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5to reporte

La abolición del fundamentalismo en el catolicismo


Alberto Gómez

Quizás es inherente al ser humano la segmentación y la segregación hasta


cierto número de personas pues nuestro cerebro no puedo convivir con tantas
personas y tendremos que aceptar a unas y discriminar a otras. Concluíamos el
tema anterior de Florescano, más allá del texto mismo, que en la construcción
de las identidades va la exclusión del otro y en esa identificación nacional en el
caso de México a los indígenas fueron los discriminados.

Vivimos tiempos donde aspiramos más a un ‘vivir juntos’, utópicamente,


como Alan Touraine aborda en el texto homónimo y en el apartado de la
sociedad multicultural, habla del sujeto y la democracia, y dice: “Lograremos
vivir juntos si cada uno de nosotros se construye como sujeto y si nos damos
leyes, instituciones y formas de organización social cuyo objetivo principal sea
proteger nuestra exigencia de vivir como Sujetos de nuestra propia existencia.”

Es inevitable remitirme al ecumenismo y el diálogo interreligioso que


para los tradicionalistas y fundamentalistas católicos trajo la modernidad y es el
caballo de troya para desmantelar la misma Iglesia Católica. Por qué traigo
estos temas que van juntos, es decir ecumenismo y diálogo interreligioso,
porqué es aquí donde posiblemente, en una estructura religiosa global, se
pueda dar este vivir juntos a partir de los sujetos. Lo sé es el lugar menos
indicado, si de segmentación hablamos.

La modernidad y la sociedad democrática permitió que la religiosidad


institucional cambiará de la estructura a los sujetos y es a partir de ellos que se
puede construir la diversidad religiosa o espiritual llegando a lo que
coloquialmente se denomina ‘religión a la carta’ quizás ahí el recelo de los
tradicionalistas pero que también en esta diversificación se han presentado
fundamentalismos.

El mundo se hizo pequeño y los saberes milenarios de oriente se


dispersaron hasta occidente. Occidente se enfrío tanto que estos aires cálidos
de los saberes fueron retomados. Así después de tomar el ecumenismo la
Iglesia de católica también atrajo el diálogo interreligioso’ para que
públicamente hace 30 años, en septiembre de 1986, en Asís se reunieron
budistas, taoístas, musulmanes, judíos y cristianos para orar por la paz.

Quizás una estructura aparentemente vieja y milenaria está abierta a los


paradigmas modernos o al menos el sector que actualmente la gobierna. Y
quienes han aprovechado la acción del sujeto son los jesuitas, que tras la
reforma protestante fueron los contrareformistas que han llevado al catolicismo
a una extensión y penetración mundial que sin su visión basada en la
comunicación quizás la iglesia católica no hubiera podido llegar al tercer
milenio.

Touraine menciona que: “No hay discontinuidad entre la idea del Sujeto
y la de sociedad multicultural, y más exactamente de comunicación
intercultural, porque sólo podemos vivir juntos con nuestras diferencias si
mutuamente nos reconocemos como sujetos”. Los jesuitas que ahora
gobiernan la iglesia católica en Jorge Mario Bergoglio S.J. se han distinguido
por la multiculturalidad, antes de llegar a imponer han negociado y sincretizado
la catolicidad con las culturas locales. Este accionar les permite actualmente
estar presente en todos los niveles y extractos que podamos imaginar.

Para los jesuitas es un grupo religioso diverso en servicios pues sus


miembros van desde el cura de parroquia, hasta científicos atómicos y esto es
posible en parte a la centralidad de dan a la comunicación. Por su accionar y
las más recientes actuaciones de Bergoglio este grupo religioso busca instaurar
la diversidad como punto de partida para alcanzar el vivir juntos pues como
Alan señala: “Una sociedad capaz de reconocer la diversidad de los individuos,
de los grupos sociales y de las culturas, será vigorosa y al mismo tiempo sabrá
hacer que se comuniquen entre sí, provocando en cada uno de ellos el deseo
de reconocer en el Otro el mismo trabajo de elaboración que opera en él
mismo”.

Para finalizar menciono el ejemplo de la agenda de los jesuitas, en


particular en la figura de Jorge Mario: Los recientes sínodos sobre la familia
donde el intento, porque en ello quedó, de integrar a las personas divorciadas
vueltas a casar en la comunión sacramental (pues el aumento de divorcios ha
distanciado a muchos católicos de la Iglesia) rompe con cientos de años de
tradición y fundamentalismo cohesivo del catolicismo. Pero esa diversidad aun
no es aceptada por un sector amplio de la misma iglesia y frenó este avance de
la diversidad. Ya quedarán para años venideros esta integración y luego las de
la diaconisas y sacerdotisas, y ojalá algún día la diversidad de preferencias y
prácticas sexuales consensuadas.

Touraine, A. (1997) La sociedad multicultural. s/e s/a

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