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ALUMNO: EDUARDO RAMIREZ SANTOS

DOCENTE: CLAUDIA PATRICIA GARCÍA FUENTES

LADA1A2

ESTÉTICA Y PERCEPCIÓN

COATZACOALCOS, VERACRUZ
27 DE ABRIL DEL 2018
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LA ESTICA SEGÚN KANT

La estética trascendental es definida por Kant como la ciencia de todos los principios a
prioridad de la sensibilidad.1 La estética trascendental junto con la lógica trascendental
forman doctrina trascendental de los elementos, que es la primera parte de la Crítica de la
razón pura del filósofo prusiano Immanuel Kant.

PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DE LA ESTÉTICA DE KANT

1. Kant es un “no representacionalista”: el arte no representa nada. El arte se


conforma de la espontaneidad y un libre juego de facultades, sin que esto derivase
en ningún caso a una función representativa, hasta el punto de que cuánto más
intenta significar una obra peor es la obra. No hay una finalidad semántica con la
obra, lo que vale es la inmediatez. El arte posee una finalidad sin fin consciente.

2. Conviene señalar el subjetivismo transcendental de Kant, es decir, como el objeto


no tiene ninguna función representativa, tampoco se vuelve a él.

3. La estética kantiana es romántica, está basada en Rousseau. El arte es igual a la


experiencia.

4. Su teoría estética es anti-intelectualista: la razón no es concluyente para emitir


juicios, lo válido son las apariencias, la primera impresión sin atender a su forma o
composición, sólo a las emociones que despierta ese primer momento que es
apariencia, es arte, es juicio. Los instintos frente a la razón.

5. El objeto de la apreciación estética es la naturaleza.

6. El modelo estético de este pensador está en la anulación de toda intencionalidad,


adoptando un modelo natural y anti-semántico.

7. Para Kant el contemplador no es un intérprete, habla de un momento primigenio


de contemplación como fenomenología del momento estético primordial. Esta es
una contemplación sin conceptos, no medida por nada. A su parecer, el caso
estético es un caso de genio, de entusiasmo interpretativo, no de ingenio. Kant
habla del proceso estético a modo de análisis fenomenológico puro (agrado
estético).

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La Estética según Hegel

El objeto de la estética es lo bello y su dominio es el arte.

Las obras de arte son producto del espíritu humano y por ende son más
bellas que las bellezas de la naturaleza, que son imperfectas, reflejo de la
belleza del espíritu verdadero; porque si el espíritu es el Ser verdadero, lo
bello es bello en cuanto es creado por él.

la estética según Hegel


Las bellas artes no son dignas de ser tratadas en forma científica porque por
su naturaleza no pueden someterse a los rigurosos procedimientos de la
ciencia.

El arte anima las ideas y la ciencia las reduce a pura abstracción y las
desvitaliza.

El mundo del espíritu es el de la imaginación, de lo irregular y de lo fortuito;


por lo tanto, la ciencia no es posible porque el arte no cumple con sus
principios.

Sin embargo, el arte y la ciencia tienen en común el poder ser empleados


para otro fin que el que les es propio, cuando ambos son libres,
independientes y verdaderos.

Las bellas artes son las que descubren los secretos de la sabiduría y los
misterios de la religión.

El arte realiza lo verdadero de las ilusiones de este mundo imperfecto y le


otorga las formas elevadas del espíritu.

Por eso, las formas del arte tienen una realidad y más verdad que los
fenómenos del mundo; son más expresivas y transparentes y son más
verdaderas que la naturaleza y la historia.

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El arte de lo bello sólo puede alcanzar un grado de verdad, no la verdad
absoluta. Es el pensamiento el que ha superado a las artes.

Las bellas artes son creaciones libres de la imaginación que sólo se dirigen al
sentimiento, por eso escapan a la ciencia.

El arte de lo bello es de naturaleza espiritual porque proviene del espíritu.

Sin embargo, el arte también tiene reglas rigurosas que le son propias, reglas
críticas y los principios del gusto.

Existen dos procedimientos como método para la indagación filosófica de lo


bello y del arte y ambos son exclusivos y se contraponen. Uno es empírico e
histórico y es el que estudia las reglas críticas y los principios del gusto y el
otro es racional y “a priori”, que deduce de la idea de lo bello las reglas
generales.

Los representantes de estos métodos son Platón y Aristóteles, ambos por


separado no son suficientes, pero la conciliación de sus dos procedimientos
constituyen el verdadero método, o sea la apreciación del gusto necesaria y
la capacidad de la aprehensión de lo bello en sí y la comprensión de sus
reglas y caracteres inmutables.

Desde el punto de vista del sentido común, el arte de lo bello se puede


examinar a partir de los siguientes supuestos:
1) el arte no es un producto de la naturaleza sino que es una actividad
humana.
2) se dirige hacia los sentidos recurriendo a lo sensible
3) tiene un fin en sí mismo.

La idea de lo bello del arte está en la unión de dos elementos que están
separados y opuestos en el pensamiento: lo ideal y lo real; la idea y la forma,
etc., oposición que se manifiesta no sólo en el pensamiento general de los
espíritus que son capaces de reflexionar, sino también en la filosofía misma.

Solamente cuando la filosofía pudo resolver este problema y resolver la


contradicción, es cuando fue capaz de tener verdadera conciencia de si
misma y comprender la idea de la naturaleza y del arte al mismo tiempo.
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ESTETICA SEGUN HEIDEGGER

El pensamiento beideggeriano se caracteriza, entre otras cosas,


porintentar llevar a cabo, desde la altura de nuestro tiempo> un
diálogo profundo e innovador con la tradición, que nos permita
contemplar desde un nuevo horizonte todo nuestro pasado
filosófico, desde los presocráticos hasta nuestros días. En este
sentido, la obra heideggeriana viene a situarse junto a las de Hegel
y Nietzsche, que, como es sabido se desarrollan en una
confrontación constante con esa tradición.

Prolongadora, en efecto, de los planteamientos hegelianos y


nietzscheanos,la obra de Heidegger no deja de revestir una
panicular radicalidad y violencia, que le conducen al conocido
proyecto de la «superación» de la metafísica imperante en
Occidente desde los tiempos de Platón, y que habría llegado en
nuestro tiempo al agotamiento de sus posibilidades expresivas.
Heidegger se enfrenta a la larga historia de la metafísica occidental,
cuyo último gran capítulo estada constituido por el reino de la
técnica moderna y del pensamiento calculador propio de lo que el
mismo.

Heidegger denomina «Gestelí». En este contexto se habla a


menudo de la expresión heideggeriana «final de la filosofía», pero
ya no es tan frecuente que se especifique debidamente el alcance
de dicha expresión.Heidegger está aludiendo al acabamiento, a la
consumación de la Filosoha en cuanto metafísica en el ámbito de la
ciencia experimental, de la técnica, de la cibernética. La metafísica
no habría desaparecido sino que ejercería ahora sureinado
ilimitado en el ámbito del ente. Por ello habla de su consumación
en este horizonte. Habríamos llegado a las últimas posibilidades de
la metafísica de la subjetividad, peculiar de los tiempos modernos,
la época de la «imagen del mundo».

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Sin embargo, Heidegger se va a preguntar si ante esta consumación
de la Filosofía como metafísica no sería posible «otro» tipo de
pensamiento distinto del metafísico, cuya posibilidad haya pasado
inadvertida y que, sin embargo, nos permitida una nueva lectura de
toda la historia de la filosofía: «¿o es que, aparte de la última
posibilidad mencionada (la desintegración de la filosofía en las
ciencias tecnificadas), hay para el pensamiento una primera
posibilidad, de la que tuvo que salir, ciertamente, el pensar como
filosofía, pero que, sin embargo no pudo conocer ni asumir bajo la
forma de filosofía?».

Tal como señala programáticamente un aforismo de Ates der


Edahrung des Denkens, es preciso intentar <‘el paso atrás desde la
filosofía al pensamiento del Ser», en búsqueda de lo no dicho y lo
no pensado en la tradición metafísica. Se tratada de poner las bases
de un pensamiento que nos alumbre aquellos ámbitos que
permanecen inaccesibles a la metafísica
y más todavía a las ciencias que se derivan de ella.
Tal es lo que pretendería Heidegger encontrar con su mecanismo
del
‘<paso atrás» en busca del fundamento no pensado y no dicho de la
tradiciónmetafísica.

Adicho programa intenta responder la conocida pregunta


heideggeriana: ¿Qué tarea le queda todavía reservada al pensar al
final de la filosofía? La búsqueda de ese pensar esencial futuro,
superador de la metafísica, no ha de realizarse al margen de una
nueva lectura de la historia del pensamiento: «cualquier intento de
hacerse una idea sobre la supuesta tarea del pensar, se ve remitido
a una mirada atrás, hacia la totalidad de la Historia de la Filosofía. Y
no sólo esto: se ve, además, precisada a pensar la historicidad de
aquello que da a la Filosofía la posibilidad de una Historia».
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