Professional Documents
Culture Documents
De esta forma, la Ley de Inquilinato resulto con normas muy ajustadas a las
necesidades sociales de aquella época, titularizando al arrendatario que económicamente es
la parte más débil de la relación contractual del arrendamiento y claro está la necesidad de
la mayoría de la población a una vivienda, derecho a que gran parte de los guatemaltecos
no poseen, teniendo la necesidad de alquilar un hogar. Sin embargo, la Ley de Inquilinato
se encuentra vigente aún después de cincuenta y cuatros años, tiempo en el cual han entrado
en vigencia un nuevo Código Civil Decreto Ley 106 y un nuevo Código Procesal Civil y
Mercantil Decreto Ley 107.
Otra reforma de carácter procesal que sufrió la Ley de Inquilinito fue la derogación
de los artículos 44, 45, 46, 49 y 55 mediante el Decreto número 48-2005 del Congreso de la
República, artículos que tenían disposiciones procesales, derogatoria que emergió en virtud
de la duplicidad de normas para regular el Juicio de Desahucio, tal como su primer
considerando lo declaró: “Que el Decreto 1468 del Congreso de la República, Ley de
Inquilinato, contiene disposiciones relativas al juicio de desocupación que se puede
promover en contra de inquilinos de bienes inmuebles; asimismo, el Código Procesal Civil
y Mercantil, Decreto Ley 107, también regula lo relativo a los juicios de desocupación y
desahucio, por lo que se hace necesario establecer un procedimiento único que garantice la
seguridad jurídica y el debido proceso en dicha materia”.
Ante esta situación es necesaria la concordancia entre las normas vigentes del
arrendamiento, principalmente el arrendamiento urbano, que es regulado por diferentes
leyes con concepciones terminológicas e ideológicas totalmente diferentes, por lo que el
análisis del presente trabajo está enfocado a determinar cuál de las dos leyes se aplica en los
casos concretos, conforme al artículo 13 de la Ley del Organismo Judicial, “Las
disposiciones especiales de las leyes, prevalecen sobre las disposiciones generales de la
misma o de otras leyes”.
Es más, recordemos lo que establece el artículo 13 de la Ley del Organismo Judicial, que
las disipaciones especiales prevalecen sobre las generales de la misma ley o sobre las
disipaciones generales de otras leyes. En el caso del arrendamiento existen tres
ordenamientos jurídicos cuando se aplica a Casas para vivienda o Locales:
Los Capítulos I, II, III, IV y V del Título VII de la Segunda Parte del Libro V del
Código Civil se regula el Contrato de Arrendamiento “En General”, es decir a todo
cuanto es aplicable el Arrendamiento, sea esto bienes inmuebles no necesariamente
Locales o Viviendas o bienes muebles tangibles o intangibles, por lo que a pesar de
ser una norma de carácter particular para el Contrato de Arrendamiento, se
convierte en disposiciones de Carácter GENERAL para el Contrato de
Arrendamiento en caso de Casas de Vivienda y Locales.
Ahora, el CAPÍTULO VI del Título VII ya referido, se regula lo concerniente al
Arrendamiento de Casas de Vivienda y Locales, lo que se convierte en disposición
especial para el Contrato de Arrendamiento para tales casos, sin embargo, también
entra la Ley de Inquilinato, la cual en su artículo 1 se infiere que la ley está dirigida
al Arrendamiento de Viviendas y Locales URBANOS. Por lo que el Capítulo VI de
Contratos de Arrendamiento se convierte en norma General para el Arrendamiento
de Viviendas y Locales Urbanos, los cuales tienen como norma específica la Ley de
Inquilinato, decreto número 1468.
CONTRATO DE ARRENDAMIENTO
(En General)
Capítulos I, II, III, IV y V del Título VII de la
Segunda Parte del Libro V del Código Civil, es
decir Artículos: 1880 al 1930.
CONTRATO DE ARRENDAMIENTO
(Normas Especiales relativas al Alquiler de
Casas y Locales)
Artículos: 1931 al 1941 del Código Civil.
LEY DE INQUILINATO
(Relativo al Contrato de Arrendamiento de
Casas y Locales Urbanos)
Ahora analicemos algunos artículos de La Ley de Inquilinato con las normas del Código
Civil:
La Ley de Inquilinita establece otra terminología para la establecida en el Código Civil,
siendo la siguiente la comparación (Art. 3 Ley de Inquilinato; Art. 1880 Código Civil):
LOCADOR: ARRENDANTE
INQUILINO: ARRENDATARIO
ARTICULO 1. Se declara de utilidad pública y de interés social el arrendamiento de toda clase de viviendas y de
locales urbanos destinados a cualquiera otra finalidad.
Esté artículo contrasta con el principio de interés particular que atañe al Código Civil,
elevando al arrendamiento, un Contrato de derecho privado a la esfera del derecho
público, en donde el interés social prevalece sobre el particular, en este caso, el interés
social es sobre los arrendantes.
ARTICULO 2. Los beneficios que esta ley establece en favor de los inquilinos son irrenunciables y, en consecuencia,
carecerán de validez las estipulaciones contractuales que los contravengan.
La presente ley prevalecerá también sobre todo lo estipulado en contratos de arrendamiento o subarrendamiento
celebrados con anterioridad a su vigencia.
Otra forma que se diferencia del Código Civil, en virtud que los Contratos Civiles
pueden establecerse derechos o obligaciones que no se encuentran regulados en el
Código, de igual forma, se pueden renunciar derechos contenidos en el mismo.
Los artículos 5, 6, 7 y 8 se refieren a un periodo de tiempo totalmente distinto al
nuestro, por lo que se convierten en derecho vigente pero no positivo, además se aplicaría
el Decreto Número 35-92 que versa sobre la misma materia.
Los artículos 22 al 34 sin son aplicables completamente, sobre cualquier norma civil
contrarias a la misma. Por cuestiones de economía, solamente sería vigente el numeral III
del artículo 22, por lo que las rentas sujetas a la Ley de Inquilinato no deberían superar el 8
por millar del valor total del inmueble.
ARTICULO 35. Ley de Inquilinato. Para dar en ARTICULO 1931 Código Civil.
ARTICULO 39. Todo inquilino gozará del derecho de ARTICULO 1939. El arrendatario podrá poner fin al
poner fin al contrato de arrendamiento o subarrendamiento arrendamiento dando aviso por escrito al arrendador, por
de la vivienda o el local que ocupare, siempre que diere lo menos con treinta días de anticipación si se tratare de
aviso escrito o notificare al locador en la vía voluntaria vivienda y con sesenta días de anticipación si se tratare de
judicial, por lo menos con treinta (30) días de anticipación locales de negocios u oficinas, salvo lo dispuesto en el
si se tratare de viviendas y de sesenta (60) días de artículo 1888.
anticipación si se tratare de locales. Tal aviso no podrá
darse legalmente por inquilinos que no estuvieren
solventes por el pago de alquileres…
Relación artículo 40 Ley de Inquilinato y 1940 Código Civil (en cursiva de la Ley de
Inquilinato cuando la norma es la misma que la del Código Civil y en negrita cuando
difiere):
ARTICULO 1940. El arrendador podrá dar por terminado el arrendamiento en los casos
generales establecidos en el artículo 1930 y en los especiales siguientes:
a) Cuando el propietario requiera la vivienda para 2. Cuando el propietario necesite la casa o vivienda
habitarla él, su cónyuge o concubinario, sus hijos, sus para habitarla él y su familia, siempre que compruebe
padres o unos y otros, siempre que compruebe esta circunstancia. En la familia se comprende su esposa
plenamente esa necesidad; o conviviente de hecho, hijos, padres, o personas que
dependan de él económicamente;
d) Cuando el propietario pruebe que necesita el local 6. Cuando el propietario necesite el local para
para cualesquiera de los fines indicados en el inciso d) del instalar su negocio o cualquiera otra actividad lícita,
Artículo 3º, siempre que no cuente con otro para tal fin o siempre que no tenga otro inmueble con las
que, cuando fuere propietario de otro local, el que
condiciones adecuadas para tal fin.
deseare ocupar presentare condiciones más adecuadas;
e) Cuando el subarrendante obtuviere, como consecuencia de los subarrendamientos, un valor mayor del alquiler que se
fija en el Artículo 30 de esta ley;
g) Cuando el arrendatario o subarrendatario dedique el inmueble a usos distintos para los que fue contratado y
principalmente cuando con ellos se contravengan la moral y las buenas costumbres;
Artículos: 236 al 246 del Código Procesal Civil y Mercantil
CAPITULO III
JUICIOS SOBRE ARRENDAMIENTOS Y DESAHUCIO
ARRENDAMIENTO
ARTICULO 236. Todas las cuestiones que se susciten con motivo del contrato de
arrendamiento, deberán ventilarse por el procedimiento a que se refiere este título, salvo
disposición contraria de la Ley.
Si la desocupación procede en inmuebles ocupados por escuelas oficiales o particulares, sólo podrá hacerse efectiva
en el período de vacaciones.
El tribunal ante quien se inicie demanda de desahucio, no dará trámite a la misma, en tanto el demandante no
acompañe la constancia de haber hecho el depósito correspondiente a dos mensualidades a favor del arrendatario.
DESAHUCIO
ARTICULO 237. La demanda de desocupación puede ser entablada por el propietario, por
el que ha entregado un inmueble a otro con la obligación de restituírselo o por los que
comprueben tener derecho de poseer el inmueble por cualquier título legitimo; y se da en
contra de todo simple tenedor y del intruso o en contra del que recibió el inmueble sujeto a
la obligación antes dicha.
ARTICULO 47. El lanzamiento del inquilino, definitivamente decretado por juez competente no dará derecho a
aquél al pago de indemnización alguna.
ARTICULO 48. En caso de lanzamiento de inquilinos de escasos recursos, la Policía Nacional recogerá de la calle
los bienes del desahuciado y los llevará a un lugar seguro, mientras éste busca a dónde trasladarlos.
CONCLUSIÓN:
La Ley de Inquilinato prevalece en contra de las normas del Código Civil y del Código
Procesal Civil, por el principio de especialidad de la Ley del Organismo Judicial artículo
13, por lo que no existe conflicto de leyes, sino, complementariedad de una Ley específica
sobre una ley en general.
La Ley de Inquilinato tiene un sentido social muy fuerte, que contrasta con el sentido
privado e individualista del Derecho Civil, porque tutela al inquilino o arrendatario, en una
relación económica en donde se presume, que este tiene una posición económica inferior al
arrendatario, lastimosamente es una ley vigente pero en muchos casos no positiva, puesto
que aún subsisten las arbitrariedades en el campo de alquileres.