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(Hall, 2003) (Feixa, 1999) (Hobsbawne, 1999) (Feixa, C en Nateras Dominguez, A (coord), 2016)
(Whyte, 1971)
Maestría en Educación
TRABAJO FINAL INTEGRADOR
Aula: 5
Año: 2017
INTRODUCCION
DESARROLLO
importante ceremonia. Esta experiencia ha sido las más clara demostración de que una
buena comunicación intercultural, la aceptación de la identidad propia y el respeto al
otro, la diversidad como elemento formador y de cohesión grupal es posible dentro de
un contexto escolar, dependiendo fundamentalmente de la predisposición del docente
y el aula como elemento generador de las condiciones de aceptación, diálogo y
escucha. Es mi expectativa, como docente y coordinadora de prácticas profesionales,
continuar observando el desenvolvimiento de ese grupo para ver si el próximo año la
alumna B continúa afianzando sus lazos y logra desenvolverse en el entorno sin
ningún tipo de temores fundados en el preconcepto. Hasta aquí la presentación del
cuadro de convivencia en el aula, a continuación la confrontación con los autores
estudiados.
1
GARCÍA CANCLINI, N. (2004): Diferentes, desiguales y desconectados. Mapas de la
interculturalidad. “Capítulo 1: La cultura extraviada en sus definiciones”. Buenos Aires: Gedisa.
pp.29 -43
De lo expuesto por el autor, me quedo con la idea de Valor símbolo y valor signo para
poder enmarcar un poco el pensamiento de las alumnas del relato, ya que considero
que cada una de ellas tenía su propio esquema de valores en relación a lo que es
bueno o malo en términos de identidad sexual (expresado por ellas mismas, una vez
abierto el diálogo) y también la escala de valores internalizada por la alumna B, quien a
su vez, victima tal vez de viejos escenarios de prejuicios, eligió mantenerse al margen
de las relaciones interpersonales en el aula hasta que pudo ser capaz de abrirse a la
interacción motivada por el acercamiento e interés de sus colegas. A simple vista
podemos reconocer diferentes patrones culturales entre los actores involucrados, la
alumna A (adulta mayor) a pesar de cultivar raíces sumamente tradicionalistas, primó
su actitud empática y maternal para quebrar las barreras de la alumna B, ya que fue
quien motivó al resto del grupo para la integración de la última. Como describí al
principio, Corrientes es una ciudad que aún conserva mucho de sus tradiciones y viejos
pensamientos sobre moralidad y sumamente religioso, aun se pueden ver los
domingos las iglesias llenas de señoras muy bien vestidas para la ocasión, no es para
nada común ni “normal” ver jóvenes que se expresan de manera diferente a lo
considerado “convencional”. Muchos de los jóvenes y adolescentes eligen vivir en el
engaño o la apariencia para no tener que enfrentar el juicio social, son pocos los que
adoptan usos y costumbres extranjeros o que se muestran afines a algunas tribus
urbanas reconocidas a nivel nacional o mundial. La sociedad actual está muy
fragmentada entre los “chicos bien” (entendiendo a estos como los que pertenecen a
un nivel sociocultural o económico mejorado y/o aquellos que acceden a un nivel
educativo superior) y los de la periferia o los diferentes (aquellos que por falta de
posibilidades o por decisión personal no estudian ni trabajan o eligen formas de vida
diferente de lo normal para la tradición del lugar), por lo que se puede observar
manifestaciones de cada grupo en los diversos ámbitos sociales, produciéndose una
forma de confrontación y demostración de poder, no con violencia, si por ejemplo con
el avance sobre los espacios sociales de uso y recreación de unos y otros. Aunque es
una ciudad que está en pleno crecimiento aún nos falta mucho como sociedad para
poder aceptar y respetar las diferencias. Entendiendo a la cultura como sistemas de
significados hay situaciones nuevas propias del avance tecnológico y la globalización
que nos pone en un choque cultural, donde los significados y símbolos históricos van
mutando y transformándose.
2
GEERTZ, C. (2005): “Descripción densa: hacia una teoría interpretativa de la cultura”. En
Geertz, C (2005): La interpretación de las de las culturas. Barcelona: Gedisa Editorial. Pp. 19 -
40.
coordenadas del mundo experimentado para demostrar que las formas de la sociedad
son la sustancia de la cultura. Menciona a Ward Goodenough, tomando su definición
de cultura según la cual “la cultura está situada en el entendimiento y en el corazón de
los hombres”, según esta corriente de pensamiento la cultura presenta estructuras
psicológicas a través de los cuales los individuos guían sus conductas; la cultura de una
sociedad (continuando con la exposición de Goodenough) consiste en lo que se debe
conocer o creer a fin de obrar de una manera aceptable para sus miembros, así
partiendo de este concepto de lo que es cultura, resultaría su descripción: la
exposición de reglas sistemáticas, una especie de algoritmos etnográficos que haría
posible obrar o pasar como un nativo (obviando las apariencias físicas); es aquí donde
quiero detenerme y poner en consideración lo escrito por el autor en relación al caso
estudiado, siguiendo con esta idea de cultura podemos encajar perfectamente la
actitud de la alumna B, ya que en su afán de “obrar de una manera aceptable para sus
miembros” decide mantenerse aislada para no exponer su condición sexual ante el
resto de sus colegas y evitar así posibles prejuicios o preconceptos, respetando la idea
de una costumbre ya venida en decadencia.
3
Pérez, E. (2017) Clase 3 del seminario Educación Sujetos e Identidades, en Maestría en Educación,
UVQ, Bernal Buenos Aires
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Taylor, E (1871)
Desde una perspectiva psicológica (según menciona Hall) se sostiene que la identidad
cultural inicia su construcción cuando, desde una temprana edad el individuo se
pregunta ¿Quién soy yo? Y al analizar las respuestas a esta pregunta nos encontramos
con componentes cognitivos y afectivos de la identidad que exigen autodefiniciones,
valoraciones y que luego desencadenan comportamientos que dan muestras de la
aceptación.
Con lo expresado hasta aquí referenciando a los autores, considero que podemos
entender claramente el comportamiento de la alumna B, objeto de nuestro análisis,
una vez que la misma fue adoptada por el grupo y pudo integrarse, vencer sus miedos
y sentirse parte integral de ellos, demostró ser una persona sumamente alegre,
extrovertida y muy capaz a la hora de asumir responsabilidades como elemento
necesario del quehacer estudiantil, basándonos en las descripciones y análisis de los
autores podemos interpretar como la alumna asumió una identidad totalmente
opuesta a su verdadero sentir ya que se mostraba como una persona, callada, seria y
muy poco sociable. Fue necesaria la intervención de otras personas con identidad
social más afianzada para lograr que ésta pueda sentirse parte de esa cultura social
desarrollada dentro del curso. También podemos inferir por su comportamiento, que
se sentía por fuera de las raíces tradicionalistas, en contraposición con la idea
fantasmatica de una sociedad que juzga los gustos y comportamientos diferentes de
los conocidos y adoptados históricamente, coincido con el autor, en la utilización del
término identidad, para referirse al punto de encuentro, el de sutura entre los
discursos y prácticas que intentan interpelarnos, hablarnos o ponernos en nuestro
lugar como sujetos sociales de discursos particulares y por otro lado los procesos que
producen subjetividades, que nos construyen como sujetos susceptibles de decirse.
Cotidianamente observamos diferentes comportamientos propios y ajenos según sea
el contexto y la situación que se suceda, en todos los casos atravesados
transversalmente por la cultura y la idealización de esa cultura, cada individuo en su
interior podrá presentar diversas preferencias y emociones ante una situación
determinada o ante una persona determinada, sin embargo tomara una actitud
determinada según sea el momento en el que se encuentra, buscando siempre esa
aceptación social tan necesaria para el “yo” como parte integral de un grupo, actuando
a veces incluso en contra de sus propios deseos, ya que culturalmente nos han
enseñado (el discurso histórico) que si no está bajo lo considerado “normal” en un
grupo social, no es bueno ni correcto.
Conclusión
Ahora bien, luego de leer los autores, y realizar un análisis exhaustivo de las
bibliografías estudiadas para el dictado de mi cátedra, además de algunos
conocimientos dados por la experiencia, puedo esbozar a modo de conclusión sobre el
desarrollo y resolución de los hechos narrados, que efectivamente somos individuos
culturales, que como parte integral de una sociedad cada vez más globalizada, vamos
evidenciando y reafirmando teorías analizadas hace más de un siglo por autores y
estudiosos de las culturas y comportamientos de las sociedades, ya que a medida que
avanzamos en este gran proceso de multiculturalidad vamos mudando de ideologías,
de costumbres, nos vamos adaptando, del mismo modo en que los animales se
adaptan a sus nuevos contextos en pos de la sobrevivencia, el hombre también debe
adaptar su conducta, sus costumbres sus ideologías, hace 30 años atrás era
impensable que se pueda expresar abiertamente una identidad sexual diferente de lo
establecido, ser gay era lo más repudiado de la sociedad, y conllevaba un castigo
social.
BIBLIOGRAFIA
Feixa, C. (1999). De Jovenes, Bandas y Tribus. Cap. II. En C. Feixa, De Jovenes, Bandas y Tribus.
Antropologia de la Juvetud. Barcelona: Ariel.
Hobsbawne, E. (1999). Capitulo XI: La Revolucion Cultural. En E. Hobsbawne, Historia del siglo
XX (pág. 322 a 345). Buenos Aires: Critica.