You are on page 1of 3

Declaración de las Jóvenes Feministas de

Fin de Siglo

VIII Encuentro Feminista de América Latina y el Caribe


Esta declaración surge del taller, convocado por el Colectivo
Feminista Bajo Sospecha de Chile, denominado Jóvenes Feministas
de Fin de Siglo. A este taller asistieron más de 50 mujeres de distintos
países de la región. Juntas constatamos y nos reconocimos como
las mujeres que entramos al movimiento feminista en los noventa.
Nos tocó vivir en un mundo ya globalizado, con un marcado
desarrollo tecnológico y en el auge del neoliberalismo. Crecimos
bajo dictaduras, autoritarismos y conflictos armados; hemos
presenciado la muerte de las grandes utopías y la crisis de la política
partidista, pero también la revalorización de la democracia. Hemos
recibido también y valoramos enormemente los logros y avances
del feminismo, especialmente de las últimas décadas. Ese es el
mundo que nos tocó vivir y que, por lo tanto, marca nuestra
experiencia cotidiana, pero eso no significa que asumamos estos
procesos en su totalidad.
Encontramos concordancia en nuestras experiencias de vida,
a pesar de las particularidades que cada una vive en su país.
Pensamos que éste es un momento histórico importante, no sólo
por el cambio de era al que asistimos, sino también porque este
Encuentro marca, para nosotras, un hito en términos de
reconocimiento y visibilización de las mujeres jóvenes al interior del
movimiento, que se expresa, por ejemplo, en las opiniones vertidas
en las distintas plenarias del Encuentro. A partir de nuestras
reflexiones, llegamos a las siguientes conclusiones:
1) La mayoría de nosotras ha llegado al feminismo o el
feminismo ha llegado a nuestras vidas, desde la academia o
el trabajo en oNG's y no desde el accionar político, como lo fue
en décadas pasadas. Para nosotras, eso da cuenta de los
espacios que ha ganado el feminismo, sin embargo, pensamos
que al mismo tiempo expresa la falta de apertura de otros
espacios y estrategias para involucrar a nuevas mujeres a
este movimiento.

2) Sentimos que el discurso de la diversidad y el pluralismo


no se refleja en las prácticas feministas de todas, y muchas
veces la idea de diversidad implica más bien diferencia y
desigualdad. Lo anterior no permite reconocer y legitimar a
las otras y sus experiencias y, por lo tanto, sus aportes en

108
tanto iguales con quienes, desde la diferencia, sea posible
construir el movimiento que soñamos.
3) Como movimiento politico, el feminismo tiene una historia
que no es posible desconocer. Sin embargo, al entrar en este
camino hay elementos que queremos recoger y otros que
esperamos no reproducir, como las contradicciones que han
debilitado a este movimiento, por ejemplo, los conflictos
internos surgidos a raíz de la relación con el Estado y otros
actores políticos.

4) Pensamos que una tensión importante al interior del


movimiento es el ejercicio del poder. Nos parece que éste
responde a prácticas patriarcales de hacer política que implican
el establecimiento de jerarquías, la invisibilización de algunas
y la exclusión de otras. Esto se traduce, por ejemplo, en la
división de funciones en los distintos espacios del movimiento,
donde algunas piensan, hablan y escriben y otras sacan
fotocopias, reparten panfletos o formatean textos.
r
Nuestra intención es:
1) Encontrar una nueva forma de ejercer el poder al interior
del movimiento: horizontal, dialogante, inclusiva y con respeto,
donde la división de funciones no signifique posiciones
distintas, privilegios o jerarquías.

2) Queremos ser reconocidas y visibles. No esperamos


reemplazar a nadie, sino decir lo que pensamos, ser lo que
queremos y aportar desde nuestra experiencia en los distintos
ámbitos en que cada una se desenvuelve.

3) Estamos seguras que las prácticas cotidianas hacen a la


política feminista y que los cambios sociales que esperamos
involucran a toda la sociedad. Por ello, sentimos necesario en
este momento histórico (como no lo fue en otros) involucrar a
los hombres en nuestra lucha, buscando espacios y formas
para hacerlo: en lo cotidiano, en lo laboral, en lo social, pero
sin perder los espacios ganados, nuestros espacios de
encuentro y nuestra búsqueda de los derechos de las mujeres.
Las mujeres feministas de los 90 reunidas en el VIII Encuentro
Feminista de América Latina y del Caribe, y que hemos participado
en esta discusión las invitamos a construir un movimiento feminista
para todas que apueste a nuevas formas de hacer política y ponga
como eje la democracia.

109
Firman
ma Elena Acuña, Tatiana Cárdenas, Pamela Caro, Elizabeth Guerrero,
Lorena Godoy, Lorena Núñez, Marcela Rios, Maricel Sauterel, Paula
Soto de Chile; Rocio González, Isaura Bono, Sandra Toledo, Carma
Aguilar, Claudia Avila, Maria Antonia Pérez, Estela Juárez, Adriana
Vega de México; Ana Veloso, Marcia Larangeira, Clavoia Bonan de
Brasil; Lizbeth Cáliz de Honduras; Ana Vásquez, Juana Campos,
Julissa Rosario, Sofía Ramos de República Dominicana; Ana Ortiz,
Tania Diz, Analía Barrionuevo, Verónica Valdés de Argentina; Aura
Marina Yoe, María Solorzano de Guatemala; Hielen Mairena, Zobeyda
Obando, Jamileth Chavarría de Nicaragua; Rosa Guillan de Perú;
Nidia Hidalgo de El Salvador; Lenay Blason de Cuba; Alejandra
Rosabal de Costa Rica; Jeannette, Erica Beckman, Carla Batista,
Marisa Dávila, Magali Castilblanco, Patricia Iraleta, Patricia Estévez,
Julisa Hernández, Katia Orantes.

Participaron además: Natalie Lebon, Kelly Mary Fay, Darlene Lebrón


de Estados Unidos de Norteamérica; Clarisa Velocci de Francia;
Paula Gutiérrez, Amaia del Río, Yolanda Pesquero, Andrea
Rodriguez, Pilar García, Guadalupe García de España.

Juan Dolio, República Dominicana


VIII Encuentro Feminista de América Latina y el Caribe
Noviembre, 1999

uo

You might also like