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BOBES, Mª C. (2008), Crítica del conocimiento literario. Madrid: Arco.
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VILLANUEVA, D. (1992). El comentario de textos narrativos: la novela. Gijón: Júcar.
9
DEMORAND, N. (1995), Premières leçons sur le roman d’apprentissage. Paris: PUF
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Las citas textuales en francés corresponden a: BAKHTINE, M. (1979). Esthétique de la
création verbale. París: Gallimard. Las citas en castellano están tomadas de: BAJTIN, M. (1982),
“La novela de educación y su importancia en la historia del realismo”, en Estética de la creación
verbal. México: Siglo XXI Editores, págs. 200-247.También por eso, para ser fieles a los
originales consultados, en el trabajo se escribe Bajtin, cuando se ha utilizado la bibliografía en
castellano, mientras que Baktine se usa cuando lo era en francés.
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En ella narra en 8 libros la historia, a veces en forma de novela, de la educación y el
reinado de Ciro el Grande (558-528).
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Se publicó en 1766 y está considerada como el modelo que luego le sirvió a Goethe.
Es una novela pedagógica en la que se busca la armonía entre razón y sentimiento. Está
ambientada en la antigua Grecia, escenario que entusiasma a los autores del XVIII. En el
prólogo, Wieland se identifica con el protagonista e incluso reconoce que algunos personajes
del libro están basados en personajes reales. Precisamente M. Swales ha analizado en
profundidad, desde el ámbito anglosajón, el bildungsroman alemán desde sus orígenes, la obra
de Christoph Martin a Herman Hesse. (SWALES, M. (1978). The German Bildungsroman from
Wieland to Hesse. Princeton: Princeton University Press).
13
En su novela Raabe, además de narrar la historia protagonizada por dos niños
antagonistas, uno hijo de zapatero y el otro de prendero judío y su relación fundamental con la
naturaleza, juega un papel clave el "terruño" en todos los personajes: "el concepto encierra en
sí una fuerte carga emocional: el terruño es historia, tradición, vinculación, capaz de superar
todo conflicto de clase". (VV.AA. 1991: 314)
14
Thomas Mann escribió varias obras en las que la influencia de Wilhelm Meister es
clara: Alteza real (1909) José y sus hermanos (1933-1942) y, sobre todo, La montaña mágica,
un bildungsroman más complejo, con un tono filosófico muy alemán. La trama gira alrededor
de Hans Castorp, un joven ingeniero que, en los inicios de la I Guerra Mundial, visita a su primo
Joachim, enfermo de tisis en un sanatorio de Davos, en los Alpes suizos, allí descubre que él
también está enfermo. Durante su estancia de 7 años establece relaciones sobre todo con un
italiano idealista y anticlerical, heredero de la tradición ilustrada, y con un judío jesuítico,
nihilista, que termina suicidándose, siguiendo la línea decadente y romántica. Con ellos y sus
discusiones filosóficas aprende lo que es la vida; y junto a ellos, con una joven paciente del
sanatorio, la voluptuosa Claudia Chauchat comenzará su iniciación sexual. También tienen
muchos rasgos de bildungsroman otras obras suyas como Confesiones del estafador Félix Krull
25
y Doktor Faustus, ambas son biografías pero ambas muestran esa formación de los
protagonistas.
15
Ibíd., pág. 211
16
Ibíd., pág. 211.
26
Pero observa que hay otro tipo de novela, menos corriente, opuesto a
ese estático, que es "une unité dynamique", con un protagonista
caracterizado por un "grandeur variable". Sus cambios adquieren un
significado más estudiado. Y añade:
17
BAKHTINE, M (1979). Esthétique de la création verbale. París: Gallimard. Pág. 227
18
Ibíd., pág. 228.
27
19
Ibíd., págs. 228-229.
20
Ibíd., pág. 214.
28
21
Ibíd., pág. 230.
22
RODRÍGUEZ, M. A. (1996). La novela de autoformación. Una aproximación teórica e
histórica al ‘Bildungsroman’ desde la narrativa española . Oviedo. Kassel. Universidad de Oviedo.
Edition Reichenberger.
29
23
SALMERÓN, M. (2002). La novela de formación y peripecia. Madrid: A. Machado
Libros.
24
FERNÁNDEZ, J. S. (2002). La novela de formación. Una aproximación a la ideología
colonial europea desde la óptica del ‘Bildungsroman’ clásico. Madrid: Universidad de Alcalá.
25
Las bibliografías citadas por los tres autores son muy completas y sirven de
referencia para todo el que quiera profundizar en la novela de formación, tanto en alemán
como en castellano.
26
MUÑOZ, A. (2006). Esperanza e insatisfacción adolescente en la novela española
28
SUMALLA, A. (2012). La novela de formación en la narrativa española
contemporánea escrita por mujeres. Recuperado de
www.tdx.cat/bitstream/10803/123215/1/ASDB_TESIS.pdf [Consulta: 15.2.2015].
29
Los dos coinciden en el análisis de Nada; Primera memoria y Entre visillos.
30
MORET, Z. (2008). Esas niñas cuando crecen, ¿dónde van a parar? Editions Rodopi
BV Amsterdam-NY. En él analiza textos de Griselda Gambaro (Argentina, 1929), Ana María del
Río (Chile, 1948), Laura Antillano (Venezuela, 1950), Albalucía Ángel (Colombia, 1939), Beatriz
Guido (Argentina, 1924); Luz María Chirimoga (Ecuador, 1940), Elena Poniatowska (México,
1932), Marta Traba (Argentina, 1930), Susana Silvestre (Argentina, 1950), Rosario Ferré
(Puerto Rico, 1942) y de Iris Zavala (Puerto Rico, 1936), para determinar la construcción del
sujeto femenino entre algunas de las escritoras latinoamericanas, del siglo XX, que han utilizado
el género de la novela de formación.
31
31
LAGOS, M. I. (1996). En tono mayor: Relatos de formación de protagonista femenina
en Hispanoamérica. Santiago: Cuarto Propia. La autora analiza numerosas novelas publicadas
entre 1924 y 1994, entre las que destacan Ifigenia y Don Segundo Sombra, entre las más
antiguas y Óxido de Carmen y Tiempo que ladra, entre las más recientes, con referencias
fundamentales, en medio, a textos de las autoras que estudiaba Moret, como Rosario Ferré,
Beatriz Guido, Elena Poniatowska y Ana María del Río, entre otras.
32
RODRÍGUEZ, M. A., óp. cit., pág. 35.
32
33
FERNÁNDEZ, J. S., óp. cit., págs. 56-57.
33
Dicho de otra manera, este género suele tomar como inicio de sus
argumentos la falta de sintonía entre el protagonista y la colectividad a
la que pertenece y narra el proceso de cambio con el que el protagonista
intenta resolver ese conflicto. Un individuo que tendrá que renunciar a
sus ideales para integrarse en la comunidad. Y todo ello con un fin
último: formar a los lectores, sin tener tanto en cuenta la mayor o
menor presencia de la voz del autor. Franco Moretti 34 afirma que el
género de bildungsroman busca crear a un hombre cotidiano pero feliz y
pleno, aunque busque su lugar en el mundo y que ésta sea razonable,
razonablemente feliz. Por eso recuerda, que junto a ese carácter
pedagógico aplicable al día a día, también se da una educación estética,
lo que él considera un intento de unir tradición y modernidad, algo que
es bastante común en muchas de las novelas de formación.
34
MORETTI, F. (2000). The Way of the World. The Bildungsroman in European Culture .
London: Verso. Págs. 25-35.
35
IVERSEN, A. T. (2009). Change and Continuity: The bildungsroman in English. Thesis.
Recuperado de
http://www.ub.uit.no:8080/munin/bitstream/handle/10037/2486/thesis.pdf?sequence=1
[Consulta: 3.8.2015].
34
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A modo de muestra, recojo aquí 20 de las más significativas, que destaca en su
trabajo Danilo Santos (El bildungsroman urbano: apuntes sobre la narrativa de formación en
Santiago de Chile y Ciudad de México. Anales de Literatura Chilena. Año 13, Junio 2012,
Número 17, págs. 169-196:
- Un personaje principal
- Relato retrospectivo
- La parte principal del argumento gira sobre el periodo en que el héroe tiene entre 18
y 23 años
- Argumento cronológico
- Estructura episódica que sin embargo forma un modelo (patrón) hacia el final
-El título del libro incluye el nombre del héroe 14. El título del libro incluye las palabras
“años”, “vida”, “aventuras”, o “historia”
Characterization: Protagonist;
Setting;
Generic signals
37
RODRÍGUEZ, M. A., óp. cit., pág. 30.
38
La novela narra la historia del joven Wilhelm Meister, que desea ser actor a pesar de
la oposición de su padre comerciante; está enamorado de Mariana, actriz, y además quiere
representar unos textos que ha escrito. Se cree traicionado por Mariana y la abandona, cae en
la desesperación y echa en el fuego todos sus poemas. Emprende un viaje de negocios por
encargo de su padre y en el camino entra en contacto con una compañía teatral lo que le
recuerda su vieja ilusión de ser actor. Se convierte en protector de la compañía y de una niña,
Mignon, abandonada. Mientras, vive algunas aventuras, no sólo sentimentales, se cruza en su
camino la criada de Mariana que le dice que ésta ha muerto, al tiempo que le entrega un niño,
su hijo. Nuevas peripecias teatrales y amorosas conducen al protagonista hacia un final feliz en
el que Wilhelm abandona las aventuras para llevar la típica vida burguesa, arrepentido de su
pasado, y feliz como recién casado.
37
39
VV. AA. (1989). Historia de la Literatura Alemana. Madrid: Cátedra, pág. 189.
40
RIQUER, M. y VALVERDE, J. M. (1997), Historia de la Literatura Universal. Volumen
VII. Barcelona: Planeta, pág. 28.
38
41
THOORENS, L. (1970), Historia Universal de la Literatura (volumen 6) . Madrid -
Barcelona- México: Daimon, pág. 225.
42
BLOOM, H. (2001). El canon occidental. Barcelona: Anagrama, pág. 227. Su
mención, aunque de pasada mientras comenta Fausto, da cuenta de uno de los peros que se le
ha puesto en ocasiones a la novela de Goethe.
43
GOETHE, J. W. (2008). Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister. Madrid: Cátedra.
44
También se pueden encontrar, casi palabra por palabra, en su estudio La novela de
formación y peripecia, ya citado antes.
39
45
Salmerón pone dos ejemplos que aclaran la diferencia: en el Emilio de Rousseau
prima la instrucción, frente a Tom Jones, de Fielding, donde es la peripecia la que manda,
aunque en las dos se dé un proceso formativo. Y es aquí donde aparece Goethe con su novela,
donde más equilibrio se da entre las dos tareas.
46
AMORÓS, A. (1980). Introducción a la literatura. Madrid: Castalia. Págs. 200-201.
47
LUKÁCS, G. (1989). La théorie du roman. Paris: Denoël, Colection Tel.
40
48
RODRÍGUEZ, M.A., óp. cit., pág. 39.
41
Más allá de quién sea el narrador, la voz del protagonista, sin que
sea un monólogo en sentido literal, es casi la única que se oye en el
género, confundido a menudo bajo la forma de autobiografía. Aunque a
veces se cuenten historias de algunos de los personajes secundarios,
pocos hacen referencias a su interior, se ciñen sobre todo a la peripecia
vital. Entre esos secundarios abunda el guía, el mentor, que orienta al
protagonista, no siempre con éxito y no siempre en la dirección
adecuada.
49
FERNÁNDEZ, J. S., óp. cit., pág. 64.
50
Ibíd., pág. 69.
42
Por otro lado, hay que constatar que precisamente contar esas
experiencias formativas –positivas o negativas-, narrarlas, escribirlas, es
lo que confirma que se ha completado la formación. Por ejemplo, en
Antón Reiser (1785), de Philipp Moritz, el protagonista sigue a un grupo
de cómicos y se autoforma mediante la escritura, se forma para llegar a
su destino de escritor.
51
RODRÍGUEZ, M.A., óp. cit., pág. 467.
43
52
BETTELHEIM, B. (1974). Heridas simbólicas. Barcelona: Seix-Barral.
53
FERNÁNDEZ, J. S., óp. cit., págs. 67-68.
44
Para el argentino José Luis de Diego54, cuatro son las claves que
se deben tener en cuenta en el género. En ellas, primero, se cuenta el
desarrollo de un personaje –generalmente un joven- a través de
sucesivas experiencias que van afectando su posición ante sí mismo, y
ante el mundo y las cosas; ese protagonista cumple, o lo pretende, “una
función propedéutica, ya sea positiva -modelo a imitar- o negativa -
modelo a rechazar-“, sin tener muy en cuenta el grado presencial del
autor; en tercer lugar valora cómo esa caracterización puede ir asociada
a épocas y procedencias diversas; y, por último, su implicación en los
debates ideológicos “depende de los modos de relacionarse los textos
con los contextos históricos de producción”. No todas las novelas del
género tocan todos esos momentos, pero sí que se detienen en algunos
de ellos. Más adelante veremos cómo lo hacen Casavella, Gándara, Llop
y Sánchez.
54
DIEGO, J.L. de. La novela de aprendizaje en Argentina. la Parte. Orbis Tertius, núm.
6, La Plata, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, diciembre 1998.
45
Otro rasgo, que no se debe pasar por alto, de este tipo de novelas
es la ironía, que el narrador utiliza para distanciarse, porque el héroe,
movido por esos estímulos interiores, en tensión entre sus deseos y
aspiraciones y lo que la sociedad le reclama, no se da cuenta de que va
por la ruta equivocada, que no le conduce a su meta buscada, esa
plenitud individual. Como se verá más adelante, en las cuatro novelas
que aquí se estudian utilizan la ironía57 en diferente grado y es sobre
todo Casavella el que recurre a ella en numerosos pasajes de su novela.
55
VV. AA. (1989). Madrid: Cátedra, pág. 191.
56
FERNÁNDEZ, J. S., óp. cit., págs. 75-76.
57
Ya se menciona en otro lugar de este trabajo cómo en la tradición anglosajona de la
novela de formación la ironía y la crítica juegan un papel primordial, frente al carácter más
pedagógico en la tradición germana.
58
RODRÍGUEZ, M.A., óp. cit., pág. 38.
46
59
Ibíd., pág. 43.
47
60
MORETTI, F., óp. cit., pág. 5.
61
LAGOS, M. I. (1996). En tono mayor: Relatos de formación de protagonista femenina
en Hispanoamérica. Santiago: Cuarto Propia. Pág. 28.
48
62
VADILLO, C. J. (2012). óp. cit., pág. 7.
49
63
MORET, Z., óp. cit., pág. 8.
51
64
Camus narra la infancia y adolescencia de un pied-noir argelino, con un tono que es
claramente autobiográfico.
65
Más adelante se abordará el 'subgénero' a partir de dos novelas sobre el tema
fundamentales de la literatura española: El jardin de los frailes y A.M.G.D., de Manuel Azaña y
Ramón Pérez de Ayala.
66
PENNAC, D. (2008). Mal de escuela. Barcelona: Mondadori.
52
de los grandes éxitos del cine y la literatura popular –El club de los
poetas muertos; Harry Potter y Los chicos del coro- se desarrollan en ese
marco. Historias, las tres, que si no son precisamente modelo de novela
de formación, sí contienen bastantes de sus elementos, siendo uno de
los fundamentales la relación de sus jóvenes protagonistas con su
maestro o maestros. Así, en 1989, hubo críticos que despotricaron
contra la primera película mencionada, por bobalicona, demagógica y
sentimentaloide, pero nada de eso les parecía a los jóvenes que acudían
en masa a ver la película y salían encantados. El profesor Keating se
convertía en modelo de lo que querían para ellos como profesor, y que
Pennac resume en “la calidez humana y el amor por el oficio: pasión por
la materia enseñada, absoluta entrega a sus alumnos, todo servido por
un dinamismo de infatigable entrenador”67.
67
PENNAC, D., óp. cit., pág. 77.
68
PENNAC, D., óp. cit., pág. 78.
69
MORET, Z., óp. cit., pág. 9.
53
70
RODRÍGUEZ, M.A. óp. cit., págs. 54-55.
54
71
DEMORAND, N. (1995). Premières leçons sur le roman de’apprentissage . Paris: PUF;
pág. 8.
72
GUTIÉRREZ, F. (2008). Literatura. Valencia: Tirant Lo Blanch, pág. 30.
55
73
Ibíd., pág. 49.
74
RODRÍGUEZ, M.A. óp. cit., p. 182.
75
PÉREZ, M. M. (2005). Palabras, norma, discurso. En memoria de Fernando Lázaro
Carreter, Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca, 2005. Págs. 907-914.
56
76
Ibíd., pág. 193.
57
77
Ibíd., pág. 213.
78
MOREY, M. (1994). La formación del pícaro. En LARROSA, J., Trayectos, escrituras,
metamorfosis. (La idea de formación en la novela). Barcelona: PPU, pág. 21.
58
79
ALBIAC, M. D. (2011). Historia de la literatura española. Barcelona: Crítica. Págs.
368-369.
80
PÉREZ, M. M., óp. cit., págs. 907-914.
59
81
Ibíd. pág. 910.
82
Ibíd. pág. 912.
60
83
Ibíd. pág. 913.
84
EZPELETA, F. (2009). Maestro y formación en la novela galdosiana . Las Palmas de
Gran Canaria: Ediciones del Cabildo de Gran Canaria. Las aportaciones del estudio de Ezpeleta
son muy valiosas, al poner de manifiesto la unión entre la novela de tesis y la novela de
formación en la obra de Galdós, conectando así su narrativa con la del clásico alemán.
61
85
Ibíd. pág. 237.
86
Ibíd. pág. 238.
62
87
RODRÍGUEZ, M.A., óp. cit., pág. 368.
88
GUTIÉRREZ, F. (2008), Literatura. Valencia: Tirant Lo Blanch. Pág. 170.
63
89
MAINER, J. C. (2010). Historia de la literatura española. 6. Modernidad y
nacionalismo 1900-1939. Barcelona: Crítica. Pág. 1.
64
90
BAROJA, P. (1902). Camino de perfección. Edición 2004. Madrid: Alianza Editorial.
Pág. 82.
91
SUMALLA, A., óp. cit., pág. 69.
65
92
Ibíd., pág. 173.
93
VILLANUEVA, D. (ed.), (1983), La novela lírica, I. Azorín, Gabriel Miró. Madrid:
Taurus. Pág. 14.
94
José Carlos Llop es el autor del prólogo de una edición reciente de la obra en la que
reconoce cierta influencia.
95
AZAÑA, M. (1927). El jardín de los frailes. Edición de 2003. Madrid: El País. Apareció
de forma fragmentada durante los años 1921 y 1922 en la revista La Pluma, aunque hasta 1927
no aparece como libro. Dado el papel histórico jugado por el autor en aquellos años, ha sido
poco valorada, o al menos olvidada por la crítica incluso académica.
96
El propio autor lo señala en sus memorias.
66
97
AZAÑA, M., óp. cit., pág. 6.
98
Ibíd., pág. 17.
99
Ibíd., pág. 18.
100
Azaña no muestra interés por sus compañeros, pero sí le dedica espacio e interés a
sus profesores, a los que trata con "mirada comprensiva", pese a ello está aceptado su caracter
anticlerical. Para ampliar su relación con la orden agustina, la orden que regía el internado, se
puede consultar el trabajo de Fermín Ezpeleta, en la Revista de Literatura, julio-diciembre 2012,
"El jardín de los frailes de Azaña en la novelística de internados religiosos", págs. 497-516., que
a modo de resumen Ezpeleta concluye: "Si bien se dibuja al fondo de la comunidad un cuadro
de una cierta opresión, no puede en ningún modo hablarse de reprobación personal o moral de
la orden como institución. Siempre hay un grado de comprensión, señalado mediante la
activación del recurso de la ironía o el humor, por parte del narrador hacia los reverendos
padres".
67
2.2.3. El siglo XX
101
Ibíd., pág. 147.
102
Ibíd., pág. 12.