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La noción de persona es muy importante para nuestro sistema jurídico ya que posee una
cantidad de connotaciones necesarias para comprender su protección.
Nuestra ley no da una noción de lo que debe entenderse por persona; directamente
empieza el Título I, refiriendo al comienzo de su existencia. Matilde Zavala expresa:
…mientras que el hombre es una realidad ontológica (un "ente" biosíquico y espiritual);
persona es, dentro del derecho, una categoría jurídica (el ente, humano o no, que goza de
capacidad de derecho) […] El hombre existe en la naturaleza, la persona solamente en el
derecho. (Zavala de González, 1983, p. 4)
Caracteres
Estos derechos son absolutos, extrapatrimoniales, irrenunciables, relativamente
disponibles por las partes y por ende no transmisibles. Otro carácter es que la vulneración de ellos
da derecho a su titular a reclamar la prevención y reparación de los daños conforme lo estipulado
en los arts. 1708 a 1780 inclusive del Código Civil y Comercial.
Son absolutos porque se dan contra todos, erga omnes, ya que todos y cada uno de los
miembros que constituyen la comunidad jurídicamente organizada están obligados a respetar la
persona de los demás.
Decimos que son relativamente disponibles por las partes pues, de conformidad al art. 55
del Código Civil y Comercial, se puede disponer de los derechos personalísimos bajo ciertas
condiciones: que medie consentimiento por el titular de los derechos, que éste no sea contrario a
la ley, la moral o las buenas costumbres.
Asimismo, prevé que el consentimiento no se presume, es decir que debe otorgarse en
forma clara, ya sea expresa, tácita, o incluso por vía de silencio, y “es de interpretación restrictiva, y
libremente revocable” Art. 55
Concepto
La persona, en tanto tal, posee ciertos atributos que son sus cualidades esenciales. Éstas
son inherentes y consideradas a priori de la persona, es decir que comienzan con su existencia.
Estos atributos de la persona humana son: capacidad, nombre, estado y domicilio. A toda
persona individual le es inherente la capacidad, cualidad que la distingue como sujeto potencial de
derechos y deberes; el nombre que la individualiza, el estado que la sitúa en el medio familiar en el
que se desenvuelve y el domicilio que la sitúa jurídicamente en un lugar determinado.
Naturaleza
Los atributos no son derechos ni deberes, sino cualidades inherentes a la calidad de la
persona que no se adquieren luego, sino que son contemporáneos a la persona, a su existencia, y
la acompañan toda su vida protegiéndola e identificándola.
Caracteres
Los atributos participan de los siguientes caracteres:
- Son necesarios e inherentes a las personas: no se concibe que la persona física pueda
carecer de alguno de estos atributos por cuanto, la determinan en su individualidad.
- Son únicos: una misma persona no puede poseer más de un atributo de cada clase en un
momento determinado. Así, la persona humana no puede ser capaz e incapaz a la vez de
adquirir un derecho, no puede tener más estados civiles familiares del mismo orden, por
ejemplo soltero-casado.
- Son indisponibles: no pueden ser transferidos, pues están fuera del comercio.
- Son inmutables: sólo se modifican cuando se verifica el supuesto normativo que así lo
prevé.
- Son imprescriptibles: por cuanto no se adquieren ni pierden por el transcurso del tiempo.
- Nombre. Noción
- Régimen legal
o El prenombre
o Apellido de los hijos.
- Apellido de los cónyuges. Por otro lado, en relación al apellido de los cónyuges, el
art. 67 dispone: Cualquiera de los cónyuges puede optar por usar el apellido del otro, con
la preposición “de” o sin ella.
La persona divorciada o cuyo matrimonio ha sido declarado nulo no puede usar el apellido
del otro cónyuge, excepto que, por motivos razonables, el juez la autorice a conservarlo.
El cónyuge viudo puede seguir usando el apellido del otro cónyuge mientras no contraiga
nuevas nupcias, ni constituya unión convivencial (art. 67).
El cambio de nombre tramitará “por el proceso más abreviado que prevea la ley local, con
intervención del Ministerio Público” Art. 70, debiendo “publicarse en el diario oficial una vez por
mes en el lapso de dos meses”, a fin de que presenten las oposiciones y se soliciten informes
respecto de “las medidas precautorias que existieren con relación al interesado” Art. 70.
Una vez inscrita en el Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas, será oponible a
terceros.
- Acciones de protección.
Art. 71. Acciones de protección del nombre. Puede ejercer acciones en defensa de su nombre:
a) aquel a quien le es desconocido el uso de su nombre, para que le sea reconocido y se
prohíba toda futura impugnación por quien lo niega; se debe ordenar la publicación de la
sentencia a costa del demandado;
b) aquel cuyo nombre es indebidamente usado por otro, para que cese en ese uso;
c) aquel cuyo nombre es usado para la designación de cosas o personajes de fantasía, si ello le
causa perjuicio material o moral, para que cese el uso.
En todos los casos puede demandarse la reparación de los daños y el juez puede disponer la
publicación de la sentencia.
Las acciones pueden ser ejercidas exclusivamente por el interesado; si ha fallecido, por sus
descendientes, cónyuge o conviviente, y a falta de éstos, por los ascendientes o hermanos. Art.
71
Por último y en orden a quiénes pueden interponer estas acciones, se establece que el titular
exclusivo es el interesado y, si éste ha fallecido, podrá ser ejercida por sus descendientes, cónyuge
o conviviente, y a falta de éstos, por los ascendientes o hermanos.
Clases de Domicilio
Por último decimos que el domicilio general es mutable, es decir que es modificable, ya
sea por cambio en la capacidad de las personas (por ejemplo, un menor que cumple la mayoría de
edad pasa de domicilio legal a domicilio real) o por un cambio en la de su situación (por ejemplo:
una persona que es designada en un puesto de funcionario público y que requiere trasladarse,
cambia de domicilio real a domicilio legal).
El domicilio real, definido en el art. 73 del CCCN, es donde la persona humana tiene su
residencia habitual. Ahora bien, si ejerce actividad profesional o económica, lo tiene en el lugar
donde la desempeña para el cumplimiento de las obligaciones emergentes de dicha actividad.
Como podemos ver, la ley contempla la residencia como un elemento del domicilio, dado
que el mismo se determina en función de la residencia habitual, entendida como el lugar en el que
habitual y permanentemente habita una persona.
También se considera domicilio real el lugar de desempeño de la actividad profesional o
económica para las obligaciones nacidas de éstas.
Este domicilio toma en cuenta la efectiva residencia de la persona, es voluntario, pues sólo
depende de la voluntad del individuo, y, además, es de libre elección e inviolable (art. 18 CN).
El art. 74 del CCCN define el domicilio legal como el lugar donde la ley presume, sin admitir
prueba en contra, que una persona reside de manera permanente para el ejercicio de sus derechos
y el cumplimiento de sus obligaciones.
- Capacidad. Noción.
La capacidad es uno de los atributos más importantes de la persona. Como se expuso
anteriormente, este atributo forma parte del concepto mismo de persona; la capacidad de derecho
siempre está presente.
- Clases
La noción de capacidad no se agota en la capacidad de derecho –atributo de la persona–
puesto que comprende también la capacidad de hecho o de obrar, que consiste en la aptitud de las
personas físicas para ejercer por sí mismas los actos de la vida civil.
La capacidad tiene los siguientes caracteres:
a) las reglas que gobiernan la capacidad son de orden público y no pueden ser modificadas
por voluntad de los particulares;
b) es principio general que tanto las incapacidades como las restricciones a la capacidad
son la excepción;
c) las restricciones a la capacidad son de interpretación restrictiva.
Capacidad de derecho.
El artículo 22 del CCCN definela capacidad de derecho:“Capacidad de derecho. Toda
persona humana goza de la aptitud para ser titular de derechos y deberes jurídicos. La ley puede
privar o limitar esta capacidad respecto de hechos, simples actos, o actos jurídicos
determinados.”Art. 22. Así, la capacidad de derecho se define como la aptitud de que goza toda
persona humana para ser titular de derechos y deberes jurídicos.
Capacidad de ejercicio
Por su parte, el artículo 23 define la capacidad de ejercicio o de hecho, y prevé “Capacidad
de ejercicio.Toda persona humana puede ejercer por sí misma sus derechos, excepto las
limitaciones expresamente previstas en este Código y en una sentencia judicial”Art. 23. La
capacidad de ejercicio es la aptitud para ejercer derechos por sí mismo. Comparación:
- Estado civil.
El estado es un atributo propio de las personas físicas y hace referencia a la posición o rol que
ocupa una persona en la sociedad, por ejemplo estado civil, o en una familia, por ejemplo estado
de padre, de hijo, etc.
Caracteres
El estado participa de los siguientes caracteres:
a) las normas que regulan el estado de las personas son de orden público; no
pueden ser modificadas por la voluntad de los interesados;
b) es indivisible y oponible erga omnes;
c) generalmente es recíproco o correlativo, porque a cada estado de una persona le
corresponde el de otro que resulta correlativo;
d) es inalienable, es decir intransmisible;
- Presupuestos Juridicos
Art. 79. Ausencia simple. Si una persona ha desaparecido de su domicilio, sin tenerse noticias
de ella, y sin haber dejado apoderado, puede designarse un curador a sus bienes si el cuidado de
éstos lo exige. La misma regla se debe aplicar si existe apoderado, pero sus poderes
soninsuficientes o no desempeña convenientemente el mandato. 38
De conformidad a dicho artículo, para configurarse el presupuesto de la ausencia simple es preciso
que:
- La persona haya desaparecido de su domicilio, sin que se tenga noticias sobre su
existencia;
- Haya dejado bienes que exijan protección;
- No haya dejado apoderado o que los poderes del apoderado del ausente resulten
insuficientes o que éste haya incurrido en un desempeño inconveniente de su mandato.
Como se advierte,la ley no exige que haya transcurrido plazo alguno para peticionar ante el
juez competente la declaración de ausencia simple, ni que la desaparición se vincule con un hecho
extremo del cual se presuma la muerte del ausente;sólo se impone que existan bienes para cuidar,
de manera tal que se adopten aquellas medidas necesarias para proteger el patrimonio del
ausente.
Conforme lo prescribe el art. 85, para que nazca la presunción de fallecimiento es preciso
que la persona se ausente de su domicilio sin que se tenga noticias de ella por el término de tres
años, sin requerir la norma que la ausencia de la persona haya ocurrido en virtud de una
circunstancia que traiga aparejada la muerte (supuesto de buque o aeronave naufragada, incendio,
terremoto, etc.),como ocurre en los casos extraordinarios. Por último, el plazo de tres años debe
contarse desde la fecha de la última noticia que se haya tenido del ausente.
La disminución de los plazosen los casos extraordinariosen relación al supuesto ordinario,
se debe a que se trata de hipótesis que se sustentan en circunstancias particulares, en las que las
posibilidades de supervivencia resultan ínfimas.
- Efectos de la declaración.
En orden a los efectos patrimoniales, los artículos 90 y 91 regulan sobre elpunto.
Así,tenemos que,dictada la declaratoria, el juez mandará abrir, si existiese, el testamento que
hubiese dejado el desaparecido;los herederos y los legatarios deben recibir los bienes del
declarado presuntamente fallecido, previo inventario. El dominio se inscribirá en el registro
correspondiente (Registro de la Propiedad, Registro de la Propiedad del Automotor) con la
prenotación del caso, a nombre de los herederos o legatarios que podrán hacer partición de los
mismos, pero no enajenarlos ni gravarlos sin autorización judicial.
Ahora bien, si,entregados los bienes,aparece el ausente o se tiene noticia cierta de su existencia,
queda sin efecto la declaración de fallecimiento, procediéndose a la devolución de aquéllos a
petición del interesado.
La conclusión de la prenotación se encuentra regulada en el art. 92. Ésteprevé que la
prenotación queda sin efecto transcurridos cinco años desde la fecha presuntiva del fallecimiento
u ochenta años desde el nacimiento de la persona. Desde esemomento puede
disponerselibremente de los bienes, es decir que los herederos y legatarios pasan a tener el
dominio pleno.
Efectos sobre el matrimonio:según el art. 435 inc.“b”, la declaración de ausencia con presunción
de fallecimiento es una causal de disolución del matrimonio, por lo que el otro cónyuge podrá
contraer nuevo matrimonio.
- Noción. Clasificación.
Enumeración legal.
El art. 24 del Código Civil y Comercial dispone:
Personas incapaces de ejercicio.Son incapaces de ejercicio:
a. la persona por nacer;
b. la persona que no cuenta con la edad y grado de madurez suficiente, con el
alcance dispuesto en la Sección 2ª de este Capítulo;
c. la persona declarada incapaz por sentencia judicial, en la extensión dispuesta en
esa decisión. Art. 24
a. La persona por nacer, que es la persona que está concebida en el seno materno y aún
no ha nacido; para que sus derechos y obligaciones queden irrevocablemente adquiridos, debe
nacer con vida, pues, de lo contrario, se considerará que ella nunca existió.
b. Menores de edad y mayores que no cuentan con edad y grado de madurez suficiente.
Este inciso debe estudiarse en correlación con lo dispuesto en el art. 25, el que dispone que
“menor de edad es la persona que no ha cumplido dieciocho años”6. En efecto, el supuesto de
análisis refiere que son incapaces de ejercicio las personas “que no cuentan con la edad y grado de
madurez suficiente”7, por lo que incluye a todas las personas que no han cumplido los dieciocho
años, salvo: a) el supuesto de los adolescentes en relación a los tratamientos no invasivos (que
veremos más adelante); b) el caso de los menores emancipados por matrimonio que gozan de
plena capacidad de ejercicio con las limitaciones previstas (arts. 27 y 28) y c) la persona menor de
edad con título profesional habilitante que puede ejercer profesión sin necesidad de previa
autorización (art. 30).
Fuera de estas situaciones excepcionales, la regla es que las personas, para gozar de la
plena facultad para ejercer los derechos, deben ser mayores de dieciocho años.
También son considerados incapaces de obrar las personas mayores de edad que no
cuenten con madurez suficiente, pues el artículo utiliza la conjunción copulativa “y”, requiriéndose
ambos requisitos para que alguien sea considerado capaz.
En definitiva, estas dos pautas, edad y madurez suficiente, predeterminan el límite, ya que,
si la persona tiene edad y madurez suficiente, puede validar su actuación autónoma; de lo
contrario es incapaz de ejercicio. (Fernández, 2014).
c. La persona incapaz por sentencia judicial. Este supuesto implica que, mediante
sentencia, se puede restringir la capacidad para determinados actos, debiendo partirse siempre del
presupuesto de la capacidad, y que sus limitaciones son de carácter excepcional. Cuando la
persona se encuentre absolutamente imposibilitada de interaccionar y expresar su voluntad, el
sentenciante puede declarar la incapacidad y designar un curador. Por último, comprende a los
inhabilitados por prodigalidad, a quienes se les designará un apoyo para el otorgamiento de actos
de disposición ente vivos y en los demás actos que determine la sentencia.
Sobre este supuesto, volveremos al abordar las restricciones a la capacidad, a cuya lectura
nos remitimos.
La Real Academia Española define adolescencia como la “Edad que sucede a la niñez y que
transcurre desde la pubertad hasta el completo desarrollo del organismo”(RAE, 2015,
http://lema.rae.es/drae/?val=adolescencia).
La diferente categoría entre menor de edad y adolescente parece tomar el antecedente de la
Ley de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (Ley 26.061),
creando una categoría jurídica no prevista por la Convención de los Derechos del Niño,que integra
nuestro ordenamiento jurídico dentro del bloque federal de constitucionalidad y define alniño
como “todo ser humano menor de dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le
sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad”8. De tal modo, en nuestro ordenamiento
jurídico,los “adolescentes” son indudablemente niños, sin que el Códigopueda afectar este
carácter, por estar consagrado en una norma de jerarquía superior.
Estas reglas generales que se agrupan en la norma rigen todo lo referido a las restricciones
al ejercicio de la capacidad jurídica de las personas, yson producto especialmente de la aprobación
de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (ley 26.378) y de la Ley
Nacional de Salud Mental (ley 26.557).
Manteniendo el criterio biológico-jurídico, el art. 32 del código unificado prevé dos
supuestos diferenciados: a) incapacidad de ejercicio relativa, que alcanza los actos señalados en
cada sentencia y b) incapacidad de ejercicio absoluta.
De la lectura del art. 32 del Código se advierte que,a partir de los trece años se puede
restringirjudicialmente la capacidad de una persona cuandoésta padece una adicción o alteración
mental permanente o prolongada de entidadsuficiente–elemento biológico-y se estime que de no
restringirle la capacidad pueda ocasionar un daño a su persona o a sus bienes –elemento jurídico;
o excepcionalmente declarar la incapacidad “cuando la persona se encuentreabsolutamente
imposibilitada de interaccionar con su entorno y expresar su voluntad por cualquier modo, medio
o formatoadecuado y el sistema de apoyos resulte ineficaz”Art. 32.
- Presupuestos jurídicos y fácticos
La persona con capacidad restringida es,por regla,una persona capaz y sólo no podrá ejercer
por sí sola determinados actos que se especifiquen en la sentencia (art. 24 inc. “c”).
El juez,en la sentencia,debe designar el o los apoyos que estime convenientes, siempre
tratando de limitar lo menos posible la autonomía de la persona, favorecer las decisiones que
respondan a las preferencias de la persona tutelada y,de esta manera, garantizar el respeto de los
derechos de la persona protegida.
El o los apoyos que se designen no tienen por misión sustituir la voluntad del sujeto, sino todo
lo contrario;promueven la libertad, la autonomía, “la comunicación, la comprensión y la
manifestación de la voluntad de la persona para el ejercicio de sus derechos”Art. 43.
Ahora bien, se considerará una persona incapaz de ejercicio absolutacuando: a) se encuentre
imposibilitada de interaccionar con su entorno y expresar su voluntad por cualquier modo, medio
o formato adecuado y b) el sistema de apoyos cualquiera que fuere resulte ineficaz. En este
supuesto, el juez deberá designarle un curador para que represente al incapaz, siendo de
aplicación los arts. 138 a 140 (curatela).
Es dable señalar que,si no se dieran estos requisitos esenciales, corresponderá una sentencia
de capacidad restringida y no una declaración de incapacidad absoluta.
- Registración de la sentencia
La sentencia que restrinja la capacidad ylos sistemas de apoyo que se designen deben ser
inscriptosen el Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas, debiendo dejar constancia
marginal en la partida de nacimiento de la persona. Este régimen,lo que pretende es dar
publicidad de la sentencia y,a su vez, resguardar los derechos de terceros que contraten con la
persona a la quese le ha restringido su capacidad jurídica.
Una vez que las restricciones sean dejadas sin efecto,o bien modificadas por una nueva
sentencia dictada, se deberá ordenar la inmediata cancelación o inscripciónregistral,
respectivamente.
- Revisión
La sentencia puede ser revisada en cualquier momento, a instancias del interesado.
Asimismo, se impone al juez la carga de impulsar de oficio la revisión de los términos de la
sentencia en un plazo no mayor a tres años, a partir de la realización de nuevas evaluaciones
interdisciplinarias y tras haber entrevistado nuevamente en forma personal al interesado; de lo
que se desprende el rol activo que se le asigna al juez. En caso de que ello no ocurra, será el
Ministerio Público quien deberá instar a que se lleve a cabo la revisión.
El plazo de los tres años es un plazo máximo;es posibleinstar su revisión con anterioridad si las
circunstancias del caso así lo aconsejan.
- Cese de la incapacidad
El cese de la incapacidad o de la restriccióna la capacidad debe decretarse por el juez que la
declaró, previo examen de un equipo interdisciplinario integrado, que dictamine sobre el
restablecimiento de la persona.
El juez competente para declarar el cese de las restricciones será el mismo que en su momento
lashabía impuesto.
El juez, ante la solicitud de los legitimados –quienes podrán promover un nuevo procedimiento
para determinar el cese de las restricciones a través del dictado de una nueva sentencia–, podrá
disponer el cese total de las restricciones, o bien,que éste sea sólo sea parcial, en cuyo caso se
podrá ampliar la nómina de actos y funciones que la persona podrá realizar por sí misma o con
asistencia de los apoyos.
En efecto, cuando la sentencia haya sido de incapacidad, en el marco del procedimientopara el
cese se podrá dictar una nueva sentencia: a) que resuelva el cese totaly definitivode la
incapacidad; b) queconfirme la situación actual; o c) que convierte la incapacidad en capacidad
restringida, debiendo especificar las restricciones y nombrando el o los apoyos necesarios.
En cambio, cuando la sentencia haya sido de “capacidad restringida”, la nueva sentencia podrá:
a) resolver el cese total de las restricciones; b) ampliaro disminuirla nómina de actos que la
persona podrá realizar por sí sola y si requiere de nuevos apoyos; c) mantener la situación actual
sin modificaciones. (Rivera y Medina, 2014).
De acuerdo a lo dicho anteriormente, sea la sentencia que se dictedeberá inscribirse en el
Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas para la debida oponibilidad a terceros.
- Efectos de la declaración.
Declarada la inhabilitación, se restringe la capacidad jurídica de la persona, quien ya no
podrá ejercer libremente determinados actos por sí misma. Así, no podrá ejercer actos de
disposición entre vivos, sí los de última voluntad, y para aquéllos requerirá contar con un
apoyoque lo asista. Además de estos actos, el apoyo deberá asistir al inhabilitado en todos
aquellos actos que hayan sido indicados por el juez en su sentencia de inhabilitación.
La figura del apoyo es necesaria a fin de evitar que el inhabilitado realice actos de
otorgamiento que puedan perjudicar la integridad del patrimonio y perjudicar así a las personas
del cónyuge, conviviente e hijos menores o con discapacidad.
El juez,en la sentencia, deberá establecer las condiciones de validez de los actos y la
modalidad de actuación del apoyo, debiendo inscribirse esta sentencia en el Registro de Estado
Civil y Capacidad de las Personas a fin de resguardar a los terceros que contratan con la persona
del inhabilitado.
- Naturaleza Jurídica
Existieron tres grandes posturas a lo largo de la historia que trataron de descifrar la naturaleza
jurídica de estos entes de existencia ideal;al respecto de las teorías existen distintas maneras de
agruparlas.
Buteler Cáceres (2000), las clasifica o agrupa de la siguiente manera:
a. La teoría de la ficción: elaborada por Savigny,parte de la proposición de que el derecho
subjetivo es un poder que se sustenta en la voluntad moral, por lo tanto,la única persona que
lo puede detentar es la real, la persona física. Pero la realidad demuestra la necesidad de los
hombres de actuar conjuntamente y administrar bienes durante esa actuación, por lo tanto
sólo pueden lograrlo a través de la creación de un ente artificial, producto de la ficción, al que
denomina “sujeto del derecho de bienes”; sin embargo, este sujeto no tiene voluntad propia,
por eso actúan por el mismo las personas físicas que lo representan.
b. Las teorías negatorias de la personalidad jurídica: estas teorías parten dela base de que
estos sujetos que se unen para lograr sus objetivos no logran crear un sujeto distinto, por lo
tanto ese sujeto no existe; la base para lograr la protección de la ley es sólo que estos grupos
persiguen fines de acuerdo a la solidaridad social. Entre estas teorías se encuentran las de los
patrimonios de afectación y la de la propiedad colectiva.
c. Las teorías realistas: éstas reconocen que el sujeto creado por sus miembros conforma un
ente diferente. Estas teorías a su vez presentan diferentes posturas:
i). Las que se fundan en la voluntad: sostienen que la persona jurídica es un verdadero
ente semejante al organismo de las personas físicas, se basa en una fantasía que asimila
biológicamente y orgánicamente a las personas físicas y jurídicas. Este grupo a su vez
tienen un subgrupo:
ii). La teoría del órgano: este es un concepto que se toma en la actualidad y reemplaza el
concepto de la representación de la persona jurídica por el del órgano de voluntad de la
misma
iii). Las que se basan en los intereses: y sostienen que las personas jurídicas poseen un
interés distinto al de los miembros que las componen, entonces este ente representa la
configuración jurídico legal de ese interés
iv). La teoría de la institución: de Hauriou, quien sostiene que la persona jurídica es una
institución,es una idea de obra o de empresa que se realiza y dura jurídicamente en un
medio social; para la realización de esta idea, se organiza un poder que le procura los
órganos necesarios.Por otra parte, entre los miembros del grupo social interesado en la
realización de la idea, se producen manifestaciones de comunión dirigidas por órganos de
poder y reglamentadas por procedimientos. El elemento más importante de toda
institución corporativa es la idea de la obra a realizar. Todo cuerpo constituido lo es por la
realización de una obra o de una empresa. La idea de la empresa es el objeto de la
empresa, porque la empresa tiene por objeto realizar la idea.El segundo elemento de toda
institución corporativa es unpoder de gobierno organizado para la realización de la idea de
la empresa, y que está a su servicio. Y el tercer elemento de la institución corporativa, para
Hauriou, es la "manifestación de comunión" de los miembros del cuerpo y también de los
órganos degobierno, tanto en la idea de la obra a realizar como en los medios a emplear.
Buteler Cáceres adhiere a la concepción realista, destacandoque la persona jurídica es una
realidad, pero es tan sólo realidad-idea, realidad que vive en el mundo del pensamiento
jurídico.
- Clasificación
Las personas jurídicas se clasifican en públicas y privadas.
La distinción de las personas jurídicas en públicas y privadas tiene gran interés práctico.
Lloveras de Resk(1995)entiendeque son personas jurídicas públicas aquellas que son titulares de
poderes o prerrogativas públicas. Mientras que son personas jurídicas privadas las que no los
poseen, lo cual determina que las personas públicas seanreguladasprincipalmente por el derecho
público, yque las personas jurídicas privadas lo sean por el derecho privado respectivo, sobre todo
en orden a su creación, organización y funcionamiento (Lloveras de Resk, 1995, p. 302). Esta
afirmación no importa desconocer que las personas jurídicas públicas puedendesarrollar parte de
su actividad en el ámbito del derecho privado y las personas jurídicas privadas pueden hacerlo en
el campo del derecho público, con lo cual cada una de estas personas se regirá por la rama del
derecho que corresponda a esa actividad.
- Atributos de las personas jurídicas. Noción.
La persona jurídica resulta no sólo una regulación del derecho constitucional de asociarse con
fines útiles y una forma de ejercer libremente una actividad económica, sino que constituye una
realidad jurídica que la ley reconoce como medio técnico para que todo grupo de individuos pueda
realizar el fin lícito que se propone.
Hemos señalado que la persona jurídica tiene personalidad jurídica yque,por ende, posee
atributos: el nombrepara individualizarse, el domiciliopara determinar la ley aplicable y la
jurisdicción donde puede demandar o ser demandada, la capacidad siempre de derechoy limitada
al objeto para el que se constituyó y el patrimonio, a los fines del cumplimiento de sus fines.
- Patrimonio
El patrimonio constituye un elemento esencial de la persona jurídica;es un atributo
y,consecuentemente, no se concibe la idea de persona jurídica sin patrimonio.
Es por ello que el artículo 154 del código de fondo estatuye:“la persona jurídica debe tener un
patrimonio”Art. 154
Así, el patrimonio comienza a formarse desde el mismo momento en que los socios
secomprometen a realizar aportes y esel conjunto de bienes de la persona jurídica con el cual la
sociedad actúa y afronta el pasivo que lo integra.
Este patrimonio no se confunde con elde los individuos que concurren a conformar el sustrato
material de la entidad.
- Capacidad de derecho.
La capacidad vinculada a las personas jurídicas se refiere sólo a la capacidad de derecho o
aptitud para ser titular de derechos y deberes jurídicos y ejercer por sí o por otros los actos
inherentes a los derechos de los que se es titular. La noción de capacidad de obrar es
absolutamente ajena, pues estos sujetos de derechos siempre actuarán a través de sus órganos o
representantes.
La regla general en materia de capacidad de las personas jurídicas es que tienen capacidad de
derecho para todos los actos ytodos los derechos que no les esténexpresamente prohibidos.
Esta capacidad,sin embargo, tiene sus limitaciones en razóndel principio de especialidad y de la
naturaleza de las cosas.
a) El principio de la especialidad:significa que las personas jurídicas tienen capacidad para
celebrar aquellos actos inherentes a la finalidad para la que ha sido creadas, es decir en
función de su objeto y su fin. De tal modo, no pueden celebrar actos que nada tengan que ver
son su objeto de creación, pero ello no significa que no puedan ejecutar los que son
convenientes o necesarios para la mejor obtención de aquél.
b) Limitaciones impuestas por la naturaleza de las cosas:las personas jurídicas no pueden ser
titulares
- Responsabilidad civil.
Responsabilidad contractual y extracontractual
La responsabilidad civil por daño, entendida en sentido amplio, incluye tanto la
responsabilidad dimanada del incumplimiento de obligaciones contractuales cuanto la proveniente
de los daños causados por los actos ilícitos obrados polos administradores o representantes de la
persona jurídica.
Así, losadministradores y representantes de la persona jurídica son responsables ilimitada
y solidariamente frente a la persona jurídica, sus miembros y terceros, por los daños causados por
su culpa en el ejercicio o con ocasión de sus funciones (arts. 160y 1763 del CCCN).
Responderán ilimitadamente con todo su patrimonio por los daños que produzcan a la
persona jurídica,pues quien causa un daño debe repararlo,ysolidariamenteentre
losadministradores que faltaren a sus obligaciones de lealtad y diligencia en los casos de
administración plural.
Para que surja la responsabilidad, es necesario que hayan ocasionado un daño causado ya
sea por dolo o culpa, en el ejercicio o con ocasión de sus funciones.
El daño se considera ocasionado en ejercicio de la funcióncuando existe congruencia entre
el daño y la actuación propia de la esfera de competencia del órgano, cuando es el resultado
directo del desempeño de la función. El daño se causa con ocasión de la funcióncuando el hecho
que lo produce es extraño por su índole, contenido o naturaleza, a la actividad propia del órgano
de la persona jurídica, aunque mantiene alguna vinculación con ésta. Es decir, son actos ajenos a la
función propiamente dicha, pero que sólo han podido cometerse por el órgano de la persona
jurídica en esa calidad. (Tagle, 2002).
Por último, debemos señalar que la responsabilidad de los administradores respecto a la
persona jurídica es de naturaleza contractual, y es extracontractual respecto de los terceros.
(Rivera y Medina, 2014).
Puesto que las relaciones jurídicas y los derechos subjetivos que ellas contienen son de
diferente naturaleza, el objeto variará según la clase de relación y de derecho subjetivo de que se
trate.
Así, en las relacionesque tienen por contenido los derechos personalísimoso los derechos
humanos, el objeto está dado por las diversas manifestaciones o proyecciones que integran la
personalidad de la persona física, como su honor, libertad, integridad físicao espiritual; en las que
tienen por contenido los derechos subjetivos potestativos, el objeto está dado por el conjunto de
deberes y prerrogativas de los padres para la educación y pleno desarrollo de la personalidad de
sus hijos. En las que tienen por contenido los derechos reales, el objeto es la cosa, objeto material
susceptible de valor, sobre las que se ejercen las facultades o prerrogativas del titular.
Por otro lado, en las relaciones jurídicas que recaen sobre derechos personales o de
crédito, elobjeto se proyecta sobre la conducta del deudor, denominada prestacióny por último,en
los derechos intelectuales el objeto es la obra científica, literaria o artística, la expresión de ideas,
procedimientos, es decir, el producto del intelecto humano.
En una palabra, objeto de las relaciones jurídicas puede ser: cosas, hechos uobjetos inmateriales.
(Tagle, 2002).
- Distintas clasificaciones.
Importancia e interés práctico
El Código Civil y Comercial contiene varias clasificaciones de las cosas consideradas en sí
mismas: a) muebles e inmuebles; b) cosas divisibles e indivisibles; c) cosas principales y accesorias;
d) cosas consumibles y no consumibles; e) cosas fungibles y no fungibles.
La importancia de estas clasificaciones radica en que, según el estatuto que reciba la cosa, el
régimen jurídico que se le aplique variará.
a) Por un lado,la determinación de la ley aplicable.Las cosas inmuebles se rigen por la ley
del lugar de su situación (art. 2663 del CCCN), mientras que las cosas muebles se rigen por
el domicilio del demandado si se trata de las cosas que lleva consigo o son de uso
personal,o bien por el lugar de situación de los bienes(arts. 2665 y 2666 del CCCN).
b) También tiene incidencia en relación al régimen de prescripción adquisitiva, que es un
modo de adquirir el dominio por la continuación de la posesión en forma pública, pacífica,
continua e ininterrumpida durante el tiempo que
establece la ley. Así, las cosas inmuebles se adquieren por la posesión continua de diez
años cuando ésta es con justo título y buena fe (art. 1898 CCCN) o bien, veinte años sin
necesidad de título y buena fe por parte del poseedor (art. 1899 CCCN). Ahora bien, el
dominio sobre cosa mueble se adquiere por la simple posesión de buena fe, salvo que se
trate de cosas muebles hurtadas o perdidas, en cuyo caso el dominio se adquiere por la
posesión continua y de buena fe de dos años (art. 1898).Si no hay justo título y buena fe y
se trata de una cosa mueble registrable, se adquiere si se posee durante diez años (art.
1899).
c) Asimismo, esta clasificación influye en losderechos reales. Así por ejemplo, el derecho
real de propiedad horizontal sólo puede recaer sobre inmuebles (art. 2037), talcomo el
derecho de superficie (art. 2114)y el de hipoteca (art. 2205). En tanto,el derecho real de
prensa sólo puede recaer sobre cosas muebles no registrables o créditos instrumentados
(art. 2219).
- Criterios de distinción.
El Código Civil y Comercial realiza una clasificación de las cosas:
a) Cosas consideradas en sí mismas;distingue inmuebles y muebles, cosas fungibles y no
fungibles, cosas principales y accesorias, cosas consumibles y no consumibles, frutos y
productos, entre otros.
b) Bienes con relación a las personas;distingue los bienes pertenecientes al dominio
público, al dominio privado del Estado y los bienes de los particulares.
c) Bienes con relación a los derechos de incidencia colectiva;relativizando los derechos
individuales en función de la protección de los derechos de incidencia colectiva.
- Art. 225:Inmuebles por su naturaleza. Son inmuebles por su naturaleza el suelo, las cosas
incorporadas a él de una manera orgánica y las que se encuentran bajo el suelo sin el
hecho del hombre.Art. 225
- Art. 226: Inmuebles por accesión. Son inmuebles por accesión las cosas muebles que se
encuentran inmovilizadas por su adhesión física al suelo, con carácter perdurable. En este
caso, los muebles forman un todo con el inmueble y no pueden ser objeto de un derecho
separado sin la voluntad del propietario.
No se consideran inmuebles por accesión las cosas afectadas a la explotación del inmueble
o a la actividad del propietario.Art. 226
Así, son inmuebles por su naturaleza:el suelo, es decir la corteza terrestre, lo incorporado
orgánicamente a él,como los vegetales, y lo que está debajo de él, es decir los árboles, ríos,
minerales enterrados, etc.
Son inmuebles por accesión: las cosas muebles que se encuentran inmovilizadas por su
adhesión física al suelo con carácter de perdurabilidad, como son todas las clases de
construcciones, casas, edificios, obras de infraestructuras en general. Las cosas mueblesque se
incorporan de manera permanente a todas estas construcciones, como las estufas de una casa, las
ventanas de un edificio, las barandas, etc. son también inmuebles por accesión, mientras
permanezcan en esa condición (Rivera y Medina, 2014).
El precepto mencionado (art. 226) establece la regla general de que “los muebles forman
un todo con el inmueble y no pueden ser objeto de un derecho separado sin la voluntad”, por lo
que,celebrado un negocio jurídico sobre el inmueble, todo lo que esté en él,adherido e
inmovilizado con carácter perdurable,forma parte de la contratación, salvo acuerdo en contrario.
Ahora bien, no se consideran inmuebles por accesiónlas cosas que se adhieren
transitoriamente al suelo (una carpa), ni las afectadas a la explotación del inmueble o a la actividad
del propietario, como ser las semillas puestas intencionalmente por el dueño del inmueble, o los
utensilios o máquinas de labranza, los animales puestos para el cultivo, entre otros.
- Art. 227: “Cosas muebles. Son cosas muebleslas que pueden desplazarse por sí mismas o
por una fuerza externa”.5
Este concepto engloba las cosas que pueden transportarse fácilmente de un lugar a otro,
movidas ya por una influencia extraña,como son los automóviles,o por sí mismas, como sonlos
animales que se denominan semovientes.
Así las cosas, para que una cosa sea divisibledeben darse los siguientes presupuestos:
- Que la cosa pueda dividirse de hecho.
- Que las cosas obtenidas formen un todo homogéneo.
- Que sean análogas a las demás partes y a toda la cosa.
- Frutos y productos.
Dispone el art. 233:
Frutos y productos. Frutos son los objetos que un bien produce, de modo
renovable, sin que se altere o disminuya su sustancia.
Frutos naturales son las producciones espontáneas de la naturaleza.
Frutos industriales son los que se producen por la industria del hombre o la cultura
de la tierra.
Frutos civiles son las rentas que la cosa produce.
Las remuneraciones del trabajo se asimilan a los frutos civiles.
Productos son los objetos no renovables que separados o sacados de la cosa
alteran o disminuyen su sustancia.
Los frutos naturales o industriales y los productos forman un todo con la cosa, si no
son separados. Art. 233
Los frutos y los productosson cosas que produce la cosa, pero entre ambas
categorías existen diferencias sustanciales: a) los frutos se producen y
reproducenen forma periódica y regular; los productos no se reproducen; b) la
extracción de los frutos no altera ni disminuye la sustancia de la cosa, que continúa
siendo la misma; la extracción de los productos, por el contrario, trae como
consecuencia la extinción paulatina de la cosa (Tagle, 2002, p. 67).
Por ejemplo, una vaca produce leche como fruto y carne como producto.
La norma clasifica los frutos en:
Frutos naturales: son los que la cosa produce espontáneamente,como las crías de ganado, la leche
de los animales.
Frutos industriales: son los que se producen por la industria del hombre o de la cultura de la
tierra,como ser la sojaoel trigo que se obtienende una cosecha.
Frutos civiles: las rentas de una cosa, como el alquiler de un inmueble.
Por último, debe señalarse que los frutos naturales e industriales y los productos no son
accesorios de la cosa, sino que forman un todocon ella mientras estén unidos,pero,una vez
separados,adquieren existencia propia e independiente y deben ser considerados cosas
principales.
Por otro lado, los patrimonios especialesson conjuntos de bienes que están afectados a un
fin determinado y sujetos a un especial régimen legal. En cuanto a sus caracteres, podemos decir:
Su existencia depende de la ley: la voluntad del titular de los bienes noes suficiente por sí
sola para crear un patrimonio especial, sino que se trata de supuestos previstos por la ley.
Está sujeto a un régimen legal especial: el patrimonio especial es independiente del
patrimonio general, los bienes que lo integran sólo responden por determinadas deudas. (Tagle,
2014).
Podemos citar,como ejemplos de patrimonios especiales, el patrimonio de la sociedad, el
patrimonio del causante mientras se mantiene separado del patrimonio de los herederos, el
patrimonio del emancipado constituido por los bienes recibidos a título gratuito, el patrimonio
deldeclarado presuntamente fallecido durante el período de prenotación, entre otros.
- Vivienda.Concepto.
Los fundamentos del anteproyecto del Código Civil y Comercial de la Nación, refieren en
relación a este instituto:
El derecho de acceso a la vivienda es underecho humano reconocido en diversos tratados
internacionales. Esto justifica que se dedique un Capítulo especial para la vivienda; el
régimen proyectado sustituye al del bien de familia de la ley 14.394. Las modificaciones
son importantes, en tanto: (a) se autoriza la constitución del bien de familia a favor del
titular del dominio sin familia, atendiendo a la situación, cada vez más frecuente, de la
persona que vive sola; se permite que el bien de familia sea constituido por todos los
condóminos, aunque no sean parientes ni cónyuges; (b) la afectación también puede ser
decidida por el juez, a petición de parte, en la resolución que atribuye la vivienda en el
juicio de divorcio o en el que resuelve las cuestiones relativas a la conclusión de la
convivencia, si hay beneficiarios incapaces o con capacidad restringida; c) se amplía la lista
de los beneficiarios al conviviente; (d) se prevé expresamente la subrogación real,
reclamada por la doctrina y recogida en diversos pronunciamientos judiciales, que permite
adquirir una nueva vivienda y mantener la afectación, así como extender la protección a la
indemnización que provenga del seguro o de la expropiación; (e) se resuelven problemas
discutidos en la doctrina, los cuales son: la situación de la quiebra, adoptándose el criterio
según el cual el activo liquidado pertenece sólo a los acreedores anteriores a la afectación,
y si hay remanente se entrega al propietario; la admisión de la retroprioridad registral, en
tanto se remite a las normas de la ley registral que así lo autorizan; la inoponibilidad a los
créditos por expensas en la propiedad horizontal y a los créditos alimentarios, etcétera.
Fundamentos del anteproyecto del CCCN
El régimen legal de protección de la vivienda,regulado en el art. 244 del CCCN, tiene un
alcance amplio, pues no sólo protege la vivienda donde reside la familia, sino también la persona
individual.
La característica fundamental de este régimen es que,una vez afectada la vivienda e
inscripta en el Registro de la Propiedad, la misma se torna inembargable e inejecutable por deudas
que contraiga su titular, aun en caso de concurso o quiebra e independientemente de cuál sea la
causa de la obligación, si ésta es posterior a la afectación.
- La intención. Concepto.
Se ha definido la intencióncomo el discernimiento aplicado al acto concreto de que se trata. Es
representarse los motivos determinantes de la acción y tener conocimiento concreto del estado de
casos (Buteler Cáceres, 2000).
Aun cuando haya discernimiento, puede faltar laintención. Ya veremos,más adelante, que
pueden concurrir vicios como el error o la ignorancia o bien el dolo y en ese caso faltará la
intención. Pero,a la inversa, la intención presupone siempre el discernimiento, ya que no se puede
concebir intención sin discernimiento (Buteler Cáceres, 2000).
En una palabra, es la conciencia plena y cabal del acto de los alcances de un acto determinado.
- Elemento externo
La manifestación de la voluntad. Nocion
Tal como hemos señalado anteriormente, la voluntad jurídica debemanifestarse a través de
un hecho exterior. Esta exigencia luce razonable, dadoque, de no existir alguna exteriorización, el
mero suceso interno no puede servalorado por el ordenamiento. Es decir que una voluntad no
manifestada no esde interés para el derecho, ya que, sin exteriorización, no sólo no puede
haberhecho voluntario, sino tampoco involuntario: a los efectos legales, en amboscasos no habría
modificación alguna susceptible de ser aprehendida por elderecho (Rivera y Medina, 2014).
Ahora debemos preguntarnos: ¿qué sucede en aquellos casos en los que lavoluntad
interna no coincide con la declarada?
Es importante, como se ha sostenido anteriormente, que los elementosinternos y el
elemento externo se sumen para lograr efectos en el mundo delderecho. Sin embargo, puede
haber falta de coincidencia; por ejemplo, cuandose expresa algo que no se tiene la intención de
expresar, algo diferente a loquerido. En estos casos se plantean cuestiones relativas a la posibilidad
de queesos actos sean válidos y, además, a los criterios de interpretación que se debenutilizar para
determinar qué es lo correcto, si lo que se quiso o lo que semanifestó. Respecto de este dilema se
han planteado teorías que trataron dedar respuesta y que son explicadas con gran claridad por
Tagle (2002).
Señala la mencionada autora que, en la doctrina jurídica moderna, el problemade la
divergencia es resuelto por dos teorías opuestas: la teoría de la voluntad yla teoría de la
declaración.
- La teoría de la voluntad, también conocida como teoría francesa,expuesta originariamente
por el alemán Savigny, considera que el efecto jurídico se produce por consecuencia de la
voluntad interna y no por ladeclaración que de ella se hace. Es decir que, para este teoría,
elelemento importante es el elemento interno o voluntad real, en tantoque la declaración
o elemento externo no es más que el medio de dar aconocer la voluntad real, por lo que,
en caso de divergencia, debe darsepreeminencia a la intención efectiva del agente.
- Por otro lado, la teoría de la declaración, o teoría alemana, sostiene que la voluntad
interna carece de relevancia jurídica puesto que no esconocida por el derecho sino a través
de sus manifestaciones exteriores,por lo que sólo la declaración de voluntad tiene valor y
merece respeto.
- En otro orden de ideas se encuentran las teorías intermedias, queadvierten que, llevadas
a sus extremos, la teoría de la voluntad real y lade la declaración resultan inaceptables; la
primera porque protegeexclusivamente el interés del autor de la declaración, dándole
laposibilidad de impugnarla cuando no coincide con la voluntad interna, loque atenta
contra la seguridad jurídica. La segunda, a la inversa, lesionael principio de autonomía de
la voluntad sobre el que se construye todala teoría del acto jurídico.
De tal modo, las teorías intermedias, partiendo de uno u otro punto, elaboransoluciones que
combinan la necesidad de respetar la real intención de laspartes con la seguridad y confianza que
deben prevalecer en las relacionesjurídicas. Así, la teoría de la responsabilidad considera que
debe respetarse lavoluntad interna, a menos que la divergencia entre la manifestación y lavoluntad
real sea producto de la negligencia del declarante, en cuyo caso, éstedeberá soportar las
consecuencias. Por otro lado, la teoría de la confianzaafirma que la declaración debe prevalecer
sobre la voluntad interna cuandohaya suscitado legítima expectativa en el destinatario, y siempre
que éste nohaya obrado culposamente al no poner la debida atención que le habríapermitido
captar los elementos objetivos que indicaban la falta de voluntad.
Ahora bien, descrito el debate, debemos preguntarnos ¿qué ocurre en elCódigo Civil y
Comercial Argentino?
Si bien nuestro Código no contiene precepto alguno que expresamenteestablezca cómo debe
resolverse la cuestión, diversas disposiciones demuestranque se ha acogido como principio rector
la doctrina de la voluntad, haciendopredominar la voluntad real del agente sobre la declaración.
Esto se evidenciaen la reglamentación de la teoría general del acto voluntario, en la recepción dela
teoría general de los vicios de la voluntad, en la consagración del respeto al principio de la
autonomía de la voluntad que importa la facultad de losparticulares de reglar sus relaciones
jurídicas.
Sin embargo, este principio de respeto a la voluntad interna se encuentraatenuado en
diversas disposiciones particulares, en resguardo del valorseguridad en el tráfico jurídico, y tienen
eficacia ciertas declaraciones de lavoluntad no obstante su discordancia con el íntimo querer del
sujeto que lasrealiza.
Así, por ejemplo, en diversas normas, la ley hace prevalecer la buena fe, laconfianza o la
responsabilidad a fin de proteger al destinatario de ladeclaración. Ello sucede en la adopción del
error reconocible (arts. 265 y 266),en la preeminencia de la buena fe en el ejercicio de los
derechos –como en laejecución e interpretación de las relaciones jurídicas (arts. 9, 10) –, así como
enel no amparo del dolo recíproco (art. 272) ni de la simulación dirigida aperjudicar terceros (Arts.
333 y 334). (Rivera y Medina, 2015).
- El error. Noción.
El primero de los vicios que afecta la intención es el error, y consiste en unconocimiento
inexacto de la realidad. Es el falso conocimiento o la falsa nociónacerca de alguno de los elementos
de las circunstancias vinculadas al acto quese ejecuta o a su régimen legal.
Cabe distinguir entre error de derecho y error de hecho, según el falsoconocimiento se dé
respecto de una norma jurídica aplicable a unadeterminada situación o relación jurídica o se le dé
un alcance distinto; o sobrelas circunstancias o elementos fácticos que hacen al negocio o relación
jurídicade que se trate.
También se distingue entre error espontáneo o provocado, según la personahaya cometido la
falsa noción por ella misma o haya sido inducida a la falsacreencia. Y entre error esencial o
accidental: el primero es el que recae sobre lanaturaleza del acto, su objeto, la causa principal, las
cualidades sustanciales dela cosa o la persona del otro contratante; el segundo es el que recae
sobrealgún accesorio de la cosa. Finalmente, el error puede ser excusable oinexcusable, según
haya habido culpa o no del agente en el yerro (Rivera yMedina, 2014).
a) Error en la naturaleza del acto: es aquel que recae sobre la especie jurídica delacto que se
celebra, produciéndose una divergencia o falta de concordanciaentre la declaración o
comportamiento de una de las partes y la representaciónde lo declarado o actuado. Por
ejemplo, cuando alguien presta algo a quienentiende que se lo están regalando.
b) Error sobre el objeto: este error se produce cuando el sujeto cree celebrar unnegocio
jurídico respecto de un determinado objeto o de un determinadohecho y, en realidad, se trata
de una cosa o hecho distinto. Puede afectar laindividualidad de la cosa, por ejemplo: creo estar
comprando un terreno en undeterminado lugar y lo estoy comprando en otro; en su especie:
por ejemplo,en una venta de granos, el vendedor ha entendido que se trata de cebada y
elcomprador de trigo; error sobre la cantidad, extensión o suma, este error decantidad no
debe consistir en un mero error en el cálculo.
c) Error en la sustancia: debe entenderse por sustancia o cualidades sustancialesde una cosa,
todas las partes y todas las propiedades de una cosa, sin las cualesdejaría de ser lo que ella es.
Es decir, no sólo debe tratarse de una cualidad dela cosa sino que esa cualidad se ha tenido en
mira al contratar, es decir, no debeser accidental. En una palabra, habrá que ver en cada caso
cuáles son lascualidades esenciales de la cosa, que son aquellas que las partes
esperaronencontrar en el objeto adquirido y que fueron especialmente tenidas en
cuenta,como también el supuesto de que, sin esas cualidades, el acto no se habríacelebrado,
cuestión que debe ser apreciada conforme a las circunstancias delcaso.
d) Error en la causa: se trata del error que recae sobre el elemento moral, es decir, el motivo
interno que ha inclinado a ejecutar el acto. Al pertenecer al fuerointerno de cada sujeto, los
motivos sólo pueden llevar a una anulación cuandosurjan expresa o implícitamente del acto,
ya que, de lo contrario, se estaríaperjudicando a la otra parte, que no tiene forma de conocer
lo que pensaba elotro. Así, quien compra un automóvil creyendo por error que el suyo no
tienearreglo no podría, una vez advertido de la realidad de las cosas, demandar lanulidad del
acto, ya que se trata de motivos ajenos al vendedor.
e) Error en la persona: el error sobre la persona es aquel que recae sobre algunode los sujetos
o partes del negocio, ya sea respecto de la identidad de uno deellos o de sus cualidades. Este
error es causa de nulidad solamente cuando laconsideración de la persona ha sido causa
determinante para su celebración,como la donación hecha a una persona a quien se toma por
otra, o en lasobligaciones intuitaepersonae; pero no es causa de nulidad cuando la personadel
contratante es indiferente, como en el caso de un prestamista, vendedor olocador.
Por otro lado, el art. 270 del Código prevé el error en la declaración y el erroren la
transmisión. El primero consiste en que lo querido queda desvirtuado ensu manifestación externa
por distracción, apresuramiento o inadvertencia. Estacategoría tiene dos variantes: la primera,
cuando hay una divergencia entre lavoluntad interna y la declaración, que puede darse al haber
escrito algoincorrecto (lapsus calami) o empleado palabras no queridas (lapsus linguae),por
ejemplo, si escribo “compro” cuando, en realidad, quiero decir “vendo”. Lasegunda variante se da
cuando ni siquiera tenía la intención de manifestar algo,por ejemplo: si alguien ingresa a una sala
de remate y levanta la mano parasaludar, y se interpreta que está ofertando.
El error en la transmisión se origina en una persona distinta del emisor que,encargada de
trasmitir la declaración de voluntad del sujeto dueño del negociojurídico, la expresa
desvirtuándola. Ambos errores, tanto en la declaración como en la transmisión, puedenreferirse a
cualquiera de los casos de error esencial y, por ende, invalidar elacto. (Rivera y Medina, 2014).
Por último, es dable señalar que el error de hecho esencial y reconocible es elque justifica la
nulidad del acto y por ende puede ser invocado por quien lo hasufrido a fin de que se deje sin
efecto el acto celebrado, pues se ha viciado lavoluntad o, más precisamente, el elemento interno
“intención”.
Ahora bien, si la otra persona afectada por el acto acepta realizarlo en lamanera en que la
entendió el otro, el error en la práctica desaparece y elnegocio deviene exactamente lo que la
víctima del yerro pensaba celebrar desde un principio. Así las cosas, desaparecido el error,
desaparece la causa queda origen a la anulación y el consecuente derecho a reclamarla por parte
dequien antes se veía afectado, todo ello de conformidad al art. 269 del códigoúnico.
Por otro lado, está el error accidental, que es el que recae sobre las cualidadesno sustanciales
de las cosas o sobre los motivos no determinantes del acto, porlo que no acarrea la nulidad.
El artículo 268 del Código Civil y Comercial prevé “Error de cálculo. El error decálculo no da lugar a
la nulidad del acto, sino solamente a su rectificación,excepto que sea determinante del
consentimiento”.Art. 268
El error de cálculo es un tipo de error accidental que se da cuando, en el acto,se
establecen las bases para fijar el precio, pero se realiza mal el cálculo parafijarlo, se adicionan mal
las cuotas que integran el saldo del precio, etc. En lapráctica, este error no invalida el negocio
jurídico, pues del acto mismo sepuede llegar a la voluntad real y determinar que es un error. Esto
es así siempreque no fuera determinante del consentimiento, pues en ese caso se convertiríaen
error esencial y habilitaría a la nulidad del acto (Rivera y Medina, 2014).
- El dolo.
La palabra dolo tiene en derecho distintas acepciones: a) como elementointencional del acto
ilícito, es la intención o propósito de causar un daño; b) enel ámbito obligacional, el dolo es la
deliberada intención de no cumplirpudiendo hacerlo y c) como vicio de la voluntad, en tanto
interviene en laformación del acto jurídico, consiste en maniobras engañosas empleadas poruna
de las partes para inducir a la otra a celebrar un determinado acto jurídico.
Finalmente, debemos señalar que el dolo esencial y el dolo incidental puedenser directo, si
es cometido por una de las partes del acto jurídico, sudependiente o representante; o indirecto, si
proviene de la conducta de untercero ajeno a la relación de que se trata para beneficiar a alguna
de las partes.Una y otra clase de dolo afectan la validez del acto (art. 274 del CCCN).
- La violencia. Noción.
- Clases. Efectos.
El artículo 276 del Código Civil y Comercial prevé:
Fuerza e intimidación. La fuerza irresistible y las amenazas quegeneran el temor de
sufrir un mal grave e inminente que no sepueden contrarrestar o evitar en la
persona o bienes de la parteo de un tercero, causan la nulidad del acto. La
relevancia de lasamenazas debe ser juzgada teniendo en cuenta la situación
delamenazado y las demás circunstancias del caso. Art. 276
Así, de acuerdo al precepto mencionado, la violencia se puede ejercer a travésde dos
modalidades: la fuerza irresistible y las amenazas o intimidación.
Esta fuera gravita sobre la persona de quien la padece a modo dereducirla a mero
instrumento pasivo de la voluntad y del designiode otro. Indiscutiblemente invalida
el acto jurídico. Por unaparte, entenderemos que el acto no sólo no es voluntario,
sin que anti-voluntario y por otra parte, que en este caso se configuraun tipo penal,
vale decir cuando se ha ejercitado violencia sobreuna persona humana. (Buteler
Cáceres, 2000, p. 259).
Por otro lado, tenemos la violencia moral o intimidación, que consiste eninspirar temor
por medio de amenazas para infundir miedo, alterando el ánimoy la libertad de obrar para que el
amenazado ceda en perjuicio de sus propiosintereses.
Estas amenazas deben ser graves, es decir, deben tener aptitud para crear eltemor
racionalmente fundado, lo que se valorará de acuerdo a la situación delamenazado y las demás
circunstancias del caso (art. 276 del CCCN).
La gravedad se valorará teniendo en cuenta los bienes jurídicos –que puedenser de
naturaleza patrimonial o no; la vida, la salud, la honra, la reputación, laintimidad, etc.– del propio
amenazado, así como de cualquier otro sujeto entanto y en cuanto se demuestren aptos para
alterar la conducta del afectado.
Asimismo, el mal amenazado ha de ser inminente, no necesariamente presenteo actual,
pero sí de realización en un lapso más o menos próximo, de modo queno pueda evitarse a tiempo
ni reclamarse el auxilio de la autoridad pública paraimpedir la amenaza o defenderse de ella.
Sin embargo, es menester atribuir al término de “inminente” un significado másamplio,
pues, en ocasiones, el factor tiempo carece ciertamente de relevancia.
La amenaza puede recaer sobre cuestiones que el amenazado no quiere revelar(deshonra
por la revelación de hechos inmorales, intimidades indicativas dehechos de esa naturaleza) o
situaciones en que las características de lasamenazas obstan a que la persona se decida a recurrir a
la autoridad pública oadoptar otro tipo de medidas para contrarrestarlas. En definitiva, lo
relevanteno es siempre la temporalidad próxima, sino la convicción de la dificultad oimposibilidad
para contrarrestarlas o evitarlas.
Aunque la ley no lo diga expresamente, la violencia, en cualquiera de susmodalidades,
debe haber sido la causa determinante de la ejecución del acto,pues, si el sujeto, por otros
motivos, igualmente lo habría celebrado, no puedeconsiderare que el vicio de violencia haya
excluido la voluntariedad.
Tanto la fuerza irresistible como las amenazas pueden provenir de una de laspartes del
acto o de un tercero (art. 277 del CCCN) y el autor debe reparar losdaños (art. 278 del CCCN).
A diferencia de lo que ocurre con el dolo, la existencia de dañosno es un requisito
para que se configure el vicio de violencia. Sinembargo, en la práctica al ser un
ataque a la integridad de lapersona, la violencia siempre apareja un daño al menos
denaturaleza moral.
Quien deberá resarcir será la parte del acto o el tercero autor dela violencia; ahora
bien, si proviene de un tercero, pero ésta eraconocida por la otra parte, se le
atribuye la condición decómplice y responde solidariamente, aun cuando
hubieratomado conocimiento a posteriori y guardara silencio al respecto(Rivera y
Medina, 2014, p. 638).
El artículo 259 del Código Civil y Comercial define al acto jurídico en los siguientes términos: “El
acto jurídico es el acto voluntario lícito que tiene por fin inmediato la adquisición, modificación o
extinción de relaciones o situaciones jurídicas”. Art. 259
Así, dentro de las clasificaciones y sub-clasificaciones en las que se funda el Código, tal como
hemos señalado en el Módulo 3, el acto jurídico se presenta como un hecho humano –acto–
voluntario y lícito que tiene además la particularidad de tener por fin inmediato la adquisición,
modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídicas.
De tal definición se advierten los caracteres que presenta el acto jurídico:
1) Es un acto voluntario: el acto jurídico es en esencia un acto voluntario, es decir ejecutado
con discernimiento, intención y libertad.Esta voluntad interna debe traducirse en una acción
material que la dé aconocer.
2) Acto lícito: el acto jurídico debe ser conforme a los preceptos del derecho, pues no podría
concebirse que el ordenamiento tutelara actos contrarios al ordenamiento mismo.De modo
que,cuando aparece en sus elementos lo contrario a la ley, al orden público o a las buenas
costumbres, la ilicitud se comunica a todo el acto que, en consecuencia, es inválido.
3) El fin jurídico inmediato: el fin jurídico es la realización de un interés que la ley considera
digno de tutela, característica sobresaliente del acto jurídico porque en ella se manifiesta el
aspecto funcional del negocio jurídico como instrumento destinado a cumplir una función
económico-social. Este aspecto funcionales elque permite distinguir el acto jurídico de otros
actos que, siendo voluntarios y lícitos, no son actos jurídicos, ya que lavoluntadnoestá
encaminada a establecer relaciones jurídicas, o no tiene por objeto inmediato la producción de
efectos jurídicos (Tagle, 2002).
a) Condición
El artículo 343 del CCCN establece:
Alcance y especies. Se denomina condición a la cláusula de los actos jurídicos, por la cual
las partes subordinan su plena eficacia o resolución a un hecho futuro e incierto.
Las disposiciones de este capítulo son aplicables, en cuanto fueran compatibles,a la
cláusula por la cual las partes sujetan la adquisición o extinción de un derecho a hechos
presentes o pasados ignorados.
b) Plazo
El plazo es “la fijación en el tiempo del momento a partir del cual el acto jurídico
comenzará a producir efectos, o dejará de producirlos”(Bustamante Alsina,2005, p. 228). El
plazo es la modalidad de los actos jurídicos por la cual las partes subordinan,a un
acontecimientoque esfuturo pero que fatalmentese ha de producir, la exigibilidad o la
aniquilación de los derechos. El hecho previsto como plazo debe reunir los siguientes
caracteres:a)ha de ser un hecho futuro, b)ha de ser un hecho fatal.
En este sentido, tanto el plazo como la condición refieren a un hecho futuro, aunque,a
diferencia de la condición,en laque el suceso es contingente (es decir que no se sabe si se va a
producir), en el plazo, el acontecimiento debe fatalmente ocurrir.
c) Cargo.
El artículo 354 dispone:
Cargo. Especies. Presunción. El cargo es una obligación accesoria impuesta al adquirente
de un derecho. No impide los efectos del acto, excepto que su cumplimiento se haya
previsto como condición suspensiva, ni los resuelve, excepto que su cumplimiento se haya
estipulado como condición resolutoria. En caso de duda se entiende que tal condición no
existe.8
- Instrumentos
- Vicios de los actos jurídicos.
Definicióny fundamento
La buena fe es un principio general del derecho (art. 9 del CCCN) que veda el ejercicio
abusivo de los derechos y sustenta nuestro ordenamiento jurídico positivo. Como derivación de
este principio, se impone a los sujetos el deber de actuar de manera leal, recta, honesta, con una
actitud de cooperación y generaciónde confianza en las propias declaraciones.
La buena fe es un requisito indispensable para la validez del acto jurídico y,por ende,
cuando falta (como ocurre en los casos de la simulación, del fraude, de la lesión)concurre un vicio
que lo invalida.
De este modo, los vicios de los actos jurídicos son defectos, imperfecciones o anomalías
susceptibles de provocar la ineficacia del negocio, por atentar contra la licitud, la buena fe o
perjudicar los intereses de terceros.
Son vicios propios de los actos jurídicos la lesión, la simulación y el fraude.
- La lesión. Concepto.
El Libro Primero, Título IV del CCCN, Capítulo 6,da tratamiento a los denominados vicios de los
actos jurídicos: lesión, simulación y fraude. Así, la Sección 1ªdesarrolla la llamada “lesión subjetiva-
objetiva”.
El artículo 332 dispone:
Lesión. Puede demandarse la nulidad o la modificación de los actos jurídicos cuando una
de las partes explotando la necesidad, debilidad síquica o inexperiencia de la otra,
obtuviera por medio de ellos una ventaja patrimonial evidentemente desproporcionada y
sinjustificación. Se presume, excepto prueba en contrario, que existe tal explotación en
caso de notable desproporción de las prestaciones.
Los cálculos deben hacerse según valores al tiempo del acto y la desproporción debe
subsistir en el momento de la demanda.
El afectado tiene opción para demandar la nulidad o un reajuste equitativo del convenio,
pero la primera de estas acciones se debe transformar en acción de reajuste si éste es
ofrecido por el demandado al contestar la demanda.
Sólo el lesionado o sus herederos pueden ejercer la acción.
- Presupuestos de procedencia.
Para que se configure la figura de la “lesión subjetiva-objetiva”, es necesario que concurran: a)
la grave desproporción en las prestaciones que debe existir al momento de la celebración del
negocio jurídico –elemento objetivo–y b) el elemento subjetivo, que es la explotación por parte del
beneficiario dela “necesidad”, “debilidad síquica” o “inexperiencia” del lesionado.
El elemento objetivo
En relación al primer presupuesto, es decir “la ventaja patrimonial evidentemente
desproporcionada y sin justificación”, éste debe ser concomitante a la celebración del negocio y la
desarmonía entre las prestaciones debe ser “notable”, “evidente” a la época en que el negocio
tuvo nacimiento y no surgir con posterioridad por acontecimientos ajenos a la voluntad de las
partes y que no eran previsibles al tiempo de celebrarse el acto, puesen tal caso,se podrá revisar el
negocio por aplicación de la cláusula rebus sic statibus(López Mesa, 2008).
Además, se exigeque esa ventaja excesiva se obtenga sin justificación, lo que implica
efectuar una indagación acerca de la causa fin del negocio, pues,si quien celebró el negocio
pretendió efectuar una liberalidad, dicho acto jurídico escapará a la teoría de la lesión.
Por último, “la desproporción debe subsistir en el momento de la demanda”, lo que resulta
lógico en razón del axioma “el interés es la medida de la acción”;por ende, si,al momento de
entablarse la acción, las prestaciones por diversas circunstancias se tornaron equivalentes,
desaparece el interés jurídicamente protegido para promoverla.
El elemento subjetivo
Por otro lado, en lo atinente al elemento subjetivo, deben coexistir dos presupuestos que
incluso aparecen en sujetos distintos: la necesidad, debilidad síquica o inexperiencia en el
lesionado, y el aprovechamiento de esa situación de inferioridad por parte del lesionante o sujeto
activo.
a) Necesidad: esta noción se asocia a la de escasez o privación y comprende un estado
carencial que puede ser material y también espiritual. Es decir, significa falta de las cosas
que son menester para la conservación de la vida, lo quetraduce una situación de angustia
y agobio derivada de la falta de medios elementales para subsistir, de lo imprescindible o
necesario, teniendo en cuenta las circunstancias propias de cada persona.
b) Debilidad síquica: se trata de trastornos síquicos de conducta que,por razones ajenas a
la voluntad de quien los padece, lo colocan en una situación de inferioridad. Esta cuestión
deberá ser ponderada en cada caso, teniendo en cuenta las concretas aptitudes del sujeto.
c) Inexperiencia: importa la falta de conocimientos que tiene el sujeto respecto del acto en
el momento de su celebración. El término resulta de difícil delimitación, porcuanto la
inexperiencia debe referirse concretamente al acto de que se trate y del que se sigue el
perjuicio por las prestaciones inequivalentes.
Por último, debe señalarse que la enumeración de los supuestos de negocio simulado que
realiza elartículo 333 del CCCNes meramente ejemplificativa
- Clases de simulación.
Por un lado, tenemos la simulación absoluta y relativa.
La simulación absolutatiene lugar cuando se celebra un acto jurídico que nada tiene de real;el
acto es completamente ficticio, irreal. Es decir, las partes no quieren en realidad celebrar ningún
negocio jurídico, sino que quieren modificar la apariencia de una disminución del activo o un
amento ficticio del pasivo de una de las partes, en perjuicio de los acreedores; aunque a veces
puede ser una simulación lícita.
En la simulación relativa,las partes encubren la verdadera naturaleza del acto, es decir, se
disimula lo que verdaderamente es. Esta simulación puede versar sobre:la naturaleza, cuando “se
encubre el carácter jurídico de un acto bajo la apariencia de otro”Art. 333, por ejemplo:una
donación bajo el ropaje jurídico de una compraventa; sobre “cláusulas que no son sinceras”Art.
333, por ejemplo:se expresa un precio que no es el real;o bien,sobre “fechas que no son
verdaderas” Art. 333.
Por otro lado, la simulación se clasifica en lícita e ilícita, que tendrá que ver con la causa
determinante que dio origen al acto.
Tal como hemos explicado, la simulación importa necesariamente un acuerdo entre quienes
celebran el negocio jurídico, consistente en el concierto para producir una declaración de voluntad
diferente de la voluntad real, y ello obedece a una razón determinante que se conoce como causa
simulandi.
La causa simulandi es el interés que induce a las partes a dar apariencia a un negocio jurídico
que no existe, o a presentarlo en forma distinta de lo que verdaderamente es. Esta razón que
tuvieron para celebrar el negocio aparente puede ser perfectamente inocente o bien perjudicial a
terceros, lo que reviste fundamental importancia para distinguir la simulación lícita de la ilícita.
La simulación ilícita se verifica cuando el negocio jurídico tiene como fin perjudicar a terceros o
quebrantar el ordenamiento jurídico, hipótesis,ésta última,en que se habla de “fraude a la ley”.
Este tipo de simulación causa la nulidad –relativa–del acto ostensible.
Por su parte, la simulación es lícitacuando el negocio simulado no es ilícito ni perjudica a un
tercero.
El principio generales que los simuladores del negocio jurídico carecen de toda acción
entre ellos.
Ello es así, toda vez que las partes se pusieron de acuerdo en eludir una prohibición legal o
perjudicar a terceros, por lo que pierden, en principio,el derecho de impugnar el acto por el vicio
de simulación.
Ahora bien, sí se podrá entablar acción de simulación cuando el simulador se haya
arrepentido de su acto y quiera recuperar el bien para entregarlo a sus acreedores. En este
supuesto,quien acciona pidiendo la declaración de invalidez del acto simulado lo hace no ya para
consumar el perjuicio a los terceros o el fraude a la ley, sino porque,arrepentido,quiere recuperar
los bienes aparentemente enajenados para afrontar con ellos el pago de sus obligaciones. En este
supuesto, la acción es admisible siempre que se tenga un propósito sincero y no interesado de
volver las cosas al estado anterior.
El contradocumento
El contradocumento es la prueba por excelencia entre las partes de la simulación.
Éste consiste en la prueba inequívoca de los hechos, ya que es la constancia escrita –ya sea
mediante instrumento público o privado–en el cual las partes manifiestan el verdadero carácter del
acto que ellas han celebrado, por lo que deviene innecesario el aporte de indicios y presunciones
que corroboren la realidad a que se refiere.
En primer lugar, cabe señalar que el efecto de la acción de fraude no es la nulidad, sino la
inoponibilidad. Este efecto implica que el acto otorgado por el deudor en fraude a los acreedores
esválido entre éste y el tercero con quien celebró el acto y sólo queda privado de eficacia frente al
acreedor que acciona, es decirqueno puede hacerse valer contra él en la medida necesaria para la
satisfacción de su crédito.
Seguidamente veremos cuándo procede esta acción, es decircontra qué tipo de actos, cuáles
son los requisitos de procedencia y quiénes pueden solicitar la declaración de inoponibilidad
- Requisitos de procedencia
El artículo 339 del código unificado establece las condiciones generales para la procedencia de la
acción de inoponibilidad. Dispone:
Requisitos. Son requisitos de procedencia de la acción de declaración de inoponibilidad:
a) que el crédito sea de causa anterior al acto impugnado, excepto que el deudor haya
actuado con el propósito de defraudar a futuros acreedores;
b) que el acto haya causado o agravado la insolvencia del deudor;
c) que quien contrató con el deudor a título oneroso haya conocido o debido conocer que
el acto provocaba o agravaba la insolvencia.