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CAPITULO I.

- SUELOS: ORIGEN Y FORMACIÓN; MINERALES


CONSTITUTIVOS.

1.1. Constitución interna del globo terrestre.

En un esquema simplista, el globo está constituido, primeramente, por un núcleo


formado predominantemente por Compuestos de hierro y níquel. Se considera, al
presente, que la densidad media de este núcleo es considerablemente superior a
la de capas más superficiales.

Envolviendo al manto mencionado se encuentra la corteza terrestre, capa de


densidad decreciente hacia la superficie, formada sobre todo por silicatos. Esta
capa, de espesor medio 30-40 km en las plataformas continentales, está
constituida por grandes masas heterogéneas con depresiones ocupadas por
mares y océanos. Toda esta corteza se encuentra aproximadamente en estado de
balance isostático, flotando sobre la magna terrestre, más densa.

Supra yaciendo a la corteza terrestre propiamente dicha, existe una pequeña


capa, formada la disgregación y descomposición de sus últimos niveles; esta
pequeña pátina del Planeta, es el suelo, del cual se trata en la Mecánica de Suelo.

1.1 . Suelo.
El suelo se trata de un conjunto con organización definida y propiedades que
varían vectorialmente. En la dirección vertical generalmente sus propiedades
cambian mucho más rápidamente que en la horizontal. El termino suelo según su
interpretación varía de acuerdo a sus intereses. Para el agrónomo, la palabra se
aplica a la parte superficial de la corteza capaz de sustentar vida vegetal. Para el
geólogo es todo material intemperado en el lugar en que ahora se encuentra y con
contenido de materia orgánica cerca de la superficie.
Para los fines de esta obra, la palabra suelo representa todo tipo de material
terroso, desde un relleno de desperdicio, hasta areniscas parcialmente
cementadas o lutitas suaves. El agua contenida juega un papel tan fundamental
en el comportamiento mecánico del suelo.
1.3. Agentes generadores de suelos.
La corteza terrestre es atacada principalmente por el aire y el agua, sin embargo
todos los mecanismos de ataques puede incluirse en dos grupos: desintegración
mecánica y descomposición química.
Cuando hablamos de desintegración mecánica se refiere a la intemperización de
las rocas por agentes físicos, tales como cambio de temperatura, grietas de las
rocas, etc. Por estos fenómenos estas rocas llegan a formar arenas o, cuando
mucho, limos y solo en casos especiales arcillas.
Por descomposición química se entiende la acción de agentes que atacan las
rocas modificando su constitución mineralógica y química. El principal agente es el
agua y los mecanismos de ataques más importantes son la oxidación, la
hidratación y la carbonatación. Estos mecanismos producen arcilla como último
producto de descomposición. Todos los efectos anteriores suelen acentuarse con
los cambios de temperatura. En zonas húmedas y cálidas suelen encontrarse
formaciones arcillosas importantes, mientras que en zonas más frías formaciones
arenosas o limosas, más gruesas. En los desiertos cálidos, predomina la arena.
No obstante no debe creerse que las reglas anteriores son inmutables, la
naturaleza actúa de forma compleja que desafía cualquier regulación.

1.4. Suelos residuales y transportados.


Los productos de los ataques del intemperismo pueden quedar en el lugar,
directamente sobre la roca, de la cual se derivan, dando así origen a suelos
llamados residuales. Pero estos productos pueden ser removidos del lugar de
formación, y ser depositados en otra zona. Así se generan suelos que sobre yacen
sobre otros estratos sin relación directa con ellos, a estos se les conoce como
trasportados.
Existen números agentes de transportes de los cuales, pueden citarse como
principales, los glaciares, el viento, los ríos y corrientes de agua superficial, los
mares y las fuerzas de gravedad; estos factores actúan a menudo combinándose.
Los ríos acarrean materiales de muy diversas graduaciones, depositándolos a lo
largo de su perfil, según varié la velocidad de su curso, al disminuir esta, la
capacidad de acarreo de la corriente se hace menor, depositándose los materiales
más gruesos. Es por ello que las partículas más finas (limos y arcillas) se
depositan próximos a su desembocadura.
Los vientos pueden arrastrar partículas cuyo tamaño puede variar desde el de limo
hasta el de las arenas gruesas; estos arrastres pueden hacer que las partículas se
depositen a muchos kilómetros de su lugar de origen. Dos tipos principales de
suelos deben su formación al arrastre del viento: el loess y los médanos. El loess
está constituido por una mezcla uniforme de arenas finas cuarzosas, algo
feldespáticas y limos. Los médanos son aglomeraciones de arena suelta, que fue
arrastrado por el viento poca altura y que se vio detenida por algún obstáculo
natural de la superficie del terreno. Suelen estar formados por arenas cuarzosas
uniformes, con algo de mica.
Con respecto a los suelos residuales, existen dos conceptos que juegan un papel
muy importante. Son estos de perfil de meteorización y el conjunto de estructuras
heredadas. El primero se forma tanto por ataque, mecánico como por
descomposición química. Las estructuras heredadas consisten en diaclasa,
exfoliaciones, juntas, grietas, fallas y otros defectos estructurales el suelo como
herencia de los que tenía la roca original.
1.5. Minerales constitutivos de los suelos gruesos.
Un mineral es una sustancia inorgánica y natural, que tiene una estructura interna
característica determinada por un cierto arreglo específico de sus átomos e iones.
Sus propiedades físicas más interesantes son: el color, el lustre, la tonalidad de
sus raspaduras, la dureza, la tenacidad, entre otros.
En los suelos gruesos formados por partículas gruesas, los minerales
predominantes son: silicatos, principalmente feldespato (de potasio, sodio o
calcio), micas, olivino, serpentina, etc. El comportamiento mecánico e hidráulico
esta principalmente condicionado por su compacidad y por la orientación de sus
partículas, aunque no debe desatenderse su constitución mineralógica.
1.6 Minerales constitutivos de las arcillas.
Los agentes de descomposición química llegan a u n producto final: la arcilla. Su
estudio de las propiedades mineralógicas comenzó en épocas recientes (1930).
Las arcillas están constituidas básicamente por silicatos de aluminio hidratado,
presentado, además, en algunas ocasiones, silicatos de magnesio, hierro u otros
metales, también hidratados. Estos minerales presentan una estructura cristalina
definida por átomos que se disponen en láminas, estas láminas son: la silícica y la
alumínica.
De acuerdo con su estructura reticular, los minerales de arcillase encasillan en tres
grandes grupos: caolinitas, montmorilonitas e ilitas. Las caolinitas están formadas
por una lámina silícica y otra alumínica. Su unión es lo suficiente firme para no
permitir la penetración de moléculas de agua entre ellas (adsorción). En
consecuencia, las arcillas caoliníticas serán relativamente estables en presencia
de agua.
Las montnorilonitas están formadas por una lámina aluminica entre dos silícicas,
superponiéndose indefinidamente. La unión entre las partículas es débil, por lo
que las moléculas de agua pueden introducirse en la estructura con relativa
facilidad. Estas arcillas en presencia de agua presentaran fuerte tendencia a la
inestabilidad.
Las ilitas están estructuradas análogamente que las montmorilonitas, pero su
constitución interna manifiesta tendencia a formar grupos de materia, que reducen
el área expuesta al agua por unidad de volumen.
CAPITULO II.- FISICO-QUIMICA DE LAS ARCILLAS.

2.1. Generalidades.
En los granos gruesos de los suelos, las fuerzas de gravitación predominan
fuertemente sobre cualesquiera otras fuerzas; por ello, todas las partículas
gruesas tienen un comportamiento similar. El comportamiento mecánico e
hidráulico de tales suelos está definido por características circunstanciales, tales
como la compacidad del depósito y la orientaciónón de sus partículas individuales.
En los suelos de grano muy fino, sin embargo, fuerzas de otros tipos ejercen
acción importante; ello es debido a que en estos granos, la relación de área a
volumen alcanza valores de consideración y fuerzas electromagnéticas
desarrolladas en la superficie de los compuestos minerales cobran significación.
En general, se estima que esta actividad en la superficie de la partícula individual
es fundamental para tamaños menores que dos micras (0.002 mm).
La magnitud de las presiones de adsorción existentes en la película de agua que
rodea a un cristal de arcilla, fue reportada por Winter Korn y Baver, quienes dan un
valor de 20,000 kg/cm^2. Bridgmana estudió la variación del punto de congelación
del agua, cuando ésta sujeta a grandes presiones, encontrando que dicho punto
corresponde a temperaturas cada vez mayores respecto al valor normal de 0°C, a
medida que la presión se incrementa a partir de 6,000 kg/cm^2; en particular,
señaló que a 10000 kg/cm^2 la congelación del agua ocurre a + 30°C
Terzaghi y Peck estiman que la capa sólida y viscosa puede tener un espesor de
0,005 micras, si bien indican que el agua no presenta sus propiedades normales
por completo hasta un alejamiento de 0.1 micras aproximadamente, a partir de la
superficie del cristal. En el Anexo 11-a pueden consultarse algunas ideas más
detalladas sobre la constitución interna de las arcillas y sobre los nexos eléctricos
entre sus componentes.
2.2. Intercambio catiónico.
Los cristales de arcilla pueden cambiar los cationes adsorbidos en su pelicula
superficial; por ejemplo, una arcilla hidrógena (con cationes H+) puede
transformarse en sódica, si sc hace que circule a través de su masa, agua con
sales de sodio en disolución. En realidad lo que ocurre es un intercambio de
cationes entre el agua y las películas adsorbidas por las partículas minerales,
algunas veces en reacción rápida. Los cationes intercambiables más usuales
son: Na+, K+, Ca++, Mg++, H+ y (NH4)
Las propiedades mecánicas de una arcilla pueden cambiar al variar los cationes
contenidos en sus complejos de adsorción, pues a diferentes cationes ligados
corresponden espesores de la película adsorbida, lo que se refleja sobre todo en
las propiedades de plasticidad y resistencia del suelo.
2.3. Identificación de minerales de arcillas
Existen hoy varios procedimientos al alcance del investigador a fin de identificar
los minerales constituyentes de una arcilla; los métodos de investigación por
Rayos X y el conocido como "Balance Térmico de las Arcillas" son más conocidos;
el microscopio electrónico proporciona datos útiles también, sobre todo en Io
referente a forma y tamaño de las minerales. Los Rayos X se difractan a su paso a
través de una muestra de arcilla y cada trayectoria de difracción es una imagen de
distintos planos atómicos; el conjunto de trayectorias retrata la estructura interna
de la arcilla. Así se revela un promedio de 2 X IO' láminas reticulares por
centímetro de material.
La investigación por altas temperaturas (balance térmico), es dudosa, sobre todo
en arcillas formadas por mezclas mineralógicas; Sus resultados se hacen
entonces de muy penosa e insegura interpretación, dado que las propiedades del
conjunto difieren grandemente de las partes. El análisis químico es útil, pero da la
composición integral de la arcilla y no informa sobre cómo se distribuyen sus
componentes, en el caso de que se trate de arcillas producto de la mezcla de
varias clases de minerales.
ANEXO 11.a Relaciones entre las faces sólidas y liquidas en una arcilla.
Durante mucho tiempo se creyó que minerales de las arcillas eran de naturaleza
amorfa, pero todas las investigaciones de detalle realizadas hasta ahora han
demostrado, por el contrario, que cristalinos y altamente estructurados, tal como
fue descrito someramente en la sección 1-6. Como se ha indicado en diversos
puntos del cuerpo principal de este libro, las relaciones entre los cristales que
componen las arcillas y el agua. Que los rodea han adquirido últimamente una
importancia cada vez más significativa, de la que se hace un uso reciente para
explicar los comportamientos macrofisicos de las arcillas en las obras ingenieriles.
Hoy ya nadie discute una idea que una vez expuesta se antoja llena de sensatez:
el comportamiento macrofísico, a gran escala, de las arcillas, de interés ingenieril,
no es más que un reflejo de la estimulación de toda una serie de fenómenos
microfísicos, que crurren en Io más íntimo de los suelos finos. Así, el estudio de
estas relaciones a pequeña escala, por asi decirlo cobra cada vez mayor interés.
2. a.1 Nexos primarios.
a) Nexos iónicos. Se establecen entre dos átomos que tengan incompleto el
número de las electrones en sus bandas más exteriores. Asi, un átomo pierde los
electrones de su banda extrema, que pasan a ocupar los lugares de los electrones
faltantes en la banda extrema del Otro. El ejemplo clásico que ilustra este
mecanismo es el cloruro de sodio; el sodio, con un solo electrón en su última
órbita, lo cede al cloro, que tiene únicamente siete electrones en su órbita
extrema, completando el número ocho, lo que transforma al cloruro de sodio en
una molécula estable.
b) Nexos covalentes
Ocurren entre dos átomos a cada uno de cuales les falta uno o más electrones en
sus bandas extremas; en estos casos dichos átomos pueden combinarse para
compartir un par o más de electrones de manera que un átomo suple con algunos
de sus electrones la deficiencia del vecino, en tanto que éste completa al primero
compartiendo con él algunos de sus propios electrones.
c) El nexo a través de un núcleo de hidrógeno
En ocasiones un átomo de hidrógeno se puede combinar con un átomo de
oxígeno, de flúor o de nitrógeno principalmente, cediendo su único electrón al
átomo más pesado. De esta manera, el núcleo del átomo de hidrógeno, con su
carga positiva, puede ejercer fuerzas de cierta consideración sobre átomos, iones
moléculas vecinos. Esta liga así establecida a través del núcleo de hidrógeno
resulta mucho más débil que la iónica o que la covalente, estudiada más atrás y
cuando se establece entre dos láminas de las que constituyen un cristal de arcilla,
producen nexos de unión relativamente débil y no muy estable.
2. a.2. Nexos secundarios.
Como se ha indicado, se conocen por este nombre aquellos nexos que se
establecen entre las moléculas y a ellos corresponden niveles de energía
relativamente bajos en comparación con los que ocurren entre los átomos. De los
nexos que ahora se trata el más importante es el que resulta de la existencia de
las llamadas fuerzas de Van der Waals. Estas fuerzas son hasta cierto punto una
consecuencia de la naturaleza polar de las moléculas de muchas sustancias, entre
ellas las del agua; en estas moléculas, los centros de carga positiva y negativa no
coinciden, de manera que la molécula en conjunto funciona como un pequeño
dipolo permanente. Cuando dos moléculas están próximas, el campo de cada una
orienta a la otra de manera que el centro de carga positiva de una queda próximo
al contrario de la otra, ejerciéndose entre ambas moléculas una fuerza neta de
atracción.
CAPITULO IV.- CARACTERISTICAS Y ESTRUCTURACION DE LAS
PARTICULAS MINERALES.

4.1. Forma.
La forma de las partículas minerales de un suelo es de importancia en el
comportamiento mecánico de éste, según se desprende de lo dicho en el capítulo
II.
En los suelos gruesos la forma característica es la equidimensional, en la cual las
tres dimensiones de la partícula son de magnitud comparable. Se origina por la
acción de los agentes mecánicos desintegradores y solo excepcionalmente
corresponde a partículas que hayan sufrido algún ataque químico. Según la
intensidad y lapso con que estos agentes mecánicos hayan actuado, se producen
variedades en la forma equidimensional, de las cuales pueden considerarse la
redondeada, la subredondeada, la subangulosa y la angulosa, en escala
decreciente de los efectos del ataque de los agentes desintegradores.

4.2. Peso específico relativo


El peso específico relativo de la mayoría de las partículas minerales constituyentes
de un suelo (𝑠𝑠 ) varia entre limites estrechos (2.60 a 2.90).
Los minerales de arcilla que constituyen la fracción coloidal de un suelo, pueden
tener un peso específico promedio comprendido entre 2.80 y 2.90. Sin embargo,
en algunas arcillas volcánicas, tal como sucede en el valle de México, suelen
encontrarse valores más bajos (entre 2.2 y 2.6). Así pues, es normal que en un
suelo real los minerales de las fracciones muy fina y coloidal tengan su peso
específico relativo mayor que los minerales de la fracción más gruesa.
El peso específico relativo de los sólidos de un suelo se determina en el
laboratorio haciendo uso de un matraz con marca de enrase.
El matraz se llena hasta su marca, primero con agua y después con agua y, a
muestra de suelo. El aire atrapado entre las partículas de suelo se desaloja por
ebullición o exponiendo la suspensión al vacío. Si la temperatura del agua es la
misma que la de la suspensión puede obtenerse una fórmula para 𝑠𝑠 utilizando los
siguientes esquemas.
El peso seco de los sólidos (𝑤𝑠 ) debe determinarse antes de la prueba en
materiales gruesos y después de ella, en suelos finos plásticos. La razón es que
en estos últimos suelos, el secado previo forma grumos de los que es difícil
desalojar al aire atrapado.

4.3. Estructuración de los suelos


En los suelos formados por partículas relativamente grandes (gravas y arenas) las
fuerzas que intervienen para formar la estructura son bastante bien conocidas y
sus efectos son relativamente simples de calificar; por ello, prácticamente no hay
discusión respecto al mecanismo de estructuración que, por otra parte, es
verificable a simple vista. Por el contrario, en los suelos formados por partículas
muy pequeñas (limos y arcillas), las fuerzas que intervienen en los procesos de
estructuración son de carácter mucho más complejo y las estructuras resultantes
son solo parcialmente verificables por métodos indirectos, relativamente
complicados y aun en plena etapa de desarrollo.
En lo que sigue se presenta, en primer lugar, el conjunto de estructuras y
mecanismos de formación tradicionales y, en segundo lugar, algunas de las ideas
de mayor aceptación actual.
a) Estructura simple.

Es aquella producida cuando las fuerzas debidas al campo gravitacional terrestre


son claramente predominantes en la disposición de las partículas; es, por lo tanto,
típica de suelos de grano grueso (gravas y arenas limpias) de masa comparativa
importante. Las partículas se disponen apoyándose directamente unas en otras y
cada partícula posee varios puntos de apoyo.
Desde un punto de vista ingenieril, el comportamiento mecánico e hidráulico de un
suelo de estructura simple, queda definido principalmente por dos características:
la compacidad del manto y la orientación de sus partículas.
El termino compacidad se refiere al grado de acomodo alcanzado por las
partículas del suelo, dejando más o menos vacíos entre ellas.

b) Estructura panaloide.

Esta estructura se considera típica en granos de pequeño tamaño (0.002 mm de


diámetro o algo menores) que se depositan en un medio continuo, normalmente
agua y, en ocasiones aire.
En estas partículas, la gravitación ejerce un efecto que hacen que tiendan a
sedimentarse, pero dada su pequeña masa, otras fuerzas naturales pueden
hacerse de magnitud comparable; concretamente, si la partícula, antes de llegar al
fondo del depósito, toca a otra partícula ya depositada, la fuerza de adherencia
desarrollada entre ambas, puede neutralizar al peso, haciendo que la partícula
quede detenida antes de completar su carrera.
c) Estructura floculanta.

Cuando en el proceso de sedimentación, dos partículas de diámetros menores de


0,02 mm llegan a tocarse, se adhiere con fuerza y se sedimentan juntas; así, otras
partículas pueden unirse al grupo, formando un grumo, con estructura similar a un
panal.
Cuando estos grumos llegan al fondo forman a su vez panales, cuyas bóvedas no
están ya formadas por partículas individuales, sino por los grumos mencionados.
El mecanismo anterior produce una estructura muy blanda y suelta, con gran
volumen de vacíos, llamada floculenta y, a veces, panaloide de orden superior.
d) Estructuras compuestas.

Se considera que las estructuras anteriores rara vez se presentan puras en la


naturaleza, pues la sedimentación comprende partículas de todos los tamaños y
tipos, para las que rigen las leyes de la naturaleza de modo diferente.
Según las ideas expuestas sobre estructuración, lo común seria encontrar en los
suelos reales estructuras tales como las siguientes.

En estas formaciones se define un esqueleto constituido por los granos gruesos y


por masas coloidales de flóculos que proporcionan nexo entre ellos.
La estructura que se muestra arriba, se ha formado en condiciones que permiten
la sedimentación de partículas gruesas y finas simultáneamente en agua de mar o
lagos, con contenido de sales apreciable, donde el efecto floculante de las sales
coexiste con el arrastre de vientos, corrientes de agua, etc.
El proceso de acumulación de sedimentos arriba de un cierto nivel, hace que las
capas inferiores se consoliden bajo el peso de las supra yacientes; las partículas
más gruesas se aproximan ocasionando que la arcilla floculada entre ellas
disminuya el volumen.
e) Estructura en “castillo de naipes”.

Las investigaciones realizadas en partículas de caolinitas, ilitas y montmorilonitas


demuestran que la longitud de ellas es del mismo orden de magnitud que su
ancho y que el espesor varia de 1⁄100 de estas dimensiones, en las
montmorilonitas, a 1⁄10 en las caolinitas, ocupando las ilitas una posición
intermedia.
Con estos datos es posible estimar que la superficie especifica de estas partículas
es del orden de 10 en las caolinitas, 80 en las ilitas y 800 en las montmorilonitas:
estas cifras cobran toda su importancia al considerar la acción de las fuerzas
superficiales como factor que interviene en la estructuración, no siendo difícil
concebir que tal factor llegue a ser determinante.
f) Estructura dispersa.

Algunas investigaciones modernas han indicado que una hipótesis estructural del
tipo de “castillo de naipes”, en la cual las partículas tienen contactos mutuos, si
bien puede aceptarse como real en muchos casos, quizá no es la más estable en
la que pudiera pensarse. Cualquier perturbación que pudiera existir, como la
deformación por esfuerzo cortante, tiende en general a disminuir los ángulos entre
las diferentes láminas de material. Conforme esto sucede actúan entre las
partículas presiones osmóticas inversamente proporcionales al espaciamiento
entre ellas. Las presiones osmóticas tienden a hacer que las partículas se separen
y adopten una posición tal como la que esquemáticamente se muestra.

En las partes a) y b) de la figura se muestra el mecanismo por el cual la presión


osmótica tiene a hacer, para llegar a una condición más uniforme, que las
partículas se separen. En la parte c) se muestra la estructura en su condición final.
CAPITULO III.- RELACIONES VOLUMÉTRICAS Y GRAVIMÉTRICAS
EN LOS SUELOS.

3.1. Fases del suelo. Símbolos y definiciones.


En un suelo se distinguen tres fases constituyentes: la sólida, la liquida y la
gaseosa. La fase solida está formada por las partículas minerales del suelo
(incluyendo la capa solida absorbida); la liquida por el agua (libre,
específicamente). Aunque en los suelos pueden existir otros líquidos de menor
significación; la fase gaseosa comprende sobre todo el aire, si bien pueden estar
presentes otros gases (vapores sulfuros, anhídrido carbónico, etc.). la capa
viscosa del agua absorbida que presenta propiedades intermedias entre la fase
sólida y la liquida, suele incluirse en esta última, pues es susceptible de
desaparecer cuando el suelo es sometido a una fuerte evaporación.
La fase liquida y gaseosa del suelo suelen comprenderse en el volumen de vacíos,
mientras que la fase solida constituye el volumen de los sólidos.
Se dice que un suelo es totalmente saturado cuando todos sus vacíos están
ocupados por agua. Un suelo en tal circunstancia consta, como caso particular, de
solo dos fases, la sólida y la liquida.
Aunque el contenido de materia orgánica y las capas absorbidas son muy
importantes desde el punto de vista de las propiedades mecánicas del suelo, no
es preciso considerarlos en la medición de pesos y volúmenes relativos de las tres
fases principales; su influencia se toma en cuenta más fácilmente en etapas
posteriores del estudio de ciertas propiedades de los suelos.
Estas relaciones, de tipo volumétrico, y gravimétrico, son de la mayor importancia
para la aplicación sencilla y rápida de la teoría y su dominio debe considerarse
indispensable.
La Fig. III-1 representa el esquema de una muestra de suelo, en el que aparecen
las fases principales, así como los conceptos de uso más común, con los símbolos
con que se indicaran en lo que sigue:
El significado de los símbolos es el siguiente:
 Vm = volumen total de la muestra de suelo (volumen de la masa)
 Vs = volumen de la fase solida de la muestra (volumen de solidos)
 Vv = volumen de los vacíos de la muestra de suelos (volumen de vicios)
 Vw = volumen de la fase liquida contenida en la muestra (volumen de agua)
 Va = volumen de la fase gaseosa de la muestra (volumen de aire)
 Wm = peso total de la muestra del suelo (peso de la masa)
 Ws =peso de la fase solida de la muestra de suelo (peso de los sólidos)
 Ww = peso de la fase liquida de la muestra (peso del agua)
 Wa = peso de la fase gaseosa de la muestra, convencionalmente,
considerado como nulo en mecánica de suelos.

3.2. Relaciones de pesos y volúmenes.


En mecánica de suelos se relaciona el peso de las distintas fases con sus
volúmenes correspondientes, por medio del concepto de peso específico, es decir,
de la relación del peso de la sustancia y su volumen.
Se distinguen los siguientes pesos específicos:

 ᵞ0 = peso específico del agua destilada, a 4°C de temperatura y a la presión


atmosférica correspondiente al nivel del mar. En sistemas derivados del
métrico, es igual a 1 o a una potencia entera de 10.
 ᵞw = peso específico del agua en las condiciones reales del trabajo; su valor
difiere poco del Y0 y en muchas cuestiones prácticas, ambos son tomados
como iguales.
 ᵞm = peso específico de la masa del suelo. Por definición del suelo:

 ᵞa = peso específico de la fase solida del suelo.

El peso específico relativo se define como la relación entre el peso específico de


una sustancia y el peso específico del agua, a 4°C, destilada y sujeta a una
atmosfera de presión.
Se distinguen los siguientes pesos específicos relativos.
 Sm = peso específico relativo de la masa del suelo.
 Ss = peso específico relativo de la fase solida del suelo.

3.3. Relaciones fundamentales.


Las relaciones que se dan a continuación son importantes para el manejo
comprensible de las propiedades mecánicas de los suelos y un completo dominio
de su significado y sentido físico.
a) Se denomina Relación de vacíos, Oquedad o Índice de poros a la relación
entre el volumen de los vacíos y el de los sólidos de un suelo:

La relación puede variar de 0 (Vv = 0) a infinito.

b) Se llama porosidad de un suelo a la relación entre su volumen de vacíos y


el volumen de su masa. Se expresa como porcentaje:

Esta relación puede variar de 0 a 100%.

c) Se denomina grado de saturación de un suelo a la relación entre su


volumen de agua y el volumen de sus vacíos.

Varía de 0 a 100%.
d) Se conoce como contenido de agua o humedad de un suelo. La relación
entre el peso del agua contenida en el mismo y el peso de su fase sólida.

Varía teóricamente de 0 a infinito.


e) El grado de saturación de aire se define por:
3.4. Peso específico seco y saturado.

El primero es un valor particular de ᵞm para el caso en que el grado de saturación


del suelo sea nulo

El peso específico saturado es el valor de ᵞm cuando Gw=100%


COMENTARIOS

 Gómez Días Oseas Orlando

Como se conoce el suelo, tiene una gran importancia dentro de las obras de
ingeniería, ya que no solo se trata del lugar que pisamos para caminar, sino que
presenta características que lo vuelven en un tema de estudio interesante. Desde
su origen presenta características peculiares y todos los fenómenos naturales que
intervienen en su origen lo transforman en un suelo único, de allí que el suelo
presenta características muy diferentes en todo lugar y dependen en gran manera
si estos suelos fueron transportados o fueron productos de los agentes de
intemperismo.
Por lo tanto, teniendo este principio presente mencionamos que para poder
construir en cualquier lugar es necesario conocer de manera detallada el suelo de
cimentación y su comportamiento, para ello es necesario analizar de manera
detallada el comportamiento del suelo, los minerales que lo constituyen y las
pruebas correspondientes que se deban realizar.
 Vásquez Tovilla Alexis

El libro de Juárez Badillo es muy interesante ya que engloba temas de suma


importancia en el campo de la mecánica de suelos, ya que incluye teorías sobre el
comportamiento de los suelos sujetos a cargas, basadas en simplificaciones
necesarias dado el actual estado de la técnica, indica los tipos de suelos y como
realizar pruebas de clasificación de suelos, granulometría, consolidación, entre
otras a fin de obtener resultados veraces y aplicables a la vida profesional en las
estructuras diseñadas.
También nos presentan definiciones elementales como que es un suelo según
Terzaghi, se muestran las partes de un terraplén, de una carretera, los elementos
que conforman la sección transversal de un camino y de igual manera de que
forma clasificarlos, los tipos de reconocimientos a realizar para analizar de ciertos
perfiles el terreno a modificar, y sobre todo las especificaciones a seguir para ir de
acuerdo a la norma.

El tomo I de la mecánica de suelos incluye temas relacionados a las propiedades


de los suelos, y aprender a rellenar las tablas para realizar un mejor análisis de los
suelos a muestrear, pero sobre todo nos ayuda a conocer el origen de ciertos
materiales y saber si son saturados o no saturados.

Es un muy buen libro para aprender los principales fundamentos de la mecánica


de suelos y generar interés de nuestra parte para continuar con el aprendizaje en
este campo de la ingeniería.
 Pérez Hernández Mauricio

El suelo en ingeniería juega un papel muy importante ya que dentro de ellos se


pueden desplantar grandes obras civiles como son las hidráulicas, estructuras y
vías terrestres y que tienen diferentes características para poder estudiarlos; que
gracias a su estudio surge la mecánica de suelos que corresponde a su estudio de
la misma. Uno de las cosas es analizar las propiedades que presentan, tanto las
físicas como las químicas y cómo estas tienen un comportamiento de acuerdo a
los cambios de su estado; en la fase sólida y liquida estos entran en contacto con
el agua y pueden tener cambios bruscos hacia la cimentación.
Una parte de la mecánica analiza las relaciones gravimétricas y volumétricas de
los suelos que trata de explicar el comportamiento del suelo cuando entra en
contacto con el agua y aire. Estos se le llama suelos saturados cuando sus vacíos
están ocupados por agua, pero también es importante tomar las consideraciones
en la medición de pesos y volúmenes relativos de las tres fases principales: fase
sólida, liquida y gaseosa. Y el cálculo de sus relaciones de vacíos y porosidad en
los suelos saturados y las características y estructuración que presentan.

 Ramírez Díaz Isaac Alejandro

En los capítulos de Juárez Badillo se habla acerca de las propiedades que tienen
los suelos, por mencionar se podría decir que las fuerzas gravitacionales tienen un
efecto más fuerte sobre los suelos de partículas gruesas, además este capítulo
menciona sobres la propiedades químicas de los suelos finos y gruesos, unos de
los estudios que se realiza para poder identificar de que minerales está compuesta
la arcilla es el llamado balance térmico de las arcillas, pero como todo estudio
tiene sus desventajas ya que cuando se trata de una arcilla mezclada, los
resultados que esta arroja son algo dudosas. Al igual que el estudio químico arroja
resultados que son de naturaleza dudosa ya que difieren por los tamaños de las
partículas.
 Rodríguez Velasco Cristian Enrique

El suelo constituye el elemento estructural de soporte de cualquier tipo de carga


de una edificación, por lo tanto es importante el estudio del comportamiento del
suelo ante dichas circunstancias.
Este capítulo es muy importante, pues nos habla de las propiedades del suelo,
tales como; pesos, volúmenes. También nos habla de algunas fases del suelo,
formulas y la simbología que manejamos para interpretarla.
Es necesario saber este apartado de relaciones, para el manejo comprensible de
las propiedades mecánicas de los suelos y un completo dominio de su significado
y sentido físico; para poder expresar de forma asequible los datos y conclusiones
de la mecánica de suelos.
UNIVERSIDAD AUTONOMA DE CHIAPAS
FACULTAD DE INGENIERIA

MOVIMIENTO DE TIERRAS

DR. ROMMEL DE JESUS MIRANDA CUESTA

TAREA 1. RESUMEN CAPITULOS I, II, III Y IV


MECANICA DE SUELOS, TOMO 1 (JUARES BADILLO-RICO RODRIGUEZ)

9° SEMESTRE, GRUPO A

ALUMNOS:
GÓMEZ DÍAS OSEAS ORLANDO

PÉREZ HERNÁNDEZ MAURICIO

RAMÍREZ DÍAZ ISAAC ALEJANDRO

RODRÍGUEZ VELASCO CRISTIAN ENRIQUE

VÁSQUEZ TOVILLA ALEXIS

TUXTLA GUTIERREZ CHIAPAS, A 21 DE AGOSTO DEL 2017

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