LA RUTA A TENER EN CUENTA EN MARCHA

ESCOCIA, DE RUTA POR SUS LEYENDAS [ Por Meritxell Díaz ]

Hay algo especial y mágico en Escocia que hace que quien la visita por primera vez repita. Quizá
sean sus impresionantes paisajes verdes; o la amabilidad de su gente, charlatana y hospitalaria,
que no duda en echar una mano al turista cuando le ve desesperado intentándose situar en el mapa;
o esa lluvia fina que cae día tras día y que da un toque nostálgico al lugar.
Las gaitas y el whisky han otorgado a Escocia una reputación internacional. Hay un método muy
sencillo para ver si un país es conocido más allá de sus fronteras: preguntar a la gente qué le sugiere.
Escocia son lagos, castillos, faldas a cuadros, Sean Connery, Braveheart, el Celtic de Glasgow,
destilerías, gaélico y, sobre todo, mitos y leyendas.

El viaje que te proponemos es una ruta por las leyendas escocesas, por los relatos populares que
han pasado de generación en generación y por la historia de esta tierra. Escocia está muy vinculada
a su pasado celta, que se remonta a unos 2.000 años atrás. Fue aquella una época de supersticiones,
invenciones y grandes héroes. Todas estas historias pasaban de boca en boca y hoy son parte del
patrimonio de la nación.

Necesitarás un mínimo de una semana para completar esta ruta, aunque, si quieres sacar el máximo
provecho a las paradas del recorrido y conocer a fondo la cultura escocesa, tómate unos días más.
 LA RUTA
Glasgow tiene dos aeropuertos, el
internacional y Prestwick, a las afueras de
la ciudad. Vuelan a Glasgow Internacional:
Iberia (www.iberia.es)
British Airways (www.britishairways.com)
Flyglobespan (www.flyglobespan.com)
Easyjet (www.easyjet.com)
Smart Wings (www.smartwings.com)
Vuelan a Glasgow Internacional:
Ryanair (www.ryanair.com)
Para moverte
Para hacer esta ruta lo mejor es alquilar
un coche, sobre todo si tienes pocos días,
pues con transporte público puede ser
muy difícil cuadrar horarios y llegar a todos
los destinos previstos. Eso sí, recuerda
que en las carreteras escocesas se
conduce por la izquierda.
A TENER EN CUENTA EN MARCHA
No olvides llevar un paraguas o un impermeable, pues la lluvia hace acto de presencia casi a diario.
La época recomendada para hacer este viaje es entre mayo y agosto, unos meses en los que la
lluvia es más escasa y los días son más largos.
Si quieres introducirte de lleno en la cultura escocesa, llévate algún libro y algo de música para
disfrutar durante los ratos de descanso. Estas son nuestras recomendaciones:
Libros
Historias escocesas, de Robert Louis Stevenson.
Selected Poems, de Robert Burns.
Las aventuras de Sherlock Holmes, de Arthur Conan Doyle.
Música
Rod Stewart, Greatest Hits.
Travis, The invisible band.
Garbage, Beautiful Garbage.
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La red de albergues juveniles
(www.syha.org.uk/SYHA/web/site/home/home.asp) es admirable. Se
extiende por todo el territorio y destaca por su limpieza y calidad. Si
te vas a alojar varias noches, es conveniente que te saques el carné
de alberguista, con el que podrás disfrutar de tarifas más ajustadas.
Los bed and breakfast son otra buena opción. El precio puede oscilar
según el establecimiento, por eso te recomendamos que preguntes
en varios o que te fijes un precio límite para que no se te dispare el
presupuesto. Escoger este tipo de alojamiento te permite estar más
cerca de la cultura local y tener una mayor convivencia con los
escoceses, gente muy agradable.
EN MARCHA
Nivel de vida: prepárate para gastar dinero. El nivel de vida es
prácticamente el doble que en España. Aunque se puede ir de baratillo
y comprar los bocadillos en Tesco, el supermercado de mayor
implantación en la zona.
Moneda: Escocia no pertenece a la zona euro. Su moneda es la libra
esterlina. Una libra equivale aproximadamente a 1,5 euros.
Diferencia horaria: hay una diferencia horaria de una hora menos
respecto a España, como en las Canarias.
Enchufes: cómprate un adaptador, porque los enchufes son de tres
clavijas.
Guías online: Turismo de Escocia (www.visitscotland.com/es) y
Undiscovered Scotland (www.undiscoveredscotland.co.uk)
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El santo de Glasgow
Esta ruta empieza en la tercera mayor ciudad del Reino Unido y una
de las más cosmopolitas de Escocia. Glasgow guarda cierta rivalidad
con Edimburgo, por eso te animamos a que las compares tú mismo.
El origen y la historia de Glasgow van ligados a la leyenda de san
Mungo, un misionero cristiano llamado Kentigern que en el siglo VI
fundó un monasterio en la zona donde hoy se erige la ciudad. El escudo
de armas del municipio recoge la leyenda del santo y sus cuatro
milagros:
There’s the tree that never grew,
There’s the bird that never flew,
There’s the fish that never swam,
There’s the bell that never rang.
Cuenta la historia que el santo hizo posible que las ramas de un árbol
congelado sirvieran para hacer fuego y que un pájaro reviviera. También
encontró en el interior de un pez el anillo que el rey de Stratchclyde
regaló a la reina y que a su vez ella dio a un caballero, lo que sirvió
para que la reina limpiara su nombre de la acusación de adulterio. En
último lugar, la campana del poema se refiere a la que el santo trajo
desde Roma para hacerla sonar en su monasterio.
Escocia y un claro ejemplo del estilo gótico. De hecho, es la única
catedral medieval intacta después de la Reforma del siglo XVI.
Glasgow, sin embargo, ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y
no vivir sólo del pasado. En 1990 fue proclamada Ciudad Europea de
la Cultura, gracias a la veintena de museos
(www.glasgowmuseums.com) que alberga. Los imprescindibles son
The Lighthouse (www.thelighthouse.co.uk) el centro de arquitectura y
diseño más vanguardista (el precio de la entrada incluye subir a la
Torre Mackintosh), la Gallery of Modern Art y la Colección Burrel.
Para experimentar el contraste presente-pasado, pasea también por
el centro histórico, donde verás las casas elegantes y esplendorosas
de la Merchants City. Sumérgete en el West End, una amalgama de
tiendas, cafés y restaurantes que marca su propio estilo. Vive la noche
en Ashton Lane. Hay centenares de bares, pubs y discotecas
interesantes. Un lugar de culto es el bar de la Glasgow School of Art.

En Glasgow, por lo tanto, debes visitar la catedral, que se erige allí

donde en el siglo VI san Mungo construyó su iglesia. Hoy, se puede
visitar su tumba. Es uno de los templos católicos más grandes de
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Los fantasmas de Edimburgo

El Castillo de Edimburgo (www.edinburghcastle.biz) es una parada Aparte del castillo, aprovecha para conocer las entrañas de Edimburgo.
obligada en nuestra ruta por la mitología escocesa. Construido en el Visita las mazmorras y los túneles de la ciudad. Existen rutas guiadas
siglo VI sobre un volcán ya extinguido, se sitúa en el extremo de la muy variadas para descubrir todos sus mitos ocultos. Es posible recorrer
Royal Mile, una de las calles más frecuentadas por los turistas. El las catacumbas encantadas, situadas debajo del castillo y de la Royal
edificio ha sido la residencia real. Pero su fama no viene de ahí, sino Mile. O bien caminar por la misteriosa Mary King’s Close, donde
de su reputación como alojamiento de fantasmas. vivieron, trabajaron y murieron centenares de personas sin que nadie
lo supiera; un itinerario que te permitirá entender la vida del siglo XVI.
Dicen que el castillo está encantado. En las mazmorras murieron También hay paseos en busca de fantasmas y de historias truculentas
centenares de prisioneros, por eso hoy se cuenta que sus espíritus por la superficie. Y la mayoría pueden realizarse tanto de día como de
deambulan por los pasillos. También hay quien asegura haber oído a noche.
un fantasma que toca el tambor. Se trata de un fantasma sin cabeza
Webs de agencias que hacen rutas: Witchery Tours
que sólo se aparece antes de que Edimburgo vaya a ser atacado. La
(www.witcherytours.com), Mercat Tours (www.mercattours.com) y The
última vez que se le vio fue en el año 1650. Además, en el castillo
Edinburgh Dungeon (www.thedungeons.com/en/edinburgh-
también hubo un cementerio de perros, lo que ha llevado a que
dungeon/index.html)
muchos turistas hayan podido escuchar los ladridos de un perro
fantasma que todavía habita en sus estancias. Un dato curioso es que
en el 2001 un equipo de científicos –encabezados por Richard Wiseman–
decidió hacer una investigación sobre fenómenos paranormales en el
castillo con un grupo de voluntarios y todos tuvieron sensaciones
extrañas en las mismas salas.

Del castillo, no te pierdas la capilla de santa Margarita, el palacio y

el museo de los regimientos escoceses. A la una del mediodía, atentos,
porque el One O’Clock Gun, uno de los cañones del castillo, marca
la hora. En otros tiempos se utilizó para coordinar a los marineros.
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Stirling y la leyenda de Braveheart

A tan sólo 60 kilómetros de Edimburgo, con muy buenas conexiones
en tren y en autobús, está Stirling, una tranquila localidad de visita
imprescindible para entender la historia de Escocia. Fue aquí donde
William Wallace venció a los ingleses en 1297 durante la guerra por la
independencia de Escocia.
Pero... ¿quién fue William Wallace? La mayoría lo conoce gracias a
la película Braveheart, de Mel Gibson, que recoge la historia de este
escocés legendario que luchó para lograr la independencia de Escocia
de Inglaterra. Precisamente en la película se hace mención a la batalla
que tuvo lugar en Stirling. En honor al héroe, en la colina de Abbey
Craig se erigió en el siglo XIX un monumento
(www.nationalwallacemonument.com) financiado con las donaciones
de miles de escoceses. Se puede subir a la cúpula de la torre, a 67
metros de altura. Son 246 escalones para alcanzar las vistas de los
siete campos de batalla alrededor de Stirling y ver la famosa espada
del héroe. Para agradecer también a quien llevó la historia del valiente
escocés a la gran pantalla y lo dio a conocer al resto del mundo, a los
pies del monumento se colocó una estatua de Mel Gibson.
esta criada salvó a la reina de morir en un incendio. Mientras dormía,
soñó que algo se quemaba y tuvo el presentimiento de que era en la
habitación de la reina. Ya despierta, corrió hacia allí para encontrarse
las cortinas en llamas. Por eso, cada vez que la Green Lady se aparece
en el castillo, los ciudadanos tienen miedo porque dicen que su
presencia anuncia una desgracia.
Muy cerca del castillo está la prisión de Stirling, denominada Old Town
Jail (www.oldtownjail.com). Entre los años 1888 y 1935 fue la única
prisión militar de Escocia. Hoy se puede ver en una visita guiada con
actores que nos hacen revivir el pánico de los prisioneros que estuvieron
encerrados allí.
Como Stirling no es muy grande, aprovecha para dar una vuelta por
el núcleo histórico y el campus universitario. Por la noche, tómate una
cerveza en The Settle Inn, el pub más antiguo de Stirling.

En Stirling debes visitar asimismo el castillo (www.stirlingcastle.com).

Fue escenario de asesinatos, secuestros y encarcelamientos, de ahí
que sobre él se recojan historias variadas. Y como todo castillo que
se precie, es también el hogar de una fantasma, llamada Green
Lady, que fue una criada de María, reina de Escocia. Según la leyenda,
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Glencoe, escenario de Harry Potter
Para escapar de las ciudades, pon rumbo a la zona de Glencoe, a 130
kilómetros al oeste de Stirling. Es un lugar sorprendente en el centro
de las Highlands donde puedes aprovechar para hacer pequeñas
excursiones.
Este pueblo está marcado por una terrible masacre perpetrada por
razones políticas que tuvo lugar en febrero de 1692. El clan de los
MacDonald, que vivía en la zona de Glencoe, se negó a jurar fidelidad
a Guillermo III cuando éste subió al poder. Los Campbell, sus mayores
enemigos, decidieron vengarse y lo hicieron después de disfrutar de
la hospitalidad del pueblo, que les acogió durante doce días. La masacre
tuvo lugar por la noche. Murieron niños, hombres y mujeres. Con este
exterminio se rompía además una norma arraigada en la cultura
escocesa que dice que nunca se debe hacer daño a la persona que
te ofrece alojamiento.
Más allá de esta historia sangrienta, Glencoe es el lugar ideal para
desconectar. Una de las imágenes más bellas del paraje es el trío de
montañas conocidas como las Tres Hermanas. Hay senderos fáciles
y llanos aptos para aquellos que no estén tan acostumbrados a hacer
excursiones por la montaña, y rutas ya para alpinistas. Es posible que
a los seguidores de la saga de Harry Potter Glencoe les resulte familiar,
puesto que fue una de las localizaciones del film Harry Potter y el
prisionero de Azkaban.
EN MARCHA
A una distancia de menos de una hora en coche también está el Ben
Nevis, la montaña más alta de Gran Bretaña. ¡No te asustes! A pesar
de gozar de este calificativo, no presenta demasiadas dificultades; de
hecho, hay una romería de excursionistas, escoceses y turistas, haciendo
la ascensión. Eso sí, supone unas ocho horas entre subida y bajada.
En la zona de Glencoe también hay que visitar Fort William (www.visit-
fortwilliam.co.uk/webcam). Este pueblo, lejos de ser espectacular, gusta
por su ambiente y por las vistas que ofrece. El enclave es impresionante.
Tiene bastantes calles comerciales y resulta agradable pasearse por
las diversas plazas (Cameron, Monzie y Gordon). Fort William fue
también una localización del film Harry Potter y la Orden del Fénix,
así que los mitómanos van a disfrutar de la zona. Por otro lado, hay
una pequeña excursión desde Fort William que no se puede pasar por
alto: al canal Caledonian, una vía navegable de 97,3 km construida
en 1847. Está sólo a unos kilómetros al oeste, en Corpach, siguiendo
la carretera de Mallaig. Podrás ver cómo funciona el curioso mecanismo
de esclusas de este canal.
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La isla de Skye
No podrás decir que has hecho una ruta por la Escocia de las leyendas
si no pones un pie en la isla de Skye. Es un destino mágico, entendido
en un doble sentido. La isla es mágica por su embrujo, que atrae y
encandila, y también por la cantidad de mitos de que es protagonista.
Para muestra, un botón. Se dice que las aguas del Loch Sianta (en
gaélico, ‘el lago de los hechizos’) curan todas las enfermedades: por
eso muchos escoceses viajan a Skye única y exclusivamente para
bañarse en el lugar y librarse de sus dolores. Otra leyenda cuenta que
en la isla hay un Puente de Hadas, en la carretera de Edinbane, cerca
de Dunvegan. Según la historia, el jefe del clan MacLeod se casó con
una hada. Cuando tuvieron un hijo, el hada tenía la obligación de volver
a su tierra y llevarse al pequeño. El marido le imploró que se quedara
con él, y consiguió que el hijo no marchara. Mientras la mujer desaparecía
por el puente, le entregó una bandera y le aseguró que les protegería
a él y a los suyos en dos ocasiones. Así fue. Y esta bandera se puede
ver hoy en el castillo de Dunvegan. Estos son sólo dos de los relatos
que corren por Skye, pero lo mejor es que preguntes a sus habitantes.
Estarán encantados de relatarte las leyendas que algún día oyeron
contar a sus abuelos.
En la isla, puedes visitar Portree, capital y pueblo pesquero de casitas
de vivos colores. ¡Prueba el típico fish and chips! Sube a los acantilados
de Trotternish. A ver si distingues la Kilt Rock, un pedrusco de 50
metros de altura que tiene forma de falda escocesa, con sus pliegues
bien planchados. Tampoco dejes de ir al Castillo de Duntulm, en el
EN MARCHA
que cuenta la leyenda que vaga el fantasma de un niño que se cayó
por una de las ventanas, y al Castillo de Dunvegan
(www.dunvegancastle.com), la fortificación de la historia de la reina
hada.
De camino a la isla de Skye, siguiendo la carretera A87, en la villa de
Dornie encontrarás el castillo escocés más utilizado para hacer
calendarios, camisetas y otros souvenirs. Se trata de un verdadero
icono de esta tierra. El castillo también es la imagen del whisky Cardhu
y el escenario principal de la película Los inmortales. Como ya has
adivinado, estamos hablando del Eilean Donan Castle
(www.eileandonancastle.com), situado en una encrucijada de tres lagos.
La fortificación, que data del siglo XIII, es un lugar pintoresco.
Para llegar en coche a la isla de Skye, hay que atravesar el puente que
une Kyle of Lochalsh con Kyleakin. En el pasado fue un puente de
peaje, pero hoy en día ya no se cobra ni un céntimo. El consejo es que
lo atravieses durante la salida o la puesta de sol porque el espectáculo
es indescriptible, y si el acompañamiento musical es un tema del estilo
de Born to be wild, de Steppenwolf, tu entrada en Skye será apoteósica.
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El monstruo del lago Ness
Si hay una leyenda escocesa que ha recorrido medio mundo, es la del
Lago Ness (www.visitlochness.com) y el monstruo que habita en sus
aguas, conocido familiarmente como Nessie.
El mito se remonta al año 565 cuando, por primera vez, un sacerdote
irlandés que predicaba por la zona divisó al animal. La criatura atacó
y mató a un lugareño. La segunda vez que la bestia fue a atacar, lo
hizo en presencia del misionero, que levantó la cruz y le pidió que se
detuviera. Nessie le hizo caso y se sumergió de nuevo en las aguas,
aunque ha habido posteriores apariciones. El periódico Inverness
Courier, en el siglo XIX, y The Northern Chronicle, en 1930, describieron
al monstruo como un dinosaurio acuático de más o menos nueve
metros de largo. Además, se han publicado algunas fotografías del
animal, por lo que hoy todos podemos hacernos una idea de cómo es
Nessie. También se han organizado expediciones para buscar, sin éxito,
a la criatura. Cierta o no, la leyenda ha sido un filón. Se venden
mecheros, muñecos, llaveros, peluches, tazas, libros, álbumes... Hasta
existe un museo del Lago Ness (www.lochness.com/loch-ness-monster-
exhibition.htm).
Si quieres intentar ver a Nessie, contrata un tour en barca. Para tener
unas buenas vistas del lago sube al Urquhart Castle, emplazado en
una zona rocosa un poco elevada. No dejes de rodear el lago y acercarte
hasta la localidad de Foyers; allí hay una cascada espectacular, cuyas
aguas van a parar al río Foyers, que muere en el Lago Ness.
EN MARCHA
Tradiciones
No puedes irte de Escocia sin asistir a una cèilidh, la fiesta de los
bailes gaélicos. Son parte importante de su cultura, un evento social
que reúne a decenas de escoceses vestidos con kilts en grandes o
pequeñas salas para danzar al ritmo folk de un acordeón, una flauta,
un violín y un bajo. Pierde el sentido del ridículo por una hora y sumérgete
en su tradición. Prepárate para saltar, brincar, dar vueltas y sudar
porque las Scottish country dances están pensadas para pasar un
rato divertido y los pasos son muy fáciles.
Tampoco debes olvidar visitar una destilería y descubrir cómo fabrican
la bebida nacional, el whisky. Su nombre procede del término gaélico
usquebaugh, que traducido significa ‘agua de vida’. El whisky más
típico de la región es el de malta, que se hace con cebada y alambiques
pequeños que dan un sabor más intenso. Quizá una de las destilerías
de mayor reputación es la de Glenfiddich, en las Highlands. Si haces
una visita guiada te dejarán hacer una pequeña cata. ¡Salud!