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Y en cuarto lugar, la autogestión del aprendizaje, lo que permite grandes dosis de libertad

para el acercamiento, profundización e investigación de la materia o materias estudiadas,


aspecto este que se encuentra muy vinculado a la motivación, antes señalada.

AUTOGESTIÓN EN EL PROCESO DE APRENDIZAJE:


En el nuevo paradigma del concepto del aprendizaje y su puesta en escena se abandonan los
viejos escenarios en los que el estudiante era un elemento pasivo, limitándose a “recibir”
contenidos relacionados co
n la materia actuando de contenedor. El profesor era el organizador, constructor y
transmisor de éstos, los cuales generalmente respondían a un antiguo modelaje curricular
previamente diseñado por el equipo docente.
Actualmente asistimos a un cambio conceptual, en cual el estudiante es el protagonista,
protagonista de su potencial, constructor del aprendizaje y de su saber.
El docente se centra en buscar caminos que despierten el desarrollo de cada potencial
individual, generando aprendizaje de conocimiento y habilidades, no sólo a nivel cognitivo,
también en actitudes, particular mente en aquellos estudios en los que los valores inherentes
a la profesión tienen particular importancia.
.
La autogestión del aprendizaje se entiende como el marco en el cual el estudiante es el
principal responsable y administrador autónomo de su proceso de aprendizaje, encuentra
sus objetivos académicos y programáticos, gestiona recursos tanto de tipo material como
humano, prioriza sus decisiones y tareas en todo el proceso de su circuito de aprendizaje tal
y como propugna Bandura, (1982 ).
No obstante para establecer un marco contextual hay que reconocer que la autogestión del
aprendizaje contempla una serie de factores para que éste se produzca:
Se requiere una buena planificación, organización y capacidad resolutiva.
También se requiere que el estudiante se haga consciente de que debe aceptar
responsabilidades para su aprendizaje y la necesidad de aprender de sus compañeros en
forma cooperativa. El estudiante debe ser consciente de su responsabilidad en modular su
aprendizaje y desarrollar estrategias para resolver problemas y de la necesidad de
evaluación de la efectividad de ellas. No obstante necesita además poseer ciertos aspectos
motivacionales-conductuales para la dirección de este gran proyecto que es el liderazgo de
su aprendizaje autogestionado. Esto significa centrar y canalizar sus energías, el ser
consecuente al acuerdo implícito que se requiere respecto a ciertas actitudes que implica la
responsabilidad de la autogestión del aprendizaje: actitudes motivadas por la curiosidad de
búsqueda, de estudio, de compromiso, y el aceptar el reto de la autogestión del patrimonio
de lo que será su conocimiento.

Autoorganización o autoregulación en el aprendizaje

La autorregulación se entiende como la capacidad para dirigir la conducta propia. Algunos


investigadores consideraban que la autorregulación abarcaba los diversos elementos que
intervienen o afectan el comportamiento humano de manera general, pero posteriormente,
la autorregulación se reconoció como una construcción multidimensional. La evolución
social y personal del hombre lo ha obligado a organizarse para manifestar sus
conocimientos, de manera teórica o práctica. Como la iniciativa de la competencia y
cooperación son parte del ser humano, este hace un análisis interno y organizado de sus
ideas, su forma de actuar y comportamiento, dejando, con el paso de los años, la huella de
la experiencia para corregir de manera individual y colectiva los errores del pasado
provocando la necesidad de innovar en los métodos de solución de problemas, para hacer
las cosa fáciles aún más fáciles, el aprendizaje es parte fundamental de la vida por lo que ha
sido involuntariamente mecanizado y regulado por procesos internos que ya no notamos.

En los estudios de autorregulación del aprendizaje hay creciente interés sobre la manera en
que los estudiantes acaban convirtiéndose en los directores de su proceso de aprendizaje. La
autorregulación no es una capacidad mental como la inteligencia, es un proceso psicológico
autodirigido a través del cual los aprendices transforman sus capacidades mentales en
habilidades académicas. El estudiante selecciona su propio camino para cumplir con el
objetivo académico. Hay que ser estudiante estratégico, utilizando las estrategias de
aprendizaje. Éste debe identificar perfectamente su motivación, planificar el uso de su
tiempo, automonitorearse, autoinstruirse, autoevaluarse, tener voluntad, autoestimularse,
organizar su ambiente físico y escolar (modelar los ruidos que interfieran con el estudio,
poseer los materiales que utilizará en su escritorio, tener ubicación del espacio, identificar
los factores que puedan interrumpir su actividad de estudio) ya que para esta actividad se
necesita suma concentración. El estudiante debe relacionarse con personas e información
(profesores, guías) que puedan ayudarle en su proceso. Cuando el proceso de
autorregulación se realiza conscientemente, favorece a que se alcance exitosamente la meta.

Actualmente, algunos de los factores de los cuales se ocupa, son:

1. La motivación
2. El método
3. El tiempo
4. La conducta
5. El medio físico
6. El medio social

La autorregulación es una forma de controlar tu acción y en ello intervienen: la cognición,


la metacognición, la motivación, la conducta y el contexto.

 La cognición tiene que ver, por ejemplo, con saber tener claro qué es relevante
dentro de toda la información que se te ofrece para el aprendizaje. Todo es
importante, pero hay partes clave dentro de la misma, que servirán de guía para la
elaboración de las actividades.
 La metacognición se refiere a que es necesario que sea consciente de cómo se
genera en unoel proceso de aprender, por ejemplo, hay que saber si se dificulta más
aprender una cosa que otra; si te es necesario tomar nota o hacer un dibujo para
tener más claro algún tema, si atrae más una materia que otra y el porqué.
 La conducta tiene que ver con lo qué haces al alcanzar o no determinada meta y la
idea es que también estés consciente de ello ¿por qué actúas de tal o cual manera si
algo te sale mal o bien?, ¿qué aspectos desearías mejorar en relación con tu
conducta?.
 El contexto es el medio que nos rodea, ¿en qué circunstancias se estudia?, ¿si se
cuenta con computadora?, ¿si se es hijo o padre de familia?, es decir, todo aquello
que tiene que ver con la vida cotidiana y que se debe considerar al momento de
organizar las actividades, incluidas las escolares.(La Autorregulación. "Curso
Propedéutico". Universidad Abierta y a Distancia de México. 20 de abril de 2013.)

Las dimensiones del aprendizaje autorregulado. Uno de los ámbitos en los que más se ha
estudiado la autorregulación, es el del aprendizaje, ya que por medio de su aplicación, las
personas asumen el control de su preparación académica. En este ámbito, se dice que el (la)
estudiante lleva a cabo un adecuado proceso de autorregulación cuando:

1. Formula o asume metas concretas, próximas y realistas.


2. Observa su desempeño, ayudándose si es necesario con algún registro.
3. Realiza un proceso de evaluación con criterios cuidadosos.
4. Ajusta su actuación ponderando las demandas de la meta y su actuación real.

Así, en el aprendizaje en línea, la autorregulación le permite al estudiante tomar decisiones


sobre el tipo de estrategias que demanda una tarea específica, valorar cuando está en
camino de lograr una meta y cuando requiere hacer ajustes en el enfoque o tipo de
procedimiento que emplea.

Autorregulación del aprendizaje

Autorregulación del aprendizaje

 Se refiere al grado en que un alumno tiene un papel activo en el proceso de su


propio aprendizaje, tanto a un nivel metacognitivo, motivacional y conductual
(Zimmerman, 1989).
 Lo que distingue a un estudiante con éxito académico de uno que no lo tiene es el
grado de autorregulación que posea (Wayne, Reinhard, Bruce, 1996; Bandura,
1982; Schunk, 1984, citados por Zimmerman y Martínez Pons, 1986).
 Un estudiante que puede autorregular su aprendizaje está intrínsecamente motivado,
se auto-dirige, se auto-monitorea y también se auto-evalúa; es una persona flexible
que se adapta a los cambios que surgen en su entorno (Corno y Randi, 1999; Gall,
Jacobsen y Bullock, citados por Wayne, Reinhard, Bruce, 1996).
 Todo aquello que hacemos de manera consciente para dirigirnos al logro de un
propósito implica un proceso interno llamado autorregulación. El hombre por
naturaleza desarrollo mecanismos de autodirección, respondiendo a sus propias
acciones de forma autoevaluativa. Una acción determinada puede ser considerada
positiva o negativamente, de acuerdo con los criterios personales con los que se
evalúe. Es así, como las personas contamos con criterios internos para guiar y
juzgar nuestra propia conducta; dichos criterios se adquieren en su mayoría a través
de la experiencia directa, o bien, de los modelos (Trianes, 1996).

Algunos autores se han dado a la tarea de estudiar la autorregulación y para ello la han
definido como el proceso que se refiere a los pensamientos, sentimientos y actos generados
por un mismo y que están orientados sistemáticamente a la consecución de una meta. De
este modo, la autorregulación exige que la gente se imponga metas propósitos, realice
acciones dirigidas a las metas, supervise sus conductas y las modifique, si es necesario,
para garantizar el éxito.

Sentido social

El Sentido Social, aquel que implica que las personas hagan uso del sentido común, aprendan a
saber escuchar, actúen con racionalidad y tengan la mente abierta para adaptar y usar las
diferentes innovaciones, con Internet de fondo, está formado por especies, si permitís que usemos
esa terminología para referirnos a personas y empresas.

En una definición en sentido amplio del término social, se le puede entender como un
concepto sociológico que refiere a las relaciones que se establecen en una comunidad,1 o
sea, es el concepto que engloba las relaciones entre seres vivos. Ciertos animales no
humanos, tal como por ejemplo la mayoría de los mamíferos, son calificados como especies
sociales,23 y lo mismo procede para ciertas especies de insectos;4 y obviamente los
humanos también conformamos una especie social.56

En el sentido común, el término social generalmente es casi sinónimo de sociedad.7 De


todas maneras, las concepciones sociológicas de sociedad son numerosas, difieren con los
autores, y a veces son muy criticadas y puestas en duda.8

En Derecho, el término social posiblemente es ambiguo en más de un sentido. En efecto:

1. A veces designa lo que se vincula a las relaciones laborales; por ejemplo: Derecho social.9
2. A veces designa a las relaciones entre asociados o socios de una misma sociedad; por
ejemplo: Mandato social.10

Sociedad educadora

Toda sociedad tiene como misión asegurar un adecuado proceso de socialización de sus nuevos
miembros. En la actualidad este objetivo se ha logrado mediante la implantación de la escolaridad
obligatoria, al menos desde un punto de vista cuantitativo, pero también es cierto que esto ha
tenido como consecuencia una des-responsabilización de la sociedad en lo que se refiere a la
educación de sus miembros más jóvenes. Una sociedad-ciudad será educadora cuando reconozca,
ejerza y desarrolle, entre otras, una función educadora, en el sentido de asumir una
intencionalidad y una responsabilidad con el objetivo de la formación, la promoción y el desarrollo
de todos sus habitantes, empezando por los más jóvenes. Desde esta perspectiva, se plantean
algunas líneas de reflexión de cara a la praxis de una sociedad educadora: la necesaria incidencia
en una acción educativa de carácter comunitario sobre los niños y algunas de sus premisas, así
como la activación/recuperación de espacios de convivencia y participación social y algunas de las
vías para conseguirlo.

Desde una perspectiva sociológica y en un análisis que integra distintas cronologías, resulta
evidente que las relaciones entre sociedad y educación se han regido, a lo largo de la
historia del hombre, por criterios de necesidad y funcionalidad. Al menos esto parece
válido para las conocidas como sociedades occidentales que, obviamente, incluyen a las
occidentalizadas de distintas latitudes geográficas.

Podemos decir, de forma muy simplificada, que ante ciertas «necesidades» sociales,
traducidas en demandas educativas, la educación (entendida como subsistema
independientemente de su grado de estructuración) se vio impulsada a adecuar su oferta
para responder de manera «funcional» a aquellas.

En la etapa en que las sociedades se mantuvieron relativamente aisladas unas de otras, las
necesidades educativas se limitaron a la transmisión de saberes propios de la cultura a la
que pertenecía el educando. Estos saberes eran un bien común de cada sociedad y podían
ser transmitidos por la familia y por otros grupos de pertenencia, sin que hubiese necesidad
de establecer mecanismos específicos para esta actividad.

Las crecientes relaciones interculturales plantearon a las sociedades dos problemas que
interactuaban. Por una parte, adquirir y difundir entre sus miembros los saberes de otras
culturas que resultaban de interés o utilidad para su propia existencia. El segundo consistía
en proveer a los miembros más jóvenes, pero también a los adultos, de aquellos elementos
simbólicos que reafirmasen su identificación societal frente a la posible influencia o
atracción de otras culturas.

En esta etapa aparecen los primeros signos de especialización en la función educadora. Los
saberes de otras culturas sólo son accesibles para un número reducido de individuos, que
son los únicos con capacidad de realizar su transmisión. La familia y la comunidad no son
suficientes (funcionales) para satisfacer las nuevas necesidades educativas.

Desde esta visión, los procesos de conquista y colonización pueden ser entendidos como
intentos de suplantación de la identidad cultural de los pueblos dominados por la de los
dominadores, que, entre otros métodos, recurrieron a la educación entendida según las
necesidades y la funcionalidad que tenía en las sociedades dominadoras.

La universalización de ciertos saberes, que dio origen y sirvió de impulso a la actividad


científica, y la aparición de sociedades multiculturales integradoras de los aportes de
sociedades diversas, volvió a modificar el panorama de las necesidades sociales y la
funcionalidad de la educación.
Se trataba de cumplir con la finalidad de transmitir saberes endógenos y conocimientos
adquiridos de otras culturas, al tiempo que se reforzaba la cohesión social preservando el
sentido de pertenencia y la identidad cultural.

La dualidad del «subsistema educativo» (familia/comunidad–especialistas) se vio reforzada


y contribuyó a profundizar la grieta social entre los que tenían acceso a ciertos
conocimientos y los que debían conformarse con los saberes transmitidos de forma
tradicional.

En la siguiente etapa se produce un aparente consenso sobre el tipo de conocimientos


necesarios y deseables para convivir en sociedad. Este fenómeno, que también puede ser
interpretado como la prevalencia de ciertas formas culturales sobre las restantes, se ve
favorecido e impulsado por dos circunstancias al menos. En primer lugar, por la
intesificación de las relaciones, especialmente las comerciales, entre las distintas
sociedades. En segundo término y estrechamente relacionado con el anterior, por la
tendencia a la homogeneización cultural que va definiendo sociedades diversas, pero con
denominadores comunes arraigados en los «saberes universales».

A los efectos perversos que este proceso ha tenido sobre las identidades culturales de
muchas sociedades, debemos contraponer los beneficios evidentes de la extensión de la
educación a sectores cada vez más amplios de esas mismas sociedades, y las facilidades
que otorga el dominio de aquellos saberes para la mejor comprensión de las otras realidades
culturales y para la convivencia según el paradigma social predominante.

El sistema educativo de esa etapa adquiere su máximo grado de especialización, pero, al


mismo tiempo y en la búsqueda de su mayor funcionalidad, pasa a ofrecer sólo una parte (la
universal) de los saberes que las sociedades requieren. Extrañamente, esta carencia de la
educación no es resuelta por ningún otro subsistema social, al menos de forma satisfactoria.

Vemos así que las sociedades evolucionaron desde formas de educación desestructuradas, y
por supuesto a-formales, hasta sistemas complejos, especializados y diferenciados
orientados a satisfacer las necesidades educativas de una gran mayoría de la población.

En la actualidad parece estar produciéndose la paradoja de que la educación, como


transmisora de los saberes necesarios para la vida en sociedad, está volviendo a salir de los
sistemas educativos para buscar —y encontrar— canales que no fueron creados
necesariamente para esas funciones. Esto significaría que la educación actual no logra ser
funcional a las necesidades de la sociedad, o que ésta acepta cierto grado de
disfuncionalidad en la atención de sus demandas educativas.

Una tercera posibilidad es que las sociedades hayan decidido redefinir lo que entienden por
sistema educativo y esto las esté llevando a reasumir, a través de aquellos nuevos canales,
la satisfacción de la parte no cubierta de sus requerimientos.

Así, los medios de comunicación, el mundo empresarial, otras instituciones comunitarias y


un incontable número de situaciones y circunstancias de la vida cotidiana, vuelven a formar
parte de una red/realidad educativa al margen del ya tradicional sistema educativo.
Las formas en que la sociedad está reasumiendo su responsabilidad sobre la educación y los
efectos que ese proceso está teniendo sobre los sistemas educativos nos ha llevado a
preguntarnos, y a preguntar a nuestros invitados del presente número, sobre las claves para
comprender esta nueva etapa de la evolución social en materia educativa

Unidad II

1 La andragogía es la disciplina educativa que trata de


comprender a los adultos desde todos sus componentes humanos,
es decir como un ser psicológico, biológico y social.

Se fundamenta en los principios de Participación y


horizontalidad para incrementar el pensamiento, la
autogestión, la calidad de vida y la creatividad para
promover la autorrealización de los adultos.

Por eso quienes aprenden de esta forma participan activamente


de su propio aprendizaje, intervienen en planificar,
programar, realizar su aprendizaje en condiciones de igualdad
entre sus compañeros y el Facilitador.

Veamos ampliamente a que se refieren estos principios:

 Horizontalidad: permite a los participantes y al


facilitador interaccionar su condición de adulto,
aprendiendo y respetándose mutuamente valorando la
experiencia de cada uno en el proceso educativo de
permanente enriquecimiento y retroalimentación.

 Participación: según Félix Adam (andragogo)


es: “La acción de tomar decisiones en conjunto,
tomar parte con otros en la ejecución de una tarea
determinada. Para el logro de resultados efectivos la
participación requiere de madurez, reflexión, actividad
critica y constructiva, interacción, confrontación de
ideas y experiencias, creatividad, comunicación y
retroalimentación constante y permanente
Principios fundamentales de la Andragogia en la educación de adultos:

El Doctor Adolfo Alcalá al respecto en su citado libro relaciona estudios realizados por Savicevic,
Knowles y Adam quienes consideran que: “la operatividad o praxis de la educación de adultos se
fundamenta en los principios de horizontalidad y participación”. (1999:32). Siendo éstos sin lugar a
dudas la parte medular de la referida ciencia.
Al entrar a definir cada uno de los relacionados principios y tomando siempre como fuente de
consulta la obra del Doctor Alcalá Andragogia (1999:32.), el principio de horizontalidad es definido
por Adam como: “una relación entre iguales, una relación compartida de actitudes, de
responsabilidades y de compromisos hacia logros y resultados exitosos”;
Señala dicho estudioso de la ciencia que el principio de horizontalidad posee dos características
básicas: “cualitativas y cuantitativas”. Al referirse Adam en especial a cada una de las
características lo hace de la siguiente manera: “las cualitativas se refieren al hecho de ser , tanto el
facilitador como el participante, iguales en condiciones , al poseer ambos adultez y experiencia,
que son condiciones determinantes para organizar los correspondientes procesos educativos
considerando : madurez , aspiraciones, necesidades, vivencias e interés de los adultos.”
“las cuantitativas tienen relación con los cambios físicos experimentados en las personas adultas,
en general después de los cuarenta (40) años, tales como el decaimiento de la visión y la audición
y la disminución de la velocidad en respuesta del sistema nervioso central. Sin embargo, éstos
factores se compensan cuando el ambiente es el adecuado a los adultos en situación de
aprendizaje.” (1999:32).
El principio de participación es definido en la obra relacionada según Adam, como: “la acción de
tomar decisiones en conjunto o tomar parte con otros en la ejecución de una tarea determinada .”
(Alcalá (1999:32)

En la ejecución del referido principio y logro de resultados efectivos indica el referido escritor
requiere: “madurez, reflexión, actividad crítica y constructiva, interacción, confrontación de ideas
y experiencias, creatividad, comunicación y realimentación , todo ello en forma constante y
permanente.” Alcalá (1999:32). En relación a éstos principios Alcalá en su obra Andragogia
comenta: “HORIZONTALIDAD. Este principio ha sido debidamente estudiado por los andragogos:
Adam, Knowles y Savicevic, entre otros. Es una relación entre iguales; una interacción de
actitudes, responsabilidades y compromisos hacia el logro de objetivos, metas y resultados
exitosos. Se caracteriza por el hecho fundamental consistente en que tanto el participante como el
facilitador se encuentran en igualdad de condiciones al tener ambos experiencia y adultez; que
son factores determinantes para que los procesos educativos se planifiquen considerando la
madurez, las necesidades y los intereses que les son propios. La función enseñar no existe, está
ausente en la praxiología andragógica.
PARTICIPACION. Principio que está ampliamente sustentado por los andragogos: Adam, Knowles y
Savicevic. Es la acción de tomar decisiones en conjunto o tomar parte con otros participantes en la
ejecución de tareas. El papel que le corresponde desempeñar al participante adulto va mucho más
allá de ser un simple receptor, memorizador y repetidor de conocimientos durante el proceso de
aprendizaje; la participación permite el análisis crítico de cualquier situación problema que afecte
en forma significativa el contexto del aprendizaje correspondiente.” (1999:5051).

Relacionado con el tema abordado, debemos tener claro las siguientes ideas para una mejor
aplicación y comprensión de los principios andragogicos: “ Responsabilidad personal asumir la
responsabilidad; reconocer las consecuencias de sus decisiones y de sus acciones; aceptar sus
sentimientos y sus estados de ánimo; perseverar en los compromisos adquiridos (por ejemplo,
estudiar).” Goleman (1999:186).
“Dinámica de grupo: cooperación saber cuándo y cómo mandar y cuándo obedecer.” Goleman
(…..:186)
“Solución de conflictos aprender a jugar limpio con los compañeros, padres y maestros; aprender
el modelo ganador/ganador de negociar compromisos.” Goleman (….:186)
Éstos son algunos de los elementos importantes en el proceso enseñanza aprendizaje que
coadyuvaran una interacción positiva.

https://www.clubensayos.com/Ciencia/Horizontalidad-en-las-relaciones-de-
Aprender/929472.html

https://www.clubensayos.com/my-documents.html

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