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LA PROMESA DE PRENDA
Es jurídicamente vinculante, debiendo ser ternida como una obligación de hacer y su frustración acarrea la responsabilidad patrimonial
del deudor incumpliente. Esa promesa puede retractarse o revocarse antes del nacimiento de la obligación principal.
EL CREDITO (PRESTAMO)
La prenda flotante puede garantizar el cumplimiento de cualquier clase de obligaciones con tal que tengan su expresión en dinero,
muchas veces el importe del préstamo se vuelve incierto. Entonces entra a tallar el PRINCIPIO DE ESPECIALIDAD de la prenda.
Hay dos partes: Especialidad en cuanto al crédito y especialidad en cuanto al bien objeto de la garantía. En el primer caso debe
precisarse el importe del préstamo y en el segundo sobre que bien recae la garantía. Su violación acarrea al nulidad el contrato. En la
ley de prenda la especialidad en cuanto al crédito se establece respecto de la prenda flotante, determinándose que en su constitución
deberá expresarse la cuantia del crédito y la tasa de interés.
Cuando se alude a la cuantia del crédito se hace referencia al CAPITAL INICIAL+ INDEXACION POR DESVALORIZACION
MONETARIA + LOS INTERESES COMPENSATORIOS + LOS GASTOS.
Si se decide la refinanciación de la deuda no significa esto un nuevo contrato de garantía, puesto que la ley no prohíbe la prorroga de
la obligación, dentro del plazo de la prescripción de la garantía.
El principio de especialidad objetiva que necesita individualizar los bienes prendados, aparece mitigado con relación a la prenda
flotante, merced al poder de disposición y transformación reservada al deudor y la posibilidad de incorprorar bienes ingresados al
patrimonio en un estadio posterior.