You are on page 1of 12

Gor~, ~.)'2ol\. E~\ó.JI''-A . C~pl\Jo.

' (nkl~~(
34 I ANDRt GORZ
&v~~ At'" r(;..."7:> ~

lo necesario y lo deseable podrá producirse en talleres coo-


2
perativos o comunales; en que las actividades de producción
LA ECOLOGíA PO~íTICA ENTRE EXPERTOCRACIA
podrán combinarse con el aprendizaje y la enseñanza, con la
y AUTOLlMITACION
experimentación y la investigación, con la creación de nuevos
gustos, perfumes y materiales, con la invención de nuevas for-
mas y técnicas de agricultura, de construcción, de medicina,
etc. Los talleres comunales de autoproducción estarán inter-
conectados a escala global, podrán intercambiar o compartir
experiencias, invenciones, ideas, descubrimientos. El trabajo
será productor de cultura y de autoproducción, un modo de
realización personal.
Dos circunstancias hablan a favor de este tipo de desarrollo.
La primera es que existen muchas más competencias, talentos
y creatividad de los que puede utilizar la economía capitalista.
Este excedente de recursos humanos no puede volverse pro-
ductivo más que en una economía en que la creación de rique-
zas no esté sometida a los criterios de rentabilidad. La segunda A Dick Howard
es que "el empleo es una especie ~ vías de extinción".
No estoy diciendo que estas transformaciones radicales Según sea científica o política, la ecología involucra dos enfo-
tendrán lugar. Digo solamente que, por primera vez, podemos ques distintos aunque interconectados. Enun primer momento,
querer que se realicen. Existen los medios, así como las perso- pondré el acento en la diferencia más que en la interconexión
nas que se emplean en ello metódicamente. Es probable que los de su objeto. Pues hay que evitar presentar el punto de vista
primeros en recrear los talleres de autoproducción de su favela político como el resultado que se impone con una "necesidad
o de su township de origen sean sudamericanos o sudafricanos absoluta" a la luz del "análisis científico". Tampoco hay que
de suburbios desheredados de las ciudades europeas. reeditar, bajo una nueva forma, el tipo de dogmatismo cienti-
ficista y antipolítico que, en su versión "diamat=", pretendió

Publi~ado en Actuel Marx, n" 12, 'T écologie, ce matérialisme hístorique", PUF, 1992.
12 Diamat: abreviación de materialismo dialéctico. [N. del T.]
36 I ANDR~ GORZ
ECOLÓGICA I 37

elevar, al rango de necesidades científicamente demostradas,


minación ecológicamente soportables, es decir, las condicio-
prácticas y concepciones políticas cuyo carácter específica- nes y los límites dentro de los cuales el desarrollo de la tec-
mente político, por ello mismo, se encontraba negado.
noesfera industrial puede continuar sin comprometerlas capa-
La ecología,en tanto ciencia,pone de manifiesto a la civi-
cidades autogeneradoras de la ecosfera. Esta aproximación
lización en su interacción con el ecosistema terrestre, es decir,
no rompe de modo fundamental con el industrialismo y su
con 10que constituye la base natural, el contexto no (re)pro-
hegemonía de la razón instrumental. Reconocela necesidad
ducib1ede la actividad humana. A diferencia de los sistemas
de limitar la depredación de los recursos naturales y de sus-
industriales, el ecosistema natural posee una capacidad auto-
tituirla por una gestión racional a largo plazo del aire,el agua,
generadora y autoreorganizadora que, debido a su extrema los suelos, los bosques y los océanos, lo que implica políticas
diversidad y complejidad, le permite autoregularse y evolu- de limitación de residuos, de reciclajey de desarrollo de téc-
cionar en el sentido de la complejidad y la diversidad cre- nicas no destructivas del medio natural.
cientes. Esta capacidad de auto generación y autoreorgani-
Las políticas de "preservación del medio ambiente" (lo
zación se ve perjudicada por técnicasque tienden a racionalizar que en inglés se llama environment; el término francés "envi-
y a dominar la naturaleza, a volverla previsible y cal~able.
ronnement" es un anglicismo), entonces, a diferencia de la
"Nuestros estallidos tecnológicos --escribeEdgar Monn- no ecologíapolítica,no tienden en lo más mínimo hacia una paci-
sólo perturban los ciclosbiológicos, sino los lazos químicos ficación de las relaciones con la naturaleza o a la "reconcilia-
primarios. Como respuesta a ello, se desarrollan tecnologías ción" con ella; tienden a cuidarla (en el doble sentido de cui-
de control que destacan los efe~tos de esos males al tiempo dado y de administración"), tomando en cuenta la necesidad
13 " .:'
que desarrollan las causas. . de preservar al menos sus capacidades más fundamentales
de autoregeneración.De esta necesidad se deduciránlas medi-
das que se imponen en beneficio de toda la humanidad, y los
Expertocracia Estados deberán obligar a los responsableseconómicosy a los
consumidores individuales a respetarlas.
Apartir de aquí, son posibles dos aproximaciones.La primera,
La debida consideraciónde las obligacionesecológicaspor
que se basa en el estudio científicodel ecosistema,busca deter- parte de los Estados se traducirá entonces en prohibiciones,
minar científicamente las técnicas y los umbrales de conta-
reglamentacionesadministrativas, aranceles,subvencionesy

13 Edgar Morin: La Vie de la tne, Le Seuil, 1980, pp. 94-95 [La vida de la vida, Madrid,
14 Juego de palabras entre ménager, ménagement y management, sin equivalente en
Cátedra, 1983]. castellano. [N. del T.]
38 I'ANDRÉ GORZ

ECOLÓGICAI 39

penalidades. Tendrá por efecto, entonces, un refuerzo de la


heteroregulación del funcionamiento de la sociedad. Este fun- general y de los medios para someter a los individuos. Lo uni-
cionamiento deberá volverse más o menos "ecocompatible" versal queda separado de lo particular, el interés superior
independientemente de la propia intención de los actores socia- de la humanidad queda separado de la libertad y de la
les, Ciertos "medios reguladores", tales como el poder admi- capacidad de juicio autónomo de los individuos. Ahora bien,
nistrativo y el sistema de precios, se encargan de canalizar como lo ha mostrado Dick Howard", lo político se define ori-
los comportamientos de los consumidores y las decisiones ginariamente por su estructura bipolar: debe ser y no puede
de los inversionistas hacia una meta que no tendrán necesidad ser otra cosa más que la mediación pública, que sin cesar se
de aprobar ni de comprender para realizarla. La llevarán a tér- vuelve a iniciar, entre los derechos del individuo, fundados
mino porque la administración habrá sabido volver funcional en su autonomía, y el interés de la sociedad en su conjunto,
las motivaciones y los intereses individuales en vista de un que a la vez funda y condiciona esos derechos. Toda gestión
resultado que les sigue siendo ajeno. Según sus partidarios, la que tienda a suprimir la tensión entre esos dos polos es una
heteroregulación fiscal y monetaria tiene la ventaja de condu- negación de lo político y, a la vez, de la modernidad; y ello
cir a la meta de la ecocompatibilidad sin que las mentalidades, vale en particular, como resulta evidente, para las experto-
el sistema de valores, las motivaciones y los intereses econó- cracias que niegan a los individuos la capacidad de juzgar y
micos de los actores sociales deban cambiar. Por el contrario, los someten a un poder "esclarecido", invocando el interés
contando con esas motivaciones yesos intereses, mientras se los superior de una causa que supera su entendimiento.
manipula, es como se alcanzará la meta. Su prosecución impli- De allí proviene la ambigüedad del imperativo ecológico:
cará así una extensión de lo que HabelfIlas ha llamado la "colo- a partir del momento en que los aparatos de poder se hacen
nización del mundo vivido", es decir, la utilización, por parte cargo de él, éste sirve para reforzar su dominación sobre la
de los gerentes del sistema, de motivaciones individuales exis- vida cotidiana y el medio social, y entra en conflicto con las
tentes para que produzcan resultados que no se correspondan aspiraciones originarias del propio movimiento ecológico en
con ninguna intención de los individuos. tanto movimiento político-cultural. La divergencia interna de
En el marco del industrialismo y de la lógica del mercado, ese movimiento entre un ala tecnocrática y un ala radical-
la debida consideración de las obligaciones ecológicas se democrática encuentra aquí su razón profunda.
traduce así en una extensión del poder tecnoburocrático. Ahora
bien, esta aproximación responde a una concepción premo-
derna típicamente antipolítica. Revoca la autonomía de lo polí- 15 Sobre todo en el prefacio a la segunda edición de From Marx to Kant, Londres, Mac-
tico a favor de la expertocracia, erigiendo al Estadoy a los rnilIan Press, 1992y Nueva York,St Martín, 1992.Del mismo autor, véase también el
excelente The Marxian Legacy, Londres, MacrnilIan Press, 1988. En el último capí-
expertos de Estado en jueces de los contenidos del interés
tulo y en el epílogo de Adieux au prolétariat,Le Seuíl, 1981[Adiós al proletariado,Bue-
nos Aires, Ed. Imago Mundí, 1989J,he dado una definición parecida de lo político.
ECOLÓGICAI 41
40 I ANORÉ GORZ

miento. La masa de saberes que se destina a la producción,


El sentido originario del movimiento
la administración, los intercambios, el derecho, supera por
mucho las capacidades de un individuo o de un grupo. Cada
El movimiento ecológico nació mucho antes que el dete-
uno de ellos no detenta más que un saber parcial, especiali-
rioro del medio y de la calidad de vida plantease una cues-
zado, que los aparatos, esos procedimientos organízacionales
tión de supervivencia a la humanidad. Nació originariamente
establecidos, van a coordinar y organizar en vista de un resul-
de una protesta espontánea contra la destrucción de la cultura
tado que supera lo que los individuos son capaces de querer.
de lo cotidiano por los aparatos de poder económico y admi-
La sociedad compleja se asemeja así a una gran maquinaria:
nistrativo. Y por "cultura de lo cotidiano" comprendo el con-
al ser social, es un sistema cuyo funcionamiento exige indivi-
junto de saberes intuitivos, de aptitudes y destrezas verná-
duos funcionalmente especializados, a la manera de los órganos
culas (en el sentido que Iván Illich da a ese término), de
de un cuerpo o de una máquina. Por muy complejos y doc-
costumbres, normas y conductas propias, gracias a los cuales
tos que sean, los saberes especializados en función de la
los individuos pueden interpretar, comprender y asumir su
exigencia sistemática del todo social ya no contienen recur-
inserción en el mundo que los rodea.
sos culturales suficientes como para permitir a los individuos
La "naturaleza" que el movimiento exige que se proteja no
orientarse en el mundo, dar sentido a lo que hacen o com-
es la Naturaleza de los naturalistas ni la de la ecología cientí-
prender el sentido de aquello en lo que participan. El sistema
fica: es fundamentalmente el medio que parece "natural"
invade y margina el mundo vivido, es decir, el mundo acce-
porque sus estructuras y su funcionamiento son accesibles a
sible a la comprensión intuitiva y a la asimilación práctico-
una comprensión intuitiva; porque. corresponde a la necesidad
sensorial. A los individuos les quita la posibilidad de tener
de expansión de las facultades sensoriales y motrices; porque
un mundo y de tenerlo en común. Contra las diferentes for-
su conformación familiar permite a los individuos orientarse
mas de esta expropiación, progresivamente se ha ido orga-
en ella, interactuar, comunicarse" espontáneamente" en virtud
nizando una resistencia.
de aptitudes que nunca fue necesario enseñar formalmente.
Las primeras manifestaciones de lo que iba a convertirse
Por consiguiente, la "defensa de la naturaleza" debe com-
en el movimiento ecológico" estaban dirigidas, en América
prenderse originariamente como defensa de un mundo vivido, el
del Norte y luego en Europa, contra las megatecnologías que
cual se define antes que nada por el hecho de que el resultado
de las actividades corresponde a las intenciones que las mue-
ven o, dicho en otros términos, que los individuos sociales allí
16 Evidentemente, esta no es la única forma cieprotesta contra la destrucción del
ven, comprenden y dominan el cumplimiento de sus actos. mundo-vivido. Chauvinismo, racismo, xenofobia y antisemitismo son otros.
Ahora bien, cuanto más compleja se vuelve una socie- tantos modos de re~azar la incomprensible y amenazante complejidad de un
mundo cambiante.Estosexplicanla desapariciónde su organizaciónfamiliarpor
dad, menos intuitivamente inteligible resulta su funciona-
'42 I ANDRÉ GORZ ECOLÓGICAI 43

las industrias privadas y/ o lasadministracionespúblicasbene- ción reforzada del aparato del Estado!?El mismo tipo de tute-
ficiabandespojando a los ciudadanos de su medio vital.Dicho laje se opera de manera más difusa en todos los ámbitos en
medio estaba alterado, tecnificado,pavimentado, colonizado los que la profesionalización -la formalización jurídica y la
para corresponder a las exigenciasde la megamáquina indus- especializaciónque entraña- desacredita los saberesvernácu-
trial. Ésta enajenaba lo poco que les quedaba del medio "natu- los y destruye la capacidad de los individuos de hacerse cargo
ral" a los habitantes, los agredía con contaminación ambien- de ellos mismos. Se trata de las "profesiones inhabilitantes"
tal y, fundamentalmente, confiscaba el ámbito público en (disabling professions) denunciadas por Ivan nua-".
provecho de aparatos técnicos que simbolizaban la violación La resistenciaa esta destrucciónde la capacidadde hacerse
por parte del capital y del Estado del derecho de los individuos a cargo, dicho de otro modo, de la autonomía existencial de
determinar por ellos mismos la manera de vivir en conjunto, los individuos y de los grupos o comunidades, se encuentra
de producir y de consumir. en el origen de los componentes específicos del movimiento
.Esta violaciónha sido particularmente flagrante en el caso ecológico: redes de ayuda mutua de enfermos, movimien-
de la energía electronuclear:el programa de construcción de tos en favor de medicinas alternativas, movimiento por el
centrales se basaba en decisiones político-económicas dis- derecho al aborto, movimiento por el derecho a morir" dig-
frazadas como decisiones técnicamente racionales y social- namente", movimiento en defensa de las lenguas, culturas
mente necesarias. Preveía un muy fuerte crecimiento de las y "regiones", etc. La motivación profunda siempre es la de
necesidades de energía, privilegiaba las mayores concentra- defender el "mundo vivido" contra el reino de los expertos, .
ciones de las tecnologíasmás pesadas para hacer frente a esas contra la cuantificación y la evaluación monetaria, contra la
necesidades, creaba cuerpos de técnicos sometidos al secreto sustitución de relaciones mercantiles, de clientela, de depen-
profesional y a una disciplina cuasi militar; en una palabra, dencia a la capacidad de autonomía y de autodeterminación
hacía de la evaluación de las necesidades y de la manera de de los individuos.
satisfacerlas el ámbito reservado a una casta de expertos que
se escudaba tras un saber superior, pretendidamente inacce-
sible para la población. Esta última quedaba bajo tutela, en 17 En La Prophéiie aniinucléaire (Le Seuil, 1980), Alain Touraine et al. demostraron
beneficio de las industrias más capitalistas y de la domina- que, al poner el acento en el peligro de las centrales, lo que motivaba al movi-
miento no era el miedo, sino el deseo de cuestionar la omnisciencia en la que se
escudaban los expertos, corriendo el riesgo de desviar el debate hacia disputas
técnicas en detrimento de su trasfondo político.
la conspiración de fuerzas maléficas alógenas y la corrupción de los sectores diri- 18 Véase Némésis médicale (Le Seuil, 1975) [Némesis médica, México, Joaquín Mortiz,
gentes. Dicho en otros términos, explican una realidad que se volvió inaccesible 1976], Le 'Iraoailfantdme (Le Seuil, 1981) [Obras Reunidas. JI. El trabajofantasma,
para la comprensión intuitiva a través de causas que, por su parte, son intuiti- Fondo de Cultura Económica, 2009] y Le Chomiige créaieur (Le Seuil, 1997) [Ener-
vamente accesibles. gia y equidad. Desempleo creador,México, Joaquín Mortiz / Editorial Posada, 1978].
ECOLÓGICAI 45
44 I ANDRÉ GORZ

Al menos en apariencia, el movimiento era puramente" cul- crática de un refuerzo de las obligaciones y de las manipulacio-
tural" .En la medida en que los partidos políticos se preocupaban nes ejercidas por el subsistema administrativo. Resulta imposi-
ante todo por el poder de administrar el sistema según el interés de ble fundar la política en una necesidad o en una cienciasin negarle
sus clientelas electorales, el movimiento ecológico debía de pare- al mismo tiempo su autonomía específica y sin establecer una
cerles antipolítico: este quería" cambiar la vida", sustraerla al sis- "necesaria" dictadura "científica", tan totalitaria cuando invoca
tema y a los gerentes del sistema, mientras buscaba ganar sobre las exigencias del ecosistema como cuando apela (como 10hacía
ellos espacios de autonomía y de experiencia de sociabilidad. el "diamat") a las "leyes del materialismo dialéctico".
Ahora bien, a partir de 1972,esas demandas de apariencia Por 10 tanto, el problema que se plantea a la ecología polí-
cultural recibieron un fundamento objetivo gracias al informe tica es el de las modalidades prácticas que permitan que indi-
de un grupo de científicosbritánicos, Blueprint for Survival y, poco viduos autónomos, persiguiendo su propio fin en el seno de su
después, por el informe financiado por el Club de Roma, Limits mundo vivido, tengan en cuenta las exigencias del ecosis-
to Grawth. La imposibilidad de continuar en la vía del crecimiento tema por medio de su juicio personal. Es el problema del aco-
de las economías industriales, la destructividad del modelo capi- plamiento retroactivo entre necesidad y normatividad o, si se
talista de desarrollo y de consumo, la ruptura del vínculo entre prefiere, de la traducción de necesidades objetivas en conduc-
"más" y "mejor" hacían necesario un cambio radical de las tas normativas correspondientes a exigencias vividas, a la luz
técnicas y de las finalidades de la producción y, por 10 tanto, del de las cuales se forman a su vez las necesidades objetivas. Lo
modo de vida. Los reclamos" culturales" del movimiento eco- que es nimás ni menos que el problema de la democracia.
lógico se encontraban de este modo Qpjetivamente fundamen-
tados por la urgente necesidad, científicamente demostrable, de
romper con el industrialismo dominante y su religión del cre- La autolimitación
cimiento. Por ende, el ecologismo podía volverse un movimiento
político, puesto que la defensa del mundo vivido no era sim- En Marx, este problema parecía soluble en la medida en que
plemente una aspiración sectorial y local desprovista de alcance el industrialismo debía engendrar las condiciones objetivas y
general, sino que aparecía conforme con el interés general de la la capacidad subjetiva de la autogestión generalizada. Debía
humanidad y del mundo viviente en su conjunto. desembocar en una sociedad (comunista) en que
Pero lo inverso no es cierto:tomar en cuenta los intereses eco-
lógicos de la humanidad no adquiere necesariamente -como 10 ...el hombre socializado, los productores asociados, regulen de
hemos visto-da forma, deseable desd~ el punto de vista de los manera racionalsus intercambiosconla naturaleza, los sometan
individuos, de una defensa o, mejor aún, de una reconquista del al control colectivo en vez de dejarse dominar ciegamente por
mundo vivido. Por el contrario, puede adoptar la forma tecno- ellos, y lo lleven a cabo con el menor esfuerzo posible y en las
ECOLÓGICAI 47
46 I ANDRÉ GORZ

condiciones más dignas y adecuadas a su naturaleza humana.


según la cual se regula el nivel del esfuerzo en función del nivel
Pero también estará allí presente la necesidad. (oO.) El verdadero -
de satisfacción buscado y, viceversa, el nivel de satisfacción y el
reino de la libertad (oO.) sólo puede florecer sobre la base del reino
esfuerzo que se acepta hacer, es la norma de lo suficiente.
de la necesidad'9.
Ahora bien, el establecimiento de una norma de lo suficiente
es incompatible -debido a la autolimitación de las necesidades
La necesidad, dicho en otros términos, es asumida por los y del esfuerzo admitido que ella implica- con la búsqueda de
productores asociados según la doble exigencia normativa del la renta máxima que constituye la esencia de la racionalidad y
menor esfuerzo y de la mayor satisfacción en el trabajo, por de la racionalización económicas. De hecho, la racionalidad eco-
un lado, y de la gestión racional, inteligible para todos y cada nómica nunca pudo expresarse de acuerdo con su esencia en las
uno, de los "intercambios con la naturaleza", por el otro. La sociedades precapitalistas. Allí siempre estuvo refrenada y tra-
20
racionalidad de la gestión consistirá a la vez en un cuidado bada (embedded, según la expresión de Karl Polanyi) por acuer-
del ecosistema y en el empleo de medios de producción que dos entre productores y comerciantes que impedían la libre com-
los productores asociados puedan manejar, es decir, autoges- petencia en mercados libres. Dicha racionalidad nunca logró
tionarse en lugar de ser dominados por el gigantismo y la com- imponerse mientras los productores eran los dueños de los
medios de producción y, en consecuencia, tenían la libertad de
plejidad de los medios.
En el marco de la autogestión, la libertad se basará en la determinar por ellosmismos la intensidad, la duración y los hora-
facultad de los "productores asociados" de arbitrar entre la can- rios de su trabajo. El retroceso de la autoproducción y la expan-
tidad y la calidad de trabajo que requieren diferentes medios y sión de la producción para el mercado no cambiaron nada de
métodos de producción por unidad de producto; pero también ello: las corporaciones o las guildas dictaban a los comerciantes
entre la extensión de las necesidades o de los deseos que anhelan satis- precios uniformes para cada calidad, que ellas mismas definían,
facer y la importancia del esfuerzo que juzgan aceptable desplegar. Este y prohibían severamente toda forma de competencia. Las rela-
arbitraje, fundado sobre normas vividas y comunes, conducirá, ciones entre productores y comerciantes eran inmutablemente
por ejemplo, a trabajar de manera más distendida y gratificante contractuales, y los propios comerciantes se beneficiaban por el
(más" acorde con la naturaleza humana") a costa de una pro- hecho de que se encontraban protegidos contra la competencia
ductividad menor: conducirá así a limitar las necesidades y los en el mercado libre. La norma de lo suficiente -ganancia suficiente
deseospara poder limitar el esfuer;,:oa realizar. Enla práctica, la norma para el artesano, beneficio suficiente para el comerciante- estaba
tan bien arraigada en el modo de vida tradicional que era impo-
sible obtener de los obreros un trabajo más intenso o más pro-
longado con la promesa de una ganancia más elevada. Según
19 Karl Marx, El capital, libro ID, sección 7, cap. 48.
Max Weber, el obrero "no se preguntaba: '¿cuánto puedo ganar
20 Ménagement. [N. del T]
ECOLÓGICAI 49
48 I ANDRÉ GORZ

por día si proporciono la mayor cantidad de trabajo posible?', instrumento de trabajo del trabajador individual (...). La activi-

sino: ¿cómodebo trabajarpara ganar los 2,5marcosque recibía


I
dad del obrero, reducida a una pura abstracción, está determi-
21
hasta ahora y que cubren mis necesidadescorrientes?' ", nada y regulada desde todo punto de vista por el movimiento de
En el primer libro de El Capital, Marx cita una vasta lite- la maquinaria [...]. La ciencia que obliga a los componentes inani-

ratura que da pruebas de la extrema dificultad que tuvieron mados de la máquina a funcionar, a través de su construcción,

que enfrentar los patrones de las manufacturas y de las pri- como un autómata que cumple su misión, no existe en la con-

meras "fábricasautomáticas"para obtener de su mano de obra ciencia del obrero, pero actúa sobre él como una potencia extran-

un trabajo regular, a tiempo completo, día tras día y semana jera, como la potencia de la máquina. La apropiación del trabajo

tras semana. Para obligarlos a ello, no alcanzaba -corno lo vivo a través del trabajo materializado [...], inherente al concepto

habían hecho los manufactureros- con despojarlos de la pro- de capital, se asienta en la producción que se funda en la maqui-

piedad de los medios de producción; también hacía falta, tras naria como un aspecto del proceso mismo de producción 22.

haber arruinado al artesanado, reducir la remuneración de los


obreros por unidad de producto, con el objeto de obligarlos a El trabajador individual no es "más que un accesoriovivo
trabajar más para obtener lo suficiente. Para ello, era necesa- de esta maquinaria", su "capacidad de trabajar desaparece
rio despojarlos del dominio de los medios de producción, con por ser infinitamente pequeña, del mismo modo que desapa-
el objetode poder imponerles una organizacióny una división rece en el producto toda relación con la necesidad inmediata del
del trabajoque lesdictaríanla naturaleza,la cantidad y la inten- productor y,por lo tanto, con el valor de uso inmediato23".
sidad del trabajo a realizar cornosi~eran obligacionesimpre- No se podría decir mejor:el instrumento de trabajose vol-
sas en la propia materia. vió así inapropiablepara el trabajador;y esta separacióndel tra-
Para alcanzar este resultado, el medio por excelencia bajador con el producto y del trabajador con el trabajomismo,
era la mecanización: sustituía los medios de producción ope- en lo sucesivo, existe exterior a él corno la exigencia muda,
rados y manejados por los obreros por máquinas vertida en la organización material, de tareas cuantificadas,
predeterminadas y rigurosamente programadas, que exigen
24
...operadas por un autómata que se maneja a sí mismo [...] La que se cumplan .
máquina deja de presentarse bajo aquella relación que la volvía

22 KarlMarx, Grundisse der Kritik der politischen Okonomie, op. cit., pp. 583-589.
23 Ibid., lococit.
24 ·.Enotra parte he mostrado que la maquinaria y la cienciaque se materializa en
21 Max Weber,L'Éthique protestante et l'espri: du capitalisme, Plon, 1985,p. 61[La.ética
ella tampoco son apropiables por ~l "trabajador colectivoproductivo"'(Gesam-
protestante y el espíritu del capitalismo, México,Fondo de Cultura Económica,1977
tarbeiter), el cual engloba una multiplicidad de colectivosseparados y disper-
(varias ediciones).]
50 I ANDRÉ GORZ ECOLÓGICA I 51

Sólo sobre la base de este triple desposeimiento es posi- necesidades como la naturaleza y la intensidad de su trabajo. En
ble que la producción se emancipe del arbitraje de los pro- consecuencia, la industrialización no habría desembocado en
ductores directos, es decir, que llegue a ser independiente concentraciones cuya dimensión y complejidad se sustraían del
de la relación entre las necesidades y los deseos que experi- poder de arbitraje de los productores. El desarrollo econó-
1/

mentan, la importancia del esfuerzo que están dispuestos a mico" no habría podido superar cierto umbral, la competencia
proporcionar para satisfacerlos, y la intensidad,la duración y habría estado contenida y la norma de lo suficiente habría
la calidad de ese esfuerzo. seguido regulando los "intercambios con la naturaleza".
Una vez más, este triple desposeimiento permitió la exis- Al eliminar el poder de los productores directos en y sobre
tencia de especializaciones funcionales cada vez más especí- la producción, el capital pudo finalmente emancipar la pro-
ficas, la acumulación y la combinación, en un mismo proceso ducción respecto de las necesidades experimentadas y selec-
de producción, de una masa de saberes tecnocientíficos pro- cionar o crear necesidades, así como la manera de satisfacerlas,
venientes de disciplinas heterogéneas, incapaces de comu- en función del criterio de la mayor rentabilidad. Así, la pro-
nicarse y de coordinarse entre ellas, y cuya organización pro- ducción se volvió, ante todo, un medio del capital para crecer;
ductiva requería un estado mayor y una estructura piramidal está al servicio de las "necesidades" del capital, y sólo en la
cuasi militar. medida en que el capital necesita consumidores para sus pro-
Sólo sobre esta base fue posible la industrialización, es decir, ductos es que la producción está también al servicio de las nece-
la acumulación de capital. Sólo al separar los productores direc- sidades humanas. Esas necesidades, no obstante, ya no son nece-
tos de los medios de producción y del resultado de la produc- sidades o deseos "naturales", experimentados espontáneamente;
ción fue posible que produjeran ;xcedentes más allá de sus son necesidades o deseos producidos en función de las necesi-
necesidades y que utilizaran esos "excedentes económicos" dades de rentabilidad del capital. El capital se sirve de las nece-
para multiplicar los medios de producción y aumentar su poder. sidades a las que obedece con miras a su propio crecimiento que
En efecto, suponiendo que los medios de producción indus- demanda, a cambio, el crecimiento de las necesidades. El modelo
triales hubiesen sido desarrollados originariamente por los pra- de consumo del capitalismo desarrollado es así resultado de
pios productores asociados, las empresas habrían seguido siendo la exigencia propia del capital de crear la mayor cantidad posi-
manejables por ellos, no habrían dejado de autolimitar tanto sus ble de necesidades y de satisfacerlas por medio del mayor flujo
posible de mercancías. La búsqueda de la eficacia máxima en
la valoración del capital exige así la ineficacia máxima en la
sos, funcionalmente especializados, lo que vuelve prácticamente imposibles la cobertura de las necesidades: el máximo derroche.
concertación entre los colectivos y su control sobre el producto final. Ese control
exigirla una organización y estados mayores que, corno en los combinats de la anti- Esta autonornización de la producción habría sido mucho
gua RDA, reproduzcan la separación y el desposeimiento mencionados más arriba. más difícil si los trabajadores hubiesen podido adecuar su jor-
52 I ANDRÉ GORZ ECOLÓGICAI 53

nada de trabajo al ingreso que estimaban necesario.A medida tencia social o pública fuera de la que estaba mediada por el
que la productividad y los salarios se elevaban, una fracción capital: el tiempo del no-trabajo debía permanecer como el
creciente de la población activa habría elegido, o podido ele- tiempo de la existenciaprivada, de la diversión, del descanso,
gir, trabajar menos y autolimitar el aumento de su consumo. de la vacación. Ante la demanda de reducir la duración del
Esta tendencia, de hecho, se reafirmó durante el apogeo del trabajo, la patronal siempre opuso la más áspera de las resis-
anarco-sindicalismo bajo la forma de trabajo intermitente o tencias. Prefirió acordar licencias pagas más largas. Pues las
de la semana de tres a cuatro días practicada en la metalurgia vacaciones son, por excelencia,una interrupción programada
parisina, entre otros, por los "sublimes simples" y los "ver- de la vida activa, tiempo de puro consumo, que no se integra
daderos sublimes" de los que habla Poulot25• Contra esta rea- en la vida de todos los días, no la enriquececonnuevas dimen-
parición de una autolimitaciónsegún la norma de lo suficiente, siones,no le confiereuna autonomía acrecentada ni otro con-
una reglamentación estricta de las condiciones de contrata- tenido que el del rol profesionaL
ción se introdujo en Inglaterra en 1910:reservaba los contra-
tos a hombres y mujeres que se comprometieran a trabajar a
jornada completa. Al hacer de la jornada completa la condi- La autolimitación como proyecto social
ción del empleo, el capital no sólo se aseguraba la dominación
sobre la mano de obra, la previsión de la rentabilidad y del En las sociedades industriales complejas, es imposible obte-
costo del trabajo; además extendía su dominio sobre el modo ner una reestructuración eco-compatible de la producción y
de vida de los trabajadores. No dejaba espacio, en sus vidas, del consumo simplemente otorgándoles a los trabajadores
más que para el trabajo funcion~i y remunerado al servicio el derecho a autolimitar su esfuerzo.Dicho en otros términos,
del capital,por un lado, y para el consumo al serviciodel capi- la posibilidad de elegir su tiempo de trabajo, el derecho al
tal, por el otro. El individuo social debía definirse como tra- "tiempo elegido".Ninguna correlaciónevidente existe,en efecto,
bajador-consumidor, como" cliente" del capital, en tanto entre el volumen de la producción y el tiempo de trabajo. En
dependía a la vez del salario percibido y de las mercancías la medida en que la automatización suprimió esta correlación
adquiridas. No debía producir nada de lo que consumía, ni alpermitir producir cada vez más riquezasconcadavez menos
consumir nada de lo que producía, ni debía tener alguna exis- trabajo, "el trabajo deja de ser la medida de la riqueza y el
tiempo de trabajo la medida del trabajo" (Marx).Además, la
disminución del volumen de trabajonecesario no beneficiaal
25 Véase Denis Poulot, Le Sublime, ou le iraoailleur comme il est en 1870 et ce qu'il peut conjunto de la población activapotencial ni aporta una eman-
. are, La Découverte, París, 1980. Véase también el excelente estudio de.Christian
Topalov "Invention du chómage et politiques sociales au début du siecle", Les
cipación o una esperanza de autonomía creciente ni a los
Temps modernes, nO 496-497, noviembre - diciembre de 1987. trabajadoresactivosni a los desocupados.Finalmente,no existe
ECOLÓGICAI 55
, 54 I ANDRÉ GORZ

ninguna norma comúnmente aceptada de lo suficiente que autonomía y más seguridad existenciales, por la otra, para cadahom-
pudiera servir como referencia para la autolimitación. y sin bre y para cada mujer. Se trata, en otras palabras, de garanti-
embargo, esta sigue siendo la única vía no autoritaria, demo- zar institucionalmente a los individuos que una reducción
crática, hacia una civilizaciónindustrial ecocompatible. general de la jornada de trabajo les ofrecerá todas las venta-
Ladificultadque encontramosaquíno es,sinembargo,abso- jas de que se podía gozar antiguamente: una vida más libre,
lutamente insuperable. Significaesencialmente que el capita- más distendida y más rica. La autolimitación se desplaza así
lismoha abolidotodo lo que,en la tradición,en elmodo de vida, del terreno de la elección individual al terreno del proyecto
en la civilizacióncotidiana,podíaservirde anclajepara una norma social. A falta de anclaje tradicional, la norma de lo sufi-
comúnde losuficiente;y quealmismotiempoha abolidolapers- ciente tiene que ser definida políticamente.
pectiva que la alternativa de trabajary consumir menos puede
dar accesoa una vida mejory más libre.Lo que ha sido abolido, Sin entrar aquí en el detalle de cuestiones que he discu-
sin embargo,no es imposiblede reestablecer.Sóloque este res- tido en otra parte, quiero solamente recordar que la política
tablecimientono puede fundarse en una tradiciónni en correla- ecosocial consiste principalmente en garantizar un ingreso
cionesexistentes:debe instituirse;incumbea lo político,más pre- suficiente, independiente de la jornada de trabajo (la cual
cisamentea lo ecopolíticoy al proyectoecosocial. no puede sino decrecer) y eventualmente del trabajo mismo;
El sentido fundamental de una política ecosocial,tal como en distribuir el trabajo socialmente necesario, de manera que
26
ha sido largamente debatida por los Verdesalemanes y euro- todo el mundo pueda trabajar, y trabajar a la vez mejor y
peos durante los años ochenta y ta.lcomo emerge hoy en la menos; en crear espacios de autonomía en los que los indi-
ecología política francesa, es restablecer políticamente la corre- viduos puedan emplear el tiempo libre de trabajo en activi-
lación entre menos trabajo y menos consumo, por una parte, más dades de su elección,entre las que se han de incluir autopro-
ducciones de bienes y serviciosque reducirán su dependencia
del mercado y de las prestaciones profesionales o adminis-
trativas, y que permitirán reconstruir un tejido de solidari-
26 Sólo citaré aquí cuatro trabajos que contienen una bibliografía extensa: Michael dades y de sociabilidad vividas, hecho a partir de redes de
Opielka (dir.), Die Okosoziale Frage, Francfort del Meno, Fischer Altemativ, 1985;
Joseph Huber, Die Regenbogen Gesellschaft.Okologie und Socialpolitik, Fischer Alter-
ayuda mutua, de intercambios de servicios, de cooperativas
nativ, 1985;Michael Opielka, Georg Vobruba (dír.), Das garantierte Grundeinkom- informales. La liberación del tiempo, la liberación del trabajo
men, Fischer Altemativ, 1986; Michael Opielka, Llana Ostner (dir.), Umbau des
heterónomo, funcionalmente especializado,deben concebirse
Sozialstaats, Essen, Klartext, 1987.
27 Véase especialmente Les Verts et l'économie, Gentilly, 1992 (documento de los Ver- como una política de conjunto que también exige volver a
des), así como el periódico TransversalesScience Culture y las obras de Guy Aznar: pensar la arquitectura y el urbanismo, los equipamientos y
Non aux loisirs non a la retraite, Galilée, 1978; Tous a mi-temps, ou le scénario bleu,
Le Seuil, 1981; Le Travail, c'estfini. A plein ioute la tne, Belfond, 1990. los serviciospúblicos,las relacionesciudad-campo, de manera
56 I ANDRÉ GORZ ECOLÓGICAI 57

de destrabar las esferas de vida y de actividad, para favore- no se le prescribe ningún fin, elige los fines para los que dis-
cer los intercambios autoorganizados". pone de medios más eficaces:tomará como meta el crecimiento
La ecología política hace así cambios ecológicamente nece- de la esfera en la que su racionalidad puede desplegarse y
sarios en la manera de producir y consumir para incentivar tenderá a someterle todas las demás esferas, incluidas la vida
cambios normativamente deseables en el modo de vida y las y las bases naturales de la vida.
relaciones sociales. La defensa del medio de vida en sentido Esta dominación de la racionalidad económica sobre todas
ecológico y la reconstitución de un mundo vivido se condicio- las demás formas de racionalidad es la esencia del capitalismo.
nan y se sostienen uno al otro. Uno y otro exigen que la vida Librado a sí mismo, acabaría en la extinción de la vida y, por lo
y el medio de vida se sustraigan a la dominación de 10 eco- tanto, de sí mismo. Si debe tener algún sentido, no puede ser
nómico, que crezcan las esferas de actividad en las que la sino el de crear las condiciones de su propia supresión.
racionalidad económica no se aplica. Esta exigencia, en verdad,
es tan antigua como la civilización. Desde el ricardiano anó-
nimo, cuyo panfleto fechado en 1821 le gustaba citar a Marx,
hasta Keynes y Leontieff, los grandes teóricos de la economía
moderna han hecho del tiempo disponible (del disposabletime)
para las actividades" que valen por ellas mismas como su
propio fin" (die sich als Selbstzwetck gilt, según la expresión de
Marx en las Grundisse) "la verdadera medida de la riqueza" .
Lo que equivale a decir: la activid;d económica no tiene sen-
tido más que cuando está al servicio de otra cosa que no es
ella misma. Es que la economía es por excelencia una forma
de la "razón cognitiva-instrumental", es decir, una ciencia del
cálculo y de la eficacia de los medios y de la elección de los
medios más para obrar en miras a un fin. Es inaplicable a los
fines que no son distintos de los medios empleados y no
puede por ella misma determinar los fines a realizar. Cuando

. . .
28 Véase al respecto Nordal Akerman, "Can Sweden be Shrunk?", Development
Dialogue, nO 2,1979.

You might also like