). Sánchez de las Brozas, antiaristotélico y de causas segundas como la Ocasión
Como filosofema, Arcesilao de Pitane ramista, en su comentario al emblema
“In Occasionem”, de los Emblemas de
ofreció una definición kairológica de
ndrea Alciato, testimonia la existencia
La Ocasión es el acicate
la filosofía (Soto 1997, 1999). Miguel
Romera-Navarro, al glosar una línea del de dichas estatuas en dicha biblioteca
universitaria de su época (Flórez 1999,
de la sutileza; garante
aforismo 139 del Oráculo manual y arte
de prudencia: “Conocer el día aziago”, Soto Acceso y Exégesis 2003), El Tesoro además de su novedad
reveló por vez primera la definición de la Lengua Castellana, de Sebastián
kairológica de la filosofía a la erudición de Covarrubias, recoje más de una vez y admirabilidad; fuente
la tradición paremiológico-filológica
gracianista: “La misma importancia
primaria le daba Pítaco el Sabio en Grecia, de la Occasio calva. Durante el Barroco, de su paradójica validez,
y apotegma suyo famoso era: ‘Conoce Miguel de Cervantes aludió sutilmente
a la paremia de la calva Ocasión, e hizo
porque el concepto
tu ocasión.’ (Diógenes Laercio, I, iv, 4.)
Para su compatriota Arcesilao lo más un sutil concepto entre dicha Ocasión y recoge tanto lo particular
importante y más propio de la filosofía la ocasión de la batalla naval de Lepanto
es saber el tiempo oportuno para cada (Soto 1998). Francisco de Quevedo como lo universal ...
cosa (idem, IV, vi, 8)’”. [1954, 272 n 17] En reinventa una mitología en torno a la
el arte, Lisipo de Soción forjó una estatua Fortuna y la Ocasión, haciendo de ésta la y la Fortuna. El ingenio se vale de la
de Kairós, hoy perdida, pero contamos sirvienta y lazarillo de aquélla, en su sátira Ocasión para remontar el vuelo de la
afortunadamente con reproducciones moral La Hora de todos y la Fortuna con sutileza. La metáfora ha de ser creativa;
suyas en bajorrelieves y descripciones seso (Soto Hispania, 2003). hay que cogerla al vuelo, a la ocasión; si
retóricas. Posidipo de Pela compuso un no, no hay metáfora viva, sino muerta,
poema describiéndolo (Anth. Pal., 16.275), En el caso de Gracián, el concepto de lexicalizada, mera comparación estática:
y Calístrato, una descripción retórica ocasión remite a las circunstancias “Comúnmente toda semejanza que se
del mismo (Descrip., 6). Fedro hizo una especiales, contingencias o accidentes, funda en alguna circunstancia especial,
fábula del Kairós, la cual representa la como el correlato, o sutileza, objetiva, y le da pie alguna rara contingencia es
transición del iconosema heleno al latino de la distinción formal de la agudeza. conceptuosa, porque nace con alma
de Occasio calva (5.8: “Occasio depicta”). El concepto consiste sensu latiore en de conformidad [...] Las demás que
La belleza, el equilibrio, la rapidez son una metáfora. Como si el concepto no tienen este realce, son semejanzas
valores expresados en este iconosema. fuese un bocado, la ocasión es su comunes, muertas sin el picante de la
Décimo Magno Ausonio recompuso en sazón, o picante, que sazona, o da conexión fundamental” (Fernández-
latín el epigrama de Posidipo, agregando buen gusto, al mismo. La Ocasión Corugedo 347). Así, si la poesía es la
como acólito de Occasio a Poenitentia, o como el receptáculo de contingencias, imaginación en acción, convendremos

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que, para Gracián, la metáfora, como Laílla, Madrid: Espasa, BLU, 2001. Flórez Miguel, Cirilo, Pablo García Castillo, Roberto
Green, Otis H., España y la tradición occidental. El Albares Albares, El Humanismo Científico, Salamanca:
la mayoría de los conceptos, ha de ser espíritu catellano en la literatura española desde Caja Duero, 1999.
tempestiva; ha de ir al par de la Ocasión: “El Cid” hasta Calderón, trad. de Cecilio Sánchez Gil, Forastieri-Braschi, Eduardo, Sobre el tiempo de los
“De las contingencias suele tomar pie el Madrid: Editorial Gredos, vol. 2, 1969. signos, Madrid: Orígenes, 1992.
Patch, Howard Rollins, The Goddess Fortuna in “Etsi Petrus Ramus taceret, res ipsa loquetur: sobre
discurso, para grandes conceptos como Mediaeval Literature, Cambridge, MA: Harvard ramismo y conceptismo”, La Torre, 6, 1992, 461-475.
se dice en cada especie de agudeza, del University Press, 1927; rpt. New York: Octagon Books, “Gracián, Peirce: conceptos, signos”, Anuario
mismo modo para la semejanza, y suelen 1967. Filosófico, 29, 1996, 1173-1184.
Pérez de Moya, Juan, Philosofía secreta, ed. de Carlos ”Sobre las causas de la agudeza y la cuestión de su
ser las más gustosas, por lo pronto y Clavería, Madrid: Ediciones Cátedra, 1995. realismo”, Bulletin of Hispanic Studies, 79, 2002, 27-37.
tan a la ocasión” (Fernández-Corugedo Soto Rivera, Rubén, “La Ocasión en la Hora de todos Gracián, Baltasar, Obras Completas, ed. de Sánchez
350). Según Gracián: “De suerte que y la Fortuna con seso, de Quevedo”, Hispania, 86 Laílla, Madrid: Espasa, BLU, 2001.
[March], 2003, pp. 1-7. Romera-Navarro, Miguel ed., Oráculo manual y arte
se puede definir el concepto: es un “Los pétreos biblionautas del Kairós salmantino”, de prudencia, Revista de Filología Española, 1954.
acto del entendimiento que exprime Acceso. Revista puertorriqueña de Bibliotecología y Soto Rivera, Rubén, Arcesilao, filósofo kairológico,
la correspondencia que se halla entre Documentación, vol. 5, 2003, pp. 33-64. Bayamón (Puerto Rico): Impresos GLAEL, 1997.
“Universidad de Salamanca: Palacio del Kairós”, “Con (la) Ocasión de Cervantes”, Boletín de la
los objectos. La misma consonancia o Exégesis, año 10, núm. 47, 2003, pp. 15-28. Academia Puertorriqueña de la Lengua Española, San
correlación artificiosa exprimida es la Ayala, Jorge M., “’Vivir a la ocasión’. El casuismo y la Juan, 1998, pp. 97-127.
sutileza objectiva …” (Agudeza y arte prudencia en Baltasar Gracián”, en “Gracián, maestro “La Ocasión en la Hora de todos y la Fortuna con
del buen gusto”, “Levante sus primores la agudeza”. seso, de Quevedo”, Hispania, 86 [March], 2003, pp.
de ingenio, 1.2 [319]). Sin asirse de la Baltasar Gracián (1601-2001), Ínsula. Revista de Letras 1-7.
Ocasión, no habrá sutileza objetiva en el y Ciencias Humanas, año LVI, número doble 655-656, “Los pétreos biblionautas del Kairós salmantino”,
julio-agosto, 2001, pp. 6-9. Acceso. Revista puertorriqueña de Bibliotecología y
concepto. Cantarino, María E., “Gracián a lo Jano (de la Documentación, vol. 5, 2003, pp. 33-64.
‘Prudencia’ y de la ‘Ocasión’)”, en “Gracián, maestro “Universidad de Salamanca: Palacio del Kairós”,
Bibliografía:
del buen gusto”, “Levante sus primores la agudeza”. Exégesis, año 10, núm. 47, 2003, pp. 15-28.
Burckhardt, Jacob, Del paganismo al cristianismo. La
Baltasar Gracián (1601-2001), Ínsula. Revista de Letras Kairo-teo-ontología en algunos pensadores
época de Constantino el Grande, trad. de Eugenio
y Ciencias Humanas, año LVI, número doble 655-656, grecorromanos, Gurabo: Editorial Caeros, 2003.
Imaz, México: Fondo de Cultura Económica, 1996.
julio-agosto, 2001, pp. 19-20.
Flórez Miguel, Cirilo, Pablo García Castillo, Roberto
Fernández-Corugedo, Víctor, El ingenio desde
Albares Albares, El Humanismo Científico, Salamanca:
los presocráticos hasta Gracián, Stockholms
Caja Duero, 1999.
Universitetet: Institutionen för spanska och
Gracián, Baltasar, Obras Completas, ed. de Sánchez
portugisiska, 1998.

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