You are on page 1of 8

La Bombilla

Ampolleta, bombilla, bombillo, bombita, foco,


lámpara, lamparilla o lamparita.

Lámpara incandescente antigua, con filamento de


carbono.
Una bombilla de incandescencia o bombilla
incandescente es un dispositivo que
produce luz mediante el calentamiento por efecto
Joule de un filamento metálico, en concreto
de wolframio, hasta ponerlo al rojo blanco,
mediante el paso de corriente eléctrica. Con la
tecnología existente, actualmente se considera
poco eficiente, ya que el 85 % de la electricidad
que consume la transforma en calor y solo el
15 % restante en luz.
Historia
Funcionamiento y partes de la bombilla
incandescenteEditar
1. Envoltura, ampolla de vidrio o
bulbo.
2. Gas inerte.
3. Filamento de wolframio.
4. Hilo de contacto (va al pie, al
extremo del casquillo).
5. Hilo de contacto (va a la rosca del
casquillo).
6. Alambre(s) de sujeción y
disipación de calor del filamento.
7. Conducto de refrigeración y
soporte interno del filamento.
8. Base de contacto.
9. Casquillo metálico.
10. Aislamiento eléctrico.
11. Pie de contacto eléctrico.
Consta de un filamento de wolframio muy fino,
encerrado en una ampolla de vidrio en la que se
ha hecho el vacío, o se ha rellenado con
un gas inerte, para evitar que el filamento se
volatilice por las altas temperaturas que alcanza.
Se completa con un casquillo metálico, en el que
se ubican las conexiones eléctricas.
La ampolla varía de tamaño proporcionalmente a
la potencia de la bombilla, puesto que la
temperatura del filamento es muy alta y, al
aumentar la potencia y el desprendimiento de
calor, es necesario aumentar la superficie de
disipación de calor.
Inicialmente en el interior de la ampolla se hacía
el vacío. Actualmente la ampolla está rellena de
algún gas noble (normalmente kriptón) que
impide la combustión del filamento.
El casquillo sirve para fijar la bombilla en una
lampara por medio de una rosca (llamada rosca
Edison) o un casquillo de bayoneta. En la mayor
parte del mundo, los casquillos de rosca para
bombillas de potencias medias se designan con el
código de roscas Edison E-27, representando este
número el diámetro en milímetros de su rosca. Es
también muy frecuente una talla menor de rosca,
la llamada E-14 para potencias menores, o
rosca Mignon, y la llamada Goliath, E-40,
reservada para bombillas de gran potencia.
En países como Francia o el Reino Unido, está o
ha estado en uso para servicio regular durante
muchos años, el casquillo de bayoneta en sus
versiones de doble contacto, tanto de paso ancho
(B-22d o B22d) similar en tamaño al E-27 y
adecuado para bombillas estándar, como el
estrecho (BA-15d o BA15d), equivalente al E-14 y
por tanto más indicado para bombillas de
pequeño tamaño, tales como del tipo vela,
esféricas, miniatura y decorativas. Esta clase de
casquillo deriva directamente del originalmente
ideado por Swan, existiendo también versiones
de un solo contacto, tanto en los diámetros antes
mencionados como en pasos más estrechos, tales
como el BA-10 o el BA-5, de 10 y 5 mm de
diámetro respectivamente.
En Norteamérica existen otros tipos de casquillo
normalizados, si bien todos ellos son del tipo de
rosca derivados del original de Edison. Entre ellos
está, principalmente, el E-26, que es exactamente
el primitivo que Thomas Alva creó, manteniendo
sus medidas y su paso de rosca. El E-27 es
totalmente compatible con él, y ambos se aplican
a lámparas estándar de uso normal. Para las
lámparas de pequeño tamaño, en Estados Unidos
utilizan un casquillo similar al Mignon, si bien es
algo más estrecho; es el E-12, conocido también
como Candelabra, y su diámetro es de 12 mm. A
su vez, hay otro tipo intermedio que procede de
Japón, el E-17 o Intermediate, con un diámetro de
17 mm y aplicable a lámparas de pequeño y
medio tamaño. Como curiosidad, hay que citar
que en España es corriente encontrar tales
tamaños de casquillo en las lámparas que traen
algunas guirnaldas navideñas, las cuales, como es
natural, están provistas de los correspondientes
portalámparas, que, de otra forma, son
prácticamente imposibles de encontrar en ese
mercado.
Para lámparas de gran potencia, en Norteamérica
se utiliza un casquillo equivalente al E-40
europeo, aunque con un milímetro menos de
calibre, por lo que se denomina E-39, aunque se
conoce popularmente como Mogul.
Y por último, en lo que respecta a la rosca Edison,
hay que decir todavía que existen otros dos pasos
de este tipo de casquillo, que son el E-10 y el E-5,
siendo sus diámetros de 10 y 5 mm
respectivamente. El primero se utiliza para
lámparas miniatura y de pequeña potencia,
generalmente funcionando a tensiones muy bajas,
tales como las empleadas en linternas, faros de
bicicleta, pilotos o indicadores para señalización,
diales de receptores radiofónicos, etc. A su vez, el
casquillo E-5 se usa para lamparitas sub-
miniatura, generalmente del tipo empleado en
algunos sistemas de exigua potencia alimentados
mediante células solares fotovoltaicas, en
guirnaldas decorativas, e incluso también para
señalización, si bien en muchos de estos usos
están siendo sustituidas por los diodos LED.
Hay muchos otros tipos de encasquillado para
lámparas incandescentes y de descarga, sobre
todo en lo relativo a aplicaciones especiales, si
bien los tipos de rosca Edison o bayoneta Swan,
en sus distintos formatos, son los más populares
para usos normales.
PropiedadesEditar
La bombilla incandescente es la de más
bajo rendimiento luminoso de las bombillas
utilizadas: de 12 a 18 lm/W (lúmenes por vatio
de potencia) y la que menor vida útil o
durabilidad tiene: unas 1000 horas, pero es la
más difundida, por su bajo precio y el color cálido
de su luz. Esto es normal, por ser la primera, y
ocurre en todos los casos; los modelos sucesivos
no habrían visto la luz de no ser mejores. Si bien
hubo patentes en Estados Unidos de bombillas de
luz de hasta 200.000 horas nunca se fabricaron
por ser económicamente inviables. En 1924
el cartel Phoebus, que agrupaba a los principales
fabricantes de Europa y Estados Unidos, pactó
limitar la vida útil de las bombillas eléctricas a
1000 horas. Oficialmente este cartel nunca
existió.[2]
No ofrece muy buena reproducción de los
colores, ya que no emite en la zona del espectro
de colores fríos, pero al tener un espectro de
emisiones continuo logra contener todas las
longitudes de onda en la parte que emite del
espectro.[6]
Su eficiencia es muy baja, ya que sólo convierte
en luz visible alrededor del 15 % de la energía
consumida. Otro 25 % se transforma en energía
calorífica y el 60 % restante en radiación no
perceptible, luz ultravioleta y luz infrarroja, que
acaban convirtiéndose en calor.[cita requerida]
Sin embargo el concepto de eficiencia es relativo,
y puede considerarse bajo sólo en el caso de que
se contemple la conversión de energía eléctrica
en luz. Justamente debido a sus supuestas
limitaciones, su uso durante el invierno convierte
a la lámpara incandescente en un objeto que
transforma la energía eléctrica en luz y calor de
manera perfectamente eficiente (por ejemplo en
una lámpara de mesa), especialmente en espacios
donde a su vez se requiere calefacción, ya que el
calor que desprende se encuentra en el sitio más
cercano y necesario. Además, en la comparación
por ejemplo con las lámparas de bajo consumo,
debe considerarse el proceso de fabricación, su
contenido de mercurio y la radiación
electromagnética. Durante el verano o en épocas
de calor sí seria válida la idea de ineficiencia por
desperdicio de energía (en calor).

You might also like