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11. MP XII 1 B.

FEBRERO 18711

Prólogo a Ricltard »lJgner.


ute<t, mi venerado amigo, ~que ustlX'., lo mismo que yo, "61o distin-
Dn~Jtovcrdadero y uno falso de «serenidad griega», encont.cando a~
• 1 &bo- en la forma de un b1ene$lar sin peligros. difundido por do-
~ que US1ed, igualmente. consider1< imro,ible conocer la esencia de la
• partir de aquel concepto falso de serenidad. Por eso, a usted se le debe
e.l llsuiente ensayo sobre el ong'Cll y la meta de la obra de arte trigica. en
ha hecho el diflcil intento de transferir en concepto~ no1estros senti-
que están tan m.oravillosamente en armon ía en este !!Crio problema Que
mo$ sin embargo a un grave problema, llene que quedar daro para
al lector bien intencionado y al mal intencionado. cuando vea que
pllcar este problema bllll de ronerse en mo•imicnto delo e infierno. y
al tin&I, tenemos la nec::c•idad de poner •uda<Jcramente ese problema en
del mondo. c0mo «vónioc del scr>t>. Tomar tan en serio un problema
n.. sin duda, e~daloso en todos sus aspecto>. tanto para nue,tra esté-
tlmeo tal y su 1emura.. que produce asco, como tamb1cn para esa chusma
y toq>ulenta que no esli en condiciones de reconocer en el arte más que
·u 'placentero, nada más que nn agraifoblc tintineo de cascabeles frente
-.V.tad de 13 e><istcncia~: como si nadie :.upier.. qué quiere decir en esta
lla6n una tal .-seriedad de la existeocia.". Cuando ahora rei.-ucna tanto
11nmdo, desde círculos tan diferentes, la exprcs1on «:iercrudad griega». pode-
•1IOR si~pn: poT sati:.fech.o:;, ~eso no es diTCCt.amenu: inlcrpretado como
1'1do scnsual1"110,.: en tal sentido Heinrlch Heioc4 ba usado frecuentemen1e
'ón y 'tiClltpre con intensa corunoc6o. Pero aquellos cuya alabanza se
en la traD$J>UCncia. clandad, certeTa y arrnonia del anc ¡riego, creyendo
biijo la protección del modelo g¡iego pueden resignarse ante Jo espantoso de
*9tencia - un género de hombre que ya ha !ido sacado a luz por usted, mi
o amii¡o, con traros de incomp;irable agude?.i, en 'u venerable escrito

¡ XII 1 h. CWllJ'O rolios.., cuarlo, que cont>coc ua. p-ef..So ck G1'.


ogo a fa pnmera o:da.;c.;,, de GT. Cfr KGW 111. S, 1442.
Hd>b<l, P., Dt:r l+'irMI tia &vu, en l:."pi~t- wul r¡.,,.andt..<, 2. a.,......,, Siiml[i.
NMl" l. Abtetll1Jl$' Werko, lle<tin. 1911 5._
1 Sob<ecl tem&dc la..rcnid.dgrie¡:pcnW..pi«. Cfr. 1.aohra<ko11t~lfatum. tfemc. H..
IWror F,,..,.., a<:t.o 4.•

1297)
1 RAl•MI Nl'OSl'OSnlMOS

..sobre ta di-rcoci6n de orquesta»' , a éstos hay que convencerles de


>Ub>uelo del arte gJicgo IC$ parece >uperficial, co pacte C9 culpa suya
también de fa esencia más intima de la m<:ncionada jovialidad grie¡a •
pecto quisiera sugerir a los mejores de ellos, que se con1portan como 1
que miran el agua cristalina del lago ba.iiada por los rayos del sol, y se un
el fondo del lago muy cerea, como si estuviera al alcance de la mano. El 1
go nos ha enseñado que no hay verdaderamCtlte supt.'tficie bella sin una I'
didad honible; con todo, quien bu>ea ~ arte de la pura superficie. ha de
se de uoa -vez por todas sobre el presente, que es el verdadero panlÍll<• 1
búsqueda de tales de ~oros, mientras que bajo la extraña luz de la Anl · ·
griega podria sucederlc que desdeñase diamantes confundiéndolos con
agua o -- lo que es UD peligro mayor, destruir por cn:or y torpeza m •· 1
obras de arte. Me preocupo en cierto modo de ,reYOlver y hurguen el sucl"
go, y me gustarla coger de la mano a todo hombre que, con talento o sin 1
entrever una cierta 1endencia profesional hacia la Antigüedad y dirigirJr 1
guicntc pcroTata; «¿&be:. tú también joven, que has emprendido viaje, '"
motlc$to equipaje de oonocimicntos, qué clase de peligros te acechan? ¿H11:.
que. según Arislóleles', DO es una muerte trágica morir aplastado por una
tua? Y precisamente te amenaza esta muerte que no es trágica. ¡Oh he111
muer1c, dirás, aunque se trate sólo de una estatua griega! ¿O quizás ni siq11
enliendes esto que te digo? Asl pues, has de saber que nuestros rtlólogos inl(nt
desde hace siglos, hasta ahora siempre con fuerzas insuficientes, cndere:z u
nuevo la estatua de la Antigüedad grieg11 desplomada y hundida en la m 1
Siempre que se levama apenas del suelo cae otra vez y aplasta a Jos bombre1 I
su peso. Esto se podrfa aceptar toda'1ia; pues todo ser ha de perecer de un ""
o de otro. Pero, ¡.quién ~gura que con esto la estatua misma no se hará ta.mi
pedazos? Los filólogos perecen a causa de Jos griegos: qui?.ás esto podría cv11
lados. ¡Pero la Antigüedad se hace pedazos entre las manos de los filólogosl ¡111
dita esto, joven ímprudenle, y da marcha atrás, si no eres un iconoclasta!»
Pues bien, lo que más desea ria ahora sería encontrarme un dia con alguien .111
el que no pudiera pronunciar este discurso, un seT de aitada nobl~. de mi1 1d.i
sumamente orgullosa, de voluntad muy atrevida, un luchador. un poeta y al 1111
mo tiempo un filósofo, que camina como si tuviese que pisar serpientes y mt>lll
truos. Sobre Ja frente de este héroe futuro del conocimiento trágico está el rcfltj1
de aquella jovialidad griega. de esa aucoola con la que se inaugura un inmin~11\f
renacimiento de la Antigüedad, el renacimiento okrnán del mundo b'liego_
¡Ah!, mi venerado amigo, apenas me es licito decir de qué modo uno yo m 1
esperanzas de este renacimiento con la gloria presente y sangrienta del nombr
alemán. Yo también tengo mis esperan2As. Éstas me han permitido, mienlraJ I•
tie1Ta se estremecía bajo los pasos de Ares, dcdM:armc con1inuamcnte, e inclw.
en medio de los horribles y más próximos efectos de la guerra, a mi tema, inch1
so me acuerdo, estando una noche solitaria en un vagón de mercancias con hcu
dos y encargado de cuidarle,.. de haber estado ocupado con mis pensamienh
sobre los lres abismos de la tragedia: sus nombres son «Ilusión, Voluntad y Do

' •Über da.s Dirigictem> (1869). Leipzij!. 1869, en SSD VIII 261 ss. (Wagncr, R.. Siim1/Jrlti
S<hr/flm und did>tungm, 13 YOIS.. &re;llcopf &. TUttel. l..ep>.i¡:, 1911).
' Cfc. Aristóteles, Poltteo. 14$2 a, 4-1 l
11 MP XII 1 8 1 HllRl:Rt> 1871

dlr donde saqué yo entonces la scguidad coru..~ladora de que aqud h~­


dal c:.ooocinucnto trllgico y de la sorenidad gncga no es ..sfüti;odo en el
11en1c de nacer por unos conocimicn to:. y por una ~ccnidad de natura-
llftplc:t.umcntc di.tinta?
~cómo recbaozo yo con ª''ersióa ese error de que el pueblo, o incluso
doblt ser un «fin absoluto»: pero de la misma manera me repugna btls-
d. la humanidad en el futuro de la huma1udad_ Ni el I:.stado, ni el pue-
Jie humanidad existen por si misrnoi.. sino que la meta se encuentra en sus
•loa ar-.indes •tndividuos». los santoi< y los arhstas, por consiguiente, ni
Jaspue• de nosotros, sino fuera del tiempo. Pero esta meta lnl~c
aiente a la humanidad. Y los gnuides genios levantan sus cabezas aqui
-tra toda previs.lón. no ya para rreparar una cultwa universal o una
lnxx:ión ascética o, en ab8oluto. un E.~tado Wliversal . Pero adónde \Ciia-
•teacia del genio, a qué meta más .u blime de la CJtisteocia apunta, sólo
1 ICOtido aquí con e.\Calofrios. ¿Qu~n podría atre\-cr.ic a decir del santo
.......rt,o que ha malogrado el propósH::> supremo de la voluntad del mundo?
c:cce realmente que una estatua de Fichas podría ser verdaderamente
da si no desaparece Ja Idea de pied·a <.n la que foe tallada '7 ¿Y quién po-
.....dar de que el mundo de lo~ berocs griegos hi< CJ<istido sólo a causa de un
u? Y concluyamos con una profunda pre¡un1a de Fncdrich Bcbbclª·

11l 11nis1a un cuadro_., supo que durarú. e1eman1t!ntl!•


. . rrugo úmco, projUndo como ningun <>rr<~ escondido,
,.conocido por ningww de (os ho1ntres actuales y futuros.
d jln.tJ de los tiempos. ¿Creéis que lo suprimirá?
Odo esto nos hace ver oon claridad que el genio oo existe paca la humani®d:
• ain embargo, su cima y su meta última No bay tcodencia cultural más
da que w preparación y creación del genio. También el &todo. a pesar de so
bárbaro y de sus gestos despóticos, es sólo un medio para este fin.
¡Y ahora mis esperanzas!
111 único poder pqlfticu productivo en Alemania. que nosutros no neocsilamo&
181lr a nadie, ha triunfado hoy del modo más extraordinario y, de ahora co
te, domioar.t la esencia alemana hasla en SU$ átomos,. Este hecho tiene un
Íll&:Stimable. porque co ese poder sucumbini lo que odíamo:. como el venia·
t1DCmígo de aqueUa profundidad filosófica y estética, ona enfermedad que b
uralaa alemana ha padecido especialmente desde Ja gan Rcvolucí6n Fraocc
)' que contagia siempre, ooo su.. pcciódfoos 8laques de gota. también a la.~ me
namraJeza.. alemanas, sin hablar de la gran ma!<3 en la que a e~a dot.:ncia 9
llama «liberalismo». con una vil profanación de una palabra creada con buena
·ones. Todo ese hberalJ¡¡mo edificado sobre la q u!Dlérica dignidad del hoo:
del coooepto ¡.>e~ñco «hombre», morini desanwado junto a sus hermane
ro~to:., a causa de aquel poder rig¡do mencionado anleriormen{e, y noM
,. renunciarem~ con gusto a loi. pequeños atractivo~ y bondades que compo
'111. coo tal de que c:>a doctnna \'Crdadcramcntc conlraria a la cultura, sea apart

• ~- 71199).
' w..~ <Ultfro~. Cfr 7 [ 179] .
da do en medio 1kl c..uninn del flll'llO. ¿Y para ~ deberla --"r aqu<l 1
podec sur¡ido 111<.~nl.:tn<"ntc a través de I~ &iglo1 a partir de la '10lenc;a •lf
oonquútaa y de loa baños de aan¡re, sino para preparar el Qlll'lioo dd aen1<
~ro. ¿qué camino?
~ o.-tro ~oe futuro del conocimimto lrip:o y de la J<JVutlidad
5ea un anacoreta --quizis ordc:nc a hts naturalezas aJnnan•• má$ profunda
wyan al delieno- ¡época feli7 en la que el muodo interionzado a través dr
mendoi sufrimientos c:;o;uchara el canlo de aquel cisne apollnco!
Mi noble amigo. ¿me he eq>reo;ado basta aquJ según ~u modo de pensar ·
me gustarla suponerlo: y cada '~que ojeo $U Budim>m, me vienen a la n
aquellas palabras· «el alemán es valicn~; que lo .ca también en la paz. De1rr
apettntar lo que no es La natumlcza le ha ncglldo el ser amable; en cambie\
profundo y sublime»'.
Este valor, junto a las cu.1lidadcs anles citadas. es la ot.r-4 g¡uanlla de m,.
peiMU&'- S1 e:<to que puede ser llamado mí profesión de fe es \'Cfdadeto, a
que todo conocimiento profundo e-s lemblc. ¿qu16i ~ino el aleman podrfa a1k
tar ese punto de VJSta trágico del con0C1mtento que yo reclamo como prep;u
ción del aeiuo. como la nueva meta fonnativa de una juventud de 11sptracio1
nob1C3? ¿Qwén :Jnoeljoven aleman tendrá la unpasibi!idad de la mirada y el
pulso hCJOK."O a lo desmedido. para dar la espalda a todas~$ débiles doctun
de la comodidad del optimismo libecal en todas sus formas y «viot·
relldtamente» ' de una manera completa y totar! Pana lo cual no faltará el q•
él, el hombre tragico en su autocducac16n para la seriedad y para el horror, unr
que desear. como lo iw-.o Helena, la jovialidad griega pensada por nosotros. y
clamar con Fausto:

~ Y no tkberé ~ c(>tl la m6.f anludanre vwlem:ta,


traer a la vida esa figura tínica enlll todas?»"
FriedT1ch Nk1:<CM
lugano. 22 de febr.:ro de 1871.
en d cumpleañ<>s de Schopenhauer

• Bttrl'lo•Yn, op. r·u • p 72.


» Oocaht. ~~'J<ltte, 34-JS. Cfr. oa<Ta de N1<ti><;be a su rnadn: y bennaoa del 13 de
no\.,.,,,,l>re de li71, CO 11 230-231 y C>orta de Clctsdol'fT a NiclZ>Chc dd 3 de "°'.anb«. dt
1871, KGB D, 2, 450
176.
" O"r. S(IJ Eims"' U. 7·011-74)9, Ver Ca""• R<>hdc. IS dedi<'tmibrc de 1870. CO 11174

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