El arsénico es una sustancia sólida (metaloide) que existe de forma natural en la
corteza terrestre y en las rocas molidas. El arsénico es un elemento utilización como preservante de la madera (arseniato de cobre y cromo), el mismo representa cerca del 70% del consumo mundial de arsénico, según algunas estimaciones. El arsénico en la agronomía tiene importantes utilidades; arseniato de plomo como insecticida y arsenito de sodio como herbicidas y venenos. A principios del siglo XX se usaban compuestos inorgánicos pero su uso ha desaparecido prácticamente en beneficio de compuestos orgánicos (derivados metílicos). El arseniuro de galio es un importante material semiconductor empleado en circuitos integrados más rápidos, y caros, que los de silicio. También se usa en la construcción de diodos láser y LED. Otros usos de este elemento son: Utilizado como aditivo en aleaciones de plomo y latones. El disulfuro de arsénico se usa como pigmento y en pirotecnia. Decolorante en la fabricación del vidrio (trióxido de arsénico).
Desde hace tiempo el elemento arsénico se ha utilizado con fines terapéuticos
prácticamente abandonados por la medicina occidental aunque recientemente se ha renovado el interés por su uso como demuestra el caso del trióxido de arsénico para el tratamiento de pacientes con leucemia promielocítica aguda; Como elemento fertilizante en forma de mineral primario rico, para la agricultura; a lo largo de la historia el arsénico y sus compuestos han sido utilizados con fines homicidas, fundamentalmente en forma de anhídrido arsenioso (polvo blanco, insípido e inodoro llamado rey de los venenos),elaboración de insecticidas, herbicidas, raticidas, fungicidas, etc., aunque cada vez se utiliza menos con estos fines. Aunque, debido a sus riesgos a la salud, ya no se usa el arsenico en muchos de los procesos. Los riesgos son los siguientes: La inhalación de altos niveles de arsénico inorgánico puede producir dolor de garganta e irritación en los pulmones. Su ingestión en niveles altos puede provocar la muerte. La exposición a niveles bajos produce náusea, vómitos, disminución del número de glóbulos rojos y blancos, ritmo cardíaco anormal, fragilidad capilar y sensación de hormigueo en manos y pies. La ingestión o inhalación prolongada de niveles bajos de arsénico inorgánico produce oscurecimiento de la piel y aparición de callos o verrugas en las palmas de las manos, plantas de los pies y en el torso. En el contacto con la piel, con arsénico inorgánico, puede producir enrojecimiento e hinchazón.