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Características del Neoconstitucionalismo o Estado Constitucional del

Derecho
El llamado “Neoconstitucionalismo” se caracterizaría, según Jaime Cárdenas (Op.Cit. p. 51), grosso
modo, a efectos de la argumentación, por lo siguiente:

a) Se reconoce por algunos una conexión débil entre derecho y moral.

b) Se admite que el derecho no sólo está conformado por reglas sino por principios y otro tipo de
normas. c) El derecho no sólo consiste en la estructura normativa sino también en la
argumentativa, contextual y procedimental.

d) La legalidad se supedita a la constitucionalidad en un sentido fuerte.

e) Las normas que no son reglas no pueden interpretarse con los métodos tradicionales. Se debe
acudir al principio de proporcionalidad, la teoría del contenido esencial, la razonabilidad, entre
otras.

f) Más que hablar de interpretación se destaca el papel de la argumentación no sólo en su faceta


retórica sino en sus ámbitos hermenéuticos, contextuales y procedimentales.

g) La búsqueda de la certeza jurídica se vuelve más exigente y difícil; se apoya, principalmente, en


la calidad de la argumentación.

h) Las normas jurídicas se interpretan desde la Constitución.

i) El juez constitucional en ocasiones se coloca por encima del legislador (“legislador negativo”,
según Kelsen), y lo desplaza, lo que pone en cuestión su legitimidad democrática.

j) Se intenta poner fin con las técnicas de la argumentación a la discrecionalidad judicial en el


sentido en que había sido entendida por Kelsen o Hart.

k) No hay neutralidad ni avaloratividad en el derecho.

http://www.tfjfa.gob.mx/investigaciones/historico/pdf/estadoconstitucionaldederechoylosderech
oshumanos.pdf

Alfonso Ruiz Miguel ha explicado que “neoconstitucionalismo” es el nombre que a veces se da a la


versión del constitucionalismo encarnada en el “Estado constitucional de Derecho”, un modelo
constitucional caracterizado por la rigidez constitucional y el control (externo, normalmente
judicial) de constitucionalidad. El término vendría a denotar lo que este modelo de Estado tiene de
progreso y triunfo del ideal constitucional y de culminación del camino emprendido por el anterior
y más imperfecto “Estado legal (o legislativo) de Derecho”. Luis Prieto Sanchís, no ha tenido
inconveniente en equiparar “neoconstitucionalismo, constitucionalismo contemporáneo o
constitucionalismo a secas” cuando se emplean para denominar una “presuntamente nueva
cultura jurídica”9. En cuanto al modelo constitucional al que se conectan, ha empleado en algunas
ocasiones la expresión ”constitucionalismo de los derechos” como alternativa, probablemente
más certera, a la de “Estado constitucional de Derecho”, toda vez que apunta directamente al foco
desde el que se propaga el llamado efecto irradiante de las nuevas constituciones, rasgo distintivo
de este constitucionalismo10.

A la vista está que “neoconstitucionalismo” es, según el caso, el nombre que recibe una corriente
de pensamiento iusfilosófico, un enfoque (approach) jurídico, una nueva cultura jurídica o un
nuevo paradigma jurídico, un modelo de Estado, una forma de constitucionalismo, significados
que no son necesariamente concurrentes.

http://www.fcjuridicoeuropeo.org/wp-content/uploads/file/jornada11/4_AHUMADA.pdf

Se sostiene que el tradicional Estado de Derecho ha dejado se forjar el paradigma de la


racionalidad jurídica para referirse ahora al Estado Constitucional de Derecho, en el cual la
constitución se convierte en un plexo de convergencia de valores, directrices y principios de
libertad y democracia que subyacen a la solución de los más importantes casos en el derecho.

https://bibliotecavirtual.unl.edu.ar/ojs/index.php/NuevaEpoca/article/viewFile/6235/9212

El Estado constitucional de Derecho establece como requisito de validez para todas las leyes el de
adecuarse y subordinarse al contenido de la Constitución. Eso quiere decir que no sólo deben
cumplir con el procedimiento de creación previsto en la Constitución, como lo sostenía el
positivismo jurídico, característico del Estado liberal de Derecho, sino que, además, deben estar
acordes con los valores ético-políticos y los derechos fundamentales previstos en ella.

Se trata, pues, como diría Luigi Ferrajoli, de un control del “derecho sobre el derecho, en forma de
vínculos y límites jurídicos a la producción jurídica”.84 En todo caso, el Estado constitucional de
Derecho no es más que la sujeción del legislador a la constitución, modelo a través del cual se ha
consolidado en Europa continental –desde la segunda mitad del siglo XX– la idea de que la
constitución es la ley suprema dentro de todo estado nacional.85 Esta concepción, no obstante, se
ha replanteado últimamente a partir del surgimiento de la Unión Europea y de la idea de adoptar
una constitución común a todos los países del continente. 41-41

http://stj.col.gob.mx/dh/html/biblioteca/descargables/pdf/3/iii/8.pdf
Luigi Ferrajoli, quien ha considerado como ideal la consecución de un estado constitucional de
derecho que se traduce en una democracia limitada sustancialmente por los derechos
fundamentales. El garante de estos derechos es el juez constitucional, quien estaría capacitado
para desconocer las decisiones de las mayorías, lo que pone en duda el principio democrático en
este nuevo modelo de estado. 86

n los ordenamientos jurídicos, que poco a poco se van constitucionalizando. Este proceso de
constitucionalización se podría verificar de acuerdo con Riccardo Guastini1, cuando existen
determinadas condiciones que se pueden resumir de la siguiente manera: a) La existencia de una
constitución rígida que en consecuencia no sea fácilmente modificable por la legislación ordinaria;
b) Garantías judiciales que permitan el control de conformidad de las leyes con la constitución; c)
Fuerza vinculante de la constitución que implica el paso de la consideración del texto como un
cuerpo declarativo a la aceptación de su carácter de norma jurídica real y de efectiva aplicación; d)
Interpretación extensiva del texto constitucional que se verifica en la presencia de sus principios y
normas sobre todo el ordenamiento jurídico, haciendo posible a través de los mismos buscar
soluciones a los problemas jurídicos más simples. e) Directa aplicación de la constitución para
resolver no sólo los conflictos entre los poderes del estado o entre este y las personas, sino
también para resolver los conflictos entre particulares; f) Interpretación constitucional de las
leyes; y, g) Influencia de la constitución sobre las relaciones políticas que se traduce en que los
órganos de control de constitucionalidad puedan analizar la fundamentación política de las
normas. 88

Estos vínculos y límites sustanciales no son otros que los derechos fundamentales que dentro del
modelo garantista que plantea cumplen una doble función, pues se erigen como vínculos
sustanciales que condicionan la validez de las normas producidas y a la vez constituyen los fines
que el estado constitucional de derecho persigue, principio que se puede resumir en la “sujeción
del derecho al derecho” 89

http://www.justicia.gob.ec/wp-content/uploads/downloads/2012/07/3_Neoconstitucionalismo_y
_Sociedad.pdf

. EL ESTADO CONSTIT

UCIONAL DE DERECHO

La Constitución de 1978 hizo nacer en nuestro sistema jurídico

político un nuevo

modelo de organización que con el tiempo ha sido llamado Estado


constitucional de

Derecho. El legislador constitucional proyectó de esta manera una nueva


legitimidad y

un diseño del poder y de Derecho cuya plasmación en la realidad cotidiana


necesitó

importantes transformaciones tanto de la mentalidad y la cultura jurídic

a, cuanto de la

actividad de los operadores jurídicos

. El objetivo radical de este proceso no fue sino el

impulso básico del constitucionalismo, esto es, la imposición de límites y


vínculos al

poder y la garantía de los derechos fundamentales.

Permanece abierta la cuestión sobre qué haya de entenderse por

Estado

constitucional

y están sometidos a debate sus rasgos definitorios. No obstante asumiré

que constitucionales son aquellos sistemas donde existe una constitución


democrática

que establece auténtico

s límites jurídicos al poder para la garantía de las libertades y

derechos de los individuos y que tiene carácter normativo.

Desde este punto de partida puedo aproximarme, aunque con trazos


realmente

gruesos, a algunas de las características del constitucionalismo


contemporáneo,

concretamente a aquéllas que tienen mayor proyección en la posición de los


derechos
fundamentales

. (pags 25 a 28 o 1 a 3)
http://drept.unibuc.ro/dyn_doc/relatii-internationale/cds-public-2015-Estado-Constitucional.pdf

Se basa en el principio de estricta legalidad (o de legalidad sustancial). O sea, con el sometimiento


de la ley a vínculos ya no sólo formales sino sustanciales impuestos por los principios y derechos
fundamentales contenidos en las constituciones. El principio de estricta legalidad produce la
separación de la validez y de la vigencia y la cesación de la presunción apriorística de validez del
derecho existente.

En efecto, en un ordenamiento dotado de Constitución rígida, para que una norma sea válida
además de vigente no basta que haya sido emanada con las formas predispuestas para su
producción, sino que es también necesario que sus contenidos sustanciales respeten los principios
y derechos fundamentales establecidos en la Constitución

http://www.revistaderechopublico.com.uy/revistas/50/archivos/Cal50.pdf (pág. 135).

http://www.derecho.uba.ar/derechoaldia/notas/ciclo-de-conferencias-de-filosofia-del-derecho-fu
ndamentos-del-estado-constitucional-de-derecho/+4785
(p-7)

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