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1. Desaparición
En el artículo 47° del C.C establece el plazo de setenta días, cuando una
persona no está en su domicilio, es decir, cuando no se sabe nada de su
paradero. Si la premisa anterior se configura, pueden solicitar la designación
de curador interino, las siguientes personas; cualquier familiar hasta el cuarto
grado de consanguinidad o afinidad, también lo puede solicitar quien invoque
legítimo interés, con citación de los familiares conocidos, además del
Ministerio Público. Si el desaparecido tiene representante o mandatario con
las facultades suficientes registradas, no procede designar curador.
2. Ausencia
1
FERRERO COSTA, Augusto. Tratado de Derechos de Sucesiones. 9° edición. Instituto Pacífico. Lima, 2016. P.
150.
persona ausente. Respecto a las diferentes definiciones de ausencia,
destacamos la de Diego Espin, el cual nos dice que es, “es el que
desapareció, ignorándose su paradero y dudándose de su existencia; la
ausencia exige, pues, la incertidumbre absoluta sobre la existencia de una
persona…”2.
Está figura jurídica requiere de una declaración judicial expresa que supone
la desaparición, con el añadido de un transcurso de tiempo. Esto no quiere
decir que necesariamente exista el nombramiento de un curador.
Esto con relación al artículo 50° C.C, el cual reza que procede otorgar la
posesión temporal a los herederos forzosos, cuando se dicta la declaración
judicial de ausencia, la misma que va a proceder transcurrido los dos años
desde la última noticia que se tuvo de la persona que desapareció. Hay que
hacer mención, que el caso supuesto de no existir herederos forzosos,
procede nombrar curador del mismo, según lo estipula en el punto anterior.
4
BELAÚNDE L. Javier. Desaparición, Ausencia y Muerte Presunta, 3 años después. Recuperado de:
file:///C:/Users/Daniel/Downloads/Documents/10726-42572-1-PB.pdf
comprobación de muerte del ausente, o también por la declaración judicial
de muerte presunta.
El artículo 49° del C.C establece, que pasado los dos años, desde que se
tuvo la última noticia del desaparecido; cualquier persona con legítimo interés
o el Ministerio Público pueden solicitar ante el juez del último domicilio del
desparecido, o el del lugar donde se encuentre la mayor parte de sus bienes,
la declaración judicial de ausencia.
Está figura, podemos decir que es la más radical, que las dos antes tocadas
en éste artículo. A diferencia de las dos figuras jurídicas antes mencionadas,
donde no se afecta en ningún momento la personalidad; podemos decir, que
en la declaración de muerte presunta si hay una afectación de la
personalidad. Ahora si es importante (en algunos casos), poder reputar
muerto a un desaparecido, para todos los efectos jurídicos que esto trae.
5
DIEZ PICAZO, Luis y GULLON, Antonio. Sistema de Derecho Civil. Madrid, Tecnos. 1980. Vol. l. p. 338.
6
GARCIA AMIGO. Manuel. Instituciones de Derecho civil. J. Parte General. Madrid. Editorial Revista de
Derecho Privado. 1979. p. 355.
señalados expresamente en la ley), del mismo modo como si se hubiera
comprobado su muerte, en tanto y cuando no sea destruida la presunción.
En tanto hay que mencionar que nuestro Código Civil en el artículo 63°,
recoge tres casos para delimitar la declaración de muerte presunta:
7
GIORGIANNI, Michele. L 'a Dichiarazione di Marte Presunta. Milano. Dott. A. Giuffre- Editore. 1943. pag.
196. MESSINEO, Francesco. Ob. Cit. T. 11. pág. 141. SOMARRIVA UNDURRAGA, Manuel. Ob. Cit. pag.ll.
8
FERNANDEZ SESSAREGO, Carlos. Ob.Cit. p. 134. Jack Bigio, por su parte, ha afirmado que "la muerte
presunta, como efecto principal pone fin a la persona". BIGIO CHREM, Jack. Declaración de Muerte Presunta
y Reconocimiento de Existencia en el Código Civil de 1984. En: Libro Homenaje a Mario Alzamora Valdez.
Cultural Cuzco S.A. Lima, 1988, p. 63.
9
TOBIAS, José W. Fin de la existencia de las personas físicas. Ed. Astrea de Alfredo y Ricardo de Palma.
Buenos Aires 1988, p. 108.
10
ALBALADEJO, Manuel. Curso de Derecho Civil Español. Barcelona. Librería Bosch. T. l. p. 208.
desaparecido, que debe ser inscrito en el Registro de Defunciones. Debemos
acotar un hecho relevante en éste punto, que es el reconocimiento de
existencia; figura configurada para aquellas personas que han sido
declaradas presuntamente muertas, y al volver a parecer (en sociedad) que
ser reconocido como una persona normal (pues está vivo), entonces pide
una declaración de reconocimiento de existencia, pero, esto de ninguna
manera invalida el nuevo matrimonio del que fuese su cónyuge. Ahora, si
hablamos del patrimonio, debemos decir que el reconocimiento de existencia
faculta a la persona a reivindicar sus bienes.