You are on page 1of 26

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO

FACULTAD DE DERECHO
SISTEMA DE UNIVERSIDAD ABIERTA

DERECHO ROMANO I

FUENTES DE LA PATRIA POTESTAS

TESINA PARA EVALUACION DEL CURSO DE DERECHO ROMANO I IMPARTIDA POR LA PROFESORA
CASTRO RUIZ ANDREA

ALUMNO: CHAVEZ LOPEZ LUIS ALBERTO


CUENTA: 8732280-2
GRUPO: 9921

Ciudad Universitaria, México, D.F. a 15 de mayo del 2014


INDICE

INTRODUCCION
CAPITULO I
La patria potestad
CAPITULO II
Del Matrimonio legitimo
CAPITULO III
De la Adopción
CAPITULO IV
De la Legitimación
CAPITULO V
De la tutela
Capítulo VI
De la curatela

~2~
INTRODUCCION

En la antigua roma la familia estaba organizada bajo la figura patriarcal, esta le


pertenecía a un varón, llamado paterfamilias, sobre el orbitaba toda la estructura familiar,
era el, el que tenía poder sobre los integrantes de sus familias, era el que disponía de los
bienes, de las personas y de la esposa casi sin distinción entre ellas, este poder se le
denominaba patria potestad, el cual se explica en el primer capítulo.

Las instituciones que eran fuentes de la patria potestad eran el matrimonio que se
expone en el capítulo 2, en el capítulo 3 se habla de la adopción, para posteriormente
continuar en el capítulo 4 con la legitimación.

La administración de los bienes correspondía al paterfamilias, en ausencia de este o


cuando no pudiera por su condición administrarlo propiamente y no se pudiera valer por
sí mismo, requería la presencia de un tutor, de lo cual se habla en el capítulo 5, si solo se
refería a la administración del bien, o en caso de que el tutor no quisiera administrar
bienes, se designaba a un administrador el cual recibía el nombre de curador, de lo que se
habla en el capítulo 6.

~3~
CAPITULO I
La patria potestad

1. Justicia y Derecho.

Debemos entender por justicia por su objeto y su fin, el primero consiste en lo que es suyo o le
corresponde a cada quien y el segundo en darle a cada quien lo que es suyo, lo que le
corresponda, en cuanto al derecho es lo que es bueno y justo, comprendiendo tres principios
esenciales, vivir honestamente, no hacer o causar daño a nadie y dar a cada uno lo que es suyo, el
derecho en Roma se divide en Derecho Público, que en esencia es aquel que regula lo relativo al
estado, a las relaciones de este con los particulares sobre lo que les obliga, les permite, lo que no
les permite y sobre lo que no les puede impedir.
El derecho privado estaba dividido en tres ramas, el derecho natural, el de gentes y el civil, el
primero se refiere de acuerdo a dos visiones, en la primera tenemos que este derecho es emanado
de la voluntad divina, de naturaleza humana y conformes a la idea de lo justo, el segundo punto de
vista corresponde al de Ulpiano, el cual se refiere al derecho natural como aquel propio de todos
los seres animados, tendiente a procurar la unión entre sexos, la procreación y la educación de los
hijos, diferenciando entre hombres y animales en que los últimos responden únicamente al
instinto, y los primeros al ser dotados de razón y conciencia sobre la moralidad de sus actos les
corresponden derechos y obligaciones (1). El derecho de gentes es el que atañe a todos los
pueblos civilizados, dividiéndose en primario y secundario, uno es el que se aplica a todos los
hombres por el hecho de serlo y el otro es el que los mismos pueblos se han dado al necesitar
regular aspectos tales como la paz, la guerra, las treguas, embajadas, propiedad, comercio y
contratos en general (2). Por último el derecho civil siendo el que es propio de los ciudadanos
romanos y del cual están excluidos los que no son ciudadanos.
1.1 De las personas.
En Roma se le reconoce a las personas tres estados, el de libertad, el de ciudadano y el de familia,
en el primero el hombre tiene la facultad de hacer su libre voluntad siempre y cuando no haya
algún impedimento o sea contraria esta voluntad al derecho, el estado contrario a este sería la
esclavitud, que es la condición que un hombre tiene a ser propiedad de otro hombre y tiene
condición de cosa entonces. Los hombres libres se dividen en ingenuos y libertinos, los primeros
son libres por nacimiento y nunca han sido esclavos, los libertinos por el contrario son los esclavos
a los que se les ha manumitido, es decir aquellos esclavos sobre los que se renuncia la potestad o
se les concede la libertar. Las personas en el estado de familia se consideran de dos maneras,
alieni juris o sui juris. Las personas alieni juris son aquellas que están sometidas a la voluntad de
otros de cuatro maneras:
a) Por esclavitud.
b) Al ser sujetos por la patria potestas.
c) Por el mancipium.
d) La manus.
Los hombres libres de cualquier autoridad y que se valen por sí mismos son los llamados sui juris.
1.2 De la Paria Potestad

~4~
La patria potestad o patria potestas es el derecho que tienen los ciudadanos romanos varones y
padres de familia sobre los hijos e hijas que obran en su poder, sobre la esposa, sobre la
descendencia de sus hijos varones, y sobre los adoptados y legitimados.
1.3 Fuentes de la Patria Potestad.
Las fuentes de la patria potestad son el matrimonio o justas nupcias, la legitimación y la adopción,
es así que en el caso del matrimonio, la patria potestad se va a adquirir de manera natural al
procrear hijos, y en los dos siguientes casos se va adquirir de manera civil.
1.4 De la adquisición de la patria potestad por legitimo matrimonio.
Al procrear hijos en matrimonio legal, los hijos son entonces adquirentes de la patria potestad,
siempre y cuando se tomen en cuenta los siguientes puntos:
a) Que el padre sea sui juris, es decir esté libre de patria potestad, en caso contrario, el hijo
procreado en legítimo matrimonio estaría sujeto a la patria potestad que estuviera sujeto
su padre.
b) Se requería que el padre fuera ciudadano romano.
c) La madre no podía ejercer la patria potestad.
d) Que fuera el padre Páter Familias.
e) Solo se extiende la patria potestad a los hijos varones nacidos de varón, ya que los hijos
nacidos de hija o están sujetos a la patria potestad del padre de los hijos de la hija o bien a
la patria potestad que a la que está sujeto el padre.
1.5 La adquisición de la patria potestad por adopción.
La adopción confiere la cualidad de hijo o de nieto a una persona que no hubiese estado bajo la
patria potestad del adoptante o inclusive que hubiese estado y no lo estuviera ya al momento de
la adopción, hay que recordar que cuando un hijo era entregado en pago 3 veces este se
emancipaba, pero podía ser adoptado.
La adopción se da de dos formas el arrogatio y el datio in adoptionem.
1.6 La adquisición de la patria potestad por legitimación.
En este acto los hijos ilegítimos son reconocidos por el páter familias, equiparados a los hijos
legítimos si los hubiera en lo que respecta a la patria potestad y el derecho de sucesión, la
legitimación solo podía existir de tres maneras:
a) Por matrimonio subsecuente con la concubina.
b) Inscribía al hijo en la curia o casaba a la hija con un decurión.
c) Por declaración del príncipe a petición del páter familias, cuando este último no se podía
casar con la concubina o no tenía hijos legítimos.
Al legitimar a un hijo este perdía el estado de sui juris, por lo tanto la legitimación solo procedía
por mutuo consentimiento del padre y del hijo.
1.7 Efectos de la patria potestad.
De manera general, la patria potestad producía los siguientes efectos:
a) En todos los asuntos privados el paterfamilias y toda su familia eran considerados como
una sola persona.
b) No podía existir acción alguna entre el padre y el hijo.
c) El hijo no podía ser testigo en el testamento.

~5~
d) Muerto el paterfamilias, el hijo inmediato varón se constituía como nueva cabeza de
familia.
e) El peculio castrense era lo único que se excluía de la patria potestad del paterfamilias ya
que en este caso el hijo era considerado paterfamilias también.
1.8 Derechos del padre respecto al hijo.
a) Corregir y castigar a los hijos.
b) Exigirles sus servicios.
c) Nombrarles tutor en su testamento.
d) Nombrar heredero en caso de la muerte del hijo antes de su pubertad.
e) Dar su autorización para el matrimonio.
f) Reclamarlos de cualquier persona que los retenga.
g) Vender como esclavos a los recién nacidos en casos de extrema pobreza.
1.9 Derechos con respecto a los bienes del hijo.
Es claro que en un principio el hijo no podía tener bienes propios, todo de lo que se hacía llegar le
pertenecía al padre, puesto que si el padre era su dueño, por extensión los bienes del hijo eran
suyos ya sea por el habérselo proporcionado o por procurarle los medios para que se los allegara
como es el hecho de alimentarle y educarle.
En derecho nuevo se distingue la propiedad de los bienes del hijo en estas circunstancias:
a) Cuando el paterfamilias le daba bienes al hijo para que este los administrara.
b) Tiene derecho a tener tantos bienes propios como medios para adquirirlos hubiera.
c) El peculio castrense que se le daba al hijo para seguir carrera militar.
Los derechos del padre sobre los peculios varían según los diversos tipos de peculio existen, y
estas son sus características:
a) El peculio profecticio es de propiedad paterna y administración del hijo pudiendo venderlo
siempre y cuando el producto de esta venta lo destinara en beneficio de su padre, no
puede donar todo o parte de este peculio, y el padre puede ser demandado inclusive por
el peculio profecticio que le daba al hijo. El hijo puede retener este tipo de peculio por
ejemplo cuando al padre le confiscan sus bienes, cuando sale de la patria potestad siendo
elevado a una dignidad del Estado y cuando el padre le emancipa sin quitarle el peculio.
b) El peculio castrense es de pleno dominio del hijo, el usufructo le pertenece al padre,
puede disponer de este peculio, puede legarlo por testamento y en caso de que muriese
intestado se seguirían las reglas pertinentes en lo referente a los herederos.
c) El peculio adventicio es propiedad de los hijos, pero mientras están bajo la patria potestad
del padre, este los administra y goza de sus beneficios. Mas el padre no puede enajenar
estos bienes a menos que sea destinado al pago de deudas.
1.10 Derechos sobre los bienes de los hijos emancipados:
Por regla general el padre solo tiene derecho sobre los peculios de sus hijos bajo su patria
potestad, pero existían situaciones donde se le exceptuaba esta regla.
a) Cuando la esposa muere y tiene descendientes comunes con el marido sin ser estos
sujetos a su patria potestad tiene derecho a una parte de los bienes heredados por los
hijos si solo tuviera estos, y en el caso de tener además nietos tiene derecho a una porción
del legado por cada estirpe que hubiere.
b) Cuando emancipa al hijo tiene derecho a retener la tercera parte del peculio adventicio
como pago por la emancipación.
1.11 Disolución de la patria potestad.

~6~
La patria potestad se extingue de la siguiente manera:
a) Por la muerte del padre.
b) Por sufrir de la capitis diminution máxima y media.
c) Así mismo por la muerte del hijo o porque este sufriera la capitis diminution máxima y
media.
d) Por disposición de la ley al ser promovido el hijo a dignidad del estado.
e) Si el padre contrae matrimonio incestuoso.
f) Si prostituye a la hija.
g) Cuando el padre se da en arrogación.
h) Cuando da al hijo en adopción.
i) Cuando le emancipa.
j) Que el padre acepte un legado o donación a condición de emancipar al hijo.
k) Cuando da al impúber en arrogación y este al alcanzar la pubertad solicita su
emancipación.
La formalidad de la emancipación se daba de dos maneras, cuando a petición del padre y con
consentimiento del hijo obtiene del principie un rescripto por el cual se declara emancipado al hijo
y cuando el padre de acuerdo con el hijo renuncia a la patria potestad.

~7~
CAPITULO II
Del matrimonio o justas nupcias
2.1 Definición
Aunque etimológicamente el matrimonio significa “una sola madre”, esto más bien en vez de
referirse al matriarcado, se refiere a una unión que se da entre hombre y mujer, de manera
voluntaria, en lo social y económico, de manera permanente hasta la muerte de uno de los
esponsales y con el objeto de formar una sociedad indivisible.
En la roma antigua, coexistían el matrimonio y el concubinato, aunque en esencia pareciera lo
mismo las diferencias las podemos apreciar en el siguiente cuadro:
CARACTERISTICA MATRIMONIO CONCUBINATO
CONSENTIMIENTO Expreso tanto por el hombre y No existe.
la mujer, existe el ánimo o
intención de vivir una unión
completa.
CONDICION DE LA MUJER Equiparable a la del hombre No era igual a la del hombre.
HIJOS Legítimos, sujetos a la patria Ilegítimos, iguales a la
potestad y a los derechos de condición de la madre, sin
sucesión. derechos de sucesión.

Al pasar la mujer por este acto al poder del marido, esta adquiría la cualidad de hija de la familia.
2.2 Características generales del matrimonio.
a) Era una unión solemne.
b) Los contrayentes deben de expresar su consentimiento o voluntad libre para unirse.
c) En cuanto a derecho canónico, el matrimonio era clandestino cuando no existía la
bendición sacerdotal.
d) Se considera que los que se unen en matrimonio son fértiles, por lo tanto púber el hombre
y viripotente la mujer, es decir capaz de engendrar.
e) La poligamia es ilícita.
f) No está permitido el matrimonio entre ciudadanos y peregrinos.
g) Entre siervos y libres.
h) Entre libres y siervas.
i) Entre siervos y siervas.
j) Solo podían contraer matrimonio los ciudadanos romanos.
k) Los hijos e hijas no pueden casarse sin el consentimiento del padre.
2.3 Matrimonio ilegitimo.
El matrimonio era considerado como algo licito y honesto, por lo cual no eran permitidas ciertas
clases de uniones:
a) Las uniones incestuosas, que eran las nupcias contraídas con:
i) Consanguíneos, estos son los descendientes de un padre o madre sin no
necesariamente unidos en matrimonio, de ahí que por ejemplo el hijo legítimo no
se podía unir a la hija ilegítima.

~8~
Para esto existía una especie de reglamento que se refería a los grados y a las
líneas, por grado entenderíamos la proximidad de un pariente a otro, y la línea es
la rama o tronco del cual descienden o ascienden las personas, esta es recta
(padre, abuelo, hijo, nieto), u oblicua (hermano, primos,).
Caso particular la afinidad, que era la proximidad que tenía un pariente de un
cognado con otro, por ejemplo la esposa de un cognado adquiría el mismo grado
que su esposo con relación al cognado de este.
Las reglas que aplicaban a este tipo de uniones eran las siguientes:
- Las uniones entre ascendientes y descendientes están prohibidas, sea cual
fuere el grado.
- En la línea oblicua se prohibían las nupcias de la siguiente manera, en la línea
oblicua desigual se prohíbe las uniones de segundo grado, y en la desigual
hasta el tercero, en ambas a las personas que se consideran como padre e
hijo.
ii) Las indecorosas estas se referían propiamente a las uniones que existían entre las
personas afines, ya que estos al verse como padres o hijos, hermano y hermana,
etc. Se consideraban inmorales.
iii) Las dañinas, que por su propia naturaleza pudieran acarrar algún perjuicio a otros.
2.4 Manus.
La denominación del ejercicio de la patria potestad sobre la mujer que hacia el paterfamilias se
llamaba Manus, en un principio se denominaba así el poder que tenía el paterfamilias sobre la
mujer desposada, posteriormente evoluciona el término a referirse a la subordinación, sujeción o
supeditación de la mujer al marido lo que se llamaba cofrarreatio, coempio y usus.
El matrimonio tenía así las siguientes características propias del mismo.
a) Cohabitación del hombre y de la mujer.
b) Intención de procrear hijos.
c) El hombre obtenía el título de vir y la mujer de uxor.
d) Los hijos nacidos de matrimonio tenían la condición del padre y eran elementos de familia
(miembros).
2.5 Cofrarreatio.
Los futuros cónyuges se presentaban ante el sacerdote, diez testigos y los contrayentes les
ofrecían un pan que se consideraba un sacrificio ante el dios Júpiter, se pronunciaba un discurso
alusivo a la ceremonia, se colocaban una piel de una res sacrificada para tal acto encima de ellos, y
se sentaban durante el resto de la ceremonia, posteriormente este tipo de ceremonia se reservaba
a los sacerdotes.
2.6 Coemptio.
Esta ceremonia se efectuaba cuando con una moneda de cobre el esposo golpeaba una balanza
ante cinco testigos y se la ofrecía al padre de la esposa, el cual la aceptaba como pago por la venta
de la hija al marido, enseguida se le preguntaba tanto al hombre como a la mujer si era su
voluntad formar parte de la familia de uno y de otro.
2.7 Usus.
Esta forma de adquirir matrimonio era cuando de manera continua durante al menos un año, un
varón y una mujer cohabitaban y como el usucaptio se consideraba la posesión de la mujer.

~9~
Si el Cofrarreatio, el coemptio y el usus se daban en el matrimonio, este se consideraba como
justas nupcias o matrimonio legítimo.
2.8 Condiciones para el matrimonio.
Estas eran:
a) Los contrayentes hubieran alcanzado la pubertad.
b) Consentimiento expreso de los contrayentes.
c) Consentimiento de las personas bajo las cuales se encontraban en potestad los
contrayentes.
d) La mujer era púber a los doce años y el varón a los catorce.

~ 10 ~
CAPITULO III

La adopción

3. La Adopción.
A la adopción es el acto solemne por el cual a una persona se le concede el estatus de hijo o nieto,
siempre y cuando esta persona no hubiera estado nunca bajo la patria potestad de otro páter
familias o hubiese dejado de estarlo.
Esta se inventa o crea en principio para a manera de imitación de la procreación natural, otorgar o
dar consuelo a aquellos que no tienen hijos es decir a los impotentes, es por esto que los menores
de sesenta años no les era permitido adoptar, ya que estos estaban en posibilidad de engendrar,
los que ya tienen hijos naturales y que los que quieren adoptar a otro por nieto, requiere el
consentimiento expreso del hijo del adoptante, con el fin de que el hijo no tuviere un heredero en
contra de su voluntad, hay que recordar que una vez muerto el paterfamilias, el hijo de este le
sucede por lo tanto si el paterfamilias adopta a otro como nieto, entonces al morir el primero el
nieto formaría parte de la patria potestad del hijo.
Cabe aclarar que solo aquellos que pueden ser paterfamilias son los capaces de adoptar y que
cuando se trata de adoptar a paterfamilias esto se hace por arrogación, la adopción propiamente
dicha era para los hijos de familia.
La adopción se daba de dos maneras mediante la arrogación que es cuando una persona sui juris
es adoptada o bien mediante la adopción propiamente dicha, que es cuando una persona bajo la
patria potestad de otra, es transmitida a la patria potestad de otra.
La arrogación es entonces cuando hombre libre pasa previa autorización del príncipe a la patria
potestad de un paterfamilias.
3.1 Reglas generales de la adopción y la arrogación.
Para que se pueda adoptar o arrogar, el adoptante se tiene que atener a los siguientes
lineamientos:
a) Al considerar que la adopción sustituye el acto de procrear hijos, esta limitaba a los
adoptantes de la siguiente manera:
i) Los castrados no pueden adoptar
ii) El adoptante debe ser al menos mayor que el adoptado por 18 años, en caso de
adoptarlo como hijo, en el caso de adoptarlo como nieto debe de tener una
diferencia de edad de 36 años, de aquí podemos señalar que los menores no
pueden adoptar a los mayores.
iii) No se adopta por un periodo, debe de ser permanente, aunque el adoptado
puede emanciparse.
iv) No se puede adoptar por segunda vez a un adoptado que ya se emancipo del
adoptante. Esto no aplicaba al padre del hijo que ya se había emancipado.
v) Los impúberes no pueden adoptar.
b) Dado que la adopción sustituye el acto natural de la procreación, tenemos que:
i) Solo al hombre le está permitido adoptar.

~ 11 ~
ii) A las mujeres se les permite adoptar por dispensa del príncipe, siempre y cuando sea
para reponer la pérdida de un hijo pero sin adquirir la patria potestad.
iii) No se puede adoptar en calidad de hermano.
iv) Si se tienen muchos hijos no se puede adoptar a menos que se demuestre que al
adoptar no se le causara perjuicio a los hijos legítimos.
c) Al adoptado no se le puede causar ningún perjuicio de aquí tenemos que no puede
adoptar:
i) El curador.
ii) El tutor.
Solo podrían hacerlo siempre y cuando entreguen cuentas de su tutela o curaduría.
d) El pobre no puede adoptar al rico.
En lo referente a la arrogación, se deben observar las siguientes particularidades:
a) El que arroga debe de ser mayor de sesenta años.
b) Si no lo es, puede hacerlo por las siguientes consideraciones:
i) No pueda ser capaz ya de engendrar hijos.
ii) Que uno de sus parientes sea el arrogado.
c) No es posible por lo general arrogar a más de una persona.
d) Tanto el arrogante como el arrogado deben expresar claramente su consentimiento.
e) El príncipe es el que apruebe la arrogación.
f) Si se tratara de un impúber, la arrogación está sujeta a las condiciones siguientes:
i) Si la arrogación le es útil a l impúber.
ii) Tantos parientes próximos como los tutores del impúber deben de otorgar su
consentimiento.
iii) En caso de muerte del impúber antes de cumplir la pubertad el arrogante deberá
devolver cualesquier bien del primero a los más próximos herederos o a la
persona que sustituyo al padre es decir al tutor.
iv) Si el impúber es emancipado o desheredado, esta además de regresarle cualquier
bien que tuvo al momento de ser arrogado a dejarle una cuarta parte de sus
bienes al momento de la muerte del arrogante.
v) El arrogado al cumplir la pubertad, es capaz de solicitar su emancipación si
considera que el ser arrogado no le fue de ninguna utilidad.
vi) El arrogante debe de dar fianza de no emancipar al impúber sin causal alguna.
Para la adopción propiamente dicha las particularidades son las siguientes:
a) El adoptante debe de dar su consentimiento.
b) El padre del adoptado no otorga su consentimiento, pero si puede oponerse a la adopción.
c) El hijo debe de dar su consentimiento si es adoptado su hijo en el caso de que este último
fuera adoptado como nieto.
d) La adopción se debe hacer ante el Pretor.
e) No es necesario el consentimiento de los demás agnados o parientes políticos sujetos a la
patria potestad del paterfamilias.
f) Los hijos de concubina no pueden ser adoptados, ya que estos no están bajo la patria
potestad de nadie.
La arrogación y la adopción propiamente dicha, tenía efectos en tanto en el arrogado o
adoptado, como el arrogante o adoptante, estos eran los siguientes:
a) En la arrogación:
1.- El arrogado y su familia pasan a formar parte de la patria potestad del arrogante.

~ 12 ~
2.- El arrogado deja ser sui juris y sufre lo que se denominaba capis diminution mínima,
3.- En cuanto a los bienes del arrogado se tiene:
i) En derecho antiguo todos los bienes del arrogado pasaban a poder del arrogante.
ii) En derecho nuevo los derechos del arrogante sobre los bienes del arrogado son los
mismos que tiene sobre los bienes de los hijos.
4.- El arrogado adquiere los mismos derechos de hijo de familia, es agnado de todos los
agnados del paterfamilias y lo sucede ab intestato, es decir si el paterfamilias muere sin
testamento o con testamento nulo, este tiene igualdad de derecho que los parientes más
próximos, por ejemplo el hermano del paterfamilias.
5.- El arrogado pasa al nombre, dioses, gente y nobleza patricia, y los patricios arrogado
por plebeyos pierden su condición, excepto de los senadores y sus hijos.
b) En la adopción propiamente dicha.
1. Al igual que el arrogado, el adoptado sufre la capitis diminution mínima.
2. Al abandonar la familia a la que hubiese pertenecido, también salía del poder del
paterfamilias al cual estaba sujeto hasta ese entonces.
3. Pasaba a la patria potestad del paterfamilias que lo adoptaba.
4. Se volvía también agnado de los agnados.
5. En la época de Justiniano esta última particularidad se consideró de la siguiente
manera:
a) Los hijos varones o mujeres que eran adoptados por su ascendiente eran
adoptados de manera plena conforme al derecho antiguo.
b) Si eran adoptados por otra persona, su familia natural continuaba otorgándole
la patria potestad, por lo tanto el paterfamilias adoptante no tiene derecho
alguno sobre el adoptado, sin embargo el adoptado si podía sucederle como
heredero.
c) Si el abuelo da en adopción a su nieto, en el caso de que el primero muera y el
segundo sea ab intestato se establecen las mismas reglas que en derecho
apliquen a la adopción de hijos e hijas, en caso de que el nieto no sea
heredero por no haberlo incluido el abuelo en su testamento se observan las
disposiciones del derecho antiguo.
Sobre la adopción de hecha por una mujer, esta nunca obtiene la patria potestad sobre el
adoptado, es decir solo la patria potestad le era otorgada al varón adoptante, mas no así a la
mujer que adopta, el adoptado por lo tanto, no está sujeto a la patria potestad de la cual está
sujeta la mujer, sus únicos derechos si acaso eran del de los alimentos y suceder intestado a su
madre adoptiva.

~ 13 ~
CAPITULO IV

La legitimación
4. Adquisición de la patria potestad por legitimación.

Al principio en la república, y en la época de la monarquía, se excluyeron de las leyes que


regulaban el matrimonio a los hijos ilegítimos, ya que no se había establecido o creado alguna
norma que permitiese al paterfamilias sujetar al hijo ilegitimo a la patria potestad.
Se podría definir a la legitimación como el acto mediante el cual se logra pretender o fingir que los
hijos ilegítimos fuera de matrimonio se consideraran como nacidos de matrimonio legítimo,
sometiendo o reduciendo a los hijos ilegítimos a la patria potestad del paterfamilias, de la misma
forma que los hijos legítimos.
Los hijos nacidos de concubina eran los llamados naturales o notos, palabra derivada del griego
nothi, la cual era empleada por los romanos ya que yo existía en su lengua alguna palabra que
tuviera un significado parecido.
El carácter de ipso jure no lo tenían los hijos ilegítimos, pero si se sometían al proceso de
legitimación podían ser sujetos de la patria potestad.
Esto se hacía para que los hijos ilegítimos se igualaran ya sea de manera total o en parte a los hijos
legítimos del paterfamilias.
La legitimación solo aplicaba a los hijos ilegítimos que se procreaban con la concubina, y se podía
hacer de las siguientes maneras:
a) Legitimación por matrimonio subsiguiente.
El paterfamilias al desposarse con la concubina con la que hubiere tenido hasta entonces y
con la que hubiese procreado hijos, en este caso el matrimonio se celebraba bajo contrato
escrito.
b) La legitimación por oblaciones curiae, que era la que tenía lugar cuando el paterfamilias
inscribía al hijo ilegitimo en la curia o casaba a la hija ilegítima con un decurión.
c) Cuando el padre solicitaba al príncipe declarar al hijo ilegitimo como hijo legítimo, y solo
podía hacerse bajo esta modalidad cuando el paterfamilias tenía algún impedimento para
casarse con la concubina y no tenía hijos legítimos.
Estos modos de legitimación se consideran fueron creados por los siguientes personajes:
a) La legitimación por subsecuente matrimonio se le debe a Constantino.
b) La legitimación por oblación a la curia viene de parte de Teodosio el Joven.
c) Y el rescripto del príncipe por Justiniano.
Hay que resaltar que los hijos espurios es decir de padres inciertos no se podían legitimar,
tampoco los hijos procreados por adulterio o en incesto, esto se debe a que ya que la legitimación
pretende crear la ficción del matrimonio, en el adulterio y en el incesto no puede existir
matrimonio por lo tanto no puede haber legitimación.
Al legitimar a una persona, esta sufre la capis diminución mínima, deja de ser sui juris, por lo cual
debe de existir la voluntad expresa tanto del paterfamilias como del hijo a ser legitimado.

~ 14 ~
Existía otra forma de legitimar el testamento, pero en si no era un modo o un medio, sino más
bien este servía para presumir la existencia del matrimonio, y al existir este entonces los hijos
naturales eran sujetos a la patria potestad, por lo tanto el testamento en si no era directamente
una forma de legitimar.
Los hijos inscritos a la curia, no tenían la cualidad de decuriones de manera inmediata, si estaban
sujetos a ella pero debían mantenerse con sus propios bienes, no se podían alistar a la milicia y
además no podían vivir fuera del municipio ya que al estar inscritos en la curia se hacía semejante
a la gleba o terreno.
Los hijos legitimados suceden al padre como herederos suyos, siempre y cuando no haya hijos
legítimos, en caso de existir los hijos legítimos tienen derecho principal y los legitimados a la
porción restante siempre y cuando el paterfamilias lo deseara y expresara.

~ 15 ~
CAPITULO V

La Tutela

5. La Tutela.

Debemos de entender por tutela, el acto por el cual a una persona que no es capaz de realizar
actos jurídicos o administrar sus bienes ya sea por no ser capaz o ser demasiado joven, otra
persona le suple de cierta manera en esa capacidad.

5.1 Características Generales.

Un ciudadano romano podía suplir a otro ciudadano romano en cuanto a la representación de este
último y la administración de sus bienes, y este último estaba libre de patria potestad, era impúber
y en un principio le correspondía al agnado más próximo, convirtiéndose después en un cargo
público en donde este estaba obligado a aceptar la tutela que le era conferida. Al impúber además
de administrarle los bienes, también le representaba en actos jurídicos, la tutela no era solamente
para un solo acto o negocio, esta era extendida a cualesquier acto no negocio en representación
del tutelado, la tutela primeramente era para los impúberes y las mujeres, posteriormente solo
existen referencias a la tutela de los impúberes.
El ciudadano romano que así suplía al impúber se le llamaba tutor, y el que estaba tutelado se le
llamaba pupilo. Como señalo anteriormente a manera general el que estaba bajo tutela debía ser
sui juris, es decir no estar bajo la patria potestad de ningún paterfamilias y sobre todo haber
nacido, no se podía tutelar a un no nato y el tutelado tenía la obligación de recibir tutela aunque
no la deseara.
5.2 Del Tutor.
Para ser tutor, este último tenía que tener la capacidad para aceptar la tutela o bien ser capaz del
cargo de tutor, quienes eran excluidos del cargo de tutor eran los siguientes:
a) Esclavos, aunque existía la particular de que si el paterfamilias nombraba tutor a un
esclavo de él, este podía tutelar pero a la vez obtenía la libertad.
b) Mujeres, aunque en derecho nuevo si podían hacerlo la madre y la abuela.
c) Los locos, los declarados jurídicamente pródigos (los que se mal administraban o
despilfarraban sus bienes), los mentecatos (de capacidad intelectual disminuida), los sordo
mudos, los menores, los obispos y monjes, los militares en servicio, los enemigos
declarados del paterfamilias o del pupilo, los interesados en el peculio del pupilo (previa
denuncia), los acreedores del pupilo o los deudores de este con excepción de la madre y
de la abuela, los que estaban prohibidos a ser llamados tutores por el padre o la madre y
el judío con respecto a la tutela de un cristiano.
5.3 Dispensas a ser tutor.
Si bien es cierto que llega un momento en el que el ser tutor se considera un cargo público
irrenunciable y que debe de ser aceptado a quien se le designe para este cargo, podemos señalar

~ 16 ~
las siguientes causales para no ser tutor, las cuales son las siguientes y reciben el nombre de
escusas:
a) Las que por su naturaleza permiten tener el derecho a excusarse y son las siguientes:
i. El que tiene tres hijos legítimos y vivos en roma, cuatro en la Italia, y cinco en las
provincias.
ii. El que tenga setenta o más años de edad.
iii. Los que estén en causa de la republica ausentes, más un año.
iv. Los funcionarios públicos.
v. Los profesores públicos de artes y ciencias.
vi. Los administradores de impuestos y peculio del príncipe.
vii. Los que no radican en el mismo lugar de tutelado.
viii. El nombramiento de Tutela por odio, cuando un paterfamilias deja como tutor con
el fin de causarle daño, molestia o inconveniencia.
ix. Si ya administra con cargo a su peculio tres tutelas, se le exime de la cuarta.

b) Las que permitían a dimitir en derecho de una Tutela:


i. Quien por pobreza o enfermedad era incapaz de continuar con la tutela de otro.
ii. El tutor que muda su domicilio a lugar distinto al del pupilo, con conocimiento y
autorización del príncipe.
iii. El que por causa de la república se tenga que ausentar hace suyo el derecho de
nombrar a otro tutor del pupilo solo durante el lapso que dure su ausencia.
Estas escusas las podían valer tanto los tutores por testamento, legítimos y dativos, siempre y
cuando cumplieran con la formalidad de notificarlo dentro de los cincuenta días a que ocurrió su
nombramiento.
Aquellos que bajo promesa solemne le hubieran prometido al padre la tutela de su hijo, no les
estaba permitido excusarse y otro caso era el de los que para aceptar legado prometían ser
tutores o bien era condición ser tutor para otorgarles legado.
Existían dos tipos de tutores, el primero era en la que recaía directamente y propiamente dicho la
tutela del menor, y el tutor honorario, que era el encargado de vigilar la actuación del tutor del
pupilo y se volvía solidario el primero con el segundo en lo relativo a la administración de los
bienes.
5.4 Tipos de tutela.
La tutela era de tres tipos:
a) Tutela testamentaria.
b) Tutela por una disposición legal que se le denominaba tutela legal.
c) Tutela por mandato de autoridad o tutela dativa.
La tutela no podía establecerse por contrato, es decir un padre no podía contratar a alguien para
ser tutor.
5.4.1 Tutela testamentaria.
Este tipo de tutela tiene su origen en el nombramiento que hace el padre dentro de su
testamento, tiene las características siguientes:
a) El paterfamilias solo tiene el derecho de nombrar tutor en el caso de su muerte a:

~ 17 ~
i. Hijos
ii. Descendientes impúberes que se hallen bajo su potestad y que al momento de su
muerte pudieran tener el carácter sui juris.
b) El nombramiento se asienta en testamento o codicilo confirmado, siendo sin obligación es
decir puro y simple nombramiento, o bien bajo condición.
c) Señalar comienzo (ex die), fin (in diem), o sin lapso de tiempo.
d) Se debe de señalar expresamente el nombre del tutor, no existiendo el tutor incierto o
posible o posibles o inciertos.
e) Si era nombrado por el padre del hijo o el que legítimamente lo podía hacer, recibía el
nombre de tutor recte datus.
f) El tutor así nombrado en el punto anterior no tenía necesidad de confirmar su
nombramiento y no tenía obligación de presentar fianza.
Como particularidades a la tutela testamentaria tenemos los siguientes casos:
- Si el que designaba tutor no tenía bajo su patria potestad al impúber o bien no
hacia el nombramiento en el testamento o en codicilo confirmado, entonces
se le tenía a la tutela testamentaria como no conferida legítimamente.
- Se puede hablar entonces de dos tipos de tutela testamentaria, la perfecta,
que reuniendo todas las formalidades de la tutela testamentaria, y la tutela
imperfecta que es cuando falta alguna o algunas de las formalidades
requeridas.
- En la tutela testamentaria imperfecta podemos exponer los siguientes casos
que explican mejor este tipo de tutela, el primero era cuando no se requería
información y fianza y era bajo las siguientes circunstancias
i. Si el padre nombra tutor al hijo emancipado, este nombramiento lo
confirmaba el magistrado sin requerir conocimiento alguno o información
previa.
ii. Si es la madre la que nombra tutor, solo debía verificarse la cualidad de
honradez y aptitud del tutor.
iii. Siendo patrono del impúber o un extraño, el magistrado por obligación
debe confirmar el nombramiento, siempre y cuando se le informara y el
impúber era considerado como heredero.
- Los casos en los que se requería o exigía previa información eran los
siguientes, mas no fianza eran cuando:
i. Nombrar tutor a su hijo natural o ilegitimo, que no le heredaba.
ii. Cuando la madre también nombraba tutor al hijo que no heredaba.
- Por ultimo en los casos que se requería fianza e información, era cuando el
patrono a su liberto impúber le nombraba tutor y cuando otra persona
distinta al impúber que constituía como su heredero.
5.4.2 Tutela legitima.
Este tipo de tutela está basada sobre el caso de que el pariente próximo al pupilo al morir el
primero de manera ab intestato le heredaría, por lo tanto es el que tiene que ser su tutor, sin
embargo por encima de este se encontrarían la madre y la abuela del hijo y del nieto, siempre y
cuando ellas manifestaran su voluntad de hacerlo, en el caso del que el pariente más próximo
fuera incapaz de ser designado tutor, el cargo pasaría al pariente más próximo siguiente en grado
y dado que pudiesen existir más parientes con el mismo grado, a todos ellos les recaería en

~ 18 ~
principio el cargo de tutor, de esta manera el que era tutor legitimo no tenía la obligación de
obtener la confirmación de la autoridad.
5.4.3 Tutela dativa.
Este tipo de tutela era la que señalaba la autoridad a la cual por derecho se le confería esta
facultad, mas sin embargo la autoridad por sí misma no era la encargada de manera unilateral de
señalar hasta que se dieran los siguientes supuestos:
a) Cualquier interesado en que el impúber tenga tutor le soliciten a la autoridad lo señale.
b) La madre o la abuela del impúber que no deseen encargarse de la tutela, deben entonces
hacérselo saber a la autoridad para que esta designe tutor.
c) Los parientes más próximos que le sucedieran ab intestato libertos del padre, deben de
pedir se designe tutor al impúber, ya que de no hacerlo perderían sus derechos de
sucesión, con esto se podía garantizar que no se abandonara a su suerte al impúber,
aunque se les concedía el derecho de no notificar siempre y cuando tuviesen causa justa.
La tutela dativa era otorgada ya sea por el pretor urbano, asistido por los tribunos de la plebe, ya
sea considerando probablemente que los tribunos también fuesen capaces de designar tutor, y los
gobernadores de las provincias, esto en un principio, posteriormente la facultad de nombrar tutor
paso a los cónsules en la época del emperador Claudio, más adelante es creado el cargo de pretor
tutelares el cual posteriormente comparte su cargo con el perfecto de la villa, al referirnos a que
deben de solicitar o verificar información previa, esta es relativa a su moralidad y fortuna
5.4.4 Orden de los tipos de tutela.
Los tres tipos de tutela tenían prioridad y relación entre sí de la siguiente manera
- La tutela testamentaria por sobre la dativa, en el caso de que el tutor
nombrado por testamento no pudiese ejercer su cargo de manera temporal,
correspondía al magistrado señalar tutor en suplencia provisional.
- Del mismo modo el tutor regitivo de igual manera imposibilitado para su cargo
era sustituido de manera provisional por otro designado para el caso por el
magistrado.
- En el caso en que el tutor testamentario no aceptase el cargo, se excusara o
era incapaz de ejercerla (por ejemplo que perdiera la cordura), el tutor
entonces cesa en su función y es la autoridad la encargada de designar uno
nuevo, y si la autoridad no interviniese, tendría lugar entonces la tutela
legitima, solo en el caso de que no hubiera tutor legítimo, hasta ese entonces
es la autoridad la encargada de nombrarlo.
- En el caso de que las personas que tuvieran el derecho de nombrar tutor no lo
hiciesen, entonces la autoridad asumiría el encargo, si no se encontrara tutor
legítimo.
- En el caso de que hubiera muchos tutores testamentarios y faltara alguno, la
autoridad nombra al sucesor del faltante, cabe recordar que por testamento
se podían tener varios tutores.
- En el caso de que faltaran todos los tutores testamentarios, el tutor legítimo
se podía constituir, y solo en el caso de que no hubiere tutor legítimo, la
autoridad entonces señalaría al tutor dativo.
5.5 Derechos y obligaciones del tutor.

~ 19 ~
Los derechos y obligaciones que tiene el tutor al haber aceptado el cargo o fuera designado para el
mismo eran los siguientes.
a) Ejercer inmediatamente su cargo, a no ser que presente escusa, si no lo hiciere deberá
resarcir cualesquier daño y perjuicio al pupilo que le ocasione tal demora.
b) Exigir fianza en los casos en que se requiera para asegurar los intereses del pupilo.
c) Prestar juramento (introducido en el derecho nuevo).
d) Cuidar y alimentar al pupilo.
e) Utilizar la suma que haya designado el padre para los gastos anteriores, pero si no lo
hubiese designado o el monto fuera perjudicial a los intereses del pupilo la autoridad era
la encargada de señalar el monto destinado para tal caso.
f) Representar al pupilo en todos los actos jurídicos que le pudieran ocasionar perjuicios
mientras se encontrare en la infancia.
g) Cuando el pupilo salga de la infancia, prestar su autorización para cualquier acto que el
impúber haga, siendo esta necesaria en todos los actos en los que el pupilo adquiere una
obligación o bien cambia su estado. En los casos en que el pupilo solo adquiere derechos y
no obligaciones, no es necesaria la autorización del tutor. Sin la debida autorización del
tutor, cualquier acto era nulo en favor del pupilo, más si la autorización existe sin embargo
el pupilo en caso de que tenga perjuicios puede solicitar la restitución.
h) El tutor o tutores incluso el honorario tienen el derecho de imponer su autoridad, siempre
en beneficio del pupilo.
i) En el caso de haber celebrado un acto con el pupilo ya sea el tutor o las personas bajo su
poder, estos no pueden imponer su autoridad, es decir en cualquier acto celebrado por el
impúber con el tutor o los sujetos a este, no era válida la autorización del tutor, por lo
tanto dichos actos no son válidos.
j) Mas sin embargo si existiere curador o tutor honorario este podía dar su autorización, y si
no lo hubiere solicitar a uno para tal efecto.
k) La autorización del tutor era de manera presencial, de palabra, libremente y sin
restricciones, a falta de estas condiciones la autorización era declarada nula.
5.6 Los protutores.
Estos eran aquellos que sin ser tutores realizan actos que son exclusivos del tutor, estos eran los
que administraban los bienes del pupilo sin ser tutores y tienen el mismo deber que el tutor en sí,
y los que sin ser tutor interpone su autoridad en un acto del pupilo será llamado falso tutor, y el
acto se consideraba concluido sin la debida autorización del tutor y solo tenía efectos en lo
relativo a la capacidad que tenían los menores de celebrar actos sin la debida autorización del
tutor.
5.7 Terminación de la tutela.
La tutela termina por lo siguiente:
a) Cuando el pupilo alcanza la pubertad.
b) Por la muerte del pupilo.
c) Por la capitis diminution del pupilo.
d) Por la muerte del tutor.
e) Por la pérdida de la libertad del tutor.
f) Por la pérdida de los derechos de ciudadanía del tutor.
g) Si el tutor es nombrado por testamento bajo condición o día cierto, al momento de
cumplirse con la o las condiciones o llegase el día.

~ 20 ~
h) Cuando la madre o la abuela tutoras ipso jure pasan a segundas nupcias.

También podía concluir por disposición judicial en caso de que el tutor alegara una excusa
legitima, cuando el tutor es acusado de no cumplir debidamente con sus deberes para con el
pupilo y en los casos de que su conducta fuera sospechosa. En cualesquier caso la destitución era
necesaria o útil al pupilo.
5.8 La administración de la tutela.
Tanto en la tutela y en la curatela, se tenían ciertas obligaciones y deberes, antes, durante y al
termino de ellas, de manera general a las dos se enuncian a continuación, en el capítulo siguiente
que habla propiamente de la curatela, se especificara alguna particularidad referente a ella.
5.8.1 Del inicio del ejercicio de los tutores y curadores.
Al inicio del cargo ambos tutores y curadores están obligados al inventario de los bienes de la
tutela, salvo en caso de que por testamento se prohíba. Tanto el tutor como el curador que no
formen inventario se harán responsables de los daños y perjuicios que su omisión produzca e
inculpados de sospechosos.
5.8.2 Por el tiempo que dure la administración.
Por el tiempo en que dure su cargo, tanto tutores y curadores tienen las siguientes obligaciones
a) Conservar los bienes.
b) Aumentarlos.
c) Obtener el mayor provecho de ellos en beneficio de sus pupilos.
d) Ser responsables de cualquier menoscabo que su administración cause a los bienes.
e) No enajenar los bienes a excepción de aquellos que no se pudieran conservar por su
naturaleza.
f) Dar alimentos a los hermanos y hermanas pobres del pupilo.
g) Pagar deudas, educación y manutención al pupilo era permitido.
h) Salvo en caso de extrema necesidad los bienes pueden ser enajenados, siempre con previa
autorización judicial.
La enajenación era permitida bajo las siguientes circunstancias:
a) Cuando el padre en su testamento permite la enajenación.
b) Autorizada por el príncipe mediante un rescripto.
c) Cuando un acreedor tiene derecho a exigirla.
d) Cuando de en prenda el tutor bien alguno a otro por una cosa que ya estuviera empeñada.
e) Cuando vende algún bien que le hubiera sido empeñado al pupilo.
f) Para hacer pagos, préstamos o adquisiciones.
g) Para presentar fianza en caso de que el pupilo lo requiera.
Cualquier otro tipo de enajenación era declarada inválida, la donación no era permitida, y en caso
de que alguna enajenación fuese ilegitima, esta se legitimaba cuando el menor alcanzaba la
mayoría de edad y la ratificara, o bien transcurriera el lapso de cinco años y prescribía entonces.
5.8.3 Fin del cargo.
Los curadores y los tutores tenían las siguientes obligaciones al concluir su cargo:
a) Dar cuentas a su pupilo por los bienes administrados.

~ 21 ~
b) No pueden ser dispensados de rendir cuentas ni el padre, ni el príncipe, ni persona alguna
que no fuere el pupilo mismo al salir de la curatela o de la tutela.
c) Siendo base el inventario inicial, es sobre este mismo que se deben rendir cuentas, y
entregar los mismos más el fruto de su administración.
d) El tutor y curador mientras no entregaran cuentas de su tutela, estaban prohibidos a
celebrar contrato alguno con el fisco.
e) Tutor y curador al inicio de su tutela tienen una hipoteca sobre sus bienes en favor del
pupilo, y si hubiese perjuicio derivado de su administración de bienes, están obligados
resarcir al pupilo con sus propios bienes.
5.8.4 Efectos de la gestión de una tutela o curatela.
Se entiende que existe un efecto de obligación entre el tutor y pupilo, pudiendo este último pedir
al tutor el cumplimiento de sus obligaciones, especialmente en lo referente a la administración de
sus bienes, el tutor puede solicitar la restitución de los gastos en perjuicio de sus propios bienes
tuvo en la gestión de la tutela del menor.
En el caso de que tutor o curador hubiesen malversado los bienes, se emprendía la acción
denominada distrayendo actionibus, mediante la cual se perseguía la restitución del doble de lo
malversado.

~ 22 ~
CAPITULO VI

La Curatela

6. La Curatela.
Cuando una persona no podía administrar su bienes por sí mismo, ya sea por incapaz o bien por
qué se le consideraba de esta forma, la autoridad designaba a otro el cual se llamaba curador, el
cual solamente cuidaba de los bienes de otro a diferencia del tutor que también cuidaba de la
persona.
6.1 División.
La curatela se dividía en curatela perfecta e imperfecta, la primera era cuando se tenía el derecho
pleno sobre la administración de los bienes y la segunda cuando era relativa solamente a la
conservación de los mismos y solo enajenar aquellos que por su naturaleza no se pudieran
conservar, en curatela personal y real, cuando se administraban los bienes para satisfacer las
necesidades del pupilo y procurarle bienestar era curatela personal, y la real cuando únicamente
se ocupaba de la administración de los bienes y sitia una tercera llamada mixta que incluye las
funciones de las dos primeras, otra llamada curatela general y particular la cual era extendida a
todos los bienes en el caso de la general y en el caso de la particular a un determinado negocio o
porción de los bienes, por último se tenía la curatela voluntaria y necesaria, en la cual es
voluntaria cuando la persona solicita un curador y la segunda necesaria cuando es contra de la
voluntad del pupilo. En el caso de los menores la curatela siempre va a ser voluntaria.
6.2 Incapacidad y excusa de los curadores.
Si bien al igual que la tutela la curatela es obligatoria, las mismas causas de incapacidad y excusas
son aplicables a los curadores, con las siguientes particularidades:
a) La madre y la abuela no pueden ser curadores de sus hijos o nietos.
b) El esposo no puede ser curador de su mujer si esta está afectada de sus facultades.
c) El tutor no está obligado a ser curador del pupilo.
El magistrado dicta por decreto el nombramiento de un curador, considerando lo siguiente.
a) Tomar en consideración a la persona nombrada por el padre o la madre a serlo.
b) Verificar si el nombramiento hecho por los padres no tuviere algún motivo justo que se
opusiere al mismo.
c) A falta de nombramiento expreso en testamento tomar en cuenta a los parientes más
próximos para tal cargo.
d) El mismo magistrado que nombra tutor, puede nombrar a un curador, siendo el mismo
tutor o diferente persona.
6.3 Curatela de los dementes.
Se refiere a la curatela de lo que los romanos llamaban locos, furiosos o personas débiles de
espíritu, que son sui juris (libres de patria potestad), y que no tienen tutela, la curatela recaía
entonces en los más próximos agnados y gentiles del demente que por tal condición no podía por
sí mismo administrar sus propios bienes, el magistrado estaba imposibilitado sin causa justa
separar de la curatela a aquel que hubiese designado el padre en testamento o en ausencia de

~ 23 ~
dicho señalamiento a los parientes más próximos, es decir no podía negarse a que tomaran cargo
ninguna de estas personas a menos que hubiera razón legitima en hacerlo.
El curador en este caso el de la curatela de locos, furiosos y débiles de espíritu debía además de
hacerse cargo de la administración de los bienes, a atender a la persona, siempre con la idea de
mejorarle en su salud, en caso de que esta mejorara por lapsos o tuviera momentos de lucidez, la
curatela cesaba y era retomada al momento de la recaída, mas sin embargo si el demente recobra
totalmente la salud, entonces la curatela terminaba definitivamente.
6.4 Curatela de los pródigos.
En un principio el prodigo que era el despilfarrador, mal administrador era asemejado al loco, y
competía a sus agnados y gentiles, esto siempre y cuando existiera justificación que le permitiera a
la autoridad prohibirle la administración de sus bienes, posteriormente era la facultad del juez
decretar la incompetencia del prodigo y además señalarle curador, por supuesto considerando
siempre a los parientes más próximos, de esta manera señalamos que el prodigo puede hacer de
su persona su voluntad, mas no así de sus bienes sin la respectiva autorización del curador, a
menos que el acto que realizara le confiriera derechos mas no obligaciones.
Amén de la muerte del prodigo, la curatela termina también cuando el juez levanta la prohibición
de administrar sus bienes.
6.5 Curatela de los pupilos.
Los pupilos al contar con un tutor propiamente no necesitaban entonces de un curador, a menos
que se dieran los supuestos siguientes:
a) En casos de conflictos entre tutor y curador.
b) El tutor promueve pleito con el pupilo.
c) Cuando por la ubicación de sus bienes con respecto al domicilio del tutor, estos necesitan
de una administración.
d) Cuando el tutor por impedimento temporal no pudiese ejercer de manera inmediata sus
funciones.
e) Cuando al tutor se le suspende de su cargo.
f) Cuando el tutor dimite por ausencia temporal o causa del estado.
g) Cuando el tutor alega excusa a su cargo.
h) Cuando el tutor entra en sospecha.
Para estos casos el pupilo recibe un curador, la curatela del pupilo podemos decir se da bajo algún
o algunos supuestos, por lo tanto cuando estos supuestos se extinguen o se cumplen, la curatela
es terminada o concluida.
6.6 Curatela de los menores.
Un menor al no ser ya impúber puede realizar prácticamente cualquier acto, administrar sus
bienes a menos de que existieran casos que por su importancia pudieran poner en riesgo su
peculio, por lo tanto se nombraba un curador, este tipo de casos eran los siguientes:
a) Cuando el menor intenta una acción.
b) Cuando recibe un pago de su deudor.
c) Cuando su tutor le rinde cuentas.
d) Cuando el menor le solicita al juez un curador que sigue durante todo el tiempo en que
sea menor de edad.

~ 24 ~
Si bien el menor tiene un curador, este todavía puede obligarse tanto en su persona como en sus
bienes por medio de contratos o actos civiles sin requerir del consentimiento de su curador, los
actos así entonces nunca son inválidos solo por no contar con la firma de su curador, mas sin
embargo en caso de que le causen perjuicio al menor, el puede solicitar la restitución integra, y en
el caso de que el menor quiera vender, empeñar o hipotecar sus bienes o realizar un acto para los
que era requisito indispensable la autorización del curador, si celebraba un acto de este tipo, este
acto era nulo en favor del menor, y aunque mediara la autorización del curador, si el acto le
ocasiono perjuicio al menor, este podía solicitar la restitución.
La curatela para los menores llegaba a su fin de las siguientes maneras:
a) Por la muerte del curador o del menor.
b) Por la capitis diminution del menor en cualquiera de sus tres modalidades.
c) Por la capitis diminution máxima o media del curador.
d) Por alcanzar la mayoría de edad el menor.
e) Por alegar una excusa legitima el curador para dimitir a su cargo.
f) Por cumplirse la condición, día u objeto de la curaduría.
6.7 Curatela de los enfermos.
A las personas que padecían enfermedad prolongada, que su por su constitución fuesen débiles o
enfermos de gravedad por tiempo prolongado y que por este hecho no podían administrar sus
bienes podían a petición suya un curador y solo por el tiempo que durara su padecimiento.
6.8 Otros tipos de curatelas.
Se distinguían ciertos tipos de curatelas, las cuales eran:
a) La curatela de los bienes de un deudor cedidos a su acreedor.
b) La curatela del marido muerto de la mujer embarazada, que se daba mientras durara el
embarazo y hasta el parto, se hacía con el fin además de cuidar de los bienes, procurar a la
mujer gestante por el tiempo de su gestación.
c) Cuando se pone en duda el impúber en ser hijo legitimo del padre muerto, en este caso el
tutor debe prestar fianzas suficientes a fin de conservar la administración de los bienes y si
no lo lograran presentar, los bienes le eran conferidos a un curador, el cual los
administraba hasta la pubertad del menor.
d) La curatela de una herencia sin dueño, ya sea por no haber manifestado su aceptación o
repudio.
e) La curatela de los bienes del ausente sin haber dejado representante alguno.

~ 25 ~
BIBLIOGRAFIA

BIALOSTOSKY Sara, Panorama del Derecho Romano, 8ª EDICION, MEXICO, 2007 p. 302.

BRAVO González Agustín, BRAVO Valdés Beatriz, Derecho Romano Primer Curso, 29ª EDICION,
MEXICO, PORRUA, 2012.

NAVARRO Zamorano Ruperto, Curso elemental de Derecho Romano, 1ª. EDICION, ESPAÑA,
Imprenta del Colegio de Sordo-Mudos, 1842, p. 405.

MORALES José Ignacio, Derecho Romano, 3ª EDICION, MEXICO, TRILLAS, 1989 (2013
REIMPRESION), p. 349.

PETIT Eugene, Derecho Romano, 16ª EDICION, MEXICO, PORRUA, 2000, p. 717.

VENTURA Silva Sabino, Derecho Romano, 24ª. EDICION, MEXICO, PORRUA, 2011 p.486.

~ 26 ~

You might also like