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La filosofía de Marx

(1818-1883)
Así como la esencia, el objeto, aparece como esencia pensada, así el sujeto es
siempre conciencia o autoconciencia; o mejor, el objeto aparece sólo como
conciencia abstracta, el hombre sólo como autoconciencia; las diversas formas del
extrañamiento que allí emergen son, por esto, sólo distintas formas de la
conciencia y de la autoconciencia. Como la conciencia abstracta en sí (el objeto es
concebido como tal) es simplemente un momento de diferenciación de la
autoconciencia, así también surge como resultado del movimiento la identidad de la
autoconciencia con la conciencia, el saber absoluto, el movimiento del pensamiento
abstracto que no va ya hacia afuera, sino sólo dentro de si mismo; es decir, el
resultado es la dialéctica del pensamiento puro. (Marx, Manuscritos económico-
filosóficos).
Marx rechazará esta concepción de la realidad como Espíritu Absoluto, al considerar
que no es la conciencia, (el pensamiento), la esencia o elemento revelador y
productor de la realidad, sino, por el contrario la actividad material el agente
productor de la conciencia. Es cierto que la realidad es, para Hegel, lo Absoluto,
la totalidad de lo real, pero también lo es que el Absoluto se concibe
esencialmente como sujeto, como Espíritu, por lo que la relación que establece la
filosofía hegeliana entre el ser y el pensar parece conducir a la tesis de que es
el pensar el que determina y regula el ser de la realidad. Para Marx, por el
contrario, es el ser el que determina el pensar, por lo que la conciencia se
produce, pues, en el seno del desarrollo dialéctico de una realidad concebida como
materia en movimiento.
Por otra parte, una de las consecuencias del idealismo hegeliano era la
consideración de que la realidad social, política, está estructurada racionalmente,
por lo que parecía justificar las formas del Estado y de la organización social de
su época como el necesario y único orden posible de la realidad. La filosofía
hegeliana se presenta, en efecto, como la exposición del sistema de la realidad, en
el que todos los elementos encuentran su justificación y su sentido. Ahora bien,
esa realidad social, en plena expansión del capitalismo, Marx la considera
contraria a lo que una ordenación estrictamente racional podría sugerir,
encontrando ahí otro motivo de rechazo a la filosofía hegeliana.
Las ideas que predominaban por aquel entonces eran las del conde de Saint-Simon y
de Fourier, teñidas de romanticismo y recogidas en la literatura y poesía de la
época. Junto a ideas en las que se destaca la importancia de la "industria" y el
deseo de un estudio científico de la realidad social, así como el cooperativismo y
la lucha contra las desigualdades sociales, se encontraban formulaciones
visionarias y moralizantes, que provocarán el rechazo de Marx y la crítica de este
socialismo "utópico" y alejado de un socialismo realista y científico. No obstante,
será en su exilio en París, en 1843, cuando Marx entrará en contacto de una manera
más intensa y directa con el socialismo utópico francés, a través del anarquista
Proudhon y de Louis Blanc, dos de sus destacados líderes, pero con quienes entrará
más tarde en conflicto, respondiendo, por ejemplo, a la obra de Proudhon "La
filosofía de la miseria", con su conocida "La miseria de la filosofía", de 1847.
La realidad del trabajo, sin embargo, es bien distinta. Marx entra en contacto con
ella durante su actividad en la "Gaceta Renana", conociendo de primera mano los
conflictos del proletariado y del campesinado, su situación real respecto al
trabajo. Una realidad que vuelve a conocer de primera mano en su exilio en París, a
través de sus contactos con el movimiento socialista francés. Lejos de permitir la
realización y la libertad de los seres humanos, el trabajo real es fuente de
alineación y de esclavitud. ¿Cómo es posible que la actividad productiva del ser
humano, su propio trabajo, se convierta en fuente de alineación y esclavitud?
Podemos decir, pues, que los principales elementos del pensamiento de Marx,
(materialismo, dialéctica, praxis, eliminación de las desigualdades, lucha de
clases, revolución comunista, trabajo, capital), se generan a raíz de una relación
crítica con las influencias que recibe a través de la filosofía alemana, el
socialismo utópico francés y la economía política inglesa y no, simplemente, que
derivan "mecánicamente" de tales influencias.

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