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Fulgencio Yegros

Era miembro de una de las familias de mayor tradición en la Provincia; su abuelo


había sido el capitán general y gobernador don Fulgencio de Yegros y Ledesma. Su
padre era el sargento mayor José Antonio Yegros que tuvo destacada actuación
militar. Fulgencio nació en el pueblo de Quiquió en la estancia familiar de Santa
Bárbara en el año 1780.

Se consagró al ejército; fue en esa época uno de los pocos militares de carrera. En
setiembre de 1801 siendo alférez formó parte de la expedición que el gobernador
Ribera despachó al Norte para apoderarse de la fortaleza de Coímbra erigida por los
portugueses en territorio español, tentativa que fracasó. De allí pasó Yegros al
pequeño destacamento del fuerte de San José sobre el Apa. Este fuerte fue atacado
por un destacamento de portugueses y guaicurúes el 31 de diciembre la guarnición
fue pasada a cuchillo salvándose unos pocos entre los que se contaba Fulgencio
Yegros, que quedó prisionero en poder de los atacantes.

Combatió en Paraguay, siendo ascendido después de esta acción a teniente coronel.


En la batalla de Tacuarí actuó con la columna operativa de Gamarra y se destacó por
su valor. Después de este combate fue de los jefes que trataron con el general
Belgrano y fijaron con él las bases bajo las cuales el Paraguay se iba a unir a la causa
de la independencia.

El Congreso del 17 de junio lo eligió presidente de la Primera Junta. El Congreso de


octubre de 1813 lo hizo cónsul de la República. Finalizado su periodo consular se
retiró de la vida pública y se refugió en su estancia de Santa Bárbara. Allí se consagró
a las tareas del campo y a su lugar. Estaba casado con doña Facunda Speratti y tuvo
cuatro hijos.

Desde 1814 a 1820 Yegros vivió en su estancia bajando sólo en muy contadas
ocasiones a la capital. En el campo gozaba de gran prestigio para ,su carrera en el
ejército, su actuación en el gobierno y sus condiciones personales. Gustaba de asistir
a las fiestas populares y codearse con el pueblo. Era un gran señor en la más amplia
acepción del vocablo.

Yegros se vio envuelto en la conspiración que debía estallar en la semana santa de


ese año. Según Wisner (29) los conspiradores habían resuelto que asesinado el
Dictador, él se haría cargo del gobierno. Como se sabe la conjuración fue descubierta
en la noche del martes santo.

Fue uno de los primeros detenidos. Permaneció preso durante más de un año. Fue
fusilado el 17 de julio de 1821 al pie del naranjo situado frente a la casa de los
gobernadores. Se afirma que durante la ejecución de su antiguo compañero de
gobierno, el Dr. Francia paseó impasible por los corredores; en un ejemplar de
Historia romana del padre Juan de Haller, escribió de su puño y letra: l7-VII-21 PAX-
FRANCIA.

Víctima de un destino injusto cayó sacrificado Fulgencio Yegros. El defendió a la


patria espada en mano frente a portugueses ingleses y porteños; dirigió la revolución
del 14 y 15 de Mayo; fue presidente de la Primera Junta y Cónsul de la República.
Sirvió a la patria con honradez y capacidad y dio a sus conciudadanos paz, libertad y
justicia Por todo ello con el correr del tiempo su figura se va y se irá agigantando.
José Gaspar Rodríguez de Francia
José Gaspar de Francia nació en Asunción, en 1766. Sus padres fueron el capitán
García Rodríguez de Francia y doña María Josefa Fabiana Velasco y Yegros. Últimas
investigaciones han comprobado el origen brasileño de su progenitor; éste pertenecía
a una gran familia de Minas Geraes y vino al Paraguay con Gomes Freire de Andrada
en 1757.Fue contratado en el ejército provincial y desde entonces se radicó aquí.

En 1789 fue nombrado profesor de vísperas de teología en el Real Colegio Seminario


de San Carlos, cátedra que ejerció durante poco tiempo y de la, cual se retiró par un
choque con el rector Casajús. Actuó después como abogado ganando en la profesión
prestigio por su talento y honradez. Alrededor de 1790 rompió con su padre y cambió
de sistema de vida. En el decenio 1790-1800 la llevó muy alegre y disipada
concurriendo a bailes de arrabal y casas de juego. A fines del siglo estuvo gravemente
enfermo y entonces se retiró a su quinta de Ibirai. Allí se concentró en la meditación y
el estudio y formó su biblioteca una de las mejores de la Provincia.

En 1804 existía un gran descontento en el país por los excesos del gobernador
Lázaro de Ribera y su lugarteniente él coronel José de Espínola. Los vecinos
quisieron sublevarse pero siguiendo el consejo del Dr. Francia resolvieron mandar un
memorial reservado al Virrey Avilés, documento que él redactó.

Persona de conocido talento y de una instrucción bastante general al paso de ser un


carácter pacífico, prudente y moderado, y de bien acreditada honradez, e integridad, y
de arreglada conducta... Ha tenido particular aplicación al estudio del Derecho, en
cuyas materias se ha manifestado a satisfacción del público y de los Magistrados de
suficiente capacidad y extensión de conocimiento en los varios encargos del Foro, que
se les han confiado, como han sido los de Defensor de Capellanías, y Obras Pías, y
de Promotor Fiscal de Real Hacienda, así como en las causas de pobres que se les
han encomendado, conduciéndose siempre con honor y gratitud. Por su reputación y
buen nombre fue electo el año mil ochocientos ocho Alcalde Ordinario del primer Voto
de esta ciudad, cuyo cargo desempeñó cumplidamente, así como el de diputado
interino del Real Consulado. . . y finalmente en el presente que corre fue electo
Síndico Procurador General… Este es el sujeto que la suerte, y la plena voluntad de
este Ayuntamiento destinan, y ofrecen a V. E. por diputado de esa Provincia como un
Patricio cabalmente idóneo, y al mismo tiempo celoso, e instruido de los intereses de
ella, y de cuanto conduce a un destino de tanto honor e interesante".

El congreso de octubre de 1813 lo eligió con Fulgencio Yegros Cónsul de la República


y le confirió los grados y honores de brigadier de ejército.

El congreso de octubre da 1814 lo eligió dictador temporal por un periodo de cuatro


años. Otra asamblea reunida en mayo de 1816 lo hizo dictador perpetuo.

Su base política la constituyó el campesinado al que halagó en toda forma. En


cambio, a las clases superiores castigó con multas y confiscaciones, a tal punto que a
su muerte no quedaba en el país una sola fortuna.

Pedro Juan Caballero


Nació en Tobatí en 1786. Hizo sus estudios en el Real Colegio Seminario de San
Carlos. A1 frente de los urbanos (31) de su pueblo natal marchó a la concentración de
Barrero Grande y luego a Yaguarón. Actuó brillantemente can su padre el
comandante Luis Cavallero y sus hermanos en las batallas de Paraguarí y Tacuarí.
Sabemos que su padre murió a consecuencia de los trabajos y penalidades que pasó
en la campaña.

Desmovilizado, retornó a la capital donde inició los trabajos subversivos. Era asiduo
concurrente a las reuniones que se llevaban a cabo en lo de Recalde. A él le tocó
decidir la realización, del golpe en la noche del 14 de mayo sin esperar la llegada de
las tropas del Sur acaudilladas par Fulgencio Yegros y Cavañas. Encabezó y dirigió el
golpe ocupando con sus compañeros los cuarteles en la noche del 14.

Pedro Juan firma todas las notas que los revolucionarios dirigen a Velasco desde el
cuartel. Su jefatura en los acontecimientos que se desarrollan en la órbita asuncena
es indiscutible. Pero no hay que olvidar que él toma las determinaciones en forma
provisoria hasta que llegue a la capital el jefe de la revolución, Fulgencio Yegros.

Su ideología libertaria era firme y madurada. El informe del teniente José de Abreu
contiene cierta curiosa referencia que trasunta el criterio del joven soldado y enjuicia
su firme actitud de la hora. Refiere el comisionado portugués que, habiendo requerido
a Cavallero los motivos que demoraban su partida de Asunción, éste le respondió que
esperaba la llegada de Fulgencio Yegros y que, entre tanto, "pidiera toda cuanto
necesitaba; pero que no era conveniente que saliera de la ciudad antes de la llegada
de los nombrados oficiales de la plana mayor -Yegros y Cavañas-. En esa ocasión le
dijo aquel capitán que, teniendo cuatro hermanos oficiales empleados en el real
servicio y habiendo ido su madre viuda a pedir al gobernador Velasco uno de esos
hijos para darle compañía, no se le concedió; y que al exponer el capitán, al mismo
Velasco, que su padre Luis Cavallero que había hecho la gran picada y el puente del
Tacuarí por los que atacaron y vencieron a los de Buenos Aires, murió
repentinamente en aquel trabajo, quedando empeñado, para lo cual solicitaba se le
permitiera embarcar una partida de tabaco y yerba mate para Montevideo, pagando
los fletes correspondientes, no se le admitió esa pretensión, y sólo los europeos
embarcaron sus efectos, quedando excluidos de este recurso los paraguayos, y que
por estas y otras razones los de Buenos Aires procuraban su 'libertad".

Si es brillante y gloriosa la actitud de Pedro Juan Cavallero en la revolución de mayo,


no lo es menos la acción del prócer en la Primera Junta de Gobierno, que integró
después. El programa de ese organismo en su corta labor gubernativa honra al
Paraguay y como reflexiona Domínguez si se hubiera prolongado lo hubiese colocado
a la cabeza de las naciones más progresistas de la América emancipada. "Mientras
formó parte del gobierno -dice Sánchez Quell- se proclamó la libre navegación, se
protegió la primera empresa de navegación a vapor, se fomentó la enseñanza y
cultura general del pueblo, se gestionó la independencia judicial, se organizó la
expedición al Chaco para retomar Borbón de los portugueses. Y fue, por qué no
decirlo, el único que tuvo un gesto de altivez cuando el dictador envió a la cárcel a los
autores de nuestra liberación".

Condenado a 'la pena de muerte se suicidó el 13 de julio de 1821 dejando escritas


estas líneas en 'la pared de su celda: "Yo bien sé que el suicidio es contrario a las
leyes de Dios y de la patria, pero la sed de sangre del tirano de mi patria no se ha de
aplacar con la mía".

Así terminó la vida rutilante de aquel gran patriota cuyo recuerdo será siempre un foco
de inextinguible luz para las nuevas generaciones. Con justicia Ignacio A. Pane lo
calificó como el héroe completo, diciendo que fue "el héroe de la patria independencia
- el manir de las patrias libertades".
Anastasio Cabañas
Aunque este militar no participara activamente en el pronunciamiento de mayo, debe
ser considerado uno de los próceres de la Independencia porque a ella contribuyó en
espíritu e intención y porque fue factor importante en propósitos y acontecimientos
que la incubaron.

Manuel Atanasio Cabañas nació en las Cordilleras, donde poseía estancias


extendidas desde Itacurubi, San José y Barrero Grande hasta el Tebicuary. Era
además uno de los más ricos tabacaleros del país. Tal circunstancia hacía de
Cabañas el hombre más importante de esa vasta zona. Descendiente directo del
historiador Ruy Díaz de Guzmán, a través de la abuela doña Margarita Quiñónez y
Osorio, era hijo del sargento mayor don Francisco Cabañas Ampuero y de doña Rosa
Recalde y Cazco de Mendoza.

Su actuación pública comienza con los preparativos para la defensa de la provincia


por la expedición armada de Belgrano. Siendo sargento mayor, integró la junta creada
por el Congreso del 24 de julio, para la preparación de la resistencia. Con el coronel
Gracia y el teniente coronel Gamarra, fue uno de los tres jefes principales, bajo el
mando de Velasco, del ejército que se opuso al invasor. Después de la huida del
gobernador y del coronel Gracia, en el combate de Paraguarí mandaba el ala
izquierda, de acción decisiva para la victoria. Fue Cabañas quien ideó el plan de
operaciones para la batalla de Tacuarí y su ejecutor material al frente de la columna
que derrotó al ejército de Belgrano. Su iniciativa personal otorgó la generosa
capitulación al jefe porteño y, con ella, cimentó un entendimiento que debía madurar
la idea libertaria, alentada por su regular correspondencia epistolar con Belgrano.
Debido a esa inteligencia, Velasco lo relevó del mando poco después de su ascenso a
teniente coronel. En el plan revolucionario ideado con Fulgencio Yegros, Cabañas
reclutaría gente en las Cordilleras y marcharía con este jefe sobre Asunción. Pero la
anticipación del golpe, decidida por el capitán Pedro Juan Cavallero, tornó innecesaria
su intervención.

Cabañas se encontraba en una de sus estancias, preparando el reclutamiento,


cuando se constituyó el primer gobierno revolucionario. A pesar de su ausencia, la
Junta que debía formarse incluía su nombre. Cuando lo llamaron por chasque,
contestó: "Iré si me llama el gobernador". Algunos historiadores han interpretado esa
negativa de colaboración como posición opuesta a la idea de la Independencia; pero
ella se debió, posiblemente, a su particular antagonismo con Francia, que había
criticado acerbamente su inteligencia con Belgrano y se hallaba convertido ya en
figura directiva del movimiento.

Desde ese momento, el distinguido militar se mantuvo alejado de toda injerencia


política, reintegrándose nuevamente a su vida privada de gran hacendado. Estaba
casado con doña Juana Rosa Franco de Torres.

Conocedor del gran prestigio que le aureolaba, Artigas buscó su apoyo, en el año
1817, para el movimiento contra Francia. Por causas no esclarecidas, la tentativa no
se concretó.

El aislamiento en que Cabañas vivía en la campaña y el respeto que inspiraba a


Francia hicieron que sobreviviera a los próceres de mayo, devorados por la secuela
dictatorial de la revolución. Su fallecimiento ocurrió en el año 1828. Después de
muerto Cabañas, Francia dictó contra él dos autos, confiscando sus bienes como
represalia contra el hombre que se había atrevido a resistirle.
Vicente Ignacio Iturbe
En el movimiento del 14 y 15 de Mayo cumplido en nuestra capital al lado de
Cavallero se destaca brillantemente Vicente Ignacio Iturbe .Este había nacido en San
Pedro de Icuamandiyú en 1786. Su infancia transcurrió en su pago natal hasta su
venida a la Capital, donde según Velilla, fue alumno del Real Colegio Seminario de
San Carlos. Al producirse la invasión del ejército porteño vino a1 frente de los urbanos
de su pueblo En las acciones de Paraguarí y Tacuarí actuó como ayudante del Cnel.
Cavañas, jefe del segundo regimiento. En la acción de Tacuarí según relata el jefe
porteño Manuel Correa " cargó con gallardía. . . "

Finalizada la campaña fue desmovilizado en las Misiones y retornó a Asunción


actuando desde ese momento en plano principal junto a Cavallero.

En los días de abril de 1811, según cuenta el citado Correa, se destacó por su
comportamiento humanitario con los prisioneros porteños tratando en toda forma de
mejorar su triste suerte.

Después del 15 de mayo, fue nombrado jefe de plaza hasta su reemplazo por Antonio
Thomas Yegros, luego de la constitución de la Junta de Gobierno. Pasó a formar parte
más tarde de la primera compañía de infantería de tropas acuarteladas que mandaba
el citado Antonio Thomás. Con su unidad marchó en julio a Angostura y allí
permaneció un mes.

A mediados de 1812, se trasladó a su pueblo natal de San Pedro de Icuamandiyú


actuando allí como delegado del gobierno.

Elegido el Dr. Francia dictador temporal en 1814, en una larga nota presentó su
renuncia como delegado en San Pedro de Icuamandiyú, alegando que era objeto de
persecuciones injustas. Esto no es de extrañar sabiendo que era enemigo personal
del Dictador. Había una vieja enemistad entre su padre político; don Narciso de
Echagüe y el Dr. Francia. Se cree que fue Iturbe quien se opuso a la designación de
éste para el gobierno en la conferencia realizada en el cuartel el 16 de mayo de 1811.
Debemos agregar también que su hermano Juan Manuel se negó en 1813 a prestar
juramento de fidelidad cuando el Dr. Francia fue elegido cónsul juntamente con
Fulgencio Yegros.

Fue firme siempre la oposición de Vicente Ignacio a la dictadura y ha quedado la


tradición de que fue él, el primero que circuló un pasquín contra ella.

Esta conducta sin dobleces ni transacciones pinta por entero la ideología libertaria que
alentaba en el prócer. Francia no podía olvidar esa franca oposición a su política
autoritaria y, así, Vicente Ignacio Iturbe fue de las primeros acusados -con razón o sin
ella- de complicación en la conspiración de 1820, siendo apresado de inmediato.

Permaneció quince años en la cárcel. Fue fusilado el 27 de mayo de 1837 juntamente


con su padre político don Narciso de Echagüe, Juan José Machaín y él Dr. Juan
Manuel de Grance. El dictador mandó decir a su viuda doña Bernarda de Echagüe
que hiciese llevar su cadáver. "Son actos dice Chaves en la tercera edición de El
Supremo Dictador injustificables y merecen viva condenación y eterno repudio".

Finalizó la vida de Vicente Ignacio Iturbe, prócer de la independencia, ardiente patriota


y una de las figuras más gallardas de la historia nacional.
Juana María de Lara
Destacada dama de la sociedad asuncena de comienzos del siglo XIX. Nació en
Asunción hacia el 1760, en una antigua casona ubicada frente al convento de San
Francisco. Hija de don Carlos José de Lara, natural de Cádiz, y de doña Luisa de
Villanueva y Otazú, descendiente de doña Úrsula Martínez de Irala y del capitán
Alonso Riquelme de Guzmán. Contrajo matrimonio en 1785 con el capitán José Díaz
de Bedoya, quien formaba parte de la elite capitular asuncena, acaudalado
comerciante español que tenía su negocio y atracadero en el lugar en que hoy se
levanta un soberbio edificio de departamentos, frente al actual Museo Militar, en las
calles 14 de Mayo y El Paraguayo Independiente. Cuando realizaban las
excavaciones para este edificio moderno, se encontraron restos del maderamen del
muelle que quedó sepultado en ese lugar, pues uno de los brazos de la bahía llegaba
hasta esa esquina.

Fue admirable la actuación de esta mujer del Paraguay Independiente, se destacó


como mujer representativa en aquellas horas decisivas, esposa de don José Díaz de
Bedoya, acaudalado comerciante español.

A doña Juana de Lara Vda. de Bedoya se la considera como "coordinadora general


del movimiento revolucionario" porque estaba emparentada con todos los próceres,
era tía de los Yegros y de Sebastián y Pedro Martínez Sáenz, donde se realizaban las
reuniones, "la casa de la Independencia"; era sobrina del consejero de los patriotas
Fray Fernando Caballero. Fue la Mayordoma de la Catedral, lo que les permitió a los
conspiradores echar al revuelo las campanas de la Catedral para anunciar el
movimiento revolucionario contra las pretensiones del gobernador Velasco.

Colaboró con los conspiradores de mayo en 1811. El domingo 14 de mayo,


obedeciendo instrucciones de los jefes de la conspiración, participó como de
costumbre en la Iglesia de la Catedral y estuvo arrodillada cerca de la pila de agua
bendita. A medida que llegaban los patriotas, ella les notificaba el plan de acción, la
fijación de la hora en aquel acto sería puesta en práctica a más del santo y seña:
"Independencia o muerte". Contactó, igualmente con los soldados de la guardia del
Cuartel de la Ribera y de la Maestranza de Artillería y recorrió las casas de los leales
para animarles y trasmitirles las noticias del momento. Consumada la libertad, en la
mañana del 15 de mayo, se presentó al cuartel llevando una corona de flores
naturales que obsequió al oficial Pedro Juan Caballero, festejando con ellos el triunfo
glorioso de la emancipación patria. Falleció en Asunción en 1825, a los 65 años.
Antonio Tomás Yegros
Nació en Quyquyhó; era hermano de Fulgencio Yegros. Formó parte del
contingente de paraguayos que combatió contra la invasión inglesa de Buenos
Aires y Montevideo. También en la batalla de Paraguarí contra Manuel Belgrano.
Fue el que a orillas del río Tebicuary intimó a Belgrano.

Antonio Tomás Yegros cayó preso con motivo de la conspiración del año 1820,
pero salió en libertad y vivió largos años en el interior. Fue uno de los oficiales más
distinguidos del Ejército paraguayo.

Mauricio José Troche

Nació en San Isidro de Curuguaty hacia 1790. Su desempeño en la gesta del 14 y 15


de Mayo fue trascendente. Era el oficial que entregó el cuartel principal llamado de la
Plaza. Mauricio José Troche firmó el 9 de junio el manifiesto de destitución del
gobernador español Bernardo de Velazco. Troche gozaba de alto prestigio en
Curuguaty. Tuvo roces con el comandante Villalba, quien lo acusó ante el dictador
Francia de su “ avasallador influjo en el Cabildo de dicha ciudad” , por lo que el
Dictador ordenó su venida a Asunción. Los pobladores de Curuguaty reclamaron su
restitución “ por ser el único hombre capaz de asesorar al Ayuntamiento” . Francia no
acató el pedido. No se registra la fecha exacta de su fallecimiento, pero sí se sabe
que se apartó por completo de la vida política, por lo que pudo sobrevivir a sus
compañeros de la Revolución de la Independencia.

Fernando de la Mora

Fernando de la Mora del Cazal y Sanabria (Itapuá, Gobernación del Paraguay, 1785 -
Asunción, Paraguay, 1835) fue un prócer paraguayo. Integró las fuerzas paraguayas
en la defensa de Montevideo, Virreinato del Río de la Plata, contra la segunda
invasión inglesa de 1807. Participó en la fase inicial del proceso de la independencia
paraguaya. El Congreso del 17 de junio de 1811 lo nombró como vocal de la Junta
Superior Gubernativa, en la cual desempeñó el cargo de vocal secretario.

Hombre educado y poseedor de una personalidad atractiva, se relacionó por lazos


comerciales y sociales con las principales familias patricias de Buenos Aires. Formaba
parte de la pequeña élite rural asuncena.

Sus padres fueron el capitán de Artillería Fernando de la Mora y doña Ana del Cazal,
ambos pertenecientes a familias de linaje, descendientes de don Domingo Martínez
de Irala. Fernando recibió esmerada educación. Cursó sus estudios secundarios en el
Colegio Real de San Carlos de Buenos Aires y luego continuó sus estudios
universitarios en la Universidad Real de Córdoba del Tucumán donde estudió
Derecho. No se conoce la fecha de su regreso al Paraguay. A fines de 1810 se
desempeñó como regidor del Cabildo de Asunción.

Se casó con Josefa Antonia Coene, con la que tuvo cinco hijos: Ana Josefa, Saturnina
Rosa, Jovita Beatriz, Fernando y Rafael.

Se introdujo en el ramo del comercio de exportación, en cuyo ambiente el joven de la


Mora adquirió buenas relaciones con sus iguales y la responsabilidad suficiente para
consolidar esos contactos. Al fallecimiento de su padre en 1801, asumió el manejo de
los bienes familiares.
En 1802 fue nombrado Diputado de Asunción por el Consulado de Buenos Aires en
representación del gremio de los comerciantes, providencia que ejerció con habilidad
hasta 1804. Su permanencia en el puesto le fue útil para consolidar sus amistades
con algunas de las familias de mayor abolengo de la ciudad.

Se desempeñó con el grado de alférez integrando las fuerzas de la provincia del


Paraguay destacadas por Bernardo de Velazco para expulsar a los ingleses de
Montevideo ocupada en 1807.

Figuraba hacia 1810 como regidor del Cabildo de Asunción.

El doctor José Gaspar Rodríguez de Francia, con claras intenciones de acceder al


poder supremo de la nueva república Paraguaya y con la presencia en la Junta de un
civil prestigioso como el doctor Fernando de la Mora, hombre ilustrado y sagaz, inició
una acción eliminatoria en contra de sus compañeros de causa, comenzando con de
la Mora, pues éste era el obstáculo principal para que Francia sea imprescindible,
dada su condición de Doctor en Derecho.

En efecto ésta lo suspendió definitivamente, en ausencia del afectado, por Resolución


del 21 de agosto de 1813.

Nueve años después de ver realizado su sueño patriótico, fue encarcelado en 1820.
Su final fue incierto, ya que mientras algunos afirman que posiblemente falleció en
prisión hacia el año 1835 otros argumentan que fue después de liberado. Fernando de
la mora falleció el 14 de mayo de 1835.

Francisco Javier Bogarin

Francisco Javier [o Xavier] Bogarín fue un sacerdote y docente paraguayo que


participó en el congreso del 24 de julio de 1810 y en los sucesos cívico-militares que
culminaron el 14 y 15 de mayo de 1811 con la incorporación de dos consocios al
gobierno provincial. Actuó también en el congreso del 17 al 20 de junio de 1811 que
subrogó el gobierno de Bernardo de Velasco en la Junta Superior Gubernativa en la
que ocupó el cargo de vocal.

Francisco Javier Bogarín nació en 1763 en la localidad de Carapeguá, hoy


departamento de Paraguarí. Sus padres fueron Francisco Bogarín y María Paula
Villamayor. Siendo joven fue enviado por sus padres a estudiar en la Universidad Real
de Córdoba del Tucumán. Allí cursó sus estudios de segundo y tercer nivel en el
Colegio Real Convictorio de Nuestra Señora de Monserrat donde se ordenó sacerdote
y en 1784 se graduó de doctor en Sagrada Teología . Del paso por esas aulas le
quedó el recuerdo de compañeros como Juan José Paso y Mariano Medrano que
tuvieron destacada actuación política en Buenos Aires luego de mayo de 1810.

De vuelta a Asunción, Bogarín demostró sus cualidades oratorias y amplios


conocimientos. Fue nombrado como Secretario de Cámara del obispo Nicolás Videla
del Pino que años después pasaría a la nueva diócesis obispal creada en Salta.

En 1783, el gobernador Pedro Melo de Portugal informó al virrey Vértiz que había
exhortado al Cabildo Eclesiástico de Asunción que debía contar con su acuerdo para
hacer nombramientos en las Vice-parroquias en su calidad de Real Vice Patrono de la
provincia. En 1787, Bogarín participó indirectamente en una querella parecida entre el
gobernador Melo y el vicario del obispado Juan Bernardo Arroquia de Oses. Melo,
nuevamente en defensa del vicepatronato, que también lo autorizaba a designar
catedráticos en el Colegio Seminario Conciliar de San Carlos de Asunción, nombró a
Juan Antonio de Zavala, a Bogarín y a José Gaspar Rodríguez de Francia como
profesores de las cátedras de Prima de Teología, Filosofía y Vísperas de Teología
respectivamente. Cuando estos se presentaron ante el provisor Arroquia este no quiso
recibirlos. Luego de una larga discusión con el gobernador, Arroquia se comprometió
a presentar las ternas para cada cátedra. Utilizando una maniobra formal, Arroquia
integró tres ternas con los mismos postulantes cambiando solo el orden entre ellos:
Zavala, Bogarín y su preferido, José Baltasar de Casajús que pertenecía al dominante
clan de la familia Casajús de Corrientes. El gobernador las rechazó por no figurar en
ellas Rodríguez de Francia y otros candidatos. Después que Arroquia fue obligado a
abandonar el Paraguay inculpado por otros "extraviados manejos y turbios
procederes" se presentaron a concurso para la cátedra de Vísperas de Teología
Bogarín y Rodríguez de Francia resultando vencedor este último.

No existe acuerdo entre los historiadores sobre los motivos de la remoción de


Bogarín:

 Justo Pastor Benítez (1937)5 para quien Bogarín era "ilustrado pero blando de
carácter", atribuye su destitución ideológicamente a Francia, que quería
eliminar a miembros del clero no adictos integralmente a la "revolución" y a la
connivencia entre el Cabildo y Antonio Tomás Yegros que presionaron a la
Junta para que lo hiciera.
 Chaves (1961)6 sostiene que la causa del alejamiento de Bogarín nunca fue
aclarado.
 White (1984)7 afirma que el doctor Francia aprovechó la crisis con los militares
para atacar a la iglesia, el sector más débil y conservador de la elite criolla. Por
eso condicionó su retorno a la expulsión de Bogarín, tarea que realizaron los
militares del Cuartel donde residía en ese momento el verdadero poder.
 Peters (1996)8 explica el alejamiento de Bogarín por las relaciones muy
estrechas que este tenía con Somellera, partidario de la unión con Buenos
Aires.
 Quevedo (1997)9 afirma que la oposición de Bogarín a Francia fue lo que
determinó el retiro de este y que fue el interés de los militares para que volviera
lo que motivó que pidieran su destitución.
 Bouvet (2009),10 basándose en el Proceso contrarrevolucionario, expediente
devuelto por el Brasil al Paraguay recién en 1981 [A.N.A. Colección Río
Branco, Número 168, foliado 26], atribuye la destitución al descubrimiento de
que Bogarín dirigía una "conjura" destinada a restituir en su cargo al
gobernador Velasco. A fojas 3 del citado expediente figura una lista de
personas que los complotados pensaban decapitar o enviar a Montevideo. En
ella figuran todos los miembros de la Junta menos Bogarín.

La actuación de Bogarín dentro de la Junta duró unos 73 días. Después de su


alejamiento no existen datos sobre su vida y se ignora la fecha de su muerte. Cuando
su madre testó en Carapeguá, en julio de 1837, Bogarin ya había fallecido.

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