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LAS CAMPANAS DE BELISARIO EESENUEN NEW MILITARY. BELISARIO sissts.40 LAS CAMPANAS DE BELISARIO J.C.Martins ™ OSPREY MILITARY HISTORY ae QUIZ BOOK INDICE Introduccion 02 Antecedentes 03 La campafia del Danubio del 520 04 EL frente oriental 10 La situacion en la frontera sudoriental 13 Armenia y el Caucaso 16 Campaiia del 530 18 La batalla de Daras 19 Combates en Armenia 37 La campaiia del afio 531 ee, La batalla de Calinico Reyuelta_de Nika 32 La campaiia de Africa contra los Vandalos. 533-534 53 Batalla de Ad Decimum 58 La batalla de Tricamerén 63 Justiniano I 70 La campaiia de Italia 23 Las causas de la invasion 73 Campafia contra los Godos. 535-544 74 Elasedio de Nedpolis 77 El sitio de Roma. 537-538 81 Batalla de la Llanura de Neron 85 La retirada de los Godos 90 La campaiia del afio 541 94 La campaiia del afio 542 98 Campafia del 544 103 Campafia contra los Hunos. 559 U1 Batalla de Chettos lil El juicio a belisario 119 La leyenda de Belisario como mendigo ciego_120 Después de Belisario 121 Cronologia 122 NTRODUCCION Pocos hombres nos presenta la historia mis eélebres ¢ ilustres que Belisario, general del emperador de 1a Roma oriental Justiniano, Flavio Belisario era un guerrero valiente y humilde, un hombre que se regia siempre por su cédigo de honor sin intenlar obiener benelicios personales. Nacié el ultimo afto del desastroso siglo quinto, en el cual Ios anglosajones habian devastado el sur de Gran Bretaita: los visigodos, Hispania; 1os vindalos, A\ cinco aftos antes del nacimiento del profeta Mahoma. Si bien es comparativamente menos conocido que oiros lideres militares mis famosos, como Julio César 0 Alejankiro Magno, esto probablemente es debido a una auseneia de atencién por parte de los historiadores de la dificil época en que vivid, Sin embargo, si realizamos un estudio objetivo de su habilidad y sus logros, éstos se pueden comparar con muy pocos comandanies en la historia. Una de las constanies en la carrera militar de Belisario fue que reeibié muy poco o ningiin apoyo de su emperador Justiniano T y de Bizancio, y aunasi logré vencer en Ja mayoria de los casos, imponiendo su genio militar. Es sab{da la envidia que sentia el emperador por Jas continuas victorias de su general y su buena fama adquirida contra todo prondstico, opacando asf su imagen como emperador, que ambicionaba ser considerado un “Grande*. Belisario era en definitiva un idealista en un mundo decadente y corrupto, Su éxito en la reconquista de Roma haria sofar brevemente 1 Europa con a vuelta a la antigua grandeza del Imperio Romano. ; los francos, Galia; los osttogodos, Italia. Murié en 565, Flavio Belisario 02 ANTECEDENTES Los afios iniciales del siglo sexto fueron aciagos para el Imperio Romano, El Emperador reinante era Anastasio L un gobernante enérgico y eapaz, pese a la edad, y no podian achacérsele a él la mayor purte de los infortunios de su reinado, como los terremntos, que causaron grandes estragos en las ciuudades mis ricas de sus dominios, la peste que se propago desde Asia, la pérdida de grandes coscchas, y un recrudecimiento de la rivalidad entre ‘Aniles y Verdes ( las facciones mis influyentes, los Azules partidarios de la ortodoxia y los Verdes que se alenian al monofisisme) que condujo al motin y a la sedicién. Todas estas cosas oeurrieron aproximadamente durante el aflo en que nacié Belisario, a la vez que se libraban cruentas guerras con los sarracenos, en cl interior de Palestina, y con salvajes hunos bilgaros que hacian incursiones mis alli del Dambio. Como si estos problemas no bastaran, Anastasio enir6 en guerra con Cabudes, rey de los persas, quienes destruyeron por completo uno de sus ejéreitos y saguearon calamitosamente la Mesopotamia romana. Anastasio se vio obligado a comprar la paz al precio de ochovienlas mil piezas de oro, y en una época en que el oro escaseaba mis que nunca, a causa del agotamiento de las principales minas curopeas y asiiticas. En el aflo en que Belisario fue a la escuela de Adrianépolis, los hunos bulgaros estaban devastando nuevamente la Travia oriental, y de hecho sus caballos pacian en los huertos ¥ pargues de la Constantinopla suburbana. Anastasio puso manos a la obra y construy6 una gran muralla defensiva a treinta y dos millas de Constantinopla, que se extendia desde la Propéntide hasta el Mar Negro, y renové las fottificaciones del Danubio. Esto iG al Imperio. tranquilidad, aunque la muralla con el tiempo se descuidase y no fuera dificil de soriear en ningmo de tos extremos. Al morir Anastasio, le sucedié Justino I, el veterano comandante de la Guardia limperial Justino, que era un militar sin los conocimienlos ni la visién precisos para pobernar el Imperio romano de Oriente, se rodeo de consejeros de confianza, El mis destacado de ellos fue sin duda su sobrino, Flavius Petrus Sabbatius, al que adopts como hhijo yal que dio el nombre, por el que ha pasado a la historia, de Justiniano, Aunque se dice con frecuencia que Justiniano rigid los destinos del Imperio ya en vida de su tio, como afirm el hisloriador Proopio, es probable que no fuera asi, ya que solo fue investido como sucesor meses anes de la muerte de Justino. Los uiltimos aftos del El jefe supremo del Imperio Bizantino era el emperador (basileus), que dirigia el ejército y la administrs Cada emperador tenia la potestad de elegir a su sucesor, al que asaclaba a las tareus de gablerno eonfiriéndole el reinado de Justino T estuvieron marcadas por las disputas con los ostrogodos y los persas. En 526 su salud comenai a declinar, y nombr6 formailmente sucesor a Justiniano el 1 de abril de 527. Muri6 el 1 de agosto de ese mismo aio Jo de césar. El sucesor no era necesariamente hijo del emperador. En muchos easos, la sucesién fue de tio a sobrino (Justiniano, por ejemplo, sucedie x su tio Justine I y fue sucedide por su sobrino Justino Il). Otros personajes Hegaron a la dignidad imperial a través del matrimonio, como Nicéforo Ilo Romano IV. 03 La campaiia del Danubio del 520 Belisario demostr6 ser un excelente oficial de Ia Guardia. No se enredaba en la politica de las facciones ni perdia el tiempo en la ociosidad, de modo que Justino lo considerd apto para una promocién ripida y lo alenté a claborar un nievo sistema de entrenamiento de caballeria con los hombres que tenia bajo su mando, Llevé a cabo el proyecto que habia insinuado durante un banquet en Adriandpolis: el de armar a ta caballeria pesada con arco y lanza, para que los jinetes fuetan eficaces en las escaramuzas y como tropas de choque. Justino era un soldado con experiencia, y las ideas de Belisario le complacian; ademas, admiraba la unanimidad que percibfa entre Belisario y sus compaieros de promoci6n: Rufino, Juan de Armenia y Uliaris. Cuando Hegé a Emperador les permitio adiestrar una compania de reclutas en el nuevo estilo y emprender ‘una campafia mas alla del Danubio. Belisario armé a todos sus hombres con lanza y un arco rigido, que no cra ficil de disparar pero podia incrustar una flecha en cualquier armadura. También les dio un escudo pequetio y mangjable, sujeto al brazo, que actuaba como recepticulo de media docena de dardos afilados. Como arma final, para utilizar cuando hasta la lanza fallaba, llevaban un pesado espadén en una vaina sobre el muslo izquierdo. Controlar todas estas armas, y el caballo al mismo tiempo, requeria muchos meses de pnictica, de modo que Belisario entrend a sus hombres para guiar los caballos sin riendas, presionindolos con las rodillas y los talones. Por iltimo, proveyé a sus hombres de sillas anchus, rellenas, ante las cuales iban sujetas, cuando no se usaban, las capas de Tana para el tiempo frio o Huvioso, Vestian cotas de malla, sin mangas, que legaban hasta los muslos, y botas de cuero altas, Cuando no se utilizaba, el arco iba colgado de {a espalda; las flechas se guardaban en una aljaba, cerca del espadon, la lanza se llevaba en una cuja, del lado derecho. Belisario exigia a sus oficiales facultades excepcionales: aprovechamiento habilidoso del terreno en Jas maniobras, celeridad y precision para informar al cuartel general, apreciacién répida de una dificultad 0 ventaja tactica, pero, por encima de todo, la capacidad para controlar a sus hombres, tanto en grupo como dispersos, Esta capacidad es més natural a ciertos hombres que a otros; y ninguno de aquellos que la poseen deja de granjearse el respeto de sus hombres mediante la destreza corporal. Por lo tanto, Belisario insistia en que cada oficial tenfa que ser cuando menos tan eficaz con arco, lanva, dardos y espada, y tan buen jinete, como el mejor de los hombres a su mando. Justino habia preguntado a Belisario: — {Qué reclutas quieres? ;Preficres alguna clase © raza en particular? —Dame -respondié Belisario - hombres que puedan beber agua hedionda y comer carroila Que sea una fuerza compuesta por montaiteses, marineros, hombres de las anchas Hanuras. No quicro reclutas de las fincas, excepto con privilegio de cleccibn, ni miembros de facciones, ni hombres que hayan servido como soldados en otros cuerpos. Justino aprobé Ia respuesta, En ciertas campaitas Ja enfermedad climinaba mas hombres que las, heridas y, en general, las victimas eran quienes no estaban acostumbrados a comida y agua en ‘mal estado. a UF a Localizacién del rio Danubio o4 Justine permitié a Belisario elegir entre los reclutas Hegados ese aiio de Tracia, Mira, Asia Menor, escogid de acuerdo con las especifieaciones que Imbia hecho. Con un escuadron bien entrenado, Belisario penetrd mas all del Alto Danubio en el verano del afio 520. Se enfrents con los gépidos, una aguerrida raza germiinica que estaba instalada en la regién hacia cien afos. Los gépidos peleaban a caballo con largas hachas de guerra y hablabana voz en grito y se engrasaban el pelo amarillo con mmanteca rancia Estaban organizados, como casi todas Jas tribus germinicas, en gaus, comunidades de cinco mil almas 0 mis, cada cual bajo un noble, que contribuian con un millar de guerreros armados al ejército, El millar de cada gau estaba subdividide en ccentenares», tropas de hombres libres a. caballo que habjan jurado lealtad personal a un noble menor y que formaban parte de un solo clan, 0 grupo de familias entre quienes existia un intercambio regular de mujeres para el matrimonio, El propésito de Belisario era enfrentarse a pequefias tropas de gépidos, tomar prisioneros, no perder hombres, enseflar a esta nacion a respetar ‘nuevamente al Imperio. Logré todos sus cometidos. Aum los gépidos mis 's vestian poca armadura, protegiéndose con de cucro, yelmos y escudos de mimbre forrados de cucro; ¥ solo los infantes, que eran siervos 0 esclavos, usaban el arco. La tictica de Belisario consistié en separar a la caballeria gépida de la infanteria, y mantenerla a tito de flecha; no Jinetes gépidos siglo VI permitirles que se acercaran con sus hachas de guerra y jabalinas cortas hasta que las bajas los Los gépldos fueron un puchlo germano, vecino y hubieran desmoralizado; derribar primero la mayor ‘Saeed Gia lei galled, quevivian ex las corer cantidad posible disparando a los caballos. Luego del Baltico, Durante Ia gran migeacton de pueblos cargaria, pero no los apremiaria persigniéndolos, avanzaron hacia el sur estableciéndose en la Lanura sino que se limitaria a capturar a los jinetes caidos y ‘ningara. En su imparable cabalgada hacia occidente alow que ain detendioran ebtarrenc: Jos huunos tropeziron con ellos y Lox sometieron. A partir de este momento los gépidos formaron parte del ejército de Atila ensus guerras contra Roma, Enesa campafta de verano, sobre Ia que no pueden suministrarse detalles geogrificos, porque no hay eiudades ni otras caracteristicas conocidas en el distrito para indicar su extension, Belisario operd en una distancia de euatrocientas millas, La comida que sus hombres Ievaban consigo era torta de cebada y tasajo de cabra, siempre una racién para diez dias. Tenia un barco de aprovisionamiento en el rio, con depositos de flechas y un taller de reparaciones: ésta era su base. Hacia el fin de la campafia le tabian herido a tres hombres, y uno se habia ahogado en una eiénaga: pero habia capturado no menos de cuarenta gépidos, todos los cuales, antes que ser vendidos como eselavos para tareas serviles, prefirieron solicitar permiso para alistarse bajo su mando personal como jinetes de caballeria. Fueron los primeros reelutas birbaros del Regimiento Personal de Belisario, pues el agradecido Justino rebautize asi a Ia fuerza, permitiendo a los hombres que juraran lealtad personal a su comandante, Estos gépidos tienen escasez de metales, no sélo de oro sino de hierro, y sus joyas son de valor insignificant. Muchos de los oficiales que mis tarde se distinguieron al mando de Belisario en sus cuatro guerras principales se enirenaron en esta campafa, 0 en la expedicién punitiva que emprendié en el verano siguiente conira los hunos bulgaros del Bajo Danubio, que Gitimumente habia vuelto a las andadas en sus incursiones hacia Roma, En esa ocasién, levé consigo seiscientos jinetes, no doscientos. Con los bulgaros, que son arqueros a caballo, el problema era como llegar al cuerpo a cuerpo, no como mantenerlos a distuneia. Decidié valerse de un sefuelo, un pequefio grupo de jinetes con caballos ligeros, y atracr a los codiciosos bilgaros a una posicidn deslavorable donde pudicran corlarles la retirada. Los billgaros, como los gépidos, protegian sus comunidades, cuando hacian un alto en la marcha, con barricadas de carromalos, Belisario se avercaba coniraviento y les prendia fuego con flechas incendliarias, A los bilgaros les eaus6 muchas bajas y les tom’ muchos prisioneros, pero el botin de los campamentos capturados fue escaso, EI general Belisario con Bucelarios de su guardia personal 06 Por sus hazafias, Belisario fue promovido de «patricio distinguido » a «patricio ilustrey. Justiniano era ahora comandante de la Guardia Imperial al mando de su padre adoptive, el Emperador Justino. Sin embargo, no era soldado, y los asuntos militares los controlaba todavia Justino. Por lo dems, Justino no comprendia los asunios de estado ni los civiles, y dejaba que los funcionarios estatales actirran mis o menos a su antojo, bajo Ta supervisién de Justiniano, Belisario actuaba ahora como supervisor general de entrenamienio militar, y paso los cuatro ailos siguientes yendo de una guarnicién a otra en la mitad oriental del Imperio, eseribiendo informes detallados sobre la condicidn de las tropas que inspeccionaba y la eapacidad de los oficiales, y Inciendo reeomendaciones para la mejora del adiestramiento y el equipo. Se granjed muchas amistades entre los fervorosos oficiales veteranos euyo trabajo elogid. y los actives oficiales jovenes a quienes recomendé para un ascenso; pero mis fueron los enemigos que gand, Siempre se negaba a hacer la vista gorda ante la incompetencia o las deficiencias en el equipo, y tenia fama de insobornable, Por aquella época sueedid un gran terremoto que devasté la ciudad de Antioguia. Cuando a Sustino le informaron del desastre, que hubia aleetado no slo a Antioquia sino a la gran ciudad de Edesa, en el camino de Persia, y a Anaarba, y a Pompeydpolis, y en el oeste, a Epidamnos y a Corinto, todas ‘ciudades importantes, lo abrumd el dolor. Se quits Ja diadema de la cabeza y se puso una gran capa de luto, y offecid sacrificios en un altar fuera de las murallas de la ciudad,T y se abstuvo de bafiarse y afeitarse durante un mes entero. ‘También cerré los teatros y el Hipédromo por decreto, durante el mismo lapso. Dond dos millones de piezas de oro para la reconstruccién de Antioquia y una suma proporeional a las otras ciudades: también las eximio de impuestos durante varios afios, La pérdida para el crario imperial fue considerable Fn el 527 Justiniano sucedié a Justino en el trono imperial. Justiniano paso a set el tmnico soberano ‘ras Ta muerte de Justino, Su reinado tendrfa un gran impacto en Ja historia mundial, dando lugar « una nueva era en la historia del Imperio bizantino y de la Iglesia ortodoxa, Fue un hombre con una eapacidad de trabajo fuera de lo comin, que tenia un cardeter afable, moderado y alegre, pero que también podia ser despotico, artero y falto de esertpulos cuando le convenia, Era un hombre que no salia de su despacho précticamente, manejando desde alli el Imperio, y por sobre todos los aspectos personales sobresalfa su falta de carisma, aspecto casi imprescindible en un soberano absolutista, mas atin no despertaba simpatia alguma enire sus stbdilos. Fue el tltimo Emperador que intent6 recuperar los territorios que poseyé el Imperio romano en tiempos de Teodosio I, y con este fin, puso en marcha grandes campafas militares. También desarroll6 Mossico de Justitia en unt colosal actividad construetiva emulanda la de Iplesia de San Vital en Rivena Jos grandes emperadores romanos del pasado, 07 A. Vistula: A. Sena OCEANO ATLANTICO R.ivira R. Garona R. Due o MAR NEGRO Trebisond $ a e Cadiz’ ‘Cartagena HM Imperio de Justiniano +— Campaiias de Justiniano El Imperio Romano de Oriente en tiempos de Justiniano. Siglo VI 08-09 En 523 se casé con Teodora, una ex-actriz; hasta entonces, las actrices resultaban socialmente proximas a las prostilulas, y en el pasado, @ Justiniano le habria resultado imposible casarse con ella, pero Justino habia aprobado ina ley que permitia los matrimonios enire distintas clases sociales, lo que Tlevaria, ya en el reinado de Justiniano, a uni cierta alenuacién de las diferencias sociales en la corte bizantina, Teodora llegaria a ser una person muy influyente en la politica del Imperio, y algunos emperadores posteriores seguirian el precedente de Justiniano casindose fera de Ia clase aristocratica Procopio de Cesarea es nuestra fuente principal para la historia del reinado de Justiniano y de las brillantes campaiias de su general Belisario, aunque también, contribuye con muchos detalles de interés la erdnica de Juan de Bieso, que se conserva como findamento de muchas otras ctonicas posteriores, Ambos historiadores hicieron comentarios a veces muy negativos sobre Justiniano y Teodora; Procopio, ademas de su historia, escribié otra Historia secreta que recoge varios escindalos de la corte. Las Historias de Agatias explican todos los sucesos acaccidos desde el affo 552 hasta 558 0 559. La segunda mitad de su reindo se vio ensombrecida por la epidemia de peste que se hizo virulenta a partir del ano 542. Teodora murié en 548 y Justiniano 1a sobrevivi6 casi 20 aos, para morir el 14 de noviembre de 565, el mismo ato que lo hizo Belisario, Laemperatriz Teodora El frente oriental ‘Cuando Belisario es elevado al cargo de comandante en jefe del ejéreito de Oriente de mano de su protector, el flamante nuevo emperador del Imperio Romano de Oriente, Justiniano, la frontera oriental, la que separa el territorio romano del persa, es tn antiguo y mas que conocido campo de batalla para los dos imperios enfrentados. En estos tiempos poco queda ya del antiguo prestigio del ejército romano, pese a que las fuerzas de oriente quedaron menos maltrechas que las de occidente, el ejército bizantino es, a todas luces, muy inferior al sassanida, y no digamos al propiamente persa, cuya fuerza de elite, la caballeria, es que poderosa tropa de choque al servicio del Rey de Reyes. Fuerza esta imbatible en campo abierto y directamente responsable de la temible fama que hace del sassanida un ejército virtualmente invencible. Este estado de cosas condiciona en gran medida el escenario en el que se va a mover nuestro protagonista, Fs una guerra de posiciones, de golpes y contra golpes, de duros asedios y de, menos, batallas en campo abierto, en donde los persas llevan, por lo general, las de ganar. Solo la reconocida capacidad romana en la lucha de sitios, unida a la fabulosa distribucién y densidad de sus posiciones fortificadas en ‘una amplia franja de la frontera permiten a estos sostenerse, las mis de las veces, perdiendo tan solo algin punto fortificado, bien ciudad 0 bien fortulezas, que suclen ser recuperadas en cuanto la ofensiva persa agota su impulso. 10 ico de ejército Sassanida, con las conocidas unidades de caballeria arquera ligera y caballeria pesada, los catafractos. También aparece Ia tropa feudal, Jos infantes con grandes escudos armados con lanzas, de los que Amiano comenta que son carne de eanén. Luego un clerto numero de tropa de varios origenes. No deja de ser curioso, después de pasar por la historia de la vertiente occidental del mundo romano, llegar a esta especie de remanso politico en donde las fronteras estin perfectamente definidas y reeonocidas por ambos contendientes. Que les leva pues a estar continuamente enfientados si los dos imperios estén, a la sazin, comodamente asentados en unas fronteras que Tevan casi siglos sin modificaciones de relevancia (durante gran parte del siglo V, por suerte para Jos romanos, los persas se vieron seriamente envueltos en guerras conira los estados situados en sus fronteras orientales. Esta situacion Iegara a su fin poco antes del acceso de Justiniano al trono, lo que permitird al persa volverse ahora hacia su fachada occidental y comenzar a presionar a su Viejo y conocido vecino romamo). Lo tinico que se aleanza a entender por los escritos de Procopio es que, pese a todo, no existe la menor posibilidad de que pueda haber ningtin entendimiento duradero entre los dos esiados. Cunlquier excusa es buena para, bien uno, 0 bien otro, pasar a la provocacién del contrario, las mis de Tas veces por parte de los sassanidas, que disponen de muyores recursos 0, al menos, no disiraen tantas {uerzas en otros contlictos como los bizantinos. No puede pasarse por alto la Hamativa sensacién que tno pervibe tras leer este autor, de 1a aterradora incompetencia de préeticamente todos Ios miembros de la corte, lease del estado, enviados a las provincias para su administracin, Son continuns los easos de corrupeién eriminal cuyas consecuencias son, algunas veces, origen incluso de guerras fronterizas. Esta es una vision que se repite confinuumente en las lecturas que se Tuicen sobre Ia historia del Imperio Romano, enfoque que aparece bien reflejado en los escritos de, por ejemplo, Zosimo, quien no puede dejar de sefalar, con resignaciGn y como algo inevitable, a toda esta clase de destruetivos parasitos ‘que merodean en todas las capas de la administracién imperial. Sin embargo, el verdadero trasfondo de las guerras desatadas por el joven Césroes I contra Bizancio viene dado por el temor, 0 celos. que siente este monarea al advertir que. aprovechandose de la paz que, en cierto modo, distiutan las provincias orientales, Justiniano se esta expandiendo sin limites por occidente. Las famosas conguistas de Belisario, y lo que ello representaban, no podian pasar desapercibidas para el astuto rey persa, por lo que en cuanto tuvo la mas minima excusa para desatar las hostilidades se voled en una destructiva guerra que el emperador romano no podia sostener, como veremps, en igualdad de condiciones La Ilegada de Belisario a oriente como comandante, (conoeia el frente por haber participado en una campaiia menor como alto oficial), implico sin duda una reforms en la actitud romana de affontar las hostilidades. La direecién de Belisario no conllevaré necesariamente una reforma en los habitos militares bizantinos, las cosas laban, es decir, un ejército plagado de tropas profesioniles o ausiliares de pucblos fronterizos, en general muy poco cobesionado, dividido en numerosas gusrniciones de frontera y en manos de oficiales incapaces (por lo que se ve), de llevar adelante acciones coordinadas bajo un objetivo comin. contintian como est Lo que Belisario aporta en este momento es la fuerza de su genio, una mente privilegiada para la direceién de la guerra, que hace un uso extraordinaria de los medios de que dispone, pero que en absoluto son diferentes a otros de los que han dispuesto sus antecesores, menos afortunados, o de menor capacidad. Fl ejército bizantino de este periodo, directo heredero de las tradieiones alto imperiales. colapsara mas adelante ante la ultima embestida sassanida bajo Cosroes Il Belisario, como seguidamente veremos, no conquistara para Justiniano ni la mas misera provincia o poblacidn, su gran aportacién consistiré en no dejarse batir, 0 como nsiximo, hacer retroceder, al invencible ejéreito sassanida, De hecho, su mayor éxito fue ese, provocar Ia retirada de un imponente ¢jército ssanids tan solo con el uso de su astucia, que no de sus ejércitos, casi ridiculos para la tarea que le hablan encomendado. Durante el conilieto que nos atafie, Belisario cuenta en contra de si con la moral de combate de sus ejércitos. Fl punio de partida es siempre una sensacién de inferioridad ante un temible cnemigo, un enemigo que munca deja de aprovechar cualquier oportunidad para iniciar un ataque contra las posesiones romanas, y que piensa, con fumdamento. que nunca encontrara, en campo abierto, ninguna oposicién seria Procoplo comenta, para ilustrarnos adecuadamente, el alto grado de effeiencta profesional a que han Megado las tropas romanas en la frontera oriental, condiclonado todo ello por el permanente reto que supone para sus ferns Ii siempre presente amenara del ejéreito sassanida. Nos describe la capacidad de que hace gala un simple arquero de linea, ¥ asi, en contraposicién a los de antaiio, 1os de sus tiempos disponen de armas mas modernas, mejores ¥ mus ‘efectivos arcos cuyas flechas son capaces de atravesar cualquier escudo 0 armadura, ademas, aflrma, estan también armados con protecelones corporales yuna espada para el combate cuerpo a cuerpo, son capaces también de montar ‘como el mejor jinete y de hacer uso a caballo de sus arcos, configurandose de cesta forma como todo un prototipo de combatiente profesional, muy lejos ya de Jas Jevas 0 voluntarios, tropas que también se continuan levantando para rellenar las filas de los diferentes ejércitos combatientes, bien sean sassanidas 0 bien romanos. Belisario hard un extraordinario uso de estos cuerpos que, sobre todo bien dirigides, en condiciones normales resultan imbatibles. Procoplo obvia los inconvenientes de este tipo de unidades profesionales, es decir, su alto ccoste, su rapacidad, ¢ indiselplina en segin que clreunstanctas, su pocs lealtad al estado y su mis que dificil conduceién cuando se utilizan en gran numero. 11-12 La situaci6n en la frontera sudoriental Desde mucho tiempo airis, la froniera romana se encuentra resignada a una defensa en profundidad, la agresividad persa va en aumento y esto, unido a la distraccidn de fuerzas que Justiniano Tlevara a cabo para poder expandirse en occidente, colocara al orienle romano en ciertas dificultades, quizis puntualles, posiblemente, pero que no entraran en vias de solucion y que se agravaran a medida que pasen los afios. Para hacer frente a la amenaza representada por el incansable enemigo, Justiniano traié, en un principio, de echar mano de todos los recursos diplomiticos imaginables. Por un lado, consciente de que gran parte de la riqueza romana caia en manos persas como intermediarios que eran de las rutas comerciales que comunicaban oecidente con oriente, trato de distraer parte de ese flujo comercial atrayendolo hacia el cuerno de Africa. (Por que no?, debi6 pensar, o ser aconsejado, hacer que los traficantes se dirijan por el mar Rojo, haciendo eseala en el reino de ‘Axum, hasta el propio Egipio. Los beneficios de la intermediacién caerian, en gran parte, en las arcas del reino amigo de Axum, quienes podrian ahora acaparar los réditos de tan lucrativo negocio. Lo que no podia saber Justiniano es que las cosas no resultaban tan sencillas, pues los mereaderes persas compraban, en las primeras escalas indicas, toda Ia produccién proveniente del subcontinente, cercenando asi la posibilidad de que algin comerciante de ese drea se entregase a la, siempre arriesgada, navegacion hasta el Mar Rojo (Mare Rubrum). /El sudoriental / \Bizantino Durante el reinado de Justiniano II MADENOS © HOMBRITA. Manb MARE ERYTRHALUM Dioscorides 1 —_ Aliados a Justiniano Naciones i itrindas: Desplegé Justiniano gran energia en poner coto a la influencia sassanida en cl sur de Arabia, y puede presumir de haber extendido la influencia bizantina por toda la costa sirabe de este mar, hasta el Yemen, en donde concert6 con los arabes himyaries, bajo Esimifeo, una alianza, tratando con ello de lanzarlos, con un refuerzo de tropas bizantinas, contra el flanco arabe del Imperio Sassanida, Evidentemente era dificil llevar adelante una campaiia de esa envergadura, teniendo, como tenian, todo un inmenso desierto que hacia a la ver de frontera y de proteccion nutua, y ya no digamos el reto, posterior, de enfrentarse a los temibles del enemigo. Al final, ni Esimifeo ni Abramo, su sucesor, pese alas muchas promesas que hicieron, se volcaron en la dificil empresa que se les proponia. A la larga fueron los persas quienes decidicron la cuestién invadiendo y conquistando el reino homerita, aunque eso, es ya otra historia. El flanco arabe Tanto sassanidas como romanos hacian uso, y abuso, de la alianza con las tribus rabes, lease sarracenos (sarracenos era, en principio, el nombre de una sola tribu drabe, con cl tiempo esta denominacion se extendié hasta abarear a la totalidad de las naciones drabes), con las que tenfan frontera. Ambos los utilizaban en campafia y eran en ocasiones, asi mismo, victimas de sus destructivas incursiones. Toda la frontera desde el Mar Rojo hasta, mas o menos, Tadmor (Palmyra), se encontraba bajo control de jefes tribales proromanos, a los que se pagaba una subvencién con tal de que dejasen tranquilas las provincias fronterizas bizantinas. Desde alli hasta bien entrado el curso del Eufrates, los arabes de Alamundaro se ensefloreaban del desierto y sometian a toda la frontera romana a un despiadado castigo. haciendoles victimas de una implacable scric de ravias que, precisamente bajo este jeque, evaron a los bizantinos a una situacién extrema, obligandoles a mantener todo un ejército de maniobra, de mas de 6.000 hombres, en el area del Libano presto a actuar alli donde fuera necesario. Durante 50 afios este tal Alamundaro presto innumerables servicios a los persas atormentando la frontera bizantina, y sin dejarse tentar nanca por las sustanciosas ofertas recibidas del bando contrario. Justiniano, para hacer frente a la seria amenaa que representaba Alamundaro, opto por reorganizar la distribucién de las tribus drabes afines, dos jeques se repartieron centonces 1a vigilancia y defensa de las fronteras entre Tadmor y el Golfo Aribigo. El primero, y mas poderoso, Arctas, encargado de enfrentarse directamente con las gentes de Alamundaro, y el otto, Hamado Abocdirabo, comprendera en sus dominios a todas las tribus sarracenas situadas entre Palestina y la frontera con los madenos. Mesopotamia-Siria Como ya comentibamos antes, Ia region mesopotamica se encontraba perfectamente preparada para el tipo de guerra a que se veian, los sassanidas, abocados. Tanto es asi que no es de extraitar como los persas decidiran ahora dejar de lado esta provincia y dirigirse, siguiendo el lado derecho del Eufrates y gniados por los arabes de Alamundaro, contra la menos protegida Siria bizantina, Este radical cambio de estrategia tuvo un dramatico efecto sobre la provincia romana, que seri devastada desde el Eufrates hasta su capital, la populosa Antioquia. La forma y composicion del ejército bizantino de este siglo supone un aval mas para que los persis puedan conseguir, las mis de las veces, su propésito. Son generalmente unidades profesionales, de cualquier punto Mesopotamia Constantina Carrhae Theodosiopolis. : s Amida” Tigris Cela > Qartmu: Rabdion sietlicanon Nisibis — Arzanene Martyropolis Clomaron e ‘ Korduene Bezabde Marde ~ Dara } ca ium Sie 3) aN Bie ie ac eatiae ae PRED PPR PON RET IPT ARON I Sita del mapa, las veremos compuestas por vandalos, godos, Iunos, herulos, ilirios, arabes o tracios. Esta falta de arraigo provoca que, en ocasiones, guamiciones romanas (solo de nombre) se unan a los persas durante un asedio tan solo por que sc les adeuda la paga. No obstante, las mis de las veces son leales, y la poblacién, aterrada con la perspectiva de un despiadado saqueo, lucha con arrebato junto con las {ropas contra los temidos asaltantes. El flanco sirio de la frontera seri, como veremos, a partir de Justiniano, el flanco debil del sistema de defensa bizantino El comandante militar del ejército romano en Mesopotamia residia, gencralmente, en Constantina. Como respuesta a la agresividad persa, y por orden de Justiniano, vino ahora a situarse este en la posicién adelantada de Dara, imponenie y amenazante fortificacion levantada por el emperador Anastasio a solo 17 kilometros de Nisibis. Los persas no asumiran esta ofensa y pusaran a reclamar, como paso previo a cualquier negociacién, 1a retirada’del comandante y la demolicion de la fortaleza (construida ilegalmente por el emperador, pues vulneraba directamente uni de las cliusulas del ultimo tratudo de paz romano- sassanida) Sie ous ketch aa eas ie ke eee ae aed a ame ee idtcahatahs tea Armenia y el Caucaso Desde el reparto de Armenia del ano 390 la froniera no ha sulrido alteraciones de relevancia, sin embargo, gran parte de los problemas vendrin dados por 1a actitud de los diferentes aliados de cada uno de los bandos, Jas mas de las veces eausados por los propios generales, bien de los persas, bien de los romanos, que con sus rapacidades 0 abusos empujan a estos a adoptar resoluciones que provecan de inmediato una serie de reacciones en cadena que desestabilizan toda la regién. De esta forma, el frente armenio gamaria pronto protagonismo, Belisario no se dirigird a este frenle wa vez nombrado comandante de las fixrzas romanas en Oriente, todas sus evoluciones posteriores se limitaran al area Mesopotamica, por lo que solo nos referiremos a esta zom de pasada, sin entrar en profundidad, En el completo, y bien revisado mapa, aparecen las fronteras reconocidas durante este periodo asi como los lugares de mayor relevancia estratégica Las fronteras en Armenia, una ver pasado Martiropolis, son de’ muy dificil definictén, por To que es muy posible estar sujeto a errores puntuales. Albania se mantiene come —nacién independiente pese a que también podria considerarse como anexionada por los persas, existen referencias en ambos sentidos asi que se deja tal cual, aunque ‘que quede claro que esta del Ido persa. Iberia parte del lado Sassanida, sin embargo, debido a la persecucién de los cristianos Hevada a cabo por las autoridades persas, 1a nacién, en bloque, se paso a los romanos. El pais sera ocupida por los persas pero por el ‘momento se ignora si se mantuvieron posteriormente en el lugar o no. Para Procopio, las Puertas Alanas son Las ui: Caspias (tienen mas nombres, por ejemplo Sarmatas). La region de Trania parte como Independiente, no obstante, durante el reinado de Justiniano fueron atacados y sometidas, Justiniano La frontera Armenia Medi. 5 Dra ee v7 Poupeees Ee \ Se HRIO S bay! N as: = ASSANIDA 16- Campaiia del 530 La primera intervencién, aparicién, de Belisarie en escema es todavia cuando solo ¢s un oficial de la guardia personal de Justiniano, recordemos que por aquel entonces Justiniano esta ya asociado al poder de muno del emperador Justino, Comand6 entonces ‘nuestro protagonista, y compartié el mando con Sitas, el ejérecito romano de Armenia, movilizado por aquellos dias con la inteneién realizar un ataque sobre la region de Persiarmenia, En aquello primeros combaies que se dieron en territorio persa los bizantinos fueron derrotados, pero sin duda la confianva que Justiniano depositaba en su joven oficial no sultid macula, Gracias a su intereesion, Belisario fue destinado a la mas caliente posicién del Oriente romano, la fortaleza de Daras, tan solo a 17 kilémetros de la ciudad persa de Nisibis, la principal base de operaciones del ejército persa en Mesopotamia, La inexpugnable ciudad de Nisibis, quince millas al este, habia sido en un tiempo el principal puesto fronterizo romano, Habia resistido tres sitios prolongados ante Sapor, el unclécimo Sastnida, cuando fue pacificamente eniregada por el vergorvoso tratado que firmd el Emperador Joviano, cediendo a Persia cinco distritos de frontera, Para suplantar a Nisibis, Anastasio habia fortificado Daras, que estaba en territorio romano; pero se necesitaba un puesto de avanzada para protegerla contra un ataque por sorpresa. Por lo tanto, Justiniano permitio a Belisario, a su propio requerimiento, que construyera un castillo en Migdon, que estaba a tres millas de alli y a pocos cientos de yardas de la fronter Belisario habia estudiado el arte de Ia fortificacién Situ6 el castillo en una posicidn ventajosa, y se puso a consiruirlo a ritmo acelerado, pues queria que una guarnicién lo ocupara antes de que los persas pudieran interrumpir las obras. Los albaililes, que eran muchos, edificaron apresuradamente. Antes de iniciar la obra, Belisario habia acumulado en Daras una gran cuntidad de madera y piedras labradas y cal; y las murallas del castillo, que encerraban dos acres de tierras, se elevaron ripidamente, El comandante persa de Nisibis envi6 una protesia inmediata a Belisario, despachando ‘una copia al comandante de los ejércitos romanos de Oriente, con una extensa carta donde comentaba que los persas se tomaban muy a pecho esta mueva ruptura de las eldusulas del tratado concernientes. a las fortificaciones fronterizas. Si la eonstruccién no cesaba en el acto, se veria obligido a recurrir a la fuerza. La protesta fie comunicada de inmediato a Justiniano, quien replied que habia que pasarla por alto y enviar refuerzos a Belisario sin demora. Los. refuerzos consistian en una division mixta de caballeria e infanteria, al mando de dos jovenes nobles tracios, dos hermanos llamados Cutzes y Butzes, quienes mandaban conjuntamente las tropas acantonadas en el Libano, Por desgracia, el encventro con los persas frente al Castillo de Migdon se produjo un dia en que Belisario yacia enfermo, en la etapa febril mis cruda de la malaria, y reducido a una incapacidad total. Unos ocho mil hombres de cada bando se trabaron en lucha y, durante el curso de la batalla, Butzes, con la mitad de la caballeria, se dejé arrastrar en persecucién de una pequefia fuerza enemiga, exponiendo asi el flanco del cuerpo principal, que estaba compuesto por infantes. Los persas hicieron un ataque concentrado sobre la caballeria de Cutzes, en el otro flanco, y la desbarataron, capturando varios prisioneros, enire ellos el mismo Cutves. La infanteria, cubierta en su retirada por Ia caballeria de Belisario al mando de Juan de Armenia, se replego hacia el castillo. Al caer la noche, Butves regres6 con las fuerzas intactas y exhibid orgullosamente su botin, pero se enfuwecié al enterarse del destino del hermano. Ordend la evacuacién del castillo, considerindolo un lugar de mal aguero: y toda la fuerza romana, infanteria y caballeria, se retito hasta Daras, Hevando al convaleciente Belisario en una litera. Dos dias mis tarde, Belisario, repuesto del delirio de la ficbre, pero todavia tan débil que apenas podia montar, dirig6 un contraataque contra los persas, quienes habjan cocupado el castillo y ya lo estaban desmantelando, A Ta cabeza de sus coraceros , se sumaban unos mil hombres, los echo de las murallas; pero Butzes, quien debia haber ‘wuelto con la infunteria y con provisiones para resistir un sitio, no pudo persuadir a sus hombres de que lo siguieran; de manera que el Castillo de Migdon fue abandonado una vez mis por falta de guarnicién. Los persas lo destruyeron y se retiraron victoriosamente a Nisibis, Justiniano, al leer los informes que le Hegaban, decidié que el comandante de los Ejércitos de Oriente habia cometido un error de juicio al enviar a Belisario tropas inadecuadas y mal conducidas, y que Belisario era el iinico soldado que no habia manchado su reputacién. Por lo tanto, destituyé a su comandante de ejéreitos y designe en su lugar a Belisario, que en esa época tenia apenas veintiocho afios, Justiniano envio también a la frontera al maestre de oficios, uno de sus principales ministros, cuyos deberes incluian la supervision de puestos, comunicaciones y arsenales en el Imperio de Oriente, y de las embajadas extranjeras en el exterior. Este maestre de oficios tenia érdenes de reanadar las negociaciones de paz. con los persas, pero retrasiindolas todo lo posible, dando asi tiempo a Belisario para preparar la defensa de Daras y de la froniera en general. Belisario aproveché la ‘regua para hacer un viaje de inspeccién por la frontera, consolidando fortificaciones, reelutando y adiestrando tropas, reuniendo pertrechos. Esperaban poder evitar la reiniciacin de las bostilidades, pues se tenia la impresién de que a los setenta y cinco afios Cabades preferiria una vejez apacible a las ansiedades de una guerra en gran escala, Pero no sucederia asi. Belisario, que habia logrado reunir un ejéreito de veinticinco mil hombres (de los cuales, sin embargo, a lo sumo tres mil podian demostrar reeiedumibre, en el ataque 0 en la defensa), no tardé en saber que un ejército de cuarenta mil hombres bien enirenados, al mando del generalisimo persa Firwz, marchaba contra él. 18 La batalla de Daras Belisario decidi6, ya que disponia de poco tiempo, no tratar de entrenar a su inferior y de peor calidad ejército en mis de un arte: por lo tanto, opté por transformarlos en arquetos. Les suministr6 arcos largos y rigidos y les regul6 Ja paga de acuerdo con la destreza que adquiricran con estas armas; se trataba de lo que él llamaba “disparos al azar”. S6lo exigia que cada hombre pudiera lanzar todas las flechas de su aljaba a una distancia de por lo menos cien yardas, manteniéndolas en un sngulo no superior a diez gtados. Contra un enemigo apilado, esto seria suficiente, ‘Ya habia fabricado una cantidad enorme de flechas, y ain mantenia ocupados a sus artifices en la fabricacién de mis puntas de flecha y en la preparacién y emplumado de mis astiles, A la infanteria adiestrada también la perfecciond en tun solo arte: la defensa de un puente angosto contra las cargas de caballeria 0 infanteria: proveyé a todos de armaduras y lanzas de longitud variable, entrenindolos en la formacién de falange empleada por Alejandro, cuyo frente estaba erizado de lanzas como un puerco espin hindi. Adiestto a la infanteria a medio entrenar en el Janzamiento de jabalinas. El punto fuerte era la caballeria, Habia dividido temporalmente a sus coraceros en seis, grupos, que emvié como tropas modelo a los seis escuadrones regulares de caballeria pesada, para presentar una pauta de entrenamicnto a imitar: no os puso como instructores, s6lo como modelos en las artes de disparar y lancear y maniobrar ke Pitiaxes El Mirranes Baresmanas Sunicas Udine § y Aigan Buces | &| fs >. a, Colina romano io del ahio $30. 20 La batalla de Daras, romanos contra persas sasinidas, 530 d.C. Estas fueron sus disposiciones. Todos las aprobaron en el consejo de guetra ante el cual se explicaron. Los hombres gozaban de excelente salu, pese al bocharnoso tiempa de julio: la esperada epidemia de disenteria y otras enfermedades favorecidas por el calor, casi inevitables en Daras a esa altura del aifo, no se habian presentado, Lo cierto es que Belisario habia promailgado reglas muy estrictas sobre la mezela de toda el agua poluble con vinigre para purificarla; y sobre la limpieza de las letrinas y cocinas de campaia: y, especialmente, sobre las medidas para impedir la aglomeracién de moscas, pues decia que Belcebii, el Seftor de las Moseas, era el principal demonio de la destruccién y que donde habia moseas habia enfermedad, Mis ain, todos los ejercicios militares se habian realizado de madrugada, antes de que el sol quemara demasiado, después de lo cuil los hombres dormian hasta mediodia. Al oscurecer, los habia despachado a realizar ‘marchas nocturnas para mantenerlos en buenas condiciones fisicas, o los habia puesto a cavar. Belisario nunca permitia que sus hombres holgazanearan Ahora eslaban con dnimos adecuados para Ja lucha, y tenian suma confianzt en el joven comindante 2 Al amanecer del dia siguiente al de la llegada del mensajero de Firuz, los vigias de las almenas, ‘anuneiaron que habjan avistado nubes de polvo a to largo de Ia carretera de Harmodio, una aldea cereana a Migdon en direccién de Nisibis. Pronto se avistaron las colurmas persas, formadas en orden cerrado, fuera del alcance de los arcos romanos, 1a infanteria al centro, protegida por enormes eseudos ovales, y la caballeria a ambos flancos. Se estims ese ejército en nos cuarenia mil hombres, Pero el comentario de Belisario fue —Hlay pocos generales capaces de controlar a cuarenta, mil hombres en batalla, Sin duda, Firuz estaria mis, tranquilo si ambos ejércitos tuvieran igual mimero de soldados Los persas trataron de incitarlos al ataque mediante desafios y gritos de burla, pero los romanos se quedaron quietos y callados Ni siquiera se retiraron, para el almwerzo, como era la costumbre; se les Tepartié comida fria ~puereo salado, tortas de trigo y vvino- en sus pvestos, Firw. habia ereido que ta vision de sus numerosas fuerzas enlogueeeria de miedo a ‘mestros hombres, y que la hora del almuerzo seria una excusa mis que suliciente para que los comandantes imis pusildnimes retiraran sus fuerzas. Todavia no preveia un combate serio. —Hsperad -dijo-. Son s6lo romanos arrepentirdn, Pero mada ocurrié, Pronto. se A tltima hora de la tarde, las tropas personales de un persa Tamado Pituazes, que mandaba el flanco derecho, cargaron contra la caballeria tracia de Buizes, que estaba frente a él, Butzes habia jurado a Belisario ue ese dia lucharia en cooperacién ieal con el resto de las fuerzas, sin emprender aventuras individuales, Tal como lo habian acordado, pues, se retird ligeramente de la trinchera en cuanto los hombres de Pituazes, todos montados sobre caballos grises, se lanzaron sobre él. Su objetivo era atraer a los persas y Tuego volverse y atacarlos mientras todavia estaban apitiadas ante los puentes, sin haberse —desplegado adecundamente, Los’ persas, sin embargo, no se arriesgaron a cruzar la trinchera de modo que, pese @ todo, Butzes y sus hombres regresaron a sus puestos, disparando desde la silla mientras cabalgaban. Los persas se retiraron, Bstos jinetes persas tienen armas y escudos muy omamentados y aljabas especialmente hermosas, y usan guantes pero no yelmos. También llevan litigos de montar. Siete persas eayeron en esta escaramua, y Butzes envié una partida mis alla de la trinchera, para traer los euerpos. Luego, Ios dos ejereitos siguieron observiindose mutuamente unos ‘minutos mis, en silencio. Se dice que Finw: comenté a sus comandantes que los romanos mantenian un orden sorprendente, pero que mundaria a buscar la guamicién de Nisibis diez mil hombres mis, y sin duda su Hegada, al dia siguiente, tendria por efecto el minar la obstinacién del enemigo, Al amunecer de la mafiana siguiente Hleg6 le guarnieion de Nisibis, aumentando las fuerzas persas a cincuenta mil hombres de todas las armas, el doble de las fuerzas, deBelisario. —Si son pocos los generales capaces de controlar en batalla un ejéreito de cuarenta mil hombres — coments Belisario en euanio se enlerd -, menos alin son capaces de controlar cincuenta mil, ~ Su conjetura de que Firuz no las tenia todas consigo a causa del tamaiio descomunal de sus fuerzas parecia justificada. Pues ahora estaban reorganizadas en dos lineas de batalla similares, ‘una respaldando a la otra. Belisario coment —La solucién de um sargenlo instructor. Pudo haber utilizado las formaciones. frontales para cubrir Daras, y atacar con el resto mis comuicaciones. Eniretanio, él y el maestre de oficios enviaron una carta conjunta a Firw, sugiriéndole que retirara el ejéreito persa a Nisibis en-vez de larzarse a una batalla desesperada ¢ innecesaria. Casi toda la carta la redacté Belisario, y se ha conservado una oracién caracteristica: «Nadie que posea un minimo de sentido comin gusta de combatir, aun cuando combatir sea nocesario: y el general que inivia las hostilidades tiene tuna grave responsabilidad, no slo ante los hombres bajo su mando, sino ante su nacién enters, por las angustias y horrores que son inseparables de la guerra». HE] maestre de oficios ahadié un passje explicando que Justiniano pronlo reanudaria las negociaciones de paz y su embajador estaba ahora en camino desde Antioquia, pero ‘que un enconironizo en Daras pondria fin inmediatamente a toda esperanza de i arreglo pacifico. Firw respondié ‘que las declaraciones de paz de los embajadores romana hhabian engafado tan a memudo a Persia que su pais baba perdido ls paciencia: Ia guerra era abora el tinico remedio, para esos males. Ningin tratado de paz podia tomurse en serio, especialmente si lo garantizahan juramenios, romanos. Belisario y el maestre de olieios respondieron que habian dicho custo podia decirse sin mengua del honor, y que esa correspondencia seria cosida al estandarie imperial al dia siguiente -copias auténticas de sus carlas y la respuesta persa -, comp similares a las de un cabo furrier) y los compidaetores, suboficiales que en las unidades de infanteria se encargaban del nirenmiento de los reclutas. ‘Testimonio ante el Dios de los cristianos de que los romanos habian hecho todo lo posible pura evitar una batalla innecesaria Firuz respondié: «Los persas también tienen un Dios, mis, antiguo que el vuestro, y mis poderoso, y mafians nas permilird entrar triunfantes en Daras> 22 Arquero a caballo romano-oriental del siglo VIL Ilustracién de Christa Kook Belisario se dirigié entonces a sus tropas, que estaban apifiadas masivamente detrés de la trinchera central Elevé la voz y hablo despacio y elaramente, para que cada hombre lo oyera tan claramente como en una conversacién en un aposento privado: y hublé llanamente, primero en latin macarronico y luego en griego, para que todos pudieran entenderle. Explico que si en el pasado los romanos no habian podido derrotar siempre a los persas, que eran inferiores a todos ellos en coraje, armumento y Asieo, se debia simplemente a que la disciplina era defectuosa; y eso se remediaha fécilmente cada hombre obedecia a sus oficiales durante el avance y la retirada, la derrota seria imposible. El soldado raso debia pelear en batalla como si se tratara de un miniobra, y en una maniobra era mis fieil obedecer que romper filas o actuar por iniciativa propia El control tietieo de la batalla debia descansar en las manos responsables del general en jefe, o sea él, y él habia dado instrucciones claras y altcrnativas @ sus oficiales subaltemnos sobre cémo comportarse en tal 0 cuil circunstancia, FI soldado raso debia concentrarse en sus propias armus, y en conservar La formacién, para no tener tiempo de especular ociosamente sobre el desarrollo general del combate. Debia confiar plenamente en la inteligencia y Ia lealtad probadas de los, oficiales, Tambien hizo um alusién burloma ala infanteria enemiga, sélo a medias integrada por soldados entrenados —Los reclutas romanos habéis aprendido en poco tiempo a hacer bien una cosa, que es disparar con fuerza y reclamente. sus reclulas también han aprendido un solo arte militar, el de protegerse tras esos escuddos enormes Son meras multitues de campesinos adiestrados. para, impresionar, como los ejéreitos del Teatro, y constituiran unt seria dificultad para el generalisimo antes de que el dia haya terminado, Llevan larzas en la mino, es verdad, pero no por ello son lanceros, como mo. serian encantadores de serpienies por el mero hecho de Hevar flautas, Desde Ia torre de observacién anueiaron que ls persas estaban empezando a congregar sus fuerzas, de modo que con vitores entusiaslas para Belisario, las trops partieron. La caballeria pesada paso a ocupar sus puestos en los flancos, la caballeria ligera se apost en dos Gingulos de In entrunte, los urqueros se alinearon noevamente ante las trincheras ms préximas, las, falanges de Ianceros se apostaron en las puenies eon los lanzadores de jabalinas detrds y al costado. Los persas se mantuvieron en sus posiciones toda la mafiana, hasta que oyeron en las fottificaciones los trompeiazos que indicaban que los encargados de las raciones debian evar el almerzo a las trincheras. En cuanto Firuz calculé que la distribucién de alimentos estaba por empezar, lanzi el alague. Los soldados persas estan acostumbrados a comer al caer la tarde, y en consecuenci no sienten hambre hasta que el sol baja en el ciclo, mientras a los romanos se les despierta el aapetito cuando suena la trompeta a mediodia Sin embargo, Belisario habfa previsto un ataque a mediodia y habia aconsejado a las tropas que se Henaran bien el vientre con el desayuno: de modo que no pelearon con menos vigor. La caballeria persa avanz6 hasta un tiro de arco de la caballeria romana de las alas y empez6 a disparar; y una masa de arqueros a pie también se adelani6 hacia la entrante y empers a disparar mubes de flechas contra la infanteria romana y la caballeria ligera de los éngulos de las trincheras. Los arqueros a pie avarvaban en filas de uno paralelas, con, ‘un paso de distancia entre las filas. Ein cuanto el hombre a la cabeza de la fila habia disparado una flecha, se retiraba al fondo y luego volvia gradualmente a la cabeza, y por ese medio el caudal de flechas era constante. Los persas superaban muchisimo en nimero a los arqueros romanos, pero sufrian tres grandes, desventajas. Primero, los arcos rigidos que usaban los reclutas de Belisario tenian mayor aleance que los areos livianos persas, segundo, el vienlo soplaba del este, de modo que Ins flechas persas perdian velocidad y tenian trayectorias cortas; por iiltimo, les disparaban desde el frente y de ambos flancos, y estaban tan apifiados que casi todos los disparos al azar de Jos romanos daban en el blanco, La presién de las tropas de refresco que venian detrés los obligs a avanzar mis de lo que deseaban, y aunque esto daba mayor eficacia a sus disparos, suirian mais bajas. Arquero persa sassanida, 24 G1. Sassanida aswaran G2. Oficial aswaran G3. Nifio guerrero arabe Un intento poco entusiasta de los lanceros. para capturar dos de los puentes simultineamente, fracas6;, los lanzadores de jabalinas los ahuyentaron. Pero un par de horas después, cuando ambos bandos habian agotado sus armas arrojadizas, hubo _batallas desesperadas en los puentes a lo largo de toda Ia linea con lamas y espadas, y tentativas de cruzar las trincheras con planchas. Belisario frustré un peligroso avance con jinetes desmontados, del escuadrin del flanco derecho de hunos masagetas, llamados a ese Jodo de la trinchera. Por wiltimo, los atacantes obtuvieron una pequeita ventaja sobre los tracios de Butzes, a la izquierda. Atravesaron un puente y lograron desplegarse en el otro lado, Las tropas cenemigas eran de auliares sarracenos, bien montados y feroces. Butzes luch enérgicamente, pero el esenlace fue dudoso hasta que el escuadrin izquierdo de hunos masagetas, que, como el derecho, habia sido amido a las trincheras, aeudio en su ayuda. Acababan de recibir una provision de flechas persas que una multitud de nifios de la ciudad habia recogido apresuradamente en todas partes, atindolas en gavillas de cuarenta, Los sarracenos tuvieron que retirarse por el puente con cunntiosas pérdidas, y no habian tenido tiempo de reagruparse cuando Faras y sumedio eseundron de bérulos.—_bajaron imprevistamente de la colina, atacdndolos por la retaguardia. Se dice que los hombres de Faras mataron mis enemigos, en proporcién a su nimero, que cualquiera de las fuerzas que batallaron ese dia. Abora usaban sus espadones y, entre ellos, los tracios de Butzes y los hunos masagetas, la caballeria persa de ese ala perdié tres mil hombres. Los supervivientes, se retiraron al cuerpo principal; pero Butzes no tenia instruceiones de perseguirlos ~y _—_regreso obedientemente a su trinchera, Relisario lamb inmediatamente a los hunos musagetas y a los hombres de Faras, Abrani a Faras, el jefe de los unos hérulos como acto de reconncimiento. Estos magnificos combatientes se necesitaban ahora con urgencia en el otro flanco, a donde Fru acababa de enviar a Los Inmortales » -el Real Cuerpo de Cabulleria Pesida, formado por diez mil hombres~ para que quebraran la defensa a toda costa, Los Inmortales lograron tomar dos puentes. La caballeria romana, integrada en esa zona casi totalmente por armenios, se retir6 lentamente, pero, de acuerdo con Jas instrucciones, en diagonal hacia la derecha. Esto dejo el campo libre para un vigoroso contraataque romano desde el ceniro. Fl escuadrn derecho de unos masagetas, de nuevo a caballo y reunido con los compatrioias que acababan de triunfar en el ala izquierda_y con los hérulos de Faras, y el incomparable Regimiento Personal de Belisario, salieron al trote largo, y luego al galope. La fuerza de Ja carga, que sorprendié a los persas por el flanco, fue tan demoledora que atravesé la columna, hendiéndola 25-26 Il Fase Ejercito cadusios Los Inmortales >, __> — Pitiaxes, El Mirranes Baresmanas : a = = = = #Sunicas trncnera Simas y A cito romano Batalla de Bee ulio del aio 530. Fl general persa al mando de aquella ala era el tuerto Baresmanas, un primo del rey Cabades. Cabalgaba comodamente con su plana mayor a 1a zaga de lo que é1 ereia una vieloriosa persecucién de la desbaraiada ala derecha romana, cuando, de pronto, de su lado ciego, oy6 gritos y exclamaciones salvajes, y los hunos masagetas se abalanzaron sobre él con sus lanzas cortas y resistentes y biandiendo espadones, Estos hunos tenian buenas razones para odiar a Baresmanas, pues é] cra el general que les habia arrebatado las tierras de pastoreo enel este, En venganza habian viajado muchos cientos de millas para alistarse en el ejército romano. Su jefe, Sunicas, embistié con la lanza al gran porlaeslandarie, que eslaba unos pasos delante de Baresmanas, y lo hirié en el brazo levantado, de modo que el estandarte carmesi bordado con el Ledn y el Sol se laded de golpe y cay. Un aullido de furia y alarma, procedente de detris, detuvo « Los Inmortales de delante; en cuanto vieron que el gran estandarte habia caido, se precipitaron al rescate. Pero era demasiado tarde. Sunicas, ebrio de gloria, habia buscado al mismo Baresmmnas y lo habia matado de un lanzizo en el costado, y ante ese especticulo los persas de Ja retaguardia emprendieron la fig. El cuerpo principal de Los Inmortales estaba ahora rodeado, pues los armenios se habjan repuesto y de nuevo combatian fieramente; y cinco mil de estos nobles persas cayeron antes de que terminara el dia. Pronio, e] flanco desprotegide de los persis se partid y retrocedi en tropel hacia Nisibis, y los reclutas de la infanteria persa confirmaron la mala opinién que Belisario tenia de ellos arrojando los grandes escudos y las Janzas cuando el principal cuerpo romano los persigui6. Los reclutas romanos, aunque s6lo entrenados en arqueria, recogicron las lanzas caidas y jugaron a ser lanceros; las filas persas estaban tan desordenadas que aun ese torpe alaque con lanzas transforms ta retirada en pandemonio, ay

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