Una Luz de Esperanza en El Camino 2

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……………………………………Una Luz de Esperanza en el Camino
ÍNDICE
Pag.
A manera de Introducción………………………………… 17
Capítulo Primero:
“La problemática del contexto global”……………………… 19
Capítulo Segundo:
“El entorno familiar de Monique”………………..………….. 22
Capítulo Tercero:
“Tres semanas para el olvido”………………………………. 36
- El primer acercamiento………………………………… 36
- Una amarga y dolorosa experiencia…………………. 40
Capítulo Cuarto:
“La ilusión de un bebé”………………………………………. 53
- El sueño hecho realidad……………………………….. 53
Capítulo Quinto:
“Encuentro cercano con la Muerte”………………………… 65
Capítulo Sexto:
“Una nueva perspectiva de vida”…………………………… 77
- Hacia la búsqueda de un nuevo camino…………….. 77
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……………….……………………………………Una Luz de Esperanza en el Camino
- Entrevista a Monique..………………………………….. 82
- Experiencias recientes de fin de semana……………. 93
Reflexiones finales…………………………………………. 95
- ¿Existe Dios?............................................................. 96
- Pensamientos sobre la vida…………………………… 99
Directorio……………………………………………………… 105
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A MANERA DE INTRODUCCIÓN
E l presente texto, narra un conjunto de situaciones de la vida

cotidiana de una persona a la que el destino ha puesto a
prueba su carácter; sucesos que han marcado una huella
indeleble en los sentimientos y en el pensamiento de la
protagonista de la historia, pero que a la vez le han permitido
darse cuenta de esa fuerza interior que posee para enfrentar los
hechos, por más duros que se le presenten.
Hechos verdaderos de angustia, tristeza, dolor físico y moral;

experiencias de vida que tienen como eje las relaciones de pareja
de este personaje, cuyo destino parece estar marcado por amores
fugaces. La protagonista a través del autor comparte sus más
íntimos secretos y sus reflexiones ante la cercanía de la muerte,
matizados con la fantasía de una narrativa que busca enmarcar,
el sufrimiento personal por medio de una historia narrada que toca
los umbrales del cuento y la novela.
La finalidad de la narración tiende a través de las experiencias

intensas y hasta cierto punto dramáticas vividas por la
protagonista, de hacer conciencia de la fragilidad y vulnerabilidad
del ser humano ante las circunstancias de la vida y asumir con
humildad este hecho; afrontando las circunstancias, los
problemas y las dificultades de nuestro entorno desde el plano del
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autoconocimiento y la autoconciencia como punto de partida para

un crecimiento personal pleno, en donde se valore la esencia de
las cosas materiales e inmateriales y se cree una visión diferente
de nuestro lugar en la familia, la sociedad y el mundo.
De igual manera, el texto es una invitación a la sociedad para

expresar sin temor, aquellos sucesos que atentan contra la
dignidad humana o el reconocimiento de las cosas y los hechos
que nos lastiman, nos hieren y marcan para siempre nuestra
existencia y la forma de relacionarnos con los demás. Un llamado
metafísico para encontrar nuestras propias fortalezas, forjar de
manera más sólida nuestro carácter para consolidar el amor a la
familia y para encontrarle el sentido verdadero de nuestro viaje
temporal que se llama VIDA.
Bienvenidos lectores a este maravilloso recorrido de

experiencias cotidianas, de sentimientos y emociones que
comparten el autor y la protagonista a través de la narrativa. Si en
algún momento se sienten identificados con los personajes, si se
propicia la reflexión de su propia existencia y si se asoma un
sentimiento de solidaridad hacia los demás, nos vamos a sentir
muy agradecidos y satisfechos.
ATENTAMENTE
EL AUTOR Y LA PROTAGONISTA
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Capítulo Primero
“La problemática del contexto global”
E n el ámbito mundial en los recientes años, el todavía vigente

año de 2017 junto con el fenecido 2016, se han significado
por las tragedias ocurridas, tanto de índole natural como social.
Hechos ocurridos que han marcado una huella indeleble en la
memoria de la población de distintos países y que promueven a
la reflexión personal y grupal en torno al impacto emocional en las
nuevas generaciones y su relación con las expectativas de futuro
y sentido de vida de éstas; sin importar raza, nacionalidad, género
o condición social.
Desastres naturales como los terremotos de gran intensidad

ocurridos en las poblaciones de la India, Chile, Japón y México.
Huracanes de categoría cuatro y cinco que ocasionaron grandes
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desastres en las islas paupérrimas del Caribe e impactando la

costa este de la Unión Americana. Dejando miles de
damnificados, lo que de manera preocupante resta las
condiciones de una vida digna a la población, lo que genera una
trágica lucha por su sobrevivencia.
Considerando que los fenómenos de la naturaleza y su

impacto en la sociedad son impredecibles; mayor preocupación
generan los hechos de violencia social que implican no tan sólo
la pérdida de la dignidad humana, sino también la vida de cientos
de personas que ven truncados sus proyectos de vida por seres
inconscientes e irracionales, que bajo un dogma religioso o
político atentan contra la vida de personas inocentes, como
sucedió recientemente en el atentado en las Vegas y
anteriormente en Londres y en París.
Estos hechos sirven para ilustrar el carácter frágil de la

condición humana en la relación con la naturaleza y las
interacciones con nuestros semejantes, lo que a su vez se
constituye en un preámbulo de la historia a narrar. Condición
humana que se sustenta en la función biológica y el cuidado de
nuestra salud para enfrentar las enfermedades y prolongar
nuestra perspectiva de vida.
Un aspecto muy importante dentro de la condición humana y

el sentido de vulnerabilidad del ser humano, lo define la forma de
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establecer las relaciones armónicas entre las demás personas

con base en los valores de respeto, justicia, igualdad, equidad y
libertad, entre otros. Valores que junto con las condiciones
adecuadas de alimentación, vestido y vivienda crean y fortalecen
la dignidad del ser humano.
La dignidad humana se establece a partir de la fortaleza

intrínseca en la persona, que genera de manera fundamental el
autoconocimiento, la autoconfianza, el autoconcepto y el respeto
a sí misma. Cuando se humilla y se le falta el respeto. Cuando no
se valora la esencia de la persona. Cuando se degrada la
personalidad del sujeto, se menoscaba la dignidad humana y se
atenta contra los principios éticos morales del individuo.
De esta manera cuando se construye un proyecto social de

respeto al medio ambiente y a la naturaleza en forma integral.
Cuando se establecen las medidas pertinentes de salud social, de
protección a la integridad física y emocional de las personas; se
debe de partir desde las condiciones de vulnerabilidad y fragilidad
del ser humano en el contexto, partiendo de un proyecto personal
de vida que tenga como eje fundamental la Dignidad Humana.
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Capítulo Segundo
“El entorno familiar de Monique”
I
La presente historia se orienta a las “crudas” y traumáticas
experiencias de vida de Monique y el proceso de aprendizaje que
a partir de ellas obtuvo para descubrir su vulnerabilidad, sus
debilidades como ser humano; así como sus posibilidades para
crecer como persona. Descubrir en ella misma sus emociones,
sus sentimientos, sus temores, sus miedos, pero también sus
fortalezas, sus potencialidades para tomar la difícil decisión de
generar una metamorfosis en su carácter, personalidad y forma
de vida. Proceso de transformación integral en que la Fe jugó un
papel determinante.
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Monique forma parte de una familia “estándar” de la clase

media de Culiacán, Sinaloa; integrada por Manuela, la madre de
familia humilde pero trabajadora, proveniente de un contexto rural
aledaño a la capital del estado, que lucha incansablemente por
sacar adelante la formación de sus tres hijas, mientras labora
como secretaria en una institución pública del ramo educativo.
Melitón, originario de la misma comunidad de su esposa. El padre
amoroso de sus hijas a su manera un tanto inexpresivo en las
muestras de cariño a su familia, quien trata con dificultad de
sostener el trabajo de ingeniero para mantener con dignidad a su
familia.
Nélyda Guadalupe, la hermana mayor; una persona que fue

forjando su futuro con base a la inteligencia que mostraba, sobre
todo en el razonamiento lógico y las matemáticas. En la
actualidad radica en los Estados Unidos, casada con un buen
hombre de Sinaloa y con dos hijas de nombre Melissa y Shantal.
Anahy, la menor de las hermanas, que a pesar de ser la
consentida de sus padres, fue formando un carácter de rebeldía
e inconformidad por todo lo que sucedía en la familia y en su
entorno. Monique, la hermana “sándwich”; la hermana que por ser
la segunda en la familia, no recibe las atenciones y el cariño de la
primogénita, ni el consentimiento y el afecto de la última de la
familia.
23
II
Originarios de un poblado del Municipio de Culiacán, llamado

“El Melón”, a escasos 50 kilómetros de la capital; el matrimonio
formado por Manuela y Melitón, se fue forjando con las
dificultades propias de una pareja recién unida. Manuela contaba
con 22 años cuando se unió con Melitón, quien apenas era dos
años mayor. De mediana estatura y aunque era atractiva, se
disimulaba por la sencillez de su vestimenta y la forma de
arreglarse, ausente de maquillaje y accesorios para lucir radiante.
De un carácter fuerte y decidido, convenció a su esposo para
radicar en Culiacán en busca de nuevos horizontes para su futura
familia.
Melitón, de complexión fornida debido a las exigencias del

campo y el cuidado del ganado vacuno propiedad de sus padres;
trabajaba afanosamente por generar las condiciones adecuadas
para mantener dignamente a Manuela y formar una familia. Las
expectativas de formar la familia se estaban cumpliendo por los
cinco meses de embarazo de Manuela, quien dentro de pocos
meses daría luz a su primogénita Nélyda Guadalupe..
24
III
Gracias a los pequeños ahorros producto del trabajo en su

pueblo natal, Manuela y Melitón se fueron estableciendo en su
nuevo hogar en la ciudad de Culiacán. Al principio una casa
sencilla de dos dormitorios, un baño, cocina y un espacio en el
que se ubicaban la sala y el comedor, ubicada en la Colonia 5 de
Mayo. El estudio técnico de Secretariado y Comercio de Manuela
le ayudaron a colocarse como secretaria en un Departamento de
la Secretaría de Educación Pública y Cultura, lo que permitió
cierta estabilidad económica al matrimonio.
Melitón, gracias su perseverancia, responsabilidad y buen

desempeño en el trabajo, logró colocarse como auxiliar de un
ingeniero electricista, mientras iniciaba con gran interés y
esfuerzo sus estudios de Ingeniería Industrial en el Tecnológico
de Culiacán. Profesión que con el paso de los años le permitió
introducirse a la empresa Coppel como asesor y consultor en el
desarrollo productivo y económico de la institución. Durante este
periodo la familia se consolidó económicamente logrando ampliar
su casa a dos plantas, así como su “status” de familia feliz con el
nacimiento y crecimiento de sus tres bellas hijas. Punto
representativo de la estabilidad económica lograda por el
matrimonio, se hizo patente en la adquisición de una vieja
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camioneta “Chevrolet” que les permitía el traslado con

comodidad.
IV
La infancia y adolescencia de las tres hermanas eran iguales

o similares a las de otras hermanas en familia diferente; los
berrinches, los pleitos y las diferencias entre ellas era una
constante que ponía en jaque la paciencia de su madre para
poder controlarlas y sobre todo, educarlas de buena manera.
Cualquier motivo era suficiente para sacar a relucir el carácter de
cada una; sin embargo el cariño entre ellas se constituía en una
fortaleza que las mantenía estrechamente vinculadas de manera
afectiva.
Nélyda Guadalupe se destacaba por su brillantez e

inteligencia. En su etapa como estudiante siempre fue de las
mejores alumnas. En cada nivel era objeto del reconocimiento por
las altas calificaciones obtenidas, ganándose el respeto de sus
compañeros y maestros. Era el orgullo de sus padres y de sus
hermanas.
Anahy destacaba por su picardía, su chispa y constante

actividad que no podían mantenerla quieta en un mismo lugar. Su
lugar último en la familia, le daba ciertas facultades y poder en la
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familia por la debilidad que provocaba en sus padres por el

consentimiento y cariño que le profesaban; lo que trajo como
consecuencia la formación de una joven rebelde y caprichosa.
Monique, en cambio mostraba un carácter endeble, insegura

de sí misma, taciturna y hasta cierto punto “huraña”; y aunque
mostraba en su niñez rasgos incipientes de belleza que se
manifestaba a través de sus grandes y expresivos ojos, ella se
sentía “el patito feo” de la familia. Sentía que sus hermanas le
arrebataban la atención de sus padres y los propios compañeros
de juegos, lo cual le generó serios conflictos de personalidad que
afectaron su niñez y adolescencia. Su timidez se convirtió en
fantasma que la persiguió durante su infancia y adolescencia,
revirtiendo de manera significativa esta situación en su juventud,
al entrar a la Escuela Preparatoria.
Su etapa infantil en el hogar era un desastre porque la torpeza

de sus pies la hacían tropezar y caer constantemente, lo que la
convertía en un objeto de lástima y burla de sus familiares, lo cual
aunado a la baja autoestima que se arraigaba en el pensamiento
y el sentimiento de Monique, formaba una perspectiva nada
halagadora en su desarrollo infantil. Su estancia en la escuela
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primaria, se convirtió en un verdadero martirio y sufrimiento

emocional durante los seis años que estudió en ella.
Las dificultades en el estudio, particularmente en el

aprendizaje para leer y escribir. La falta de retención de las
explicaciones de los maestros y los problemas de comprensión
que mostraba en el proceso de aprendizaje, hicieron más mella
en el ánimo y en la pobre percepción que tenía de sí misma,
aunado al aislamiento con sus demás compañeros de clase, lo
que fue generando en ella, un complejo de inferioridad.
La problemática en torno a las relaciones interpersonales en la

escuela y la timidez que mostraba fuera de ella, propiciaron un
notorio aislamiento de Monique con los compañeros de su misma
edad y fue encontrando en los momentos de soledad un espacio
reflexivo de “autocastigo” que contribuía a fortalecer el complejo
de inferioridad que en ella florecía.
VI
La transformación de la personalidad tuvo un detonante

importante en su etapa por la educación primaria. En cierta
ocasión, ante la complejidad en el desarrollo de una actividad en
el quinto grado de la escuela; la maestra ante la impotencia de
Monique por resolver unos problemas de matemáticas, en el
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punto máximo de la desesperación, jalándose los cabellos, con la

cara desfigurada por el coraje y casi gritándole le dijo:
- ¡Eres una buena para nada!

- ¡no sé qué estás haciendo en la escuela!
- ¿Qué va a ser de ti cuando seas grande?
- ¡Si eres una “burra”!
Estas palabras se sintieron como “latigazos” en la mente y

lastimaron profundamente los sentimientos de Monique. La cara
enrojecida por el calor emanado de la vergüenza y el coraje. Las
lágrimas se asomaban de manera discreta en sus ojos
empañándole la visión de su maestra. Pero más que darse por
vencida y humillada, estas palabras se constituyeron en un
acicate para salir adelante en sus estudio. La marcaron
positivamente para siempre, al decidirse enfrentar el reto de ser
mejor cada día, logrando culminar no sin esfuerzos la educación
primaria.
VII
Aún con las heridas emocionales y el recuerdo de las palabras

crueles de la maestra de quinto año. Convirtiéndolas en un motor
motivacional, Monique fue sufriendo una transformación positiva
en su carácter y personalidad. Como el diamante en bruto al ser
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pulido por el tallador y que hace surgir el brillo refulgente que

produce la admiración y el respeto de los que lo contemplan, así
fue surgiendo la nueva Monique en la escuela preparatoria y en
su formación como profesional en la docencia. Empezando a
brillar con luz propia, enfrentando y superando el ya arraigado
complejo de inferioridad que sentía.
En su etapa de adolescencia y juventud la transformación fue

plena, el aislamiento con los demás compañeros y el sentimiento
de soledad que lo acompañan quedaron atrás, en un pasado del
cual queda sólo un ingrato recuerdo. Este periodo, Monique lo
vivió y disfrutó con intensidad propia de los jóvenes. Se constituyó
en una etapa de luz brillante con resplandor enceguecedor, que
contrastaba de manera importante y significativa con las sombras
de la minusvaloración que siempre le habían rodeado. Las
relaciones interpersonales con el resto de sus compañeros se
modificaron sustancialmente al ser de las jóvenes más asediadas
por el sexo opuesto.
VIII
Las relaciones sentimentales en el transcurso de su etapa de

estudiante se fueron dando con diversos jóvenes, sin mayor
implicaciones que el beso intenso pero inofensivo, los escarceos
30
sexuales y las exploraciones del cuerpo con las caricias hasta el

límite permitido de la falda y la blusa. Así como un cariño y “amor
casual” limitado al encuentro y al interés de otro galán… hasta
que conoció a Manuel, ya en su etapa como docente de
preescolar.
La primera vez que lo vio, fue en una fiesta de cumpleaños de

una amiga de la infancia. Manuel era un invitado muy cercano
familiar de la festejada. Los presentaron en un encuentro casual
y charlaron de temas intrascendentes y frívolos. La impresión
primera fue favorable. Estaba elegantemente vestido y aunque no
era una persona apuesta, tenía un distinguido porte que su
profesión de empresario le daba. Se distinguía por su amabilidad
y las atenciones que le prodigaba, lo que propició un interés que
fue creciendo por los encuentros posteriores a la fiesta.
Un factor importante para la relación futura entre Manuel y

Monique fue que ella sentía cierta seguridad y protección en sus
noviazgos a partir de estar con una persona con edad mayor al
de ella, lo que se ajustaba al perfil requerido, al tener Manuel
catorce años más que Monique.
31
IX
La relación sentimental entre Monique y Manuel se iba

consolidando, él era de Tijuana y viajaba constantemente a la
Ciudad de México en asuntos de negocios de su empresa como
concesionario de unidades de taxi en su ciudad natal. Al regreso
de sus viajes, Manuel le hacía muestras del amor que por ella
sentía a través de finos y costosos regalos, que ella entre el recelo
y la felicidad aceptaba.
A insistencia de su madre que deseaba ver a su hija casada

con un hombre de bien y además empresario como lo era Manuel,
los encuentros sentimentales y las visitas de él a su casa fueron
frecuentes. La aceptación de sus padres, sobre todo la de su
mamá, era total, hasta que se descubrió que era casado.
De manera fortuita al cruzarse por la Plazuela Obregón con

Perla, una amiga de antaño que residía actualmente en Tijuana y
después de una larga plática en torno a los chismes de los amigos
en común, dio como resultado que Manuel el novio de Monique
era conocido de Perla; misma que de manera desinteresada y sin
saber el daño emocional que provocaba, le compartió que él era
casado y que tenía dos hijos.
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El encuentro después de tan fatídica noticia, fue una combinación

de reclamos, reproches, llanto y ruegos tanto del uno como del
otro, con lo cual, la relación sentimental entre ambos, como cristal
que ha sido impactado por una piedra se hace añicos.
¡No quiero saber de ti hasta que te hayas divorciado! Fueron

las palabras terminantes de Monique, que establecieron la ruptura
entre ambos y ponía fin a su relación sentimental.
XI
Los meses y los días fueron pasando en la tranquilidad de la

vida de Monique. Las horas del reloj día a día iban marcando de
manera inexorable el transcurrir del tiempo y con ello las
actividades cotidianas del personaje de la historia, sin sobresaltos
ni preocupaciones, sólo el compromiso con la función educativa y
la convivencia con la familia. La vida sentimental después de la
revelación que alterara el curso de su relación con Manuel se
encontraba en “stand by”. El centro de sus relaciones los
constituían su familia, particularmente sus hermanas con quienes
salía a divertirse, especialmente cuando se presentaban los
“Plebes del Rancho” y con sus amigas más íntimas.
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Más el destino le tenía deparada una sorpresa a Monique, que
en apariencia grata, el tiempo la clasificó como desgraciada.
Manuel se presentó a las puertas de su casa para hablar con ella
y su familia. Se había divorciado de su esposa y quería casarse
con ella. Así, de nuevo se continuó con aquello que Monique
creyó que era amor” viviendo una relación más intensa con
Manuel, bajo la influencia de su mamá a través de consejos e
insistencias para hacer vida juntos con él, culminando en un “Si
acepto” cuando Manuel le propuso matrimonio por lo civil.
XII
La boda celebrada en el amplio y lujoso Salón de Fiestas “El

Cisne Negro” de la ciudad de Tijuana, donde acordaron ambos
celebrarla: fue fastuosa, el toque de la elegancia, con derroche de
lujo y con invitados seleccionados por la familia de Manuel. La
felicidad de Monique y sobre todo la de su mamá, era evidente,
enmarcada por la sonrisa permanente de ambas durante el
enlace por lo civil y el brindis con “champagne” que representaba
la máxima expresión del festejo de la nueva situación de marido
y mujer unidos por la ley.
34
La fiesta de fantasía parecido a un cuento de hadas en donde

la reina era Monique quién lucía feliz y radiante, constituyéndose
en el centro de atención de los presentes por su distinguido porte
y personalidad, acentuado por la belleza del vestido color perla
diseñado por una modista de renombre en la ciudad de Tijuana,
llamada Paulette. El enlace auguraba un mundo sin
preocupaciones, ni sobresaltos a imagen y semejanza del “Mundo
Feliz” de Aldo Huxley. Sin imaginar que el cielo de Monique
estaba cubierto de nubarrones que presagiaban una tormenta con
dramáticas consecuencias.
35
Capítulo Tercero
“Tres Semanas para el olvido”
“Nadie sabe
que tan fuerte es
hasta que tiene
necesidad de serlo”.
Club de Cuervos
El primer acercamiento
L a noche del viernes 6 de octubre de 2017, Rafael caminaba

con parsimonia por la sala de su casa, pensativo y
ensimismado, con la manos en los bolsillos delanteros de su
pantalón azul marino. En esos momentos se encontraba solo,
pues sus hijos y su esposa habían salido a cenar Sushi a dos
cuadras de su casa en el Restaurante “Sushi Emporio”
36
En su tez morena se observaba cierto aire de ansiedad y

preocupación, que reflejaban una sombra de inquietud que
tensaban los músculos de su cara y acentuaban las líneas de
expresión, producto de los 61 años que acababa de cumplir en
meses pasados y que reafirmaban sus sienes plateadas por el
brillo de las canas.
Rafael era un maestro jubilado hace cinco años, originario de

Escuinapa, una ciudad olvidada por los gobiernos estatal y
municipal, cuyas actividades las repartía entre el placer de leer,
ver partidos de futbol en la televisión, sobre todo cuando jugaba
el América, su equipo favorito de hace muchos años, su afición
por la música y el canto; y últimamente, por el gusto de escribir
cuentos y narraciones breves, que iba coleccionando, sin
atreverse a publicarlos.
En sus reflexiones y cavilaciones en torno a un encuentro con

una persona, motivo de sus inquietudes, Rafael hacía caso omiso
a lo que acontecía a su alrededor, como el noticiero de televisión
que en esos momentos describía a manera de resumen los
recientes acontecimiento dramáticos que habían sucedido en
México y el mundo, destacando el Huracán “Paulina” que había
arrasado las pequeñas islas del caribe y que fue factor de
destrucción en varios condados de la Unión Americana; el
terremoto que devastó gran parte del estado de Oaxaca,
particularmente, el poblado de Juchitán, pero sobre todo, el
terremoto que afectó la población de la Ciudad de México,
Morelos, Puebla y Oaxaca, coincidente en la fecha 19 de
septiembre, fatídica para los mexicanos, pues en 1985, la ciudad
37
de México se impactó con el terremoto que destruyó miles de

vidas humanas.
Rafael, quizá por su formación como docente y el trato con

alumnos, padres de familia, personal docente y administrativo de
varias escuelas; y por el contacto con las autoridades en el
tratamiento de conducta de alumnos y profesores, tenía gran
intuición para identificar los problemas emocionales de las
personas con las que interactuaba. En ese sentido sentía cierta
aprehensión por ahondar desde un enfoque psicológico y
humanista, en el conocimiento del conflicto personal y el conjunto
de emociones que dibujan un retrato de pesimismo y derrota en
la dama con la que intercambió impresiones.
Su pensamiento retrocedió al momento de su primer

encuentro. La vio sentada en apartado espacio del aquel pequeño
“Café”. Al instante le llamó la atención al verla. No fue su belleza,
que emanaba de un rostro de facciones físicas agraciadas por la
madre naturaleza, sino por el aire de ausencia que su actitud
revelaba, la melancolía que su presencia irradiaba y por el dolor
y la angustia que se reflejaba en su mirada.
Estaba sentada frente a una taza de café Moka, que de

manera paulatina se iba tornado frío, sin disminuir su contenido y
que sólo era objeto de la mirada ausente que esta persona le
dirigía y cuyas manos se entretenían de manera distraída y
juguetona con las llaves de su automóvil. De manera extraña, el
celular se mantenía apagado cerca de su mano izquierda; tal vez
38
porque su estado de ánimo no le permitía tener contacto con

algún familiar o conocido.
Después de un largo rato observándola disimuladamente, con

un reciente interés por saber lo que le sucedía, Rafael se decidió
abordarla con el temor de ser rechazado por la calidad de
desconocido y la desconfianza que acompaña este hecho. Quizá
fue la diferencia de edades, Rafael un adulto mayor y ella una
chica en plenitud de la vida a los 31 años, lo que permitió que
invadiera su espacio personal a través de su presencia y se
propició un diálogo franco, afectivo y de confianza para conocer
las vivencias, las angustia y el drama vivido por esta dama de
nombre Monique.
Lo que dio conocimiento a una historia de sinsabores, de

amargas experiencias, heridas emocionales y físicas que le han
marcado para siempre, pero que al análisis frío después de los
hechos acontecidos, dan cuenta del sentido de una mujer que la
vida le ha generado un aprendizaje significativo a través de las
experiencias dolorosas; de un espíritu de guerrera para afrontar
las caídas y levantarse con el ánimo para seguir viviendo,
constituyéndose su historia personal en una historia de Fe, de
Esperanzas y deseos de Vivir.
39
“una amarga y dolorosa experiencia”

I
L a habitación está en penumbras, sólo iluminada tenuemente

por la claridad de la luz de la luna que se filtraba por la gasa
de la cortina que cubre la ventana. Con la mirada fija y perdida;
los ojos enrojecidos e irritados de tanto llorar, hasta dejarlos
resecos y con un ligero ardor; Monique se encontraba sentada al
borde de la cama situada en el centro de su recámara. En sus
manos un osito de peluche que acariciaba suavemente, como
encontrando consuelo para el dolor que en esos momentos le
oprimía el pecho.
Aunque en la recámara se encontraban algunos objetos

decorativos que hacían lucir la habitación, nada de ello llamaba
su atención, con la mirada ausente y fija en la nada. El
pensamiento de Monique la atormentaba con una pregunta que
se repetía a cada instante ¡Por qué?... ¿Por qué?... ¡Por qué?...
II
Antes de las tres semanas que marcaron de manera decisiva

el ánimo y la forma de ver la vida; Monique era una profesora
destacada en el ámbito profesional en donde desempeñaba su
función de asesoría técnico pedagógica en el nivel de preescolar.
40
Su familia era el centro de estabilidad emocional y social,

compartiendo el estado de felicidad que le producía las
interacciones afectivas y el compartir además el magisterio como
elemento común de su profesión.
De manera simultánea y con un significado especial,

compartía la felicidad familiar con Manuel, su prometido; quien
con su recia personalidad había impactado en los sentimientos de
Monique, habiéndola cautivado con su trato respetuoso y atento;
siempre dispuesto a complacerla; constituyéndose en un
elemento motivacional para ella, al impulsarla en el estudio de
Doctorado que Monique realizaba en el Centro Universitario Mar
de Cortés, en la Ciudad de Culiacán, Sinaloa.
III
Manuel era un exitoso empresario en el ramo del transporte

público que tenía su residencia en la Ciudad de Tijuana; Monique
lo había conocido en una reunión familiar en Culiacán, a donde
había viajado él a visitar unos parientes. Su fuerte personalidad y
un físico regular, era acorde con los cuarenta y dos años que
tenía, lo que causaba una impresión favorable de seguridad y
fortaleza en Monique que tenía catorce años menos; la cual
pensaba que este no era un factor importante para la posibilidad
cercana de vivir juntos.
41
Pese a la gran distancia que los separaba, la relación

sentimental entre Monique y Manuel, se manejaba en una
perspectiva armónica, amorosa y llena de promesas para
orientarla a la expresión máxima del amor de una pareja “Unidos
hasta que la muerte nos separe”.
Las familias de ambos, se manifestaban contentos de la

relación sentimental entre sus hijos y no visualizaban algún
problema que empañara la felicidad entre ellos, con lo cual las
familias encontraban la tranquilidad de saber que sus hijos se
comprometían en una relación formal esperada.
IV
En el silencio opresor de su habitación, Monique trataba la

manera desesperada de encontrar la respuesta a sus preguntas
¿Por qué? ¿Cuáles eran las causas? que provocaron la angustia,
el dolor, la pena, la rabia y la humillación que sentía en esos
momentos y que se atenuaban en la soledad de su recámara,
pero que no podía erradicar totalmente, al no encontrar las
respuestas a sus interrogantes.
Las cavilaciones y las reflexiones la llevaron a recordar un

suceso ocurrido años atrás, cuando estando de novia de Manuel,
se enteró de que era casado y padre de una niña de dieciséis
años y otra de nueve años. La situación aunque dolorosa y
42
decepcionante, la cual que provocó la separación de ambos y el

rompimiento de la relación de noviazgo, quizá por la inexperiencia
de Monique, no hizo mella de manera significativa en los
sentimientos de ella hacia él; poniendo como condición de una
reconciliación entre ambos, que se presentara con el acta de
divorcio entre Manuel y su esposa.
Cansada de estar sentada en la misma posición durante seis

largas horas, que le parecieron eternas a Monique, por el estado
catatónico que presentaba al vivir en shock emocional, por la
separación conyugal que marcaba el final de las tres semanas de
pesadilla que duró la unión con Manuel; se recostó en la cama
con la misma mirada ausente y vacía de emociones; con el techo
como testigo de los sentimientos que el día anterior manifestaba.
Con los últimos acontecimientos, Monique repasaba los

sentimientos que le provocaba la separación con Manuel, los
cuales pasaban con lentitud como un carrusel de las feria de los
pueblos. Ira, coraje, frustración, desilusión, cariño y amor de
manera contrastante desfilaban por su mente, en un mar confuso
de sentimientos encontrados; que poco a poco fueron clarificando
sus verdaderos sentimientos: el orgullo y la dignidad como mujer
lastimada cuando Manuel le habló por teléfono y le comunicó “No
vuelvas y quédate con tu familia en Culiacán”
43
VI
Unos meses antes, Monique compartía en redes sociales la

inmensa felicidad que la embargaba, pues Manuel, después de
dos años en su nueva etapa de noviazgo; ya que había regresado
con el acta de divorcio firmada por notario público y que era la
condición puesta por ella para volver; le había propuesto
matrimonio y como prueba del compromiso, le regaló un anillo de
oro adornado con fino diamantes, como simbolismo del amor que
se profesaban y que era el augurio de una vida plena de felicidad
en unión eterna.
En los dos años que vivieron la relación de noviazgo, los

planes matrimoniales giraban en torno a la residencia de ambos
en la Ciudad de Tijuana, para lo cual Monique, señalaba estar de
acuerdo y solamente comentaba la necesidad de cubrir algunos
trámites administrativos para establecer el cambio de su plaza
docente de Culiacán a Tijuana o incluso a cualquier lugar de Baja
California; llegando a aceptar por el amor que profesaba a
Manuel, renunciar a su plaza docente si le garantizaban una de
nuevo ingreso.
VII
El inicio de esas tres semanas nefastas en la vida de Monique,

iniciaron el mismo día de la ceremonia de enlace por lo civil. La
44
fastuosidad del festejo ocultó la tempestad que se avecinaba en

la relación matrimonial de Monique y Manuel. La fiesta fue un
intercambio de saludos y parabienes a la feliz pareja que se
desposaba, fruto del amor y el cariño entre la pareja. Manuel lucía
un porte distinguido con su traje negro y la camisa blanca y
Monique lucía radiante el elegante vestido color perla que para la
ocasión le diseño una modista profesional. Su cálida sonrisa, su
figura elegante y el brillo de sus ojos se constituían en los
indicadores de la felicidad que ambos sentían en esa tarde-noche
de promesas mutuas de amor eterno.
Al término del festejo y después del retiro de los últimos

invitados, en la expectante noche del matrimonio, ya solos en la
recámara nupcial, con una nerviosa espera y las ansias
femeninas por consumar el acto carnal, aunque en su etapa de
noviazgo ya habían tenido relaciones; Monique esperaba
impaciente a Manuel con su negligé provocativo de encajes
diminutos, que le hacían parecer una Diosa de Venus.
VIII
Unos suaves golpes en la puerta de la recámara, hacen salir

de las reflexiones y cavilaciones a Monique y presta acude a abrir
la puerta, al darse cuenta de la presencia de Manuela, su madre.
La madre de Monique, era una persona que habría enfrentado
problemas graves de salud que la pusieron al borde de la muerte;
45
sin embargo, era una persona fuerte que le permitió salir delante
de sus problemas y atender con eficiencia con base en el cariño,
las dificultades que enfrentaban sus hijas.
Manuela, desde el día que se presentó Monique a su casa el

día después de la separación con Manuel; le brindó todo su apoyo
y amor de madre, sin flaquear en ningún instante porque su hija
necesitaba de su fortaleza para superar el problema que estaba
viviendo. Cuando Monique llegó, con el rostro desencajado, la
palidez en su rostro y el llanto espontáneo derramado en sus
hombros al abrazarla, supo en ese momento que la pena y el dolor
de su hija, era tan grande, que hasta ella misma lo sintió.
IX
La noche que esperaba de maravilla, se convirtió en una noche

de pesadilla para Monique, Cuando Manuel se acercó y sin
mostrar deseo alguno para tener relaciones sexuales, le
comunicó a través de un tono tajante y ofensivo: “No quiero tener
hijos”. Ese fue el primer impacto doloroso y de desencanto que
recibió Monique y que marcaron las tres semanas de desamor
que caracterizó la relación entre ambos.
Los días y las semanas transcurrían sin la atención y el cariño

de Manuel hacia su esposa, el ritmo de vida entre ambos estaba
marcado por la atención a las visitas continuas de los amigos de
46
Manuel y la marcada indiferencia hacia su esposa. En ocasiones,

a Monique le atormentaba el recuerdo traumático de su infancia
en la primaria y la secundaria, de su complejo de fea al considerar
que los niños no se fijaban en ella, porque les llamaba más la
atención las niñas más extrovertidas y provocativas; en cambio
ella se consideraba una niña tímida y con complejos de
inferioridad. Esta indiferencia de su esposo hacia ella, le
provocaba revivir los fantasmas de la infancia y rescatar los viejos
traumas que vivió de niña.
Las tres semanas que vivió Monique en la Ciudad de Tijuana,

fueron los correspondientes al periodo vacacional que se otorgan
a los profesores de educación básica, antes del inicio de un nuevo
ciclo escolar. Previo a este período, Monique inició los engorrosos
y tardados trámites para cambiar su plaza docente a la ciudad de
Tijuana o alguna ciudad de Baja California, con el propósito de
estar viviendo en unión matrimonial.
Mientras el proceso de trámite del cambio de estado

progresaba lentamente, Manuel ejercía una presión psicológica
en Monique para abandonar su trabajo y vivir juntos, sin importar
el aspecto económico ya que se consideraba una persona con
recursos económicos suficientes y una solvencia financiera
importante. Lo que no consideraba Christian, era lo que
47
representaba la autorrealización, la independencia y la autonomía

de Monique que representaba su profesión docente.
XI
Día a día el distanciamiento de Manuel con Monique era cada

vez mayor y notorio, lo que se traducía en rechazo absoluto en
tener relaciones sexuales, llegando al extremo de dormir en la
sala, cuando Monique con las sensaciones al máximo y el
temperamento en extremo le hacían dar vueltas en la cama y la
inquietud del momento no le dejaba dormir; llegando incluso a que
las fantasía y el deseo reprimido, le obligaban sutilmente a que
debajo de las sábanas iniciara una autoexploración para cubrir
sus necesidades no atendidas por Manuel.
El período vacacional de las tres semanas estaban a punto de

extinguirse y el proceso de cambo de la plaza docente de
Monique no se concretaba, lo que detonó la ira en Manuel y
provocó el ultimátum a su esposa: “Yo esperaba que tú estuvieras
dispuesta a dejar todo por mí; si de verdad me quieres deja tu
trabajo y quédate conmigo”; si te regresas a Culiacán, es que en
realidad no me quieres”
XII
48
Con esa presión psicológica y sin remordimiento alguno porque

estaba haciendo todo lo posible por estar juntos para vivir en la
Ciudad de Tijuana; Monique se regresa a Culiacán para reanudar
la función docente en la jefatura de sector donde trabajaba. Al
llegar a la ciudad, recibe en su celular, una llamada telefónica de
Manuel, el cual le dijo las palabras más crueles y dolorosa que
jamás le habían dicho “Quédate en Culiacán con tu familia y ya
no regreses, lo nuestro ha terminado”.
Impactada por el comunicado, sólo alcanzó a decir con voz

entrecortada: ¿Y por qué no me lo dijiste allá?; y la respuesta fue:
porque no quería que te afectara en el camino. En esos
momentos, sintió que todo por lo que había luchado, todo al amor
que sentía y todo el sacrificio que estaba dispuesta a realizar para
conservar el amor entre ambos, se derrumbaba como una
escalera de naipe al soplo del viento de la indiferencia y la
incomprensión de Manuel.
XIII
Monique se sintió desfallecer ante la indiferencia y la crueldad

de Manuel. A duras penas pudo contener las lágrimas que sentía
desbordar por sus bellos y candoroso ojos. Con la visión borrosa,
caminado cual si fuera un robot, dando tumbos y tropiezos por las
calles hasta llegar a casa. Al encuentro con su madre, Monique
se abrazó, con un grito de dolor y sin poder contener más las
49
lágrimas, se derrumbó y toda la fortaleza que mostraba de

manera cotidiana se hizo añicos cual cristal al estrellarse una
piedra a la velocidad de la luz.
Su madre fue la confidente, el bálsamo para sus heridas, la

calma de la tempestad interna de su alma herida; la fuerza que
necesitaba para el desahogo emocional que la estaba matando,
para ahuyentar los viejos temores que la acechaban de nuevo y
para reencauzar de nuevo al sentido a la vida, que se había
perdido en tan sólo tres semanas.
XIV
Teniendo la compañía de su madre, que entre sus brazos,

recostada se sentía con la misma seguridad que en su infancia le
brindaba, Monique lentamente se dormía, con el arrullo del amor
maternal y las caricias que con ternura su madre prodigaba;
mientras una luz y una paz interior le hacían olvidar de las tres
semanas de pesadilla.
Entre sueños, Monique observó a una pequeña que lastimada,

pero con orgullo, con un brillo de esperanza en sus pupilas; con
paso firme y decidido se acercaba a ella para decirle al oído: “Se
fuerte y no desmayes, no permitas nunca más que te humillen y
lastimen tu dignidad”
50
XV
A un mes de distancia del último día de las tres semanas que

le marcaron la existencia, Monique revisa las emociones que le
producen el haber vivido esa situación marital con Manuel.
Aunque no lo olvida, reconoce que la posibilidad de reencuentro
es nula e indeseable; sostiene una lucha de manera interna entre
el deseo de no verlo nunca más y el deseo de verlo por última vez
para reclamarle la cobardía y lo poco hombre, al no tener el valor
suficiente para decirle en su cara el rompimiento del compromiso
adquirido entre ambos.
Monique todavía lucha por dejar atrás con la ayuda profesional

de un psicólogo, el orgullo herido de mujer, el sentirse humillada
por los desprecios, sintiéndose en ocasiones sin las cualidades y
habilidades necesarias del sexo femenino para haberlo seducido,
motivado y retenido.
XVI
Después de todo lo vivido, de haber sufrido en carne propia la

experiencia negativa de un matrimonio fallido, que le dio la
oportunidad reconocer a tiempo la personalidad de Manuel y con
ello, evitar una consecuencia emocional mayor de haber vivido
más tiempo juntos; lo que paradójicamente se hubiera cumplido,
ya que un días después del rompimiento del matrimonio, Monique
51
recibió la noticia de que su cambio de plaza a la Ciudad de Tijuana

se había autorizado.
Después del suceso, Monique tiene un futuro promisorio, al

lograr ascenso en su función educativa como asesora
pedagógica, un trabajo complementario en la institución de
posgrado donde estudió el doctorado; la adquisición de una
camioneta de lujo del año; pero sobre todo de una posibilidad
futura de tener un matrimonio y el deseo de tener un hijo en los
dos próximos años, al conocer a Luis Enrique en un Encuentro
Nacional de Asesores Técnico Pedagógicos, realizado en la
ciudad de Mazatlán, Sinaloa.
52
Capítulo Cuarto
“La ilusión de un bebé”
El sueño hecho realidad
M onique siempre tuvo la ilusión de independizarse de la

familia y tener un bebé, aunque no necesariamente los dos
hechos se relacionaran. Antes de cumplir los treinta años, se hizo
la promesa al llegar a ellos, de ser mamá de un lindo bebé, sin
importar las circunstancias de ser casada o madre soltera.
Después del fracaso matrimonial con Manuel, tras un periodo

de recuperación emocional a través de sesiones de terapia por
53
medio de “Constelaciones Familiares”, en la perspectiva de vida

de Monique se dibujaba un panorama alentador y de nuevas
esperanzas que le harían dejar en el pasado las recientes
experiencias dolorosas de su frustrado matrimonio.
II
Convivir con Luis Enrique de manera más interactiva y

afectiva en el Encuentro Nacional de Asesores, abrió el cerrado y
dañado corazón de Monique, alimentando nuevas ilusiones a
restaurar las heridas recientes, dando apertura una relación
sentimental y a la posibilidad de realizar la promesa de concebir
el hijo deseado.
A Luis Enrique lo conoció de manera superficial en los

encuentro casuales a su visita a la Secretaría de Educación
Pública y Cultura en la ciudad de Culiacán, donde el laboraba
como responsable de un programa educativo. Sus encuentros
fortuitos eran significativos por las miradas que cruzaban, que sin
llegar a generar emociones importantes en ella, le causan cierta
inquietud que en esos momentos no lograba definir.
54
III
El encuentro de asesores se convirtió en excelente medio que

de forma natural detonó en algo más que una simple admiración
y una relación casual. Las actividades propiciaron la participación
conjunta de ambos en las actividades académicas desarrolladas
en tres días, en donde Luis Enrique aplicaba estrategias
personales en las dinámicas grupales para estar siempre en los
equipos donde participaba Monique.
Este hecho no pasó desapercibido por ella y mucho menos

para los participantes en el encuentro nacional en donde se reflejó
un notable interés por parte de Luis Enrique que sobrepasaba los
límites de la actividad de formación profesional, lo cual se
constituyó en la “comidilla” de los asistentes al encuentro durante
los días que se desarrollaron las actividades.
IV
Un hecho significativo se constituyó en el detonante de la

relación posterior de Luis Enrique y Monique. La representación
de un Sociodrama que representaba a manera de parodia a
“Rubí” una jovencita de un pueblo rural del Estado de San Luis
Potosí, quien junto a su padre invitó a través de las redes sociales
a todos los que quisieran festejar con su familia la fiesta de
55
“Quince Años” los cual se convirtió en un fenómeno mediático a

través de Internet y de la Televisoras con cobertura a nivel
nacional.
Teniendo la pareja los papeles principales como la

quinceañera y su chambelán, la parodia se convirtió en un medio
académico y de broma para romper las inhibiciones personales;
a la vez de constituirse como un vehículo de afinidad y afectividad
que se combinaron con el manejo de la sexualidad y la
vulnerabilidad emocional de Monique por las experiencias
negativas de su matrimonio, culminado de manera abrupta en
fechas recientes.
Ya germinada la chispa del amor, inició el cortejo y las

muestras de un interés más allá de una simple amistad. Las
llamadas a cada instante, las pláticas recurrentes en torno a lo
vivido en el evento nacional fueron el pretexto ideal para las citas
y los encuentros para incendiar la llama de la pasión disimulada
en el nombre del amor.
Pero una triste realidad se vino a interponer entre ambos que

generó situaciones de encuentros y desencuentros entre Luis
Enrique y Monique. Él era una persona casada con una profesora
56
de Educación Preescolar con quien tenía dos hijos de seis y ocho

años, el mismo nivel en que ella laboraba, incluso, era una
persona que conocía.
VI
Este hecho generó un conflicto emocional en Monique, quien

luchaba por decidirse a continuar con la incipiente relación y el
sentimiento de culpa al sentirse la causante de un posible
rompimiento familiar; aunque Luis Enrique le aseguraba que la
relación matrimonial de él con su esposa, estaba en ruptura,
donde le solicitaba el divorcio, sin que tuviera que ver la situación
actual con ello.
Otro aspecto que no le dejaba tranquila para continuar con la

relación amorosa, eran los comentarios de algunos conocidos y
de su propia familia, al hacerse pública la situación de ambos.
Comentarios soeces y crueles culpándola de destruir la armonía
familiar por una relación que desde los ojos de la sociedad es
severamente criticada.
Aún sin tomar una decisión definitiva en torno a la complicada

situación con Luis Enrique y ante la insistencia por declararle sus
sentimientos. De manejar que el amor por su esposa era cosa del
pasado y que sólo los hijos le retenían a su lado. Monique, aún
57
con las dudas y temores, enfrentando la crítica social y familiar,

fue cediendo hasta involucrarse sentimentalmente, en lo que ella
definió como amor y lo que el tiempo le restregó en la cara como
vulnerabilidad emocional.
VII
Además de la ilusión de tener un bebé, Monique tenía la

esperanza y la decisión de no pasar en soledad el 14 de febrero,
día que se celebra el “Día del Amor y la Amistad”. El temor a la
soledad y la decepción amorosa vivida con su pareja anterior,
hacían mella en el ánimo de Monique, con lo cual se iba
configurando las condiciones sentimentales adecuadas para
hacer entrega de su cuerpo y alma al primero que se cruzara en
su camino y el destino señaló a Luis Enrique.
El 14 de Febrero, Monique, se levantó más temprano que de

costumbre, con el ánimo y la moral hasta las nubes, cosa que
llamó la atención a los miembros de su familia, lo cual fue objeto
de bromas y risas. La familia también estaba feliz de observar ese
cambio positivo en ella, lo que daba esperanza de dejar en el
olvido su vida pasada. Monique, estuvo inquieta todo el día y se
pasaba leyendo libros sin prestar demasiada atención en lo que
58
decían. Esperaba ansiosa y hasta cierto punto nerviosa que el

reloj marcara la hora de la cita con Iván.
Esa noche lucía radiante, el pelo suelto y cuidadosamente

peinado enmarcaba la belleza de su rostro que el maquillaje
acentuaba; destacando en esa imagen de Diosa sus labios
carmesí y sus pestañas postizas que le daban profundidad a sus
ojos y sensualidad a su mirada.
VIII
Vestía un elegante vestido negro especialmente diseñado

para la ocasión, donde destacaban las discretas aplicaciones de
piedras preciosas que hacían juego con su fino collar de fantasía.
Era la imagen perfecta para el “Día del Amor”, como preámbulo a
una posterior entrega, congruente con las expectativas
generadas, la ilusión y los deseos manifiestos para concretarse
en esa ocasión.
Luis Enrique la esperaba en el Lobby del Hotel “Camino Real

de la Hacienda” donde se habían puesto de acuerdo para festejar
la fecha con una cena en el Restaurante del Hotel y brindar tan
esperado acontecimiento con algunas “piñas coladas” y
“margaritas”
59
Lucía elegante con su traje casual azul marino, sin corbata

para darle un aire más informal a su vestimenta, una sonrisa
nerviosa se dibujaba en su rostro, ocultando las múltiples
emociones que sentía en esos momentos. Era presa de la
ansiedad por este encuentro con Monique, pero a la vez de un
sentimiento de culpa por haber dejado solos en su casa a sus
hijos y haber abandonado a su esposa en esta fecha tan
significativa para las parejas.
IX
Los días previos a la cita, Luis Enrique vivió y sintió las

implicaciones de sostener relaciones amorosas fuera de
matrimonio. Aunque reconociera, confesara y jurara ante
Monique que en su matrimonio con Laura, que era el nombre de
su esposa; no habría ni siquiera cenizas de amor, si es que lo
hubo alguna vez. La realidad se interponía de manera brutal,
ocasionando discusiones y reproches mutuos, lo que generaba
cierta inestabilidad a la incipiente relación entre ambos.
La situación de inestabilidad en la relación de Monique con

Luis Enrique llegaba al extremo de provocar en ella, además del
sentimiento de culpa, sentirse como la “segunda mujer” lo que era
objeto de fuerte crítica por parte de sus íntimas amigas y de su
60
propia familia. En este punto, tomaba la decisión de no

comunicarse con él, hasta que resolviera de manera definitiva su
compromiso matrimonial. Eliminaba el número de su celular, lo
bloqueaba de las redes sociales, hacía caso omiso de los
mensajes enviados por compañeros de ambos. Estaba dispuesta
a ser firme en su decisión… sin embargo, aceptó la invitación del
“Día de la Amistad y el Amor”.
La cena “gourmet”, ligera pero exquisita, consistía de entrada

en unas empanaditas de coliflor y ricota bañadas en salsa de
anguila. El platillo principal en salmón al vino blanco y el postre
en rebanada de pay de guayaba. La plática intrascendente
contextualizaba un ambiente de tranquilidad aparente, que
ocultaba el cúmulo de emociones contenidas en ambos, ya que
las expectativas generadas para esa noche, eran cruzar los
límites de la prudencia hasta alcanzar la gloria prometida a sí
mismos.
Después de la cena, pasaron al bar íntimamente unidos a

través de un abrazo que expulsaba de sus pensamiento las
inhibiciones iniciales del encuentro y presagiaba la intensidad
esperada para hacer honor a toda cabalidad a la fecha tan
61
especial para los enamorados. Tomaron algunos aperitivos, sin

excederse para no frenar los impulsos libidinosos que surgía de
los besos y las caricias que se hacían teniendo como cómplice la
penumbra del lugar; los cuales acentuaban el calor de sus
cuerpos y producían el cosquilleo, las sensaciones y el estímulo
sexual en la entrepiernas de ambos.
XI
Cómo se espera el acto final de un concierto o de una obra de

teatro, en donde se hacer llegar al clímax de la situación creada
para hacer estallar a los espectadores, llenado de júbilo y
moviendo sus emociones para provocar su felicidad; así llegó el
final de la espera de tan ansiado día.
La habitación del hotel, elegantemente adornada para la

ocasión con flores rojas y velas aromáticas; daban el último toque
romántico a la noche. La elegancia del vestir de la noche fue
dando paso a la cálida desnudez de los cuerpos que fundidos en
la llama del deseo y la pasión, confundidos con el nombre del
amor, dieron rienda suelta a los deseos e impulsos contenidos,
olvidando en la fugacidad del momento la amarga realidad de su
relación compartida.
62
XII
La noche se volvió impetuosa, las sombras de las dudas se

disiparon con el fulgurante destello del relámpago que penetra las
entrañas de la oscuridad. El volcán hizo erupción con su candente
lava arrasando la ladera hasta convertir en ceniza la más dura de
las piedras, El mar agitó las olas provocando un maremoto de
emociones y depositando las agitadas espumas en las tranquilas
playas.
Las sensaciones borraron el pensamiento, anulando la

posibilidad del raciocinio en torno a una amarga realidad que se
cernía sobre ellos, cual pájaro de mal agüero que provocaba una
fisura en la felicidad pasajera que en ese instante vivían a
plenitud. La tierra fértil recibió en sus surcos regados por la lluvia,
la semilla de la vida que habría de dar el fruto de esa unión
pasajera.
XIII
….Después de la Tempestad, viene la calma. A fines del mes de

marzo, una noticia que marcaba positivamente la vida de
Monique: ¡Estaba embarazada! Por fin un sueño y anhelo
cumplido; iba a ser “Mamá”.
63
Felicidad desbordante. Por fin lo que más anhelaba en la vida

se había realizado. Empezaba a construir un mundo imaginario
de cariño infinito al bebé, fuera hombre o mujer, no importaba; lo
importante era imaginar en sus brazos a un pequeño ser, sangre
de su sangre. Más la alegría se empañaba por la situación marital
de Iván.
A la par de la relación sentimental de Luis Enrique con

Monique y el hecho del embarazo deseado de ella. El matrimonio
de Luis Enrique con Laura se seguía sosteniendo con “alfileres”.
Los reproches, las acusaciones y desaires entre ambos,
impactaban de manera violenta la relación marital, sin que llegara
al nivel de separación. Los hijos se constituían en el elemento
emocional que detenía la posibilidad de divorcio.
XIV
La falta de voluntad o las extrañas circunstancias de la relación

de Monique con Luis Enrique, fueron minando de manera
paulatina el amor que dijeron tenerse y que falsamente fue
“construido” en escasos tres meses de relaciones sentimentales.
Monique iba encontrando en su bebé un nuevo canal para
expresar el amor y los sentimientos nuevos, emanados de la
gestación.
64
Con una nueva perspectiva de vida, Monique aprovechaba

cada oportunidad para compartir con la familia la felicidad de ser
futura mamá y realizar viajes de placer a Estados Unidos, para
visitar a su hermana Nélyda Guadalupe y convivir con sus
sobrinas que la adoraban.
65
Capítulo Quinto
“Encuentro cercano con la Muerte”
E l panorama luce aterrador, Monique con los ojos entornados,

mirando con angustia como los médicos le colocan un tubo
en la tráquea, una mascarilla de oxígeno y le pinchan los brazos
para transfundirle sangre, colocarle el suero con las medicinas y
la anestesia. Todavía con el fuerte dolor que se originó en el
abdomen y que recorre con intensidad la columna vertebral
66
causándole una incipiente parálisis de sus miembros inferiores y

superiores.
Con la vista nublándose y la gradual pérdida de conocimiento,

todavía le golpean el cerebro aquellas palabras brutales pero
ineludibles de parte del ginecólogo de guardia del ISSSTE en la
ciudad de Mazatlán que la estaba atendiendo junto con otros
médicos residentes, ¡Tenemos que operarla de urgencia para
tratar de salvarle la vida, tiene una intensa hemorragia en la
cavidad abdominal!
II
Por su mente caótica giraban cual torbellino, un cúmulo de

pensamientos y sentimientos que la llenaban de ansiedad y
zozobra. ¡Me voy a morir! se decía en silencio y la imagen de la
Melissa y la Shantal, sus queridísimas sobrinas acudían a ella, la
de su mamá demacrada por la impresión al recibir la noticia, la de
su papá y sus hermanas. ¡Me voy a morir! Se repetía una y otra
vez y la angustia le atenazaba el corazón, ¡No alcancé a
despedirme de ellos y decirles cuánto los quiero!
Encomendándose a Dios, los objetos de la estancia se fueron

esfumando y lentamente dejó de tener conciencia de su entorno,
mientras la anestesia hacía el efecto esperado y la respiración
67
agitada menguaba. Así los músculos faciales se relajaron y le

dieron un aire de tranquilidad, mientras los doctores hacían el
mayor de los esfuerzos profesionales para no dejar marchitar una
flor en plenitud de la vida.
III
En febrero se dieron los primeros síntomas de enfermedad en

Monique. Las molestias estomacales, la sudoración con
escalofríos y el cansancio constante en las piernas y brazos se
convirtieron en una preocupación en torno a su estado físico. El
estrés laboral y la problemática inherente a la relación sentimental
con Iván, incrementaba el deterioro paulatino de su salud.
La consulta médica y los estudios clínicos dieron como

resultado un cuadro febril severo, una baja considerable de
hemoglobina hasta los límites de la anemia y un aumento de
prolactina, una hormona que desarrolla las glándulas mamarias
en las personas embarazadas; en lo cual, a algunas personas le
puede provocar un aborto.
68
IV
Con el tratamiento médico adecuado, el estado de salud de

Monique fue mejorando al grado de realizar las actividades de
manera normal, aunado a ello, una regulación de la intensidad,
dejando de lado su función de Coordinadora de Programas de
Posgrado en Línea en la institución de educación superior.
Durante el periodo de recuperación y en los meses

subsecuentes, la relación con Luis Enrique, se tornaba un tanto
ríspida e inestable, por la inmadurez e imprudencia de los
comentarios que Luis Enrique realizaba en torno a la situación
familiar con su todavía esposa Laura.
Un hecho significativo en torno al debilitamiento de la relación

sentimental entre ambos, se dio cuando Monique aún con el
rostro ruborizado por las emociones que le producía la noticia de
que iba a ser mamá. El hecho marcaba el inicio de una nueva vida
para ella, un sentido diferente en su razón de ser, una nueva
responsabilidad que estaba dispuesta a asumir, sola o
acompañada.
Después de clarificar sus ideas, de procesar emocionalmente

los resultados de la prueba clínica y de compartir la noticia con su
69
familia, pensó en comunicarle la buena y nueva información a Luis

Enrique, con la expectativa de compartir los mismos sentimientos
en tono a la reciente gestación de un bebé, tan anhelado por ella.
VI
Una nueva herida a los sentimientos de Monique se fue

abriendo, al ver el semblante demacrado y la ausencia de
sentimientos en Luis Enrique al compartir la noticia que con tanta
alegría le comunicaba. La actitud que él manifestaba era diferente
a lo que esperaba. Luis Enrique estaba en Shock al grado tal que
no atinaba a hacer comentario alguno. La realidad lo sorprendía
con una nueva responsabilidad en la cual no se sentía preparado.
Vivía con su esposa y sus hijos. Todavía no encontraba la
solución al problema marital y esta nueva situación lo abrumaba.
Este fue el inicio de una relación superficial y sin compromiso

entre Monique y Luis Enrique, las visitas se hicieron esporádicas
y la pláticas en torno a diferentes interés personales, fueron
minando, lo que ellos consideraron amor; pero que en el fondo se
constituyó en un acto carnal generado por las condiciones de
vulnerabilidad emocional de ella, por el fracaso de su relación
sentimental anterior.
70
VII
En el mes de abril, Monique y su familia decidieron descansar

y relajarse en Mazatlán, aprovechando las vacaciones de
“Semana Santa”. Ella, con Anahy y Nélyda Guadalupe, sus dos
hermanas, decidieron pasearse y divertirse con los atractivos
turísticos de la ciudad. El paseo a la Isla de la Piedra, las
caminatas por el Malecón, la visita al “Clavadista” y las noches de
“Party” en los centros nocturnos, fueron los factores para
olvidarse de la preocupaciones laborales y sociales de su entorno
cotidiano; y disfrutar de una merecidas vacaciones, que ayudarían
a sanar los problemas de salud y las heridas emocionales.
En un paseo de compras de artículos como recuerdo de sus

vacaciones por la “zona dorada” del Puerto de Mazatlán, Monique
empezó a sentir algunas molestias abdominales, sin llegar a
producirle dolor y empezó a notar un ligero sangrado vaginal.
Haciendo caso omiso a esta manifestación de un problema de
salud, continuó con su familia en el desarrollo de las actividades
vespertinas.
71
VIII
Por la noche de ese día sábado de abril, ya de regreso a casa

de su hermana donde se aloja su familia y esperando que
terminaran de utilizar la regadera para darse un baño, Monique
sintió un dolor agudo en el bajo vientre, un dolor tan intenso que
casi la hizo llorar por lo insoportable que era. En medio del dolor,
recordó los comentarios que habían hecho sus hermanas en torno
al color “amarillento” de su rostro que en ese instantes se veía
pálido y demacrado provocado por el dolor que sentía.
La intensidad del dolor crecía y también la zona de influencia,

ahora sentía que un dolor más agudo le recorría la espalda y le
paralizaba los brazos y las piernas, sintiendo las manos
engarrotadas como garfios y la respiración entrecortada por la
opresión que sentía en el pecho. En ese instante la gravedad del
momento la hizo pensar ¡Me estoy muriendo!
IX
Haciendo un esfuerzo sobrehumano, logró con dificultad

articular palabras y casi con un grito de desesperación y dolor le
hablaba a su familia. ¡Madre! ¡Madre! Me estoy muriendo. Al
escuchar el grito desgarrador de su hija, su mamá acudió nerviosa
y presurosa al llamado de Monique, sorprendida de encontrarla
72
en ese estado físico, cuando hacía unos instantes la había visto

sana y sonriendo, compartiendo los gratos momentos con toda la
familia.
De manera presurosa, la subieron a la camioneta “Sportage”

para trasladarla a “Urgencias” en el ISSSTE, el cual por fortuna
quedaba a cuatro cuadras de distancia de la casa donde se
hospedaban. Al introducirla a la sección de TRIAGE para valorar
la gravedad del problema, la enviaron de manera inmediata a
ginecología, dado los antecedentes clínicos que presentaba.
Una primera valoración del médico residente la envió a la

realización de un ultrasonido. El resultado inicial fue desalentador
y con la preocupación en el rostro, el médico llamó a otro médico
especialista y ordenaron un nuevo estudio clínico. Los resultados
del nuevo estudio confirmaron la sospecha del doctor residente
en torno a la gravedad del problema físico que presentaba.
A partir de allí se empezó a incrementar la actividad de

atención médica, formando a manera de Consejo Médico con
residentes y especialistas en ginecología, enfermeras, radiólogos,
anestesiólogos y cirujanos. Mientras esto sucedía, Monique le
pedía casi llorando a su madre, ¡no dejes que me atiendan aquí!,
73
que me trasladen a Culiacán, Madre ¡te pido por favor que no me

atiendan aquí!
XI
El médico responsable de la atención clínica llamó a Manuela

la mamá de Monique para comunicarle la necesidad de operar de
manera urgente, dada la gravedad del problema que presentaba
su hija. Su madre, tratando de responder a la petición de su hija,
le planteó la posibilidad de traslado su hija a la Clínica de
Culiacán.
La respuesta firme pero tajante del médico responsable, la

desarmó emocionalmente y pudo comprender que el asunto era
de vida y muerte y que dependía de la decisión que ellos tomaran:
- “Lo siento mucho, pero se debe operar a su hija de manera

urgente si desea salvarle la vida; un traslado a la ciudad
de Culiacán, representa una muerte segura, pues no le
garantizo que llegue con vida. Incluso no le puedo
garantizar nada aun operándola de emergencia”
- “Necesito que tome una decisión rápida, que el tiempo
apremia y cada segundo cuenta para poder salvarla. Si
insiste en el traslado, tendrá que firmar un oficio en donde
usted se hace responsable de lo que suceda”
74
XII
Al ver el rostro desencajado de su madre y la seriedad e

inquietud del médico que la acompañaba, Monique pudo intuir la
gravedad de su situación. Mientras su madre se alejaba a un
rincón de la sala clínica donde la atendían, con la mirada
extraviada y pareciendo cargar una losa pesada sobre sus
hombros; el médico se acercó a ella.
“El problema que presenta es muy serio y de gravedad

extrema, existe una abundante hemorragia que inunda la cavidad
abdominal, con evidencias de pérdida del producto nonato debido
a un embarazo ectópico y con alto riesgo de su integridad física
si no la operamos de urgencia; incluso aun operándola no le
puedo asegurar nada por los riesgos que presenta la operación.
Lo que si le aseguro, es que el traslado a la clínica de Culiacán
significa la muerte segura porque su estado actual no puede durar
más de dos horas”.
XIII
En ese instante, tan breve, pero que a Monique le parecieron

eternos, desfilaron por su mente los miedos y los temores.
Aparecieron de manera fugaz las personas que más amaba: sus
75
sobrinas Melissa y Shantal, su mamá y su papá; sus hermanas y

las personas que más significaban algo en su vida.
La pesadilla de no despertar de la operación y no haberse

despedido de su familia. El reconocimiento a la vulnerabilidad del
ser humano ante la muerte, sin importar su condición social,
género o función que desempeñe. La importancia de tomar una
decisión importante de vida o muerte, que al ser errónea te
elimina las posibilidades futuras. Todo ello, sucedió en imágenes
sucesivas en un instante fugaz, antes de decirle al médico
opéreme y dejo mi vida en ¡Dios Todopoderoso.!
En la sala de operaciones se sentía el ajetreo de todo el

personal médico encargado esa noche. Los rostros tensos por los
nervios y la responsabilidad de ese momento ante el cuadro
clínico que presentaba Monique. Unidades de sangre eran
utilizados en grandes cantidades para suplir la que inundaba la
cavidad abdominal. La débil respiración y el color pálido de su tez
hacían temer lo peor a los médicos. Afuera, su madre y hermanas
rezaban e imploraban a Dios por la recuperación de Monique.
La muerte se paseaba invisible por la instancia, tratándole de

ganar la lucha que sostenía con el incansable personal médico.
Una barrera de Fe protegía a Monique impidiéndole acercarse a
ella, pero era paciente y podía esperar toda la noche.
76
XIV
Al despertar hasta el siguiente día, todavía adormecida por la

anestesia y con un dolor terrible en la zona abdominal, pero sin la
intensidad del día anterior; incluso sin los dolores en la espalda y
el pecho; con los brazos y piernas con la sensibilidad natural que
la hizo sentir alivio; Monique sintió el deseo de tener a su lado a
su familia y agradecer juntos a Dios por la nueva oportunidad de
despertar y abrazarlos y colmarlos de besos.
La sonrisa del médico al realizar el seguimiento clínico de la

operación realizada, le llenó de optimismo, lo cual se tornó en
felicidad al escuchar al médico en torno a la operación.
- “La operación fue un éxito, fueron cuatro horas de lucha

intensa. La pérdida del bebé era inevitable y la eliminación
de una de las trompas de Falopio. Sin embargo, no hay de
qué preocuparse porque con la otra trompa, está en
condiciones de fertilidad y preparada para una concepción
a mediano plazo. La hemorragia fue abundante y
extensiva en la cavidad abdominal, pero se realizó una
cuidadosa limpieza para evitar infecciones y futuras
complicaciones.
- ¡Felicidades! Ha vuelto a tener otra oportunidad en la vida”
77
Capítulo Sexto
“Una nueva perspectiva de Vida”
Hacia la búsqueda de un nuevo camino

I
En la soledad del hogar de su familia: ya de vuelta a Culiacán,

sanando de las huellas y cicatrices de la operación, pero sufriendo
emocionalmente y luchando por superar los traumas que le
habían provocado la situación vivida; Monique daba vueltas
interminables por la sala de su casa con la inquietud y
preocupación reflejadas en su rostro.
78
Los fantasmas del pasado reciente pasaban fugaces por su

pensamiento. El encuentro cercano con la muerte, le provocaban
angustia y desesperación. Los sucesos trágicos del fallido
embarazo. La proximidad a la pérdida de vida y la posible y
consecuente separación de sus seres queridos eran motivo de la
desesperación que estaba viviendo a diario, luchando contra el
sentimiento de soledad y la depresión que la atrapaba con la
“garra” de los pensamientos fatales.
II
¡Debo ser fuerte!, ¡debo mantenerme firme!, ¡Debo salir

adelante! Eran los pensamientos que ella misma generaba para
contrarrestar los efectos de la creciente depresión a la que se
estaba sumiendo y que trataba de combatir escuchando música,
leyendo distintos libros de superación personal y pensando
siempre en la mejor manera de distraerse para erradicar las ideas
nefastas que le taladraban el cerebro.
Una tarde decidió refugiarse en la iglesia más cercana de

donde vivía. La imagen del Cristo Redentor postrado en la urna
lateral del acceso a la entrada principal, la recibió provocándole
un conjunto de sensaciones y emociones contenidas hasta ese
momento; sintiendo en su cuerpo la sensación de alivio espiritual
79
y percibiendo una luz que proyectaba la escultura de mármol del

Cristo Redentor, como una luz de esperanza en su camino.
III
Las lágrimas fluyeron en Monique como fluyen las aguas de

un río que caen por las cataratas. Oró por ella y su familia. Rogó
y pidió perdón por los errores cometidos. Prometió fortaleza para
recibir las órdenes y el mandato divino. Agradeció por la nueva
oportunidad que se le brindaba de nuevo en su vida. Y lloró para
sacar el sufrimiento de los últimos meses.
Las lágrimas brotaban de sus ojos de manera constante y

abundante, cual lluvia generosa en la estación de verano que
moja los pastizales y deja brotar las plantas con sus flores,
llenando de vida la tierra con su verde color y las aromáticas flores
que brotan de las plantas.
IV
Las lágrimas humedecieron la imagen del Cristo Redentor al

cual se había postrado y abrazado en un acto de esperanza y
alivio para sanar sus heridas. El tiempo pasó sin darse cuenta
para Monique, la quietud del lugar, la tranquilidad que de manera
80
paulatina fue calmando sus exaltados ánimos, fue le bálsamo que

necesitaba para fortalecer de nuevo su espíritu.
Unas últimas plegarias y el beso de agradecimiento y

despedida al Cristo Redentor antes de abandonar el recinto
sagrado. El aire cálido de la calle la recibió sintiéndose viva.
Sintiendo una transformación en sí misma. Sintiéndose renacer a
una nueva vida llena de esperanzas y posibilidades. La
metamorfosis en su personalidad estaba en camino. De nuevo la
sonrisa adornó su rostro. El bebé seguía estando en el centro de
sus anhelos.
Meses después de los sucesos narrados, Rafael se encuentra

de nuevo en el mismo “Café” con Monique. En esta ocasión no
fue un encuentro fortuito. Se habían puesto de acuerdo para
comentar las experiencias dramáticas y traumáticas vividas por
ella. Sentía la imperiosa necesidad de contar todas las vivencias
a Rafael y ser escuchada para desahogar sus emociones y
sentimientos
A diferencia de la ocasión anterior, ella lucía radiante y feliz.

Su mirada diáfana daba muestras de que la tormenta quedó en el
pasado. Su especial sonrisa con un toque de sensualidad, la
81
hacían lucir encantadora. Su belleza discreta con escaso

maquillaje, causaban una grata impresión en Rafael,
provocándole ternura y afecto.
VI
La amena charla entre ambos en el contexto del aromático

“Capuchino” sabor almendras que degustaban, se convirtió en un
acto de reflexión personal con enfoque filosófico en torno a la
existencia del ser humano. La valoración de las pequeñas cosas
de nuestra cotidianeidad. Las personas que amamos. El daño que
hacemos y recibimos con nuestros actos y nuestras palabras. En
fin, se pudo observar el aprendizaje y el crecimiento personal de
Monique por sus experiencia de vida.
Para dar cuenta de manera más objetiva de los sentimientos,

pensamientos y transformaciones de Monique, se reproduce de
manera íntegra la charla tenida en el agradable espacio del
“Café”, dándole una estructura de una formal entrevista:
82
R: ¿Qué aspectos se combinaron para la decisión de

operarse en el ISSTE de Mazatlán?
M: Cuando supe lo que en realidad estaba pasando en mi cuerpo,

me dio mucho miedo, me sentí agobiada, desesperada,
enclaustrada, con temor de lo que pudiera pasar con mi embarazo
y mi vida. Al no conocer las instalaciones y personal
(conocimiento o antecedentes de la institución), sentía mayor
seguridad que me trasladaran al ISSSTE de Culiacán, debido a
que allá estaba mi ginecólogo. Estuve muy insistente en hablarle
pero nunca contestó. El hecho de que el doctor no contestara fue
el primer factor que intervino. Posteriormente al platicar con el
ginecólogo que me operaría, al verme insistente en quererme ir a
Culiacán, se acercó a mí y me dio dos opciones:
1. Operarme en Mazatlán y ver que se podía hacer porque

ya estaba derramada de sangre por dentro.
2. Firmar una responsiva, de que me trasladaran a Culiacán,
pero bajo mi responsabilidad, solamente que si tomaba
esta opción no llegaría con vida a la ciudad.
83
En ese instante respiré, miré a mi mamá y supe que nadie

podía hacer nada por mí, solamente Dios y los médicos. Que
tenía que afrontar las consecuencias de mis actos, ser fuerte y
valiente…me pasó toda mi vida en cinco segundos y sentía la
necesidad de vivir, no podía morir porque tenía muchas cosas por
hacer y vivir todavía, principalmente tener hijos, verlos crecer,
convivir con ellos, conocer mis nietos y bisnietos…
Levanté la mirada nuevamente y le dije al doctor que me

operara, que ponía en sus manos mi vida junto con Dios. Que
pase lo que tenga que pasar, pero no me quiero morir (dije en mi
mente)- justamente ahí, sentí que era la decisión donde tenía más
probabilidad de vivir y de luchar por mi vida, estaba muy nerviosa,
pero traté de ser fuerte y optimista, sentir la fe que jamás antes
había tenido, me aferré a ella por el deseo de vivir.
84
R: ¿Cuál fue el factor clave para superar la crisis emocional

producida por el problema de salud?
M: El deseo de vivir y la Fe de que todo es posible y puede

suceder, si crees. Cuando te tocan lo más sensible de tu ser.
Cuando sientes que has tocado fondo y que eres vulnerable ante
las cosas de la vida, te das cuenta de que no puedes vivir en esa
condición. No es vida vivir así, tu mente empieza a pensar sin
control ni sentido, llega la paranoia, el pánico, la incertidumbre, el
temor, los miedos, la depresión, en ese justo momento te
desmoronas para volver a reconstruirte, agarras fuerzas para
ponerte de pie y luchar por tus sueños y tus metas de vida. Para
lograrlo, la Fe es el factor principal, sea lo que sea, es lo que te
da fuerzas para seguir adelante.
85
R: ¿Cuáles fueron los sentimientos producidos por estar

entre la vida y la muerte?
M: Principalmente te da miedo, porque te das cuenta de que

pudiste haber hecho muchas cosas, expresar sentimientos a otras
personas y posiblemente no habrá más tiempo para realizarlas.
Te pasan los recuerdos de tu vida en un instante. Es una
mezcla de sentimientos y sensaciones que recorren en tu cuerpo.
La adrenalina se hace presente, luego viene el momento decisivo,
donde el amor a tu familia te da un empuje. Después la tristeza te
invade, empiezas a luchar contigo mismo y se hace un chispazo
en tu cerebro que te dice ¡hey! ten Fe, todo saldrá bien con la
ayuda del ser divino que está allá arriba, en el universo. Exploras
tu ser, tu alma, tu espíritu, a ver que te dicen, si es probable que
mueras o que sigas viviendo.
No sé cómo explicar, pero de algún modo, te aferras a vivir

porque quieres seguir estando con las personas que amas, que
quieres y que saben que te van a extrañar si ya no estás.
Considero es lo más fuerte que puede llegar a vivir una persona,
encontrarse en una situación crítica, donde tú no puedes hacer
86
biológicamente nada por ti, donde dependes de la decisión de

algún ser celestial sobre tu destino. Aunado a esto, está la pérdida
de mi hijo, sentía doble pérdida, mi vida y la de él/ella. Me dio
mucha impotencia por no poderle haberle dado las condiciones
necesarias para que se desarrollara y siguiera creciendo. Sentía
culpa, impotencia, desespero, ansiedad y pánico; o nos moríamos
los dos, o me salvaba yo, no había opción de que siguiera
viviendo él. Se me partía el alma, se me desmoronaron mis
ilusiones de ser mamá, pero tenía que seguir luchando por mi vida
y tener la posibilidad de poder ser madre algún día.
Cuando pasa la emergencia, el momento de crisis,

experimentas sentimientos de agradecimiento a Dios y a tu
cuerpo por haberte dado otra oportunidad de vida, pero al mismo
tiempo te vuelve a invadir la tristeza, vuelve a darse esa lucha
interna y cuando sientes que ya no puedes más, te aferras
nuevamente a esa Fe y esperanza a algo o alguien en que o quien
creer para que te de fuerzas para seguir adelante.
Después sentí paranoia, sentía que no era esa persona

intocable, sino el ser más vulnerable y terrenal posible. Te das
cuenta que la vida es un regalo que hay que saberlo vivir,
primeramente desde ti, desde tu interior, encontrar esa paz que
tu alma necesita, ese equilibrio entre tu mente y tu corazón. Tratas
87
de ser optimista, de indagar o descifrar por qué tuviste que vivir

esa situación y cuál es la moraleja o aprendizaje.
88
R: ¿Cuáles cambios se produjeron en el carácter y formas de

pensar, después de la operación?
M: Después de esa experiencia, soy la misma Stephany, pero

renovada. Una que renació como el “Ave Fénix” después de las
cenizas, después de haber tocado fondo. Considero que tengo
mucho que aprender, mucho que pulir en mi forma de ser, de
actuar, de sentir y de pensar, somos seres inacabados,
imperfectos, pero que vivir esto te cambia por completo, sobre
todo desde tu interior y de la forma en que vez y vives la vida, en
lo que inviertes tu tiempo. Hoy en día me siento más humana,
vulnerable y temerosa aún, pero con unas ansias increíbles de
seguir viviendo y estar con las personas que quieres.
Soy más abierta y flexible tanto en mi trabajo, como en las

cosas que me he guardado por mucho tiempo por orgullo y
arrogancia. Estoy en una etapa donde tengo que cerrar círculos,
no callar lo que siento o pienso. Hoy valoro más que nunca mi
cuerpo, mi tiempo y la vida. Siento que mi carácter es más
sensible.
89
Dicen que después de la tormenta llega la calma, yo estoy

empezando a ver destellos de luz en mi camino. Rayos que están
queriendo traspasar esas nubes abrumadoras. Empiezo a sentir
nuevos aires que llegan a mi vida, sobre todo la oportunidad que
nunca me había dado: convivir conmigo misma, empezar a
disfrutar la soltería que tengo, descubrir que valgo mucho y que
tengo un gran futuro por delante, pero para llegar a ello, tengo que
seguir trabajando conmigo misma.
90
R: ¿Qué papel jugó el aspecto religioso para superar la crisis

post operatoria?
M: Fue esencial, indispensable y totalmente necesario. Considero

que si alguna persona nunca ha creído en algún ser divino o
celestial, en ese momento comienzas a creer y dices su nombre.
En lo personal en el momento que me iban a operar en el
quirófano, mi vista se dirigido hacia un lugar en específico y dije –
Dios te quiero mucho- luego ya no supe nada, hasta el momento
en que mi cuerpo reaccionó, abrí los ojos y comencé a tener
conciencia de nuevo. Si antes era creyente, después de ese
momento aumenta tu Fe y sientes la Fe.
Sé que son cosas inexplicables científicamente, pero hay

experiencias en tu ser que vives antes, durante y después de esas
situaciones y que solo la persona que las vive, las siente. Aunque
el hecho de sentir que dependes de ese ser celestial y que ningún
ser querido puede hacer algo por ti, llegas al límite donde tienes
que confiar y creer, si no, no sé qué pasaría. En mi corazón y mi
ser habita un sentimiento muy especial hacia ese ser
91
divino/celestial, que nunca he visto, pero que he sentido su poder

para dejarme vivir y sanar. Estoy muy agradecida.
92
R: ¿Cómo me siente y qué mensaje les da a las personas que

han sufrido heridas emocionales?
M: Hoy justamente me siento nerviosa pero con optimismo y fe

que todo saldrá bien en el estudio que me realizarán mañana,
porque sé que si Dios me dejó viva es para seguir adelante con
mis sueños. Nunca dejen de luchar por ellos, llega el momento en
que se hacen realidad, cuando conectas tu mente y tu alma. El
hecho de haber enfrentado una situación crítica, no es condición
para seguir sufriendo. Es difícil pero hay que aceptar las pruebas
que Dios nos da, porque algo quiere que aprendamos.
Tenemos que luchar por ser felices y para ello hay que trabajar
con nuestro interior, ser humildes, mejorar y aprender. Tengan
amor a la vida, a veces sentimos que nos quita o que se ensaña
con nosotros, pero todo tiene una razón y aunque aparentemente
no la veamos de momento, llegará el día en que digamos –ahhh
por eso tenía que vivir eso, para ser feliz como hoy-.
Nunca hay que perder la fe en algo que quieran creer, nunca

hay que dejar de sentir amor y expresar lo que sentimos, porque
ni el presente es seguro. Hay que luchar y amar para vivir.
93
Experiencias recientes del fin de semana:
Mi pasado vuelve, considero que es momento de cerrar o abrir

círculos…eso hice!, expresé sentimientos que tenía guardados,
tuve iniciativa y descargué un peso de encima. ¿Por qué lo hice?
Porque a veces el orgullo y la soberbia lo ciegan a uno, y pierdes
posibilidades que luego se pueden convertir en hubiera.
Considero que si quiero salir volando como el ave fénix, tengo que
ser más humilde, abierta, mostrar iniciativa.
Siempre he esperado que los demás den el primer paso, por

lo menos en mi vida sentimental y esta vez me quité las zapatillas
de orgullo y soberbia. Confesé lo sensible y vulnerable que soy,
sobre todo a dos personas que fueron muy importante en mi vida,
que la marcaron sentimentalmente antes de que yo me casara.
Para poder crecer y ser mejor persona tuve que hacer lo

siguiente:
Con la primera persona, expresarle que de corazón lo

perdonaba y le di las gracias por haber vivido esa experiencia a
94
su lado, por que descubrí de qué madera estoy hecha como mujer
y porque me enseñó a sentir amor por primera vez.
A la segunda persona, le confesé que detrás de esa mujer

arrogante e imponente, hay experiencias que la han marcado y
han moldeado de cierta manera su carácter; y una de esas cosas
es saber que a pesar de no tener apellido, estatus social o
económico, es una persona perseverante, que lucha por lo que
quiere, pero que no es fría, que necesita amor y que quiere ser
feliz.
Después de todas las experiencias vividas. Después del

intenso sufrimiento experimentado. Después de darme cuenta de
la vulnerable que soy. También pude darme cuenta:
“Qué hay una Luz de Esperanza en mi Camino”
95
Reflexiones Finales:
96
¿EXISTE DIOS?
Con su carita triste y el semblante angustiado,
la mirada inquieta y la zozobra en su rostro;
un día, el más pequeño de mis hijos me preguntó:
Papá si nunca lo vemos…
¿Existe Dios?
Tomado desprevenido por la pregunta de él,

revisando con cuidado; analizando los momentos
vividos, mis principios y el entorno de mi Fe;
le dije: Hijo mío, escucha atento y respetuoso
lo que te diré.
Cuando los rayos del sol y la aurora al llegar el día

pintan de luces y magníficos colores la naturaleza;
97
e iluminan con su dorado resplandor las espigas del trigo, que

indelebles se mecen en el campo con el arrullo del aire.
Cuando se escucha anhelante por vez primera,

el tierno y fuerte llanto del bebé neonato, que acude después de
nueve meses, a su cita con la vida; y lo cobijan los cálidos y
amorosos brazos de su Madre.
Cuando la mano de una persona desconocida

auxilia firme a otra persona, le ayuda a levantarse,
sostenerse; y una cálida sonrisa suya, hace desvanecer los
sufrimientos y penurias que está pasando.
Cuando en momentos difíciles del entorno de lo cotidiano; las

palmeras, las gaviotas, la brisa del mar y el arrullo de las olas,
son los compañeros temporales y fieles de la soledad, la
nostalgia, la tristeza y la añoranza.
Cuando se inunda de llanto el hombro presto

del familiar o amigo, que con su presencia, afecto
y cariño, brinda la fortaleza necesaria para enfrentar con ánimo,
la pérdida de un entrañable y ser querido.
Cuando te haga vibra de emoción la letra de una canción, el

vuelo del ruiseñor, un paisaje, un poema; las notas del saxofón;
98
el acorde de una guitarra, la danza del colibrí; las palabras de

una madre y la enseñanza del profesor.
Cuando sientas la frescura en tu rostro, de las gotas finas de la

lluvia al caer y tus ojos brillen de alegría. Cuando sientas latir de
contento tu corazón. Cuando veas en tus hijos el reflejo del
padre y la madre.
Cuando el amor, la esperanza y la felicidad ahuyentan los

fantasmas que te persiguen desde la infancia y Cuando veas
volar la paloma con su rama de olivo; y cuando la Fe te ayude a
darle sentido a la Vida…
¡Ahí está Dios!
Autor: Roberto Palomares González.
99
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Mtro. Roberto Palomares González

Email: rpalomares46@hotmail.com
http://formaciondocente.com.mx
http://www.formaciondocente.com.mx/blogeducativo/
Autor: Roberto Palomares González
Primera Edición: Octubre de 2017
Culiacán Rosales , Sinaloa. México
106

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……………….

……………………………………Una Luz de Esperanza en el Camino

“La problemática del contexto global”……………………… 19

“El entorno familiar de Monique”………………..………….. 22

“Tres semanas para el olvido”………………………………. 36

- Una amarga y dolorosa experiencia…………………. 40

“La ilusión de un bebé”………………………………………. 53

- El sueño hecho realidad……………………………….. 53

“Encuentro cercano con la Muerte”………………………… 65

“Una nueva perspectiva de vida”…………………………… 77

- Hacia la búsqueda de un nuevo camino…………….. 77

- Experiencias recientes de fin de semana……………. 93

- Pensamientos sobre la vida…………………………… 99

E l presente texto, narra un conjunto de situaciones de la vida

Hechos verdaderos de angustia, tristeza, dolor físico y moral;

La finalidad de la narración tiende a través de las experiencias

autoconocimiento y la autoconciencia como punto de partida para

De igual manera, el texto es una invitación a la sociedad para

Bienvenidos lectores a este maravilloso recorrido de

E n el ámbito mundial en los recientes años, el todavía vigente

Desastres naturales como los terremotos de gran intensidad

desastres en las islas paupérrimas del Caribe e impactando la

Considerando que los fenómenos de la naturaleza y su

Estos hechos sirven para ilustrar el carácter frágil de la

Un aspecto muy importante dentro de la condición humana y

establecer las relaciones armónicas entre las demás personas

La dignidad humana se establece a partir de la fortaleza

De esta manera cuando se construye un proyecto social de

Monique forma parte de una familia “estándar” de la clase

Nélyda Guadalupe, la hermana mayor; una persona que fue

Originarios de un poblado del Municipio de Culiacán, llamado

Melitón, de complexión fornida debido a las exigencias del

Gracias a los pequeños ahorros producto del trabajo en su

Melitón, gracias su perseverancia, responsabilidad y buen

camioneta “Chevrolet” que les permitía el traslado con

La infancia y adolescencia de las tres hermanas eran iguales

Nélyda Guadalupe se destacaba por su brillantez e

Anahy destacaba por su picardía, su chispa y constante

familia por la debilidad que provocaba en sus padres por el

Monique, en cambio mostraba un carácter endeble, insegura

Su etapa infantil en el hogar era un desastre porque la torpeza

primaria, se convirtió en un verdadero martirio y sufrimiento

Las dificultades en el estudio, particularmente en el

La problemática en torno a las relaciones interpersonales en la

La transformación de la personalidad tuvo un detonante

punto máximo de la desesperación, jalándose los cabellos, con la

- ¡Eres una buena para nada!

Estas palabras se sintieron como “latigazos” en la mente y

Aún con las heridas emocionales y el recuerdo de las palabras

pulido por el tallador y que hace surgir el brillo refulgente que

En su etapa de adolescencia y juventud la transformación fue

Las relaciones sentimentales en el transcurso de su etapa de

sexuales y las exploraciones del cuerpo con las caricias hasta el

La primera vez que lo vio, fue en una fiesta de cumpleaños de

Un factor importante para la relación futura entre Manuel y

La relación sentimental entre Monique y Manuel se iba

A insistencia de su madre que deseaba ver a su hija casada

De manera fortuita al cruzarse por la Plazuela Obregón con

El encuentro después de tan fatídica noticia, fue una combinación

¡No quiero saber de ti hasta que te hayas divorciado! Fueron

Los meses y los días fueron pasando en la tranquilidad de la

Más el destino le tenía deparada una sorpresa a Monique, que

en apariencia grata, el tiempo la clasificó como desgraciada.

Manuel se presentó a las puertas de su casa para hablar con ella