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ANÁLISIS DE LA INICIATIVA DE LEY NÚMERO 5261 PRESENTADA AL CONGRESO

DE LA REPÚBLICA QUE DISPONE APROBAR LEY DE IMPUESTO SOBRE


TRANSMISIÓN SUCESORIA.

En Guatemala, como conocemos, no sólo las personas o profesionales que estamos


involucrados en el mundo del derecho sino también los ciudadanos en general, existe
diversidad de leyes en cada ámbito de la vida en sociedad y dada la diversidad a la que me
refiero, existen leyes que se han dejado en desuso o que van por ese camino puesto que
se han ideado mecanismos o encontrado alternativa en las propias leyes para obviar
procesos que hacen complicados los trámites para las personas que los gestionan.

Me dispuse empezar con la reflexión anterior, puesto que creo es el caso de la ley
que es la parte única y medular del presente análisis, “Ley del Impuesto sobre Herencias,
Legados y Donaciones”, la cual fue promulgada durante el primer período revolucionario en
el año de 1947. Si pensamos en la realidad social y la comparamos con la realidad de hace
setenta y un años, podremos darnos cuenta que es, otra completamente, puesto que la
evolución en el ser humano no puede ser obviada en el mundo jurídico.

Nuestras leyes se han visto en la necesidad de estar en constante cambio, para


adaptarse a los requerimientos de los ciudadanos y la vida diaria, ya que si bien es cierto,
nadie puede separarse en ningún momento del actuar de su vida, de lo establecido dentro
del ordenamiento jurídico que proporciona una base fundamental para la existencia del
Estado, pero principalmente del tan anhelado Estado de Derecho. En ese sentido, genera
preocupación la “no” modificación de la ley a la que me referí anteriormente, puesto que en
la práctica cotidiana del ejercicio jurídico, ha quedado relegada a un lado, encontrando
mecanismos más sencillos y quizá menos onerosos para que las personas puedan suceder
sus bienes.

En el año dos mil diecisiete se presenta esta iniciativa de ley 5261, ya que a
consideración de sus autores, la ley de Impuesto sobre Herencias, Legados y Donaciones
es claramente obsoleta, además se argumenta que dada la realidad jurídica tributaria, el
ente principal y único de recaudación de impuestos en Guatemala es la Superintendencia
de Administración Tributaria, a lo que no corresponde con que la entidad, que según la ley
mencionada, debe controlar y fiscalizar las sucesiones mortis causa, sea la Dirección
General de Catastro y Avalúo, que claramente es totalmente ajena a la SAT.

Es muy importante remarcar que el decreto 1-98 del Congreso de la República de


Guatemala, Ley Orgánica de la Superintendencia de Administración Tributaria, establece
que compete con exclusividad a la Superintendencia de Administración Tributaria, ser el
ente contralor encargado de la administración del régimen tributario, así como la
recaudación, control y fiscalización de todos los tributos internos en la República de
Guatemala, esta potestad, es completamente equiparada con la ley fundamental de nuestro
país, la Constitución Política de la República de Guatemala, y que está dentro del sentido
de los fines principales de la recaudación de tributos en el Estado, puesto que en base a el
proceso de recaudación se cubren las necesidades de los ciudadanos guatemaltecos, en
base al principio de capacidad de pago en la relación jurídico tributaria.

Es importante sostener lineamientos para realizar el proceso de sucesiones, desde


la comprobación exacta del hecho generador que en este caso, es la causa de muerte de
una persona que posea bienes y desee que los mismos pasen a manos de personas o
instituciones determinadas, así miso otorgar la tasa impositiva y que la misma sea cubierta
a cabalidad por los beneficiarios, en este caso.

Considero que en la presente iniciativa, se tienen cubiertos los lineamientos básicos


para que las personas que así lo requieran, realicen el trámite de sucesión, sin buscar las
alternativas mencionadas anteriormente, que si bien es cierto son legales, no constituyen o
no permiten que la institución de las sucesiones se mantenga vigente y positiva dentro de
la práctica jurídica en Guatemala.

Determinar el porcentaje que debe ser cubierto, de acuerdo a quienes son los
beneficiarios y de acuerdo a lo que se va a suceder, me parece medular, sin embargo
simplificar este proceso y que pueda realizarse de una manera garantizada para quienes lo
requieran es fundamental para que los guatemaltecos hagan uso correcto, pero más allá
de esto se aplique la ley de forma correcta, como naturalmente y las circunstancias de la
realidad actual lo requieran.

Jenniffer María Alvarez Calderón.

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