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VÁLVULAS INDEPENDIENTES DE PRESIÓN (I)

Publicado: 2012-10-22

La implementación de esta
clase de válvulas incentivan el ahorro de energía en los sistemas
de aire acondicionado de volumen variable.

por Julio Londoño*

Los sistemas de aire acondicionado de agua helada tipo


desacoplado o de volumen variable que usan válvulas de dos vías
se han convertido en la norma hoy en día. La razón es que estos
ofrecen un ahorro bien significativo al ser comparados con los
sistemas de volumen constante que usan válvulas de tres vías.

El ahorro se obtiene gracias a que la velocidad de la bomba de


distribución de agua, o bomba del circuito secundario, se reduce
para mantener el suministro de agua helada solo a los equipos
que lo requieren, de esta manera se operan las bombas y los
enfriadores de acuerdo a los requerimientos de carga del edificio
y no al 100% como en el caso de los sistemas de volumen
constante.

Al reducir la velocidad de la bomba se obtiene un ahorro


energético bastante grande gracias a las leyes de afinidad de
estas. Según la ley de afinidad, el consumo de energía cambia a
razón del cubo de la velocidad. Esto significa que un cambio del
10% en la velocidad representa un cambio del 33% del consumo
de energía. El uso de los variadores de frecuencia (VFD por sus
siglas en inglés: Variable Frecuency Drive) se ha convertido en
estándar en los sistemas de HVAC, especialmente en la
distribución de agua. Hoy en día estos equipos son de bajo costo
y de alta confiabilidad con un radio Costo/Beneficio bastante alto.

Otra área en donde se ahorra es en la planta de enfriamiento. Al


variar el flujo de agua el control de la planta de enfriamiento
agrega o sustrae enfriadores para igualar la capacidad de
enfriamiento a la carga real del edificio.

Gráfico 1 - Esquema típico de un sistema hidráulico


desacoplado, también llamado de volumen variable.

En un sistema hidráulico desacoplado la producción de agua


helada está desacoplada de la distribución mediante un bypass.
En el circuito primario se usan bombas de volumen constante. El
agua en el circuito secundario es de flujo variable y la velocidad
de la bomba se controla con un sensor de presión diferencial (DPT
por sus siglas en Inglés Differential Pressure Transducer). En los
serpentines de enfriamiento se usan válvulas de control de dos
vías con válvulas de balanceo.

Si bien los beneficios, desde el punto de vista de ahorro


energético de un sistema desacoplado son bastante grandes;
estos sistemas también ofrecen retos nuevos para el diseñador y
para el operador del edificio. Muchos análisis se han hecho de las
plantas de agua helada, especialmente a raíz del impulso de los
edificios verdes y de la certificación LEED que requieren que el
desempeño de los edificios sea medido y comparado con los
valores de consumo de energía modelados durante el diseño.

Factores de desempeño
Se ha encontrado que muchos no se desempeñan de acuerdo a
los parámetros de cálculo y los ahorros obtenidos no son los
esperados. Hay muchos factores que influencian este bajo
desempeño, en este articulo discutiremos algunos de ellos,
especialmente los relacionados con el control del agua helada en
el edificio.

Cuando se tiene un sistema de automatización en el edificio que


maneja la planta de agua helada, el objetivo principal es
mantener control y ahorrar energía. El algoritmo de control de la
planta de enfriamiento debe mantener el punto de ajuste de agua
helada y además operar la menor cantidad de enfriadores posible
dejándolos trabajar en los rangos altos de operación. Se busca
que los enfriadores trabajen en sus rangos altos de capacidad
debido a que la mayoría de equipos de enfriamiento,
especialmente los de tipo tornillo y centrifugo, tienen su rango de
mayor eficiencia cuando operan en cargas altas.

Operar menos enfriadores tiene un beneficio adicional pues se


operan menos bombas a la vez. Por eso es más eficiente, desde
el punto de vista de la planta de enfriamiento, tener un enfriador
trabajando al 90% de su capacidad que dos trabajando al 45%.
El algoritmo de control debe agregar y sustraer enfriadores de
acuerdo a las condiciones de carga del edificio. A medida que las
válvulas de control van abriendo debido al incremento de carga,
entonces se incrementa el flujo en el circuito secundario,
excediendo así el flujo máximo del evaporador y forzando agua
por el bypass. Cuando se tiene en el bypass flujo suficiente para
agregar otro enfriador entonces este se agrega a la secuencia
para compensar el sobre flujo. Además, al tener sobre flujo en la
línea de bypass se pierde control sobre el punto de ajuste de
agua helada, pues el agua que retorna caliente se mezcla con la
fría generada en el circuito primario.

Gráfico 2 - Sobre flujo en el circuito secundario

El siguiente enfriador se agrega a la secuencia solo cuando el


sobre flujo en el bypass es igual o mayor al flujo nominal del
enfriador que se va a agregar.

Un enfriador solo se sustrae de la secuencia si al retirarlo el flujo


restante no excede la capacidad máxima total de los enfriadores
que quedan habilitados, observando siempre que la temperatura
de agua helada esté en el punto de ajuste. Para tomar la decisión
de adicionar o sustraer un enfriador de la secuencia; el algoritmo
de control de la planta de agua helada puede usar sensores de
flujo y dirección de agua en el bypass o sensores de temperatura,
uno en el retorno en el circuito primario y otro en el suministro en
el circuito secundario.

Pero puede ocurrir que a pesar de tener todos los enfriadores


habilitados aun se tenga sobre flujo en el bypass. Esto hace que
no se alcance el punto de ajuste del agua, entonces los
enfriadores no son retirados de la secuencia. En este momento el
control de la planta de enfriamiento agrega enfriadores a la
secuencia, no para satisfacer las necesidades de enfriamiento del
edificio, sino para mantener las necesidades de bombeo del
sistema.

Este sobre flujo se origina en los serpentines de las manejadoras


de aire y además del sobrecosto en bombeo adicional también
tiene como consecuencia que afecta el intercambio de calor, de
tal manera que la temperatura del agua regresa fría a la planta.
Esto hace que los enfriadores activos operen a cargas parciales
para alcanzar el punto de ajuste de agua helada.

Un síntoma claro de bajo desempeño de la planta de agua helada


es cuando se tienen varios enfriadores trabajando
simultáneamente a muy baja carga. Cuando realmente la
necesidad de enfriamiento del edificio puede ser satisfecha
usando una cantidad menor de enfriadores trabajando a cargas
altas.

Síndrome de Bajo Delta T de Agua


Si el Delta T es bajo entonces se debe incrementar el flujo para
mantener la carga de la planta de enfriamiento, esto hace que la
eficiencia total de la planta de enfriamiento baje
considerablemente. A este fenómeno se le llama Síndrome de
Bajo Delta T de Agua.

Se presentan entonces dos tipos de desperdicio, el primero es al


utilizar más energía en la bomba debido al gasto por sobre flujo.
El segundo ocurre al no utilizar la capacidad nominal de los
enfriadores debido a un bajo Delta T, este es el más grande de
los dos.

Existen muchos documentos que explican y ofrecen soluciones al


problema del Síndrome de Bajo Delta T, y además hay muchos
factores pueden contribuir, pero cuando se tiene una buena
instalación con un sistema bien diseñado y dimensionado y aun
así se presenta este problema; la causa más probable está en las
válvulas de control y en el balanceo del sistema. Pues un
balanceo inadecuado y/o las válvulas de control operando de
manera ineficiente generan un sobre flujo tal en el sistema
suficiente para hacer que la planta opere lejos del punto óptimo
incurriendo en costos altísimos de operación.

En las siguientes secciones veremos qué factores generan el


sobre flujo y cómo este afecta la transferencia de calor, también
veremos qué opciones tenemos para evitar este fenómeno.

Es bien generalizado el uso de válvulas dependientes de presión,


como las tipo Globo o las de bola con disco caracterizado. Estas
son llamadas dependientes de la presión pues el flujo a través de
ellas, para una posición dada de la válvula, depende directamente
de su presión diferencial. A mayor presión mayor flujo y
viceversa. El control depende de que tan fino pueda la válvula
controlar el flujo.

Un control fino ocurre cuando el controlador de temperatura en


zona varía la posición de la válvula para reaccionar a un cambio
de carga y este movimiento corresponde exactamente al cambio
requerido de flujo para regresar la temperatura en zona a su
punto de ajuste. Una válvula de control va a tener un control fino
cuando está operando bajo las condiciones de diseño para las que
fue seleccionada.
Así mismo una válvula sobredimensionada, al más mínimo
movimiento del actuador, va a dejar pasar más agua de la
requerida sobre enfriando así la zona, cuando esto ocurre el
controlador reacciona de manera opuesta para contrarrestar el
sobre enfriamiento. Este comportamiento es típico de las válvulas
sobredimensionadas. El sobredimensionamiento en las válvulas
de control hace que el controlador fluctúe constantemente
(Hunting) y tenga dificultad para mantener el punto de ajuste de
temperatura.

Gracias a esto la selección de las válvulas de control es crítica


para el buen funcionamiento de la planta de agua helada. El
principio de selección de la válvula de control recomienda que
esta sea el elemento con mayor caída en el ramal, así se asegura
un buen control. La selección se hace asumiendo una caída de
presión dada, normalmente se asume una caída de presión de 4
psi. Esto es un legado que hoy se aplica incorrectamente.

Originalmente los serpentines se diseñaban con una caída de


presión de 4 psi, y el principio para la selección de la válvula
indicaba que esta debería tener al menos la misma caída de
presión del serpentín, entonces se asumía que el serpentín
tendría la mayor caída de presión del ramal. Hoy en día los
serpentines tienen caídas mucho menores, pero las válvulas de
control se siguen seleccionando con el mismo criterio.

Además se debe adicionar una válvula de balanceo pues las


válvulas mas cercanas a la bomba están sujetas a una presión
mayor. Las válvulas de balanceo aseguran que no se suministre
más flujo del requerido, normalmente son las válvulas de
balanceo las que tienen la mayor caída de presión en el ramal. Lo
ideal seria seleccionar la válvula de control haciendo un análisis
de caída de presión en cada ramal después de hacer el balanceo,
pero esto en la práctica es imposible.

Para la selección se usa la ecuación de coeficiente de flujo


de la válvula o Cv:

1 Cv = 1 galón de agua a 60 DegF pasando a través de una


válvula completamente abierta con una caída de presión de 1 psi.

Pongamos un ejemplo, si tenemos un serpentín de 100 GPM, y


asumiendo una caída de 4 psi, entonces, según la ecuación,
necesitamos una válvula con un Cv de 50. El flujo de diseño solo
se puede obtener cuando la válvula está completamente abierta y
se tiene una caída de presión de 4 psi a través de ella. Este es el
criterio con que normalmente se seleccionan todas las válvulas de
control.

Pero las condiciones de operación regularmente están muy lejos


de las condiciones de diseño. Normalmente se trabaja a cargas
parciales y con presiones variables. Supongamos en un día frío en
donde el controlador requiere solo el 20% de la capacidad de
enfriamiento. Para nuestro ejemplo esto corresponde a 20 GPM,
al hacer el cálculo de Cv, asumiendo que la presión no cambia
entonces el Cv requerido es de 10, entonces la válvula
seleccionada (Cv =50) se convierte en sobredimensionada y el
control se hace muy pobre a cargas parciales.

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