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Gaceta Laboral

ISSN: 1315-8597
luisediaz@intercable.net.ve
Universidad del Zulia
Venezuela

Lauriño Torrealba, Luis


El Pensamiento y Obra de Rómulo Betancourt y las Relaciones Industriales en Venezuela (1945-1948
/ 1959-1964)
Gaceta Laboral, vol. 17, núm. 3, septiembre-diciembre, 2011, pp. 293-307
Universidad del Zulia
Maracaibo, Venezuela

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=33621702003

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Revista Gaceta Laboral
Vol. 17, No. 3 (2011): 293 - 307
Universidad del Zulia (LUZ) · ISSN 1315-8597

El Pensamiento y Obra de Rómulo


Betancourt y las Relaciones Industriales
en Venezuela (1945-1948 / 1959-1964)
Luis Lauriño Torrealba
Licenciado en Educación, Mención Ciencias Sociales. Magíster en
Gerencia de Relaciones Industriales y Recursos Humanos. Magíster
en Sistemas de la Calidad. Candidato a Magíster en Historia de Vene-
zuela. Docente e Investigador adscrito al Instituto de Investigaciones
Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello.
E-mail: luis_laurino@yahoo.com.mx

Resumen

El pensamiento y la obra de Rómulo Betancourt fueron factores determinantes


en el desarrollo organizativo y la evolución ideológico-democrática de las rela-
ciones industriales en Venezuela, en sus dos períodos de Gobierno (1945-
1948/1959-1964). En este trabajo, se presenta una síntesis de algunos elementos
parcialmente demostrativos de la hipótesis anteriormente señalada. Para ello,
nos paseamos por un conjunto de aspectos puntuales que pueden insinuar la
determinación del pensamiento y la obra de este personaje, en el desarrollo
organizativo del actor trabajador; en el fomento del actor empresarial (patrono);
así como del Estado, en su nuevo rol como patrono, mediador e impulsor de las
relaciones industriales en el país. Se trata de una investigación documental y se
ha utilizada un marco conceptual alrededor de constructos, básicamente refer-
encial; en tanto no hay, al menos conocidas por el autor, teorías o antecedentes
de investigación en los que pueda enmarcarse de forma directa el presente tra-
bajo. Estas referencias teóricas han sido establecidas a través de una dimensión
filosófico-política y otra laboral. En cuanto a la primera, se considera la transición
ideológica de Rómulo Betancourt, quien migra del socialismo científico ortodoxo
a la democracia social, asumiendo así, referentes vinculados a estas corrientes
filosófico-políticas de pensamiento. En cuanto a la dimensión laboral, se han
considerado las corrientes revolucionarias radicales, las socialdemócratas, así
como teorías parciales y generales de las relaciones industriales. Finalmente, se
debe advertir que el alcance de este trabajo es estrictamente enunciativo, pues
Recibido: 08-07-2011 . Aceptado: 12-09-2011

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este conjunto de ideas se espera puedan ser demostradas, con el desarrollo


de una investigación que se ha venido llevando a cabo desde hace algunos
años.

Palabras clave: Rómulo Betancourt, relaciones industriales, trabajadores, em-


presariado, estado.

The Thought and Work of Rómulo Betancourt


and Industrial Relations in Venezuela
(1945-1948/1959-1964)
Abstract

The thought and work of Romulo Betancourt were key factors in the
organizational development and democratic ideological evolution of
industrial relations in Venezuela throughout his two terms of Government
(1945-1948/1959-1964). In this paper, a synthesis of a number of elements
demonstrating the previously mentioned assumptions is presented. To this end,
a critical analysis is made about some specific elements implying that the
actor´s thought and work did have a determinant influence in the
development of organized labor, in promoting both entrepreneurs and the
State in their new roles as employers, and in mediating and promoting the
practice of industrial relations in the country. A documentary research
technique and a conceptual framework of constructs, primarily referential, are
employed as there are no theories or previous research known to the author
that could directly frame this work. These theoretical references have been
established through a political and philosophical dimension and a labor
dimension. Regarding the first dimension, the ideological transition of Romulo
Betancourt, who migrated from orthodox scientific socialism to social
democracy, is considered, assuming references associated with these
philosophical–political currents of thought. As for the labor dimension, a
number of radical revolutionary currents are considered, including the Social
Democrats as well as partial and general theories of industrial relations. Finally, it
should be noted that the scope of this work is strictly enunciative; it is hoped that
this set of ideas might be demonstrated with the development of research that
has been ongoing for some years.

Key words: Rómulo Betancourt, industrial relations, employees, entrepreneur-


ship, state.

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Introducción central para la transformación del mo-


delo económico vigente.
Los temas económicos fueron vitales
Ahora bien, la economía venezola-
para Rómulo Betancourt, por lo que des-
na había comenzado a sufrir progresi-
de aquellos primeros contactos con la
vas e importantes transformaciones
vida pública nacional, y aquella púber
desde los inicios de la explotación pe-
mirada a los “problemas venezolanos”,
trolera en el país, a partir de la segunda
comenzaron a delinearse aspectos
década del siglo veinte. Pronto, a la
que, entendía fundamentales en la ge-
muy primaria y desasistida industria
neración de los cambios profundos que
petrolera nacional se sobrepusieron
en este ámbito requería el país para
importantes transnacionales, impulsa-
transir de aquel estado primario deci-
das por unas muy favorables condicio-
monónico y ralentizado, a la moderni-
nes, y operando con unas característi-
dad propia del siglo XX.
cas que Rómulo Betancourt interpreta-
Betancourt (1967: 86) al referirse a la
rá como resultado de los lineamientos
Venezuela gomecista de los años trein-
e intereses de los “grandes trusts” del
ta, y en particular al sistema de produc-
petróleo. Así, comparando la situación
ción, dirá que el país “…en el siglo XX
mexicana de los años treinta, con lo
producía dentro de módulos del siglo
que sucedía en Venezuela afirmará
XVIII”. La modernización y desarrollo del
que:
país eran para éste una función de la
transformación del modelo económico “Aquí como allá, las empresas son ra-
mas o filiales de los grandes trusts britá-
venezolano, que a su vez así lo deman-
nicos o yanquis; aquí como allá, las
daba del incipiente y primario mundo empresas han operado sin articula-
de la producción industrial. No en vano, ción estrecha con la nacionalidad; Y,
la denominación de su libro, “Problemas por el contrario, en oposición casi siste-
Venezolanos”1, una compilación de los mática con los supremos intereses de
artículos que publicara en la sección de ésta; aquí como allá –digamos por úl-
Economía y Finanzas del Diario Ahora timo– la única participación real obte-
(1937-1939), en los que al ocuparse, nida por la Nación en la explotación
tanto de la banca nacional, la cuestión de esa pingüe fuente de riqueza…ha
sido la constituida por los aportes al fis-
agraria, la agricultura y el petróleo,
co y por los sueldos y salarios pagados
como de las “industrias” o los “tópicos al empleado y obreros nacionales. Las
obreros”, entre otros; pretendía focalizar empresas aceiteras no han actuado
la reflexión y el análisis sobre la cuestión como dinamos del progreso nacio-

1 Ver Betancourt, Rómulo. “Problemas Venezolanos”. Editorial Futuro. Santiago de


Chile. 1940. pp. 443. También puede consultarse Betancourt, Rómulo. “La Segun-
da Independencia de Venezuela”. Tomos I, II y III. Editorial Fundación Rómulo Be-
tancourt. Caracas. 1992.

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nal. Por el contrario, han entrabado la pesina próspera (…) Lo que sucedió
formación de una economía inde- fue que la avalancha de dólares y
pendiente, de tipo progresista… (Be- de libras esterlinas afluyó a un país
tancourt, 1992a: 100-101)”. que no había democratizado ni mo-
El país transita, por la tercera década dernizado sus sistemas de produc-
ción (…) [y se presentaba] incapaci-
del siglo XX, de una economía agrope-
tada para reformar la precaria parti-
cuaria a una economía minera mono- cipación entonces recibida, como
productora, en la que el eje económi- palanca para impulsar el progreso
co-político de la Nación conseguía sus colectivo, para distribuir entre la po-
cimientos, casi exclusivamente en la ac- blación bienestar y cultura”.
tividad petrolera. En palabras de Betan-
1. En cuanto al Trabajador como
court (1992a: 111) “Venezuela marcha
Actor de las Relaciones
aceleradamente hacia la monopro-
Industriales
ducción. De que devenimos a grandes
pasos país de extracción minera, país Ahora bien, esa transformación pro-
petrolífero, sin industrias propias, con la gresiva de la economía, también te-
agricultura y la cría en bancarrota”. nía importantes expresiones en el pro-
Los cambios que experimentaba la pio desarrollo de aquellos actores de
economía nacional desestimulaban las relaciones industriales2 que co-
la economía agropecuaria por la pro- menzaban a actuar, no en el marco
pia dinámica y el atractivo natural que de una actividad industrial diversifica-
suponían los ingresos petroleros. Y es da, sino casi exclusivamente en el que
que el gobierno gomecista, poco o se generaba a partir de la actividad
nada había hecho por el diseño de petrolera y sus particularidades, lo que
unas políticas públicas orientadas al algunos autores han denominado
estímulo y desarrollo, tanto de la indus- “economía de enclave”3.
tria agropecuaria, como de la industria Los primeros momentos del proce-
manufacturera nacional. so de industrialización petrolera del
Rómulo Betancourt (1967: 86-87) en- país evidenciarán unas condiciones
tendía que los ingresos petroleros de- adversas para el trabajador4 (obrero
bían convertirse en la base del desarrollo petrolero), producto de unas relacio-
económico del país y no en el factor nes industriales embrionarias (Lauriño,
que reproducía o generaba las condi- 2011), en las que el equilibrio de poder
ciones anacrónicas sobre las cuales se entre los actores no le era favorable. La
soportaba. En su libro Venezuela, Política organización del trabajador era un as-
y Petróleo, sostendrá que; pecto clave en la consecución del
“Debe haberse utilizado el producto mencionado equilibrio de poder, pero
fiscal del petróleo como riqueza instru- en este caso esa organización se pre-
mental, esa industria minera lejos de sentaba anacrónica y débil, en socie-
entrabar más bien habría estimulado dades mutualistas y de socorro, here-
el desarrollo de una economía cam-

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2 Es importante señalar al lector que recurrimos al empleo de algunos constructos


técnicos, por considerarlo de suma importancia a los fines de alcanzar una ma-
yor precisión en la comunicación de las ideas y reducir los errores propios de la in-
terpretación. Así, es necesario advertir que emplearemos el constructo “Relacio-
nes Industriales” en un mismo sentido, pero distinguiéndolo del de “Relaciones So-
ciales de Trabajo”, en tanto nos parece más apropiado, dadas las características
del presente estudio y la concreción que sugiere. En este sentido, vale la pena re-
cordar que las “Relaciones Industriales”, para muchos, “reduce el ámbito de las
relaciones de trabajo a un tipo de sociedad dominada totalmente por la indus-
trialización capitalista y el sistema fabril que ella impuso”, mientras que las “Rela-
ciones Sociales de Trabajo o Relaciones Laborales” amplían el espectro de su sig-
nificación, “abarcando toda forma histórica de relaciones de trabajo, que hayan
podido surgir de las distintas formas de producción establecidas por el hombre a
lo largo de su historia” (Ver, Urquijo, José. “Teoría de las Relaciones Industriales de
Cara al Siglo XXI”. Universidad Católica Andrés Bello. Caracas. 2001. p. 431. p. 24).
Ver también la nota al pie No. 6.
3 La economía de enclave da cuenta de una situación de dependencia de la
economía de un país con respecto a otros de mayor nivel de desarrollo, por lo
que el enclave se refiere a “aquellos procesos de producción instalados por ini-
ciativa del capital internacional a objeto de explotar productos primarios, espe-
cialmente en áreas mineras, de hidrocarburos y de plantaciones, estando el fun-
cionamiento de estos centros de producción en relación a las necesidades de
los mercados de las economías centrales, desde donde emanaban las más im-
portantes decisiones en cuanto a su funcionamiento” (Lucena, 1998: 70-71).
4 Es necesario en esta parte hacer algunas precisiones teóricas. Para William H. Holley y Ken-
neth M. Jennings, en su obra “The Labor Relations Process” (1980), citado por José I. Urquijo,
en su libro “Teoría de las Relaciones Industriales de Cara al Siglo XXI” (2001), el “trabajador”,
no es una categoría monolítica y en consecuencia se distingue “entre los obreros y sus or-
ganizaciones y los empleados con su diferente perfil laboral (…) pareciera que se quiere
reconocer la división de los trabajadores en obreros de cuello azul y empleados de cuello
blanco” (Ver, Urquijo, José. “Teoría de las Relaciones Industriales de Cara al Siglo XXI”. Uni-
versidad Católica Andrés Bello. Caracas. 2001. p. 431. p. 189). Los primeros, trabajadores
de cuello azul, tienen como característica principal y distintiva, su dedicación al trabajo
manual y remunerado por horas, en oposición al empleado de cuello blanco, que se dis-
tingue por ser un profesional asalariado, básicamente un trabajador educado y dedica-
do a labores administrativas, de oficina o ventas, entre otras. Siendo los “empleados” (tra-
bajadores de cuello blanco) considerados un actor “contradistinto” del Sindical, para Ho-
lley y Jennings, “conforman un sector laboral de carácter ambivalente, que unas veces
puede o parece identificarse con las actitudes y puntos de vista del Sindicato, y otras con
los del empresario o la gerencia” (Urquijo, 2001:194). Rómulo Betancourt, privilegiando al
trabajador manual, al obrero (trabajador de cuello azul), pero también entendiendo la
necesidad política de generalizar el concepto de “clase trabajadora”, en carta a Valmo-
re [Rodríguez], Ricardo [Montilla] y Raúl [Leoni], desde las Juntas de Abangares [Costa
Rica], fechada el 27 de enero de 1932, temiendo una reacción de los “ultra-izquierdistas”,

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deras de antiguas organizaciones la- sobre una ideología marxista ortodo-


borales de trabajadores del siglo XIX xa. Este hecho queda ilustrado en una
venezolano, los gremios y cofradías. carta que escribiera Carlos D’Ascoli a
Para Betancourt, las características Rómulo Betancourt el 27 de abril de
económicas generadas en y por el go- aquel año. Dirá D’Ascoli que,
mecismo impedían el surgimiento de “…la superestructura política y jurídica
un movimiento obrero fuerte que, con no es sino una función de la infraes-
el desarrollo de la industria petrolera y tructura económica, según lo ha expli-
sus condiciones de trabajo, originaron cado Marx, que es sobre esta infraes-
lo que llamaba, una incipiente “con- tructura sobre la que hay ante todo
ciencia de clase”; reforzada, en la que actuar si se quiere hacer estado
verdaderamente socialista. Según
práctica, por descontentos y conflictos
esta última concepción esa acción
laborales generados en un conjunto debe traducirse por la intervención en
pequeño de industrias manufactureras las relaciones de capital y del trabajo,
(Betancourt, 1995). Betancourt, que era esto es, por la organización del prole-
consciente de aquella realidad, va a tariado en tanto que clase producto-
emplear todos los recursos que tiene a ra; en una palabra, por la sindicaliza-
la mano para advertir, proponer y de- ción de las masas trabajadoras” (Ca-
terminar la generación de los cambios ballero, 2007: 78-79).
de la dimensión económica que consi- Aproximadamente cuatro meses
deraba imperativos impostergables. más tarde, el día 13 de agosto de
El asunto de las relaciones industria- 1931, Betancourt, en una carta dirigi-
les generadas en el marco económico da a Germán Herrera Umérez y titulada
arriba descrito, se va a elevar a un pla- “Gobierno de Transición hacia el Go-
no de problematización fundamental5 bierno Obrero Campesino”; asegura-
con respecto a los programas de ac- rá, a propósito de establecer una clara
ción política liderados, entre otros, por distinción entre lo que denominó el
Rómulo Betancourt y soportados, como “programa comunista máximo” de la
era natural por aquellos años de 1931, “izquierda más radical de línea mos-

explicará que “en el capítulo final, titulado ‘Con quién estamos y contra quién esta-
mos’, se habla de la necesidad de que sea la clase ‘trabajadora’ la que asuma el po-
der; más, detallando que entendemos por ella –peonadas, proletariado propiamente
dicho, pequeño propietario arruinado por el monopolio en la ciudad y por el latifundio
en el campo, sectores intelectuales explotados- en bloque opuesto al que surgirá de
la alianza de los sectores burgueses criollos con el imperialismo extranjero” (Ver: Servi-
cio Secreto de Investigación. “La Verdad de las Actividades Comunistas en Venezuela
(Relación y Parte de la Numerosa Documentación que posee el Servicio Secreto de In-
vestigación Acerca de la Realidad de la Propaganda Comunista dentro del País)”. Es-
tados Unidos de Venezuela. Servicio Secreto de Investigación. Caracas. 1936. pp.
326. pp. 140-141).
5 Especialmente en torno al trabajador y al papel del Estado como su “protector”.

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covita”, y el que proponía y denomina- civiles y militares para derrocar al Go-


ba, “programa mínimo” que, bierno del General Isaías Medina An-
“Este Estado [el propuesto en el ‘progr- garita.
ama mínimo’], que bien podría califi- Así, como Presidente de la Junta Re-
carse de antiimperialista-revoluciona- volucionaria de Gobierno (1945-1948),
rio, al darle participación activa a los y a propósito de la exposición que hi-
trabajadores en la dirección de los ne- ciera sobre la recién promulgada
gocios públicos, al intensificar la orga- Constitución del 5 de julio de 1947, Ró-
nización sindical, al emplear sus protei-
mulo Betancourt señalará que, la mis-
cos recursos en el empeño de difundir
educación socialista entre las masas, ma ‘inserta una Carta del Trabajo, mo-
las prepararía para tomar el gobierno derno decálogo de los derechos de la
total de la economía nacional” (Ca- clase obrera’ (OIT, 1949: 38). Comenza-
ballero, 2007:94). ban con ello a materializarse los anhe-
Desde su aparición en la escena polí- los pretéritos y a tomar formas concre-
tico-social, en el año 1928 y hasta el año tas. Otra prueba de concreción la po-
1945, Rómulo Betancourt va a estar en demos encontrar en la revisión que, de
una posición en la cual, las herramientas la situación del trabajador durante el
de la palabra, oral o escrita, van a ser úti- “Trienio” (1945-1948), presentara la mi-
les y necesarias pero, no suficientes en sión técnica de la Oficina Internacional
su afán por generar los cambios estruc- del Trabajo en el año 1949:
turales que consideraba impostergables “Durante todo este período, que co-
en el país. Y en este caso, en su determi- menzó después del golpe de estado
nación por el desarrollo organizativo del del 18 de octubre de 1945 y que ter-
minó con el cambio de régimen del
trabajador6. Hacía falta tomar la jefatura
24 de noviembre de 1948, la activi-
del poder, de la cual se hace el 18 de dad sindical fue intensa en todos sus
octubre de 1945, cuando a través de un aspectos. Los sindicatos de base
golpe de estado insurgen un grupo de continuaban sus actividades de re-

6 Vale la pena, a fin de observar alineación entre la abstracción e intangibilidad de la idea y


la concreción y tangibilidad de los hechos (desde la jefatura de Gobierno), comparar los
enunciados políticos del Movimiento de Organización Venezolana (ORVE), del cual formó
parte Betancourt, en relación a lo que denominan “Trabajo”, y la aplicación real de los li-
neamientos allí enunciados, en su primer ejercicio en la Jefatura del “Poder Público” du-
rante el Trienio (1945-1948). A saber: “Trabajo: Creación de una verdadera Ley del Trabajo.
Reconocer el derecho de huelga y de asociación. Regular convenios entre patronos y
obreros. Fomento y proyección directa de sindicatos obreros y campesinos, organismos
éstos los únicos capacitados para contratar y enganchar obreros. Regulación de horas
de trabajo y justa estimación de los accidentes. Protección de la mujer grávida asalariada
y obligación del patrono para este caso. Regulación del trabajo femenino y de los meno-
res. Creación de los Comités Obreros y Campesinos para reivindicación de sus derechos”
(Betancourt, 1928-1930: 248).

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clutamiento, velando por el respeto industria y en la agricultura. El movi-


de los convenios colectivos a través miento prosiguió en 1947, año durante
de los conflictos individuales que sur- el cual se registró la formación de 184
gían cotidianamente en la vida in-
nuevos sindicatos, elevándose así a
dustrial, y defendiendo a sus afiliados
ante las autoridades del trabajo. Las
950 el número de los sindicatos del
federaciones y la Confederación, país (…) En noviembre de 1948, en vís-
fuera de las funciones de coordina- peras del cambio de régimen, figura-
ción entre las actividades de sus or- ban inscritos en los registros de las au-
ganizaciones de base, aportaban al toridades del trabajo, 1.014 sindica-
Gobierno la colaboración constante tos” (OIT, 1949: 46). Esto último es corro-
del movimiento sindical. borado por el profesor Urquijo (2004:
Esta colaboración sobrepasaba los lí- 22), quien asegura que el año 1947
mites de las simples relaciones entre “se caracterizó por el tremendo auge
los dirigentes sindicales y las autorida- de los sindicatos, bajo las campañas
des públicas. Se extendió también a la de los partidos, que llegaron a un índi-
acción legislativa y a las labores pre-
ce de crecimiento del 80,07%, con
paratorias de la legislación social debi-
do a que cierto número de dirigentes una afiliación legal de 109.592 miem-
sindicales importantes eran, al mismo bros”.
tiempo, miembros de la Cámara de 2. En cuanto al Empresario
Diputados o del Senado. Su influencia
(Patrono) como Actor de las
se hizo palpable en la preparación y
Relaciones Industriales
votación de medidas legislativas di-
rectamente relacionadas con la suer- La preocupación de Rómulo Betan-
te de las clases obreras y campesinas” court, inicialmente se concentró en la
(OIT, 1949: 48-49). organización y el desarrollo del trabaja-
Una prueba más de lo arriba men- dor, con la convicción de fortalecer al
cionado y que podemos observar du- actor más vulnerable de las relaciones
rante el propio “Trienio” (1945-1948), es industriales que comenzaban a apare-
el significativo incremento en la confor- cer en el incipiente proceso de indus-
mación y legalización de sindicatos, trialización petrolera del país. Y este, tal
convirtiéndose estas acciones en el co- vez sea el hecho más resaltado en la
lofón de aquellas vetustas ideas defen- ideología y acción laboral de Betan-
didas por Betancourt, y que plantea- court. Sin embargo, éste entendía la
ban desde los años treinta, la necesi- importancia del desarrollo industrial del
dad de organización del trabajador, país, en el que veía necesaria la partici-
como condición sine qua non para pación de los otros actores principales
consolidar su fuerza y equilibrar la corre- de las relaciones, que en ese marco de
lación de poder en el marco de las ac- la producción se presentaban7. En este
tividades de producción industrial y sentido, consideraba necesario el fo-
agrícola. Así, “durante el año 1946 se mento y desarrollo del Estado, con sus
formaron 531 nuevos sindicatos en la organismos estatales especializados

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en cuestiones laborales, en su rol de naturales y creando nuevas oportuni-


mediador, de catalizador; así como dades de ocupación retributiva y útil
del empresario o patrono y sus organi- para el capital humano venezolano”
zaciones, en tanto su fortalecimiento y (Betancourt, 1992a: 106).
evolución, significaba el fortalecimien- Años más tarde, podrá evidenciar-
to y evolución, a su vez, de la correla- se nuevamente que, aquellas ideas
ción que, con absoluta claridad veía del pasado tomaban forma concreta
entre la producción, el desarrollo eco- a través de las poderosas herramien-
nómico y la democracia. tas que facilitaba el poder guberna-
A propósito del fomento del actor mental. Será en los gobiernos de Ró-
empresarial8, Betancourt considera- mulo Betancourt, que se dará impulso
ba, ya en los años treinta, los ingresos al Consejo Nacional de Economía
petroleros como un insumo funda- (1945-1948) y se crearán la Corpora-
mental para generar la dinámica inter- ción de Guayana (1960) y la Corpora-
na que posibilitara el surgimiento y de- ción Venezolana del Petróleo (1960)
sarrollo del sector industrial nacional. –en el año 1946, con Betancourt a la
Estaba convencido de que a la par del cabeza de la Junta Revolucionaria de
desarrollo y diversificación de una eco- Gobierno, se había creado la Corpo-
nomía agrícola, “…debe fomentarse ración Venezolana de Fomento- dan-
la producción vernácula de todos do muestras de la realidad fáctica de
aquellos artículos manufacturados los lineamientos de la política oficial
que constituyen lo que pudiéramos de industrialización del país. En este or-
calificar de industria doméstica (…) den de ideas, señalará Betancourt
aprovechando así nuestras riquezas (2007: 271):

7 Según Dunlop (1978:30), los actores de un sistema de relaciones industriales son:


“a) una jerarquía de empresarios y sus representantes en supervisión, b) una jerar-
quía de obreros (no empresariales) y algún portavoz, y c) organismos guberna-
mentales especializados (y organismos privados especializados, creados por los
dos primeros actores) que se ocupan de los obreros, las empresas y sus relacio-
nes. Estas dos primeras jerarquías están directamente relacionadas entre sí, ya
que los empresarios tienen responsabilidades a varios niveles para dar instruccio-
nes (administrar), y los obreros tienen en los niveles correspondientes el deber de
seguir dichas instrucciones (trabajar)”.
8 Para Dunlop (1978:30-31), “la jerarquía de empresarios no necesita tener relacio-
nes con los propietarios del capital del lugar de trabajo; los empresarios pueden
ser públicos o privados o una mezcla en proporciones variables (…) La gama de
combinaciones es mayor si el gobierno posee cantidades variables de acciones
de una empresa y si se han adoptado programas especiales de desarrollo. La je-
rarquía empresarial puede en algunos casos formar parte de familias reducidas o
extensas, y sus actividades se pueden explicar en gran parte en relación con el
sistema familiar de la sociedad”.

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“Esta política se continuará en una América”, el “Detroit” del Sur, así imagi-
forma definida. No podíamos seguir naba Betancourt aquella región, en lo
siendo tributarios de la importación que denominaría “Operación Guaya-
de lo que podíamos producir con na”, cuando en el discurso de instala-
capital, con espíritu empresarial, con ción del partido Acción Democrática,
mano de obra venezolanos (sic). La en el Nuevo Circo de Caracas, el 13
Corporación Venezolana de Fomen-
de septiembre de 1941, con un suges-
to está empeñada en que la indus-
trialización sea un hecho extendido a tivo y onírico lenguaje, afirmara:
todo el ámbito nacional. Ello explica “Imagino la escena, que sucederá
por qué esté visitando el directorio en dentro de cincuenta años, en una po-
pleno de la Corporación, las distintas blación agraria de los Andes, forjada
ciudades del país. La política de cré- al arrimo de una potente planta hi-
dito a largo plazo continuará. Y un droeléctrica, en una población donde
factor fundamental en esta política en vez de los garajes para autos de
de industrialización es el de la electri- lujo que se multiplican en Caracas,
ficación. Hoy mismo acabo de inau- habrá garajes para tractores; o bien,
gurar una planta de la CADAFE con en una ciudad industrial de la Gran Sa-
capacidad para generar 90.000 kilo- bana, construida en la vecindad de
vatios, que será interconectada con las chimeneas de los altos hornos,
las plantas de La Cabrera en Mara- donde obreros venezolanos estén
cay y de La Mariposa en Caracas, y transformando en materia prima para
que constituirá el eje de la electrifica- las fábricas venezolanas de máquinas
ción en la zona central del país. Lue- esos mil millones de toneladas de hie-
go se intercomunicará con las plan- rro que en sus entrañas guarda, hoy
tas hidroeléctricas del Caroní, que inexplotadas, la Sierra del Imataca”
van a ser llevadas a un millón de kilo- (Betancourt, 1941: s/p).
vatios”. Con la Operación Guayana, un pro-
En la IV Convención de Gobernado- yecto impulsado por el capital del Esta-
res, celebrada el 15 de febrero de do, como lo había concebido inicial-
1961, el Presidente informaba sobre la mente Betancourt, dejaba en claro, que
creación de “…la Corporación de el proceso de industrialización debía
Guayana, que va a realizar, a conducir contar con el impulso y soporte público,
y a orientar la gran empresa de trans- pero también la participación de capi-
formar la hoya guayanesa, en el futuro tales privados sería fundamental9.
emporio industrial de Venezuela” (Be- “Errónea e imposible aspiración sería
tancourt, 2007: 257). la de que este vasto proceso de in-
El desarrollo de Guayana sería el co- dustrialización se cumpliera bajo la
lofón de una obra llamada a ser el bas- sola acción estatal y con el sólo fi-
tión del desarrollo industrial alternativo nanciamiento público. Las reservas
a la industria petrolera. El “Ruhr de ferrosas y de otros minerales no serán

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otorgadas más en concesiones; la nía, por un lado, el mantenimiento de


Siderúrgica y las plantas hidroeléctri- las particularidades propias de un em-
cas del Caroní son y seguirán siendo presario o patrono, al asumir una res-
patrimonio irrenunciable de los vene-
ponsabilidad rectora al frente de las in-
zolanos. Pero será el capital privado,
o asociado con el capital público
dustrias; y por el otro, el hecho de que
que opera la Corporación Venezola- por primera vez se planteaba en la his-
na de Guayana, el que desarrollará toria laboral de nuestro país, la estructu-
la vasta gama de industrias posibles ración de un Estado, en este sentido li-
en una zona... [que ofrece todas las beral, que pretendía el impulso, la me-
ventajas, incluido] …. el rápido con- diación y el desarrollo de las relaciones
tacto por vía terrestre hacia el maci- entre los actores principales de la pro-
zo oriental y el centro de la República ducción, en el marco del proceso de
que será facilitado por el puente so-
industrialización. Necesariamente esta
bre el Orinoco, que construiremos, y
por la carretera Temblador-Barran-
concepción del Estado demostraba
cas, en proceso de licitación; y hacia una evolución ideológica que supera-
los mercados ultramarinos, a través ba el materialismo que entendía estas
del Orinoco, navegable por buques relaciones exclusivamente sobre la
de gran calado” (Betancourt, 2007: base del conflicto. Ahora se compren-
289-290). día, y en consecuencia se actuaba,
3. En cuanto al Estado como que era posible la existencia del con-
Actor de las Relaciones senso y del diálogo como su instrumen-
Industriales to de soporte.
En razón a lo anteriormente señala-
Esta concepción del desarrollo in- do, en la XVII Asamblea Anual de Fe-
dustrial replanteaba la participación decámaras del 15 de abril de 1961,
del Estado10 en un doble rol que supo- afirmará el Presidente:

9 Refiriéndose al Estado y el proceso de industrialización en el país, Rómulo Betancourt


sostendrá: “…No quedan abiertos sino dos caminos frente a la tesis industrializadora: o
abandonarla a su propia suerte, lo que equivale a decir: condenarla a muerte; o ha-
cerla suya el Estado” (Betancourt, citado por Suárez, 2006: 105).
10 Dunlop (1978:31), a propósito del actor Estado, señala que, “cuando los organis-
mos gubernamentales especializados actúan como actores pueden desempe-
ñar funciones en algunos sistemas de relaciones industriales muy extensas y deci-
sivas, a veces hasta el punto de anular a las jerarquías de empresarios y de obre-
ros en casi todos los asuntos. En otros sistemas de relaciones industriales el papel
de los organismos gubernamentales especializados, al menos desde varios pun-
tos de vista, puede ser débil y restringido, a veces hasta el punto de permitir el
mantenimiento de relaciones directas entre las dos jerarquías sin ninguna referen-
cia a organismos gubernamentales, mientras que existen igualmente otros siste-
mas en que la jerarquía obrera o la jerarquía empresarial puede desempeñar un
papel relativamente limitado”.

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El Pensamiento y Obra de Rómulo Betancourt / L. Lauriño Torrealba_____________________

“…entiendo la función de Jefe de Es- obrero-patronal que éste impulsara


tado como el diálogo permanente desde el año 1946 y se concretara,
con todos los sectores de la colectivi- como el primer pacto formal de la de-
dad. Por eso concurro a las asam- mocracia reinstaurada, el 24 de abril
bleas de la Federación Campesina, de 1958.
de la Confederación de Trabajado- El día 30 de mayo de 1946, en el
res de Venezuela, de los organismos
Teatro Municipal de Caracas, Betan-
profesionales, del organismo de los
hombres de empresa del país, por- court llamaría al entendimiento de
que la unión e integración de todos patronos y trabajadores pues
estos sectores constituye la vanguar- “…poco podremos lograr si conti-
dia dinámica de nuestra Venezuela” núan aguerrillados espíritus [se refería
(Betancourt, 2007: 269). a los importantes conflictos laborales
Y en la Convención de Industriales que se presentaban para la fecha en
del año 1961 se expresará así: el país]; si no se logra un entendi-
“Muy satisfactorio es para mí que miento patriótico entre los industria-
esté a mi lado, concurriendo a este les y trabajadores venezolanos” (Mi-
acto de clausura de una Conven- nisterio de Relaciones Interiores,
ción Industrial, José González Nava- 1946: 139). En el mismo escenario,
rro, Presidente de la Confederación plantea la posibilidad de un pacto
de Trabajadores de Venezuela. Ello entre trabajadores y patronos. “Auspi-
significa que los sectores obrero-pa- cioso anticipo de un posible pacto
tronales del país coinciden en una de Concordia obrero-patronal en tor-
idea fundamental: la de que una na-
no a estas dos cuestiones: desarrollo
ción como la nuestra, urgida de forjar
una economía diversificada y per- vigoroso de la producción nacional y
manente, no es la guerra a cuchillo defensa y vitalización del capital hu-
entre las clases sociales, importada mano del país” (Ministerio de Relacio-
del exterior y respondiendo a estrate- nes Interiores, 1946: 139). Planteaba
gias extrañas a nuestras necesidades con ello y por primera vez en el país,
y a nuestros objetivos históricos, lo la posibilidad de un pacto de aveni-
que debe haber, sino relaciones nor- miento obrero-patronal. Pacto que
males, pugnas normales, entre los veía sus raíces referenciales en el Mé-
sectores fundamentales de la eco-
xico de Ávila Camacho (1945), se-
nomía, entre los sectores empresa-
riales y los sectores obreros” (Betan- gún se colige de lo que el propio Be-
court, 2007: 252). tancourt expresara sólo un año más
tarde:
Otro aspecto a resaltar, es la idea
que sobre el rol mediador del Estado, “Acaba de celebrarse en México el
primer aniversario de un pacto simi-
entre los actores de las relaciones in-
lar. Hablaron en un gran acto el Presi-
dustriales y su importancia en las di- dente Avila Camacho, el dirigente
mensiones económico-políticas, tenía laboralista Lombardo Toledano y el
Betancourt. Muestra de ello podemos Presidente de la Cámara de Indus-
conseguir en los antecedentes y en la triales de México. Ese pacto consisti-
propia firma del pacto de avenimiento ría en la creación de un tribunal de

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conciliación o avenimiento, forma- triales, durante los períodos 1945-


do por representantes de los patro- 1948/1959-1964.
nos, de los trabajadores y por perso- Considerando lo anterior y en espe-
neros del Gobierno que intervendrían
cial el carácter enunciativo de nuestro
en todo diferendo obrero-patronal,
para procurar solucionarlo por la vía
trabajo, es importante advertir que para
del avenimiento conciliatorio, para su desarrollo se consideró un espectro,
impedir que se llegue a la crítica si- cuantitativa y cualitativamente más
tuación conflictiva de la huelga” (Mi- amplio de fuentes documentales y bi-
nisterio de Relaciones Interiores, bliográficas; pero que, por razones rela-
1946: 139). cionadas con la naturaleza del mismo,
Esta propuesta sería bien recibida sus objetivos y alcance, han debido
por ambas partes, pero la firma del mantenerse al margen de lo aquí pre-
acuerdo sería interrumpida por el gol- sentado. Sin embargo, aunque estas
pe de estado del 24 de noviembre de fuentes podrían haber dado un soporte
1948. Más tarde, una vez derrocada la mucho más sólido a nuestras ideas, no
dictadura de Marcos Pérez Jiménez es menos cierto, que nos permitieron in-
(1948-1958), la firma de este acuerdo, terpretar con alguna convicción, la
el 24 de abril de 1958, sería la primera adecuada orientación de nuestra inves-
de un conjunto, que permitirá, entre tigación.
otras razones, la reinstauración de la De estas páginas pueden colegirse,
democracia en el país. además de lo ya señalado, algunas
otras consideraciones que nos parece
Consideraciones Finales importante presentar de forma explíci-
Es importante señalar que el trabajo ta, dada su relevancia o potencial utili-
aquí presentado, tiene un carácter fun- dad.
damentalmente informativo, pues a Una de estas consideraciones im-
través del mismo se ha pretendido dar portantes de advertir con respecto al
a conocer, el planteamiento de una desarrollo de este trabajo, es que el
problematización convertida en hipó- mismo tomó como premisa y punto
tesis y con algunas primeras y primarias de partida, que las relaciones indus-
aproximaciones a su demostración, triales, y aún más, las relaciones socia-
que pueden, de forma prospectiva, es- les de trabajo en Venezuela, como
bozar un producto final de investiga- una disciplina académica, carecen
ción. Y será ese producto final, sobre el del conocimiento histórico-laboral sufi-
que actualmente trabajamos, el que ciente para comprenderlas de forma
permitirá que se refute o demuestre totalizadora, lo que impide la identifi-
que tanto el pensamiento como la cación precisa de sus debilidades y
obra de Rómulo Betancourt, fueron fac- con ello de sus posibles paliativos, el
tores determinantes en el desarrollo or- ejercicio prospectivo de las mismas y
ganizativo y la evolución ideológico- en consecuencia, la definición ade-
democrática de las relaciones indus- cuada de los ajustes que podrían ser
necesarios en su configuración.

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El Pensamiento y Obra de Rómulo Betancourt / L. Lauriño Torrealba_____________________

Otra consideración relevante tiene Referencias Bibliográficas


que ver con la identificación, desde BETANCOURT, Rómulo (1928-1930).
una visión integral, de la correlación Organización Revolucionaria Vene-
entre el desarrollo industrial y con ello, zolana [ORVE]. S/D. Archivo Funda-
el de los actores de las relaciones in- ción Rómulo Betancourt. Tomo 2 libro
dustriales, en especial la del trabajador y complementos A y B nº de páginas
y su organización, con la concepción 800. Nº de documentos 273. p. 248.
general de la democracia, entendida BETANCOURT, Rómulo (1940). Proble-
esta última como un conjunto com- mas Venezolanos. Santiago de Chile.
plejo de elementos particulares indis- Editorial Futuro.
pensables para su funcionamiento BETANCOURT, Rómulo (1941). “Discurso
práctico articulado como una totali- en el Acto de Instalación de Acción
dad. Es decir, la democracia no pare- Democrática. 13 de Septiembre de
ciera poder completarse, en el enten- 1941”. Disponible en: http://accionde-
dido de Betancourt, sin un equilibrado mocratica.org.ve/archivos/archi-
proceso de desarrollo y moderniza- vos_accdem/R.%20 Betancourt%20
ción industrial, la que a su vez no será Acto%20 de%20Instalacion%
posible sin la evolución racional de sus 20AD%2013SEP1941.pdf. Fecha de
Consulta: 19.05.2011.
actores, dinámica y contexto; así
como del desarrollo de la actividad BETANCOURT, Rómulo (1967). Vene-
agraria. zuela, Política y Petróleo. Bogotá.
En este sentido, esperamos que es- Edit. Senderos.
tas breves páginas puedan motivar e BETANCOURT, Rómulo (1992a). La Se-
incentivar investigaciones y estudios gunda Independencia de Venezue-
con enfoques histórico-laborales que la. Tomo I. 1937. Caracas. Editorial
permitan contribuir con la aproxima- Fundación Rómulo Betancourt.
ción a un mayor y mejor conocimiento BETANCOURT, Rómulo (1992b). La Se-
de nuestras relaciones industriales, así gunda Independencia de Venezue-
como de sus antecedentes preindus- la. Tomo II. 1938. Caracas. Funda-
triales. Así, nuestro trabajo puede fungir ción Rómulo Betancourt.
como referente para la profundización BETANCOURT, Rómulo (1992c). La Se-
de líneas de investigación asociadas, gunda Independencia de Venezue-
posibilitar la ampliación del espectro la. Tomo III. 1939. Caracas. Funda-
para la comprobación o no de nuestra ción Rómulo Betancourt.
hipótesis de investigación y orientar un BETANCOURT, Rómulo (1995). Antolo-
primer nivel de identificación de fuen- gía Política. Volumen Segundo
tes especializadas para investigacio- 1936-1941. Caracas. Editorial Funda-
nes de naturaleza similar, entre otras. ción Rómulo Betancourt.

306
_________________________________________ Revista Gaceta Laboral, Vol. 17, No. 3. 2011

BETANCOURT, Rómulo (2007). Antolo- dad de la Propaganda Comunista


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