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Amor verdadero

Desde mi corazón un poema te


dedico yo
Desde el que a este mundo llegue yo
Con tus manos me acariciaste y solo
me diste amor.

Junto a ti madre todo siempre tengo


Como un amor puro y sincero.

Tu siempre me quiere asi como soy


MADRE BENDITA
Y más que mi madre eres mi mayor
Tiene la frente pálida y tranquila,
inspiración.
una santa mirada en su pupila
y en los labios la savia del amor;
Contigo todo tengo y sin ti es
¿quién es ella, tan noble y abnegada,
devastador
que nos habla de amor en su mirada
Y si un dia me llegara a faltar tendre
y cual nadie nos cuida con fervor?.
Un corazón desgarrador.

Es la madre, la santa, la bendita,


Soy esa estrella en el cielo azulado
la que al pie de la cuna nos musita
Que brilla más cuando estas a mi
una dulce oración;
lado.
la que todo lo aporta por su niño,
la que nos llena de inmortal cariño
Tu madre mia no haces nada mas
y nos da el corazón.
Ni nada menos que acompañarme
desde lejos.
Tiene la frente pálida y hermosa
cual si fuera del Cielo alguna Diosa
Eres tu mama lo mas bello que tengo
llena de bendición;
Eres tu mama el amor más sincero.
ella nos da salud con un abrazo,
si sufrimos nos cura en su regazo
del más grande dolor.
Mama por que a mi lado siempre esta
Cuando necesito tu amor, consejo y
Es la madre, la santa, la que llora,
amistad
el verdadero llanto que devora
su pecho maternal;
Le pido al señor que me dé la
la que cubre con besos nuestra
bendición
frente,
De tenerte muchos años y disfrutar de
la que siempre es igual.
tu amor.

Dichosos los que vamos por la vida,


y tenemos en ella a la querida la vi cual una diosa,
madre abnegada que nos diera el ser. mas bella que la aurora
Elevemos un canto a su grandeza, mas bella que la flor.
amémosla con toda la firmeza,
que sentirá placer. Sus ojos al mirarme
irradiaban dulzura,
Cantemos a la madre en este día; y me tendió sus brazos
yo que tengo a la dulce, la que es con infinita ternura.
mía,
la bendigo con íntimo fervor; No pude contenerme,
los que la lloren para siempre muerta, la llame suplicante:
vayan del Cielo a la gloriosa puerta Madre, madre, -le dije-
que está cerca de Dios. ! Mi madrecita amante...!

¡Benditas madres que en afán prolijo, Los sollozos me ahogaban,


dieron toda la vida por el hijo de mis ojos las lágrimas
que fue su adoración...! por mi cara corrían
¡Bendita madre que tu amor me y la tierra reseca, humedecían.
diste,
y al tenerme en tus brazos me pusiste "No llores, hija mía
tu eterna bendición...!. - oí que me decía-
Autor del poema: Crisanto Cuéllar No llores, hija mía,
Albaroa turbas mi corazón"

Vi por un instante
nublarse su semblante
y tuve mucho miedo
verla desaparecer.

! Oh, madre, madre santa !


no quiero verte triste,
lo único que quiero
es irme allá con vos.
A MI MADRE
Por los campos azules Pues, sé que son las madres,
caminaba mi madre amor de los amores,
transparente y diáfana los ángeles custodios
como tarde de abril. y el corazón de Dios.

Al rasgarse una nube Autor del poema: Edda Aguilera de


Arce
vi alzarse tu estatura astral
en la galaxia de la vida y de la muerte.

Y hoy que soy un universo de luz,


y un huracán desmedido de ilusiones,
vivo la pasión y el amor
con la misma intensidad que has
vivido tu dolor;
admiro tus batallas, madre mía;
como silueta dibujada en el océano
MADRE azul
Generosa Oceanía de silencios con la presencia inconfundible de la
tu palabra de amor me levantó luz.
más allá de mis plegarias de luz,
grabando en mármol azul, tu voz Soy en ti la prolongación rumorosa de
que en mi boca crepuscular anidó tus sueños
la esencia total de tus sentimientos. y la voz universal de seis corazones
invisibles,
La clara concepción de tus caminos que hacen presente el homenaje de
me lleva transparente por las amor
sombras, en el reino silencioso de tu entrega
recojo el mensaje de la vida total.
que en el bautismo de mis días, Autor del poema: Alejandro Latorre
tus ojos grabaron en mi memoria. Quintanilla

Así, soy en ti, la poesía


tu sacrificio y tu dolor me marcaron
y forjaron en mí el concepto de la
hombría
tus azules manos artesanas tallaron
en mí
la verdad, el trabajo y el honor.

Día a día seguí tus lágrimas MATERNIDAD


y noche tras noche caminé tus Mujer: en un silencio que me sabrá a
oraciones; ternura,
te vi caer de las sombras del durante nueve lunas crecerá tu cintura;
cansancio y en el mes de la siega tendrás color de
cuando la noche rompía tu fortaleza, espiga,
vestirás simplemente y andarás con
y al segundo de tu entrega
fatiga.
-El hueco de tu almohada tendrá un olor a
nido,
y a vino derramado nuestro mantel
tendido-,
Si mi mano te toca,
tu voz, con vergüenza, se romperá en tu
boca
lo mismo que una copa.
El cielo de tus ojos será un cielo nublado.
Tu cuerpo todo entero, como un vaso GRACIAS MAMÁ (Y LO SIENTO)
rajado Gracias mamá, por esas noches que no
que pierde un agua limpia. Tu mirada un
dormiste,
rocío.
Tu sonrisa la sombra de un pájaro en el por reírte aquellos días en que el pañal no
río... era suficiente, por llevarme en brazos en
contra de lo que decía la gente y por
Y un día, un dulce día, quizá un día de
fiesta todos los besitos que en la barriga me
para el hombre de pala y la mujer de diste.
cesta;
Lo siento, por haberte vomitado encima,
el día que las madres y la recié;n casadas
vienen por los caminos a las mismas por haber pintado el sofá con rotulador
cantadas; del que no se lava, por no dejarte tiempo
el día que la moza luce su cara fresca,
para planchar una triste camisa y por
y el cargador no carga, y el pescador no
pesca... despertarme a las siete los sábados por la
-tal vez el sol deslumbre; quizá la luna mañana.
grata
Lo siento, por pedirte una cosa para
tenga catorce noches y espolvoree plata
sobre la paz del monte; tal vez el villaje comer y no comerla,
llueva calladamente; quizá yo esté; de por esconder los Cds debajo de los
viaje...-
muebles, por dejarte el teclado del
Un día un dulce día con manso
sufrimiento, portátil apenas sin teclas y por hacerte
te romperás cargada como una rama al cambiar mi pijama varias veces.
viento,
y será el regocijo. Gracias mamá, por no dejarme solo
de besarte las manos, y de hallar en el cuando fuimos a urgencias,
hijo
por quitarle a ese niño "ladrón" mi
tu misma frente simple, tu boca, tu
mirada, juguete, por no importarte tener
y un poco de mis ojos, un poco, casi semejantes ojeras y por no insistir en que
nada... mee en el retrete.
Autor del poema: Gracia Plena Lo siento, por abrir la comida cuando aún
no la has pagado,
porque hace mil siglos que no ves a la te elegí por necesitarte en mis sueños,
peluquera, por caminar por casa, dando porque buscaba algo de quietud.
tumbos, con el vaso, y por encontrarme
Y aunque vives bajo un cielo azul,
solo, subido en la encimera.
aunque el sol sale cada mañana,
Lo siento, por abrir la puerta y salir al vi que faltaba alegría en tu cara,
rellano, vi que vivías a contraluz.
por ir por casa con la escobilla del váter, Te elegí y llegué, para aprender a tu lado,
por los SMS vacíos a tus contactos y por pero para enseñarte también.
tenerte siempre buscando las llaves. Te elegí y llegué, para unir nuestros lazos,
para poner tu vida del revés.
Lo siento, por abrir el congelador y
comerme el helado, Y viendo lo visto, valorando lo vivido,
acerté,
por meter el mando de la tele en la
ahora miras al cielo y aprecias su color,
lavadora, por no haberte dado cuenta y
sales al sol y agradeces su calor,
meterlo en la secadora y por todas las
veo tus risas y sé que hice bien.
trastadas que aún no he llevado a cabo.
Ahora has cambiado de camino, has
Y finalmente gracias, mamá, por estar a
saltado del tren,
mi lado, haga sol o bien llueva,
y llena de paz y paciencia me cobijas,
por reírte cuando camino con tus me proteges, me llevas, me acaricias,
zapatos, por los días que sigues en pie, y así crezco contigo, amo contigo,
aún cuando fallan las fuerzas y por tus aprendo contigo
besos, tus "te como" y tus abrazos. y todo ello porque elegí ser tu bebé.

Te quiero, mamá. Acerté, mamá, acerté. Te elegí e hice


bien.

“TE ELEGÍ A TI”.


MI REGALO PARA MAMÁ
Te elegí a ti, mamá, porque necesitaba tu
luz, Juan Guinea Díaz
porque buscaba el amor de tus besos,
Le regalo a mi mamá
una sonrisa de plata
que es la que alumbra mi cara Mamá, la mejor
cuando de noche me tapa.
palabra
Le regalo a mi mamá
una caperuza roja Puedo decir que mamá es la mejor
por contarme tantas veces palabra
el cuento que se me antoja. porque no solo se la digo a la
persona
Le regalo a mi mamá que me dio la vida, sino aquella que
dio
una colonia fresquita
la vida por mí, que en las noches de
por no soltarme la mano
desvelo
cuando me duele la tripa. siempre hubo luz para mí.

Le regalo a mi mamá Es la mejor palabra que sale de mi


una armadura amarilla voz
que la proteja del monstruo cuando no salió algo que yo esperaba
que espanta en mis pesadillas. solo pido que nunca borren de mi
memoria
esa palabra que nunca quiero olvidar.
Le regalo a mi mamá
Sólo el amor de una madre
el lenguaje de los duendes
Sólo el amor de una Madre apoyará,
por entender lo que digo cuando todo el mundo deja de
cuando nadie más lo entiende. hacerlo.
Sólo el amor de una Madre confiará,
Le regalo a mi mamá cuando nadie otro cree.
una chistera de mago Sólo el amor de una Madre
en la que quepan mis besos perdonará,
envueltos para regalo. cuando ninguno otro entenderá.
Sólo el amor de una Madre honrará,
no importa en qué pruebas haz
estado.
Sólo el amor de una Madre resistirá,
por cualquier tiempo de prueba.
No hay ningún otro amor terrenal,
más grande que el de una Madre.
salió a verlo al mirador;
él volvió con su mujer,
ella se murió de amor.

Como de bronce candente,


al beso de despedida,
era su frente -¡la frente
que más he amado en mi
La niña de Guatemala vida!...
Quiero, a la sombra de un ala,
contar este cuento en flor: Se entró de tarde en el río,
la niña de Guatemala, la sacó muerta el doctor;
la que se murió de amor. dicen que murió de frío,
yo sé que murió de amor.
Eran de lirios los ramos;
y las orlas de reseda Allí, en la bóveda helada,
y de jazmín; la enterramos la pusieron en dos bancos:
en una caja de seda... besé su mano afilada,
besé sus zapatos blancos.
Ella dio al desmemoriado
una almohadilla de olor; Callado, al oscurecer,
él volvió, volvió casado; me llamó el enterrador;
ella se murió de amor. nunca más he vuelto a ver
a la que murió de amor.
Iban cargándola en andas
obispos y embajadores;
detrás iba el pueblo en tandas,
todo cargado de flores...

Ella, por volverlo a ver,

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