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Los secretos de la antigua ciencia del yoga fueron transmitidos desde los
divinos “rishis”1 , santos y sabios que vinieron al Himalaya en busca de
inspiración divina. A través de su meditación, su austeridad y sus plegarias,
fueron agraciados con un tesoro de sabiduría para el beneficio de la humanidad.
El sabio Patanjali es uno de los más reconocidos por compilar este tesoro
de conocimiento yóguico para el beneficio del mundo.
1 A los ”rishis” se les atribuye la autoría de los himnos védicos, si bien la tradición post védica los
considera sabios a quienes les fue revelado el conocimiento védico mediante estados alterados de
consciencia (www.wikipedia.com).
estamos unidos a Dios. Nos sentimos solos, asustados, sentimos que todo pesa
sobre nuestros hombros. La unión divina no sucede.
La base del árbol son los yamas y niyamas (el código ético y moral de
conducta) y uno va ascendiendo por él, haciendo uso del cuerpo y la respiración
en el asana y el pranayama como medios para llegar al estado en el que la
mente está afinada con mucha precisión y finalmente unida con Dios, en un
estado de la liberación divina.
Pero uno tiene que empezar en los cimientos y ascender. Vamos a tomar
estos 8 estados del yoga, uno por uno, y ver qué significado tienen en nuestras
vidas.
Yamas y Niyamas
Empezamos en los cimientos con los yamas y niyamas. La unidad con
Dios, la paz inalterable, el éxtasis de alegría y la realización profunda en la
vida- de nuestros deseos externos, físicos, y también de nuestros deseos
internos, espirituales- sólo puede llegar si cumplimos las leyes naturales del
dharma 2. Estas leyes son expuestas de forma clara y concienzuda en las dos
primeras facetas del yoga, los yamas y niyamas.
Además, ahimsa no sólo require que vivamos en paz con otros seres
humanos. Más bien, el significado de ahimsa abarca a todos los seres, todas las
criaturas, toda vida en el planeta. Incluye animales y a la Madre Naturaleza. Esto
significa, claro está, que uno debería ser vegetariano y descartar productos que
estén fabricados a costa de la violencia hacia animales (sea usando productos
animales o testados cruelmente en animales). También significa que uno debe
cuidar a la Madre Naturaleza, protegiéndola y preservando sus recursos
naturales.
Pero, si vinieses con tan solo una pequeña maleta con lo justo y necesario
–ropa limpia para cada día, los elementos de aseo, un libro para leer – entonces
pasarías fácilmente cada etapa del camino. Nunca te sentirías decaído, ni lento,
ni contrariado ¡y no te harías daño en la espalda!
Significa, “Oh, Dios, todo lo que he hecho, todas las acciones que he
ejecutado – tanto de palabra, como de pensamiento, mediante mis sentidos, o
con mi mente, con mis manos o con la naturaleza de mi existencia – todo lo
rindo a tus Santos Pies. Cada faceta de mi vida y de mi existencia las entrego
por completo a ti.”
Reglas Universales
Recuerdo una vez cuando entrando por aduanas en Japón, vi una señal
que decía, “Siga las reglas y disfrute de su estancia”. Así también ocurre en la
vida.
Asana
Una vez hemos asimilado lo que se debe y no se debe hacer en la vida
yóguica, estamos listos para practicar asana. Asana suele ser traducida como
posturas físicas, las partes que asociamos con “yoga”. Pero en realidad asana
significa asiento. El asiento en el que uno se sienta. Esto es una diferencia muy
importante.
Upavishyaasane yunjyaadyogamaatmavishuddhaye
Uno no puede dormir de pie. Uno debe acostarse. Pero, eso no significa que el
asana realizada acostado en el suelo sea lo mismo que estar dormido. No, sólo
nos prepara para dormir. Sentarse a la mesa con la comida delante no es lo
mismo que estar cenando. Sentarse es importante. Uno no debería comer de pie
o corriendo o conduciendo el coche. Pero sentarse a la mesa en la postura
apropiada, con la cuchara en la mano no es lo mismo que comer. Sólo nos
prepara para comer. De la misma manera, no debemos detenernos en asana. El
asana nos prepara para las facetas más elevadas del yoga.
Otro aspecto importante sobre el asana que debe ser grácil, estable y
realizada con facilidad. Patanjali dice que “Sthira sukham asanam”. Aquello que
es estable, que es cómodo, eso es asana. No dice “aquello que es lo más
complejo, lo más difícil, lo más estresante, lo más impresionante”. No. Dice
“Aquello que es estable, que es cómodo”. Así que aunque estemos aprendiendo
posturas avanzadas, no debes nunca perder la estabilidad, la gracia y la
comodidad que son inherentes al asana.
Pranayama
A medida que aprendemos a conectar con nuestra respiración –nuestro
prana, nuestra fuerza vital- entramos en contacto con la misma fuerza divina
que sostiene nuestra existencia y nos une con el resto del mundo. Prana
significa, literalmente, la fuerza vital, la energía que fluye a través de todos
nosotros. ¡Se puede llamar energía física, energía mental, energía intelectual o
magnética o calorífica! Ayama significa expansión. Así que pranayama es la
extensión, la prolongación de nuestra fuerza vital y energía.
Pratyahara
Después de pranayama está pratyahara, que es el recogimiento de los
sentidos. En la vida, estamos atentos a tantas cosas, todo lo que vemos, oímos,
olemos, tocamos y saboreamos. Estamos llenos de millones de antenas
sensoriales por todo el cuerpo que continuamente perciben imágenes, olores,
sonidos, etc. De hecho, estamos inundados de percepciones sensoriales, tantas
que a menudo nos sentimos saturados. “Necesito un poco de silencio. Me siento
claustrofóbico. Me duele la cabeza. Necesito estar solo. El mundo parece que da
vueltas.” Todos son ejemplos de saturación sensorial. Cuanto más tiempo y
energía dediquemos a lo externo, menos dispondremos para ser consciente de
nuestro interior.
Dharana
Dharana –el siguiente paso – es la concentración de la mente en un solo
punto. Las asanas nos enseñaron a controlar el cuerpo. El pranayama nos
enseñó a control la energía mediante la respiración. Pratyahara nos enseño a
controlar los sentidos. Ahora dharana nos enseña a controlar la mente.
Mucha gente piensa que en el camino spiritual uno tiene que “superar su
mente”. Esto no es verdad. La mente es algo maravilloso. La mente, de muchas
maneras, es lo que nos hace humanos, más que animales. Nos permite pensar,
planificar, tener compasión, crear… ¡Pero el problema es cuando la mente coge
las riendas! La mente debería ser una herramienta, de la misma forma que la
lengua es una herramienta. La lengua nos ayuda a comer y por tanto nos
mantiene vivos. ¡Pero uno nunca cedería el control a su lengua! ¿Te lo imaginas?
La persona a tu lado en un restaurante se está comiendo un helado. A tu lengua
le gusta el sabor del helado así que empieza a comerse el helado de la otra
persona. O tu mejor amigo va a una fiesta con un vestido horrible. Pero si tu
lengua tuviese el control le diría inmediatamente “ Oh María, este es el vestido
más horrible que he visto en mi vida!”
Dharana nos ayuda a aprender que tenemos el control. Somos los jefes.
La mente es una herramienta.
Dhyana
El último paso antes de samadhi es dhyana, meditación. Siempre digo:
“La meditación es la mejor medicina para cualquier desasosiego.”
Así que no te aferres a una técnica u otra sin necesidad. Todas son
válidas. Son útiles. Son necesarias al principio. Pero date cuenta de que la
técnica es sólo la técnica que te ayuda a cruzar el río. Una vez al otro lado,
suelta la canoa.
Samadhi
Finalmente, está Samadhi. La Unión Divina. El éxtasis. La Gracia. Samadhi
literalmente significa fusionarse. Reunificarse. Aquí, el sujeto desaparece por
complete. El objeto desaparece por completo. No hay fronteras, ni límites ni
separación. El amante y el amado se hacen uno. Cada célula de nuestro cuerpo
es permeada por Dios. Ya no buscamos a Dios, o le rezamos. Más bien, nos
fusionamos con Él como una gota que cae en el océano. Toda identidad se
disipa. Somos Uno con la Fuente.