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PUNTO DE EQUILIBRIO

Es un concepto de las finanzas que hace referencia al nivel de ventas donde los costos fijos y
variables se encuentran cubiertos. Esto supone que la empresa, en su punto de equilibrio, tiene
un beneficio que es igual a cero (no gana dinero, pero tampoco pierde).

En el punto de equilibrio, por lo tanto, una empresa logra cubrir sus costos. Al incrementar sus
ventas, logrará ubicarse por encima del punto de equilibrio y obtendrá beneficio positivo. En
cambio, una caída de sus ventas desde el punto de equilibrio generará pérdidas.

La estimación del punto de equilibrio permitirá que una empresa, aún antes de iniciar sus
operaciones, sepa qué nivel de ventas necesitará para recuperar la inversión. En caso que no
llegue a cubrir los costos, la compañía deberá realizar modificaciones hasta alcanzar un nuevo
punto de equilibrio. Sean IT los ingresos totales, CT los costos totales, P el precio por unidad, Q
la cantidad de unidades producidas y vendidas, CF los costos fijos y CV los costos variables,
entonces:

Si el producto puede ser vendido en mayores cantidades de las que arroja el punto de equilibrio
(o "punto crítico") tendremos entonces que la empresa percibirá beneficios. Si por el contrario,
se encuentra por debajo del punto de equilibrio, tendrá pérdidas..

En toda organización al planear las operaciones, los ejecutivos de una empresa tratan

descubrir el total de sus costos y lograr un excedente como rendimiento a los recursos que

han puesto los accionistas al servicio de la organización.

El punto en que los ingresos son iguales a sus costos se llama PUNTO DE EQUILIBRIO en

él no hay pérdida ni utilidad.

En la tarea de planeación, este punto es una referencia importante, ya que es un límite que

influye para diseñar actividades que conduzcan a estar siempre arriba de él, lo más alejado

posible, en el lugar donde se obtiene mayor proporción de utilidades.

PARA HABLAR DE ADMINISTRACIÓN DE RIESGOS es preciso primero intentar una


definición de RIESGO.

Riesgo se define como la posibilidad de que las expectativas positivas para un sistema orientado
al logro de objetivos no se realicen.

En esta definición se encuentran los tres elementos esenciales del riesgo, como son:

La incertidumbre;

Las consecuencias indeseadas para un sistema;

El cambio en las circunstancias existentes. Si bien en algunas circunstancias el riesgo es


totalmente inmanejable, por estar por completo fuera de nuestro control; es el hecho de que
algo debe cambiar antes de que ocurra un desastre lo que hace posible la administración de
riesgos, ya que de alguna manera es posible influenciar en aquellos factores que deben cambiar.
Por ejemplo, nada podemos hacer para evitar que ocurra un terremoto, pero si podemos
levantar construcciones más sólidas y seguras frente a la materialización de dicho fenómeno.

Según Peter Drucker, tratar de eliminar el riesgo en las empresas es algo inútil. El riesgo es algo
inherente al hecho de comprometer recursos actuales en busca de resultados futuros. De hecho,
el progreso económico se define como la habilidad de tomar riesgos.

La administración de riesgos se puede definir entonces como el proceso de identificación,


medida y administración de los riesgos que amenazan la existencia, los activos, las ganancias o
al personal de una organización, o los servicios que ésta provee.

El principal objetivo de la ciencia de la administración de riesgos debe ser el de permitirle a la


organización tomar los riesgos adecuados, proveyendo el conocimiento y la comprensión de
dichos riesgos, identificando los recursos y esfuerzos necesarios para alcanzar los resultados
deseados, movilizando las energías necesarias para ello y midiendo los resultados contra las
expectativas presupuestas; además de proveer los medios para la temprana detección y
corrección de decisiones erradas o inadecuadas.

Tipos de Riesgos

La palabra riesgo ha sido utilizada de manera indistinta para referirse a varias situaciones
diferentes. Para efectos del proceso de administración de riesgos es preciso diferenciar el
concepto de riesgo y su definición básica, del concepto de AMENAZA, la cual se entiende como
la percepción que se tiene de un peligro.

Los riesgos se clasifican según los diversos criterios aplicables a cada situación.

Riesgo Subjetivo: Es la percepción particular que una persona posee sobre un riesgo. Puede
tener o no relación directa con la verdadera probabilidad de ocurrencia. Dicha percepción puede
verse afectada por factores como:

La potencial severidad de sus consecuencias;

El grado de conocimiento de la persona respecto al riesgo;

La familiaridad con el riesgo

Factores sicológicos que predisponen;

El grado de aversión al riesgo.

Riesgo aceptable: Es el nivel de riesgo subjetivo que un individuo u organización están


dispuestos a aceptar.

Riesgos puros: Son aquellos cuya materialización siempre representarán una pérdida, nunca una
utilidad.

Riesgos especulativos: Pueden producir ganancias o pérdidas. La mayoría de los riesgos


asumidos por las organizaciones son especulativos.
Los principios básicos de la administración de estos dos tipos de riesgos son esencialmente los
mismos, pero las técnicas de administración de riesgos puros se han desarrollado en forma
separada de las de administración de riesgos financieros y especulativos. Esto refleja la
tendencia de muchas empresas que encuentran operacionalmente conveniente para la
administración de cada tipo de riesgo su manejo por diferentes áreas. No obstante, la frontera
entre los dos tipos de riesgos a veces no está claramente definida. Tal es el caso del riesgo
político.

Riesgos estáticos: Son aquellos que siempre están presentes en un sistema ordenado. Los
riesgos de rayo y otros fenómenos naturales son ejemplos de este tipo de riesgos; los cuales a
su vez caen dentro de la categoría de riesgos puros.

Riesgos dinámicos: Son aquellos que cambian y se transforman al ritmo que cambia el sistema
mismo. Los cambios económicos, políticos, sociales, legales, tecnológicos y ambientales pueden
crear nuevos riesgos o modificar los existentes. Los riesgos dinámicos usualmente son también
especulativos, pero incluyen además una categoría especial de riesgos puros: los riesgos de
responsabilidad, los cuales dependen enteramente del desarrollo de la legislación.

Riesgos fundamentales: Son aquellos que pueden afectar a la totalidad o a la mayor parte de
una sociedad, como son los desastres naturales o factores económicos o políticos de amplio
espectro, como las guerras o la recesión. Las organizaciones usualmente tienen poco control
sobre este tipo de riesgos y su administración se concentra en reducir sus efectos.

Riesgos particulares: Son aquellos que de manera directa pueden afectar a una organización, los
cuales pueden ser controlables en alguna medida.

De acuerdo con el tipo de amenaza que puede materializarse, se tiene la siguiente clasificación:

Riesgos físicos: incluyen las lesiones o muerte de personas y todas las formas de pérdida o daño
de propiedades. Las causas de pérdidas físicas son usualmente el resultado de la materialización
de peligros comunes, como incendio, explosión, terremoto, colisión, contaminación, rayo. Etc.;
pero también puede ser el resultado del incendio intencional, robo, actos mal intencionados o
daños causados por error humano.—

Riesgos de responsabilidad: Los riesgos de responsabilidad pueden provenir de reclamaciones


de los empleados, de los clientes o proveedores y del público en general. Si bien dichas
reclamaciones pueden resultar de factores mencionados en la clasificación anterior, también
pueden relacionarse con los productos o servicios que presta la empresa, los efectos de la
responsabilidad contractual con los clientes, proveedores u otros y el efecto de regulaciones
nacionales o internacionales. —

Riesgos de interrupción de negocios: Fenómenos de esta naturaleza suelen seguir a la


materialización de los riesgos físicos de responsabilidad antes descritos. Aquí es necesario
considerar el efecto de potenciales pérdidas debido a factores externos, tales como falta de
suministros, dependencia de sistemas electrónicos, especialmente en operaciones altamente
sistematizadas; además de las interrupciones forzadas por decisiones de tipo legal (por ejemplo
debido a la contaminación). Otra causa de interrupción de negocios podría ser la pérdida de
mercado.

Riesgos sociales: El efecto de los cambios sociales es una amenaza creciente para las
organizaciones. Esta categoría incluye los cambios en los hábitos de consumo, el desempleo, la
recesión, el vandalismo y todas las manifestaciones de fraude.
Riesgos políticos: Los cambios bruscos en las políticas gubernamentales, las nuevas legislaciones,
las decisiones proteccionistas, los efectos de la inflación, los cambios bruscos en la política
monetaria, la imposición de nuevos aranceles de importación y en general, todo cambio en las
reglas de juego del sector.

Riesgos ambientales: La identificación de los riesgos ambientales implica el reconocimiento de


cambios en el medio ambiente con cierta anticipación. Deberán considerarse los efectos del
clima, el agotamiento de los recursos, la necesidad de elegir fuentes alternativas de energéticos
y la posible necesidad de un cambio en la tecnología.

Riesgos de administración: Una administración deficiente puede tener un efecto catastrófico en


las organizaciones, aunque su costo muchas veces permanezca oculto hasta que los resultados
de una pobre administración se hacen evidentes en los resultados generales de la organización.
Una administración inadecuada se traducirá en desperdicios, mala planeación, fallas en
almacenamiento, errores en la selección y políticas de personal, etc. Una planeación inadecuada
puede determinar la imposibilidad de la empresa para mantenerse al día con los cambios
tecnológicos y administrativos y un errado desarrollo de nuevos productos, servicios y
alternativas, lo cual puede determinar una irremediable pérdida de mercado.

ALCANCES DEL PROCESO DE ADMINISTRACIÓN DE RIESGOS

La mayoría de los riesgos descritos anteriormente pueden ser identificados y administrados.


Puede decirse que los riesgos físicos, de responsabilidad, de interrupción de negocios y
administrativos pueden ser directamente manejados por una organización. Los riesgos sociales,
políticos y ambientales rara vez pueden ser manejados desde el interior de una empresa. Sin
embargo, si es posible identificar y anticipar las consecuencias de estos riesgos y tomar algunos
cursos de acción para reducir la Vulnerabilidad de la organización en sus áreas más sensibles.

Antes de considerar métodos de identificación de riesgos en gran detalle, es de utilidad definir


los propósitos básicos de dicho proceso:

Obtener información acerca de los tipos de pérdidas que se pueden presentar en una
organización;

Comprender de manera cabal la filosofía de la empresa.

Mucho se ha discutido acerca de las dificultades de orden práctico que presentan los procesos
de administración de riesgos. Esta dificultad se incrementa de manera notable por la necesidad
de enmarcar esta actividad dentro de los límites de la relación aceptable costo/beneficio y la
aceptación de los métodos de administración por parte de la alta gerencia y de los diferentes
procesos. Si bien para efectos prácticos nos referiremos a la identificación, medida y
administración de riesgos como tres actividades separadas, en realidad resulta muy difícil
separarlas.

La mayoría de las técnicas usadas en administración de riesgos han sido adaptadas de otras áreas
de la actividad industrial y comercial. Lo que resulta nuevo acerca del concepto de
administración de riesgos es el uso integrado de las técnicas disponibles para identificar, medir
y administrar los riesgos.
Un proceso típico de administración de riesgos consta de los siguientes pasos:

Identificación: es el reconocimiento de las principales amenazas que se ciernen sobre una


organización. Algunas de estas amenazas pueden ser obvias, en tanto que otras pueden
permanecer ocultas o no ser fácilmente reconocibles.

Habiendo identificado las principales amenazas, el siguiente paso consiste en cuantificarlas. Por
cuantificación se entiende el proceso de establecer qué tan seria es la amenaza, en términos de
frecuencia y severidad.

Después de terminado el proceso de cuantificación, el siguiente paso es el de preparar un plan


para el manejo económico de los riesgos. Ello puede incluir la determinación del mejor camino
a tomar ante un riesgo: su eliminación o bien su administración. Si se decide administrarlo,
deberán prepararse las siguientes estrategias:

Prevención: Orientada a reducir la probabilidad de ocurrencia de un evento indeseado.


Ejemplos: manuales de procedimiento, políticas empresariales, capacitación.

Protección: Es el conjunto de acciones, elementos y equipos destinados a reducir las


consecuencias de la materialización de un riesgo, tales como extintores, hidrantes, fosos de
seguridad, rociadores automáticos.

Control: Son las acciones de combate del evento en su más temprana manifestación, tales como
las brigadas de bomberos, los comités de crisis, etc.

Atención: Son aquellas acciones orientadas a recuperar los recursos afectados por un evento,
con el fin de reducir las consecuencias; tales como planes de evacuación, primeros auxilios,
remplazo de personal indispensable, etc.

Transferencia: Existen dos maneras de transferencia. La transferencia del riesgo, por ejemplo
cuando se contrata el transporte de dinero y valores con una firma especializada; o cuando se
transfiere el efecto económico de la materialización de un evento, como en el caso de la
contratación de seguros. En la primera forma de transferencia, el riesgo queda a cargo de un
tercero; en la segunda forma, se transfiere el efecto económico, pero la responsabilidad de
administrar el riesgo físico continúa en cabeza de la organización.

Podemos describir la administración de riesgos como un método formal de planeación. Como


tal es similar a una cantidad de otras técnicas de administración, incluyendo la administración
por procesos, el control presupuestal y el análisis de rutas críticas. La administración de riesgos
es el complemento de estas técnicas y a su vez puede servirse de ellas. Por ejemplo, los objetivos
definidos en la administración por procesos pueden incluir elementos de administración de
riesgos.

Definición de administración de riegos:


Es el proceso de organización, planificación, dirección y control de los recursos tanto
humanos como materiales de una empresa, para reducir al mínimo los riesgos e
incertidumbres a fin de crear un valor que se alcanza al estar en equilibrio, la rentabilidad, los
objetivos de crecimiento y los riesgos asociados con ambos de modo que proporcione una
seguridad prudente de lograr sus objetivos.
OBJETIVOS DE LA ADMINISTRACIÓN DE RIESGOS

Los objetivos más importantes que busca alcanzar la administración de son los siguientes:
El objetivo principal es evitar los gastos o pérdidas significativas, producidos de la manifestación
del riesgo en la empresa.

Constituir metodologías para el análisis y evaluación de posibles riesgos.

Identificar la información conveniente para la medición de los riesgos.

Medir basados en los métodos establecidos la exposición al riesgo.

Estipular los niveles de riesgo admisibles según la estructura financiera de la empresa.

Establecer posibles cambios en las variables que incurren en la exposición al riesgo.

Alinear la inclinación de riesgo en referencia a la estrategia adoptada.

Evaluar el riesgo al analizar las estrategias y la definición de objetivos relacionados con ellas.

Mejorar las decisiones en torno a las respuestas al riesgo.

Adquirir superiores contextos para identificar incidentes potenciales y establecer respuestas a


los mismos. lo que reduce aquellas sorpresas y pérdidas asociadas al riesgo.

Optimizar la capacidad de respuesta a los impactos concernientes entre sí y además en las


respuestas integradas a diversos riesgos.

Identificar y aprovechar todas las oportunidades.

Optimizar y mejorar la asignación del capital.

DESCUENTO

En el ámbito de la economía financiera, descuento es una operación que se lleva a cabo en


instituciones bancarias en las que éstas adquieren pagarés o letras de cambio de cuyo valor
nominal se descuenta el equivalente a los intereses que generaría el papel entre su fecha de
emisión y la fecha de vencimiento.

Descuento, es el proceso de deducir la tasa de interés a un capital determinado para encontrar


el valor presente de ese capital cuando el mismo es pagable a futuro. Del mismo modo,
aplicamos la palabra descuento a la cantidad sustraída del valor nominal de la letra de cambio u
otra promesa de pago, cuando cobramos la misma antes de su vencimiento. La proporción
deducida, o tasa de interés aplicada, es la tasa de descuento.

La operación de descontar forma parte de las actividades normales de los bancos. A estos
acuden los clientes a cobrar anticipadamente el monto de las obligaciones de sus acreedores;
los bancos entregan dichas cantidades a cambio de retener tasas de descuento, esto forma parte
de sus ingresos. Los bancos comerciales, a su vez, necesitan descontar documentos, en este
caso, son tomados por el banco central, tal operación es denominada, redescuento. Dicho en
otras palabras, es un proceso de anticipación, por parte de una entidad financiera, del nominal
de los efectos comerciales que se endosan a dicha entidad, quién se encargará de realizar su
gestión de cobro en sus respectivos vencimientos. Se trata por tanto de ceder a una entidad
financiera parte de los derechos de cobro futuros de la empresa, documentados mediante
recibos, pagarés o letras de cambio, quien nos anticipará su importe al momento de la cesión
descontando en dicho momento los gastos e intereses generados por la operación. Dicha cesión
implica la transmisión de nuestros derechos como acreedores denominándose endoso.
Matemáticamente, se trata de la operación inversa a la capitalización simple. Entendemos pues
por interés anticipado (o de descuento), aquella operación financiera consistente en la
sustitución de un Capital futuro por otro con vencimiento presente.

Mientras que la ley de capitalización calcula unos intereses que se les añade al importe principal,
compensando el aplazamiento en el tiempo de su disposición. En las leyes de descuento es justo
al contrario: se calculan los intereses que hay que pagar por adelantar la disposición del capital.

LEASING:

se entiende por arrendamiento financiero, el contrato mediante el cual el arrendador concede


el uso y goce de determinados bienes, muebles e inmuebles, por un plazo de cumplimiento
forzoso al arrendatario, obligándose éste último a pagar un canon de arrendamiento y otros
costos establecidos por el arrendador. Al final del plazo estipulado el arrendatario tendrá la
opción de comprar el bien a un precio predefinido, devolverlo o prorrogar el plazo del contrato
por periodos ulteriores.

El arrendamiento financiero, alquiler con derecho de compra, leasing financiero, arrendamiento


por renting o leasing operativo es un contrato mediante el cual, el arrendador traspasa el
derecho a usar un bien a un arrendatario, a cambio del pago de rentas de arrendamiento
durante un plazo determinado, al término del cual el arrendatario tiene la opción de comprar el
bien arrendado pagando un precio determinado, devolverlo o renovar el contrato.

En efecto, vencido el término del contrato, el arrendatario tiene la facultad de adquirir el bien a
un precio determinado, que se denomina «residual», pues su cálculo viene dado por la
diferencia entre el precio originario pagado por el arrendador (más los intereses y gastos) y las
cantidades abonadas por el arrendatario al arrendador. Si el arrendatario no ejerce la opción de
adquirir el bien, deberá devolverlo al arrendador, salvo que el contrato se prorrogue.

Derecho real

Encuadrar al leasing como un contrato significa dejar de lado la posición sostenida en nuestro
medio por un sector minoritario de la doctrina, que consideraba el leasing como "un instituto
jurídico con trascendencia real que otorga al tomador el uso y goce sobre una cosa ajena".

El proyecto de la Comisión Federal del 1993 mantuvo el mismo criterio, pero con referencia a
los inmuebles pensó en el leasing. Giovanoli caracteriza al leasing como un desmembramiento
de la propiedad en el tiempo, descartando la comparación a los arrendamientos inmobiliarios
de los países de Europa, que no confieren derechos reales al locatario de un inmueble, en
algunas ocasiones se exija su inscripción en el registro.

En el leasing mobiliario, la opción de compra juega un rol fundamental, constituyendo tanto en


Francia como en Bélgica, el principio distintivo del leasing.

Naturaleza jurídica

Contrato atípico

El leasing no es reconducible a ninguno de los contratos típicos, y en particular:

a)no al mutuo, no obstante ser, una financiación verdadera y propia, falta la obligación de
restituir al mutuante las cosas fungibles pasadas en propiedad al mutuario.
b)no al comodato, por la onerosidad que lo distingue.

c)no a la venta y en particular a la venta en cuotas con reserva de la propiedad, con la cual
presenta alguna afinidad, porque falta el pasaje de la propiedad del vendedor al comprador.

d) no a la locación o al arrendamiento, porque sobre la afinidad indudablemente existente


prevalecen las diferencias: mientras que en el arrendamiento cualquiera puede ser locador, en
el leasing el locador es siempre una sociedad que ejerce profesionalmente una actividad.

Contrato mixto

La doctrina Italiana considera al leasing como un contrato mixto, formado por un arrendamiento
y una promesa unilateral de venta por parte del arrendador.

Esta modalidad se encuadra como un contrato mixto en razón de que la intención económica
de los sujetos está estrechamente vinculada a ellos y la estructura jurídica característica del
alquiler de equipo de producción presenta diferencias con el esquema típico, consistente en la
actividad intermediaria desarrollada entre el fabricante y el usuario de los equipos o bienes.2

Una operación financiera

Parte de la doctrina interpreta al leasing, en primer lugar, como una operación financiera, ya
que al ser el tomador quien elige por sí mismo el bien del proveedor, la propiedad del dador
queda despojada prácticamente de todos sus atributos normales, por lo que el interés del dador
de la operación pasa a ser puramente financiero y se limita a recuperar el monto de su inversión
en capital; y en segundo lugar que el contrato de locación entre el dador y el tomador se
concluye por un periodo que toma en cuenta el tiempo que insume la amortización económica.

También se ha destacado que la finalidad de financiación es siempre obtenida a través de la


utilización de modelos contractuales típicos que se conocen generalmente como contratos de
crédito, entre los que podemos encontrar el mutuo. Pero el perfil teleológico del leasing no se
tipifica en ninguno de los contratos que son usados con una finalidad de financiación. 3

Características

Este contrato tiene una serie de atributos que lo distinguen y que pueden variar de acuerdo a la
legislación vigente en cada país:

Como más arriba se ha dicho, al finalizar el contrato, el arrendador financiero está obligado a
ofrecer a su cliente (arrendatario financiero) la posibilidad de adquirir el bien. Esta nota no se
comparte con el contrato de arrendamiento, aunque pueda tener características similares al
leasing.

En opinión de los doctores Uría (ya fallecido), Menéndez, Sánchez Calero y otros,[cita requerida]
no puede calificarse como un contrato de arrendamiento o una variedad del arrendamiento, ya
que la función del contrato mercantil de leasing no es tanto ceder el uso de un bien (mueble o
inmueble), cuanto financiar la posibilidad de explotarlo o disfrutarlo, como una alternativa al
préstamo de dinero o a otros contratos de financiación.

Durante toda la vida del contrato, la entidad de leasing (arrendador financiero) mantiene la
titularidad sobre el bien objeto del contrato, aunque no responde de los vicios que pueda
aquejar al bien, es el arrendatario financiero (el usuario), quien corre con los deterioros y la
pérdida del susodicho bien.

El leasing no es un préstamo de uso (contrato que se denomina comodato), aunque también se


asemeje a él.

Este contrato puede llevar aparejada una cláusula por la cual el cliente está obligado a soportar
las inspecciones que sobre el bien desee hacer el propietario del mismo (entidad arrendadora
de leasing), e igualmente, el cliente estaría obligado a pagar a su costa un seguro al que le obliga
la entidad de leasing.

Frente al incumplimiento del cliente, la entidad de leasing podrá ejercer acciones declarativas o
ejecutivas (si cuenta con un título de esta naturaleza para ejercitar su derecho). Además puede
resolver el contrato e instar al juez, a través de un corto procedimiento procesal, la recuperación
del bien objeto del contrato. Todo ello, sin perjuicio de que el cliente haga valer otras
pretensiones relativas al contrato de leasing en el procedimiento declarativo que corresponda.

Si el arrendatario financiero fuere declarado en concurso de acreedores, la entidad de leasing,


como propietaria del bien, puede interponer su «tercería de dominio».

Contiene distintas ventajas de carácter fiscal para las empresas ya que es la entidad de leasing
la que hace frente al pago de los impuestos indirectos (IVA e IGIC) de la adquisición del bien que
no son repercutidos al arrendatario financiero para el cálculo de las cuotas, ya que el impuesto
que recae sobre estas cuotas (IVA o IGIC) para el arrendatario financiero no se debe a la
adquisición del bien sino al servicio de arrendamiento del mismo.

Costo

Hay dos tipos de costos de leasing, uno es el coste de depreciación que es el más caro de estos
dos factores y el coste del préstamo del dinero (es el coste financiero que varia según el tipo de
interés aplicable por la entidad arrendadora).

El coste del leasing será un interés más el cálculo de la amortización del equipo; dicho coste
resulta muy adecuado para empresas con poco capital, además de las ventajas fiscales que tiene.

Para el cálculo del pago mensual total (incluyendo el coste de depreciación más el coste del
préstamo del dinero) se utiliza la siguiente fórmula:4

{\displaystyle R={\frac {Vi(1+i)^{N}-Fi}{(1+i)^{N}-1}}} R=\frac{Vi(1+i)^N-Fi}{(1+i)^N-1}

Donde:

R - Pago mensual

V - Valor actual del bien

F - Valor final del bien o valor residual (opción de compra)

i - Tasa de interés (expresada en términos mensuales)

N - Número de periodos o mensualidades


Utilización

Una persona o empresa necesita un determinado bien, pero no está en condiciones de destinar
recursos para su adquisición. Entonces, se comprende con alguna compañía de leasing u otra
institución financiera que lo ofrezca, para que esta, de acuerdo con las especificaciones y
requerimientos técnicos dados por el interesado, la adquiera. Luego se lo entrega a la persona
para que lo utilice durante un plazo definido, a cambio del pago de una cierta cantidad de dinero,
expresada en cuotas periódicas que deben ser siempre iguales o ascendentes. La operación se
formaliza a través de un contrato de arrendamiento financiero con opción de compra. Una vez
que se cumple el periodo acordado, el cliente o arrendatario puede adquirir el bien, siempre
que pague una cuota adicional que suele ser igual a las vencidas anteriormente y con la que se
perfecciona la compraventa del bien. Se debe tener presente que el acuerdo entre ambas partes
es irrevocable: el bien no puede ser devuelto a la compañía de leasing antes del plazo convenido.
La duración contractual para poder acogerse a los beneficios fiscales debe tener un periodo de
duración de al menos dos años, en caso de bienes muebles, y de al menos 10 años en caso de
bienes inmuebles. Con este sistema es posible obtener casi cualquier equipo o maquinaria.
Incluso si se comercializa en el extranjero.

Es una figura utilizada fundamentalmente por empresas. El contrato del leasing suele durar
tanto como la vida económica del elemento patrimonial en cuestión, que al final del periodo de
alquiler puede ser comprado.

Por lo general el leasing es usado para cosas que se deprecian o se tornan obsoletos en un plazo
no muy largo, como los vehículos o los ordenadores.

El importe de las cuotas de arrendamiento financiero incorpora la amortización del bien, los
intereses del capital productivo (coste financiero), los gastos administrativos y a veces una prima
de riesgo por si falla la empresa arrendataria. A esta cuota se le añaden los impuestos indirectos
vigentes para este tipo de operaciones (por ejemplo, el IVA).

Existe una modalidad parecida que también es muy usada por las empresas el denominado
renting. El renting es un arrendamiento simple que generalmente no ofrece dentro del contrato
opción de compra al cliente, y por tanto no se contempla en el balance de las empresas
arrendatarias.5

Ventajas y desventajas

Ventajas

Se puede financiar el 100% de la inversión.

Se mantiene libre la capacidad de endeudamiento del cliente.

Flexible en plazos, cantidades y acceso a servicios.

Permite conservar las condiciones de venta al contado.

La cuota de amortización es gasto tributario, por lo cual el valor total del equipo salvo la cantidad
de la opción de compra se rebaja como gasto, en un plazo que puede ser menor al de la
depreciación acelerada. La empresa así, puede obtener importantes ahorros tributarios.

Mínima conservación del capital de trabajo.


Oportunidad de renovación tecnológica.

Rapidez en la operación.

El leasing permite el mantenimiento de la propiedad de la empresa. En caso contrario (sin


leasing), si en una actividad comercial se requiere una fuente de inversión para nuevos equipos,
es frecuente que se haga la financiación del proyecto con aumentos de capital o emisión de
acciones de pago, lo que implica, en muchos casos, dividir la propiedad de la empresa entre
nuevos socios reduciéndose el grado de control sobre la compañía.

Desventajas

Se accede a la propiedad del bien, a veces al final del contrato, al ejercer la opción de compra.

No permite entregar el bien hasta la finalización del contrato.

Existencia de cláusulas penales previstas por incumplimiento de obligaciones contractuales.

Coste a veces mayor que el de otras formas de financiación, en particular cuando se producen
descensos en los tipos de interés.

Al final del contrato se le cobrará un monto adicional por todo aquello que disminuya el valor
de reventa del bien.

ELEMENTOS:

a. Elementos personales:

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1. Proveedor: La persona natural o jurídica, salvadoreña o extranjera que transfiere al


arrendador la propiedad del bien objeto del contrato. El proveedor puede ser una persona que
se dedica habitual o profesionalmente a la venta de bienes, o una persona que ocasionalmente
enajena un bien o el mismo arrendador, es decir El dador o proveedor debe ser una entidad
financiera o una sociedad que tenga por objeto operaciones financieras.

2. Arrendador: La persona natural o jurídica que entrega bienes en arrendamiento financiero a


uno o más arrendatarios.

3. Arrendatario: La persona natural o jurídica, nacional o extranjera que al celebrar contrato de


arrendamiento financiero, obtiene derecho al uso, goce y explotación económica del bien, en
los términos y condiciones contractuales respectivos.

b. Elementos esenciales:

1. La cosa, el bien o bienes: Se refiere al bien que se dará en arrendamiento.

2. El precio: Que sea determinable al hacerse exigible.

3. El tiempo: En el arrendamiento, como lo indica su carácter temporal en la definición, el tiempo


es un elemento esencial.

C. Elementos de validez:

1. Capacidad de goce y de ejercicio

2. Ausencia de vicios del consentimiento.


OBLIGACIONES:

• Obligaciones del Proveedor

Son obligaciones del Proveedor:

a) Entregar el bien objeto en arrendamiento financiero al arrendatario cuando el arrendador lo


autorice;

b) Asegurar que los bienes por arrendar se encuentren libres de todo gravamen, en buen
funcionamiento y sin vicios ocultos.

c) Responder por los reclamos cubiertos por las garantías de los bienes en arrendamiento.

d) Cumplir con las leyes de protección al consumidor; y

e) Otras que se pacten entre las partes.

• Obligaciones del Arrendador

El Arrendador que celebre contrato de arrendamiento financiero queda obligado a:

a) Pagar al proveedor oportunamente el precio acordado del bien;

b) Mantener los bienes arrendados, libres de embargos durante la vigencia del contrato, para
asegurar la tranquila tenencia, uso y goce del bien por el Arrendatario.

c) El saneamiento por evicción; y

d) Las demás obligaciones estipuladas libremente entre las partes y las señaladas en la presente
Ley.

El Arrendador, previo acuerdo de las partes, podrá ceder al Arrendatario todos los derechos y
acciones que en este sentido tenga contra el Proveedor.

En los casos en que el Arrendador sea también Proveedor, le serán aplicables, además, las
obligaciones que estipula el Artículo cuarto de la presente Ley.

• Obligaciones del Arrendatario

El Arrendatario se obliga, durante la vigencia del contrato de arrendamiento financiero, a:

a) Pagar las rentas o cánones en el plazo estipulado en el contrato;

b) Asumir los riesgos y beneficios asociados con la naturaleza puramente física y económica del
bien;

c) Responder, civil y penalmente, por el uso del bien arrendado;

d) Respetar el derecho de propiedad de los bienes y hacerlo valer frente a terceros. Por lo tanto,
en los eventos de quiebra, concurso de acreedores, o reestructuración forzosa de obligaciones,
los bienes en arrendamiento financiero que explote el Arrendatario, no formarán parte de su
masa de bienes y estarán excluidos de la misma para los efectos de ley; y

e) Las demás obligaciones estipuladas libremente entre las partes y las señaladas en la presente
ley.

EXISTEN VARIAS CLASES DE ARRENDAMIENTO:


A. Arrendamiento Financiero.

El arrendamiento financiero es aquel mediante el cual una empresa (arrendadora financiera), se


obliga a comprar un bien para conceder el uso de éste a un cliente (arrendatario), durante un
plazo forzoso, el arrendatario a su vez se obliga a pagar una renta, que se puede fijar desde un
principio entre las partes, siempre y cuando ésta sea suficiente para cubrir el valor de adquisición
del bien, y en su caso los gastos accesorios aplicables.

Al término de la relación contractual, el arrendatario puede optar por comprar el activo a un


precio inferior al del mercado, mismo que se puede fijar desde el inicio del contrato, prolongar
el plazo del contrato a rentas inferiores a las anteriores o bien participar con la arrendadora de
la venta del bien a un tercero.

B. Arrendamiento Puro.

Sigue los principios básicos del arrendamiento financiero con la salvedad de que otorga la
posesión, pero no establece un mecanismo para otorgar la propiedad. En esta modalidad del
arrendamiento, el arrendatario no tiene la opción de comprar el bien al término del contrato,
por lo que la arrendadora le dará aviso de la terminación del contrato, en dicha notificación, se
establecerá el valor de mercado del bien, ello a efecto de que en su caso, el arrendatario
manifieste su deseo de adquirir el bien al valor indicado.

En caso de que el arrendatario no compre el bien, la arrendadora podrá venderlo a un tercero a


valor de mercado o darlo a un tercero en arrendamiento puro o financiero, sin que éstas se
consideren opciones terminales.

Consiste en la venta de un bien propiedad del arrendatario a una arrendadora financiera y ésta
a su vez posteriormente se lo arrienda al arrendatario.

Ello mejora las condiciones de liquidez de este último, ya que le permite disfrutar de los servicios
del bien a cambio de pagos sucesivos por el mismo durante la vigencia del contrato en incluso
haber recibido una suma de dinero por el mismo bien al haberlo vendido. Se deberá consultar
con cada arrendadora, cuales son los bienes susceptibles de este tipo de financiamiento.

En términos contables el leasing representa un gasto por lo cual en varios lugares del mundo
puede deducirse de sus ingresos con el consecuente alivio fiscal.

FORMALIZACIÓN DEL CONTRATO

El contrato de arrendamiento financiero deberá constar por escrito, ya sea en escritura pública
o en documento privado autenticado. Para que dicho contrato sea oponible ante terceros,
deberá inscribirse en el Registro de Comercio, siendo los costos y derechos que cause dicho
registro, por cuenta del Arrendatario, salvo pacto expreso en contrario.

FORMAS DE TERMINACIÓN

Al término del contrato, el arrendador puede decidir entre las siguientes opciones:

1. Ejercer la opción de compra. Pagando por el bien un porcentaje del valor original, que desde
el inicio se puede convenir, siempre y cuando la cantidad que resulte sea inferior al valor del
mercado del bien, al momento de ejercerla.
2. Participar en el producto de la venta del bien arrendado. La Arrendadora pondrá a la venta el
bien objeto del arrendamiento y le entregará al arrendatario un porcentaje (que fijarán las
partes de común acuerdo) de la cantidad que se obtenga.

3. Renovar el contrato con un monto menor de rentas. Es decir, prolongar el tiempo del contrato,
disminuyendo el importe de las rentas que hasta esa fecha el arrendador venía pagando.

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