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Derechos Auxiliares del Acreedor.

Son aquellos derechos que la ley otorga al acreedor que tienen por finalidad:

a) Mantener la integridad del patrimonio del deudor evitando que los bienes que lo
componen se destruyan, deteriores o enajenen.
b) Incrementar el patrimonio del deudor a través del reingreso de bienes que salieron de él
de forma fraudulenta.

El patrimonio del deudor es de suma importante para el acreedor ya que sobre él recae el
cumplimiento de la obligación, por tanto no es una cuestión accidental que aquel se mantenga
integro o por lo menos que no disminuya. Esto en virtud del derecho de prenda general de los
acreedores entendido como el derecho que tienen los acreedores de perseguir el cumplimiento
de la obligación en el patrimonio del deudor.

Ante el incumplimiento del deudor el acreedor tienen el derecho de pedir la ejecución forzada de
la obligación mas indemnización de perjuicios, sin embargo, si el patrimonio del deudor se ve
disminuido de gran manera aquel derecho del acreedor no sería efectivo en la realidad. Por eso es
que los derechos auxiliares del acreedor también protegen o permiten que el acreedor pueda
exigir el cumplimiento de la obligación de manera efectiva.

1. MEDIDAS CONSERVATIVAS.

Son aquellas que buscan mantener intacto el patrimonio del deudor impidiendo que bienes
integrantes de aquel, se pierdan, deterioran o enajenen.

Estas medidas no tienen una regulación sistemática en el Código Civil sino que están "repartidas"
en varias partes del Código a propósito de varias instituciones. Algunos casos:

i. Articulo 1222 inciso 1. Guarda y aposición de sellos.


ii. Articulo 1240. Declaración de herencia yacente.
iii. Articulo 1255. Facción de inventario.

2. BENEFICIO DE SEPARACIÓN.

Beneficio que impide confusión de patrimonio del causante y herederos. Este derecho permite a
acreedores hereditarios (acreedores del causante) pagarse con preferencia o prioridad a los
acreedores del herederos.

Sin este beneficio los patrimonios del causante y del heredero se confundirían pudiendo ser
perjudicados los acreedores del causante si es que el heredero tiene muchos acreedores.

Quien lo invoca: Solo lo puede ejercer por los acreedores del causante y NO por los del heredero.
Incluso lo podrían hacer los acreedores del causante cuyos créditos estén sujetos a condición
suspensiva o plazo.
Efectos:

i. Acreedores del causante se pagaran con preferencia y de manera íntegra en desmedro de


los acreedores del heredero.
ii. Pagados los acreedores hereditarios, el resto del patrimonio del causante será para el
heredero.
iii. Si el patrimonio del causante no es suficiente para el pago de sus acreedores, estos podrán
ir contra el heredero pero sin la preferencia que les daba el beneficio de separación ya que
respecto a el heredero, sus acreedores propios tienen preferencia.

Casos en que no habrá beneficio de separación:

i. Cuando el crédito de el o los acreedores se haya extinguido por prescripción.


ii. Cuando los bienes de la sucesión se confunden totalmente con los bienes del heredero.

3. ACCIÓN OBLICUA O SUBROGATORIA.

Consiste en el ejercicio por los acreedores de acciones y derechos que competen al deudor para
incorporar al patrimonio de éste, bienes sobre los cuales hacer efectivos sus créditos.

El patrimonio del deudor se encuentra conformado por bienes y además por derechos y acciones
los cuales también están afectos al derecho de prenda general de los acreedores.

Esta acción tiene como finalidad que el acreedor se subrogue las acciones y derechos que el
deudor ejerce por negligencia o dolo, de manera de que a través de su ejercicio por los acreedores
a nombre del deudor hacen crecer su patrimonio de manera que existen más bienes sobre los
cuales hacer efectivos sus créditos.

En Chile solo se permite respecto de bienes embargables y en general respecto de todo derecho o
acción susceptible de persecución.

Requisitos:

i. Que el acreedor tenga un crédito cierto, es decir que efectivamente sea acreedor del
deudor.
ii. Crédito puro y simple: No sujeto a condición o plazo.
iii. Deudor no quiera ejercer sus acciones y derechos por negligencia o dolo.
iv. Que la negativa del deudor para ejercer sus acciones o derechos le conlleve perjuicio al
acreedor, ya que si el deudor tiene más bienes sobre los cuales hacer efectivos sus
créditos no se justifica la acción oblicuo.

Ejercicio: El ejercicio de este derecho por regla general no necesita autorización judicial ya que la
autorización al acreedor lo da la ley. Excepcionalmente, los casos del 1238 y 1394 del Código Civil
necesitan autorización judicial.
Algunos casos consagrados expresamente por el Código Civil:

i. Artículo 2466:
Podrán asimismo subrogarse en los derechos del deudor como arrendador o arrendatario,
según lo dispuesto en los artículos 1965 y 1968.

ii. Artículo 1677:


Aunque por haber perecido la cosa se extinga la obligación del
deudor, podrá exigir el acreedor que se le cedan los derechos o
acciones que tenga el deudor contra aquellos por cuyo hecho o culpa
haya perecido la cosa.

iii. Artículo 1965:


Si por el acreedor o acreedores del arrendador se trabare ejecución y embargo en la cosa
arrendada, subsistirá el arriendo, y se substituirán el acreedor o acreedores en los
derechos y obligaciones del arrendador.

iv. Artículo 1238:


Los acreedores del que repudia en perjuicio de los derechos de ellos, podrán hacerse
autorizar por el juez para aceptar por el deudor. En este caso la repudiación no se rescinde
sino en favor de
los acreedores y hasta concurrencia de sus créditos; y en el sobrante subsiste.

v. Artículo 1394:
No dona el que repudia una herencia, legado o donación, o deja de cumplir la condición a
que está subordinado un derecho eventual, aunque así lo haga con el objeto de beneficiar
a un tercero.
Los acreedores, con todo, podrán ser autorizados por el juez para substituirse a un
deudor que así lo hace, hasta concurrencia de sus créditos; y del
sobrante, si lo hubiere, se aprovechará el tercero

Efectos:

i. Acreedor actúa a nombre del deudor.


ii. El ejercicio de las acciones por el acreedor solo incrementa el patrimonio del deudor y
nunca el de los acreedores.
iii. Los bienes que ingresen al patrimonio del deudor por esta acción son susceptible de ser
objetos del cumplimiento de la obligación de cualquier acreedor y no solo de aquel o
aquellos que ejercieron el derecho, es decir, la acción oblicua beneficia a todo acreedor y
no solo a quienes la ejercieron.

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