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TRASTORNOS PARKINSONIANOS

Diagnóstico de la enfermedad de Parkinson


M. Arias-Rodríguez, G. Morís-De la Tassa

DIAGNÓSTICO DE LA ENFERMEDAD DE PARKINSON


Resumen. Introducción y desarrollo. El diagnóstico de la enfermedad de Parkinson es uno de los retos actuales en el campo
neurológico. En los últimos años se han producido avances significativos, fundamentalmente en el campo de la neuroimagen
(técnicas de volumetría y difusión en resonancia magnética y sonografía transcraneal) y en estudios también funcionales (to-
mografía por emisión de fotón único, tomografía por emisión de positrones) que abren nuevas campos en la investigación, y
sirven al clínico como apoyo diagnóstico. Conclusión. A pesar de ello, éste sigue siendo un proceso clínico, que, además, ha
de cuestionarse en cada momento. [REV NEUROL 2009; 48 (Supl 1): S21-5]
Palabras clave. Diagnóstico diferencial. Enfermedad de Parkinson. Neuroimagen. Neuroimagen funcional. Parkinsonismo.
Sonografía transcraneal.

INTRODUCCIÓN A pesar de los numerosos avances en los últimos años en


Al hablar de enfermedad de Parkinson (EP) nos estamos refi- distintos campos (genético, neuroimagen...), el diagnóstico si-
riendo a una enfermedad neurodegenerativa, causada por una gue descansando en los datos clínicos.
pérdida neuronal progresiva de neuronas dopaminérgicas y tam- Aunque es una patología neurológica relativamente frecuen-
bién no dopaminérgicas en la sustancia negra y en otras regio- te, el diagnóstico puede ser complejo, fundamentalmente en es-
nes, lo que desemboca en una serie de síntomas motores (tem- tadios iniciales, de forma que hasta un 10% de los pacientes va
blor, rigidez, bradicinesia, inestabilidad postural) que responde a tener un diagnóstico alternativo. Además, en diversas revisio-
al tratamiento dopaminérgico. Pero también aparecen una serie nes se objetiva que hasta un 20% de los pacientes diagnostica-
de síntomas no motores (disfunción autonómica, trastornos dos de EP en realidad padecen otros trastornos neurodegenerati-
cognitivos, alteración del sueño, síntomas sensitivos, hiposmia) vos, como atrofia multisistema (AMS), parálisis supranuclear
a los que cada vez se está dando más importancia, sin olvidar al- progresiva (PSP), enfermedad de Alzheimer (EA), demencia por
gunos de estos síntomas que ya se desarrollan en la denominada cuerpos de Lewy (DCL), degeneración corticobasal (DCB), pa-
fase preclínica o premotora: hiposmia, trastornos de la conduc- tología vascular... [2].
ta del sueño REM (rapid eye movement), estreñimiento, síndro- Basándose en estos estudios, se han desarrollado criterios
me depresivo, anhedonia y otros trastornos de la personalidad, y clínicos de diagnóstico, de los cuales quizás los más usados son
que a su vez pueden aparecer hasta cinco años antes de los sín- los criterios del banco de cerebros de Londres (Tabla I). Aun
tomas motores. Se estima que únicamente cuando la pérdida de así, se considera que una precisión en el diagnóstico del 90% es
células dopaminérgicas de la sustancia negra alcanza el 50% se lo máximo alcanzable siguiendo estrictos criterios clínicos [3].
inicia la fase clínica propiamente dicha [1]. También se usan los criterios clínicos de Gelb [4], que dividen
el diagnóstico en posible o probable, según cumpla una serie de
características clínicas y no presente otros sugestivos de otras
EPIDEMIOLOGÍA patologías. Ambos tienen algún criterio de apoyo evolutivo, co-
Se estima una prevalencia variable, en ocasiones difícil de con- mo la respuesta a levodopa, por lo que no pueden aplicarse en el
cretar; así, algunos estudios lo sitúan en 18 y algún otro ofrece diagnóstico inicial.
hasta 900 casos por 100.000 habitantes, con una incidencia
anual de 4,5 a 21 por 100.000 habitantes. Su distribución es uni-
versal, y afecta sin diferencia racial o de sexo, aunque con dis- DIAGNÓSTICO CLÍNICO
creto predominio masculino, y con una sintomatología que sue- Jankovic propone agrupar los cuatro síntomas cardinales de la
le comenzar a desarrollarse en la sexta década de la vida. EP en el acrónimo TRAP (tremor at rest, rigidity, akinesia or
bradicinesia and postural inestability) [5]:
– Bradicinesia: es el dato clínico más característico de la EP,
IMPORTANCIA DE UN CORRECTO DIAGNÓSTICO clave para el diagnóstico. El paciente lo describirá como di-
Un correcto diagnóstico inicial no sólo es importante y necesa- ficultad en las tareas que requieran movimientos finos
rio para la realización de estudios clínicos, sino por motivos (abrocharse, abrir botellas...), y se manifiesta como lentitud
pronósticos, terapéuticos y para proporcionar un adecuado con- y disminución de amplitud en la realización de movimientos
sejo al paciente. alternos de forma rápida y repetitiva. Es el dato clínico que
parece correlacionarse mejor con el grado de déficit dopa-
Aceptado: 23.12.08. minérgico.
Sección de Neurología. Hospital San Agustín. Avilés, Asturias, España. – Temblor: es el síntoma más frecuente y fácilmente reconoci-
Correspondencia: Dra. Mónica Arias Rodríguez. Sección de Neurología. Hos- ble de la EP, síntoma inicial en el 70% de los casos. Ocurre
pital San Agustín. Camino de Heros, 4. E-33400 Avilés (Asturias). E-mail: en reposo a 4-6 Hz. Afecta a manos, piernas, mandíbula, y
mariasrodri@gmail.com está favorecido por determinadas maniobras: caminar, estrés
© 2009, REVISTA DE NEUROLOGÍA o ejercicios de concentración mental.

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– Rigidez: se define como el aumento de la resistencia al mo- Tabla I. Criterios clínicos del banco de cerebros de Londres para el diag-
vimiento pasivo de las articulaciones. nóstico de probable enfermedad de Parkinson.
– Inestabilidad postural: provocada por la pérdida de los re-
Paso 1
flejos posturales, generalmente es una complicación tardía
en la evolución y uno de los síntomas que peor responde al Bradicinesia
tratamiento, tanto médico como quirúrgico. Como se verá Al menos uno de los siguientes:
más adelante, la latencia hasta la aparición de caídas es uno
de los datos clínicos diferenciadores para distinguir la EP de Rigidez
otros parkinsonismos, como PSP y AMS, pero también in- Temblor de reposo con una frecuencia de 4-6 Hz
fluyen en la inestabilidad la hipotensión ortostática, los
cambios sensoriales secundarios a la edad, etc. Inestabilidad postural, que no se justifica por disfunción ocular,
vestibular, cerebelosa o propioceptiva
– Otros síntomas motores: reaparición de reflejos primitivos,
‘signo del aplauso’ [6] (definido como la tendencia a iniciar Paso 2
una ‘salva’ de aplausos cuando al paciente se le indica que dé
Exclusión de otras causas de parkinsonismo
tres palmadas), disfunción bulbar o alteraciones respiratorias.
– Síntomas no motores: disfunción autonómica (hipotensión Paso 3
ortostática, trastornos de la sudoración, disfunción esfinte-
Al menos tres de los siguientes criterios de apoyo:
riana y sexual), trastornos cognitivos y del comportamiento
(conductas obsesivocompulsivas), trastornos del sueño (in- Inicio unilateral
somnio, fragmentación del sueño, hipersomnolencia, tras-
Temblor de reposo
tornos del sueño en fase REM, etc.) y trastornos sensitivos
(hiposmia, dolor, parestesias, acatisia, etc.). Evolución progresiva

Asimetría persistente que afecta al lado donde se inició


EL RETO DEL DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL Excelente respuesta a levodopa (70-100%)
El diagnóstico diferencial entre los distintos síndromes parkin- Discinesias graves inducidas por levodopa
sonianos es un reto fascinante y no exento de dificultad, funda-
mentalmente en el momento inicial. Mantenimiento de la respuesta a levodopa durante cinco años o más
En la tabla II se exponen las patologías que se deben tener Evolución clínica de 10 o más años
en cuenta cuando hacemos el diagnóstico de EP.
Los parkinsonismos atípicos, aunque inicialmente pueden
simular una EP, comparten ciertas señales de alarma o red flags
que nos ponen sobre la pista, y, lo que es más importante, debe- de alcanzar dosis altas (hasta 1.000 mg/día durante al menos dos
mos replantearnos el diagnóstico de EP en cada visita del pa- meses) [9].
ciente, buscando alguna de estas señales de alarma [7]: Otros autores proponen algunos test clínicos sencillos como
– Respuesta limitada a la levodopa. apoyo diagnóstico: así, la realización de una marcha en tándem
– Aparición temprana de caídas e inestabilidad postural. con al menos 10 pasos de forma correcta podría apoyar el diagnós-
– Demencia temprana. tico clínico, mientras que el fallo en alguno de esos pasos orienta-
– Alucinaciones al inicio. ría a un parkinsonismo atípico, en el que la inestabilidad en la
– Aparición temprana de disfagia o disartria graves. marcha es más marcada en etapas iniciales de la enfermedad [10].
– Marcada y también temprana disfunción autonómica: dis- Así, algunos autores ponen el énfasis en la evolución clínica
función eréctil, urgencia o incontinencia urinaria o fecal o como punto clave para diferenciar las distintas entidades [11].
hipotensión ortostática. Las diferencias en la dinámica de la sintomatología son eviden-
– Signos cerebelosos, de motoneurona inferior, piramidales o tes cuando se compara la EP con los parkinsonismos atípicos: la
parietales: astereognosia, agrafestesia, mano alienígena, etc. latencia media hasta un estadio IV en la escala de Hoehn y Yahr
– Distonía o mioclonía. es de media de 166 meses en la EP, y mucho menor en los de-
– Oftalmoparesia vertical, incluyendo en la mirada hacia abajo. más síndromes parkinsonianos.
– Apraxia de la apertura ocular/blefaroespasmo. La latencia entre los primeros síntomas y las caídas reitera-
– Rápida progresión (wheel-chair sign): alcanzar el estadio III das es larga en la EP (118 meses) y mucho más corta en la PSP
en la escala de Hoehn y Yahr en tres años. (6 meses), AMS (24 meses), DCB (37 meses) y DCL (48 me-
– Inicio simétrico. ses). Similares comparaciones evolutivas se establecen para la
– Ausencia de temblor. disartria, los trastornos autonómicos, los bloqueos de la marcha,
etc. Con todo ello, el autor quiere demostrar que en los primeros
El test de levodopa o apomorfina evalúa el estado de los recep- cuatro años de evolución de la enfermedad tendremos los datos
tores dopaminérgicos, así que una respuesta positiva es indica- suficientes para diferenciar la EP de los parkinsonismos atípicos.
tivo de EP, y un beneficio en la respuesta menor del 25-30% en
la Unified Parkinson’s Disease Rating Scale es indicativo de
AMS o PSP. Sin embargo, no conviene olvidar que existen fal- ¿QUÉ PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
sos positivos y negativos, además de problemas de interpreta- AYUDAN EN EL DIAGNÓSTICO?
ción, pues existe además un efecto sedante [8]. Antes de consi- En una reciente revisión de la Academia Americana de Neuro-
derar a un paciente como no respondedor a la levodopa, se han logía, se revisan los grados de evidencia que encontramos para

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TRASTORNOS PARKINSONIANOS

los distintos estudios diagnósticos [2], y se concluye con las si- diagnóstico diferencial entre la EP y los demás parkinsonismos
guientes recomendaciones: en fases iniciales, ya que la densidad relativa de estos receptores
– El test con levodopa o apomorfina se debe tener en cuenta estaría conservada en la EP y disminuida, con distinta intensi-
para confirmar el diagnóstico de EP cuando éste está en du- dad, en el resto de síndromes parkinsonianos.
da (grado de recomendación B).
– Pueden considerarse test de olfacción para diferenciar EP de Gammagrafía cardíaca con 123I-MIBG
PSP y DCB, pero no EP de AMS (grado recomendación B). Aporta datos sobre el estadio de la inervación posganglionar
– No existe evidencia suficiente para determinar si el test de cardíaca, evaluando la integridad y distribución de las células
levodopa o apomorfina o del olfato ofrece ventaja sobre los noradrenérgicas del sistema simpático posganglionar, el cual se
criterios de diagnóstico clínica del EP (grado de recomenda- ve afectado en fases iniciales de la EP. Resultados en pacientes
ción U). con EP indican denervación cardíaca simpática posganglionar,
– Los siguientes probablemente no son útiles para diferenciar en contraposición con los hallazgos de relativa normalidad en
EP de otros síndromes parkinsonianos: estimulación de la pacientes con AMS o PSP. Se puede alcanzar un 90% de sen-
hormona de crecimiento con clonidina, electrooculografía, sibilidad y especificidad en el diagnóstico diferencial entre EP
tomografía por emisión de fotón único (SPECT) (grado de y AMS.
recomendación C). Todas estas técnicas podrían ayudar en la detección de dis-
– Todavía no existe evidencia suficiente para apoyar o recha- función dopaminérgica preclínica, incluso –lo que sería muy
zar los siguientes como medios útiles en el diagnóstico dife- interesante– en el efecto de posibles terapias modificadoras de
rencial de la EP: estudios urodinámicos o autonómicos, la enfermedad. Así, el Dat-SCAN puede dar información adi-
electromiografía anal o uretral, resonancia magnética (ésta cional en pacientes que presentan síntomas no concluyentes,
probablemente sea útil para distinguir EP y AMS), sonogra- sobre todo al inicio de la enfermedad, donde la elección del tra-
fía y tomografía por emisión de positrones (PET) (grado de tamiento adecuado no sólo tiene consecuencias en relación con
recomendación U). el control de los síntomas, sino también en la relación coste/be-
neficio.
Basándonos en estas líneas generales debemos tener en cuenta
los siguientes datos: PET
En la EP se obtiene una captación putaminal asimétrica con 18F-
Neuroimagen dopa, cuya intensidad también se ha correlacionado con la gra-
La tomografía computarizada únicamente nos será útil en aque- vedad y duración de la enfermedad, incluso como marcador
llos pacientes con parkinsonismo de la mitad inferior del cuerpo preclínico en familiares de primer grado. Sin embargo, esta téc-
para descartar hidrocefalia normotensa. nica tiene un elevado coste y poca disponibilidad actual, por lo
La resonancia magnética no dispone de marcadores especí- que no tiene utilidad en el diagnóstico rutinario de la EP [9].
ficos para EP, pero sí supone un arma de apoyo en los atípicos;
incluso técnicas de volumetría (con el inconveniente de su com- Sonografía transcraneal
pleja disponibilidad) permiten la distinción entre EP y AMS y Más del 90% de los pacientes con diagnóstico clínico de EP
PSP [12]. También se postulan algunas técnicas en difusión co- muestran hiperecogenicidad en la sustancia negra en relación
mo parámetro útil en el diagnóstico diferencial inicial entre EP con los controles. Se ha sugerido incluso como marcador de
y otros parkinsonismos [13]. diagnóstico diferencial. Existe cierto solapamiento con sujetos
sanos y temblor esencial. Puede ser útil para excluir ciertos par-
Neuroimagen funcional: SPECT, PET kinsonismos, como PSP, y también para diferenciar EP y AMS,
Los marcadores de la vía dopaminérgica se pueden clasificar en donde la hiperecogenicidad se manifiesta sobre todo en el nú-
pre- y postsinápticos, y así, los disponibles en España son: 123I- cleo lenticular [15].
FP-CIT (marcador de la proteína transportadora de dopamina)
como presináptico (DaT-SCAN) y 123I-IBZM (marcador de los Estudio de otros síntomas clínicos
receptores D2) como postsináptico. Más del 90% de los pacientes con EP presentan hiposmia en al-
El DaT-SCAN (con una especificidad cercana al 100% y gún momento de la evolución de la enfermedad. Es un síntoma
una sensibilidad entre el 90-97%) nos es de utilidad para saber de sinucleopatía, útil entonces para excluir otros tipos de par-
si los síntomas de un paciente se deben a un déficit de dopami- kinsonismos por taupatías. Con el test de olfacción de la univer-
na en la vía nigroestriada. Se ha propuesto como un marcador sidad de Pensilvania se obtiene menor puntuación en EP y DCL
temprano en el diagnóstico diferencial de temblores de origen que en controles sanos u otros síndromes parkinsonianos, como
no parkinsoniano, parkinsonismo inducido por fármacos o de PSP, DCB o AMS.
causa vascular. Incluso se postula como marcador de progresión Aproximadamente un 30% de los pacientes con EP presenta
de la enfermedad, puesto que la unión del marcador al estriado trastornos de la conducta en fase REM. Este trastorno es carac-
se correlaciona con la gravedad y duración de la enfermedad. terístico de las sinucleopatías, pero no exclusivo.
Sin embargo, no es de utilidad para distinguir entre EP, PSP,
AMS o DCB. El DaT-SCAN forma parte de los nuevos criterios Estudios genéticos
diagnósticos de la DCL y permite el diagnóstico diferencial en- Los avances en el campo de la genética en esta patología han
tre DCL y EA [14]. llevado al descubrimiento de varios genes (con transmisión tan-
La vía nigroestriada postsináptica se puede evaluar con el to autosómica dominante como autosómica recesiva) causantes
estudio de la densidad relativa de los receptores D2 estriatales de EP y parkinsonismo. Ello ha llevado fundamentalmente a un
mediante el uso de la 123I-IBZM. Ello permitiría establecer el mejor entendimiento de los mecanismos implicados en su pato-

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genia, como son la disfunción mito- Tabla II. Diagnóstico diferencial de la enfermedad de Parkinson.
condrial y acumulación de proteínas
mal plegadas, lo que llevaría a la Temblor esencial
apoptosis celular. En la actualidad, Parkinsonismo Fármacos Neurolépticos típicos y atípicos
sólo un 20% de los casos de parkin- secundario (risperidona, olanzapina...)
Procinéticos (excepto domperidona)
sonismo de inicio precoz y no más Antagonistas del calcio
del 3% de todos los casos de EP se Ácido valproico
deben a mutaciones reconocibles en Reserpina, tetrabenacina
Amiodarona, alfametildopa
genes específicos. Aunque existen Litio
ya test comerciales para la identifi-
cación de algunos de ellos, no debe- Tóxicos Monóxido de carbono, MPTP, manganeso
rían usarse como técnicas de diag- Infeccioso Encefalitis, neurosífilis, enfermedades
nóstico rutinario. Además, en pa- por priones, toxoplama, leucoencefalopatía
multifocal progresiva, virus de inmuno-
cientes con síntomas sugestivos, un deficiencia humana
test negativo no excluiría el diagnós-
tico, y la selección y elección de los Metabólico Enfermedad de Wilson, hipoparatiroidismo,
mielinólisis extrapontina, neuroacantocitosis,
genes a estudiar puede no ser fácil, insuficiencia hepática crónica, encefalopatía
debido a la ausencia de correlación hipóxica
entre genotipo-fenotipo. Hay que Estructural Vascular
valorar si la realización de estos test Hidrocefalia normotensiva
provoca cambios en la actitud tera- Postraumático
Tumores
péutica del facultativo, y qué utili- Malformaciones vasculares
dad tendría en fases preclínicas, te-
niendo en cuenta que no existe una Parkinsonismos Atrofia multisistema
atípicos Parálisis supranuclear progresiva
terapia neuroprotectora. En estos ca- Degeneración corticobasal
sos presintomáticos, probablemente Demencia por cuerpos de Lewy
habría que seguir protocolos simila- Otros trastornos Enfermedad de Huntington
res a los ya disponibles para la en- neurodegenerativos Demencia frontotemporal con
fermedad de Huntington [16,17]. parkinsonismo ligado al cromosoma 17
Ataxia espinocerebelosa
Atrofia dentatorrubropalidoluisiana
Otros biomarcadores
Se basarían en la búsqueda de anti-
cuerpos contra determinadas sustan-
cias, como la neuromelanina (ésta es secundaria a la muerte – A pesar de los numerosos avances en distintos campos, el
neuronal, y no se metabolizada ni degradada enzimáticamente diagnóstico se basa fundamentalmente en los datos clínicos.
[18]), la α-sinucleína, etc., todo ello aún en fases precoces de – El diagnóstico de la EP ha de cuestionarse en cada revisión,
investigación. y hay que prestar especial interés a la aparición de síntomas
atípicos o red flags.
– El desarrollo de adecuadas herramientas de cribado para en-
CONCLUSIONES fermos en fase preclínica parece ser uno de los aspectos más
– El diagnóstico correcto es fundamental para un adecuado ma- importantes, fundamentalmente si se desarrollan terapias neu-
nejo del paciente y para transmitirle una adecuada información. roprotectoras.

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DIAGNOSIS OF PARKINSON’S DISEASE


Summary. Introduction and development. The diagnosis of Parkinson’s disease is one of the current challenges in the neurology.
The development of imaging techniques (volumetric and diffusion-weighted magnetic resonance imaging and ultra-
sonography), and functional neuroimaging (single photon emission computed tomography and positron emission tomography)
in recent years has opened new research fields, and are useful as diagnostic tools. Conclusion. Anyway the diagnosis is still a
clinical process, and it should be reconsidered at each visit. [REV NEUROL 2009; 48 (Supl 1): S21-5]
Key words. Differential diagnosis. Functional neuroimaging. Neuroimaging. Parkinsonism. Parkinson’s disease. Transcranial
sonography.

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