You are on page 1of 4

Depresión y autolesiones en

adolescentes: Síntomas y prevención

Facebook 5 TwitterGoogle+MeneameCompartir

La adolescencia es un periodo clave para la salud mental de nuestros hijos. Tres de cada

cuatro trastornos mentales se presentan o tienen su origen en esta etapa. En concreto, la

depresión es ya la segunda causa de muerte en la adolescencia.

En este artículo vamos a analizar las causas del incremento y cómo nos afecta en nuestra

sociedad. Además te ofrecemos los mejores consejos para trabajar y prevenir la depresión en

tu familia.

Síntomas de una depresión en la


infancia y adolescencia
Los adolescentes también sufren depresión. De forma cada vez más habitual se encuentran

expuestos a esta enfermedad mental y año a año aumentan las cifras de menores de edad

deprimidos.

Comúnmente se considera depresión cuando aparecen los siguientes síntomas:

 Síntomas físicos de depresión: es habitual que se detecte una expresión de tristeza en


el rostro. Estos adolescentes suelen presentar malestar físico poco definido y se quejan de
dolores vagos que luego realmente no existen. En estados más avanzados de depresión y
dependiendo de la personalidad se pueden también producir auto-lesiones físicas (cutting).
 Síntomas psicológicos de depresión durante la adolescencia: lo más habitual en estos
casos es que se manifieste irritabilidad y poco interés por las cosas. La motivación en
general desciende y el adolescente se muestra apático. Pueden darse también
pensamientos destructivos. En algunos casos se desarrolla un sentimiento de inferioridad
o culpabilidad excesiva.
 Síntomas sociales de un estado deprimido adolescente: la depresión está marcada por
una escasa comunicación. El adolescente tiende al aislamiento social. No disfruta del juego
ni las actividades cooperativas. Puede producirse un descenso del rendimiento académico,
incluso un abandono del aseo personal. En ocasiones comienza el consumo de sustancias
en función del grupo de referencia y las experiencias previas. También se encuentran en
algunos casos conductas agresivas.

Estos síntomas deben mantenerse en el tiempo. Lo más habitual para el diagnóstico es

considerar que se mantengan durante al menos dos semanas. Si bien es cierto que la

manifestación de algunos de ellos durante menos tiempo es una señal de alerta para trabajar la

prevención.

El cutting en la adolescencia.

Una de las manifestaciones de la depresión en la adolescencia es el cutting. Las auto-lesiones

físicas tienen el objetivo de regular las emociones a través del dolor. Se han popularizado

de forma masiva en Internet. Incluso se pueden encontrar fácilmente páginas en las que se

enseñan sus técnicas.

Las investigaciones sobre el tema han encontrado que esta forma de auto-mutilación es una vía

para expresar dolor psíquico, materializándolo en un dolor físico tangible.

Además los adolescentes pueden utilizarlo como un recurso para llamar la atención y poner de

manifiesto sus sentimientos interiores.

Prevención de la depresión y el
cutting en la adolescencia
En los diferentes trabajos sobre la depresión se han encontrado algunos factores que potencian

el riesgo de padecer la enfermedad. La idea es que evitándolos se reducen las probabilidades

de desarrollarla.
 Experiencias traumáticas repetidas: las cifras son demoledoras. Menores que han
sufrido experiencias traumáticas durante su infancia tienen una probabilidad 7 veces
mayor de desarrollar una depresión durante su vida.
 Pobreza y desestructuración familiar: se asocia esta relación a las situaciones comunes
que se relacionan a la pobreza. Estrés crónico, peleas familiares, caos y falta de
estabilidad, mala alimentación, drogadicción…
 Historia familiar: relacionado con lo anterior el ambiente en el que se desarrolla un niño
afecta también a su riesgo de depresión. Uno de los factores más importantes que se han
aislado en diferentes estudios es experimentar una depresión de un familiar cercano.
 Consumo de cannabis: las investigaciones con esta droga han evidenciado que magnifica
las emociones en la infancia. Si se produce un consumo alto de cannabis y se han sufrido
traumas a corta edad la probabilidad de una padecer una psicosis en la edad adulta es 6
veces mayor.
 Cambios de residencia: las mudanzas durante la infancia pasan factura. Se ha
encontrado una relación entre los traslados de domicilio con un aumento en el riesgo de
suicidio, criminalidad y abuso de sustancias.

Cómo ves la prevención pasa por una familia y un hogar estables. Los cambios y las

experiencias traumáticas son malas aliadas en el desarrollo de un niño. Aunque algunos de los

factores anteriores no se pueden evitar, sí es posible minimizar sus efectos a través de un

adecuado enfoque de las situaciones.

Tres consejos para prevenir la


depresión adolescente en casa
En concreto puedes tener en cuenta estos puntos para conseguir una buena prevención de la

depresión en tu familia:

1. Comunicación abierta: ofrece espacios para el diálogo y da confianza a tu hijo. Es clave


valorar lo que transmite y no tomar a la ligera sus amenazas o discusiones. La expresión
de las emociones es fundamental y le aportará seguridad el poder validarlas contigo.
Compartir los problemas ayuda a solucionarlos.
2. Evitar traumas: las peleas familiares o la violencia en un hogar no son buenas. Si se
produce un accidente o algún acontecimiento grave que altere la estabilidad de tu familia
es muy importante que todos sus miembros lo entiendan y lo elaboren de forma
constructiva. Pedir ayuda en estos casos puede ser una buena opción para gestionar y
superar el trauma. Intenta tratar siempre los problemas como algo temporal, con la certeza
de que no durarán siempre y se llegará a su solución.
3. Mejor en compañía: un curioso estudio sobre los efectos de las amistades en la depresión
encuentra que siempre son positivas. Por un lado la persona deprimida mejora con la
interacción social. Cuantos más amigos tenga mejor será su recuperación. En compañía
se reduce la probabilidad de padecer el trastorno y se duplica la probabilidad de
restablecerse. Por otro lado se ha demostrado que una depresión no se contagia. Al
contrario, el grupo siempre tiende a volver a un estado de ánimo positivo, ayudando a sus
miembros decaídos.

Bibliografía:

 Hintikka, J., Tolmunen, T., Rissanen, M. L., Honkalampi, K., Kylmä, J., & Laukkanen, E.
(2009). Mental disorders in self-cutting adolescents. Journal of Adolescent Health, 44(5),
464-467.
 Hill, E. M., Griffiths, F. E., & House, T. (2015, August). Spreading of healthy mood in
adolescent social networks. In Proc. R. Soc. B (Vol. 282, No. 1813, p. 20151180). The
Royal Society.
 Barrigón, M. L., Diaz, F. J., Gurpegui, M., Ferrin, M., Salcedo, M. D., Moreno-Granados, J.,
… & Ruiz-Veguilla, M. (2015). Childhood trauma as a risk factor for psychosis: A sib-pair
study. Journal of psychiatric research, 70, 130-136.
 Swartz, J. R., Hariri, A. R., & Williamson, D. E. (2016). An epigenetic mechanism links
socioeconomic status to changes in depression-related brain function in high-risk
adolescents. Molecular psychiatry.
 Mok, P. L., Webb, R. T., Appleby, L., & Pedersen, C. B. (2016). Full spectrum of mental
disorders linked with childhood residential mobility. Journal of psychiatric research, 78, 57-
64.

You might also like