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“No estoy de acuerdo con la injusticia, por ello defenderé con mi vida tus
derechos”
Por tanto sustento mi alegato del siguiente modo: En el triste 8 de julio de 1996
mi patrocinado sostuvo una conversación con su cliente Adel Sayed, en su
calidad de abogado claro esta; en la cual se vertieron opiniones acerca de la
posible ,”posible” publicación de una nota de prensa que afirmaría que, a
diferencia de la empresa perteneciente a Walid Sayed(hijo),las dos empresas
que presuntamente habían financiado en 1994 la campaña de reelección como
legislador del ex procurador ,con dinero procedente del narcotráfico, no habían
sido investigadas por la presunta comisión del delito de lavado de dinero.
Así mismo es bueno recordar que durante dos ocasiones, una personalmente y
la segunda mediante una misiva mi patrocinado, pidió entrevistarse para las
aclaraciones de dicha grabación, pero el procurador se negó rotundamente, tal
como lo acredita el párrafo 45 de los hechos probados; en consecuencia él
planteo una denuncia por el abuso de autoridad e infracción de los deberes del
servidor público, denuncia que fue desestimada por la corte suprema del Estado
.
Queda claro la incompetencia del estado en materia del respeto de los derechos
humanos y los tratados internacionales, ya que el artículo 11 de la convención
prohíbe toda injerencia arbitraria o abusiva en la vida privada de las personas, y
aclaro que las comunicaciones telefónicas pese a no encontrarse prevista en
dicho artículo, se encuentra incluida dentro del ámbito de protección del derecho
a la vida privada. Y por si fuese poco señor presidente del Tribunal, la inspectora
Hurtado en calidad de testigo del Estado entro en contradicciones en sus
posteriores declaraciones; entonces le pregunto a usted. ¿puede tener veracidad
la palabra de una persona que cambia de versión y luego se retracta?
Es evidente que el Procurador Publico tuvo motivaciones personales para la
difusión del casete y no la supuesta falta de ética que presume, además queda
claro la violación de la honra de mi patrocinado que como ya he dicho
anteriormente es un daño moral irreparable e irreversible, como es posible Señor
Presidente del Tribunal que un servidor público ávido de malicia y venganza
actué impulsivamente ,dejándose llevar por presunciones ,dañando así el buen
nombre de mi patrocinado y su imagen profesional frente a otros abogados del
país, como puede ser posible que el sacrificio de un ser humano provisto de
dignidad que años tras año se ha esmerado por tener una imagen intachable
ante la sociedad, ahora se vea señalado como un presunto delincuente y más
indignante aun, es que el Estado lo haya puesto en esta situación.
En virtud de las pruebas y de la Justicia ,Señor Presidente del Tribunal pido que
se declare culpable al Estado, ya que resulto incompetente en la identificación y
sanción de los responsables de la interceptación y grabación, por consiguiente
por no garantizar el derecho a la vida privada y a la honra ,previsto en el artículo
11.2 de la convención, como también me amparo en las sentencias del Tribunal
Europeo de los Derechos Humanos y el Tratado de la Convención de Viena y
con mayor relevancia la Jurisprudencia Colombiana en materia de este derecho
tan imprescindible a la Honra y Dignidad .Finalmente solicito al Tribunal que
ordene medidas de reparación por la violación a los derechos del Señor Tristán
Donoso, ya que no es posible que la comunidad internacional pueda tolerar tal
vejamen.