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Primer manifiesto
Somos lo que el orden (el cosmos) barre debajo de la alfombra, el espacio que se
abre en la oscuridad: crecemos escondidos, maquillados por la sociedad y estamos
hartos de las máscaras. NOS JODEN LA EXISTENCIA: los altos precios de todo,
el racionamiento, la inflación; las cifras de muertos, vivos, robos, enfermedades,
el saldo de la cuenta bancaria, los goles del partido; NOS JODEN las políticas de
Estado (el eterno juego de ajedrez entre blancas y negras), la lotería que nunca
ganaremos, el gobierno que castra al que piense distinto y los que le dan un solo
color a su bandera. Nos afecta la vida el calentamiento global, la falta de cultura y
la falta de sueños.
Hay que degustar: saborear el libro, digerir el libro, expulsarlo en un nuevo arte.
Regresar a los libros buscando respuestas, tratando de vivir, pero también de leer
viviendo. La poesía atrae más poesía y tenemos fe en que eso algún día cambiará
al mundo (seremos cadáveres cultos cuando pase).
Nos tomaremos el día libre cuando queramos: el mar y su horizonte, las montañas
y sus monstruos nocturnos, la ciudad y sus criaturas atemporales, la cama y su
profundidad. Un día libre da para todo: café, birra, helado, TODO -mientras la vida
pasa-. Pero no hay que olvidar: debemos colgar un título en la pared y no rendirse
ante un sistema que se aprovecha del desconocimiento.
Que hablar y escribir bien sean semillas en todos y no una cuestión de clases.
Los museos y teatros están tomados por un grupo político al que sólo le interesan
los artistas que abalen su existencia, que se fanaticen y los defiendan. Podrán existir
muchas políticas para la cultura pero ninguna es gratuita: favor con favor se paga.
INJUSTICIA. Como dice El cuarteto de Nos: NADA ES GRATIS EN LA VIDA.
Los artistas jóvenes debemos salir a la calle a buscar nuestros lienzos en paredes
sucias y orinadas, publicar en internet trabajos que quizás nunca sean leídos,
ensayar en aulas de clases obras de teatro porque nos hemos quedado sin sitio
para mostrar.
Usemos la masificación para mostrar algo más que nuestros habituales pensamientos,
que todos se enteren de que más que crisis individuales ¡Todos padecemos crisis
de mundo, sobresaturación de realidad!
Soñamos con nuestras células repartidas por el universo. El Khaos fue lo primero
que existió, el estado primigenio del mundo y será lo que prevalezca después de
que esto acabe.
No abolimos el pasado: los movimientos y grupos que nos antecedieron nos han
servido de modelos y los que nos procederán quizás nos consideren dignos de
ejemplo – bueno o malo-, o quizás no. Así es la vida en la Tierra.
Desde la Hora Zero, tomamos prestadas las sentencias de Ramírez Ruíz y creemos
fielmente en ellas:
También somos como los balleneros que aún hoy se preguntan ¿Duerme usted,
señor presidente? mientras vivimos en este Asfalto- infierno.
SOMOS KHAOS
Somos la rabia adolescente que dura eternamente: Peter Pan y sus mallas caminando
por Caracas, una oveja en una caja comiendo miseria porque no le han dibujado un
bozal, la chola de cenicienta en un andén de metro. Comemos en la mesa redonda
que se tambalea y los caballeros perdieron la memoria trabajando en Arturo’s.
2010
Estación KHAOS
Dayana Villa
Oda KHAOS
Samael Mayfair
Ira
Santiago 1,20
Pitágoras
Todos los días cuando cumplo con esta rutina de flagelación, quisiera saber,
si tú sientes el mismo dolor que yo, pero día a día creo más firmemente que no, que
esto te intensifica y hace que te arraigues en mí.
José Quevedo
Valentine’s gift: café, coco y nueces (3/4)
Daniel era ese tipo de hombres, entregado por completo a su oficio. Era lo
suficientemente ambicioso como para dejar descuidada a la pobre Cassandra en
uno que otro momento, olvidándola por completo en un hotel o tras la pantalla de su
computador. Ella ya no lo soportaba.
- Yo lo quería, ciertamente. Era ese tipo de niñas que caían fácilmente bajo el
aroma de una rosa tomada de la mano de un hombre de sonrisa Colgate. Lo amaba
a pesar de su terrible alergia a las nueces ¡a mi me encantaban!
Cassandra dejó muchas cosas atrás por vivir con aquél hombre que alegraba
todas sus noches y mañanas hasta que luego de un par de años la historia de
todos los días comenzó a hacérsele aburrida: su trabajo, las “reuniones” del buffet
a las 8pm, sus incontables “favores” (“¡Hola, mi amor! Necesito que imprimas esto,
por favor. Lo necesito para mañana a primera hora”), su olvido, el puto sonido del
inhalador cada vez que se molesta con ella o cuando piensa en “hacerle el amor”
(- sexo –confirma Cassandra- ni siquiera eso: se masturba conmigo) aún sin la
autorización de ella, su poca (nula) “pasionalidad”.
- ¡Para eso mejor se hubiese casado con una secretaria! –decía ella cerrando
la llave de la ducha.
- ¿Ah sí? ¿Cuál? –le pregunta Daniel mientras se come su desayuno y toma
de su café.
- Avellanas. Le puse nueces para seguir un poco con la versión original del
Hawaiian y porque la vecina me regaló algunas el otro día.
Él empalideció de pronto ¡¿Nueces?! Salió corriendo a la habitación buscando
el inhalador mientras el pánico y la falta de respiración lo alteraban.
Cindy Barreto
Juan De Gouveia
Somos KHAOS
Epílogo
Y sí, KHAOS con mayúscula y a lo griego porque queremos ser grandes y traspasar
los límites del tiempo, sin embargo estamos conscientes de la utopía que eso
significa y de la fugacidad del momento: El Khaos fue lo primero que existió, el
estado primigenio del mundo y será lo que prevalezca después de que esto acabe.
Somos un grupo que quiere ser vanguardista y al mismo tiempo no quiere serlo.
Sólo queremos ser nosotros mismos y lo que sea que eso signifique.